José Encarnación Chavarria
Title
José Encarnación Chavarria
Description
Biographical Synopsis of Interviewee: Jose Encarnación Chavarria was born in San Pedro de las Colonias, Coahuila, México, but grew up in Torreón, Coahuila; when he was very young, his father killed his mother, and he fled from home; he went to live with his grandmother, but the rest of his family soon split up; in 1947, he became a bracero and remained working as such until 1950; he worked in New Mexico and Texas picking cotton.
Summary of Interview: Mr. Chavarria briefly describes his childhood; when he was very young, his father killed his mother, and he fled from home; he went to live with his grandmother, but the rest of his family soon split up; shortly thereafter, he went to work on a dairy farm where the rancher not only employed him, but treated him like a son; in 1947, he went through the hiring process and became a bracero; upon being hired, he was sent to Rio Vista, a processing center in Socorro, Texas, where he underwent medical examinations; he details his first job picking cotton and what that entailed; in addition, he describes the housing conditions and the various foods that they cooked and ate; many braceros would play cards, drink, and gamble nearly every weekend; he was invited to play, but lost all of his money, which later developed into a bad habit for him and other braceros as well; he later recounts how some braceros were tricked and often stolen from.
Summary of Interview: Mr. Chavarria briefly describes his childhood; when he was very young, his father killed his mother, and he fled from home; he went to live with his grandmother, but the rest of his family soon split up; shortly thereafter, he went to work on a dairy farm where the rancher not only employed him, but treated him like a son; in 1947, he went through the hiring process and became a bracero; upon being hired, he was sent to Rio Vista, a processing center in Socorro, Texas, where he underwent medical examinations; he details his first job picking cotton and what that entailed; in addition, he describes the housing conditions and the various foods that they cooked and ate; many braceros would play cards, drink, and gamble nearly every weekend; he was invited to play, but lost all of his money, which later developed into a bad habit for him and other braceros as well; he later recounts how some braceros were tricked and often stolen from.
Creator
Martinez, Laureano
Encarnación Chavarria, José
Date
2003-03-11
Subject
Bracero
Contributor
Cristóbal Borges
Rights
Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso
Language
spa
title (Spanish)
José Encarnación Chavarria
creator (Spanish)
Martínez, Laureano
contributor (Spanish)
Cristóbal A. Borges
Rights Holder
Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso
Online Submission
No
Original Format
Mini Disc
Duration
42:04
Bit Rate/Frequency
24 bit
96 k
96 k
Transcription
Nombre del entrevistado: José Encarnación Chavarría
Fecha de la entrevista: 11 de marzo de 2003
Nombre del entrevistador: Laureano Martínez
Esta es una entrevista con el señor José Encarnación Chavarría, en la ciudad de Las Cruces, Nuevo México, el día 11 de marzo del 2003, conducida por Laureano Martínez, para el Proyecto Bracero del Instituto de Historia Oral de la Universidad de Texas en El Paso.
LM: Buenas tardes don José, ¿cómo está?
JC: Bien, muy bien.
LM: Don José, quiero empezar preguntándole, ¿dónde y cuándo nació usted?
JC: En San Pedro de las Colonias, Coahuila.
LM: ¿En qué día?
JC: Ya eso sí no sé.
LM: ¿No?, ¿cuántos años tiene, don José?
JC: Pos como ochenta.
LM: ¿Cómo se llamó su papá, don José?
JC: José Chavarría.
LM: José Chavarría, igual que usted. Y, ¿su mamá?
JC: Petra Gaytán.
LM: Cuénteme un poquito cómo es, ¿cómo es ese lugar donde usted nació, don José?
JC: ¿Mande?
LM: ¿Cómo es el lugar donde usted nació?
JC: ¿Pos cómo le diré? Pos es un lugar de, de agricultura era.
LM: ¿Grande?
JC: Sí, pos ahí, ahí en Torreón.
LM: ¿Está muy cerquita de Torreón?
JC: Sí pos está ahí en el mismo valle.
LM: Su papá, ¿a qué se dedicaba, don José?
JC: El trabajo de la labor del campo.
LM: ¿Sembraba?
JC: Sembraba, trabajaba, piscaba algodón en La Laguna. Y hacía los trabajos de La Laguna.
LM: ¿Cuántos hermanos tuvo usted, don José?
JC: Tres más.
LM: Tres más, ¿se acuerda de los nombres de sus hermanos?
JC: Sí.
LM: ¿Cómo se llaman?
JC: Magdaleno Martínez, Josefina Chavarría y Gregorio Chavarría.
LM: Usted qué, ¿es el más grande o el más chico de ellos?
JC: El menor.
LM: Usted es el más chico, ¿cómo eran esos tiempos don José, cuando usted estaba chico?, ¿cómo era la vida?
JC: ¿Pos cómo le diré? No pos tábamos bien. Eh, la vida era, pos pa la gente pobre pos era muy dura, ¿verdad?
LM: Claro.
JC: Pero de todos modos sí, sí vivíamos porque en aquellos años en La Laguna había muncho trabajo.
LM: Había bastante trabajo.
JC: Muncho algodón.
LM: Mucho algodón, ¿usted fue a la escuela, don José?
JC: No.
LM: ¿No?
JC: Casi no.
LM: ¿No había mucha oportunidad de ir a la escuela?, ¿le ayudaba usted a su papá?
JC: ¿Eh?
LM: ¿Le ayudaba a su papá?
JC: Pos sí, le ayudé a piscar algodón pero, pero estuve en la escuela. Pero no, no gran cosa, puros ratitos.
LM: ¿Aprendió a leer y a escribir?
JC: No.
LM: No, okay. Y, ¿a qué edad empezó usted a ayudarle a su papá, don José?
JC: No pos chiquirrio, en la pisca del algodón le ayudaba chiquillo, ey.
LM: ¿De cuántos años?, más o menos.
JC: Ya, bueno le ponemos de siete años.
LM: ¿Alguno de sus hermanos fue bracero también, don José?
JC: Eh, pos no sé, porque yo quedé solo de muy chico y no sé de mis hermanos ni nada, de nadien.
LM: ¿Cómo fue que usted quedó solo, don José?
JC: ¿Eh?
LM: ¿Cómo fue que se quedó solo?
JC: Porque mi padre mató a mi madre y quedamos en la casa con mi abuela. Y luego una, mi abuela, pos ella se había pasado su vida en la calle, a ella le gustaba la…
LM: La tomada.
JC: Y ahí nos trajo, y ahí nos regó a todos, unos pa un lado y otros para otro y sabrá Dios dónde estarán los otros.
LM: Mire. Okay, ¿se acuerda cuál fue su primer trabajo, don José?
JC: Pos piscar algodón, desahijar, desahijarlo.
LM: El algodón, ¿cómo es ese trabajo?
JC: Pos cuando el algodón está chiquito. Lo desahija uno así de a matita, de a matita, tan largo, así.
LM: ¿Cuánto le pagaban?, ¿se acuerda?
JC: Pos, en aquellos tiempos cuando yo ya, ya agarraba tareas, nos daban tareitas de a $0.50 centavos.
LM: Y ya cuando fue creciendo este, ¿en qué trabajó, don José?
JC: Cuando fui creciendo, pos ahí vivía en Torreón. Ahí en los ejidos, un ranchito que está ahí cerquita y trabajaba de lechero.
LM: De lechero.
JC: Ey, primero a, primero ahí lavaba los frascos y todo y iba a traer la leche allá a un rancho.
LM: ¿Estaba lejos el rancho?
JC: Pos, pos no, no estaba muy lejos pero, sí estaba retiradito de todos modos.
LM: ¿Ordeñaba vacas usted?
JC: ¿Eh, eh?
LM: ¿Ordeñaba?
JC: No, yo estaba chiquillo, nomás iba a traila, ey. Sí salí, ya salía como a las tres de la mañana de allá y ya llegaba oscurito a Torreón.
LM: Mire.
JC: No está muy lejos, no.
LM: ¿Qué hacía? Le ayudaba usted a sus hermanos, ¿con quién vivía?
JC: Ya, ya, ya andaba solo. Ya no tenía hermanos, ya me había quedado solo yo. Vivía ahí con el, con el lechero. Ahí estaba arrimado como hijo.
LM: En el rancho, y, ¿cómo lo trataban?, ¿bien?
JC: Bien.
LM: ¿Cómo se llamaba ese hombre?, ¿se acuerda?
