Roberto Ponce Covarrubias
Title
Roberto Ponce Covarrubias
Description
Biographical Synopsis of Interviewee: Roberto Ponce Covarrubias was born in Camargo, Chihuahua, México in 1929; he helped his father work the land; his father was 108 years old when he passed away, and his mother was 104 years old when she passed; both he and his brother decided to enroll in the bracero program; he worked for ten years as a bracero in Texas and New Mexico.
Summary of Interview: Mr. Ponce and his brother decided to enroll in the bracero program due to their family’s financial difficulties; when they were taken to Rio Vista, a processing center in Socorro, Texas, they were deloused and given a blood test; they were offered help when filling out work contracts; Mr. Ponce’s first work contract took him to Las Cruces, New Mexico; the worst place he worked was Lamesa, Texas; he recalls that the graveyards near the ranch were said to have been for the braceros; he sent money to his family via certified mail.
Summary of Interview: Mr. Ponce and his brother decided to enroll in the bracero program due to their family’s financial difficulties; when they were taken to Rio Vista, a processing center in Socorro, Texas, they were deloused and given a blood test; they were offered help when filling out work contracts; Mr. Ponce’s first work contract took him to Las Cruces, New Mexico; the worst place he worked was Lamesa, Texas; he recalls that the graveyards near the ranch were said to have been for the braceros; he sent money to his family via certified mail.
Creator
Parra-Mantilla, Myrna
Ponce Covarrubias, Roberto
Date
2003-06-12
Subject
Bracero
Rights
Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso
Language
spa
title (Spanish)
Roberto Ponce Covarrubias
creator (Spanish)
Ponce Covarrubias, Roberto
Rights Holder
Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso
Online Submission
No
Interviewer
Parra-Mantilla, Myrna
Interviewee
Ponce Covarrubias, Roberto
Location
Meoqui, Chihuahua, México
Transcription
Nombre del entrevistado: Roberto Ponce Covarrubias
Fecha de la entrevista: 12 de junio de 2003
Nombre del entrevistador: Myrna Parra Mantilla
El dÃa de hoy es 12 de junio de 2003, en Meoqui, Chihuahua. Entrevistando al señor Roberto Ponce Covarrubias, para el Instituto de Historia Oral de la Universidad de Texas en El Paso, Myrna Parra Mantilla.
MP: Buenas tardes, señor Ponce.
RP: Buenas tardes.
MP: Gracias por aceptar la entrevista y para empezar, quisiera que me dijera, ¿dónde y cuándo nació?
RP: Pos en 1929, el dÃa 10 de marzo, creo.
MP: ¿Aquà en Meoqui?
RP: No, acá en el municipio de Camargo.
MP: Ah, okay, Camargo.
MP: Cuénteme algo acerca de su niñez, sus papás, sus hermanos.
RP: No, pos mi papá ya falleció, mi mamá también, ya fallecieron ellos. Tengo nomás hermanos, Ignacio Ponce, MartÃn Ponce Covarrubias, uno está precisamente en Juárez, MartÃn. Y el otro aquà está, también jue de bracero él.
MP: Ah, ¿s�
RP: También, sÃ.
MP: ¿A qué se dedicaba su papá?
RP: En la agricultura.
MP: ¿En la agricultura?
RP: SÃ, sà y trabajaba en la labor también.
MP: Y, ¿usted fue a la escuela de chiquito?, ¿iba a la escuela?
RP: Pos casi no.
MP: ¿No?
RP: Iba, iba muy poco, fuimos.
MP: Más bien trabajar.
RP: Fui a una escuela de turno, de turno de noche, para aprender a poner mi nombre nomás.
MP: Ãndele, sÃ.
RP: SÃ, pero yo no tuve escuela, es que…
MP: Más bien trabajar con su papá, ¿no?
RP: Ãndele sÃ, es que los años de antes, no crea que ya cuando estaba uno chico dirÃan: “Éste está bueno pa, ya éste está bueno pal azadón, pal, en la laborâ€. Asà decÃan los de antes y asà decÃan. Mi papá murió de cien ocho años.
MP: ¡Ah, caray!
RP: De cien ocho y mi mamá de cien cuatro.
MP: FÃjese, ya muy grande.
RP: Muy grande, sÃ. Y por eso le digo yo que, pos no nos enseñaron nada, no. Y antes que yo, me sentÃa muy gacho no saber poner ni mi nombre. ¿No? Y fui a la escuela en el turno de noche. Y ahà fue onde aprendimos un poquito, ey.
MP: Entonces usted desde chiquito estuvo trabajando con su papá en la agricultura.
RP: SÃ, desde chico.
MP: Y platÃqueme usted, ¿cómo se dio cuenta del programa en aquel entonces?
RP: Pues no, pos que Ãbanos a dar una ayuda al bracero, pero no, no dio nada.
MP: No, pero, yo me refiero a la primera vez que usted se fue como bracero.
RP: Ah.
MP: ¿Cómo se dio cuenta?, ¿oyó a alguien que se iba de bracero?
RP: No, sabe que en ese entonces en los municipios habÃa listas. Y iba en el municipio, la lista del Valle de Allende.
MP: SÃ, señor.
RP: Cuando pedÃan la lista los gringos, de los del municipio… Quiero decir de aquà de, pos mandaron el aviso por los municipios, en cada municipio. Y daban una carta aquà en el municipio. Y con esa carta nos Ãbanos a Chihuahua y ahà nos contratábanos.
MP: Una carta como de recomendación.
RP: Ãndele sÃ, de recomendación y con ésa nos contrataban ahà en El Paso, con esa carta aquà en Chihuahua nos arreglaban. Ya de ahà salÃanos, ya a cuenta de, de allá de los gringos. Allá le daban a uno su lonche y pues ya, ¿verdad? HacÃan los gastos ellos, pasajes y todo.
MP: Y, ¿por qué se decidió irse de bracero?
RP: Pos porque aquà no habÃa nada, estaba muy duro. No, no, no habÃa ni qué agarrar. (risas)
MP: Pero pues iba a ser lo mismo allá, ¿no? Trabajar aquà en la agricultura, que allá en la agricultura. Iba a ser el mismo trabajo, ¿no?
RP: Pues sà pero siempre rendÃa más allá que aquÃ. Sà porque aquà no, no avanza uno nada y allá sÃ. Porque allá ganaba uno $7, $8 pesos, pero un pantalón, una camisa le costaba $1.50, $2 pesos, en ese entonces. Y luego y jalaba igual y aquà no, no acabalaba uno pa una camisa en toda la semana. Y allá sà acabalaba uno, comÃa bien y acabalaba comida, comprar un pantalón, una camisa de perdido cada ocho dÃas.
MP: Ah, okay.
RP: Y aquà no. Pos por eso le tirábanos a ir allá. Y sà nos ayudábanos poquito porque ya con lo poquito que tráibanos de allá, comprábanos buen cacho de mandado aquà cuando venÃanos y ya durábanos tiempo ahÃ. Por eso Ãbanos asà todos los años en listas asà del municipio. A como nos tocara y luego después, empezaron a dar por numeración en Chihuahua. Ahà en primero aparecÃan los números por numeración.
MP: O sea que primero nada más con la carta de recomendación, ¿después ya les pedÃan un número?
RP: Sà asÃ, asà es, sÃ. Y luego otros ahÃ, entraban con mordida con, con los jefes de ahà de Gobernación y les cobraban una cantidad de $100, $150 pesos y los metÃan sin carta.
MP: ¡Ah caray!, ¿tanto?
RP: Sin car[ta], sin carta, sÃ.
MP: FÃjese.
RP: SÃ, $150 pesos.
MP: Disculpe, ¿a quién le daban los $150?
RP: Pero de los de aquÃ, no crea que de los de allá.
MP: No, serÃa mucho dinero.
RP: No, serÃa mucho dinero, de los de aquÃ.
MP: ¿A quién les pedÃa la mordida?
RP: Los de ahÃ, los encargados, los encargados ahà de…
MP: Los de las oficinas.
RP: SÃ, los de las oficinas de ahà de, de Gobernación. El mero jefe de Gobernación es el que hacÃa, sÃ.
MP: Oiga y, ¿sus papás qué le dijeron cuando usted les dijo: “No, pos me voy para allá de bracero�
RP: No, pues ellos no querÃan que fuera, pero, pos sÃ, nombre, ya lo veÃa muy atrasado yo. Pos hay que ir a buscarle, a ver qué, qué hallamos mejorcito. Por eso Ãbanos nosotros allá.
MP: Y, ¿se fueron usted y su hermano?
RP: ¿Eh?
MP: ¿Se fueron usted y su hermano?, o, ¿alguien más se fue con ustedes?
RP: SÃ, pos es que, pos ellos iban a veces a otra parte. Y yo a otra parte asÃ. Y a veces Ãbanos juntos, también. A veces nos tocó juntos también.
MP: Pero la primera vez se fueron los dos juntos a Chihuahua. Y luego ya de ahà se fueron…
RP: Allá sÃ, sÃ, la primera vez nos fuimos los dos juntos a Chihuahua, sÃ.
MP: Cuénteme qué, ahà en El Trocadero, en Chihuahua, mucha gente, ¿no? ¿Cuánto tiempo se tenÃa que esperar?
RP: En el, pos ahà va uno por lista, llegaba uno a El Paso y luego pasaba allà donde lo registraban a uno y todo ahÃ. Ahà lo desinfestaban a uno y luego, pasaba uno por el doctor.
MP: ¿Lo desinfectaban?, ¿cómo?
