Eulalio Hernández Guzmán

Title

Eulalio Hernández Guzmán

Description

Biographical Synopsis of Interviewee: Eulalio Hernández Guzmán was born in Cusihuiriachi, Chihuahua, México, in 1931; his father worked in the fields, and his mother passed away when he was only six years old; because there were a limited number of teachers in the town, he only attended school for three years; in 1952, he was hired as a bracero; he worked in the cotton fields of Arizona, New Mexico, and Texas, the beet fields of Colorado and Montana, and the corn fields of Wyoming.


Summary of Interview: Mr. Hernández went to Chihuahua, Chihuahua, México, in the hopes of being hired as a bracero; he had to wait for two weeks before he could actually begin the hiring process; he and other braceros were given vaccinations, but none of them were ever told what the immunizations were for; his first work contract took him to Wyoming; he was transported there by airplane; he recalls that the trip took seven hours and that it was very noisy; as a result of the trip, he developed an ear ailment for which he was never medically treated; he remembers that in Ciudad Juárez, Chihuahua, workers could obtain fake work permits for only $4.00.

Creator

Parra-Mantilla, Myrna
Hernández Guzmán, Eulalio

Date

2003-05-09

Subject

Bracero

Rights

Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso

Language

spa

title (Spanish)

Eulalio Hernández Guzmán

creator (Spanish)

Hernández Guzmán, Eulalio

Rights Holder

Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso

Online Submission

No

Original Format

Digital, WAV, MP3

Duration

42:59

Bit Rate/Frequency

24k/96 bit

Transcription

Nombre del entrevistado: Eulalio Hernández Guzmán
Fecha de la entrevista: 9 de mayo de 2003
Nombre del entrevistador: Myrna Parra Mantilla

El día de hoy es 9 de mayo de 2003, en la ciudad de Cuauhtémoc, Chihuahua, entrevistando al señor Eulalio Hernández Guzmán para la Universidad de Texas en El Paso, el Departamento de Historia Oral, Myrna Parra Mantilla.

