Perfecto Márquez

Title

Perfecto Márquez

Description

Biographical Synopsis of Interviewee: Perfecto Márquez was born in Villa Aldama, Chihuahua, México, in 1936; in 1957, he traveled to Chihuahua, Chihuahua, to begin the hiring process; he worked in the cotton fields of New Mexico and Texas.


Summary of Interview: When Mr. Márquez was hired as a bracero in 1957, he was married and had two children; as part of the hiring process, he and a group of other braceros were physically examined while in Chihuahua, Chihuahua, México; upon being hired, they were then transported from there to Ciudad Juárez, Chihuahua, and were not allowed to bring any personal belongings with them; they were physically examined again in El Paso, Texas and in Rio Vista, a processing center in Socorro, Texas; while in Rio Vista, the Mexican Counsel spoke with the braceros about what was expected of them, and the directions they were to follow if any problems arose; while working in New Mexico, Mr. Márquez never encountered any problems because the rancher he worked for was a very good and kind man; he was paid $1.55 per pound of cotton that he picked; there were twenty-seven braceros living in the same barracks; during their free time, they liked to go to the movies; he recalls that in Texas, there were roughly about 700 braceros that encountered several problems.

Creator

Parra-Mantilla, Myrna
Márquez, Perfecto

Date

2003-03-30

Subject

Bracero

Rights

Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso

Language

spa

title (Spanish)

Perfecto Márquez

creator (Spanish)

Márquez, Perfecto

Rights Holder

Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso

Online Submission

No

Original Format

Digital, WAV, MP3

Duration

31:08

Bit Rate/Frequency

24 K
96 bit

Transcription

Nombre del entrevistado: Manuel Márquez Flores
Fecha de la entrevista: 30 de marzo de 2002
Nombre del entrevistador: Myrna Parra Mantilla

El día de hoy es 30 de marzo de 2003 en Villa Aldama, Chihuahua. Entrevistando al señor Manuel Márquez Flores, para el Departamento de Historia Oral de la Universidad de Texas en El Paso, Myrna Parra Mantilla.

MP: Buenas tardes señor Márquez.

MM: Buenas tardes

MP: Para empezar la entrevista quisiera que me dijera, ¿dónde y cuándo nació?

MM: Nací en Julimes, en 1920.

MP: Quisiera que me platicara un poco de su infancia, de sus papás, ¿a qué se dedicaban, sus hermanos?

MM: No, pues mi papá trabajaba todo el tiempo en agricultura, pobremente, muy pobremente.

MP: Y, ¿su mamá?

MM: Pues igualmente. Ya sabe que, de que tiene que hacerle frente al esposo. Lo que el esposo haga, pues tiene que aguantar, hambres, fríos, no tienen remedio, porque así es la vida. Así fue la vida de antes, muy triste, muy pesada.

MP: ¿Cuántos hermanos tuvo?

MM: Fuimos siete, siete hermanos, de siete ya nomás dos quedamos.

MP: Ándele. Usted cuando estaba niño, ¿qué hacía?, ¿iba a la escuela, trabajaba, jugaba, qué hacía?

MM: Pues no, pues sabe que mi papá todo el tiempo nos tuvo en un rancho. Que una hacienda y no había escuela ahí, puro, puro trabajar él. Y nosotros, pos de niños, ¿pos qué? De niños, pues puro jugar, es lo que hacíanos. Hasta que ya nos hicimos hombres, entonces ya empezamos a ayudarles a ellos, a hacer la vida.

MP: ¿A qué jugaban?

MM: Uh, pos jugábamos a las escondidas, a las escondidas, a la pelota. (risas)

MP: Y así se pasó su niñez.

MM: ¿Mande?

MP: Así pasó la niñez.

MM: Así pasé la niñez, sí señorita, en un rancho.

MP: Qué bueno. Y ya a la edad, ¿a qué edad empezó a trabajar?

MM: A la edad de diecisiete años, ya de quince años empecé a trabajar ya.

MP: Ahí, ¿ayudándole a su papá?, o, ¿cómo?