RP: SÃ, por el, por el médico. Le echaban un polvo, (risas) a uno lo hacÃan que se quitara la camisa y el pantalón.
MP: Ah, lo polvearon.
RP: SÃ, nos echaban los polvos pa que pasara.
MP: MÃrelo.
RP: Ahà por el puente, sÃ. Y ya Ãbanos allá y hacÃanos el contrato en el RÃo Vista. Ahà hacÃanos el contrato y ahà le decÃan con qué patrón le tocaba. Ya el patrón ponÃa el mueble pa llevarlo a uno al rancho, asÃ.
MP: Y si alguien no querÃa ser polviado, ¿ése qué?, ¿lo regresaban?, o, ¿a fuerzas lo polveaban?
RP: SÃ, pos no, todos querÃan, todos los polviaban. Nomás que muchos casi los ahogaban, pos no se quitaban y hay otros que pos a correr, no, ellos se quedaban ahà hasta que los llenaban como de harina todo, nombre, retÃrese luego luego. Cosas asÃ, asà le hacÃan con uno, hacÃan lo que… Ah, y luego cuando llegaban allá, le sacaban a uno una botellita asà de sangre, allá en el RÃo Vista.
MP: ¿Le sacaban sangre también?
RP: SÃ, también le quitaban sangre a uno, una botellita asÃ.
MP: Y, ¿les decÃan para qué les iban a sacar sangre?, o, ¿nada más le sacaban la sangre?
RP: SÃ, pos pa, no, pos que pa saber si iba bien uno, o enfermo, o bien. Enfermos no, no querÃan enfermos, que pasaran bien allá. Y luego un dÃa iba yo y la segunda vez y me dieron dos botellas.
MP: ¿Le sacaron dos sangres?
RP: Dos botellas me dieron a mÃ. Nomás que otro amigo que no conocÃa, me dijo: “Oiga, pos qué bonitas botellitas pos, ¿cómo nomás a usted le dieron de dos y a mà una?â€. “Pos si quiere le doy unaâ€. “Pues échele puesâ€. (risas) Pos yo no quisiera que a mà me sacaran las dos a mà y me sacaron una y él se desmayató cuando le sacaron las dos, se desmayó, oiga no, pues era mucho. Es que me vieron la cara de que tenÃa mucha sangre yo creo a mÃ. Nomás a mà me dieron dos botellitas. No, nomás que yo me desquité con él. Me dijo: “Qué bonitas, déme unaâ€. “Ãndele pues, tenga, hombreâ€. (risas) Y ya a mà me sacaron una nomás y a él dos. SÃ, pos azotó ahà desmayado. Va uno todo fregado.
MP: Y, ¿a ese amigo lo echaron para atrás o esperaron a que volviera ah�
RP: SÃ, no, pos ahà lo, ahà lo curaron ahÃ, lo llevaron allá, al centro de salud ahà que tienen ellos ahÃ.
MP: ¿Cómo era RÃo Vista?
RP: ¿Mande?
MP: RÃo Vista, ¿cómo era?, ¿como un hospital?
RP: SÃ, taba grande, como uno, como un hospital asÃ, taban todas las oficinas asà alrededor y acá todos los servicios en un lado, sÃ. Sà taba amplio, taba amplio ahà el RÃo Vista, ta grande. Ya ahà salÃa uno contratado y ya llegaba y ahà tenÃa que llegar uno a cancelar el contrato, ya cuando venÃa de allá pa acá.
MP: Ah, okay.
RP: Ahà a RÃo Vista. Y asÃ, asà y no podÃa venirse uno a menos de cumplir el contrato. Porque el que se venÃa asÃ, se lo hacÃan de cargo al patrón y no le convenÃa al patrón que muchos se desertaran.
MP: Se iban.
RP: Se iban a otra parte de ahÃ.
MP: Y, ¿a ustedes los castigaban, ya no les daban contrato?
RP: Pos no, ya no. No, pos por eso es que no lo hacÃanos, pero es que todas las cosas se acomodan ellos bien pa no... Pues uno es el que mete las cuatro patas a veces, (risas) uno porque no sabe y se enreda uno solo, ¿verdad?
MP: Pero, ¿ahà no habÃa alguien que les ayudara?, o sea cuando ustedes no sabÃan qué contestar o qué hacer o si estaban temerosos de algo, ¿no habÃa alguien que les dijera: “No, es esto y estoâ€?
RP: No, no, pos ahà nomás pedÃan los datos: “¿De dónde es usted?, ¿de qué parte?â€. Todo eso, es todo lo que pedÃan en RÃo Vista. Y ahà hacÃan el contrato, de tanto tiempo que iba a trabajar allá y todo.
MP: Pero sà les explicaban de lo que era el contrato, ¿no?
RP: SÃ, eso sÃ.
MP: La paga y todo eso.
RP: SÃ, pos el contrato era de, desde tres meses nada más, es lo que iba a durar. Ya después, si habÃa chanza, pos le renovaban otros tres meses, pero ahà con el mismo patrón.
MP: Ah, pues ya no tenÃan que volver acá a RÃo Vista.
RP: No, ya no, ahà mismo el patrón venÃa y le renovaba a uno otra vez el contrato pal RÃo Vista, pero ya, ya no renovado uno, lo echaban a uno pa acá, ya no lo dejaban allá. Ya lo echaban pa acá, sà y nomás que…
MP: Nomás si era bueno, ¿verdad?
RP: Y allá no hay, no es, no es mentira, allá no quieren la mentira. Porque yo también entré dos veces de mojao.
MP: Ah, ¿s�
RP: De mojao, sÃ. Una vez ahà por el Valle de Juárez y otra acá por Caseta, por ahà entré.
MP: ¿Cómo le hizo para pasar de mojado?
RP: Pues como nos fuimos, pasamos el rÃo, pos entre algunos ahÃ, ¿verdad? Nomás que cuando la última vez que Ãbanos a Van Horn, Texas, nos agarraron. Y es que cuando iba La Migra, Ãbanos nosotros pasando ahà por unos algodones, chiquitos asà los algodones, de esos de pule que cortan con todo y todo, asÃ, (risas) asÃ. Y nos tiramos ahà de panza pa que no nos viera La Migra. No, hasta cree. DecÃa yo: “¿Pa qué se esconden?, si ya nos vieronâ€. Al rato se los llevaron ahà toditos los lados, luego luego. Nombre, nos echaron ahà por Juárez oiga, nos tuvieron dos dÃas en el corralón nomás y luego ya nos echaron pa Juárez de castigo pero no la hicimos esa vez.
MP: Y ahà cuando los echaron ahÃ, ¿qué les dijeron?, ¿qué les hicieron?
RP: No, pos no le dicen a uno nada, nomás que lo agarran a uno y lo castigan nomás, que no se ande metiendo ansina, eso es lo que le dicen los emigrantes nomás.
MP: Pero, ¿no los tratan mal? Porque ya ve que muchos son muy prepotentes.
RP: Pos ahora, ahora es cuando están tratando mal a la gente. Pero también hay otra cosa, que, que hay mexicanos, de esos que vamos pa allá, malos también.
MP: ¿Cómo malos?
RP: SÃ, pos se le, se les oponen a los emigrantes. Y por eso suceden cosas.
MP: Que les gusta el pleito.
RP: SÃ, les gusta el pleito y les llama la atención aquellos, los quieren y no se quieren dejar y les tupen con balas y traen con qué también ellos. Y por eso han hecho también eso, esas cosas los emigrantes de allá. Porque ahora ya está muy degenerado todo, sÃ, muy echado a perder, con todas esas cuestiones, esa cochinada de hierba y todo, que venden y todo, se intoxican. Y tienen valor pa todo.
MP: Y es que se está perdiendo mucho el respeto, ¿no?
RP: SÃ, sÃ, ya es mucho. Pero fÃjese que eso viene de las autoridades, porque las autoridades no hacen nada. Las autoridades le dan garantÃas al mañoso porque, porque les da dinero. Y vienen los hijos, los padres y pagan dinero y salen luego luego, no los castigan nada, pos por eso están asà como están. Nomás castigaran, verÃan a ver si la hacÃan. Dicen que no, sÃ, ¿cómo que no?, sÃ. No, ahora está muy mal. Ahorita y, ya nomás se destantea tantito uno y lo asaltan, luego luego van y le quitan lo que trae, sÃ.
MP: Aparte, ¿verdad?
RP: Sà aparte, aparte, aparte de la feria que le dan, todavÃa le dan su merecido, lo matan, o lo dejan golpeao, asÃ, no, ta carajo. Pos precisamente un hijo de MartÃn, mi hermano, que estaba en el otro lado, lo golpearon mucho y lo tienen detenido. SÃ, pos por eso está MartÃn en Juárez, allá. Lo tienen detenido en El Paso a él.
MP: Y, ¿andaba él de mojado?, o, ¿por qué lo detuvieron?
RP: SÃ, él andaba allá, pos creo que ya. SÃ, no, ya, ya andaba arreglando los papeles pa residente de allá y luego ya tenÃa tiempo él allá.
MP: ¿En serio? Y ahora con esto pos ya adiós a la residencia, ¿no?
RP: Pero ahÃ, ahà en Juárez, en la pasada lo golpearon y todo y no le dejaron ni el mueble que traiba, esa troca. Nomás que a los tres dÃas se lo llevaron al corralón, se tenÃa que sacarlo por $400 dólares el mueble que traiba. Pero, toda[vÃa] lo tienen detenido a él. Como no sabe defenderse él y todo y ya se quejaba y de él se aprovechan.
