Pedro Benitez

Title

Pedro Benitez

Description

Biographical Synopsis of Interviewee: Pedro Benítez was born in the state of Sinaloa in México; when he was about two years old, his mother died while giving birth to his younger sister; shortly thereafter, his grandmother began to take care of him and his two sisters, and his father abandoned his family not long after his wife died; lamentably, Pedro’s grandmother later passed away as well; he later began picking cotton in the Mexican states of Sinaloa and Sonora, which eventually led him to join the bracero program in the early fifties; after the program ended, he returned to the United States as an undocumented worker, but he ultimately acquired legal status.

Summary of Interview: Mr. Benítez vividly describes his childhood, including the deaths of his mother and grandmother, being abandoned by his father, and the various resulting difficulties he and his two sisters faced; he sobs at the recollection of such events; growing up, he wandered from place to place in search of work and a place to stay; he later began picking cotton in the Mexican states of Sinaloa and Sonora; while in Sonora, during the early fifties, he picked two thousand kilograms of cotton, which allowed him to travel to Empalme, Sonora, to enlist in the bracero program; as a bracero, he picked cotton, oranges, and tomatoes; he recalls working in the fields during the conclusion of the Korean War, in 1953; additionally, he goes on to talk about a man, who served as a third party by obtaining contracts from farmers and transporting workers from place to place to pick various crops; furthermore, Pedro also explains how much he struggled, because sometimes, he was paid daily and other times every two weeks; one of his biggest complaints, however, was that sometimes he would not get to the crops until the second or third picking, which always yielded much less money; after the program ended, he returned to the United States as an undocumented worker, but after an amnesty was declared, he was able to acquire legal status; he comments that if he had it to do over again, he would not choose to be a bracero, because he suffered entirely too much; moreover, he sees no forthcoming resolution with regard to the current bracero struggle for compensation.

Creator

Guerrero, Perla
Benitez, Pedro

Date

2006-05-13

Subject

Bracero

Rights

Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso

Language

spa

title (Spanish)

Pedro Benitez

creator (Spanish)

Guerrero, Perla

Rights Holder

Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso

Online Submission

No

Original Format

Mini Disc

Duration

24:33

Bit Rate/Frequency

24 bit
96 k

Transcription

Nombre del entrevistado: Pedro Benítez Benítez
Fecha de la entrevista: 13 de mayo de 2006
Nombre del entrevistador: Perla Guerrero

Bueno, soy la señorita Perla Guerrero, estoy aquí en la ciudad de Los Ángeles el 13 de mayo del año 2006 entrevistando al señor…

PB: Pedro Benítez Benítez.

PG: Entonces para comenzar, me gustaría hacerle unas preguntas sobre su familia en México, ¿cuántos fueron de familia, hermanos, hermanas?

PB: Hermanos fuimos, hermanas nomás fuimos, son dos mujeres y yo.

PG: Ah, ¿nada más?

PB: Es total.

PG: En total. Y sus padres, ¿a qué se dedicaban?

PB: Pues eran de rancho, eran personas humildes y criando animalitos como en un rancho, ¿vedá? Vaquitas y puercos y chivos y usted sabe lo que era un rancho. Ése, mi papá se llamaba Rómulo.

PG: Y, ¿su mamá?

PB: Y mi mamá se llamaba Francisca. No la conocí porque fui huérfano. Yo quedé [huérfano] muy chiquito, no me acuerdo bien de ella, pero fui huérfano de la edad de, me aferro yo que fue de dos años, ¿vedá? Porque ella murió al nacer otra niña, que es la menor que yo. Entonces ya no, de ahí para adelante ya no la puedo recordar. Recuerdo a mi abuelita, que fue la que nos siguió ayudando y ahí luego también murió, quedamos huérfanos ya yo ya tal vez me acuerde yo, como a los dieciocho años o a los dieciocho años, a los ocho años quedé huérfano ya de madre y de padre y de todo.

PG: Ah, ¿su padre también murió?

