Raúl Enríquez González
Title
Raúl Enríquez González
Description
Biographical Synopsis of Interviewee: Raúl Enríquez González was born in Julimes, Chihuahua, México, in 1927; he worked in construction until he came to the United States under the bracero program; he had a wife and children at the time.
Summary of Interview: Mr. Enríquez recalls the privileges the people from Chihuahua, México, enjoyed during the hiring process; he raised cattle and worked in the cotton fields of the same ranch for six years; the ranchers he worked for spoke Spanish, and the rancher’s wife would bring him lunch while he was out working in the fields; although he also worked in Arizona and Texas, working in Colorado was the best experience he had as a bracero.
Summary of Interview: Mr. Enríquez recalls the privileges the people from Chihuahua, México, enjoyed during the hiring process; he raised cattle and worked in the cotton fields of the same ranch for six years; the ranchers he worked for spoke Spanish, and the rancher’s wife would bring him lunch while he was out working in the fields; although he also worked in Arizona and Texas, working in Colorado was the best experience he had as a bracero.
Creator
Parra-Mantilla, Myrna
Enríquez González, Raúl
Date
2003-06-13
Subject
Bracero
Rights
Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso
Language
spa
title (Spanish)
Raúl Enríquez González
creator (Spanish)
Enríquez González, Raúl
Rights Holder
Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso
Online Submission
No
Original Format
Digital, WAV, MP3
Duration
36:05
Bit Rate/Frequency
24K
96 bit
96 bit
Transcription
Nombre del entrevistado: Raúl Enríquez González
Fecha de la entrevista: 13 de junio de 2003
Nombre del entrevistador: Myrna Parra Mantilla
El día de hoy es 13 de junio de 2003 en Meoqui, Chihuahua, entrevistando al señor Raúl Enríquez González, para el Departamento de Historia Oral de la Universidad de Texas en El Paso, Myrna Parra Mantilla.
MP: Buenas tardes señor Enríquez.
RE: Buenas tardes.
MP: Gracias por haber aceptado la entrevista y para empezar quisiera que me dijera, ¿dónde y cuándo nació?
RE: Nací en la Labor Nueva, Julimes, el 24 de enero de 1927, ¿cómo le va?
MP: Cuénteme algo acerca de su niñez, de sus papás, sus hermanos.
RE: Uh, pos tuve, pues pura tristeza esa, estábamos más pobrecitos, como vivíanos allá en la labor, pos es que no, no había, no. No sembrábanos más de puros pedacitos de tierra, apenas sacábanos pa, para comer.
MP: ¿Y entonces ustedes…?
RE: No.
MP: Y, ¿usted desde chiquito le ayudó a su papá, allá en el rancho?
RE: Sí cómo no, sí. Yo desde chiquito empecé a trabajar de peón para poder ayudar a mi papá y a mi mamá. Fíjese, me pagaban un peso diario de, de raya, pero fue allá en, en, ¿cuán, qué?
2do: El [mil novecientos] treinta y tantos.
RE: Sí, tenía como diez años cuando empecé a trabajar, pos nací el…
MP: El [19]27.
RE: Sí, el [19]27, el [19]27, pos, como diez años más o menos, como el…
MP: El [19]37.
RE: ¿Y diez?, [19]37, sí. Desde entonces empecé a trabajar yo.
MP: Y, ¿fue a la escuela o no había?
RE: Sí había escuela allá, pero no fui nomás de a primer año porque allá no… No exigía la, entonces no exigían ni, ni los maestros. Había una maestra y se mantenía acá paseándose pa Julimes o pa Meoqui onde quiera y no hacía caso de la…
2do: Estaba olvidada esa cordillera en esos años.
RE: Sí.
2do: Cualquier rancho, allá La Boquilla no, no había maestros.
RE: No, no.
2do: No mandaban de Chihuahua nada, nada.
RE: No, no, no.
2do: Ni escuelas había siquiera, fíjese.
MP: Y, ¿a usted sí le gustaba la escuela? El año que fue, ¿sí le gustó?
RE: Pues fíjese que no me gustaba. (risas)
MP: ¿Por qué?
RE: Porque no sabía leer, no sabía, no sabía nada, no sabía las tablas, no sabía multiplicar, pos…¡Chihuahua!, pos batallaba uno en…
MP: Y sin maestra, pos…
RE: Y sin maestra pos menos aprendí ya, fíjese. ¿Pos cuándo, oiga?
MP: Y, ¿cuánto tiempo anduvo trabajando ahí como peón, oiga?
RE: ¿Cómo peón?
MP: Sí.
RE: Híjola, pos casi toda la vida, oiga.
MP: ¿Sí?
RE: Ahorita tengo setenta y ocho, ahorita tengo setenta y ocho años. Pero este, de todos modos de peón trabajé hasta que ya estaba grande, hasta que ya estaba grande. Y luego ya un tío, me hizo el favor de ayudarme con una parcela porque yo le ayudaba a él a trabajar. Y entonces él me prestó para que comprara una parcela y este, la compré y la empecé a sembrar, entonces ya me fui agrandando, me fui agrandando. No, después ya sembraba hasta cinco, seis parcelas.
MP: ¡Ándele!
RE: Sí.
MP: Qué bueno. Y cuénteme, cómo se dio cuenta de que la gente se estaba yendo de bracera, del Programa Bracero.
RE: Ah, pues lo anunciaban aquí muchísimo, oiga, aquí en el mismo pueblo lo anunciaban que: “Pa tal día va a salir tanta gente pa los Estados Unidos de bracero”. Y uno venía y se, el que quería ir, pos se venía y se escribía aquí en la Presidencia.
MP: ¿En la Presidencia?
RE: Y pos el que, el que tenía ya la edad y todo y que estaba joven y estaban fuerte y todo, pos esos eran los que le daban la preferencia. Porque ya un hombre grande también ya batallaba para…
MP: ¿Sí se iba gente mayor a trabajar?
RE: Sí, sí iba, de todas maneras sí iba, sí.
MP: Y, ¿a usted qué le dijeron en su casa cuando dijo: “No, pos me voy de bracero”?
RE: No, pos si lo que quería era, era mi papá, y mi mamá se mantenía enferma, que lo que quería era mi papá que buscara yo alguna manera de que ganara más centavos para curarse ella, fíjese, mi mamá.
MP: ¿Estaba enferma?
RE: Sí, sí estaba enferma. Nomás que, pues murió de todas maneras pronto y luego yo duré allá como unos seis años. Y entonces a los seis años que estuve yo allá, pues ya empezamos a este… Pos es que me daba mucho trabajo el ranchero, el… Estaba yo solo, taba yo solo, fíjese, tenía que…No me daba ni un día de descanso, ni los domingos. Porque yo trabajaba en la labor y yo hacía todo: regaba, cultivaba, yo estaba en el tractor, en todo. Y luego lidiaba las, tenía muchas vacas de engorda y tenía que echarle almuerzo en la mañana, comida al mediodía y luego cena. Eso era de todos los días, domingos y todo, lloviera o no lloviera de todos modos tenía yo que dar comida.
MP: Y, ¿cuánto le pagaba?, ¿sí desquitaba?
RE: Ande, qué iba yo a desquitar. Pagaban, a todos les braceros nos pagaban a $0.50 centavos la hora y a mí me pagaba a $0.60 centavos porque yo trabajaba en el tractor, trabajaba… Bueno, trabajaba de, la hacía de todo, a $.60 centavos.
MP: Pos no era mucho la diferencia porque usted sí trabajaba demasiado.
RE: Sí.
MP: Dice que estaba solo ahí cuidando el, pos como quien dice el rancho, ¿no?
RE: Sí. No, el señor tenía una hermana. Vivían los dos ahí, pero ya estaban viejitos los dos, la señora y el señor.
MP: Pos muy codos.
RE: Sí era algo oiga. Muy codos.
MP: Y luego de aquí ya se fue a Chihuahua, ¿verdad?, ¿a El Trocadero? Para ser contratado ahí.