MM: Ayudarle a mi jefe, ayudarle a mi jefe en la labor.

MP: Y en cuanto al Programa Bracero, ¿cómo se dio cuenta del Programa Bracero?

MM: No, porque, pos ya ve que hay programas para eso pal, de bracero, que está saliendo la gente de bracero. Entonces ya aquí el presidente, fuimos con el presidente y ya nos dio una carta que arreglaba. Entonces nos fuimos a Chihuahua, y ahí duramos como unos dos días para salir. Ahí salimos, nos echaron en el tren y fuimos a dar a Juárez en la madrugada. Y luego otro día, ya nos arrimamos allá a El Paso, nos arrimaron allá a El Paso y pos, bañarnos de polvo, nos bañaron de polvo. Y luego de ahí nos embarcaron pa, pal Río Vista. Ahí en el Río Vista, ahí llegamos y ya nos dieron de que comer y luego estuvimos dos días ahí, hasta que jueron los patrones a contratarnos y ya nos contratamos. No, pos a mí me tocó aquí en Las Cruces, Nuevo México. Ahí nos tocó el primer año que jue el [19]59. Que por cierto que aquí traigo una, mire, esta es la cartilla que traigo, mire.

MP: Ah, ¿esta es su identificación?

MM: Sí.

MP: ¿Su mica?

MM: Mi mica, sí.

MP: Muy bien. Y entonces ya con esta mica, ¿se las daban ahí en Río Vista, les daban esta mica?, o, ¿dónde les daban esta mica?

MM: Pos ésta mica nos la daban aquí en El Paso ya cuando nos vinieron a entregar. Ya cuando el patrón nos entregó, entonces nos dieron esa mica ahí con los, ¿sí sabe dónde?

MP: Entonces, a ver, otra vez en el proceso. Entonces primero, ya que tenían la carta del municipio, del presidente municipal, ¿se fueron a Chihuahua?

MM: Sí, nos juimos Chihuahua, sí.

MP: Y luego ahí, ¿qué tuvieron que hacer?, o, ¿los examinaron?

MM: Pos primero son los papeles, primero son los papeles y entonces ya llevábanos los contratos ya, listos ya. Ya llevábamos los contratos listos.

MP: ¿Qué edad tenía usted?

MM: Tenía veintisiete años.

MP: ¿Veintisiete años?

MM: Sí.

MP: Okay.

MM: A esta edad, fíjese. (risas)

MP: Sí. (risas) Y ahí en Chihuahua, fue en El Trocadero, ¿verdad?

MM: Sí.

MP: Ahí, ¿cómo era El Trocadero? ¿Era una oficina, o era así nada más el campo?

MM: No, era, era oficina.

MP: Y dice que se tardó dos días.

MM: Sí.

MP: ¿Por qué?

MM: Porque era mucha gente, mucha gente había. Había, pobrecita gente que no tenían qué comer y comía, salían a los tambos de la basura a sacar pedazos de plátano.

MP: Ah, ¿sí?

MM: Toda la gente del sur. Todavía nosotros no porque estábanos aquí cerca. No crea, sufrimos munchos.

MP: Y toda esa gente, ¿en dónde dormía?, ¿se quedaba a dormir ahí en la tierra?

MM: Pos mucha gente se quedaba a dormir allí. Nosotros ya salimos de aquí, ya nos echó el presidente de aquí, ya cuando le dijeron que se llevara a la gente. Todavía duramos, todavía esa noche ahí, hasta otro día como a las tres de la tarde salimos pa Juárez.

MP: Y ahí en El Trocadero, ¿había gente por parte del Gobierno Americano?

MM: Sí, sí había.

MP: Y, ¿eran oficiales de la aduana?

MM: Sí, pos eran oficiales de la aduana, sí.

MP: ¿Sí?

MM: Sí, había, había de los dos. Había de los dos.

MP: Y ellos, ¿qué le preguntaban?
MM: Pos no, a nosotros no nos preguntaban nada. Allá los jefes son los que, nosotros nos, nomás firmábamos los papeles y listo pa la hora que nos dijeran: “A tales horas van a salir”. Sin lonche y sin nada.