MP: SÃ.
RP: Si nomás ellos.
MP: Se aprovechaban porque como uno no sabe muy bien.
RP: Le echan la culpa a él, sÃ, de todo y los culpables fueron ellos porque lo dejaron inconsciente, bien golpeado y todo. No, si ya ta muy carajo, no crea que no, ya está muy…
MP: SÃ, ya.
RP: Ya necesita andar uno con mucho cuidado.
MP: Bastante cuidado.
RP: Por onde quiera, sÃ.
MP: Oiga platÃqueme, volviendo a lo de los braceros, los lugares a donde fue otra vez, dÃgame los lugares a donde fue.
RP: Ah pues mire, yo estuve dos veces en Las Cruces, Nuevo México. Una vez ahà por la 17, por la 17 en Pecos y otra vez por la 80 [US 80], por la 80 en Pecos, por la carretera 80, esas dos partes estuve allá. Y luego estuve una vez en Big Spring, Texas.
MP: ¿En dónde?, disculpe.
RP: En Big Spring, Texas.
MP: Ah, okay.
RP: Una vez. Y luego, dos veces en Las Cruces, Nuevo México. Y una en Mesilla, en Mesilla Park, nomás.
MP: O sea que en total, ¿cuántos años anduvo de bracero?
RP: No, pues como unos nueve o diez años estuve yendo.
MP: Pues anduvo mucho tiempo.
RP: Sà anduve mucho tiempo, nomás que, no crea que duraba mucho, pos nomás el contrato y lo echaban a uno. Un contrato de tres meses y lo echaban a uno pa acá.
MP: Pero de todas maneras sà siguió.
RP: SÃ, por año, por año, cada año iba, sÃ. Sà me alivianaba, nos alivianábanos pues, todos los que Ãbanos. Con poquito, pero sà ya traÃa uno los $200, $300 dólares. Y ya aquà le rendÃan más, sÃ.
MP: Claro.
RP: Que lo que ganaba uno aquà nada. Ya de perdida venÃa uno y se vestÃa, sÃ, no. Y aquà no, no, no gana uno pa eso, aquà no, no gana uno ni pa comer.
MP: No le rinde, ¿verdad?
RP: Pa mal comer nomás y pa comprar ropa ta difÃcil, pa comprar calzado igual, ¡todo tan caro! Y allá como quiera que sea, sÃ. Porque fÃjese ahorita, póngale que esté caro allá pero ya ahorita muchos trabajadores están ganando los $40, $50 dólares diarios y pueden comprar un calzado, cuando menos cada ocho dÃas.
MP: SÃ.
RP: Nosotros, ¿cuándo lo compramos aqu�
MP: SÃ, ganan mucho.
RP: No, con lo que ganamos, no, no alcanzamos, ta muy caro.
MP: SÃ. Oiga y, ¿cuál fue el primer lugar al que fue como bracero?, ¿Las Cruces?
RP: El, el primero fue en Las Cruces, Nuevo México.
MP: PlatÃqueme, ¿cómo fue ahà en Las Cruces?
RP: No, pos en la pisca de algodón, a piscar algodones, algodones, nomás puros algodones todas las veces que entré, sÃ.
MP: Y ahà cuando llegó usted ahà al rancho, ¿sà era como usted se lo imaginaba que iba a ser?, o sea, ¿le gustó?, o, ¿dijo: “Ay no, mejor me voy� ¿Se decepcionó?, o, ¿cómo fue?
RP: No, nada decepcionado, pos a eso Ãbanos, a trabajar. Ahà nos daban un, un cuarto a cada, un catre a cada uno, trastes y todo ahà en el rancho y estufas y todos los servicios ahÃ. Y ahà mismo cocinaba uno mismo. HacÃanos las tortillas nosotros ahà de harina.
MP: Ah, ¿s�, qué rico.
RP: HacÃanos las botanas y todo ahÃ. Y no, ellos nomás nos pagaban cada ocho dÃas, lo que ganara nomás.
MP: ¿Cuánto les pagaban?
RP: Pos nos pagaban a $2, a $2.05 las cien libras. A dos pesos, cinco las cien libras, en ese entonces. Pero también taba más barato todo, no crea que estaba como ahorita. Porque ahà con $6, $7 pesos tenÃa pa toda la semana de mandao. Y con eso acabalábamos.
MP: Y, ¿cómo le hacÃan para comprar el mandado?, ¿tenÃan que ir al pueblo?, ¿los llevaban al pueblo?
RP: No, el mismo patrón nos pres[taba], nos ponÃa un tráiler, o un mueble pa ir al mandao, asà cada ocho dÃas. Uno de los encargados del patrón nos llevaba al pueblo, al mandado y nos llevaba y nos traiba, también. Nos traiba al mandado y nos llevaba hasta, a domicilio del rancho del patrón, asà es. Asà con todos, todos los patrones asà lo hacÃan, de allá. Y en la mañana llegaban por uno al trabajo. Bueno, por pisca, vámonos. SalÃanos los costales, los echábanos y ahà vamos. En la tarde venÃan y nos traiban ahà también, hasta el rancho.
MP: Y, ¿usted siempre fue piscador?, ¿nunca lo pusieron de regador o algo?
RP: Puro pisca. No, puro piscar el algodón, puro piscador de algodón. No me tocó otra, otro trabajo más que puro de eso de la pisca. Ah, estuve también ahà en Ysleta, en Ysleta, ahà en El Paso también.
MP: Y ahà también en el algodón.
RP: SÃ, ahà también, ahà también, sÃ. Nomás que me pagaban muy barato, muy barato, sÃ.
MP: Cuénteme de Pecos, era muy feo, ¿verdad? ¿Nadie querÃa ir a Pecos?
RP: No era muy feo Pecos, lo que decÃan era que estaba muy malo porque agarraban mucha gente. Por eso decÃan que estaba malo Pecos. Pero pa mà no fue malo nunca, porque se me hace que estaban mejor los algodones que hasta acá en otra parte.
MP: Ah, ¿s�, ¿estaban más grandes?
RP: SÃ, nomás que, buenos, buenos. Y decÃan que no servÃan. No, sà servÃan. Y yo las dos veces que yo, yo no me quejo de Pecos, las dos veces que fui, me fue igual que acá, en Las Cruces y todo, ta bien. Nomás que lo que pasa es que mucha gente no aguanta y luego como llevan, agarran mucha gente, que termina ahà luego luego y ya se vienen pa México. Entonces ahà si no le escogen otra parte, no quieren, ya mejor se vienen. Y por eso les va mal, pero durando todo el dÃa, los tres meses tiene uno permiso pa durarlos.
MP: SÃ.
RP: Si el patrón no lo acabala, lo despachan con otros que acabale los tres meses, asà lo hacÃan. Nomás, pero no, yo no me quejo de Pecos. Lamesa, Texas sÃ, en Lamesa, Texas sà estaba malón.
MP: ¿Por qué?, oiga.
RP: Porque pagaban más, más mal ahÃ.
MP: ¿S�, pero pos…
RP: Y luego los algodones estaban más malos, en Lamesa, Texas en ese entonces.
MP: ¿Por qué? O sea, casi todos me dicen que lo peor era Pecos porque habÃa mucha gente, mucha carrilla, casi no les pagaban y que habÃa muchas vÃboras y que…
RP: SerÃa…
MP: Está muy caluroso.
RP: SerÃa de raya, ya los que andaban de raya, por el dÃa, nosotros no anduvimos de raya, por el dÃa no, nosotros andábanos por kilos, las libras que alcanzábanos a hacer, ésas nos pagaban. Y a la hora que quisiéranos pararle, le parábamos. Hasta que nos cansábanos nomás y ya.
MP: O sea que no tenÃan ustedes que piscar determinadas libras.
RP: No.
MP: Era ahà como ustedes podÃan.
RP: No, no, como lo que alcanzara cada quien y asÃ. SÃ, pos es que…Y luego hay unos muy flojos. Y al último, ahà en Las Cruces, pos muchos no cumplÃan, y se venÃan antes del contrato. ¡Taba regüeno! Y pos comÃa uno bien y todo, ¿pos qué querÃa? Nomás que, porque no sabÃan hablar inglés, oÃan hablar nomás, pos no le contesta uno porque no se puede.
MP: Y, ¿cómo se comunicaban con el ranchero?, ¿ustedes cómo le hacÃan?
RP: No, pos es que hablaba uno, lo despachaban a uno al que entendieran el español.
MP: ¿El mayordomo?
RP: SÃ, cuando nos llevaba, el patrón no le entendÃamos nada, ni madre porque nos hablaba en inglés… (risas) No, no le entendÃamos nada pero el otro sà y también hablaba molacho pero siempre se le entendÃa, nomás el español.
MP: Y, ¿nunca tuvo problemas asà con los rancheros o con los mismos compañeros?
RP: No, no, no fui… Yo nunca tuve problemas con ningún ranchero, trabajé a gusto con todos los que estuve ahÃ. No le digo que hasta mica me daba cuando se terminaba y a otros no les daba nada porque no cumplÃan. HabÃa veces, yo una pura vez renové contrato en Las Cruces, duré seis meses porque todos se vinieron, dejaron todo el algodón ahà tirado y me dijeron a mà y otro señor de acá de Rosales que si querÃanos tra[bajar], ¡no!. “Arregle con el patrón y nos vamos con ustedâ€. Acabarle el algodón que le dejaron los braceros ahÃ. Pa andarnos de raya ahà con él, trabajando y ya no por kilo, a juntar hasta la bolita, todo juntábanos ahà del algodón ese. Nos pagaba $8 dólares, $8 dólares y botana y nos daba ahà cuartos onde quedarnos, toallas, jabones y todo pa bañarnos, ¡todo ahÃ!