RE: Sí, primero nos registramos aquí y luego ya de aquí nos llevaron allá hasta Juárez, nos llevaban hasta Juárez hasta el puente. Ahí para, para pasar pa echarnos en una troca, nos echaban esta… (risas) ¡Nos desinfectaban!, nos echaban polvo así porque creían que íbanos muy, muy sucios o muy piojosos. (risas) Les quitaban, nos quitaban los pantalones y camisas y todo. Y luego así, echos fila todos, vámonos: “Empiecen a caminar”. Y luego empezaban a con, echando la polvadera esa. (risas) Salian unos blancos, blancos.
MP: Y, ¿nunca se llegó alguien a intoxicar por ese polvo?
RE: No, no, no. Es que era veneno nada más para el que iba, llevaba piojos o algo. Para matarlos.
2do: ¿No había Río Vista como…?
RE: Sí, cómo no, ¡sí!
MP: ¿Usted sí fue a Río Vista?
RE: Sí, cómo no,¡sí!
MP: Y, ¿ahí en Río Vista otra polvada?
RE: Otra por otra. Sí, hasta que ya, ya llegando a Río Vista, ahí tenía que, tenían que escoger la gente. Por ejemplo, un gringo mandaba pedir gente de Colorado o de otro, de otro estado y todo a Río Vista y entonces de ahí se los mandaban, se los mandaban o…
MP: Pero ahí en Río Vista también les hacían exámenes médicos, ¿no?
RE: Sí también, sí.
2do: Pero nomás a los del sur les echaban polvo, a los del estado de Chihuahua no.
RE: (risas) Pues, sí.
MP: ¿Tenían ese privilegio ustedes?
RE: No, pos sí, pues éramos los más, los más aseados.
MP: ¿Los más limpios?
RE: Sí. No, porque la gente de allá del sur pues venían más sucios de la ropa porque pos hasta por lo lejos también.
MP: O sea que ellos tenían doble polveada, ¿no? Al cruzar el puente y en Río Vista.
RE: Sí, y en Río Vista también, así es.
MP: Y luego cuénteme ya cuando llegaron allá al…
RE: ¿Al Río Vista?
MP: Sí.
RE: ¿Cuándo llegamos allá a Río Vista? No, pos ahí, ahí nos, ahí nos examinaban de todo. Nos desnudaban de todo y nos examinaban todo, hasta la cola para si llevaba hemorroides o algo, pos…
MP: Sí.
RE: “Y este no, y este sí”. Y el que le gustaba lo agarraban y el que no le gustaba lo corrían.
MP: Y, ¿todavía les ponían vacunas? O, ¿no le tocó vacuna, señor?
RE: Pos yo no, yo no me acuerdo muy bien pero creo que sí, ya no me acuerdo muy bien porque…
2do: Ahí en Río Vista, tenían pa los distintos casos, ¿verdad?
RE: Sí, ahí era donde los repartían pa onde quiera. Llegábamos a Río Vista y luego, pos yo creo que nomás se daban cuenta los gringos, los agricultores y mandaban pedir: “Mándeme diez, quince hombres para acá pa este rancho”. Y ahí, ahí nos desparramaban pa las otras partes.
MP: Y, ¿se tenía que ir a fuerzas ustedes?
RE: Sí, a trabajar, pos si a eso íbanos, a trabajar.
2do: Tenía mucha preferencia el del estado de Chihuahua allá.
RE: Sí, sí.
MP: ¿Eran los consentidos los de Chihuahua?
RE: Sí, porque eran…
MP: ¿Por qué, oiga, por qué eso?
RE: Porque sabían trabajar mejor en la labor que los de allá del sur.
MP: Pero ni aún así les daban mejor sueldo, ¿verdad?
RE: No, de todos modos todos ganábamos igual. Sí, es que era un sueldo, pos un sueldo fijo para toda la gente. Pues para los braceros, los de ahí, los nacionales, pero esos de todos modos ganan, ganan más. Ganan más.
MP: Y luego ya cuando llegó al rancho, ¿cómo se sintió usted?, ¿sí era más o menos lo que usted se imaginaba que iba a ser? O, ¿se decepcionó ahí de…?
RE: No me decepcioné porque allá iba a hacer lo que hacía aquí, trabajar en la labor. Trabajar en la labor y lo que sabía hacer pues, ¿verdad? Trabajar en la labor, en el tractor, el tractor todo el tiempo, desde aquí de muy chico empecé a trabajar en el tractor. Y allá era lo que me daban, trabajo en el tractor, para barbechar, para todo, sembrar.
MP: ¿En qué estados estuvo trabajando usted?, ¿qué estados estuvo trabajando?
RE: ¿En qué estado?
MP: Sí, o las partes a dónde estuvo trabajando como bracero.
RE: Bueno, como bracero estuve en Duncan, Arizona. En Duncan, Arizona, nomás que Arizona y Nuevo México estaban pegados, ¿verdad?
MP: Sí.
RE: Y entonces yo trabajaba en Nuevo México, pero yo iba para Duncan, para Duncan, Arizona porque era el pueblo más…
MP: ¿Más cercano?
RE: Más, más cercano de donde yo trabajaba. Entonces trabajaba en Nuevo México pero me paseaba en Arizona. (risas) Sí, taba cerquitas.
MP: ¿Entonces nada más estuvo en Arizona, digo, en Nuevo México, trabajando?
RE: No en…
MP: ¿No anduvo en Texas?
RE: No, si me anduve en muchas partes oiga, en Colorado porque no, no nomás, no nomás esa vez entré, entré otras veces.
MP: ¿Cuánto años se estuvo de bracero?
RE: Había, había entrado antes.
MP: ¿Como mojado?
RE: ¡No! No, como, como bracero, como bracero. Me tocó, por ejemplo, en Pecos. En Pecos, en Colorado, también estuve en Lamesa, Texas, en Pecos, quién sabe si lo habrá oído nombrar usted, y así.
MP: Y entonces, ¿usted alguna vez estuvo trabajando así directamente en la labor, piscando el algodón o algo así? O, ¿siempre le dieron trabajos ya un poco más arriba?
RE: En la pura labor. Cuando me dieron poquito trabajo más arriba fue en, acá en donde, donde agarraba yo el tractor. Y los demás ranchos no, pues me dedicaba nomás a, pues a este, a trabajar con el azadón, a limpiar. Donde, onde estuve fue en Duncan, Arizona. Ahí fue donde, donde trabajé con el viejito ese que le digo que duré seis, seis años.
MP: ¿Seis años?
RE: Sí, estaba en Nuevo México, pero las paseaditas que se daba uno, se daba uno para Arizona, pero eso era nomás los puros domingos, así es.
MP: Entonces, ¿estuvo trabajando seis años con un solo ranchero?
RE: Con un solo, con un solo ranchero.
MP: Y entonces en total, ¿cuánto tiempo estuvo de bracero?
RE: ¡Ah caray! Pues eso sí quién sabe cuánto sería. Con ese señor duré seis años. Pero con otros duraba tres meses, según, según…
2do: El trabajo que había.
RE: El trabajo que había. ¿Sí? Duraba, tres o cuatro meses, nomás se acababa el trabajo y vámonos pa México.
MP: ¿Para México?
RE: Sí.
MP: ¿Le daban vacaciones?
RE: No, no cuando, trabajaba yo en otros ranchos, nomás se cumplía… Por ejemplo, aquí le hacían el contrato por tres meses y nomás se cumplían los tres meses y: “Vámonos pa México, usted ya cumplió”. Y allá donde le digo que duré seis años, allá no, allá cumplí el contrato de los seis meses y ahí mismo me lo renovaban por otros seis meses.
MP: Y ese ranchero, donde estuvo trabajando seis, seis años, ¿nunca le dijo que a ver si quería arreglar papeles, que le ayudaba?
RE: Sí, cómo no, sí me dijo.
MP: ¿Y luego?
RE: Sí me dijo.
MP: ¿Y luego?, ¿no arregló los papeles?
RE: No, no los arreglé porque no me gustaba él, me gustaba... Si arreglaba tenía que quedarme ahí mismo con él.