MP: Y luego, ¿cuánto hacían desde Chihuahua a Juárez?

MM: ¿Mande?

MP: ¿Cuánto hacían de Chihuahua a Juárez?

MM: Pos salimos como a las, como a las tres de la tarde y llegamos como en aquello de la madrugada a Juárez.

MP: ¡Mucho tiempo!

MM: ¡Mucho tiempo!

MP: Y sin lonche ni nada.

MM: Sin nada.

MP: Y luego, ya cuando llegaban a Juárez, ¿ahí los llevaban a un lugar para que durmieran?

MM: Nada. Ahí nos estuvimos parados, sentados, en un lugar ahí cerca de, de ahí de El Paso. Hasta que aclaró, amaneció, tonces ya nos arrimaron y nos… En fila y entonces ya salieron unas gentes y nos echaron polvo a cada uno, pos nos bañaron de polvo. Entonces, ya allí, terminaron, y entonces ya nos embarcaron pal Río Vista.

MP: Y, ahí donde los empolvaban, ¿los pasaban a un cuarto?
MM: No, no, así, así, como llegaban, así.

MP: ¿Así en la mera calle?

MM: Así nomás.

MP: Y, ¿ahí tenían que presentar ustedes alguna identificación?

MM: Sí, ahí.

MP: ¿O qué presentaban para cruzar?

MM: Ahí.

MP: Y de ahí del puente en El Paso para Río Vista, ¿en qué se los llevaban?

MM: En un camión, en camión nos llevaron.

MP: ¿Así todos empolvados como dijo?

MM: Todos empolvados. (risas) Hasta que no llegamos al Río Vista que ya nos bañamos, entonces sí.

MP: ¿Se podían bañar en Río Vista?, ¿tenían regaderas?

MM: ¿Mande?

MP: ¿En Río Vista tenían regaderas, tenía baños?

MM: Sí, tenían regaderas. Sí, tenían regaderas, tienen sus baños ahí.
MP: Platíqueme de Río Vista, cuando llegaban, ¿qué era todo lo que hacían hasta que se iban con el ranchero?

MM: Uh, pos…

MP: Platíqueme todo eso.

MM: Era un montón de gente la que había.

MP: ¿Mucha otra vez?

MM: Mucha, cada, cada hora llegaban camiones de distintas partes. Era un corralón grande y se llenaba, se llenaba de gente. Ya al otro día empezaban a nombrar, a salir camiones pa tales partes. Unos pa otras partes, otros pa otro y otros pa otro, así de que puro sufrir.

MP: Y ahí cuando llegó a Río Vista, ¿a dónde fue primero, a chequeos médicos, con las secretarias para que llenaran formas?, o, ¿qué fue lo primero que hizo?

MM: No, pues ahí nos tenían nombrando. Y ahí ya nos dieron los, los estas pa los patrones. Ya luego ya de ahí salíamos, ya a donde íbanos con los patrones, a trabajar con los patrones.

MP: Pero ahí los volvían a checar, ¿no?, del cuerpo.

MM: Sí, nos checaron, nos pusieron los rayos X en la espalda, corazón, todo. Claro que sí.

MP: Si alguien estaba mal, ¿qué pasaba con la persona que estaba medio…?

MM: Pos no, decían que no lo dejaban pasar. Como unas tres, bueno, en esa parte que yo estuve, esa vez salieron como unas tres personas malas de los pulmones. Pos ahí salieron los pobrecitos, ahí los ayudamos con los $10, los $20 cada uno, pa que se fueran pa su tierra otra vez.

MP: ¿Por qué?, ¿ya de regreso nadie les pagaba el pasaje?

MM: Naiden, naiden les pagaba el pasaje. Ellos solitos se tenían que salirse, buscar su vida.

MP: Platíqueme más ahí del Río Vista, ¿cuántos días pasó ahí?

MM: ¿Mande?

MP: En Río Vista, ¿cuántos días estuvo?

MM: No, pos nos tenían de como, como hoy llegamos como a las tres de la tarde, y otro día, hasta otro día no salimos.