MP: Buenas tardes señor Hernández.
EH: Buenas tardes.
MP: Para empezar la entrevista quisiera que me dijera, ¿dónde y cuando nació?
EH: Nací en el Valle del Rosario, Chihuahua, el 12 de febrero de 1931.
MP: Cuénteme a cerca de su niñez, ¿cómo fue? Sus papás, ¿a qué se dedicaban sus papás, sus hermanos?
EH: ¿Cómo fueron o cómo…?
MP: No, su niñez en general.
EH: No, pos nosotros como vivimos en un rancho, cuando estaba yo muy chico, también no, pos no me acuerdo de muchas cosas no. Y luego, pos mi mamá murió cuando yo tenía como seis años. También no, pos no salimos del rancho, no, pues nomás eso.
MP: Sí, me decía.
EH: Pos nos entendimos muy bien como hermanos, no, nos la llevamos muy bien.
MP: ¿Usted fue a la escuela?
EH: Estuve en muy poca escuela, hasta tercer año nada más. Por lo mismo, porque no había maestros en los ranchos.
MP: Y, ¿a qué edad empezó a trabajar?
EH: ¿Mande?
MP: ¿A qué edad empezó a trabajar?
EH: Pos ya como de unos siete años empecé a trabajar en la labor. Es que era lo que, en lo que trabajábamos nosotros, en la labor.
MP: ¿Su papá tenía tierras o trabajaba en la…?
EH: Sí, tenía tierras él.
MP: Y, ¿qué hacía usted ahí?
EH: Pos al principio empecé de sembrador nada más y luego ya empecé a agarrar el, ya cuando crecí, empecé a agarrar ya el, para lidiar el arado y todo eso ya, trabajábamos con los animales, con caballos, mulas. Entonces no había, pos nunca tuvimos tractor nosotros, todo el tiempo trabajamos con los animales.
MP: Y eso fue, ¿hasta qué edad estuvo en eso?
EH: Como hasta los dieciocho años.
MP: ¿Cómo fue usted que se enteró del Programa Bracero?, ¿cómo se dio cuenta?
EH: Pos yo me di cuenta cuando empezaron a contratar braceros, nomás que yo, yo no jui, no pasé luego luego, yo pasé la primer vez el [19]52.
MP: Y, pero, ¿cómo se dio cuenta, de gente que ya había ido allá?
EH: Sí, que ya había ido allá, a trabajar.
MP: Y, ¿ellos que le decían a usted? Le decían cosas buenas: “Sí, vámonos”, o le decian, “ya no te vayas”.
EH: Sí, pos a, me invitaban a mí los primeros que empecé a ver yo, que fueron amigos míos, me invitaban para allá que me juera con ellos, pero fui hasta el 1952 jue la primer vez que pasé.
MP: Cuénteme de esa primera vez, todo lo que hizo, ¿dónde se contrató, Cuauhtémoc, Chihuahua?, ¿qué papeles llevaba?
EH: Pos, ¿dónde me contraté yo la primer vez? Parece que en Municipio de Cusi[huiriachi].
MP: En Cusi[huiriachi], ¿había centro de contratación?
EH: No, ahí le daban una carta uno, para presentarla en Chihuahua y ahí salía uno y sacaban número, era como una carta yo creo más bien de recomendación, yo creo, me parece. Ahí tiene uno que ir a Chihuahua a sacar número y luego esperarse hasta que le hablaran a uno para contratarlo ahí en el…
MP: ¿O sea que usted tenía que viajar de Cusi[huiriachi] a Chihuahua?
EH: Sí.
MP: Y, ¿usted pagaba su pasaje?
EH: Sí, sí teníamos que pagar comida los días que nos estuviéramos allá.
MP: Y, ¿cuántos días se estuvo allá?
EH: Pues hubo veces que duré yo hasta dos semanas, ahí para poderme contratar.
MP: ¿Ahí en El Trocadero?
EH: En El Trocadero. Primeramente para sacar número, por acá en la entrada de Chihuahua, para acá había un corralón donde estaban dando números.
MP: O sea que no era en El Trocadero donde estaban dando los números.
EH: No, era acá en la entrada de Chihuahua. ¡Acá tocan! Por ahí donde esta, por ahí donde estaba frente on taba, la lechería del General este, ¿qué era?, Guerrero, ¿sí se acuerda que hay una lechería ahí?
MP: ¿La Vaquita?
EH: Sí. Hay unos corrales ahí muy grandes de… Enfrente, ahí había un corralón muy grande, ahí llegan con, ahí este, tenía que arrimarse a, agarrar número, pero batallaba uno mucho porque ahí era mucha la gente. Yo debía de haber durado hasta tres días pa poder agarrar número ahí.
MP: Pero es la primera vez que escucho eso, porque todos me han dicho que se iban hasta El Trocadero.
EH: Sí, hasta ahí estuvo.
MP: Y luego que ahí en El Trocadero les daban los números y todo esto.
EH: Sí, ya últimamente fue cuando estuvieron dando números allí y luego allí ya de ahí tenían que esperarse hasta que le hablaran a uno allá ahí.
MP: Y entonces había mucha gente desde ahí desde el corralón este donde daban los números, ¿no?