JC: Ramiro Aguirre y el suegro de él, Vicente Machado. Que después cuando, cuando él ya no fue lechero, fue don Vicente, era el suegro y yo me, ahí estaba con él.
LM: Mire, qué bien. ¿Cuántos años trabajó ahí?
JC: No, pos eso sí no sé.
LM: Un más o menos.
JC: Bueno le ponemos unos cinco años.
LM: Don José, ¿cuándo se entera usted de que puede ir a trabajar a Estados Unidos en el campo como bracero?
JC: ¿Cuándo qué?
LM: ¿Cuándo se entera usted?, ¿cuándo se da cuenta que puede venir a trabajar a Estados Unidos?
JC: ¿Que cuándo me di cuenta? No pos ya del [19]50.
LM: El [19]50.
JC: Ey, ya el [19]50 ya entré. Aquí estaba de mojado, pero ya salí a Monterrey a contratarme.
LM: Cuénteme cómo fue que se vino usted para acá de mojado. ¿Cómo fue que se vino para acá?
JC: Pues porque ya no tenía yo ganas de vivir, de andar de mojado ya estaba aburrido y no había hecho fortuna. Pero aquí vivía en Juárez y luego pos no, no tenía ganas de venir. Pero siempre, quién sabe cómo me arrojé a venir. No, tenía una hija que me nació aquí, aquí en Texas. Y cuando ella cumplió veintiún año[s], entonces arreglé yo. Entonces me arregló y ya, entonces ya me vine y el como el [19]73.
LM: Como el [19]73. Pero quiero que me platique de cuando trabajó de bracero, ¿cómo fue primero que se vino a trabajar a Estados Unidos de mojado?
JC: ¿De mojado?, ¿qué cómo fue?
LM: Sí.
JC: Ah, no pues más que llegar, me vine y ya a Juárez, yo y otro. Y luego, pos el otro creo que se fue, o quién sabe qué, de ahí de Juárez. Pero me junté con uno ahí en Juárez de por ahí de Casas Grandes. Y nos venimos aquí, a Lamesa.
LM: A Lamesa, y, ¿en qué trabajaban?
JC: Aquí en a escarda, primero en la limpia que llegamos en, como los últimos de agosto. Y después pos ya se vino septiembre y empezamos el 16 ya a piscar algodón.
LM: Algodón, ¿cuánto le pagaban?
JC: Pos nos pagaban $3 dólares, en… por el día. Por el algodón nos lo pagaban a creo a $2.55 las cien libras.
LM: ¿Cuánto tiempo trabajó de mojado, don José?
JC: No, pues no, no trabajé mucho, meses. Bueno, ese año, ese año fue el primer año. Entonces sí trabajé de agosto hasta en diciembre.
LM: De agosto hasta diciembre, y este, ¿en qué año fue?, ¿se acuerda?
JC: El [19]47.
LM: Ya había contrataciones, ¿verdad?, ¿ya había braceros?
JC: En ese tiempo pos, pos no, creo que no había braceros. Lo que pasa es que, quién sabe cómo les daban la gente y ellos les arreglaban permiso.
LM: Mire, y, ¿qué hizo usted?, ¿se regresó a Juárez?
JC: Sí, pos me regresé pa Juárez. Pero me fui pa allá pal pueblo onde vivía. A Torreón, vivía en Guadalupe Victoria, Durango.
LM: Y, ¿cuándo le dan ganas de venirse de bracero, de contratarse?
JC: Cuando vine la primer vez, o, ¿cómo? Sí.
LM: ¿Cuándo le dan ganas de regresar otra vez a trabajar acá en Estados Unidos como bracero?
JC: No, ¡pos sí aquí estoy!, ¿cómo?, pa, pa donde, ¿cuándo?, ¿cómo vengo?
LM: No, no, estamos hablando de…
JC: ¿De allá?
LM: Sí, de aquellos años.
JC: No pos sí, como allá estábamos muy pobres, pos casi tabamos nomás sobres qué decían que iba a haber braceros. Y ahí andamos pos ya, ya ni trabajábamos nomás yendo a ver cuándo.
LM: ¿Se acuerda cómo lo contrataron?
JC: Sí.
LM: ¿Cómo fue?
JC: Pos es que era centro de contratación. Y uno iba a enlistarse, agarraba cola pa enlistarse y luego de ahí, agarraba otra cola pa irse a retratar.
LM: ¿Había mucha gente?
JC: ¡Uh, ansina! Pos nomás fíjese, ahí en Durango pos toda la rancherada, pos bajaba a apuntarse y a… Mucha gente.
LM: Y, ¿qué les pedían, o qué?
JC: La cartilla y el, y a ver si traemos contratos viejos o micas que habíamos cumplido los contratos.
LM: ¿Le revisaban las manos?
JC: Sí, les veían las manos. Munchos que no trabajaban andaban así todo el día, con un palito, pa cuando iban a revisarlos, pos las tenían pelonas. (risas)
LM: ¿Qué más? ¿Había doctores ahí?
JC: ¿Dónde?, ¿en la contratación?
LM: Sí.
JC: Sí, tenían los médicos.
LM: Y qué, ¿qué les hacían los médicos, o qué?
JC: Nos ponían los rayos y así. Que no estuviéramos malos, malos del cuerpo, chuecos o quebrados o…Y los demás exámenes, pos acá cuando, cuando entrábamos el puente.
LM: ¿Le sacaron sangre allá?, ¿dónde fue, en Durango?
JC: Ey.
LM: ¿Dónde se contrató?
JC: Pos no me acuerdo, pero aquí nos la sacaron y entrando aquí luego luego nos la sacaban.
LM: Ahí, ahí cuando lo contrataron, ¿le dieron algún papel, o algo?
JC: ¿Cuándo nos contrataban?
LM: Ey.
JC: Ey.
LM: ¿Qué le dieron?
JC: Pos sería papeles, sería el número, no me acuerdo. Pero sí teníamos contraseña pa, pa, identificarnos acá.
LM: Y, ¿cómo se vino a la frontera?
JC: ¿Que cómo me vine? No pos, pos es que, es que no estaba bien allá en el rancho. No, la gente muy envidiosa y como yo no era de ahí, pos por eso más. Y por eso me vine pa Juárez. “Me voy pa Juárez o me voy pa Reynosa”. Me vine pa Juárez. (risas)
LM: ¿Dónde cruzó la frontera, don?
JC: El [19]73, en febrero, como el día úl[timo], casi como los días últimos de febrero.
LM: No, pero cuando, cuando venía de bracero.
JC: Cuándo venía de bracero, ¿la primer vez?, o, ¿cuándo?
LM: Sí, la primer vez.
JC: No pos allá fue por Reynosa el [19]50.
LM: Reynosa.
JC: Pero aquí estaba, nomás fui a contratarme a Monterrey. Tenía, tenía un buen patrón y luego él me llevó a la frontera pa que fuera a contratarme.
LM: ¡Ah!, mire.
JC: Yo no, no necesitaba la contratada, pero de todos modos dijo: “Pos si quieres ir, ve. Tú sabes”. “No”, dije, “pos voy a ir, no vaya a ser que me echen”. Porque a mí me nació una niña aquí en Texas y por esa tenía una carta y no me echaban. Pero, dijo: “Si quieres ir, ve”. Yo dije: “Pos no vaya a ser que al rato, me vayan a echar”. Y fui a contratarme.
LM: ¿Ya estaba usted casado?
JC: Sí, ya.
LM: ¿En qué año se casó, don?
JC: El [19]50.
LM: En el [19]50 también ese mismo año. ¿Cómo se llama su esposa?
JC: Elisa Chava, Chávez, quedó de Chavarría. (risas)
LM: Pos sí, ¿cuántos hijos tuvieron?
JC: Como once. Hombres y mujeres, revueltos.
LM: ¿Todos nacieron acá en Estados Unidos?
JC: No, fue en México. Aquí no, aquí nomás tengo dos que nacieron aquí.
LM: Cuénteme de los exámenes médicos que le hicieron cuando cruzó la frontera.
JC: ¿Cuáles, qué?
LM: Los exámenes médicos
JC: Ah, sí. Los pulmones y todo y los rayos y no, nos hicieron buenos exámenes de todo.
LM: ¿Le sacaron sangre?
JC: Sí.
LM: Y, ¿algún desinfectante, polvo?
JC: No, pos cuando entramos aquí al puente, la frontera, ahí nos bañaban.