MP: Y, ¿ahí les daban de comer en Río Vista?

MM: ¿Mande?

MP: En Río Vista, ¿podían comer ustedes?

MM: Sí, ahí nos dieron comida, sí.

MP: ¿Sí?

MM: Sí, ahí nos dieron cena y luego nos dieron almuerzo. Y luego al otro día nos dieron otra vez almuerzo y comida. Y ya en la tarde, ya nos echaron pa fuera a cada quien, a cada, a según el patrón que número de gente que sacaba cada patrón.
MP: Y ahí, ¿ahora sí tuvo un lugar donde dormir, ahí en Río Vista?

MM: Sí, este…

MP: ¿Bajo techo?

MM: En el suelo.

MP: ¿En el suelo?

MM: Sí.

MP: Y, ¿les daban cuando menos alguna cobija o algo?

MM: Pos una cobija nos daban, nomás. Porque ahí, ahí no había camas. Ahí no había nada, puros cuartos ahí solos. Las cobijas ahí había porque nosotros las llevábanos. Llevábanos una cobijita, así sencillita.

MP: ¿O sea que ustedes sí podían llevar ropa, cobijas, alguna navaja o algo?, ¿sí les permitían llevar cosas con ustedes?

MM: No, de eso nada. Nos esculcaban todo, no podíamos llevar nada.

MP: ¿No?, ¿nada?

MM: Nada.

MP: Ah, qué raro. (gallo cantando) Y entonces ahí ya llegaba el ranchero, ¿verdad?, por ustedes.

MM: Sí, llegaba el ranchero.

MP: Y si a ustedes no les gustaba el ranchero, ¿podían esperarse hasta el próximo o tenían que irse a fuerzas?

MM: No, ya diciendo el patrón: “Necesito tanta gente pa tal parte”. Entonces ya el patrón nos escogía. “Tantos, necesito tanta gente”. De ahí salimos como unos, como unos veinte salimos de ahí a Las Cruces, Nuevo México.

MP: ¿A Las Cruces? Y luego…

MM: Una parte que le nombran Alto Blanco, ¿Alto Blanco se llama? De aquel lado de El Paso.

MP: Sí.

MM: Más acá de, más acá de Las Cruces, en esa parte estuvimos trabajando. Y luego ya cuando nos entregaron, juimos a, nos llevaron hasta Las Cruces, Nuevo México. Ahí nos estuvimos en una placita ahí hasta que ya los patrones nos entregarían, no sé qué harían con nosotros. Entonces ya nos, de ahí nos dieron un vasito así con unos jugos y unas naranjas, unas manzanas a cada uno y de ahí nos subimos al camión hasta Juárez, otra vez.

MP: ¿Ya de regreso cuando habían terminado su contrato?

MM: Ya cuando, ya de regreso.

MP: Cuando llegó ahí a Río Vista y vio toda esa inmensidad de gente, ¿qué fue lo que pensó usted?

MM: No, pos ya sabíamos nosotros que teníamos que… Como ahí se juntaba la gente, teníanos que, ahí teníanos que… Ya sabíamos que ahí los patrones, tenían que decir: “Yo necesito tanta gente.”

MP: Ay perdón. A ver, yo se lo pongo. Ahí está ya listo.

MM: “Yo necesito tanta gente, pa tal parte”, y de ahí salían. Tenían unos camiones, (gallo cantando) unos camiones salían pa otras partes y otros pa otras y otros pa otras. Y el segundo año, la segunda vez que jui, esa me tocó también, esa vez ya me tocó en Pecos, que jue…

MP: ¿En qué año fue en Pecos?

MM: Jue el [19]62, el [19]62 salí otra vez pa Pecos. También llegamos allá y ya nos llevó el patrón al rancho. Como a unas treinta millas de Pecos para allá. Llegamos a una barraca grande, íbamos como unos cien hombres.

MP: ¿En una barraca?

MM: Sí.

MP: Y luego, ¿cómo le hacían para…? ¿Pues cómo se acomodaban cien hombres ahí?

MM: No, pues cada quien, había catres de tres pisos, uno de abajo, otro en medio y otro de arriba.