MP: Qué bueno.
RP: Y ahà estuvimos con él, ahà duramos los otros tres meses. Anduvimos piscando un maÃz amarillo, la mejor creo grande también, acá en la labor.
MP: Ah, ¿s�
RP: Este, le acabamos todo en un mogotes que tenÃa ahà de…
MP: Oiga y ustedes ahà entre los rancheros, ¿no se dio el caso de que los rancheros se prestaban a los braceros?
RP: No.
MP: ¿Nunca le tocó? De que un ranchero necesitaba gente y: “No, pos llévate tantos por tantos y tantosâ€.
RP: Me di cuenta pero aquÃ, que… pos allá en que sà en que parte, ¿no? Por allá, hallaron un panteón de muchos braceros. Se los llevaban a trabajar y los desparecÃan.
MP: Ah, ¿s�
RP: Los mataban, sÃ.
MP: Ah, ¿s�
RP: SÃ.
MP: Y, ¿eso?
RP: De un panteón por allá en quién sabe onde, quién sabe en qué parte. ¡Qué aprovechados! Llegaban a trabajar y pa no pagarles, los mataban.
MP: Mire, qué aprovechados. Y por ejemplo en esas circunstancias, se supone que el cónsul estaba para ayudarles, ¿verdad?
RP: SÃ, sÃ.
MP: Y, ¿le decÃan a él lo que pasaba?, estos detalles…
RP: Pos nosotros allá no le decÃanos nada a nadie de ellos, porque no sabÃanos nada. AquÃ, aquà fue cuando supimos ya ahora últimamente de otros braceros que, que estaban fallando que se iban pa allá y no volvÃan y… que habÃa hallado un panteón allá de puros…
MP: De puros braceros.
RP: De puros muertos, mojados, sÃ.
MP: ¿En dónde más o menos?
RP: No, pos por una parte, no sé, no sé en donde. No me acuerdo cómo estaban diciendo. SÃ, si siempre hay patrones malos, pero gracias a Dios que a nosotros no nos tocó ni un malo, muy bien.
MP: Qué bueno.
RP: Todos los que estuvimos ahÃ. No tuvimos ningún…
MP: Y usted me dice que también anduvo de mojado, ¿verdad?
RP: ¿Mande?
MP: Estuvo de mojado usted también por allá.
RP: SÃ, pero de mojado casi no hago cuenta. En Pecos, porque me echaron, entremos nomás y…
MP: ¿Cuál es la diferencia?, ¿qué beneficios o qué?, ¿qué ventajas hay entre un bracero y un mojado?, oiga.
RP: No, no, pues es que…
MP: De su experiencia, ¿no? ¿Qué me cuenta?
RP: Va uno, por ver se le hace a uno entrar a trabajar y el que no tiene contrato ni nada. Y entrábanos ahà por Caseta, de mojados y nos agarraron llegando a Van Horn, no trabajamos y nos echaron pa acá pa México, asà fue todo. Por eso no tengo más comprobablidades de nada más que, asà pues, y eso ni en cuenta lo tomamos porque no trabajamos.
MP: Pues sÃ.
RP: SÃ, asà es.
MP: Y dÃgame, ¿qué hacÃan en su tiempo libre?
RP: ¿Cómo?
MP: En el tiempo libre, en el tiempo libre que tenÃan.
RP: No, nada, descansábanos ahÃ.
MP: Nomás descansaban.
RP: ¡SÃ!, es que…
MP: No tenÃan tampoco algún dÃa de descanso, ¿o algo?
RP: No, no, nomás asà cuando llovÃa mucho o algo, que no podÃa uno trabajar se quedaba ahà en el rancho, sÃ. Pero nomás era ahÃ. Es raro el que se quede deoquis, ahà nadie se… no falta el que no quiera trabajar.
MP: Ah, ¿s�
RP: SÃ, pero trabajo todo el tiempo tienen los gringos, todo el tiempo. Nomás que los de ahà no trabajan y si no trabaja, si no trabaja uno, de aquà vino a trabajar allá, no va a hacerle el loco, va a trabajar uno.
MP: Claro.
RP: Por eso tiene uno coraje, porque va uno a trabajar bastante y luego que le salen que no le pagan. (risas)
MP: ¿Verdad?
RP: Ése es el borlote.
MP: Claro. Usted, ¿a su familia sà le veÃa más o menos seguido?, a sus papás.
RP: No, ¿ónde lo, lo veÃa aquà los familiares?
MP: SÃ, usted cuando andaba por allá de bracero, ¿venÃa seguido?, o, ¿tenÃa contacto?
RP: No, no podÃa venir uno hasta los tres meses. De allá escribÃanos cartas, mandábanos cartas certificadas con dinero pa acá.
MP: Ah, qué bueno.
RP: Los $100, $250 dólares de…
MP: Y, ¿nunca tuvo problemas de que se le extravió el dinero?
RP: No, nunca, nunca. Asà con el certificado llegaban aquÃ, sà señor, nomás.
MP: Porque ya ve que hubo muchos casos también…
RP: SÃ, también muchos no le llegaba el dinero solamente también que no ponen a veces las direcciones malas, a veces, van chuecas y luego... Porque yo también era de allá, de Colonia Búfalo, Chihuahua. Y un dÃa, un muchacho que estaba conmigo allá, no, él arregló una carta. SÃ, con la manita asà (risas) y: “¿Qué pasó?â€. “Noâ€, dije, “¿pos por qué pues no pasó?â€. “Es que es Colonia Búfalo, Chihuahuaâ€, dijo, “y le puso Colonia Búfalo, Chirucaâ€.
MP: Nunca le iban a llegar.
RP: Y por eso no le llegó, le dije: “Es que está mal la direcciónâ€. Colonia Búfalo, Chihuahua, ¿verdad? Colonia Búfalo, Chiruza. “Por estar jugando ahÃâ€, le dije. Bueno, asà le puso, ¿pos cuándo le llegaba?
MP: Pos nunca, ¿verdad?
RP: No, ansina no. SÃ…
MP: Cuénteme también acerca de, no sé del…Ustedes nunca tuvieron algún problema de que no habÃa, por ejemplo carne, ¿o algo? Porque ya ve que durante la guerra hubo mucha…
RP: No, nosotros bueno, todo el tiempo, temporal que duramos ahà a las tiendas onde nos llevaban al mandado, hallábanos todo, carne, ¡todo! Todo el tiempo, todo lo que querÃamos comer hallábamos ahà en la tienda.
MP: ¿Nunca tuvieron problemas para encontrar algo, o zapatos o algo?
RP: No, no nada. El que tuviera problemas era los mojados que llegaban de mojados, que le daban chanza ahà los patrones. Ellos mismos les tráiban el mandado, los mismos patrones a los mojados. No, pero no tuvimos problemas de que no hubiera mandado. No, por mandado no quedaba, todo lo que quisiéranos habÃa ahà en la tienda. Y cuando recién que llegaba uno ahà sin centavos lo llevan a uno a la tienda que juro pa bastante el carro, todo lo que quiera llevar y después se lo van rebajando a uno en el trabajo.
MP: O sea que sà les… ¿Cómo le dicen?, les prestaban.
RP: SÃ, no, de primero, de primero cuando llega uno, llega uno sin dinero. Lo llevan a la tienda y ahà lo recomiendan a uno en la tienda y cuando no hay trabajo, que no tiene trabajo también le dan el mandado sin trabajo, ahà el patrón responde. Y luego el mismo patrón le consigue jale pa otros lados pa que pague. Asà sÃ, asà es.
MP: Y ahà usted, ¿todavÃa sigue en contacto con los amigos que tuvo allá?
RP: No, ya no, no ya. (risas)
MP: Más que su hermano.
RP: Ya tengo algunos años que no vamos de… No, ya no se acuerda uno del, ni de los patrones, el nombre, ni nada.
MP: Oiga y, ¿usted no hizo algún intento por arreglar papeles para quedarse allá?
RP: Pues no porque no hubo chanza, no hubo oportunidad, ¿no le digo? A lo más, dos veces, una vez nomás me renovaron, duré seis meses. Todos los que tienen chanza, les duran años allá. No, sÃ, como este muchacho, el hijo de MartÃn mi hermano, ése sà ya tiene años allá y andaba arreglando ya la…
MP: ¿La residencia?
RP: SÃ, ya arreglando todo allá, sÃ. Y ahora le pasó ese percance y quién sabe cómo le vaya porque los demás aprovechados, como no se sabe defender, le están echando toda la culpa a él allá onde está.
MP: ¿S�
RP: SÃ.
MP: Bueno, pos no sé si tiene acá otra anécdota qué agregar a la entrevista.
RP: ¿Cómo?
MP: Alguna otra cosa que tenga que platicarme.
RP: No, pos yo creo pos ya es todo. ¿Pos ya qué?, ¿ya qué más le puedo platicar? Asà es como le hacÃanos nosotros allá nomás, asÃ.
MP: Pero para usted fue un programa bien, ¿verdad?
RP: ¿Mande?
MP: ¿Usted supo aprovechar el programa?
RP: SÃ, sÃ.
MP: ¿Trabajó bien?