MP: Pos duró mucho tiempo.
RE: Pues sí, duré seis años. Y me arreglaba, todavía al último todavía me decía: “Arregle Raúl, arregle Raúl”. No, pero yo ya no, no tenía ganas de estarme allá. Es que está canijo pa estar solo, oiga, tener que hacer comida y trabajar toda la semana, con todo y domingo y todo, oiga, no…
MP: Sí. Y, ¿usted con cuántos braceros vivía ahí donde estuvo seis años? O sea, ¿estuvo compartiendo un cuarto con cuántos?
RE: Sí, sí cómo no. Bueno, en el invierno, en el invierno me quedaba solo yo, solo.
MP: ¿Solo?
RE: Sí. En el verano ya cuando empezaban los trabajos con el algodón y luego cuando ya el sorgo también, cuando ya lo tumbaba uno, que tenía uno que amontonarlo y todo, arcinarlo, entonces sí ya este, agarraba más gente. Agarraba más gente el americano, para hacer el trabajo. Cuando se venía la pisca del algodón, igualmente, igualmente agarraba gente para la pisca del algodón, pero se acababa el algodón y la pisca y los entregaba a Río Vista, a La Asociación pos que estaba ahí mismo.
MP: Y, ¿a usted nunca le tuvieron coraje, nunca tuvo problemas porque estaba ahí ya?
RE: No, no, no para qué, para qué le voy a decir que…No, a mí de todos modos me trataban muy bien el viejito y la señora, también la señora. Me trataban muy bien y me rogaban para que me quedara, pero no. Yo no, aquí está, está bien, taba mi familia sola.
MP: Porque se podía llevar a su familia, ¿no? O sea, si usted arreglaba papeles se los podía llevar.
RE: Sí, sí, pero no me gustaba. Pos es que era mucho el trabajo y muy poquito lo que ganaba, oiga. No, no, ¿qué íbamos ir a hacer mi familia allá?, no.
MP: Y, ¿usted no le decía al señor, que pos le contratara de perdis unos dos ayudantes o algo?
RE: No y, ¿para qué?, ¿para qué los quería? Si yo hacía, yo ya sabía lo que tenía que hacer. Ya él ya ni me decía nada. Yo solo, yo solo era el que me encargaba ya de lo que tenía que hacer, nomás... Por ejemplo nomás echar pastura, moler, moler sí, moler sí necesitaba yo que me ayudara otro pero él contrataba a un gringo. Ese es el que me ayudaba a mí. Cuando molíanos el sorgo y todo eso, la alfalfa porque la revolvíamos cuando la metíanos al molino pa que se revolviera la alfalfa con el sorgo y todo eso, ¿verdad? Pa de ahí cargar, cargaba un remolque, iba y lo desparramaba en las canoas de los corrales donde estaban los animales. Usted dice que necesitaba ayudante, yo no necesitaba ayudante.
MP: ¿Qué decía?, solo… Más vale solo que mal acompañado, ¿no?
RE: Pues sí, por ejemplo…
MP: No había nada en lo que…
RE: Si me hubiera…
MP: Muchas veces es más lo que estorba.
RE: Sí, si me hubiera tocado uno que es flojo, había sido más los corajes que…Y así yo solito así, yo solito agarraba mi paso ahí. No, y me trataban muy bien de todos modos ellos. Por ejemplo cuando me tocaba andar regando, la señora iba y me llevaba comida de la que hacía ella.
MP: Ah, ¿sí?
RE: Como ahí mismo vivía, vivían cercas. Más o menos como de aquí, de aquí al banco.
MP: Ah, pues muy cerquitas.
RE: Al banco, al banco ese que esta ahí.
MP: Una cuadra.
RE: Sí, más o menos. Nomás que en la labor, pues, ellos tenían su casa y a mí me hicieron una. Cuando andaba regando, cuando le tanteaban ellos que no tenía chanza yo de venir a comer, ella, me daba comida, la señora. Porque el señor ya no podía, andaba con muletas porque una pierna le fallaba.
MP: Y por ejemplo en las navidades o en los días festivos, en el Día de [Acción de] Gracias, allá, ¿lo invitaban a que fuera a cenar ahí con ellos?
RE: No, no.
MP: O, ¿no festeja, no festejaban así ellos?
RE: Ellos no, no lo festejaban. ¿Sabe para qué me invitaban?
MP: ¿Para qué?
RE: Cada ocho días me invitaban a ir al cine, ir al cine a Duncan. Había un cine, había un cine de esos onde entra uno con todo y carro. Con todo y carro iba a dar. Y ya ve que aquí estaba el micrófono, ahí donde están esos y nomás agarra uno el micrófono, y lo mete pa dentro del carro. Y la pantalla allá está lejos, pero como ahí esta el micrófono se oye muy bien lo que, los que están hablando. Yo veía muchas muchas películas de Pedro Infante.
MP: Ah, ¿sí?
RE: En ese entonces, sí, ya.
MP: Y, ¿a la gente sí les gustaba las películas esas?
RE: Pos a los gringos no, pero a los mexicanos sí nos encantaba. (risas)
MP: Claro.
RE: Sí. (risas)
MP: Y, ¿cómo le hacía con el idioma?, ¿cómo se comunicaba con ellos?
RE: Ah sabía…Nomás la señora no, no sabía hablar inglés.
MP: ¡Ah!
RE: Este, español.
MP: Español.
RE: Pero el señor hablaba muy bien, oye, el español, bien, bien. Era poquito embusterón pero de todas maneras lo…
MP: ¿Por qué, oiga, embustero?
RE: Porque me platicaba: “¡Yo anduve con Pancho Villa cuando andaba en la… ¿Usted cree? (risas)
MP: ¿Pos cómo? No.
RE: (risas) No, Pancho Villa no los quería, ¿a poco lo iba a traer ahí entre la bola? (risas)
MP: Claro.
RE: (risas) Nomás que él decía de puro…Nomás para, para pararse el cuello, pero no, no era cierto.
MP: Y entonces usted, ¿cada cuándo venía a visitar a su familia?
RE: Venía cada seis meses.
MP: Cada seis meses.
RE: Sí, por quince días, dos…
MP: ¿Les mandaba dinero?, ¿sí les llegaba bien el dinero?
RE: Sí, cómo no, sí, cómo no.
MP: ¿Nunca se le extravió el dinero o algo?
RE: Nunca se me extravió. De lo que mandaba nunca se me extravió. Ni una vez, ni una vez tuvimos problemas por eso. No, cuando me venía yo, por ejemplo si necesitaba yo dinero, yo le mandaba pedir y me mandaban.
MP: Ah, ¿sí?
RE: El viejo.
MP: ¿O sea que también a usted le mandaban de aquí para allá?
RE: ¿Ah?
MP: ¿A usted también le mandaban dinero?
RE: Sí, de allá para acá, sí. Sí me veía yo poco forzadón cuando, cuando duraba aquí unos quince, veintidós días, le mandaba pedir dinero, pues yo creo que en cuanto recibía la carta luego luego, ¡zas!, me mandaba.
MP: ¡Ah!, ¿el ranchero le mandaba?
RE: El ranchero, sí.
MP: ¿Pero luego se lo descontaban?
RE: Ah no, claro, sí, sí, después se los pagaba. No, sí se portaba muy bien, nomás que lo que no me gustaba es que tenía de todos modos mucho trabajo. Trabajaba uno mucho.
MP: Y para una persona pues sí era bastante.
RE: Sí, sí es. Para una, para una sola, porque, porque no paraba. Hacía una cosa y tenía que hacer otra y otra y otra y ahí va.
MP: Y ya cuando se acabó el programa que usted ya se regresó para acá, ya después de aquí, ¿qué hizo? ¿Fue difícil empezar otra vez? No sé, en la siembra buscar trabajo o algo.
RE: No, de todos modos había juntado yo unos centavitos, no crea. Y me dediqué, me dediqué a sembrar, me dediqué a sembrar. Sí, porque venirme de Estados Unidos a venir a trabajar de peón aquí, pues no, oiga.