MP: Eran muchas personas en un solo lugar.

MM: Sí, éramos como unos cincuenta, sesenta hombres.

MP: Era época de calor, me imagino, ¿no?

MM: Eh, ¿mande?

MP: ¿Era época de calor?

MM: Sí.

MP: Y, ¿cómo soportaban todo el calor ahí con tanta gente?

MM: No, pos había muchas ventanas. Taba, había muchas ventanitas así como estas. Y la verdad taba muy grande, cabía mucha gente. Taban las, taban los comedores así, así por en medio así enseguida estábanos, dormíanos nosotros, un lado y otro.

MP: O sea que, ¿ahí mismo estaban las mesas donde ustedes comían?

MM: Sí, ahí mismo taban las estufas así, corrían las estufas así, y ahí mismo unos hacían comida pa otros lados y otros hacía para este otro lado.

MP: Y, ¿nunca tuvieron problema que agarraran la comida, que les quitaran la comida o algo?

MM: Pos no, pos fíjese que nosotros no nos quejábamos. ¿Pa qué vamos a decir? No nos quejamos. ¿Sabe de qué sí nos quejamos? Que allá la gente es muy cochina.

MP: Ah, ¿sí? ¿Cómo? A ver, platíqueme por qué.

MM: Cochina porque les apest[an], les olía mucho los pieses. Y por eso muchas veces no comíanos nosotros y como estábanos así uno detrás de otro. Y ésa gente muy cochina, muy sucia. Fue mucha gente del sur, gente muy cochina. Alhí había de todo, había gente de distintas partes.

MP: ¿Cuáles eran los más problemáticos?

MM: ¿De qué?

MP: Sí, los que, los braceros que eran así como que más peleoneros o más inconformes, ¿de dónde eran, del sur?

MM: Eran de Zacatecas y del sur. Eran muy, gente muy cochina para, pa todo.

MP: Ahí en Las Cruces, ¿estuvo trabajando en campos de algodón?

MM: Puro algodón. Una que otra vez nos sacaban así al tomate, una que otra vez.

MP: Platíqueme cómo era un día de trabajo allá en Las Cruces.

MM: ¿Mande?

MP: Platíqueme, ¿cómo era un día de trabajo en Las Cruces? (gallo cantando) Desde que se levantaba, ¿qué hacían?, hasta que se iban a dormir.

MM: Pos puro piscar.

MP: ¿Puro piscar?

MM: Puro piscar algodón.

MP: ¿Cuánto les pagaban?

MM: Nos pagaban a $1.55 la libra. Mucho dinero, ¿verdad? (risas) Las cien libras.

MP: ¿Tan poquito?

MM: Sí, señor.

MP: Era muy poquito dinero.

MM: Muy poquito dinero.

MP: ¿Cuánto sacaba más o menos a la semana?

MM: Pos sacábanos, ¿qué? Pos $200, $250, $300 era lo más que sacábamos. Y luego de ahí todavía nos quitaban pal seguro, fíjese.

MP: Y entonces, ¿cuánto les venían dando?

MM: Pos no, pos en ese entonces, pos ya casi ya no me acuerdo. Pos, estaba todo, todavía estaba el dólar muy bajo. Ya ve, estaba muy barato, estaba el dólar.

MP: Sí, estaba muy barato.

MM: Pos pa decirle al último, que ya cuando nosotros, ya cuando terminamos los contratos pos para mí, haga de cuenta que estaba aquí en México.

MP: ¿Por qué, oiga?

MM: Porque pos venimos iguales.

MP: ¿Sí?

MM: Sí.

MP: O sea que no, todo el dinero…

MM: No, nos remediamos nosotros nada de eso.

MP: ¿No?

MM: No, no nos remediamos, nada. Muy trabajados, sí, porque desde que salíamos de la casa desde las siete de la mañana, hasta casi oscurecer para a ver qué hacíamos, pos sacábamos lo mismo. Y cuando estuvimos aquí en Pecos, los primeros días nos anduvimos agarrando buenos algodones, ya como a las tres semanas ya nos metieron las máquinas, y lo que iba dejando las máquinas, íbamos nosotros levantando, ¿qué íbamos a…? Puras hebras, ¿se imagina?