PB: Mi padre no. O sea como ella, como él se encontró tal vez, ¿cómo le diré? Le puedo decir, como inútil de seguirnos lidiando, se retiró de nosotros, no lo volvimos a ver hasta que yo no tenía por ahí como la edad de… Si no me equivoco, los dieciséis o los diecisiete años, lo volví a ver de vuelta. Pero ya no lo busqué yo por, ¿cómo le diré? Porque me mantuviera o porque me ayudara, lo mantuve, lo quería conocer yo como persona que era mi padre y lo traje yo; que por cierto casi en esas fechas fue cuando veníamos nosotros al algodón, estuvo viniendo algodón a Sonora. Nos regresábamos y en esa fecha anduvo conmigo como unos tres meses, pero él ahorita ya se retiró, ya. Ya no lo volví a ver hasta que tuve la noticia que murió.

PG: Entonces si no tenía… ya su mamá había muerto, su abuelita ya también había fallecido y su papá no, realmente no se encontraba, ¿cómo sobrevivieron ustedes, usted y sus hermanas?

PB: Bueno, mi hermanita la recogió, se recogieron ellas con una tía, que le agradezco a… (llora) Perdón. Le agradezco porque las mantuvo, ¿no? Pero a la vez también ella las trataba muy mal. Después ella de tanto sufrir, una se jue con otro individuo, la otra tuve que robármela yo de la casa de mi tía, porque un tío de ella o hijo de la señora, tía de nosotros, según la quería abusar. Entonces me avisaron a mí y yo tenía como unos, posiblemente unos doce o trece años cuando jui y me la robé, la saqué de allí porque me avisaron.

PG: Y, ¿era menor que usted o más grande?

PB: Era menor que yo.

PG: Y usted, ¿dónde vivía en estos años si sus hermanas estaban con esa tía?

PB: Yo andaba, como le digo, acomidiéndome en casa por casa para poder sobrevivir.

PG: ¿Entonces no pudo ir a la escuela?

PB: No fui a la escuela nunca. Porque usted sabe, por ejemplo, va uno a la casa: “Mijito haz esto, mijito haz esto”, y: “Ve esto y ve el burro, ve la vaca, ve el coche y vete esto”. Y no le dan a uno chanza de estudiar, va al puro mandado. Entonces cuando ya me pude, que pude conocer mi, yo trabajar por mis cuentas, fue cuando ya me salí de andar rodando por el mundo.

PG: Sí. Y, ¿le hubiera gustado estudiar?

PB: ¿Mande?

PG: ¿Le hubiera gustado estudiar?

PB: Claro que sí, claro. Ahora lo poco que sé es porque lo aprendí líricamente acá yo a tienta y a loco, ¿verdad?

PG: Sí, sí.

PB: Así es.

PG: ¿Cuántos años tenía cuando finalmente pudo trabajar por sí mismo?

PB: No, pos yo comencé, como le digo, a trabajar de chiquillo, de niño empecé a trabajar con una persona, con otra, con otra y con otra hasta que ya me conocí que me podía atender solo. Entonces ya me dediqué a andar buscando trabajo en donde me iba bien, así es la vida.

PG: Y, ¿cómo se enteró usted del Programa Bracero?

PB: Porque como le digo, ya me empecé yo a… Como en Sinaloa había pisca de algodón y de allá nos comunicaban que había piscas en Sonora, porque era más temprano allá en Sinaloa y de ahí nos veníamos acá a Sonora.

PG: ¿Cuántos años tenía cuando empezó en la pisca ahí?

PB: No, pues yo comencé a como los doce o trece años.

PG: Oh, chiquito.

PB: Y así empecé hasta que ya…

PG: ¿Cuánto tiempo se hace de su poblado a donde hacía la pisca de algodón en México?

PB: ¿De Sinaloa aquí a Sonora? Pues había, pos son como… No mucho, como unas seis horas yo creo, de camino de Sinaloa hasta acá, a Hermosillo. En Hermosillo trabajé mucho yo con un señor que se llamaba Bustamante, el General Bustamante y el General Topete. Bueno, todos, puro generales eran ahí [en ese] tiempo, ahí de Sonora. Son los dueños y terratenientes aquí de Sonora porque pues ellos eran las autoridades que en el tiempo de la Revolución y eso, se apoderaron de todas las tierras como generales, como el Obregón, como, hay muchos generales que no… Ahí como le digo, el General Topete, el general ese Guadalupe Bustamante, puros generales eran. Pos eran los dueños y señores de todo Sonora. Así está la historia de México; parte de México, no todo, digo, porque lo demás al sur de México no conozco. Casi mis salidas eran pa el norte, al norte, al norte.