MP: No lo sabía.
RE: Pos aquí, aquí pagaban muy poquito. Y este, no, no.
MP: Y de todas maneras le tenía que pagar a otra gente, digo, ¿le tenía que trabajar a otra gente?
RE: Sí, sí.
MP: Todavía si fueran propios, pos bueno.
RE: Sí, no, yo me vine y luego, pues a rentar, todavía no tenía yo tierras, a rentar tierras para sembrar. No, ya después de que me vine empezaron a pagar un poco más o menos. No, no, no digamos muy bien, ¿verdad? Pero no tampoco mal.
MP: Claro.
RE: Teníamos para vivir y para, pues para ir al cine, pa sembrar ahí.
MP: Y, ¿usted se casó?
RE: Estaba casado cuando vivía afuera.
MP: ¿Estaba casado cuando se fue de bracero?
RE: Sí, sí.
MP: Y, ¿con niños?
RE: Sí, con niños, sí. Pero yo me fui solo, yo fui solo. De aquí se fue la señora con la familia, sí.
MP: Y de todos los lugares en donde estuvo trabajando, ¿cuál le gustó más?
RE: ¿Cuál me gustó más?
MP: O, ¿dónde le fue mejor?
RE: Pues en Colorado ahí fue onde me fue poquito mejor porque allá le pagaban a uno, le pagaban a uno este, por contrato pa andar uno pepenando papa. Entraba el tractor y andaba y venía, iba sacando la papa y uno andaba encostalándolo. No me acuerdo yo a cómo pagaban los costales, o la libra, no. Pero sí, sí ganaba uno más que, que cuando trabajaba de, de peón por horas. Ta como cuando anda uno piscando algodón, pos tiene que apurarse para… Y ganaba uno buenos, buenos centavos en la pisca del algodón.
MP: Pero me dicen que era muy pesado, ¿no?
RE: ¿Eh?
MP: Era muy pesada la pisca del algodón.
RE: No, a mí me gustaba mucho porque piscaba, era muy bueno para piscar, pues. Piscaba mis quinientas, seiscientas libras.
MP: Ah, caray.
RE: Todos los días.
MP: Bastante.
RE: Sí, sí, cómo no, pos era bueno pa piscar, pos tiraba a ganar, ¿pues cómo? Cómo me iba a andar asoleando ahí deoquis.
MP: Y ahí cuando estuvo piscando el algodón, ¿cuántos compañeros tenía?, ¿había mucha gente trabajando ahí?
RE: Bueno, cuando piscaba yo algodón estaba yo con el, con el señor ese. Con el señor ese que vive ahí, con ese solo. Con el señor ese, pero deste, llevaba gente. Entonces sí me decía, me decía a mí que si no conocía gente de aquí para que fuera, que supiera trabajar. Y le decía que sí, quesque sí conocía. Entonces me llevaba a todos los primos, todos los tros ahí del Consuelo. (risas) Eran mis primos.
MP: O sea, ¿se llevaba a toda la familia ahí?
RE: Todas, todas la, la soltidad (??).
MP: Pos está bien así cuando menos no se sentía tan solo.
RE: Sí, no. No, y luego pos puros conocidos, oiga, resuave que nos la pasábamos.
MP: Qué bueno.
RE: Sí él me, me daba este…Yo le decía el nombre de la persona y ya ellos arreglaban ahí las cartas y todo y las mandaban para acá pa adentro. Cada quien presentaba sus papeles ahí en la, en el puente pa que lo dejaran pasar.
MP: Y, ¿ustedes nunca tuvieron problemas con La Migración?
RE: No, no.
MP: ¿Andaban ahí tras de ustedes checándole los papeles?
RE: No, bueno, sí. Sí, había veces que sí, que sí llegaban. O muchas veces por ejemplo, como ahí había una carretera ahí cerquitas de onde, donde trabajaba yo. Había veces que agarraba uno la carretera a pie pa ir hasta allá pos con fulano. Como en el, en el otro rancho, ¿verdad? Sí nos la encontrábamos a La Migra. Pero nomás nos preguntaban: “¿A ver sus papeles?”. Y yo, yo nomás les enseñaba al mono así mire. “Okay, okay, okay”. Y nomás, nomás les enseñábamos el monito y ya no, ya no nos decían nada.
MP: Y, ¿cuál es su opinión acerca del programa?, ¿sí fue buen programa? O, no sé, los hubieran de haber puesto en… U ofrecido otros ranchos, para usted así en términos generales, ¿cómo la ve con el programa?
RE: Pues yo sí, yo, yo sí trabajaba bien a gusto, ¿verdad? Lo que se me hacía era muy poco lo que ganaba. A $0.60 centavos la hora, pos era muy poco, pos trabajaba uno unas diez horas pos que, ¿qué ganaba?, $6, $6 pesos, $6 pesos. No, pues no.
MP: Muy poquito.
RE: Pues muy poquito. Pues que tanto y muy poquito y luego muchas horas de trabajo también. Pa trabajar diez horas en el día también son muchas, no crea, oiga.
MP: Sí muchas. Bueno pues, no sé si tenga algo más que agregar, alguna otra anécdota o algo… ¿Qué hacían en sus tiempos libres cuando había más gente?
RE: ¿Qué?
MP: En sus tiempos libres, ¿qué hacía con sus compañeros? ¿Se iban al pueblo a tomar cerveza, jugar cartas?
RE: Pues sí, sí, sí. Pues yo más bien casi en el día no, no, no tenía chanza pero en la noche sí tenía. (risas) Nos íbanos, nos íbanos a un pueblo que se llama Duncan, es un pueblito no muy grande, pero tampoco no muy chiquito. Y luego tenía sus salones ahí para donde iba uno a, pues a bailar y hacer otras cositas. (risas) Pues solo allá, oiga, ¿me entiende? A fuerza tenía uno aquí que buscar la manera, oiga.
MP: ¿Andaba de galán?
RE: ¡Sí! (risas) Sí, sí. Y nos íbanos en los sábados. Nos juntaban ahí toda la bola de braceros y…Y luego como a mí ya me conocían casi todos, todos los nacionales. Pues yo vivía allá, yo tenía mucho tiempo y los que llegan aquí pues, ya llegan de repente, por tres meses, tres, cuatro meses. Y yo no, a mí me conocían todos, yo no batallaba pa irme a donde yo quería. Nomás me paraba en la carretera y nomás les hacía señas: “Sí, cómo no, véngase”.
MP: ¡Y ándele! Y agarraba el ride.
RE: Sí. (risas) No, le raspo y luego ahí nos, luego ya nos íbamos a tomar unos, unas cervecitas y luego es que ahí había un deste, un salón. Un salón y luego había cuartos separados, ¿verdad? A donde iba yo había un cuarto más o menos, sí cuadrado así como, yo creo que casi de diez por diez, ta grande, ¿verdad? Y tenía puertas aquí, puertas en medio. Y luego llegaba uno y tenía un asiento a medio, a medio cuarto, ¿verdad? Y luego había puertas en los cuatro lados del cuarto, este, nomás se sentaba uno en los asientos y salían las mujeres y se paraba uno en cada, en cada puerta, de a tiro, de a tiro… (risas) Bueno, se le quedan ahí los ojos, ¿verdad? (risas) Y me levantaba, nomás hablaban: “Vámonos, se iba para su cuarto”. (risas)
2do: Mira las sandías cuándo pues, ¿esas sandias cuando están buenas ya pa que…?
RE: ¡Úju! ¡Pues sólo Dios sabe!
2do: ¿Desde cuándo dice ya?
RE: ¿Quién?
(entrevista interrumpida)
MP: Oiga, nada más ya para terminar con la entrevista, ¿entonces sí fue un buen programa para usted?
RE: Sí.
MP: ¿Lo aprovechó?
RE: Sí, pos cómo no, pos sí. Lo último sí me gustó.
MP: Ya lo último, ¿no? Pos tá bien. Qué bueno. No, pues muchísimas gracias señor. Me alegro que le haya ido muy bien.
RE: Sí y ya sabe.