MP: O sea que pesaba menos.

MM: Pesaba menos. Y luego este, y agarraba menos, pos lo que la máquinas dejaban, pues dejaban puro algodón así entre las matas, así todo desparpajado.

MP: O sea que era menos el peso, era más el trabajo.

MM: Era más el trabajo y menos, menos el peso, menos el peso. Y menos, menos algodón que nosotros sacábamos. Sacábamos muy poco algodón y el precio igual.

MP: Y entonces, platíqueme, ¿no tuvo usted ningún problema en cuanto al pago?, ¿siempre le pagaban lo que era justo?

MM: Sí, no, en cuanto al pago, sí. No, no tuvimos, ¿problemas pa qué vamos a decir? No tuvimos problemas.
MP: Y ese dinero que les quitaban, ¿ustedes sabían?, ¿el patrón les había dicho que les iba a quitar tanto? O ¿cómo se daban cuenta ustedes que les quitaban?

MM: Porque ahí entre unos con otros nos dábanos cuenta que el patrón nos quitaba creo que el diez o el veinte , me parece, nos quitaban.

MP: Y ustedes, ¿nunca supieron a dónde iba ese dinero?

MM: No, no, nosotros nunca supimos.

MP: ¿No?, ¿nunca?

MM: No, precisamente es lo que estamos peleando. (risas)

MP: Así es.

MM: ¿Qué se hizo ese dinero? (risas) Es lo que estamos nosotros peleando. Que nos pagaban muy poco y ese dinero, pos ellos se quedaron con él, cuestión del seguro.

MP: A propósito del seguro, cuando ustedes se enfermaban, ¿qué hacían?, ¿tomaban ustedes algo por su cuenta?, ¿los llevaban al hospital?

MM: Pos fíjese que nosotros, a lo menos que por mí, yo nomás una vez estuve, tuve malo del resfrío. Pero, pero un resfrío así pasajero, ahí con pastillas y con limones me la pasé, un día o dos, nomás. Pero el patrón no me las pagó, no me las pagó tampoco.

MP: ¿No?

MM: No. Esa vez, esa vez perdí dos días yo. El patrón no me los reconoció.
MP: Ah, bueno, pues estuvo enfermo, ¿verdad? Por eso no, ni fue a trabajar, ni nada. Y entonces, ¿cómo le hacían para pagar ustedes sus comidas, por ejemplo, o el mandado?

MM: Pos con lo poquito que nos daban, que ganábanos, comprábanos, nos hacíanos un grupo de cuatro o cinco pa comprar el mandadito pa la semana. Ya comprábanos mandadito pa la semana y ahí comíanos, y venía la otra semana y lo hacíamos igual y cada, cada quien. Entre unos cuatro o cinco era la cocina.

MP: Y entonces ahí entre ustedes se cocinaban.

MM: Sí, dos, tres personas.

MP: Y, ¿qué hacían en sus ratos libres? Por ejemplo, los fines de semana, el domingo que era libre, ¿a dónde iban?, ¿cómo se divertían?

MM: A ninguna, a ninguna parte.

MP: ¿No?

MM: Nomás así a andar así por, pos a andar, pos uno no conoce. Andábanos ahí por las calles, ahí. Cuando bajábanos al pueblo y cuando estábanos en el rancho ahí nos la pasábanos en el rancho. Porque los sábados, los sábados nos veníanos al mandado y otro día domingo, pos ahí nos la pasábanos en el rancho, todos deoquis, hasta otro día lunes que trabajábanos.

MP: Sí les permitían salir, ¿o no?

MM: ¿Mande?

MP: ¿Les permitían salir?
MM: Sí, sí nos permitían.

MP: O sea, el ranchero sí les daba chanza de que se fueran, por ahí.