PG: Entonces, ¿a los cuántos años decidió dejar de piscar algodón en Sonora, me dijo?

PB: En Sonora.

PG: Y, ¿meterse de bracero?

PB: Bueno, en esa época, como le digo, veníamos nosotros a piscar algodón ahí, pero daban cartas como le expliqué yo antes. Entonces fue la oportunidad que tuvimos de conocer, yo, Estados Unidos.

PG: Y, ¿cuánto me dijo que eran, el que piscaba?

PB: Dos mil kilos era lo que piscaba uno para que le dieran la carta y llegaba uno al Empalme, Sonora y allí había ya quien lo contratara y ya se venía uno.

PG: Ah, ¿entonces usted hizo ese viaje solo?

PB: Solo, solo.

PG: ¿Solito?

PB: Sí, solo. Pues ya andaba yo solo todo el tiempo. Mi hermana, como le digo, ésa la mayor se quedó en manos de ese individuo y ahí siguió. Ya murió, Dios la tenga en el cielo. Y luego me queda una, que es todo lo que tengo, es todo.

PG: ¿Ella está aquí o está en México?

PB: No, está en México, [es]tá en México ya. No, tiene su casita y voy y le ayudo yo cuando puedo, es todo.

PG: Entonces, ¿en qué año entró al programa de bracero?, ¿cuándo por fin logró conseguir esa carta?

PB: Pos como le digo, no estoy seguro porque este, como, sería como el [19]52, el [19]53 y de ahí sí fue como el [19]56 al [19]57, por ahí en esa época.

PG: En esa época.

PB: Yo no le quiero echar mentiras.

PG: Y, ¿por qué decidió entrar al programa de bracero?

PB: Pues porque oía yo que decían que se ganaba buen dinero acá, pero no es así.

PG: ¿No?

PB: No es así, no es así, porque yo estoy ahora, en esa fecha no comprendía, pero ahora sí lo comprendo. Cuando lo traían a uno era porque ya no hallaban gente que piscara, le decían ellos. La primera era la pisca buena, ¿verda[d]? Es como cuando va a piscar usted la primer mata, tiene mucho algodón. Pero ya la siguiente pisca no tiene, ya es poco. La tercera es que le llaman ellos el puleo, ya no había nada. Entonces lo traían a uno ya nomás pa que juntara plumitas que había en el algodón. Por eso es que le digo que no, no era garantía para uno, no. Ahora, si lo traían al tomate, igual. Ya cuando lo traían a uno para que piscara tomate, para que piscara cuando había, pos traían la gente que pasaba una tanda y se llevaba lo bueno, piscaba lo bueno. Ya no, esos eran los que rendían, los que veníamos más atrás, ya no, no ganábamos nada.

PG: ¿Ya no?

PB: Muy triste la vida.

PG: Sí.

PB: Que no deseo ni volverla a vivir, ojalá le guste.

PG: Entonces, ¿cómo fue el viaje de Sonora? Y, ¿cómo por fin llegó a Estados Unidos, acá a California?

PB: Como le digo, es que la vez que vine, fue cuando dieron esas cartas. Después ya me quise pasar yo como ilegal. No la podía hacer, me agarraban y pos me echaban pa juera y… En ese tiempo no lo apresaban a uno tanto, más que un día lo tenían dos, tres días y lo echaban para afuera. De ese modo fui conociendo, hasta que ya después ya me vine, también ilegalmente y aquí estuve hasta que jue el [19]72. El puro [19]72 amanecí yo aquí en Estados Unidos, aquí en Los Ángeles batallando, ¿verdad?, con el coyote y que nos perdieron porque chocaron y eso. De todas maneras nos tiraron al monte y ya nosotros le buscamos a ver de qué manera llegamos a Los Ángeles. Ora, después de eso, ya me fui quedando yo aquí. Ya pos iba y venía, iba y venía, pero este, hasta que se llegó la Amnistía
que nos dieron chanza de…

PG: ¿En qué año fue eso?