MP: Ah, ándele pues.
RE: Raúl Enríquez.
MP: Myrna Parra a sus órdenes señor. Mucho gusto.
RE: ¿Cómo? ¿Myrna?
MP: Sí señor, Myrna.
RE: ¿Myrna? ¡Ah! No se me va a olvidar el nombre porque tengo una…
MP: ¿Una sob[rina]?
RE: Una, una nieta.
MP: Ah, ¿sí? Mírelo esta bien.
RE: Sí.
MP: Okay, gracias.
RE: Ándele, seguro.
Fin de la entrevista
Fecha de la entrevista: 13 de junio de 2003
Nombre del entrevistador: Myrna Parra Mantilla
El día de hoy es 13 de junio de 2003 en Meoqui, Chihuahua, entrevistando al señor Raúl Enríquez González, para el Departamento de Historia Oral de la Universidad de Texas en El Paso, Myrna Parra Mantilla.
MP: Buenas tardes señor Enríquez.
RE: Buenas tardes.
MP: Gracias por haber aceptado la entrevista y para empezar quisiera que me dijera, ¿dónde y cuándo nació?
RE: Nací en la Labor Nueva, Julimes, el 24 de enero de 1927, ¿cómo le va?
MP: Cuénteme algo acerca de su niñez, de sus papás, sus hermanos.
RE: Uh, pos tuve, pues pura tristeza esa, estábamos más pobrecitos, como vivíanos allá en la labor, pos es que no, no había, no. No sembrábanos más de puros pedacitos de tierra, apenas sacábanos pa, para comer.
MP: ¿Y entonces ustedes…?
RE: No.
MP: Y, ¿usted desde chiquito le ayudó a su papá, allá en el rancho?
RE: Sí cómo no, sí. Yo desde chiquito empecé a trabajar de peón para poder ayudar a mi papá y a mi mamá. Fíjese, me pagaban un peso diario de, de raya, pero fue allá en, en, ¿cuán, qué?
2do: El [mil novecientos] treinta y tantos.
RE: Sí, tenía como diez años cuando empecé a trabajar, pos nací el…
MP: El [19]27.
RE: Sí, el [19]27, el [19]27, pos, como diez años más o menos, como el…
MP: El [19]37.
RE: ¿Y diez?, [19]37, sí. Desde entonces empecé a trabajar yo.
MP: Y, ¿fue a la escuela o no había?
RE: Sí había escuela allá, pero no fui nomás de a primer año porque allá no… No exigía la, entonces no exigían ni, ni los maestros. Había una maestra y se mantenía acá paseándose pa Julimes o pa Meoqui onde quiera y no hacía caso de la…
2do: Estaba olvidada esa cordillera en esos años.
RE: Sí.
2do: Cualquier rancho, allá La Boquilla no, no había maestros.
RE: No, no.
2do: No mandaban de Chihuahua nada, nada.
RE: No, no, no.
2do: Ni escuelas había siquiera, fíjese.
MP: Y, ¿a usted sí le gustaba la escuela? El año que fue, ¿sí le gustó?
RE: Pues fíjese que no me gustaba. (risas)
MP: ¿Por qué?
RE: Porque no sabía leer, no sabía, no sabía nada, no sabía las tablas, no sabía multiplicar, pos…¡Chihuahua!, pos batallaba uno en…
MP: Y sin maestra, pos…
RE: Y sin maestra pos menos aprendí ya, fíjese. ¿Pos cuándo, oiga?
MP: Y, ¿cuánto tiempo anduvo trabajando ahí como peón, oiga?
RE: ¿Cómo peón?
MP: Sí.
RE: Híjola, pos casi toda la vida, oiga.
MP: ¿Sí?
RE: Ahorita tengo setenta y ocho, ahorita tengo setenta y ocho años. Pero este, de todos modos de peón trabajé hasta que ya estaba grande, hasta que ya estaba grande. Y luego ya un tío, me hizo el favor de ayudarme con una parcela porque yo le ayudaba a él a trabajar. Y entonces él me prestó para que comprara una parcela y este, la compré y la empecé a sembrar, entonces ya me fui agrandando, me fui agrandando. No, después ya sembraba hasta cinco, seis parcelas.
MP: ¡Ándele!
RE: Sí.
MP: Qué bueno. Y cuénteme, cómo se dio cuenta de que la gente se estaba yendo de bracera, del Programa Bracero.
RE: Ah, pues lo anunciaban aquí muchísimo, oiga, aquí en el mismo pueblo lo anunciaban que: “Pa tal día va a salir tanta gente pa los Estados Unidos de bracero”. Y uno venía y se, el que quería ir, pos se venía y se escribía aquí en la Presidencia.
MP: ¿En la Presidencia?
RE: Y pos el que, el que tenía ya la edad y todo y que estaba joven y estaban fuerte y todo, pos esos eran los que le daban la preferencia. Porque ya un hombre grande también ya batallaba para…
MP: ¿Sí se iba gente mayor a trabajar?
RE: Sí, sí iba, de todas maneras sí iba, sí.
MP: Y, ¿a usted qué le dijeron en su casa cuando dijo: “No, pos me voy de bracero”?
RE: No, pos si lo que quería era, era mi papá, y mi mamá se mantenía enferma, que lo que quería era mi papá que buscara yo alguna manera de que ganara más centavos para curarse ella, fíjese, mi mamá.
MP: ¿Estaba enferma?
RE: Sí, sí estaba enferma. Nomás que, pues murió de todas maneras pronto y luego yo duré allá como unos seis años. Y entonces a los seis años que estuve yo allá, pues ya empezamos a este… Pos es que me daba mucho trabajo el ranchero, el… Estaba yo solo, taba yo solo, fíjese, tenía que…No me daba ni un día de descanso, ni los domingos. Porque yo trabajaba en la labor y yo hacía todo: regaba, cultivaba, yo estaba en el tractor, en todo. Y luego lidiaba las, tenía muchas vacas de engorda y tenía que echarle almuerzo en la mañana, comida al mediodía y luego cena. Eso era de todos los días, domingos y todo, lloviera o no lloviera de todos modos tenía yo que dar comida.
MP: Y, ¿cuánto le pagaba?, ¿sí desquitaba?
RE: Ande, qué iba yo a desquitar. Pagaban, a todos les braceros nos pagaban a $0.50 centavos la hora y a mí me pagaba a $0.60 centavos porque yo trabajaba en el tractor, trabajaba… Bueno, trabajaba de, la hacía de todo, a $.60 centavos.
MP: Pos no era mucho la diferencia porque usted sí trabajaba demasiado.
RE: Sí.
MP: Dice que estaba solo ahí cuidando el, pos como quien dice el rancho, ¿no?
RE: Sí. No, el señor tenía una hermana. Vivían los dos ahí, pero ya estaban viejitos los dos, la señora y el señor.
MP: Pos muy codos.
RE: Sí era algo oiga. Muy codos.
MP: Y luego de aquí ya se fue a Chihuahua, ¿verdad?, ¿a El Trocadero? Para ser contratado ahí.
RE: Sí, primero nos registramos aquí y luego ya de aquí nos llevaron allá hasta Juárez, nos llevaban hasta Juárez hasta el puente. Ahí para, para pasar pa echarnos en una troca, nos echaban esta… (risas) ¡Nos desinfectaban!, nos echaban polvo así porque creían que íbanos muy, muy sucios o muy piojosos. (risas) Les quitaban, nos quitaban los pantalones y camisas y todo. Y luego así, echos fila todos, vámonos: “Empiecen a caminar”. Y luego empezaban a con, echando la polvadera esa. (risas) Salian unos blancos, blancos.
MP: Y, ¿nunca se llegó alguien a intoxicar por ese polvo?
RE: No, no, no. Es que era veneno nada más para el que iba, llevaba piojos o algo. Para matarlos.
2do: ¿No había Río Vista como…?
RE: Sí, cómo no, ¡sí!
MP: ¿Usted sí fue a Río Vista?
RE: Sí, cómo no,¡sí!
MP: Y, ¿ahí en Río Vista otra polvada?