LM: ¿Sí?, ¿cómo, cómo fue? Platíqueme.
JC: Con una, con una pompa. ¡Jijo de la! (risas)
LM: Y, ¿les daban de comer?
JC: Sí, nos daban lonches.
LM: ¿Qué les daban?
JC: Eh, pos una bolsita así con unos panecitos ahí de salchichón. Y a veces nos daban unos winnies ansinilla, en el lonche.
LM: Muy bien. ¿Cuánto duró ahí en el centro de recepción?
JC: ¿Mande?
LM: Ahí en el centro de recepción donde llegó.
JC: ¿Ahí en Juárez?
LM: En El Paso.
JC: Ah, en El Paso. No pos, ahí no durábamos casi nada, que llegaba el bonche y mucha gente. Pero ya estaban ahí agarrándola, quien se llevaba, muchos cien o cincuenta o menos o…
LM: ¿Había patrones ahí?
JC: Ey.
LM: Y, ¿qué les decían?
JC: Nada, nomás, ellos nomás se arrimaban ahí y apartaban: “¡Vente, vente, vente!”.
LM: Y, ¿a dónde lo mandaron a usted? ¿A dónde se fue?
JC: ¿Pues a dónde? Yo no me acuerdo a dónde me iría la primer vez pero aquí también vine.
LM: ¿En qué trabajó, don José?
JC: En el algodón.
LM: El algodón, ¿qué hacía?
JC: Y en, piscaba el algodón y en la limpia y… O sea en la escarda que es lo mismo. Y lo que había qué hacer aquí en el campo.
LM: ¿Pagaban bien?
JC: Pos nos pagaban, era a $1.55 la hora.
LM: Y, ¿el algodón era por peso o cómo?
JC: Sí.
LM: ¿A cómo le pagaban?
JC: Como a $1 también y feria, en las cien libras.
LM: ¿Era grande el rancho donde trabajaba?
JC: Pos a veces, pero nos convenía mejor en rancho chico.
LM: ¿Por qué?
JC: Tres, cuatro, pos porque donde había un rancho ya con cien gentes, ya era mucho trabajo, ¡hasta pa pesar!, ¡pa vaciar! Y, pos pal cocinar, pa lo que se ofreciera y así en de dos, tres, pos fácil.
LM: Cuénteme qué hacían, ¿a qué horas empezaba el día?
JC: Pos, ya a las siete.
LM: A las siete.
JC: Ya para las siete estábamos almorzados y, ¡vámonos!
LM: ¿Hasta qué horas?
JC: Pos a veces trabajábamos diez horas, si había mucho trabajo.
LM: ¿Cómo es ese trabajo, don José, del algodón? Cuénteme.
JC: Pos al empezar, al empezar es desahijarlo y limpiarlo, limpiar la hierba y todo.
LM: ¿Con qué le limpian?, ¿con azadón o con qué?
JC: Sí con el azadón y luego pos ya después que ya estaba grande, limpiar la hierba con la mano, una que otra que había. Y ahí nos íbamos ya, llegaba septiembre y a piscarlo.
LM: ¿Era pesado?
JC: Pos para mí no, para mí la pisca era mi juego. Yo nací en el algodón allá en La Laguna, desde chiquillo andaba en el algodón.
LM: ¿Cuántas libras piscaba?
JC: Pos aquí llegué a piscar, ¡quinientas libras!, un día nada más.
LM: ¡Quinientas!
JC: Un día, aquí estuve desde, en los últimos de agosto hasta en diciembre y sí pisqué como, como un día quinientas libras. Pero lo menos era cuatrocientas cincuenta, trescientas cincuenta, trescientas, doscientos cincuenta lo menos. Así juntaba el field, ese era bueno pa piscar.
LM: ¿Sí?, ¿qué comían?, ¿cómo le hacían pa la comida?
JC: No, pos comprábamos la provisión, la harina y todo. Hacíamos tortilla o comprábamos pan.
LM: ¿Usted cocinaba?
JC: Sí pos cada quien, cada quien cocinaba. Así es que comprábamos pan, pos venía uno cansado o algo porque a las once todavía estabamos cociendo los frijoles. (risas)
LM: A las once de la noche.
JC: Y preparando lonche pa otro día.
LM: Y, ¿dónde vivían, don José?
JC: Pos aquí, aquí estuve aquí en Lamesa, el [19]46, pero ahí estuve de mojado, pos esa era la misma.
LM: Pero las casitas, ¿cómo eran?
JC: No, pos aquí tenía buena casa porque hizo un cuartito ahí el patrón y luego me lo dio a mí.
LM: ¿Usted vivía solo?
JC: Sí.
LM: Y nomás se juntaba pa cocinar, ¿o qué?, con los demás.
JC: No, no, yo ahí mismo cocinaba y todo. Ahí tenía todo.
LM: ¿Tenían mayordomo ahí?
JC: No.
LM: ¿Cuántos trabajaban ahí?
JC: Pos unos, unos cuatro.
LM: Y, ¿estaba usted a gusto, don José?
JC: ¿Mande?
LM: ¿Estaba a gusto?
JC: Pos sí.
LM: ¿Cómo se portaba el patrón?
JC: Bien.
LM: ¿Bien? ¿Hablaba español?
JC: Sí, sí hablaba español el hombre.
LM: ¿Se acuerda cómo se llama el patrón?, ¿cómo se llamaba?
JC: Sí me acordé, sí me acuerdo pero…
LM: Oiga, don Jose.
JC: Ahorita no me acuerdo ya.
LM: Oiga Don José y este, ¿estaba muy lejos el campo de donde vivían?
JC: ¿Lejos de ónde?
LM: De donde trabajaban
JC: ¡Ah no! O sea, aquí trabajaba y en Lamesa, pero ahí mismo estaba el rancho, ahí mismo está la labor donde vivía.
LM: O sea que, a ver, ¿alguna vez se enfermó, don José?
JC: ¿Aquí? No.
LM: No, ¿alguien de los compañeros se enfermó?
JC: En la temporada que tuvimos no.
LM: ¿No?, ¿le dieron alguna mica?
JC: No, no pos eh, no nos dieron mica porque no estamos contratados. Nomás el que quería ir, se iba y ya.
LM: ¿Había bastante trabajo?
JC: Pos todo el trabajo en la labor de desahijar, limpiar y quitar la hierba y ya llegando a piscar pos ya puro algodón.
LM: ¿Cada cuándo le pagaban, don José?
JC: Parece que a $1.50 y tantos las cien libras.
LM: ¿Le pagaban los sábados?
JC: Sí.
LM: ¿En efectivo o en cheque?
JC: En efectivo.
LM: Y, ¿qué hacía con el dinero?
JC: No, pos me lo echaba de cerveza.
LM: ¿Sí?, le gustaba…
JC: Y no salí, no, no me gustaba mucho pero de todos modos. Pos ahí poco a poquito, poco a poquito. No, yo no era de vicio, no. Pero ahí poco a poquito no había en qué gastar el dinero y nos veníamos ahí a Lamesa. Y pos ahí yo y los amigos, ya ve que no faltan amigos.
LM: Sí.
JC: Órale y órale, no pos sí, gastar el dinero en eso, o en la jugada me lo ganaban o no, no faltaba.
LM: ¿Jugaba cartas?
JC: ¿Eh?
LM: ¿Jugaba a las cartas?
JC: Pos sí y no sabía, pos taba bien pendejo. Sí porque iba allá a onde yo vivía, allá no, no nos la pasábamos en la calle con los demás muchachos no, puro trabajo. Así es que de jugar no sabía nada, ni de otras cosas. Que estaba bien pendejote, aquí me agarraban pos, pos me fregaban. (risas)
LM: ¿No mandaba dinero a su familia?
JC: No, mandé luego luego, sí mandé. Mandé $30 dólares, ¡pero no llegaron! ¡Pos ya no mandé!
LM: ¿Por qué no llegaron?
JC: ¡Y hasta después! Quién sabe cómo, creo que al año y medio les llegaron. (risas) Hasta decían: “¿Pa qué dices que nos mandates?, si no nos mandates nada”. Hasta después yo fui otra vez, le digo. “Sí, sí, ya, ya recibimos el dinero, ya llegó”. (risas)
LM: ¿Hablaba usted con ellos, con su familia?
JC: No.
LM: ¿Cómo se comunicaba? Carta o, ¿qué?
JC: Con carta.