PB: Pos yo creo que fue así como dieciséis años, pos ya, que se formó la Amnistía; pues dieciséis a diecisiete años. Y de ese modo ya me fui quedando y me quedé.

PG: Entonces, ¿cuánto tiempo estuvo como bracero?, ¿días?

PB: Yo no estuve mucho, yo estuve como dos veces.

PG: ¿Dos veces o dos meses?

PB: Dos, dos años.

PG: Oh, dos años.

PB: Dos años. Ya se cumplía el contrato, nos echaban y volvíamos otra vez, tonces como dos años nomás. Yo no estuve mucho, porque ahí luego se acabó que yo estuve aquí el año que, le voy a decir, si no, lo recuerdo como si ahorita fuera. El año que vencieron los americanos a Corea, ese año. Porque me acuerdo yo que estábamos en el field allá en, con ése cinco años; José J. Gutiérrez, cuando la notificación llegó que ya habían vencido los americanos. Entonces pos todos gritábamos de gusto, ¿verdad?

PG: Sí.

PB: Acá, ¿verdad? Así dejé, así…

PG: Así.

PB: Pos por eso recuerdo yo esa frase de que cuando los americanos ganaron la guerra al Corea.

PG: En el coreano. ¿Qué tipo de, qué era lo que piscó cuando…?

PB: Aquí cuando andaba yo con este, José Gutiérrez, lo que piscábamos era casi lo más algodón, casi lo más algodón. Nos tocaba que nos trasladaba piscando en un field y otro y así.

PG: ¿Es lo único que cosechó, algodón o de repente cosechaban otras cosas?

PB: Pues él casi las más y nosotros a veces piscamos naranja, pero no jue mucho, para mí no jue mucho tiempo.

PG: Ah, okay.

PB: Y lo mismo que tomate también, ey. No, no fue mucho lo que yo trabajé en eso.

PG: Y, ¿me contaba que los… que este señor, el señor Gutiérrez los movía de lugar a lugar para diferentes piscas?

PB: Porque, porque era, él era como contratista más bien de los agricultores, era el grande, ¿verdad? Entonces él… Eso comprendí yo en ese tiempo y todavía lo entiendo que así jue, que él agarraba contratos con este agricultor: “Yo te pisco la cosecha, nomás me hablas”. Y por eso nos trasladaba de un…

PG: De un lugar a otro.

PB: De un field a otro y a otro y a otro, porque ahorita piscábamos dos, tres días aquí, acabábamos aquel field y nos aventaban de ahí a otro field.

PG: Y, ¿cómo los transportaban?, ¿por camión?

PB: En el puro, traía unos trailers cerrados.

PG: Oh, un tráiler, ¿parados?

PB: Parados, así andábamos.

PG: ¿Llenos o estaba, se podían sentar o no?, ¿no?

PB: No, ¿cuál sentar? Pues ya así andábamos como cigarros en el tráiler.

PG: ¿Cuánto le pagaban más o menos?

PB: No, si en ese tiempo si ganaba unos $3, $4 dólares en las piscas era mucho. Al que le pagaban más, era al que sacudía los costales de algodón arriba pa las trailas, que lo vaciaba, ése ganaba $5.

PG: ¡Wow!

PB: No, no, era muy poquito.

PG: Muy poquito. ¿Le pagaban cada quincena o cada semana?

PB: A veces pagaban diario, a veces pagaban cada quincena, así. José, cuando, tal vez con algunos patrones yo creo que le pagaban a él diario, ¿no? Entonces era cuando nos pagaba diario.

PG: ¿Le gustó el trabajo?

PB: A mí no, no me gustó.

PG: ¿No? ¿Qué era lo que no le gustaba?

PB: No me gustaba porque, ¿cómo le diré? No había una, no había ni una consideración, no había consideración en el trabajo.

PG: Consideración para…

PB: En la forma de que pues vive uno todo el tiempo apeñuscado en las barracas, cuando bien iba y por eso no me gustaba a mí.

PG: ¿En qué condición estaban las barracas?

PB: Pues como, quizá las haiga visto ahorita en la televisión, que las estaban pasando, ¿no?

PG: No, no las alcancé a ver.