RP: SÃ, sÃ, yo no dejé el trabajo a medias, ¡nunca! Yo todo el tiempo muy cumplido en los contratos. Y muchos los dejaban a la mitad y otros, nomás quince dÃas y se venÃan, no aguantaban. Y yo sà duraba hasta que se completaba. Gente que estuvo aquà con usted, me conoce muy bien, Mauro…
MP: ¿S�
RP: SÃ, sÃ, que andábanos allá y todo de cuando la guerra. Uh, andábanos jalando allá. Y dicen que sà mandaron el dinero, pero se lo robaron los polÃticos, se lo robaron.
MP: SÃ, se están echando la culpa unos a otros, ¿verdad?
RP: SÃ, los Gobiernos, sÃ.
RP: SÃ.
MP: Ãndele pues, pues le agradezco mucho el tiempo de la entrevista.
RP: Ãndele pos, gracias, sÃ.
Fin de la entrevista
Fecha de la entrevista: 12 de junio de 2003
Nombre del entrevistador: Myrna Parra Mantilla
El dÃa de hoy es 12 de junio de 2003, en Meoqui, Chihuahua. Entrevistando al señor Roberto Ponce Covarrubias, para el Instituto de Historia Oral de la Universidad de Texas en El Paso, Myrna Parra Mantilla.
MP: Buenas tardes, señor Ponce.
RP: Buenas tardes.
MP: Gracias por aceptar la entrevista y para empezar, quisiera que me dijera, ¿dónde y cuándo nació?
RP: Pos en 1929, el dÃa 10 de marzo, creo.
MP: ¿Aquà en Meoqui?
RP: No, acá en el municipio de Camargo.
MP: Ah, okay, Camargo.
MP: Cuénteme algo acerca de su niñez, sus papás, sus hermanos.
RP: No, pos mi papá ya falleció, mi mamá también, ya fallecieron ellos. Tengo nomás hermanos, Ignacio Ponce, MartÃn Ponce Covarrubias, uno está precisamente en Juárez, MartÃn. Y el otro aquà está, también jue de bracero él.
MP: Ah, ¿s�
RP: También, sÃ.
MP: ¿A qué se dedicaba su papá?
RP: En la agricultura.
MP: ¿En la agricultura?
RP: SÃ, sà y trabajaba en la labor también.
MP: Y, ¿usted fue a la escuela de chiquito?, ¿iba a la escuela?
RP: Pos casi no.
MP: ¿No?
RP: Iba, iba muy poco, fuimos.
MP: Más bien trabajar.
RP: Fui a una escuela de turno, de turno de noche, para aprender a poner mi nombre nomás.
MP: Ãndele, sÃ.
RP: SÃ, pero yo no tuve escuela, es que…
MP: Más bien trabajar con su papá, ¿no?
RP: Ãndele sÃ, es que los años de antes, no crea que ya cuando estaba uno chico dirÃan: “Éste está bueno pa, ya éste está bueno pal azadón, pal, en la laborâ€. Asà decÃan los de antes y asà decÃan. Mi papá murió de cien ocho años.
MP: ¡Ah, caray!
RP: De cien ocho y mi mamá de cien cuatro.
MP: FÃjese, ya muy grande.
RP: Muy grande, sÃ. Y por eso le digo yo que, pos no nos enseñaron nada, no. Y antes que yo, me sentÃa muy gacho no saber poner ni mi nombre. ¿No? Y fui a la escuela en el turno de noche. Y ahà fue onde aprendimos un poquito, ey.
MP: Entonces usted desde chiquito estuvo trabajando con su papá en la agricultura.
RP: SÃ, desde chico.
MP: Y platÃqueme usted, ¿cómo se dio cuenta del programa en aquel entonces?
RP: Pues no, pos que Ãbanos a dar una ayuda al bracero, pero no, no dio nada.
MP: No, pero, yo me refiero a la primera vez que usted se fue como bracero.
RP: Ah.
MP: ¿Cómo se dio cuenta?, ¿oyó a alguien que se iba de bracero?
RP: No, sabe que en ese entonces en los municipios habÃa listas. Y iba en el municipio, la lista del Valle de Allende.
MP: SÃ, señor.
RP: Cuando pedÃan la lista los gringos, de los del municipio… Quiero decir de aquà de, pos mandaron el aviso por los municipios, en cada municipio. Y daban una carta aquà en el municipio. Y con esa carta nos Ãbanos a Chihuahua y ahà nos contratábanos.
MP: Una carta como de recomendación.
RP: Ãndele sÃ, de recomendación y con ésa nos contrataban ahà en El Paso, con esa carta aquà en Chihuahua nos arreglaban. Ya de ahà salÃanos, ya a cuenta de, de allá de los gringos. Allá le daban a uno su lonche y pues ya, ¿verdad? HacÃan los gastos ellos, pasajes y todo.
MP: Y, ¿por qué se decidió irse de bracero?
RP: Pos porque aquà no habÃa nada, estaba muy duro. No, no, no habÃa ni qué agarrar. (risas)
MP: Pero pues iba a ser lo mismo allá, ¿no? Trabajar aquà en la agricultura, que allá en la agricultura. Iba a ser el mismo trabajo, ¿no?
RP: Pues sà pero siempre rendÃa más allá que aquÃ. Sà porque aquà no, no avanza uno nada y allá sÃ. Porque allá ganaba uno $7, $8 pesos, pero un pantalón, una camisa le costaba $1.50, $2 pesos, en ese entonces. Y luego y jalaba igual y aquà no, no acabalaba uno pa una camisa en toda la semana. Y allá sà acabalaba uno, comÃa bien y acabalaba comida, comprar un pantalón, una camisa de perdido cada ocho dÃas.
MP: Ah, okay.
RP: Y aquà no. Pos por eso le tirábanos a ir allá. Y sà nos ayudábanos poquito porque ya con lo poquito que tráibanos de allá, comprábanos buen cacho de mandado aquà cuando venÃanos y ya durábanos tiempo ahÃ. Por eso Ãbanos asà todos los años en listas asà del municipio. A como nos tocara y luego después, empezaron a dar por numeración en Chihuahua. Ahà en primero aparecÃan los números por numeración.
MP: O sea que primero nada más con la carta de recomendación, ¿después ya les pedÃan un número?
RP: Sà asÃ, asà es, sÃ. Y luego otros ahÃ, entraban con mordida con, con los jefes de ahà de Gobernación y les cobraban una cantidad de $100, $150 pesos y los metÃan sin carta.
MP: ¡Ah caray!, ¿tanto?
RP: Sin car[ta], sin carta, sÃ.
MP: FÃjese.
RP: SÃ, $150 pesos.
MP: Disculpe, ¿a quién le daban los $150?
RP: Pero de los de aquÃ, no crea que de los de allá.
MP: No, serÃa mucho dinero.
RP: No, serÃa mucho dinero, de los de aquÃ.
MP: ¿A quién les pedÃa la mordida?
RP: Los de ahÃ, los encargados, los encargados ahà de…
MP: Los de las oficinas.
RP: SÃ, los de las oficinas de ahà de, de Gobernación. El mero jefe de Gobernación es el que hacÃa, sÃ.
MP: Oiga y, ¿sus papás qué le dijeron cuando usted les dijo: “No, pos me voy para allá de bracero�
RP: No, pues ellos no querÃan que fuera, pero, pos sÃ, nombre, ya lo veÃa muy atrasado yo. Pos hay que ir a buscarle, a ver qué, qué hallamos mejorcito. Por eso Ãbanos nosotros allá.
MP: Y, ¿se fueron usted y su hermano?
RP: ¿Eh?
MP: ¿Se fueron usted y su hermano?, o, ¿alguien más se fue con ustedes?
RP: SÃ, pos es que, pos ellos iban a veces a otra parte. Y yo a otra parte asÃ. Y a veces Ãbanos juntos, también. A veces nos tocó juntos también.
MP: Pero la primera vez se fueron los dos juntos a Chihuahua. Y luego ya de ahà se fueron…
RP: Allá sÃ, sÃ, la primera vez nos fuimos los dos juntos a Chihuahua, sÃ.
MP: Cuénteme qué, ahà en El Trocadero, en Chihuahua, mucha gente, ¿no? ¿Cuánto tiempo se tenÃa que esperar?
RP: En el, pos ahà va uno por lista, llegaba uno a El Paso y luego pasaba allà donde lo registraban a uno y todo ahÃ. Ahà lo desinfestaban a uno y luego, pasaba uno por el doctor.
MP: ¿Lo desinfectaban?, ¿cómo?
RP: SÃ, por el, por el médico. Le echaban un polvo, (risas) a uno lo hacÃan que se quitara la camisa y el pantalón.
MP: Ah, lo polvearon.
RP: SÃ, nos echaban los polvos pa que pasara.
MP: MÃrelo.
RP: Ahà por el puente, sÃ. Y ya Ãbanos allá y hacÃanos el contrato en el RÃo Vista. Ahà hacÃanos el contrato y ahà le decÃan con qué patrón le tocaba. Ya el patrón ponÃa el mueble pa llevarlo a uno al rancho, asÃ.
MP: Y si alguien no querÃa ser polviado, ¿ése qué?, ¿lo regresaban?, o, ¿a fuerzas lo polveaban?
RP: SÃ, pos no, todos querÃan, todos los polviaban. Nomás que muchos casi los ahogaban, pos no se quitaban y hay otros que pos a correr, no, ellos se quedaban ahà hasta que los llenaban como de harina todo, nombre, retÃrese luego luego. Cosas asÃ, asà le hacÃan con uno, hacÃan lo que… Ah, y luego cuando llegaban allá, le sacaban a uno una botellita asà de sangre, allá en el RÃo Vista.