RE: Otra por otra. Sí, hasta que ya, ya llegando a Río Vista, ahí tenía que, tenían que escoger la gente. Por ejemplo, un gringo mandaba pedir gente de Colorado o de otro, de otro estado y todo a Río Vista y entonces de ahí se los mandaban, se los mandaban o…
MP: Pero ahí en Río Vista también les hacían exámenes médicos, ¿no?
RE: Sí también, sí.
2do: Pero nomás a los del sur les echaban polvo, a los del estado de Chihuahua no.
RE: (risas) Pues, sí.
MP: ¿Tenían ese privilegio ustedes?
RE: No, pos sí, pues éramos los más, los más aseados.
MP: ¿Los más limpios?
RE: Sí. No, porque la gente de allá del sur pues venían más sucios de la ropa porque pos hasta por lo lejos también.
MP: O sea que ellos tenían doble polveada, ¿no? Al cruzar el puente y en Río Vista.
RE: Sí, y en Río Vista también, así es.
MP: Y luego cuénteme ya cuando llegaron allá al…
RE: ¿Al Río Vista?
MP: Sí.
RE: ¿Cuándo llegamos allá a Río Vista? No, pos ahí, ahí nos, ahí nos examinaban de todo. Nos desnudaban de todo y nos examinaban todo, hasta la cola para si llevaba hemorroides o algo, pos…
MP: Sí.
RE: “Y este no, y este sí”. Y el que le gustaba lo agarraban y el que no le gustaba lo corrían.
MP: Y, ¿todavía les ponían vacunas? O, ¿no le tocó vacuna, señor?
RE: Pos yo no, yo no me acuerdo muy bien pero creo que sí, ya no me acuerdo muy bien porque…
2do: Ahí en Río Vista, tenían pa los distintos casos, ¿verdad?
RE: Sí, ahí era donde los repartían pa onde quiera. Llegábamos a Río Vista y luego, pos yo creo que nomás se daban cuenta los gringos, los agricultores y mandaban pedir: “Mándeme diez, quince hombres para acá pa este rancho”. Y ahí, ahí nos desparramaban pa las otras partes.
MP: Y, ¿se tenía que ir a fuerzas ustedes?
RE: Sí, a trabajar, pos si a eso íbanos, a trabajar.
2do: Tenía mucha preferencia el del estado de Chihuahua allá.
RE: Sí, sí.
MP: ¿Eran los consentidos los de Chihuahua?
RE: Sí, porque eran…
MP: ¿Por qué, oiga, por qué eso?
RE: Porque sabían trabajar mejor en la labor que los de allá del sur.
MP: Pero ni aún así les daban mejor sueldo, ¿verdad?
RE: No, de todos modos todos ganábamos igual. Sí, es que era un sueldo, pos un sueldo fijo para toda la gente. Pues para los braceros, los de ahí, los nacionales, pero esos de todos modos ganan, ganan más. Ganan más.
MP: Y luego ya cuando llegó al rancho, ¿cómo se sintió usted?, ¿sí era más o menos lo que usted se imaginaba que iba a ser? O, ¿se decepcionó ahí de…?
RE: No me decepcioné porque allá iba a hacer lo que hacía aquí, trabajar en la labor. Trabajar en la labor y lo que sabía hacer pues, ¿verdad? Trabajar en la labor, en el tractor, el tractor todo el tiempo, desde aquí de muy chico empecé a trabajar en el tractor. Y allá era lo que me daban, trabajo en el tractor, para barbechar, para todo, sembrar.
MP: ¿En qué estados estuvo trabajando usted?, ¿qué estados estuvo trabajando?
RE: ¿En qué estado?
MP: Sí, o las partes a dónde estuvo trabajando como bracero.
RE: Bueno, como bracero estuve en Duncan, Arizona. En Duncan, Arizona, nomás que Arizona y Nuevo México estaban pegados, ¿verdad?
MP: Sí.
RE: Y entonces yo trabajaba en Nuevo México, pero yo iba para Duncan, para Duncan, Arizona porque era el pueblo más…
MP: ¿Más cercano?
RE: Más, más cercano de donde yo trabajaba. Entonces trabajaba en Nuevo México pero me paseaba en Arizona. (risas) Sí, taba cerquitas.
MP: ¿Entonces nada más estuvo en Arizona, digo, en Nuevo México, trabajando?
RE: No en…
MP: ¿No anduvo en Texas?
RE: No, si me anduve en muchas partes oiga, en Colorado porque no, no nomás, no nomás esa vez entré, entré otras veces.
MP: ¿Cuánto años se estuvo de bracero?
RE: Había, había entrado antes.
MP: ¿Como mojado?
RE: ¡No! No, como, como bracero, como bracero. Me tocó, por ejemplo, en Pecos. En Pecos, en Colorado, también estuve en Lamesa, Texas, en Pecos, quién sabe si lo habrá oído nombrar usted, y así.
MP: Y entonces, ¿usted alguna vez estuvo trabajando así directamente en la labor, piscando el algodón o algo así? O, ¿siempre le dieron trabajos ya un poco más arriba?
RE: En la pura labor. Cuando me dieron poquito trabajo más arriba fue en, acá en donde, donde agarraba yo el tractor. Y los demás ranchos no, pues me dedicaba nomás a, pues a este, a trabajar con el azadón, a limpiar. Donde, onde estuve fue en Duncan, Arizona. Ahí fue donde, donde trabajé con el viejito ese que le digo que duré seis, seis años.
MP: ¿Seis años?
RE: Sí, estaba en Nuevo México, pero las paseaditas que se daba uno, se daba uno para Arizona, pero eso era nomás los puros domingos, así es.
MP: Entonces, ¿estuvo trabajando seis años con un solo ranchero?
RE: Con un solo, con un solo ranchero.
MP: Y entonces en total, ¿cuánto tiempo estuvo de bracero?
RE: ¡Ah caray! Pues eso sí quién sabe cuánto sería. Con ese señor duré seis años. Pero con otros duraba tres meses, según, según…
2do: El trabajo que había.
RE: El trabajo que había. ¿Sí? Duraba, tres o cuatro meses, nomás se acababa el trabajo y vámonos pa México.
MP: ¿Para México?
RE: Sí.
MP: ¿Le daban vacaciones?
RE: No, no cuando, trabajaba yo en otros ranchos, nomás se cumplía… Por ejemplo, aquí le hacían el contrato por tres meses y nomás se cumplían los tres meses y: “Vámonos pa México, usted ya cumplió”. Y allá donde le digo que duré seis años, allá no, allá cumplí el contrato de los seis meses y ahí mismo me lo renovaban por otros seis meses.
MP: Y ese ranchero, donde estuvo trabajando seis, seis años, ¿nunca le dijo que a ver si quería arreglar papeles, que le ayudaba?
RE: Sí, cómo no, sí me dijo.
MP: ¿Y luego?
RE: Sí me dijo.
MP: ¿Y luego?, ¿no arregló los papeles?
RE: No, no los arreglé porque no me gustaba él, me gustaba... Si arreglaba tenía que quedarme ahí mismo con él.
MP: Pos duró mucho tiempo.
RE: Pues sí, duré seis años. Y me arreglaba, todavía al último todavía me decía: “Arregle Raúl, arregle Raúl”. No, pero yo ya no, no tenía ganas de estarme allá. Es que está canijo pa estar solo, oiga, tener que hacer comida y trabajar toda la semana, con todo y domingo y todo, oiga, no…
MP: Sí. Y, ¿usted con cuántos braceros vivía ahí donde estuvo seis años? O sea, ¿estuvo compartiendo un cuarto con cuántos?
RE: Sí, sí cómo no. Bueno, en el invierno, en el invierno me quedaba solo yo, solo.
MP: ¿Solo?
RE: Sí. En el verano ya cuando empezaban los trabajos con el algodón y luego cuando ya el sorgo también, cuando ya lo tumbaba uno, que tenía uno que amontonarlo y todo, arcinarlo, entonces sí ya este, agarraba más gente. Agarraba más gente el americano, para hacer el trabajo. Cuando se venía la pisca del algodón, igualmente, igualmente agarraba gente para la pisca del algodón, pero se acababa el algodón y la pisca y los entregaba a Río Vista, a La Asociación pos que estaba ahí mismo.