PB: Ésa es una, ponen un… cuartitos, cuartito ahí, cuartito ahí, cuartito a dos, tres, cuatro en un solo cuartito y ahí la pasaba.

PG: Y ahí, ¿cocinaban para sí mismos o les daban de comer?

PB: Pos a veces y a veces manejaban ellos un carro para que… con comida, para que uno mismo comprara la comida ahí así. Y había veces que las americanas llegaban con lonches en las petacas de los carros, caliente y nos vendían.

PG: Oh, ahí. Y si la primera vez no le gustó el trabajo, ¿por qué fue que regresó una segunda vez?

PB: Porque, regresé por lo mismo, porque yo quería conocer Estados Unidos más bien, dije: “Mañana o pasado yo ya tengo una noción de cómo se vive”, por esa razón. No era que me gustara. Yo para mí, ahora que ya, pues sé trabajar, porque mi oficio es construir casas. Soy albañil, soy carpintero y plomero, todos esos oficios me los, yo los puedo arrear. Pero en ese tiempo lo que quería uno es despertar de la trayectoria que traía uno, de humilde allá y agarrar un poco más conocimiento del movimiento del mundo, ¿no? Eso era.

PG: Y en sus años que estuvo como bracero, ¿estaba soltero o estaba casado?

PB: Soltero.

PG: Soltero. ¿Se le hizo difícil estar lejos de sus hermanas?

PB: Pues no se me hizo muy difícil, ¿sabe por qué? Porque como no vivimos casi continuamente juntos, entonces pues ella vivía con esa tía, que yo me vivía muy lejos, más lejos de ellas. Entonces no había mucha comunicación. Entonces por eso se me hacía a mí que no era muy, muy duro estar separado de ella, ¿verdad? Hasta que ya crecimos y ya nos empezamos a relacionar más, mucho y ya
convivimos más, mucho tiempo. Que ahorita a cada rato que voy yo a Culiacán allá, yo la visito y le llevo su feriecita, luego le mando y así. Ella está también, se ve medio acabadita a pesar que es menor que yo, pero me gusta mucho ayudarla, porque yo sé que lo necesita. Tiene muchos hijos, pero no le sirvieron, salieron unos vaguitos que no. Lo que le ayuda nada más mucho, son las hijas que tiene, eso. Pero yo sí, me gusta ayudarla, porque yo sé que lo necesita.

PG: Por qué, la segunda vez, ¿por qué no decidió regresar? Después de que acabó la segunda vez como bracero, ¿por qué no decidió regresar una tercer vez?

PB: ¿De?

PG: De bracero. Ya que había acabado la segunda vez que vino como bracero y se regresó a México, ¿por qué no decidió regresar de vuelta como bracero?

PB: No, por lo mismo, porque no me gustaba el sistema, ése será una. Después de eso, yo agarraba, pues me acomodé a trabajar allá, me acomodé en un ranchito ahí
donde hice yo mis tierritas y hice esto y ya me coloqué a trabajar por sí mismo, sembrando. Pero lo que pasó es que cuando la época de López Mateos que jue presidente, hicieron una presa en el municipio de Badiraguato [Sinaloa] y esa presa nos afectó a todos.

PG: ¿Por qué?

PB: Y nos quitaron las tierras y nos quitaron todo, aguastaderos(?) y todo,
yo tenía ganado, pues había ganado. ¿Qué pasó? Que con la traída a nosotros acá, según ellos, no me querían dar casa, no me querían dar nada y a puro sufrir. Entonces lo que pasó es que el ganado lo dimos a cuidar, como teníamos que estar acá, lo dimos a cuidar. Hasta la fecha quedó con, se quedaron los cuidanderos con él. Y yo, ya no logramos nada.

PG: Sí. ¿Cuánto tiempo estuvo en México? Después de terminar como bracero, ¿cuánto tiempo duró allá y luego para regresarse a Estados Unidos sin papeles?

PB: No, yo estuve muchos años allá en México. De todas maneras, este, estuve yo como, pues, todo el tiempo pasado en México, como quien dice, ¿cómo le digo? Nomás del [19]72 para acá voy y vengo, iba y venía, iba y venía, ¿verdad? Y ya de aquí, ya pues me quedaba, me he quedado que ya por… Pero de todas maneras pues voy cada rato. Pero legalmente, lo que tengo aquí viviendo, más bien son treinta años.