MP: ¿Le sacaban sangre también?
RP: SÃ, también le quitaban sangre a uno, una botellita asÃ.
MP: Y, ¿les decÃan para qué les iban a sacar sangre?, o, ¿nada más le sacaban la sangre?
RP: SÃ, pos pa, no, pos que pa saber si iba bien uno, o enfermo, o bien. Enfermos no, no querÃan enfermos, que pasaran bien allá. Y luego un dÃa iba yo y la segunda vez y me dieron dos botellas.
MP: ¿Le sacaron dos sangres?
RP: Dos botellas me dieron a mÃ. Nomás que otro amigo que no conocÃa, me dijo: “Oiga, pos qué bonitas botellitas pos, ¿cómo nomás a usted le dieron de dos y a mà una?â€. “Pos si quiere le doy unaâ€. “Pues échele puesâ€. (risas) Pos yo no quisiera que a mà me sacaran las dos a mà y me sacaron una y él se desmayató cuando le sacaron las dos, se desmayó, oiga no, pues era mucho. Es que me vieron la cara de que tenÃa mucha sangre yo creo a mÃ. Nomás a mà me dieron dos botellitas. No, nomás que yo me desquité con él. Me dijo: “Qué bonitas, déme unaâ€. “Ãndele pues, tenga, hombreâ€. (risas) Y ya a mà me sacaron una nomás y a él dos. SÃ, pos azotó ahà desmayado. Va uno todo fregado.
MP: Y, ¿a ese amigo lo echaron para atrás o esperaron a que volviera ah�
RP: SÃ, no, pos ahà lo, ahà lo curaron ahÃ, lo llevaron allá, al centro de salud ahà que tienen ellos ahÃ.
MP: ¿Cómo era RÃo Vista?
RP: ¿Mande?
MP: RÃo Vista, ¿cómo era?, ¿como un hospital?
RP: SÃ, taba grande, como uno, como un hospital asÃ, taban todas las oficinas asà alrededor y acá todos los servicios en un lado, sÃ. Sà taba amplio, taba amplio ahà el RÃo Vista, ta grande. Ya ahà salÃa uno contratado y ya llegaba y ahà tenÃa que llegar uno a cancelar el contrato, ya cuando venÃa de allá pa acá.
MP: Ah, okay.
RP: Ahà a RÃo Vista. Y asÃ, asà y no podÃa venirse uno a menos de cumplir el contrato. Porque el que se venÃa asÃ, se lo hacÃan de cargo al patrón y no le convenÃa al patrón que muchos se desertaran.
MP: Se iban.
RP: Se iban a otra parte de ahÃ.
MP: Y, ¿a ustedes los castigaban, ya no les daban contrato?
RP: Pos no, ya no. No, pos por eso es que no lo hacÃanos, pero es que todas las cosas se acomodan ellos bien pa no... Pues uno es el que mete las cuatro patas a veces, (risas) uno porque no sabe y se enreda uno solo, ¿verdad?
MP: Pero, ¿ahà no habÃa alguien que les ayudara?, o sea cuando ustedes no sabÃan qué contestar o qué hacer o si estaban temerosos de algo, ¿no habÃa alguien que les dijera: “No, es esto y estoâ€?
RP: No, no, pos ahà nomás pedÃan los datos: “¿De dónde es usted?, ¿de qué parte?â€. Todo eso, es todo lo que pedÃan en RÃo Vista. Y ahà hacÃan el contrato, de tanto tiempo que iba a trabajar allá y todo.
MP: Pero sà les explicaban de lo que era el contrato, ¿no?
RP: SÃ, eso sÃ.
MP: La paga y todo eso.
RP: SÃ, pos el contrato era de, desde tres meses nada más, es lo que iba a durar. Ya después, si habÃa chanza, pos le renovaban otros tres meses, pero ahà con el mismo patrón.
MP: Ah, pues ya no tenÃan que volver acá a RÃo Vista.
RP: No, ya no, ahà mismo el patrón venÃa y le renovaba a uno otra vez el contrato pal RÃo Vista, pero ya, ya no renovado uno, lo echaban a uno pa acá, ya no lo dejaban allá. Ya lo echaban pa acá, sà y nomás que…
MP: Nomás si era bueno, ¿verdad?
RP: Y allá no hay, no es, no es mentira, allá no quieren la mentira. Porque yo también entré dos veces de mojao.
MP: Ah, ¿s�
RP: De mojao, sÃ. Una vez ahà por el Valle de Juárez y otra acá por Caseta, por ahà entré.
MP: ¿Cómo le hizo para pasar de mojado?
RP: Pues como nos fuimos, pasamos el rÃo, pos entre algunos ahÃ, ¿verdad? Nomás que cuando la última vez que Ãbanos a Van Horn, Texas, nos agarraron. Y es que cuando iba La Migra, Ãbanos nosotros pasando ahà por unos algodones, chiquitos asà los algodones, de esos de pule que cortan con todo y todo, asÃ, (risas) asÃ. Y nos tiramos ahà de panza pa que no nos viera La Migra. No, hasta cree. DecÃa yo: “¿Pa qué se esconden?, si ya nos vieronâ€. Al rato se los llevaron ahà toditos los lados, luego luego. Nombre, nos echaron ahà por Juárez oiga, nos tuvieron dos dÃas en el corralón nomás y luego ya nos echaron pa Juárez de castigo pero no la hicimos esa vez.
MP: Y ahà cuando los echaron ahÃ, ¿qué les dijeron?, ¿qué les hicieron?
RP: No, pos no le dicen a uno nada, nomás que lo agarran a uno y lo castigan nomás, que no se ande metiendo ansina, eso es lo que le dicen los emigrantes nomás.
MP: Pero, ¿no los tratan mal? Porque ya ve que muchos son muy prepotentes.
RP: Pos ahora, ahora es cuando están tratando mal a la gente. Pero también hay otra cosa, que, que hay mexicanos, de esos que vamos pa allá, malos también.
MP: ¿Cómo malos?
RP: SÃ, pos se le, se les oponen a los emigrantes. Y por eso suceden cosas.
MP: Que les gusta el pleito.
RP: SÃ, les gusta el pleito y les llama la atención aquellos, los quieren y no se quieren dejar y les tupen con balas y traen con qué también ellos. Y por eso han hecho también eso, esas cosas los emigrantes de allá. Porque ahora ya está muy degenerado todo, sÃ, muy echado a perder, con todas esas cuestiones, esa cochinada de hierba y todo, que venden y todo, se intoxican. Y tienen valor pa todo.
MP: Y es que se está perdiendo mucho el respeto, ¿no?
RP: SÃ, sÃ, ya es mucho. Pero fÃjese que eso viene de las autoridades, porque las autoridades no hacen nada. Las autoridades le dan garantÃas al mañoso porque, porque les da dinero. Y vienen los hijos, los padres y pagan dinero y salen luego luego, no los castigan nada, pos por eso están asà como están. Nomás castigaran, verÃan a ver si la hacÃan. Dicen que no, sÃ, ¿cómo que no?, sÃ. No, ahora está muy mal. Ahorita y, ya nomás se destantea tantito uno y lo asaltan, luego luego van y le quitan lo que trae, sÃ.
MP: Aparte, ¿verdad?
RP: Sà aparte, aparte, aparte de la feria que le dan, todavÃa le dan su merecido, lo matan, o lo dejan golpeao, asÃ, no, ta carajo. Pos precisamente un hijo de MartÃn, mi hermano, que estaba en el otro lado, lo golpearon mucho y lo tienen detenido. SÃ, pos por eso está MartÃn en Juárez, allá. Lo tienen detenido en El Paso a él.
MP: Y, ¿andaba él de mojado?, o, ¿por qué lo detuvieron?
RP: SÃ, él andaba allá, pos creo que ya. SÃ, no, ya, ya andaba arreglando los papeles pa residente de allá y luego ya tenÃa tiempo él allá.
MP: ¿En serio? Y ahora con esto pos ya adiós a la residencia, ¿no?
RP: Pero ahÃ, ahà en Juárez, en la pasada lo golpearon y todo y no le dejaron ni el mueble que traiba, esa troca. Nomás que a los tres dÃas se lo llevaron al corralón, se tenÃa que sacarlo por $400 dólares el mueble que traiba. Pero, toda[vÃa] lo tienen detenido a él. Como no sabe defenderse él y todo y ya se quejaba y de él se aprovechan.
MP: SÃ.
RP: Si nomás ellos.
MP: Se aprovechaban porque como uno no sabe muy bien.
RP: Le echan la culpa a él, sÃ, de todo y los culpables fueron ellos porque lo dejaron inconsciente, bien golpeado y todo. No, si ya ta muy carajo, no crea que no, ya está muy…
MP: SÃ, ya.
RP: Ya necesita andar uno con mucho cuidado.
MP: Bastante cuidado.
RP: Por onde quiera, sÃ.
MP: Oiga platÃqueme, volviendo a lo de los braceros, los lugares a donde fue otra vez, dÃgame los lugares a donde fue.
RP: Ah pues mire, yo estuve dos veces en Las Cruces, Nuevo México. Una vez ahà por la 17, por la 17 en Pecos y otra vez por la 80 [US 80], por la 80 en Pecos, por la carretera 80, esas dos partes estuve allá. Y luego estuve una vez en Big Spring, Texas.
MP: ¿En dónde?, disculpe.
RP: En Big Spring, Texas.
MP: Ah, okay.
RP: Una vez. Y luego, dos veces en Las Cruces, Nuevo México. Y una en Mesilla, en Mesilla Park, nomás.