EH: Sí eran…
MP: Ya era la gente, ahí se amontonaba la gente.
EH: Éramos mucha la gente que se amontonaba ahí.
MP: Y, ¿luego una vez que ya tenían su número?
EH: Nos íbamos a El Trocadero allá, hasta que… Ahí, no me acuerdo ya si tenían uno que presentar el número ahí y esperarse a que le hablaran, no me acuerdo muy bien cómo estaba ahí.
MP: Y me decía que batallaba mucho para que les dieran el número.
EH: Sí, sí batallaba uno mucho porque era mucha la gente, había veces que ya iba uno casi llegando y de ahí se desbarataba el, se hacían pos a veces pleitos, y todo y ahí se desbarataba la fila y ya tenía que ir a agarrar otra vez, ir allá muy atrás.
MP: Y, ¿ese número no se los vendían? O, ¿no tenía que dar una mordida o algo?
EH: Me parece que no, no los vendían los números.
MP: Y luego ya ahí en El Trocadero, llegaban, ¿no? Y tenían que hacer otra vez fila, dice que los tenían que llamar, ¿verdad?
EH: Sí, pos bueno ahí lo llamaban a uno del municipio de, por ejemplo: “De tal municipio, la gente de tal municipio”. Ya todos esos, toda esa gente ya tenía que arrimarse ahí a la puerta para, ya para ahí el examen, lo examinaban a uno, ya ahí lo echaban en el tren para allá o a veces en camión, a Río Vista.
MP: ¿O sea que ahí en El Trocadero les hacían exámenes médicos por parte del Gobierno Mexicano o del Gobierno Americano?
EH: Yo creo por parte de allá de los Estados Unidos.
MP: ¿Les ponían alguna vacuna ahí?
EH: Sí, lo vacunaban a uno ahí.
MP: Y, ¿les decían? O sea, ¿ellos les decían: “Te vamos a poner la vacuna para esto, esto, esto”? O nada más…
EH: No, no, nada más ahí, iba la fila ahí y ahí estaban las enfermeras nomás vacunándolo a uno y ahí.
MP: ¿O sea que ustedes ni sabían de qué se trataba?
EH: No, no, ni para qué era la vacuna.
MP: Y, ¿nadie les decía nada?, ¿ni los mexicanos?
EH: No, no nos decían para qué era la vacuna.
MP: Y, ¿si se ponían mal por esa vacuna? No sé, que les diera temperatura o algo así, que…
EH: Pues quién sabe, a mí nunca me prendío la vacuna, toda, alguna vez pasé y no, no, no me prendían esas vacunas a mí.
MP: Y luego ya, ¿ya todo mundo era aceptado?
EH: Lo trataban a uno un poco mal, allá los de los gringos siempre.
MP: ¿Sí?
EH: Sí pos lo veían a uno como, pos digo yo como, no sé cómo, porque allá, allá a la entrada ya para El Paso, ahí le echaban a uno un fumigante y todo, como si fuera uno, bueno, quién sabe algunas gentes sí, sí irían… Pero, yo lo veía mal eso, quién sabe.
MP: No, pues sí cómo no. Pos era como que muy…
EH: Sí.
MP: Un trato no muy humano.
EH: Ey.
MP: De Chihuahua a El Paso, ¿ahí en qué se iban?, ¿les daban algo de comer en el camino?
EH: Nada más hasta el puente, de ahí lo pasaban a uno caminando y de ahí lo llevaban a uno en camión hasta el, hasta el Río Vista.
MP: Río Vista, pero ustedes no tenían que pagar nada, ¿no?
EH: No, ahí ya no. Ya no pagábamos nada.
MP: ¿Ni en el trayecto de Chihuahua a El Paso, ustedes no pagaban el pasaje ni nada?
EH: Nada. Nada más pagábamos el tiempo que durábamos ahí en Chihuahua, para contratarnos.
MP: O sea que sí necesitaba bastante dinero, ¿no?
EH: Sí, sí, cómo no.
MP: Y, ¿cómo le hizo usted para juntar el dinero y pagar todo esto e irse?
EH: Pos tenía que conseguir, dinero prestado para… Ya después lo mandaba de allá. Y luego había veces que… Bueno, a mí no me tocó que me llevaran en tráiler para allá para, pero muchas veces, a muchos los echaron en trailers, a mí tocó ir en avión para allá para Wyoming.
MP: ¿A lo llevaron ahí?
EH: Para Wyoming y para Montana. Pero mucha gente se quejaba de que lo llevaron en trailers, y se maltrataban mucho.
MP: Ahí en Río Vista, cuénteme, ¿cómo era Río Vista?, ¿qué hacían ahí?
EH: Pos ahí ya venían los patrones a contratar ya al grupito así de cinco, seis trabajadores, según los que necesitara.
MP: Y, ¿ahí qué trato recibían?
EH: No, pos ahí así sí, y ahí sí nos trataban ya más o menos bien. Ahí nos daban la comida hasta que nos tocaba que nos, que hasta que acabalara, acabalaran viaje para allá para dentro, bueno, yo creo que ahí, porque a mí me tocó como unas dos veces ahí en Texas. Ahí sí luego luego nos llevaban a los ranchos.
MP: ¿En qué estados se estuvo?