LM: ¿Cuántos años trabajó ahí, cuánto tiempo trabajó ahí en ese rancho?
JC: ¿En ese rancho? No pues de en agosto hasta en diciembre.
LM: Y, ¿luego qué hizo?
JC: Pues me fui, pa atrás otra vez.
LM: ¿Hasta México?
JC: Me fui allá, a gastar el dinero. Salí con $65 dólares. (risas) ¡Pues era bien pendejo! Me ponía a jugar y pues no sé. “Ven, nosotros te decimos, ¡éntrale, éntrale!”. Empecé a agarrar el juego, pos me fregaban, quería echar blofes y me los agarraban, no. (risas)
LM: ¿Cuántas veces se contrató, don José?
JC: No, quién sabe, no me acuerdo, ¡muchas!
LM: Y, ¿en qué trabajó?
JC: Piscando algodón y en la limpia.
LM: ¿Siempre?
JC: Ey, nunca pen… Nunca agarré un trabajo bueno, pos como en las lecherías. Ahí taba bueno porque salía la semana entera. Pero no, no, nunca me arrimé.
LM: Está bien, alguna vez, ¿se acuerda que haya habido algún problema en el trabajo?
JC: ¿Cómo?
LM: ¿Alguna vez hubo algún problema con los compañeros?
JC: No, casi no.
LM: ¿Un pleito?
JC: Casi no.
LM: ¿Se llevaban bien?
JC: Sí pos, casi lo más me tocaba con, con dos o con tres, los problemas son cuando ya hay muchos, por cualquier cosa empiezan a dar lata.
LM: Qué bien.
JC: Acá en, aquí en Pecos, me tocó onde había cien hombres.
LM: ¿Cien?, ¿en un rancho?
JC: Ey, en un bodegón, un galerón ahí. Y tenían las estufas ansina pa este lado y pa este lado así. Y ahí el… Hay raza maldita eh, que le hace daño a otro.
LM: ¿Sí?
JC: Ahí le robaban a uno la linterna, que no había focos, unos le hacían a algo y pos uno tenía que aguantarse pos, nomás se hacía al lomo, ¿pos qué hacía? ¡Se le echaban encima! Ey, hasta que se empezaban a amansar y ya, ya no le hacían nada.
LM: Ahí en ese rancho donde trabajaban cien, ¿tenían mayordomo ahí?
JC: Sí, tenían mayordomo y tenían campero, pero pos el campero, ¿qué? No lo bajaban de madre arriba, pos eran munchos.
LM: ¿Cómo es el campero?
JC: Pos era un hombre que cuida ahí. Que cuida ahí el campo.
LM: Y, ¿no le hacían caso?
JC: No le hacían caso, llevaban sandías que se hallaban en la labor y hasta ahí las tenían hasta debajo de la cama, no pos llegaban otros, ¡raz! Hacían quebradero de la [sandía] y luego luego se iban. No se quedaban esos ahí, nomás llegaban como la, como ahorita y los otros se iban a trabajar temprano. No pos otros, los otros hacían quebradero y, de sandías y todo. ¡No!, pos el campero era el que pagaba, puras madres. (risas)
JC: Ey, no, la raza es caraja.
LM: Pos sí, muy bien. Cuénteme don José, ¿cuándo era cuando jugaban?, ¿qué días?
JC: ¿Cuándo jugaba?
LM: Sí.
JC: ¿A qué?
LM: A las cartas.
JC: No pos el sábado en la noche y yo no quería jugar porque yo no sabía. “No, no ahí nosotros te decimos”. Y empecé a entrarle, empecé a entrarle y, y me empezaron dar chanza de que me ganara unos $10 dólares. Y de ahí pa abajo me los, me los fregaban y picados. Y yo gané, pero me fregaban. (risas)
LM: ¿En qué más se divertían?
JC: Pues en nada, nomás en eso. Por eso jugaba a la baraja, yo no sabía jugar, no, no salíamos. A veces veníamos aquí a Lamesa, ahí tabamos en Lamesa pero pa aquella orilla de allá y veníamos ahí a Lamesa a, pos ahí nomás a gastar los centavos en cerveza.
LM: ¿Hizo buenos amigos?
JC: No pos, pos buenos porque disparaban la cerveza. Así es que traiba mis $50 dólares o más o menos, pos ahí me, me estrellaba.
LM: Pos sí.
JC: Ponía: “¡Órale!, ¡póngase hasta todos!”. Muy fanfarrón el hombre, muchacho, tenía…
LM: ¿Cuántos años tenía?
JC: Como unos veinte años.
LM: Muy bien, cuénteme don José, ¿cómo se portaban los mayordomos ahí con usted?, ¿lo trataban bien?
JC: No, sí, ahí no teníamos mayordomo, ahí.
LM: ¿No?
JC: Éramos como, pocos los que trabajábamos ahí, no tenían mayordomo, fue alguno que le encargaban de todos modos la gente.
LM: ¿Conoció algún patrón?
JC: ¿Que si lo conocí? Pos ya no me acuerdo, ya no me acuerdo de los patrones, tú. A veces muchos cuando venía de bracero, no sabían ni cómo se llamaba el patrón, porque el patrón no andaba con nosotros, nos echaba a otro. Así es que menos, sabíamos como se llamaba pero no, no platicamos con él ni nada, porque él no andaba con nosotros.
LM: Claro, ¿cuántos años trabajó de bracero?
JC: No pos quién sabe, ya no me acuerdo. Algunos años.
LM: Y, ¿cómo fue que se quedó aquí en Estados Unidos?
JC: No, pos me vine a vivir aquí a Juárez. Y luego yo tenía ganas ya de venir, ya estaba aburrido de andar de mojado. Pero, pero tenía una hija que me nació en Texas. Y cuando cumplió veintiún año[s] me arregló y por eso me vine. No tenía ganas de venirme pero, dije: “Qué le hace”. Me arregló y me vine, con todo y mata.
LM: Con todo y todo.
JC: Éramos once, once era la familia.
LM: Y se trajo los once. Y, ¿en qué trabajó cuando se, cuando ya tenía…?
JC: ¿Papeles? Pos ahí trabajé de regador.
LM: ¿De algodón?
JC: El algodón y piscando algodón y ahí nos fuimos.
LM: Le pagaban igual o, ¿le pagaban más?
JC: No, no, el algodón por lo que uno hiciera, ey.
LM: ¿Aunque fuera residente ya?
JC: No le hace.
LM: ¿Cuántos años trabajó ahí ya de que se vino para acá?
JC: ¿Ya cuando me vine? Oh pos hasta la fecha, pos no, ahorita ya no trabajo.
LM: Ya ahorita nomás descansa.
JC: Ey.
LM: ¿Toda su vida trabajó en el campo?
JC: Sí, puro campo, no ni lechería ni nada.
LM: Oiga y, ¿tenían radios cuando estaban de braceros?
JC: ¿Que teníamos qué?
LM: ¿Radios?
JC: Oh, pos a veces sí. Comprábamos nuestro radiecito para llevárnoslo.
LM: Mire.
JC: Entonces había muchos radios y se me hace que tocaban muy bien y muy recio eran, eran de, ¿de ónde venían esos radios hombre? De Japón.
LM: ¿De Japón?
JC: Ey.
LM: Muy bien. Don José, dígame, ya vamos a terminar la entrevista, para usted, ¿qué es lo que significa el haber sido bracero?
JC: ¿Que qué significa? Oh, pos una cosa buena de todos modos porque de mojado era muncha lata y de bracero no andaba costumbre a mí de cabeza.
LM: Exacto. ¿Alguna vez lo llegó a parar La Migra?
JC: Oh, sí.
LM: ¿Cómo fue? Cuénteme.
JC: Pos no, pos nomás nos paraba ahí, pero ya nomás le enseñaba uno la tarjeta y…
LM: Era muy dura La Migra en aquellos años.
JC: Sí, sí.
LM: ¿Sí?
JC: Andaba, quién sabe ahorita, no sabe uno. Pero yo creo ahorita anda igual. Nomás que nosotros ya no sabemos.
LM: Claro, ¿cómo se siente usted de que le digan que es bracero, o que fue bracero?
JC: ¿De qué?
LM: ¿De que le digan que fue bracero?
JC: Ah no, me siento bien, no me siento humillado ni nada, antes contento.
LM: Qué bueno. Sus experiencias como bracero, ¿son buenas?
JC: Sí.