MP: O sea que en total, ¿cuántos años anduvo de bracero?
RP: No, pues como unos nueve o diez años estuve yendo.
MP: Pues anduvo mucho tiempo.
RP: Sà anduve mucho tiempo, nomás que, no crea que duraba mucho, pos nomás el contrato y lo echaban a uno. Un contrato de tres meses y lo echaban a uno pa acá.
MP: Pero de todas maneras sà siguió.
RP: SÃ, por año, por año, cada año iba, sÃ. Sà me alivianaba, nos alivianábanos pues, todos los que Ãbanos. Con poquito, pero sà ya traÃa uno los $200, $300 dólares. Y ya aquà le rendÃan más, sÃ.
MP: Claro.
RP: Que lo que ganaba uno aquà nada. Ya de perdida venÃa uno y se vestÃa, sÃ, no. Y aquà no, no, no gana uno pa eso, aquà no, no gana uno ni pa comer.
MP: No le rinde, ¿verdad?
RP: Pa mal comer nomás y pa comprar ropa ta difÃcil, pa comprar calzado igual, ¡todo tan caro! Y allá como quiera que sea, sÃ. Porque fÃjese ahorita, póngale que esté caro allá pero ya ahorita muchos trabajadores están ganando los $40, $50 dólares diarios y pueden comprar un calzado, cuando menos cada ocho dÃas.
MP: SÃ.
RP: Nosotros, ¿cuándo lo compramos aqu�
MP: SÃ, ganan mucho.
RP: No, con lo que ganamos, no, no alcanzamos, ta muy caro.
MP: SÃ. Oiga y, ¿cuál fue el primer lugar al que fue como bracero?, ¿Las Cruces?
RP: El, el primero fue en Las Cruces, Nuevo México.
MP: PlatÃqueme, ¿cómo fue ahà en Las Cruces?
RP: No, pos en la pisca de algodón, a piscar algodones, algodones, nomás puros algodones todas las veces que entré, sÃ.
MP: Y ahà cuando llegó usted ahà al rancho, ¿sà era como usted se lo imaginaba que iba a ser?, o sea, ¿le gustó?, o, ¿dijo: “Ay no, mejor me voy� ¿Se decepcionó?, o, ¿cómo fue?
RP: No, nada decepcionado, pos a eso Ãbanos, a trabajar. Ahà nos daban un, un cuarto a cada, un catre a cada uno, trastes y todo ahà en el rancho y estufas y todos los servicios ahÃ. Y ahà mismo cocinaba uno mismo. HacÃanos las tortillas nosotros ahà de harina.
MP: Ah, ¿s�, qué rico.
RP: HacÃanos las botanas y todo ahÃ. Y no, ellos nomás nos pagaban cada ocho dÃas, lo que ganara nomás.
MP: ¿Cuánto les pagaban?
RP: Pos nos pagaban a $2, a $2.05 las cien libras. A dos pesos, cinco las cien libras, en ese entonces. Pero también taba más barato todo, no crea que estaba como ahorita. Porque ahà con $6, $7 pesos tenÃa pa toda la semana de mandao. Y con eso acabalábamos.
MP: Y, ¿cómo le hacÃan para comprar el mandado?, ¿tenÃan que ir al pueblo?, ¿los llevaban al pueblo?
RP: No, el mismo patrón nos pres[taba], nos ponÃa un tráiler, o un mueble pa ir al mandao, asà cada ocho dÃas. Uno de los encargados del patrón nos llevaba al pueblo, al mandado y nos llevaba y nos traiba, también. Nos traiba al mandado y nos llevaba hasta, a domicilio del rancho del patrón, asà es. Asà con todos, todos los patrones asà lo hacÃan, de allá. Y en la mañana llegaban por uno al trabajo. Bueno, por pisca, vámonos. SalÃanos los costales, los echábanos y ahà vamos. En la tarde venÃan y nos traiban ahà también, hasta el rancho.
MP: Y, ¿usted siempre fue piscador?, ¿nunca lo pusieron de regador o algo?
RP: Puro pisca. No, puro piscar el algodón, puro piscador de algodón. No me tocó otra, otro trabajo más que puro de eso de la pisca. Ah, estuve también ahà en Ysleta, en Ysleta, ahà en El Paso también.
MP: Y ahà también en el algodón.
RP: SÃ, ahà también, ahà también, sÃ. Nomás que me pagaban muy barato, muy barato, sÃ.
MP: Cuénteme de Pecos, era muy feo, ¿verdad? ¿Nadie querÃa ir a Pecos?
RP: No era muy feo Pecos, lo que decÃan era que estaba muy malo porque agarraban mucha gente. Por eso decÃan que estaba malo Pecos. Pero pa mà no fue malo nunca, porque se me hace que estaban mejor los algodones que hasta acá en otra parte.
MP: Ah, ¿s�, ¿estaban más grandes?
RP: SÃ, nomás que, buenos, buenos. Y decÃan que no servÃan. No, sà servÃan. Y yo las dos veces que yo, yo no me quejo de Pecos, las dos veces que fui, me fue igual que acá, en Las Cruces y todo, ta bien. Nomás que lo que pasa es que mucha gente no aguanta y luego como llevan, agarran mucha gente, que termina ahà luego luego y ya se vienen pa México. Entonces ahà si no le escogen otra parte, no quieren, ya mejor se vienen. Y por eso les va mal, pero durando todo el dÃa, los tres meses tiene uno permiso pa durarlos.
MP: SÃ.
RP: Si el patrón no lo acabala, lo despachan con otros que acabale los tres meses, asà lo hacÃan. Nomás, pero no, yo no me quejo de Pecos. Lamesa, Texas sÃ, en Lamesa, Texas sà estaba malón.
MP: ¿Por qué?, oiga.
RP: Porque pagaban más, más mal ahÃ.
MP: ¿S�, pero pos…
RP: Y luego los algodones estaban más malos, en Lamesa, Texas en ese entonces.
MP: ¿Por qué? O sea, casi todos me dicen que lo peor era Pecos porque habÃa mucha gente, mucha carrilla, casi no les pagaban y que habÃa muchas vÃboras y que…
RP: SerÃa…
MP: Está muy caluroso.
RP: SerÃa de raya, ya los que andaban de raya, por el dÃa, nosotros no anduvimos de raya, por el dÃa no, nosotros andábanos por kilos, las libras que alcanzábanos a hacer, ésas nos pagaban. Y a la hora que quisiéranos pararle, le parábamos. Hasta que nos cansábanos nomás y ya.
MP: O sea que no tenÃan ustedes que piscar determinadas libras.
RP: No.
MP: Era ahà como ustedes podÃan.
RP: No, no, como lo que alcanzara cada quien y asÃ. SÃ, pos es que…Y luego hay unos muy flojos. Y al último, ahà en Las Cruces, pos muchos no cumplÃan, y se venÃan antes del contrato. ¡Taba regüeno! Y pos comÃa uno bien y todo, ¿pos qué querÃa? Nomás que, porque no sabÃan hablar inglés, oÃan hablar nomás, pos no le contesta uno porque no se puede.
MP: Y, ¿cómo se comunicaban con el ranchero?, ¿ustedes cómo le hacÃan?
RP: No, pos es que hablaba uno, lo despachaban a uno al que entendieran el español.
MP: ¿El mayordomo?
RP: SÃ, cuando nos llevaba, el patrón no le entendÃamos nada, ni madre porque nos hablaba en inglés… (risas) No, no le entendÃamos nada pero el otro sà y también hablaba molacho pero siempre se le entendÃa, nomás el español.
MP: Y, ¿nunca tuvo problemas asà con los rancheros o con los mismos compañeros?
RP: No, no, no fui… Yo nunca tuve problemas con ningún ranchero, trabajé a gusto con todos los que estuve ahÃ. No le digo que hasta mica me daba cuando se terminaba y a otros no les daba nada porque no cumplÃan. HabÃa veces, yo una pura vez renové contrato en Las Cruces, duré seis meses porque todos se vinieron, dejaron todo el algodón ahà tirado y me dijeron a mà y otro señor de acá de Rosales que si querÃanos tra[bajar], ¡no!. “Arregle con el patrón y nos vamos con ustedâ€. Acabarle el algodón que le dejaron los braceros ahÃ. Pa andarnos de raya ahà con él, trabajando y ya no por kilo, a juntar hasta la bolita, todo juntábanos ahà del algodón ese. Nos pagaba $8 dólares, $8 dólares y botana y nos daba ahà cuartos onde quedarnos, toallas, jabones y todo pa bañarnos, ¡todo ahÃ!
MP: Qué bueno.
RP: Y ahà estuvimos con él, ahà duramos los otros tres meses. Anduvimos piscando un maÃz amarillo, la mejor creo grande también, acá en la labor.
MP: Ah, ¿s�
RP: Este, le acabamos todo en un mogotes que tenÃa ahà de…
MP: Oiga y ustedes ahà entre los rancheros, ¿no se dio el caso de que los rancheros se prestaban a los braceros?
RP: No.
MP: ¿Nunca le tocó? De que un ranchero necesitaba gente y: “No, pos llévate tantos por tantos y tantosâ€.
RP: Me di cuenta pero aquÃ, que… pos allá en que sà en que parte, ¿no? Por allá, hallaron un panteón de muchos braceros. Se los llevaban a trabajar y los desparecÃan.
MP: Ah, ¿s�
RP: Los mataban, sÃ.
MP: Ah, ¿s�
RP: SÃ.