EH: Yo estuve, en la primer vez estuve en Wyoming, en Rivertone, Wyoming; después estuve en Missoula, Montana. Me tocó estar en Utah también.
MP: Ah, ¿sí? ¿Ahí en Wyoming qué estuvo haciendo?
EH: En el elote, en la pisca del elote.
MP: ¿Cuánto tiempo estuvo ahí?
EH: No recuerdo, pero yo creo que como unos dos meses.
MP: Ah muy poquito.
EH: Muy poquito, sí.
MP: Nada más como quién dice un contrato. Y, ¿allá en Missoula, Montana?
EH: En el betabel, en el desahije de betabel, en la limpia.
MP: Y, ¿ahí estuvo más tiempo que dos meses?
EH: Pos más bien fueron seis meses entre Montana y Utah, porque de ahí de Montana se acabó el desahije y la limpia y nos mandaron a Utah. Y de Utah nos volvieron a mandar otra vez a Montana al tapeo, a cuando sacan ya el betabel para limpiarlo.
MP: O sea que, ¿sí podían hacer eso? O sea, pero les tenían que renovar el contrato, ¿no?
EH: Sí, nos estaban renovando el contrato, sí. Fueron contratos de cuarenta días.
MP: Aquí nada más en Montana y Utah, ¿verdad? ¿En Texas no estuvo?
EH: Sí, estuve allá en, ¿cómo se llama? Socorro me parece. Y luego estuve en, pos allí pegadito al Río Vista, no me acuerdo cómo se llamaba ahí.
MP: Pecos, no, ¿Fabens?
EH: No, ahí pegadito al Río Vista, no sé cómo se llama ahí.
MP: Está el Valle. Y la primera vez dice que fue a Wyoming, ¿verdad?
EH: Sí.
MP: Y dice que lo llevaban en…
EH: En el avión.
MP: En avión.
EH: De allá para acá sí nos echaban en camión. (risas) Estuve también aquí en Nuevo México en, nomás que ya hasta se me olvidó el nombre de ahí, de aquí de aquel ladito de Las Cruces, en este…
MP: ¿Deming?
EH: Deming, estuve también en Willcox, Arizona, también estuve.
MP: Ah, pues estuvo en varias partes.
EH: Ahí en Willcox, Arizona fue el último contrato, ya no volví a ir.
MP: Y, ¿también estuvo en Arizona con lo del algodón? O, ¿qué estuvo…?
EH: En el algodón.
MP: ¿Entonces Nuevo México, Deming, Arizona y Texas en el algodón?
EH: Mm huh.
MP: Entonces me dijo que había estado ahí, en el [19]52 fue su primera vez y, ¿cuándo fue la última vez que estuvo?
EH: La última vez fue el [19]56.
MP: Y cuénteme, ¿cuál fue su impresión cuando le dijeron: “No, pos si vamos a Wyoming”? Y luego que lo suben en el avión. ¿No pensó que: “A ver si no me llevan a otro lado”?
EH: Pos no, nomás me dijieron que para Wyoming, pero, bueno, quién sabe, a lo mejor ellos iban para allá.
MP: Y luego, ya cuando llegó ahí al rancho, ¿qué impresión le dio? ¿Sí era como usted se lo imaginaba, árboles, arroyos? O, ¿no tenía idea?
EH: Pero ni me acuerdo, ni qué era lo que me imaginaba yo en ese entonces, sí. Ya lo que, lo que me hizo, me afectó mucho a mí en esa ocasión, el ruido del avión porque en esos aviones que había antes, todo el ruido era de adentro. Y luego se estaba mucho para llegar, hasta siete horas.
MP: ¿Sí, en el avión?
EH: Sí, en una de las ocasiones que, jue cuando, que nos llevaban a Montana, siete horas porque paró en este, en Utah, en Salt Lake. Ahí paró yo creo como una hora, o falta que más y ahí ya. Y es que casi no corrían esos aviones.
MP: Muy pesados, ¿no?
EH: Ey, y luego mucho ruido adentro. Llegué, yo me acuerdo que estuve malo de los oídos unas dos, tres semanas.
MP: Y luego, ¿le dieron el servicio médico para atenderle lo de los oídos?
EH: No, no, nunca nos llevaban a…
MP: Porque era un servicio que ustedes tenían…
EH: Ni siquiera nos dijeron que nos tapáramos los oídos, deberían de habernos dicho.
MP: Cuénteme, cuando llego allá a Wyoming, ¿cómo fue?, ¿llegó y ya los estaban esperando ahí para?
EH: Ya nos estaba esperando el patrón ahí, ya nos echó en una troquita y nos llevó al rancho.
MP: ¿Cuántos eran los que iban a Wyoming?
EH: Éramos cuatro, cuatro los que nos contrato ahí el patrón de ahí, de Wyoming.
MP: Entonces eran poquitos, entonces ya iban a hacer un trabajo muy específico, ¿no?
EH: Sí, pos de ahí me, pos fueron algunos patrones por la gente del avión, yo creo que algunos agarrarían tres, cuatro o seis a lo más.
MP: Y cuénteme, ¿cómo era?, les daban casa, ¿no?
EH: Sí, nos daban casa.
MP: ¿Cuántos vivían ahí?
EH: Pos nosotros éramos cuatro, vivíamos ahí en una casita, hasta muy bien equipada la casita, no. Y aquí en Texas no, aquí en Texas no nos daban buena casa.
MP: Era lo que le decían las barracas, ¿no?