LM: ¿Siente usted que el haber sido bracero le ayudó a cambiar su vida de alguna manera?
JC: No, eso sí.
LM: ¿Cómo?
JC: ¿De ser bracero? ¿A cambiar? Pos, pos que como no porque ya ahorita no, ya no. Ahorita ya no tengo ningún problema en nada, ya soy ciudadano americano.
LM: ¿En qué año se hizo ciudadano?
JC: ¿Pos en qué año sería? El cuarenta y, el [19]87.
LM: ¿Todos sus hijos son ciudadanos ya?
JC: Sí.
LM: Qué bueno.
JC: Tengo dos nacidos aquí.
LM: ¿Estudiaron sus hijos?
JC: Pos quién sabe, no sé si habrán estudiado o no.
LM: Don José pos quiero darle las gracias por, por haber platicado con nosotros por…
JC: No pos sí, yo igualmente le doy gracias, porque de eso pos ni quién se acuerde.
LM: Estamos muy agradecidos con usted.
JC: Ey.
LM: Bueno, con esto vamos a dar por terminada la entrevista.
Fin de la entrevista
Fecha de la entrevista: 11 de marzo de 2003
Nombre del entrevistador: Laureano Martínez
Esta es una entrevista con el señor José Encarnación Chavarría, en la ciudad de Las Cruces, Nuevo México, el día 11 de marzo del 2003, conducida por Laureano Martínez, para el Proyecto Bracero del Instituto de Historia Oral de la Universidad de Texas en El Paso.
LM: Buenas tardes don José, ¿cómo está?
JC: Bien, muy bien.
LM: Don José, quiero empezar preguntándole, ¿dónde y cuándo nació usted?
JC: En San Pedro de las Colonias, Coahuila.
LM: ¿En qué día?
JC: Ya eso sí no sé.
LM: ¿No?, ¿cuántos años tiene, don José?
JC: Pos como ochenta.
LM: ¿Cómo se llamó su papá, don José?
JC: José Chavarría.
LM: José Chavarría, igual que usted. Y, ¿su mamá?
JC: Petra Gaytán.
LM: Cuénteme un poquito cómo es, ¿cómo es ese lugar donde usted nació, don José?
JC: ¿Mande?
LM: ¿Cómo es el lugar donde usted nació?
JC: ¿Pos cómo le diré? Pos es un lugar de, de agricultura era.
LM: ¿Grande?
JC: Sí, pos ahí, ahí en Torreón.
LM: ¿Está muy cerquita de Torreón?
JC: Sí pos está ahí en el mismo valle.
LM: Su papá, ¿a qué se dedicaba, don José?
JC: El trabajo de la labor del campo.
LM: ¿Sembraba?
JC: Sembraba, trabajaba, piscaba algodón en La Laguna. Y hacía los trabajos de La Laguna.
LM: ¿Cuántos hermanos tuvo usted, don José?
JC: Tres más.
LM: Tres más, ¿se acuerda de los nombres de sus hermanos?
JC: Sí.
LM: ¿Cómo se llaman?
JC: Magdaleno Martínez, Josefina Chavarría y Gregorio Chavarría.
LM: Usted qué, ¿es el más grande o el más chico de ellos?
JC: El menor.
LM: Usted es el más chico, ¿cómo eran esos tiempos don José, cuando usted estaba chico?, ¿cómo era la vida?
JC: ¿Pos cómo le diré? No pos tábamos bien. Eh, la vida era, pos pa la gente pobre pos era muy dura, ¿verdad?
LM: Claro.
JC: Pero de todos modos sí, sí vivíamos porque en aquellos años en La Laguna había muncho trabajo.
LM: Había bastante trabajo.
JC: Muncho algodón.
LM: Mucho algodón, ¿usted fue a la escuela, don José?
JC: No.
LM: ¿No?
JC: Casi no.
LM: ¿No había mucha oportunidad de ir a la escuela?, ¿le ayudaba usted a su papá?
JC: ¿Eh?
LM: ¿Le ayudaba a su papá?
JC: Pos sí, le ayudé a piscar algodón pero, pero estuve en la escuela. Pero no, no gran cosa, puros ratitos.
LM: ¿Aprendió a leer y a escribir?
JC: No.
LM: No, okay. Y, ¿a qué edad empezó usted a ayudarle a su papá, don José?
JC: No pos chiquirrio, en la pisca del algodón le ayudaba chiquillo, ey.
LM: ¿De cuántos años?, más o menos.
JC: Ya, bueno le ponemos de siete años.
LM: ¿Alguno de sus hermanos fue bracero también, don José?
JC: Eh, pos no sé, porque yo quedé solo de muy chico y no sé de mis hermanos ni nada, de nadien.
LM: ¿Cómo fue que usted quedó solo, don José?
JC: ¿Eh?
LM: ¿Cómo fue que se quedó solo?
JC: Porque mi padre mató a mi madre y quedamos en la casa con mi abuela. Y luego una, mi abuela, pos ella se había pasado su vida en la calle, a ella le gustaba la…
LM: La tomada.
JC: Y ahí nos trajo, y ahí nos regó a todos, unos pa un lado y otros para otro y sabrá Dios dónde estarán los otros.
LM: Mire. Okay, ¿se acuerda cuál fue su primer trabajo, don José?
JC: Pos piscar algodón, desahijar, desahijarlo.
LM: El algodón, ¿cómo es ese trabajo?
JC: Pos cuando el algodón está chiquito. Lo desahija uno así de a matita, de a matita, tan largo, así.
LM: ¿Cuánto le pagaban?, ¿se acuerda?
JC: Pos, en aquellos tiempos cuando yo ya, ya agarraba tareas, nos daban tareitas de a $0.50 centavos.
LM: Y ya cuando fue creciendo este, ¿en qué trabajó, don José?
JC: Cuando fui creciendo, pos ahí vivía en Torreón. Ahí en los ejidos, un ranchito que está ahí cerquita y trabajaba de lechero.
LM: De lechero.
JC: Ey, primero a, primero ahí lavaba los frascos y todo y iba a traer la leche allá a un rancho.
LM: ¿Estaba lejos el rancho?
JC: Pos, pos no, no estaba muy lejos pero, sí estaba retiradito de todos modos.
LM: ¿Ordeñaba vacas usted?
JC: ¿Eh, eh?
LM: ¿Ordeñaba?
JC: No, yo estaba chiquillo, nomás iba a traila, ey. Sí salí, ya salía como a las tres de la mañana de allá y ya llegaba oscurito a Torreón.
LM: Mire.
JC: No está muy lejos, no.
LM: ¿Qué hacía? Le ayudaba usted a sus hermanos, ¿con quién vivía?
JC: Ya, ya, ya andaba solo. Ya no tenía hermanos, ya me había quedado solo yo. Vivía ahí con el, con el lechero. Ahí estaba arrimado como hijo.
LM: En el rancho, y, ¿cómo lo trataban?, ¿bien?
JC: Bien.
LM: ¿Cómo se llamaba ese hombre?, ¿se acuerda?
JC: Ramiro Aguirre y el suegro de él, Vicente Machado. Que después cuando, cuando él ya no fue lechero, fue don Vicente, era el suegro y yo me, ahí estaba con él.
LM: Mire, qué bien. ¿Cuántos años trabajó ahí?
JC: No, pos eso sí no sé.
LM: Un más o menos.
JC: Bueno le ponemos unos cinco años.
LM: Don José, ¿cuándo se entera usted de que puede ir a trabajar a Estados Unidos en el campo como bracero?
JC: ¿Cuándo qué?
LM: ¿Cuándo se entera usted?, ¿cuándo se da cuenta que puede venir a trabajar a Estados Unidos?
JC: ¿Que cuándo me di cuenta? No pos ya del [19]50.
LM: El [19]50.
JC: Ey, ya el [19]50 ya entré. Aquí estaba de mojado, pero ya salí a Monterrey a contratarme.
LM: Cuénteme cómo fue que se vino usted para acá de mojado. ¿Cómo fue que se vino para acá?
JC: Pues porque ya no tenía yo ganas de vivir, de andar de mojado ya estaba aburrido y no había hecho fortuna. Pero aquí vivía en Juárez y luego pos no, no tenía ganas de venir. Pero siempre, quién sabe cómo me arrojé a venir. No, tenía una hija que me nació aquí, aquí en Texas. Y cuando ella cumplió veintiún año[s], entonces arreglé yo. Entonces me arregló y ya, entonces ya me vine y el como el [19]73.