MP: Y, ¿a usted nunca le tuvieron coraje, nunca tuvo problemas porque estaba ahí ya?
RE: No, no, no para qué, para qué le voy a decir que…No, a mí de todos modos me trataban muy bien el viejito y la señora, también la señora. Me trataban muy bien y me rogaban para que me quedara, pero no. Yo no, aquí está, está bien, taba mi familia sola.
MP: Porque se podía llevar a su familia, ¿no? O sea, si usted arreglaba papeles se los podía llevar.
RE: Sí, sí, pero no me gustaba. Pos es que era mucho el trabajo y muy poquito lo que ganaba, oiga. No, no, ¿qué íbamos ir a hacer mi familia allá?, no.
MP: Y, ¿usted no le decía al señor, que pos le contratara de perdis unos dos ayudantes o algo?
RE: No y, ¿para qué?, ¿para qué los quería? Si yo hacía, yo ya sabía lo que tenía que hacer. Ya él ya ni me decía nada. Yo solo, yo solo era el que me encargaba ya de lo que tenía que hacer, nomás... Por ejemplo nomás echar pastura, moler, moler sí, moler sí necesitaba yo que me ayudara otro pero él contrataba a un gringo. Ese es el que me ayudaba a mí. Cuando molíanos el sorgo y todo eso, la alfalfa porque la revolvíamos cuando la metíanos al molino pa que se revolviera la alfalfa con el sorgo y todo eso, ¿verdad? Pa de ahí cargar, cargaba un remolque, iba y lo desparramaba en las canoas de los corrales donde estaban los animales. Usted dice que necesitaba ayudante, yo no necesitaba ayudante.
MP: ¿Qué decía?, solo… Más vale solo que mal acompañado, ¿no?
RE: Pues sí, por ejemplo…
MP: No había nada en lo que…
RE: Si me hubiera…
MP: Muchas veces es más lo que estorba.
RE: Sí, si me hubiera tocado uno que es flojo, había sido más los corajes que…Y así yo solito así, yo solito agarraba mi paso ahí. No, y me trataban muy bien de todos modos ellos. Por ejemplo cuando me tocaba andar regando, la señora iba y me llevaba comida de la que hacía ella.
MP: Ah, ¿sí?
RE: Como ahí mismo vivía, vivían cercas. Más o menos como de aquí, de aquí al banco.
MP: Ah, pues muy cerquitas.
RE: Al banco, al banco ese que esta ahí.
MP: Una cuadra.
RE: Sí, más o menos. Nomás que en la labor, pues, ellos tenían su casa y a mí me hicieron una. Cuando andaba regando, cuando le tanteaban ellos que no tenía chanza yo de venir a comer, ella, me daba comida, la señora. Porque el señor ya no podía, andaba con muletas porque una pierna le fallaba.
MP: Y por ejemplo en las navidades o en los días festivos, en el Día de [Acción de] Gracias, allá, ¿lo invitaban a que fuera a cenar ahí con ellos?
RE: No, no.
MP: O, ¿no festeja, no festejaban así ellos?
RE: Ellos no, no lo festejaban. ¿Sabe para qué me invitaban?
MP: ¿Para qué?
RE: Cada ocho días me invitaban a ir al cine, ir al cine a Duncan. Había un cine, había un cine de esos onde entra uno con todo y carro. Con todo y carro iba a dar. Y ya ve que aquí estaba el micrófono, ahí donde están esos y nomás agarra uno el micrófono, y lo mete pa dentro del carro. Y la pantalla allá está lejos, pero como ahí esta el micrófono se oye muy bien lo que, los que están hablando. Yo veía muchas muchas películas de Pedro Infante.
MP: Ah, ¿sí?
RE: En ese entonces, sí, ya.
MP: Y, ¿a la gente sí les gustaba las películas esas?
RE: Pos a los gringos no, pero a los mexicanos sí nos encantaba. (risas)
MP: Claro.
RE: Sí. (risas)
MP: Y, ¿cómo le hacía con el idioma?, ¿cómo se comunicaba con ellos?
RE: Ah sabía…Nomás la señora no, no sabía hablar inglés.
MP: ¡Ah!
RE: Este, español.
MP: Español.
RE: Pero el señor hablaba muy bien, oye, el español, bien, bien. Era poquito embusterón pero de todas maneras lo…
MP: ¿Por qué, oiga, embustero?
RE: Porque me platicaba: “¡Yo anduve con Pancho Villa cuando andaba en la… ¿Usted cree? (risas)
MP: ¿Pos cómo? No.
RE: (risas) No, Pancho Villa no los quería, ¿a poco lo iba a traer ahí entre la bola? (risas)
MP: Claro.
RE: (risas) Nomás que él decía de puro…Nomás para, para pararse el cuello, pero no, no era cierto.
MP: Y entonces usted, ¿cada cuándo venía a visitar a su familia?
RE: Venía cada seis meses.
MP: Cada seis meses.
RE: Sí, por quince días, dos…
MP: ¿Les mandaba dinero?, ¿sí les llegaba bien el dinero?
RE: Sí, cómo no, sí, cómo no.
MP: ¿Nunca se le extravió el dinero o algo?
RE: Nunca se me extravió. De lo que mandaba nunca se me extravió. Ni una vez, ni una vez tuvimos problemas por eso. No, cuando me venía yo, por ejemplo si necesitaba yo dinero, yo le mandaba pedir y me mandaban.
MP: Ah, ¿sí?
RE: El viejo.
MP: ¿O sea que también a usted le mandaban de aquí para allá?
RE: ¿Ah?
MP: ¿A usted también le mandaban dinero?
RE: Sí, de allá para acá, sí. Sí me veía yo poco forzadón cuando, cuando duraba aquí unos quince, veintidós días, le mandaba pedir dinero, pues yo creo que en cuanto recibía la carta luego luego, ¡zas!, me mandaba.
MP: ¡Ah!, ¿el ranchero le mandaba?
RE: El ranchero, sí.
MP: ¿Pero luego se lo descontaban?
RE: Ah no, claro, sí, sí, después se los pagaba. No, sí se portaba muy bien, nomás que lo que no me gustaba es que tenía de todos modos mucho trabajo. Trabajaba uno mucho.
MP: Y para una persona pues sí era bastante.
RE: Sí, sí es. Para una, para una sola, porque, porque no paraba. Hacía una cosa y tenía que hacer otra y otra y otra y ahí va.
MP: Y ya cuando se acabó el programa que usted ya se regresó para acá, ya después de aquí, ¿qué hizo? ¿Fue difícil empezar otra vez? No sé, en la siembra buscar trabajo o algo.
RE: No, de todos modos había juntado yo unos centavitos, no crea. Y me dediqué, me dediqué a sembrar, me dediqué a sembrar. Sí, porque venirme de Estados Unidos a venir a trabajar de peón aquí, pues no, oiga.
MP: No lo sabía.
RE: Pos aquí, aquí pagaban muy poquito. Y este, no, no.
MP: Y de todas maneras le tenía que pagar a otra gente, digo, ¿le tenía que trabajar a otra gente?
RE: Sí, sí.
MP: Todavía si fueran propios, pos bueno.
RE: Sí, no, yo me vine y luego, pues a rentar, todavía no tenía yo tierras, a rentar tierras para sembrar. No, ya después de que me vine empezaron a pagar un poco más o menos. No, no, no digamos muy bien, ¿verdad? Pero no tampoco mal.
MP: Claro.
RE: Teníamos para vivir y para, pues para ir al cine, pa sembrar ahí.
MP: Y, ¿usted se casó?
RE: Estaba casado cuando vivía afuera.
MP: ¿Estaba casado cuando se fue de bracero?
RE: Sí, sí.
MP: Y, ¿con niños?
RE: Sí, con niños, sí. Pero yo me fui solo, yo fui solo. De aquí se fue la señora con la familia, sí.