EH: Taba para dentro así. Sí, allá en Pecos se usaba mucho la barraca, le metían hasta doscientos hombres ahí.
MP: Bastantes.
EH: Por eso mucha gente no quería contratarse para Pecos, muchas veces tenían que engañarlos, les decían que para tal parte, para Nuevo México, para otra parte y se hacía la fila, pero ya nada más veían que estaban contratándolos para Pecos y se desbarataba la fila.
MP: Cuénteme, ¿cómo fue un día, descríbame un día de trabajo allá en Wyoming, desde que se levantaba?, ¿qué era lo que hacía? Desayunaba, se iba a trabajar, comía, ¿qué hacia?, llegaba…
EH: Sí, pues estaba cerquitas ahí la labor. Ahí cuando luego luego empezamos con el desahije del betabel. A mediodía pues nos íbamos a comer ya a la casa, de ahí regresábamos otra vez al trabajo.
MP: Sí, me decía que a mucha gente los engañaban para ser contratados en Pecos, por que nadie quería irse a Pecos.
EH: Sí, mucha gente no le gustaba ir a Pecos, porque los encerraban y les daban una barraca ahí y ahí algunos patrones hasta, yo digo hasta diez patrones, entre los diez patrones ahí juntaban la gente ahí a la barraca.
MP: Mucha. Y luego aquí en Wyoming en el elote, ¿qué pasaba ahí?
EH: ¿En el elote?
MP: Sí señor.
EH: Allá en Utah sería.
MP: Ah, ¿qué no me dijo que en Wyoming, el elote?
EH: No, en Wyoming era el betabel.
MP: ¿Eso era en Montana, no, el betabel?
EH: ¿Qué?
MP: ¿No era en Montana el betabel?
EH: En Montana y Wyoming era el betabel, sí. En Utah jue donde trabajé en el elote.
MP: Y luego dice que estaba en Wyoming, que los campos estaban cerca, ¿no?
EH: Sí.
MP: No estaban tan retirados me imagino por ejemplo, ¿como en Pecos?
EH: No, caminando, nos íbamos caminando a trabajar.
MP: Y ahí el ranchero, ¿cómo se comunicaba con ustedes, él sabía español?
EH: No. (risas)
MP: ¿Quién era el intérprete?
EH: A puras señas, (risas) sí. Sí, pues es que conocíamos ya el trabajo, ya él no batalla para… Yo no lo conocía muy bien, pero dos compañeros que iban conmigo, ellos sí conocían ya el trabajo y jueron los que me dijeron cómo le hiciera yo para trabajar, para desahijar.
MP: Y, ¿usted estando allá se comunicaba más o menos seguido con su familia?
EH: Pos a puras cartas porque antes no había teléfonos para acá.
MP: Y, ¿también mandaba dinero por carta o cómo hacía?
EH: ¿Mande?
MP: Por ejemplo el dinero, ¿cómo le hacía?, ¿mandaba el dinero a su familia?
EH: Sí, sí pos los poníamos es que, pos ya ni me acuerdo cómo poníamos el dinero. No me acuerdo si el patrón, creo era el que se encargaba de poner el dinero, le dábamos el dinero a él y él lo ponía, me parece.
MP: Y, ¿sí era de confiar? O sea, ¿sí llegaba todo el dinero que ustedes mandaba para lo que sea?
EH: Sí, es que sí, ellos sí son muy derechos, ¿no? Era el patrón, él no podía hacernos una cosa así de…
MP: No, porque ya ve que hubo muchos casos, ¿no?, de que no llegara, no llegaba completo o no llegaba el dinero, simplemente se perdía.
EH: Sí porque aquí era onde, aquí era la tranza, (risas) no allá.
MP: A aquí, y luego, cuando se le acabó el contrato ahí en Wyoming, ya no lo renovó, ¿no tuvo chanza de renovarlo o no quiso renovarlo?
EH: Pos más bien, nos venimos allí a Colorado, a aquí al ladito de Denver, no me acuerdo cómo se llama, allí un pueblito chiquito. Ahí nos trajeron para contratarnos, pero como los compañeros míos eran los que conocían, no quisieron. Nos contrataban para Michigan, pero no quisieron ellos, dijeron: “No, vámonos a El Paso”, dijo, “y allá nos contratamos”. Yo sí tenía ganas por cierto de ir a Michigan, tenía ganas de conocer para allá, pero ellos como ya habían pasado otras veces, dijeron: “No, vámonos mejor a El Paso”. Y ahí nos entretuvieron algunos días porque querían que nos contratáramos ahí y ellos no quisieron, mis compañeros. Y entonces dijeron: “Allá nos van a contratar en El Paso”. Resulta que yo creo que hablaron de allá, que no nos contrataran porque no quisimos contratarnos allá, para allá, vinimos a El Paso y nos quisieron contratar, tuvimos que venirnos para acá.
MP: Y, ¿hacer todo el proceso otra vez?
EH: ¿Mande? Sí.
MP: ¿Hacer todo otra vez?
EH: Hacer todo otra vez de vuelta, en otra contratación.
MP: ¿Todos los exámenes médicos?