LM: Como el [19]73. Pero quiero que me platique de cuando trabajó de bracero, ¿cómo fue primero que se vino a trabajar a Estados Unidos de mojado?
JC: ¿De mojado?, ¿qué cómo fue?
LM: Sí.
JC: Ah, no pues más que llegar, me vine y ya a Juárez, yo y otro. Y luego, pos el otro creo que se fue, o quién sabe qué, de ahí de Juárez. Pero me junté con uno ahí en Juárez de por ahí de Casas Grandes. Y nos venimos aquí, a Lamesa.
LM: A Lamesa, y, ¿en qué trabajaban?
JC: Aquí en a escarda, primero en la limpia que llegamos en, como los últimos de agosto. Y después pos ya se vino septiembre y empezamos el 16 ya a piscar algodón.
LM: Algodón, ¿cuánto le pagaban?
JC: Pos nos pagaban $3 dólares, en… por el día. Por el algodón nos lo pagaban a creo a $2.55 las cien libras.
LM: ¿Cuánto tiempo trabajó de mojado, don José?
JC: No, pues no, no trabajé mucho, meses. Bueno, ese año, ese año fue el primer año. Entonces sí trabajé de agosto hasta en diciembre.
LM: De agosto hasta diciembre, y este, ¿en qué año fue?, ¿se acuerda?
JC: El [19]47.
LM: Ya había contrataciones, ¿verdad?, ¿ya había braceros?
JC: En ese tiempo pos, pos no, creo que no había braceros. Lo que pasa es que, quién sabe cómo les daban la gente y ellos les arreglaban permiso.
LM: Mire, y, ¿qué hizo usted?, ¿se regresó a Juárez?
JC: Sí, pos me regresé pa Juárez. Pero me fui pa allá pal pueblo onde vivía. A Torreón, vivía en Guadalupe Victoria, Durango.
LM: Y, ¿cuándo le dan ganas de venirse de bracero, de contratarse?
JC: Cuando vine la primer vez, o, ¿cómo? Sí.
LM: ¿Cuándo le dan ganas de regresar otra vez a trabajar acá en Estados Unidos como bracero?
JC: No, ¡pos sí aquí estoy!, ¿cómo?, pa, pa donde, ¿cuándo?, ¿cómo vengo?
LM: No, no, estamos hablando de…
JC: ¿De allá?
LM: Sí, de aquellos años.
JC: No pos sí, como allá estábamos muy pobres, pos casi tabamos nomás sobres qué decían que iba a haber braceros. Y ahí andamos pos ya, ya ni trabajábamos nomás yendo a ver cuándo.
LM: ¿Se acuerda cómo lo contrataron?
JC: Sí.
LM: ¿Cómo fue?
JC: Pos es que era centro de contratación. Y uno iba a enlistarse, agarraba cola pa enlistarse y luego de ahí, agarraba otra cola pa irse a retratar.
LM: ¿Había mucha gente?
JC: ¡Uh, ansina! Pos nomás fíjese, ahí en Durango pos toda la rancherada, pos bajaba a apuntarse y a… Mucha gente.
LM: Y, ¿qué les pedían, o qué?
JC: La cartilla y el, y a ver si traemos contratos viejos o micas que habíamos cumplido los contratos.
LM: ¿Le revisaban las manos?
JC: Sí, les veían las manos. Munchos que no trabajaban andaban así todo el día, con un palito, pa cuando iban a revisarlos, pos las tenían pelonas. (risas)
LM: ¿Qué más? ¿Había doctores ahí?
JC: ¿Dónde?, ¿en la contratación?
LM: Sí.
JC: Sí, tenían los médicos.
LM: Y qué, ¿qué les hacían los médicos, o qué?
JC: Nos ponían los rayos y así. Que no estuviéramos malos, malos del cuerpo, chuecos o quebrados o…Y los demás exámenes, pos acá cuando, cuando entrábamos el puente.
LM: ¿Le sacaron sangre allá?, ¿dónde fue, en Durango?
JC: Ey.
LM: ¿Dónde se contrató?
JC: Pos no me acuerdo, pero aquí nos la sacaron y entrando aquí luego luego nos la sacaban.
LM: Ahí, ahí cuando lo contrataron, ¿le dieron algún papel, o algo?
JC: ¿Cuándo nos contrataban?
LM: Ey.
JC: Ey.
LM: ¿Qué le dieron?
JC: Pos sería papeles, sería el número, no me acuerdo. Pero sí teníamos contraseña pa, pa, identificarnos acá.
LM: Y, ¿cómo se vino a la frontera?
JC: ¿Que cómo me vine? No pos, pos es que, es que no estaba bien allá en el rancho. No, la gente muy envidiosa y como yo no era de ahí, pos por eso más. Y por eso me vine pa Juárez. “Me voy pa Juárez o me voy pa Reynosa”. Me vine pa Juárez. (risas)
LM: ¿Dónde cruzó la frontera, don?
JC: El [19]73, en febrero, como el día úl[timo], casi como los días últimos de febrero.
LM: No, pero cuando, cuando venía de bracero.
JC: Cuándo venía de bracero, ¿la primer vez?, o, ¿cuándo?
LM: Sí, la primer vez.
JC: No pos allá fue por Reynosa el [19]50.
LM: Reynosa.
JC: Pero aquí estaba, nomás fui a contratarme a Monterrey. Tenía, tenía un buen patrón y luego él me llevó a la frontera pa que fuera a contratarme.
LM: ¡Ah!, mire.
JC: Yo no, no necesitaba la contratada, pero de todos modos dijo: “Pos si quieres ir, ve. Tú sabes”. “No”, dije, “pos voy a ir, no vaya a ser que me echen”. Porque a mí me nació una niña aquí en Texas y por esa tenía una carta y no me echaban. Pero, dijo: “Si quieres ir, ve”. Yo dije: “Pos no vaya a ser que al rato, me vayan a echar”. Y fui a contratarme.
LM: ¿Ya estaba usted casado?
JC: Sí, ya.
LM: ¿En qué año se casó, don?
JC: El [19]50.
LM: En el [19]50 también ese mismo año. ¿Cómo se llama su esposa?
JC: Elisa Chava, Chávez, quedó de Chavarría. (risas)
LM: Pos sí, ¿cuántos hijos tuvieron?
JC: Como once. Hombres y mujeres, revueltos.
LM: ¿Todos nacieron acá en Estados Unidos?
JC: No, fue en México. Aquí no, aquí nomás tengo dos que nacieron aquí.
LM: Cuénteme de los exámenes médicos que le hicieron cuando cruzó la frontera.
JC: ¿Cuáles, qué?
LM: Los exámenes médicos
JC: Ah, sí. Los pulmones y todo y los rayos y no, nos hicieron buenos exámenes de todo.
LM: ¿Le sacaron sangre?
JC: Sí.
LM: Y, ¿algún desinfectante, polvo?
JC: No, pos cuando entramos aquí al puente, la frontera, ahí nos bañaban.
LM: ¿Sí?, ¿cómo, cómo fue? Platíqueme.
JC: Con una, con una pompa. ¡Jijo de la! (risas)
LM: Y, ¿les daban de comer?
JC: Sí, nos daban lonches.
LM: ¿Qué les daban?
JC: Eh, pos una bolsita así con unos panecitos ahí de salchichón. Y a veces nos daban unos winnies ansinilla, en el lonche.
LM: Muy bien. ¿Cuánto duró ahí en el centro de recepción?
JC: ¿Mande?
LM: Ahí en el centro de recepción donde llegó.
JC: ¿Ahí en Juárez?
LM: En El Paso.
JC: Ah, en El Paso. No pos, ahí no durábamos casi nada, que llegaba el bonche y mucha gente. Pero ya estaban ahí agarrándola, quien se llevaba, muchos cien o cincuenta o menos o…
LM: ¿Había patrones ahí?
JC: Ey.
LM: Y, ¿qué les decían?
JC: Nada, nomás, ellos nomás se arrimaban ahí y apartaban: “¡Vente, vente, vente!”.
LM: Y, ¿a dónde lo mandaron a usted? ¿A dónde se fue?
JC: ¿Pues a dónde? Yo no me acuerdo a dónde me iría la primer vez pero aquí también vine.
LM: ¿En qué trabajó, don José?
JC: En el algodón.
LM: El algodón, ¿qué hacía?