MP: Y de todos los lugares en donde estuvo trabajando, ¿cuál le gustó más?
RE: ¿Cuál me gustó más?
MP: O, ¿dónde le fue mejor?
RE: Pues en Colorado ahí fue onde me fue poquito mejor porque allá le pagaban a uno, le pagaban a uno este, por contrato pa andar uno pepenando papa. Entraba el tractor y andaba y venía, iba sacando la papa y uno andaba encostalándolo. No me acuerdo yo a cómo pagaban los costales, o la libra, no. Pero sí, sí ganaba uno más que, que cuando trabajaba de, de peón por horas. Ta como cuando anda uno piscando algodón, pos tiene que apurarse para… Y ganaba uno buenos, buenos centavos en la pisca del algodón.
MP: Pero me dicen que era muy pesado, ¿no?
RE: ¿Eh?
MP: Era muy pesada la pisca del algodón.
RE: No, a mí me gustaba mucho porque piscaba, era muy bueno para piscar, pues. Piscaba mis quinientas, seiscientas libras.
MP: Ah, caray.
RE: Todos los días.
MP: Bastante.
RE: Sí, sí, cómo no, pos era bueno pa piscar, pos tiraba a ganar, ¿pues cómo? Cómo me iba a andar asoleando ahí deoquis.
MP: Y ahí cuando estuvo piscando el algodón, ¿cuántos compañeros tenía?, ¿había mucha gente trabajando ahí?
RE: Bueno, cuando piscaba yo algodón estaba yo con el, con el señor ese. Con el señor ese que vive ahí, con ese solo. Con el señor ese, pero deste, llevaba gente. Entonces sí me decía, me decía a mí que si no conocía gente de aquí para que fuera, que supiera trabajar. Y le decía que sí, quesque sí conocía. Entonces me llevaba a todos los primos, todos los tros ahí del Consuelo. (risas) Eran mis primos.
MP: O sea, ¿se llevaba a toda la familia ahí?
RE: Todas, todas la, la soltidad (??).
MP: Pos está bien así cuando menos no se sentía tan solo.
RE: Sí, no. No, y luego pos puros conocidos, oiga, resuave que nos la pasábamos.
MP: Qué bueno.
RE: Sí él me, me daba este…Yo le decía el nombre de la persona y ya ellos arreglaban ahí las cartas y todo y las mandaban para acá pa adentro. Cada quien presentaba sus papeles ahí en la, en el puente pa que lo dejaran pasar.
MP: Y, ¿ustedes nunca tuvieron problemas con La Migración?
RE: No, no.
MP: ¿Andaban ahí tras de ustedes checándole los papeles?
RE: No, bueno, sí. Sí, había veces que sí, que sí llegaban. O muchas veces por ejemplo, como ahí había una carretera ahí cerquitas de onde, donde trabajaba yo. Había veces que agarraba uno la carretera a pie pa ir hasta allá pos con fulano. Como en el, en el otro rancho, ¿verdad? Sí nos la encontrábamos a La Migra. Pero nomás nos preguntaban: “¿A ver sus papeles?”. Y yo, yo nomás les enseñaba al mono así mire. “Okay, okay, okay”. Y nomás, nomás les enseñábamos el monito y ya no, ya no nos decían nada.
MP: Y, ¿cuál es su opinión acerca del programa?, ¿sí fue buen programa? O, no sé, los hubieran de haber puesto en… U ofrecido otros ranchos, para usted así en términos generales, ¿cómo la ve con el programa?
RE: Pues yo sí, yo, yo sí trabajaba bien a gusto, ¿verdad? Lo que se me hacía era muy poco lo que ganaba. A $0.60 centavos la hora, pos era muy poco, pos trabajaba uno unas diez horas pos que, ¿qué ganaba?, $6, $6 pesos, $6 pesos. No, pues no.
MP: Muy poquito.
RE: Pues muy poquito. Pues que tanto y muy poquito y luego muchas horas de trabajo también. Pa trabajar diez horas en el día también son muchas, no crea, oiga.
MP: Sí muchas. Bueno pues, no sé si tenga algo más que agregar, alguna otra anécdota o algo… ¿Qué hacían en sus tiempos libres cuando había más gente?
RE: ¿Qué?
MP: En sus tiempos libres, ¿qué hacía con sus compañeros? ¿Se iban al pueblo a tomar cerveza, jugar cartas?
RE: Pues sí, sí, sí. Pues yo más bien casi en el día no, no, no tenía chanza pero en la noche sí tenía. (risas) Nos íbanos, nos íbanos a un pueblo que se llama Duncan, es un pueblito no muy grande, pero tampoco no muy chiquito. Y luego tenía sus salones ahí para donde iba uno a, pues a bailar y hacer otras cositas. (risas) Pues solo allá, oiga, ¿me entiende? A fuerza tenía uno aquí que buscar la manera, oiga.
MP: ¿Andaba de galán?
RE: ¡Sí! (risas) Sí, sí. Y nos íbanos en los sábados. Nos juntaban ahí toda la bola de braceros y…Y luego como a mí ya me conocían casi todos, todos los nacionales. Pues yo vivía allá, yo tenía mucho tiempo y los que llegan aquí pues, ya llegan de repente, por tres meses, tres, cuatro meses. Y yo no, a mí me conocían todos, yo no batallaba pa irme a donde yo quería. Nomás me paraba en la carretera y nomás les hacía señas: “Sí, cómo no, véngase”.
MP: ¡Y ándele! Y agarraba el ride.
RE: Sí. (risas) No, le raspo y luego ahí nos, luego ya nos íbamos a tomar unos, unas cervecitas y luego es que ahí había un deste, un salón. Un salón y luego había cuartos separados, ¿verdad? A donde iba yo había un cuarto más o menos, sí cuadrado así como, yo creo que casi de diez por diez, ta grande, ¿verdad? Y tenía puertas aquí, puertas en medio. Y luego llegaba uno y tenía un asiento a medio, a medio cuarto, ¿verdad? Y luego había puertas en los cuatro lados del cuarto, este, nomás se sentaba uno en los asientos y salían las mujeres y se paraba uno en cada, en cada puerta, de a tiro, de a tiro… (risas) Bueno, se le quedan ahí los ojos, ¿verdad? (risas) Y me levantaba, nomás hablaban: “Vámonos, se iba para su cuarto”. (risas)
2do: Mira las sandías cuándo pues, ¿esas sandias cuando están buenas ya pa que…?
RE: ¡Úju! ¡Pues sólo Dios sabe!
2do: ¿Desde cuándo dice ya?
RE: ¿Quién?
(entrevista interrumpida)
MP: Oiga, nada más ya para terminar con la entrevista, ¿entonces sí fue un buen programa para usted?
RE: Sí.
MP: ¿Lo aprovechó?
RE: Sí, pos cómo no, pos sí. Lo último sí me gustó.
MP: Ya lo último, ¿no? Pos tá bien. Qué bueno. No, pues muchísimas gracias señor. Me alegro que le haya ido muy bien.
RE: Sí y ya sabe.
MP: Ah, ándele pues.
RE: Raúl Enríquez.
MP: Myrna Parra a sus órdenes señor. Mucho gusto.
RE: ¿Cómo? ¿Myrna?
MP: Sí señor, Myrna.
RE: ¿Myrna? ¡Ah! No se me va a olvidar el nombre porque tengo una…
MP: ¿Una sob[rina]?
RE: Una, una nieta.
MP: Ah, ¿sí? Mírelo esta bien.
RE: Sí.
MP: Okay, gracias.
RE: Ándele, seguro.
Fin de la entrevista
Interviewer
Parra-Mantilla, Myrna
Interviewee
Enríquez González, Raúl
Location
Meoqui, Chihuahua, México
File Name Identifier
Enriquez_Gonzalez_CHIH006
Citation
Parra-Mantilla, Myrna and Enríquez González, Raúl, “Raúl Enríquez González,” Bracero History Archive, accessed November 16, 2024, https://braceroarchive.org/items/show/27.