EH: Sí, todo eso, sí, porque ellos no quisieron. Bueno, yo porque dije: “No a lo mejor que sí, a la mejor que sí nos contratan allá en El Paso”. Pero no, es que, hasta nos entretuvieron algunos días allá por, para ver si nos convencían para contratarnos para Michigan, pero los compañeros míos no quisieron. Y dije yo: “Pos cómo me voy yo con desconocidos”. Y pensé yo que a la mejor sí nos iban a contratar acá, pos sí yo tenía ganas. No, no, ya no quisieron contratarnos acá, tuvimos que venirnos para acá.
MP: Los castigaron, como quien dice.
EH: Sí, sí. Sí han de haber hablado de allá que no nos contrataran, porque ahí estaban contratando ahí, te digo, y a nosotros no nos quisieron contratar.
MP: Y, ¿se quedó con las ganas de ir para allá?
EH: Sí. No, y luego pos la lata de, de mismo aquí y otra vez a batallar para pasar uno para agarrar número y todo eso, muy latoso.
MP: Y luego ya la segunda vez que se fue, ¿se fue hasta Montana?
EH: La segunda vez a Montana, me jui la segunda vez.
MP: Y, ¿también se fue en camión o en avión o en que se fue?
EH: Pos nos llevaron en el avión a Montana también.
MP: Ah okay.
EH: Y luego de ahí se acabo el desahije y la limpia y me mandaron a Utah, a Brigham [City], Utah y de ahí, no me acuerdo cuánto duramos en el elote, creo que se acabó el elote y duramos como una o dos semanas en el tomate y de allí ya nos despacharon otra vez a Montana.
MP: ¿Pero ya no tenían que venir hasta acá?
EH: No, ya no, no, no. Duramos seis meses entre Montana y Utah, seis meses.
MP: Y, ¿luego ya se les acabó el contrato y se vinieron acá ya más para el sur, Nuevo México, Arizona?
EH: ¿De allá de Montana?
MP: Sí.
EH: No, Montana ya nos venimos hasta aquí, ya no nos contratamos.
MP: Y, ¿entonces que pasó en Deming, en Arizona y en Texas?
EH: Pos estuve trabajando en el algodón, ahí en Texas y luego en Nuevo México en el algodón y allá en Arizona también, en el algodón.
MP: Y de todos los trabajos que tuvo, ¿cuál fue mejor? En cuanto al trabajo, al pago, a la relación con los amigos.
EH: Pos a mí el trabajo que más me gustó a mí fue el algodón.
MP: Ah, ¿sí?
EH: Trabajar en el algodón.
MP: Pero es el menos pagado, ¿no?
EH: Pues te pagaban muy poco. Pero pos de contrato, era de contrato lo del algodón, no era de raya, pero pues el que era bueno para piscar sí ganaba buen dinero.
MP: ¿Cuánto sacaba más o menos?
EH: Pos yo no me acuerdo cuánto, no me acuerdo muy bien cuánto sacaba, pero pos sí me alcanzaba muy bien para comer y para mandar para acá. No me acuerdo si ganaba como unos $12 dólares, pero en ese entonces pos estaba muy barato allá todo, un pantalón de eso Levi’s valía $3 dólares, una chamarrita de esas de mezclilla $3 dólares. La comida pos muy barata también.
MP: ¿Ustedes tenían que comprar su comida?
EH: Sí, teníamos que comprar la comida, pero con unos $8 dólares la hacíamos en la semana, cada uno $8 dólares, comíamos bien con $8 dólares.
MP: A ustedes nunca les, cuando iban a comprar su comida, nunca les dijeron: “No ya no tenemos, les están ra[cionando]”. O sea que hubo desabasto de algo, algo de comer, ¿nunca les tocó de que no: “Pues no hay azúcar porque hay desbasto”?
EH: No, nunca faltó nada ahí, en ese entonces no. Todo el tiempo había lo que queríamos ahí, en la tienda.
MP: Y, ¿los llevaban a la tienda o el patrón les compraba?
EH: No, nos llevaba el patrón a la tienda, ey. Nomás que ahí lo que no había era, en ese entonces, no había tortillas de harina, menos de maíz. Teníamos que comprar nosotros barras de pan y llevar harina para hacer tortillas nosotros, de harina.
MP: Usted estuvo en Pecos, ¿verdad?
EH: ¿Mande?
MP: ¿Estuvo en Pecos usted?
EH: En Pecos, no.
MP: No estuvo en Pecos.
EH: No, no estuve en Pecos.
MP: En Socorro. Ahí en Socorro, ¿cómo era el trabajo?, ¿cómo era un día de trabajo normal?, ¿qué hacían desde que se levantaban?
EH: Pos en la pisca de algodón, me tocó ahí.
MP: Y, ¿ahí sí estaban muy lejos los campos?
EH: No, estaba cerquita.
MP: ¿También?
EH: Sí, estaba cerquita las labores.
MP: Y si ustedes por ejemplo ya decían: “No, pues ya mejor me regreso a mi casa”, o, “ya no quiero seguir trabajando aquí”. ¿Lo podían hacer?
EH: Pos a mí nunca, nunca me tocó hacer eso. Yo cumplía con mis contratos, no sé si alguna gente le haría así, quién sabe. Pero con los compañeros que anduve yo, ninguno se vino antes de cumplir el contrato.