JC: Y en, piscaba el algodón y en la limpia y… O sea en la escarda que es lo mismo. Y lo que había qué hacer aquí en el campo.
LM: ¿Pagaban bien?
JC: Pos nos pagaban, era a $1.55 la hora.
LM: Y, ¿el algodón era por peso o cómo?
JC: Sí.
LM: ¿A cómo le pagaban?
JC: Como a $1 también y feria, en las cien libras.
LM: ¿Era grande el rancho donde trabajaba?
JC: Pos a veces, pero nos convenía mejor en rancho chico.
LM: ¿Por qué?
JC: Tres, cuatro, pos porque donde había un rancho ya con cien gentes, ya era mucho trabajo, ¡hasta pa pesar!, ¡pa vaciar! Y, pos pal cocinar, pa lo que se ofreciera y así en de dos, tres, pos fácil.
LM: Cuénteme qué hacían, ¿a qué horas empezaba el día?
JC: Pos, ya a las siete.
LM: A las siete.
JC: Ya para las siete estábamos almorzados y, ¡vámonos!
LM: ¿Hasta qué horas?
JC: Pos a veces trabajábamos diez horas, si había mucho trabajo.
LM: ¿Cómo es ese trabajo, don José, del algodón? Cuénteme.
JC: Pos al empezar, al empezar es desahijarlo y limpiarlo, limpiar la hierba y todo.
LM: ¿Con qué le limpian?, ¿con azadón o con qué?
JC: Sí con el azadón y luego pos ya después que ya estaba grande, limpiar la hierba con la mano, una que otra que había. Y ahí nos íbamos ya, llegaba septiembre y a piscarlo.
LM: ¿Era pesado?
JC: Pos para mí no, para mí la pisca era mi juego. Yo nací en el algodón allá en La Laguna, desde chiquillo andaba en el algodón.
LM: ¿Cuántas libras piscaba?
JC: Pos aquí llegué a piscar, ¡quinientas libras!, un día nada más.
LM: ¡Quinientas!
JC: Un día, aquí estuve desde, en los últimos de agosto hasta en diciembre y sí pisqué como, como un día quinientas libras. Pero lo menos era cuatrocientas cincuenta, trescientas cincuenta, trescientas, doscientos cincuenta lo menos. Así juntaba el field, ese era bueno pa piscar.
LM: ¿Sí?, ¿qué comían?, ¿cómo le hacían pa la comida?
JC: No, pos comprábamos la provisión, la harina y todo. Hacíamos tortilla o comprábamos pan.
LM: ¿Usted cocinaba?
JC: Sí pos cada quien, cada quien cocinaba. Así es que comprábamos pan, pos venía uno cansado o algo porque a las once todavía estabamos cociendo los frijoles. (risas)
LM: A las once de la noche.
JC: Y preparando lonche pa otro día.
LM: Y, ¿dónde vivían, don José?
JC: Pos aquí, aquí estuve aquí en Lamesa, el [19]46, pero ahí estuve de mojado, pos esa era la misma.
LM: Pero las casitas, ¿cómo eran?
JC: No, pos aquí tenía buena casa porque hizo un cuartito ahí el patrón y luego me lo dio a mí.
LM: ¿Usted vivía solo?
JC: Sí.
LM: Y nomás se juntaba pa cocinar, ¿o qué?, con los demás.
JC: No, no, yo ahí mismo cocinaba y todo. Ahí tenía todo.
LM: ¿Tenían mayordomo ahí?
JC: No.
LM: ¿Cuántos trabajaban ahí?
JC: Pos unos, unos cuatro.
LM: Y, ¿estaba usted a gusto, don José?
JC: ¿Mande?
LM: ¿Estaba a gusto?
JC: Pos sí.
LM: ¿Cómo se portaba el patrón?
JC: Bien.
LM: ¿Bien? ¿Hablaba español?
JC: Sí, sí hablaba español el hombre.
LM: ¿Se acuerda cómo se llama el patrón?, ¿cómo se llamaba?
JC: Sí me acordé, sí me acuerdo pero…
LM: Oiga, don Jose.
JC: Ahorita no me acuerdo ya.
LM: Oiga Don José y este, ¿estaba muy lejos el campo de donde vivían?
JC: ¿Lejos de ónde?
LM: De donde trabajaban
JC: ¡Ah no! O sea, aquí trabajaba y en Lamesa, pero ahí mismo estaba el rancho, ahí mismo está la labor donde vivía.
LM: O sea que, a ver, ¿alguna vez se enfermó, don José?
JC: ¿Aquí? No.
LM: No, ¿alguien de los compañeros se enfermó?
JC: En la temporada que tuvimos no.
LM: ¿No?, ¿le dieron alguna mica?
JC: No, no pos eh, no nos dieron mica porque no estamos contratados. Nomás el que quería ir, se iba y ya.
LM: ¿Había bastante trabajo?
JC: Pos todo el trabajo en la labor de desahijar, limpiar y quitar la hierba y ya llegando a piscar pos ya puro algodón.
LM: ¿Cada cuándo le pagaban, don José?
JC: Parece que a $1.50 y tantos las cien libras.
LM: ¿Le pagaban los sábados?
JC: Sí.
LM: ¿En efectivo o en cheque?
JC: En efectivo.
LM: Y, ¿qué hacía con el dinero?
JC: No, pos me lo echaba de cerveza.
LM: ¿Sí?, le gustaba…
JC: Y no salí, no, no me gustaba mucho pero de todos modos. Pos ahí poco a poquito, poco a poquito. No, yo no era de vicio, no. Pero ahí poco a poquito no había en qué gastar el dinero y nos veníamos ahí a Lamesa. Y pos ahí yo y los amigos, ya ve que no faltan amigos.
LM: Sí.
JC: Órale y órale, no pos sí, gastar el dinero en eso, o en la jugada me lo ganaban o no, no faltaba.
LM: ¿Jugaba cartas?
JC: ¿Eh?
LM: ¿Jugaba a las cartas?
JC: Pos sí y no sabía, pos taba bien pendejo. Sí porque iba allá a onde yo vivía, allá no, no nos la pasábamos en la calle con los demás muchachos no, puro trabajo. Así es que de jugar no sabía nada, ni de otras cosas. Que estaba bien pendejote, aquí me agarraban pos, pos me fregaban. (risas)
LM: ¿No mandaba dinero a su familia?
JC: No, mandé luego luego, sí mandé. Mandé $30 dólares, ¡pero no llegaron! ¡Pos ya no mandé!
LM: ¿Por qué no llegaron?
JC: ¡Y hasta después! Quién sabe cómo, creo que al año y medio les llegaron. (risas) Hasta decían: “¿Pa qué dices que nos mandates?, si no nos mandates nada”. Hasta después yo fui otra vez, le digo. “Sí, sí, ya, ya recibimos el dinero, ya llegó”. (risas)
LM: ¿Hablaba usted con ellos, con su familia?
JC: No.
LM: ¿Cómo se comunicaba? Carta o, ¿qué?
JC: Con carta.
LM: ¿Cuántos años trabajó ahí, cuánto tiempo trabajó ahí en ese rancho?
JC: ¿En ese rancho? No pues de en agosto hasta en diciembre.
LM: Y, ¿luego qué hizo?
JC: Pues me fui, pa atrás otra vez.
LM: ¿Hasta México?
JC: Me fui allá, a gastar el dinero. Salí con $65 dólares. (risas) ¡Pues era bien pendejo! Me ponía a jugar y pues no sé. “Ven, nosotros te decimos, ¡éntrale, éntrale!”. Empecé a agarrar el juego, pos me fregaban, quería echar blofes y me los agarraban, no. (risas)
LM: ¿Cuántas veces se contrató, don José?
JC: No, quién sabe, no me acuerdo, ¡muchas!
LM: Y, ¿en qué trabajó?
JC: Piscando algodón y en la limpia.
LM: ¿Siempre?
JC: Ey, nunca pen… Nunca agarré un trabajo bueno, pos como en las lecherías. Ahí taba bueno porque salía la semana entera. Pero no, no, nunca me arrimé.
LM: Está bien, alguna vez, ¿se acuerda que haya habido algún problema en el trabajo?
JC: ¿Cómo?
LM: ¿Alguna vez hubo algún problema con los compañeros?
JC: No, casi no.
LM: ¿Un pleito?
JC: Casi no.
LM: ¿Se llevaban bien?