MP: Y, ¿eso?
RP: De un panteón por allá en quién sabe onde, quién sabe en qué parte. ¡Qué aprovechados! Llegaban a trabajar y pa no pagarles, los mataban.
MP: Mire, qué aprovechados. Y por ejemplo en esas circunstancias, se supone que el cónsul estaba para ayudarles, ¿verdad?
RP: SÃ, sÃ.
MP: Y, ¿le decÃan a él lo que pasaba?, estos detalles…
RP: Pos nosotros allá no le decÃanos nada a nadie de ellos, porque no sabÃanos nada. AquÃ, aquà fue cuando supimos ya ahora últimamente de otros braceros que, que estaban fallando que se iban pa allá y no volvÃan y… que habÃa hallado un panteón allá de puros…
MP: De puros braceros.
RP: De puros muertos, mojados, sÃ.
MP: ¿En dónde más o menos?
RP: No, pos por una parte, no sé, no sé en donde. No me acuerdo cómo estaban diciendo. SÃ, si siempre hay patrones malos, pero gracias a Dios que a nosotros no nos tocó ni un malo, muy bien.
MP: Qué bueno.
RP: Todos los que estuvimos ahÃ. No tuvimos ningún…
MP: Y usted me dice que también anduvo de mojado, ¿verdad?
RP: ¿Mande?
MP: Estuvo de mojado usted también por allá.
RP: SÃ, pero de mojado casi no hago cuenta. En Pecos, porque me echaron, entremos nomás y…
MP: ¿Cuál es la diferencia?, ¿qué beneficios o qué?, ¿qué ventajas hay entre un bracero y un mojado?, oiga.
RP: No, no, pues es que…
MP: De su experiencia, ¿no? ¿Qué me cuenta?
RP: Va uno, por ver se le hace a uno entrar a trabajar y el que no tiene contrato ni nada. Y entrábanos ahà por Caseta, de mojados y nos agarraron llegando a Van Horn, no trabajamos y nos echaron pa acá pa México, asà fue todo. Por eso no tengo más comprobablidades de nada más que, asà pues, y eso ni en cuenta lo tomamos porque no trabajamos.
MP: Pues sÃ.
RP: SÃ, asà es.
MP: Y dÃgame, ¿qué hacÃan en su tiempo libre?
RP: ¿Cómo?
MP: En el tiempo libre, en el tiempo libre que tenÃan.
RP: No, nada, descansábanos ahÃ.
MP: Nomás descansaban.
RP: ¡SÃ!, es que…
MP: No tenÃan tampoco algún dÃa de descanso, ¿o algo?
RP: No, no, nomás asà cuando llovÃa mucho o algo, que no podÃa uno trabajar se quedaba ahà en el rancho, sÃ. Pero nomás era ahÃ. Es raro el que se quede deoquis, ahà nadie se… no falta el que no quiera trabajar.
MP: Ah, ¿s�
RP: SÃ, pero trabajo todo el tiempo tienen los gringos, todo el tiempo. Nomás que los de ahà no trabajan y si no trabaja, si no trabaja uno, de aquà vino a trabajar allá, no va a hacerle el loco, va a trabajar uno.
MP: Claro.
RP: Por eso tiene uno coraje, porque va uno a trabajar bastante y luego que le salen que no le pagan. (risas)
MP: ¿Verdad?
RP: Ése es el borlote.
MP: Claro. Usted, ¿a su familia sà le veÃa más o menos seguido?, a sus papás.
RP: No, ¿ónde lo, lo veÃa aquà los familiares?
MP: SÃ, usted cuando andaba por allá de bracero, ¿venÃa seguido?, o, ¿tenÃa contacto?
RP: No, no podÃa venir uno hasta los tres meses. De allá escribÃanos cartas, mandábanos cartas certificadas con dinero pa acá.
MP: Ah, qué bueno.
RP: Los $100, $250 dólares de…
MP: Y, ¿nunca tuvo problemas de que se le extravió el dinero?
RP: No, nunca, nunca. Asà con el certificado llegaban aquÃ, sà señor, nomás.
MP: Porque ya ve que hubo muchos casos también…
RP: SÃ, también muchos no le llegaba el dinero solamente también que no ponen a veces las direcciones malas, a veces, van chuecas y luego... Porque yo también era de allá, de Colonia Búfalo, Chihuahua. Y un dÃa, un muchacho que estaba conmigo allá, no, él arregló una carta. SÃ, con la manita asà (risas) y: “¿Qué pasó?â€. “Noâ€, dije, “¿pos por qué pues no pasó?â€. “Es que es Colonia Búfalo, Chihuahuaâ€, dijo, “y le puso Colonia Búfalo, Chirucaâ€.
MP: Nunca le iban a llegar.
RP: Y por eso no le llegó, le dije: “Es que está mal la direcciónâ€. Colonia Búfalo, Chihuahua, ¿verdad? Colonia Búfalo, Chiruza. “Por estar jugando ahÃâ€, le dije. Bueno, asà le puso, ¿pos cuándo le llegaba?
MP: Pos nunca, ¿verdad?
RP: No, ansina no. SÃ…
MP: Cuénteme también acerca de, no sé del…Ustedes nunca tuvieron algún problema de que no habÃa, por ejemplo carne, ¿o algo? Porque ya ve que durante la guerra hubo mucha…
RP: No, nosotros bueno, todo el tiempo, temporal que duramos ahà a las tiendas onde nos llevaban al mandado, hallábanos todo, carne, ¡todo! Todo el tiempo, todo lo que querÃamos comer hallábamos ahà en la tienda.
MP: ¿Nunca tuvieron problemas para encontrar algo, o zapatos o algo?
RP: No, no nada. El que tuviera problemas era los mojados que llegaban de mojados, que le daban chanza ahà los patrones. Ellos mismos les tráiban el mandado, los mismos patrones a los mojados. No, pero no tuvimos problemas de que no hubiera mandado. No, por mandado no quedaba, todo lo que quisiéranos habÃa ahà en la tienda. Y cuando recién que llegaba uno ahà sin centavos lo llevan a uno a la tienda que juro pa bastante el carro, todo lo que quiera llevar y después se lo van rebajando a uno en el trabajo.
MP: O sea que sà les… ¿Cómo le dicen?, les prestaban.
RP: SÃ, no, de primero, de primero cuando llega uno, llega uno sin dinero. Lo llevan a la tienda y ahà lo recomiendan a uno en la tienda y cuando no hay trabajo, que no tiene trabajo también le dan el mandado sin trabajo, ahà el patrón responde. Y luego el mismo patrón le consigue jale pa otros lados pa que pague. Asà sÃ, asà es.
MP: Y ahà usted, ¿todavÃa sigue en contacto con los amigos que tuvo allá?
RP: No, ya no, no ya. (risas)
MP: Más que su hermano.
RP: Ya tengo algunos años que no vamos de… No, ya no se acuerda uno del, ni de los patrones, el nombre, ni nada.
MP: Oiga y, ¿usted no hizo algún intento por arreglar papeles para quedarse allá?
RP: Pues no porque no hubo chanza, no hubo oportunidad, ¿no le digo? A lo más, dos veces, una vez nomás me renovaron, duré seis meses. Todos los que tienen chanza, les duran años allá. No, sÃ, como este muchacho, el hijo de MartÃn mi hermano, ése sà ya tiene años allá y andaba arreglando ya la…
MP: ¿La residencia?
RP: SÃ, ya arreglando todo allá, sÃ. Y ahora le pasó ese percance y quién sabe cómo le vaya porque los demás aprovechados, como no se sabe defender, le están echando toda la culpa a él allá onde está.
MP: ¿S�
RP: SÃ.
MP: Bueno, pos no sé si tiene acá otra anécdota qué agregar a la entrevista.
RP: ¿Cómo?
MP: Alguna otra cosa que tenga que platicarme.
RP: No, pos yo creo pos ya es todo. ¿Pos ya qué?, ¿ya qué más le puedo platicar? Asà es como le hacÃanos nosotros allá nomás, asÃ.
MP: Pero para usted fue un programa bien, ¿verdad?
RP: ¿Mande?
MP: ¿Usted supo aprovechar el programa?
RP: SÃ, sÃ.
MP: ¿Trabajó bien?
RP: SÃ, sÃ, yo no dejé el trabajo a medias, ¡nunca! Yo todo el tiempo muy cumplido en los contratos. Y muchos los dejaban a la mitad y otros, nomás quince dÃas y se venÃan, no aguantaban. Y yo sà duraba hasta que se completaba. Gente que estuvo aquà con usted, me conoce muy bien, Mauro…
MP: ¿S�
RP: SÃ, sÃ, que andábanos allá y todo de cuando la guerra. Uh, andábanos jalando allá. Y dicen que sà mandaron el dinero, pero se lo robaron los polÃticos, se lo robaron.
MP: SÃ, se están echando la culpa unos a otros, ¿verdad?
RP: SÃ, los Gobiernos, sÃ.
RP: SÃ.
MP: Ãndele pues, pues le agradezco mucho el tiempo de la entrevista.
RP: Ãndele pos, gracias, sÃ.
Fin de la entrevista
Original Format
Digital, WAV, MP3
Duration
33:10
Bit Rate/Frequency
24K
96 bit
96 bit
File Name Identifier
Ponce_Covarrubias_CHIH026
Citation
Parra-Mantilla, Myrna and Ponce Covarrubias, Roberto, “Roberto Ponce Covarrubias,” Bracero History Archive, accessed October 26, 2025, https://braceroarchive.org/items/show/30.