MP: Y cuénteme, ¿qué hacían para distraerse un poco, para divertirse? Porque tenían días de descanso, ¿no?
EH: Sí, pos nos veníamos a El Paso, cuando estábamos ahí en Fabens, en Socorro, nos veníamos los sábados acá a El Paso.
MP: Y cuando estaban allá en Utah, Montana, ¿que hacían?
EH: Pos allá en Montana, pos nomás íbamos a traer la provisión y no salíamos, ahí sí no salíamos. Y acá en El Paso sí, acá en El Paso hay veces hasta que nos quedábamos por acá. Y si se nos vencía el permiso y había una oficinita ahí, donde le daban a uno unos permisos, no me acuerdo si por $4 dólares, un permiso igual al que le daba uno el al patrón y con ése pasábamos. Pero no, en ese entonces no había lío.
MP: ¿No?
EH: No.
MP: ¿Nunca tuvieron problemas con La Migra allá andando en Montana?
EH: No, no nunca, nunca nos paró La Migra allá. Y acá en Texas nos daba el patrón un papelito cuadradito así nomás con unas letras y la firma de él.
MP: Oiga, entonces en Juárez podían tener esas identificaciones nomás por $4 dólares.
EH: Sí, un permiso, igual, un permiso igual que el que nos daba el patrón allá.
MP: Y, ¿nunca los agarraron dices?
EH: No.
MP: Y, ¿cómo le hacían allá en Juárez? O sea, para tener esos.
EH: Pos ya, no me acuerdo quién nos dio el norte de la oficina esa donde daban esos permisos y nosotros hay veces que sí nos, se nos hacía tarde y ya no nos íbamos, nos quedábamos en Juárez e iban y sacaban un permiso ahí en la… Por $4 dólares, me parece $4 dólares nos cobraban.
MP: No, pero esos permisos, nada más eran así como que…
EH: Sí, es nomás para pasar.
MP: O sea no era la tarjeta que les daban para…
EH: Era cualquier papelito nada más, con la firma del patrón. (risas)
MP: Con la firma del patrón.
EH: Sí, pues le decíamos al patrón que nos diera un permiso porque que veníamos a Juárez y él nos daba un papelito así cuadradito nomás.
MP: ¿Si no se los daba no podían ir obviamente?
EH: ¿Mande?
MP: Si no se los daba no podían ya regresar. O sea, no había cómo ustedes podían regresar.
EH: Sí, sí, no. Si ya se nos, si ya se llevábamos vencido el permiso no nos dejaban pasar, yo creo.
MP: ¿Pero esos permisos estaban avalados por La Migración?
EH: No, el mismo patrón nos hacía ese permiso nada más para darnos, es un permiso que nos daba el patrón nada más para pasar.
MP: O sea que digámoslo así, el Gobierno Estadounidense, el Gobierno Americano, le daba ese derecho al patrón, de darles a ustedes…
EH: Pos yo creo, porque el patrón…
MP: Porque es así como…
EH: El patrón, ése nomás nos daba un papelito con la firma de él y ya.
MP: Porque o sea pos una de allá sí puede salir, pero para entrar.
EH: No me acuerdo si llevaba el sello de allí de la oficina de él, o no me acuerdo, pero era cualquier papelito nomás.
MP: Pos era muy fácil, ¿no?
EH: Sí, sí, no, pero no estaba como ahora, ahora está más difícil todo.
MP: Sí, por eso le digo porque salir de Estados Unidos, cualquiera puede salir, pero entrar pues necesita su visa.
EH: Ey, no, no. No, ahora no, ahora no la hace uno cuando… Menos con un permiso de esos.
MP: Sí, menos, ya se tiene que estar allá. Oiga, y otra vez en cuanto la pago, ¿el patrón siempre, con los patrones que estuvo siempre le pagaron lo que era justo?
EH: Sí.
MP: ¿Nunca le quedaron a deber?
EH: Nosotros no tuvimos problema con ellos, pero me di cuenta yo que algunos sí tuvieron problemas con los patrones. Quién sabe qué, pero no yo no, yo nunca tuve problemas con los patrones.
MP: Y, ¿usted nunca se dio cuenta de alguna situación así que hubiera pasado con alguno de los braceros? No sé, que tuvo problemas con el patrón, que ahí en la labor de que… No sé, de que se peleaba con el patrón o de que tuvieron algún accidente o algo. Algo así muy fuera de lo común.
EH: Pos no, no. No le digo, me daba cuenta de que alguna gente tenían problemas por el pago, que no les pagaba bien el patrón, pero fueron pláticas nomás de gente así que… Pero nosotros, yo nunca tuve problemas con los patrones.
MP: Y ahorita que me comentaba de que, por el sonido del avión que se enfermó del oído, ¿cómo se curó?, si no le dieron servicio médico.