JC: Sí pos, casi lo más me tocaba con, con dos o con tres, los problemas son cuando ya hay muchos, por cualquier cosa empiezan a dar lata.
LM: Qué bien.
JC: Acá en, aquí en Pecos, me tocó onde había cien hombres.
LM: ¿Cien?, ¿en un rancho?
JC: Ey, en un bodegón, un galerón ahí. Y tenían las estufas ansina pa este lado y pa este lado así. Y ahí el… Hay raza maldita eh, que le hace daño a otro.
LM: ¿Sí?
JC: Ahí le robaban a uno la linterna, que no había focos, unos le hacían a algo y pos uno tenía que aguantarse pos, nomás se hacía al lomo, ¿pos qué hacía? ¡Se le echaban encima! Ey, hasta que se empezaban a amansar y ya, ya no le hacían nada.
LM: Ahí en ese rancho donde trabajaban cien, ¿tenían mayordomo ahí?
JC: Sí, tenían mayordomo y tenían campero, pero pos el campero, ¿qué? No lo bajaban de madre arriba, pos eran munchos.
LM: ¿Cómo es el campero?
JC: Pos era un hombre que cuida ahí. Que cuida ahí el campo.
LM: Y, ¿no le hacían caso?
JC: No le hacían caso, llevaban sandías que se hallaban en la labor y hasta ahí las tenían hasta debajo de la cama, no pos llegaban otros, ¡raz! Hacían quebradero de la [sandía] y luego luego se iban. No se quedaban esos ahí, nomás llegaban como la, como ahorita y los otros se iban a trabajar temprano. No pos otros, los otros hacían quebradero y, de sandías y todo. ¡No!, pos el campero era el que pagaba, puras madres. (risas)
JC: Ey, no, la raza es caraja.
LM: Pos sí, muy bien. Cuénteme don José, ¿cuándo era cuando jugaban?, ¿qué días?
JC: ¿Cuándo jugaba?
LM: Sí.
JC: ¿A qué?
LM: A las cartas.
JC: No pos el sábado en la noche y yo no quería jugar porque yo no sabía. “No, no ahí nosotros te decimos”. Y empecé a entrarle, empecé a entrarle y, y me empezaron dar chanza de que me ganara unos $10 dólares. Y de ahí pa abajo me los, me los fregaban y picados. Y yo gané, pero me fregaban. (risas)
LM: ¿En qué más se divertían?
JC: Pues en nada, nomás en eso. Por eso jugaba a la baraja, yo no sabía jugar, no, no salíamos. A veces veníamos aquí a Lamesa, ahí tabamos en Lamesa pero pa aquella orilla de allá y veníamos ahí a Lamesa a, pos ahí nomás a gastar los centavos en cerveza.
LM: ¿Hizo buenos amigos?
JC: No pos, pos buenos porque disparaban la cerveza. Así es que traiba mis $50 dólares o más o menos, pos ahí me, me estrellaba.
LM: Pos sí.
JC: Ponía: “¡Órale!, ¡póngase hasta todos!”. Muy fanfarrón el hombre, muchacho, tenía…
LM: ¿Cuántos años tenía?
JC: Como unos veinte años.
LM: Muy bien, cuénteme don José, ¿cómo se portaban los mayordomos ahí con usted?, ¿lo trataban bien?
JC: No, sí, ahí no teníamos mayordomo, ahí.
LM: ¿No?
JC: Éramos como, pocos los que trabajábamos ahí, no tenían mayordomo, fue alguno que le encargaban de todos modos la gente.
LM: ¿Conoció algún patrón?
JC: ¿Que si lo conocí? Pos ya no me acuerdo, ya no me acuerdo de los patrones, tú. A veces muchos cuando venía de bracero, no sabían ni cómo se llamaba el patrón, porque el patrón no andaba con nosotros, nos echaba a otro. Así es que menos, sabíamos como se llamaba pero no, no platicamos con él ni nada, porque él no andaba con nosotros.
LM: Claro, ¿cuántos años trabajó de bracero?
JC: No pos quién sabe, ya no me acuerdo. Algunos años.
LM: Y, ¿cómo fue que se quedó aquí en Estados Unidos?
JC: No, pos me vine a vivir aquí a Juárez. Y luego yo tenía ganas ya de venir, ya estaba aburrido de andar de mojado. Pero, pero tenía una hija que me nació en Texas. Y cuando cumplió veintiún año[s] me arregló y por eso me vine. No tenía ganas de venirme pero, dije: “Qué le hace”. Me arregló y me vine, con todo y mata.
LM: Con todo y todo.
JC: Éramos once, once era la familia.
LM: Y se trajo los once. Y, ¿en qué trabajó cuando se, cuando ya tenía…?
JC: ¿Papeles? Pos ahí trabajé de regador.
LM: ¿De algodón?
JC: El algodón y piscando algodón y ahí nos fuimos.
LM: Le pagaban igual o, ¿le pagaban más?
JC: No, no, el algodón por lo que uno hiciera, ey.
LM: ¿Aunque fuera residente ya?
JC: No le hace.
LM: ¿Cuántos años trabajó ahí ya de que se vino para acá?
JC: ¿Ya cuando me vine? Oh pos hasta la fecha, pos no, ahorita ya no trabajo.
LM: Ya ahorita nomás descansa.
JC: Ey.
LM: ¿Toda su vida trabajó en el campo?
JC: Sí, puro campo, no ni lechería ni nada.
LM: Oiga y, ¿tenían radios cuando estaban de braceros?
JC: ¿Que teníamos qué?
LM: ¿Radios?
JC: Oh, pos a veces sí. Comprábamos nuestro radiecito para llevárnoslo.
LM: Mire.
JC: Entonces había muchos radios y se me hace que tocaban muy bien y muy recio eran, eran de, ¿de ónde venían esos radios hombre? De Japón.
LM: ¿De Japón?
JC: Ey.
LM: Muy bien. Don José, dígame, ya vamos a terminar la entrevista, para usted, ¿qué es lo que significa el haber sido bracero?
JC: ¿Que qué significa? Oh, pos una cosa buena de todos modos porque de mojado era muncha lata y de bracero no andaba costumbre a mí de cabeza.
LM: Exacto. ¿Alguna vez lo llegó a parar La Migra?
JC: Oh, sí.
LM: ¿Cómo fue? Cuénteme.
JC: Pos no, pos nomás nos paraba ahí, pero ya nomás le enseñaba uno la tarjeta y…
LM: Era muy dura La Migra en aquellos años.
JC: Sí, sí.
LM: ¿Sí?
JC: Andaba, quién sabe ahorita, no sabe uno. Pero yo creo ahorita anda igual. Nomás que nosotros ya no sabemos.
LM: Claro, ¿cómo se siente usted de que le digan que es bracero, o que fue bracero?
JC: ¿De qué?
LM: ¿De que le digan que fue bracero?
JC: Ah no, me siento bien, no me siento humillado ni nada, antes contento.
LM: Qué bueno. Sus experiencias como bracero, ¿son buenas?
JC: Sí.
LM: ¿Siente usted que el haber sido bracero le ayudó a cambiar su vida de alguna manera?
JC: No, eso sí.
LM: ¿Cómo?
JC: ¿De ser bracero? ¿A cambiar? Pos, pos que como no porque ya ahorita no, ya no. Ahorita ya no tengo ningún problema en nada, ya soy ciudadano americano.
LM: ¿En qué año se hizo ciudadano?
JC: ¿Pos en qué año sería? El cuarenta y, el [19]87.
LM: ¿Todos sus hijos son ciudadanos ya?
JC: Sí.
LM: Qué bueno.
JC: Tengo dos nacidos aquí.
LM: ¿Estudiaron sus hijos?
JC: Pos quién sabe, no sé si habrán estudiado o no.
LM: Don José pos quiero darle las gracias por, por haber platicado con nosotros por…
JC: No pos sí, yo igualmente le doy gracias, porque de eso pos ni quién se acuerde.
LM: Estamos muy agradecidos con usted.
JC: Ey.
LM: Bueno, con esto vamos a dar por terminada la entrevista.
Fin de la entrevista
Interviewer
Martinez, Laureano
Interviewee
Encarnación Chavarria, José
Location
Las Cruces, New Mexico
File Name Identifier
Chavarria_ELP009
Citation
Martinez, Laureano and Encarnación Chavarria, José, “José Encarnación Chavarria,” Bracero History Archive, accessed November 15, 2024, https://braceroarchive.org/items/show/64.