MM: Sí, sí nos daban chance, sí nos daba chance el ranchero. Pero nomás en los sábados y en los domingos ya no, como estaba el rancho lejos. Nomás en los sábados nos ponía camión. Nos ponía un camión pa que nos llevara al mandado. (gallo cantando) Y ya otro día nos estábanos ahí en la casa, ahí en el, todos hechos bola. No, no trabajábanos.

MP: ¿Usted no se dio cuenta de algunos braceros, perdón, de algunos mojados que anduvieran por ahí trabajando haciéndose pasar por braceros?

MM: No, nosotros no nos dimos cuenta.

MP: ¿No?

MM: No.

MP: Y usted, ¿nunca fue mojado?

MM: No, yo nunca jui de mojado, nunca.

MP: Y, ¿no tuvo usted la oportunidad de arreglar residencia o papeles allá en Estados Unidos?

MM: Pos nunca le hice la lucha, pa qué le voy a decir, nunca le hice la lucha. Casi casi eso a mí nunca no me gustó por allá, no me gustó.

MP: ¿No le gustó?

MM: No.

MP: No era lo que usted esperaba.

MM: No, no era lo que yo esperaba.

MP: ¿Qué esperaba usted?

MM: Pos como, como platicaron otras gentes que, otras personas, que allá se hacía mucho dinero, que no. Decía el que tenía buenos sueldos, buenos trabajos, porque del jornalero no, no, no es cierto. El que trabaja en agricultura no es cierto que agarra dinero. No gana ni lo que, lo que el patrón le paga, es todo.

MP: A usted, ¿qué trabajo le hubiera gustado haber hecho allá?

MM: Pos no, pos como uno está impuesto a trabajos rústicos, así de que pos, pos así en la labor nomás, eso era lo único, de allá de animales. Porque si usted llegaba, como no sabe ni, yo no sé leer, ¿verdad? Pos era lo único que podía yo hacer, trabajar en la labor, regar, puros trabajos de esos rústicos.

MP: Oiga, ya para terminar esta entrevista, dígame, ¿para usted le funcionó este Programa Bracero? ¿Para usted fue bueno? Si, no, ¿por qué?

MM: ¿El programa ese ranchero?

MP: El bracero, sí, la braceriada, ¿fue buena desde su punto de vista?

MM: Pos para mí no fue bueno. No jue bueno, porque no, no hicimos nada.

MP: ¿No hizo nada?
MM: No. En los tres meses que estuvimos no hicimos nada. Lo poquito que nos quedaba pa comer, ya cuando comprábanos mandadito, lo mandábanos pa acá pa la familia.

MP: Y la familia, ¿sí lo aprovechaba?

MM: Pos sí, la familia sí lo aprovechaba lo poquito que les mandaba, los $50, $100 dólares, así. Les juntábamos allá a los quince días. Porque era muy poquito los que nos quedaba. No, qué bueno juera que juera como ahorita, el tiempo de ahorita, el de antes. No, ahorita un bracero, un mojado, un mojado gana mucho dinero allá. Y antes no, trabajábanos mucho y muy poco dinero.

MP: Así es. Ya para terminar, ¿alguna otra experiencia o algo que quiera comentar del programa?

MM: Pos no, pos, ¿qué le puedo comentar ya oiga? Pos, ¿en qué forma quiere usted?

MP: No sé, algo que ya usted haya sentido o algo, no sé.

MM: Pos no. Lo único que yo, yo pensaba que, como me fui de bracero, yo creía que me iba a remediar muncho y no me remedió nada. Eso sí, muy trabajao, como quien dice de sol a sol.

MP: Así es. Bueno, pues le agradezco la entrevista.

MM: Muchas gracias.

MP: El tiempo.

MM: Muchas gracias.

MP: Que le siga yendo muy bien.

MM: Muy bien.





Fin de la entrevista

Interviewer

Parra-Mantilla, Myrna

Interviewee

Márquez, Perfecto

Location

Ciudad Aldama, Chihuahua, México

File Name Identifier

Marquez_CHIH018

Citation

Parra-Mantilla, Myrna and Márquez, Perfecto, “Perfecto Márquez,” Bracero History Archive, accessed November 16, 2024, https://braceroarchive.org/items/show/26.