EH: No, pos se me quitó con, no me acuerdo cuántas semanas duré para que se me quitara lo sordo de los oídos. Pero no, yo ni le dije al patrón, nunca le dije nada.
MP: ¿No?
EH: Tal vez a lo mejor si le digo, sí me lleva con el médico, pero nunca le dije.
MP: Y ustedes si se quejaban del trato que recibían del ranchero, ¿con quién iban a quejarse?
EH: Pos no me acuerdo a qué oficina sería, con… No, no recuerdo yo con quién podría ir uno ahí. Pos no, no me acuerdo ya, oiga creo que sí había alguna oficina ahí a donde podían irse a quejar, pero nomás no me acuerdo qué oficinas eran.
MP: Porque tengo entendido que allá en Río Vista estaba el cónsul mexicano, ¿no? Pero pos claro que no seguido estaban ustedes en Río Vista, ¿no? Entonces pos cómo, ¿cómo se podían comunicar? O sea, si tuvieran algún problema.
EH: Pues no, quién sabe pos, como le digo, pos nosotros nunca tuvimos problemas, yo con los compañeros que pasé yo nunca, ninguno tuvo problemas con el patrón. No sé cómo le harían los que tuvieron problemas, porque sí me di cuenta yo que, de algunos tuvieron problemas con los patrones, pero quién sabe cómo le harían.
MP: Y, ¿usted se dio cuenta que anduvieran algunos mojados ahí trabajando?
EH: Pos no, onde anduvimos trabajando nosotros, no. No me di cuenta, no me acuerdo que haya habido mojados ahí.
MP: Porque ya ve que muchos también, a los que rechazaban o algo, algunos se quedaban ahí, o sea, se pasaban.
EH: Pues a lo mejor hasta, había hasta mojados, pero pos pero nunca, yo no me acuerdo que haiga llegado La Migración con nosotros ahí donde anduviéramos trabajando. Yo creo que no había mucho problema, yo creo, no estaba como ahora, no estaba tan vigilado como ahora. Porque nosotros nunca vimos La Migración ahí cuando, donde anduviéramos trabajando, anduvimos trabajando, nunca nos, nunca llegó ahí La Migración.
MP: Qué bueno. Y, ¿usted nunca pensó en quedarse allá?
EH: Pos no, nunca lo pensé, fíjese.
MP: Y, ¿el patrón tampoco nunca le ofreció?
EH: No, nunca nos dijo nada. Y ahí en Deming, fue onde el patrón nos, pos que no, que no me acuerdo qué papel nos dio para volvernos a contratar para el siguiente año, pero yo ya no jui ahí con él. Me fui para Arizona, él quería agarrarnos otra vez, en el siguiente año, nos dio una, no me acuerdo qué jue lo que nos dio para que presentáramos ahí, para que volviéramos con él. Pero no, ya no, yo ya no volví a ir.
MP: Oiga, ya para terminar la entrevista, quisiera que me dijera algo, no sé, su punto de vista, su opinión acerca del Programa Bracero, ¿fue bueno, fue malo o qué no le gustó?
EH: No, pos sí, lo único que no me gustaba era, ahí de para pasar que lo molestaban a uno en muchas para, pos sufría uno mucho ahí para las contrataciones. Sí, pues es que, pos muchas veces hasta hambres pasábamos allá porque se nos agotaba el dinero y teníamos que aguantarnos a, porque ya nos van a contratar ya, ya para qué nos vamos o ya para qué nos van a mandar dinero y sí nos aguantábamos muchas veces.
MP: Pero es, ¿dónde era eso?
EH: Ahí en Chihuahua.
MP: A en Chihuahua.
EH: Sí, muchas veces sí se nos acababa el dinero y a unos y luego, pos los compañeros tenían que ayudarlo a uno también y ya al que le quedó dinero, pos ahí nos ayudábamos unos a los otros.
MP: Sí.
EH: Sí navegaba uno para pasar.
MP: Bueno pues, pues no sé si tenga algo más que decir, alguna queja o algo.
EH: No, pos queja no, pos de allá de los patrones no. Nos trataron muy bien a nosotros los patrones allá, pero pos algunas gentes sí se quejan, sí se quejaban de los patrones, pero a nosotros nos tocaron buenos patrones, no tuvimos problemas con ellos.
MP: Qué bueno.
EH: Pos muchas veces yo creo que el trabajador tiene la culpa también.
MP: Así es.
EH: No se porta bien con el patrón, pos, ¿verdad?
MP: Le va mal. Bueno, pues muchísimas gracias por su tiempo y por haber aceptado la entrevista.
EH: No, pos de nada, no hay de qué.

Fin de la entrevista

Interviewer

Parra-Mantilla, Myrna

Interviewee

Hérnandez Guzmán, Eulalio

Location

Cuauhtémoc, Chihuahua, México

File Name Identifier

Hernandez_Guzman_CHIH014

Citation

Parra-Mantilla, Myrna and Hernández Guzmán, Eulalio, “Eulalio Hernández Guzmán,” Bracero History Archive, accessed November 5, 2024, https://braceroarchive.org/items/show/9.