PG: Ah, okay.

PB: O le vamos a poner treinta, treinta y uno, que sea. Porque yo vine el puro [19]72 aquí. Pero me regresaba y volvía y así. Pero hasta que ya no se hizo la Amnistía, fue cuando ya me empecé a quedar, de todas maneras, voy. Pero no, pues ya tengo, como está ya puedo yo entrar y salir. Pues ya voy a veces dos veces por año, a veces una, a veces nomás, según la capacidad de mi vida, ¿no? Ey, así es.

PG: Si pudiera, si tuviera la opción de volver a participar como bracero, ¿lo haría?

PB: No.

PG: ¿Por qué no?

PB: No, porque como le digo, todo el tiempo el bracero sufre muncho, eso sí le digo. Sufre muncho porque sencillamente uno, como le están pagando cualquier cosa que sea, anda atascado en el lodo, piscando tomate o piscando lechuga o betabel o lo que, todo lo que consiguen en la agricultura, ¿no? Entonces es una vida cansada, no volvería yo.

PG: No volvería.

PB: No, ¿para qué le voy a engañar? Me gusta el trabajo y yo soy alérgico, este, ¿cómo le diré? Mi oficio es trabajar a la hora que sea. Me llaman en la tarde, en la noche a la plomería, lo que sea y yo me gusta trabajar, pero ya de la agricultura no.

PG: Ya no.

PB: No, no, no soy de acuerdo.

PG: Sí.

PB: Y es lo que necesitan aquí mucho. Dígame si no es cierto.

PG: Sí, sí, sí es.

PB: Pero pues hay mucha gente que es nueva, que lo puede hacer y yo digo, de joven, pues no, ya no; aunque estuviera joven, yo no creo que si conociera el ramo, no, no lo hiciera.

PG: ¿Hay alguna otra cosa que le gustaría compartir sobre su época como bracero? ¿Algún comentario, algo que no tocamos?

PB: Pues el cometario que puedo decir yo, que esta lucha que andamos haciendo como braceros no le veo yo resultado, posiblemente nunca lo vamos a tener, ¿por qué? Por la misma razón de que el dinero cayó a manos de, no digo de qué presidente porque no estoy enterado, ni tampoco digo que… Pero cayó en manos de los haraganes en México y pa que lo suelten tá duro. Es como cuando agarra un caimán a un pescado, no lo puede soltar. Así es ahí, tá muy duro.

PG: Sí, bueno, muchas gracias.

PB: Ándele, gracias a usted ¿Entonces me llevo este papelito?

PG: Sí.

PB: Ah, bueno, gracias.

PG: Yo lo encamino.





Fin de la entrevista




Interviewer

Guerrero, Perla

Interviewee

Benitez, Pedro

Location

Los Angeles, California

Time Summary

[Mins 0:00-5:36; Early Life] Pedro and his two sisters were born to humble parents. They had a farm with cattle, pigs, and other animals. Pedro was orphaned at a young age and his sisters were raised by his aunt—he is emotional when talking about his difficult childhood. Although he says his grandmother helped raise him, he survived childhood by moving from house to house and finding work where he could. He was never able to attend school but wishes he could have.

[Mins 5:37-7:30; Work in Sonora] When he was twelve or thirteen, he was working as a cotton-picker when he heard there were work opportunities in Sonora, Mexico, six hours travel from where he was. He describes the places in Sonora where he picked cotton.

[Mins 7:31-10:44; Becoming a Bracero] In Sonora, the cotton-pickers were told they could earn a card summoning them for the bracero program if they picked two thousand kilos of cotton. Pedro did so and was contracted in Empalme, Sonora, Mexico in 1966. He joined the bracero program because it was rumored to give good wages. In actuality, he found that cotton-picking wages were low since workers were paid by the amount picked, rather than by the hour.

[Mins 10:45-12:20; Undocumented Immigration] Pedro’s first time coming to the U.S. without documentation was after the bracero program and he was caught. He came again without documentation and stayed this time until1970. Finally in 1972 he moved to Los Angeles.

[Mins 12:21-15:35; Bracero Work and Wages] Pedro had two bracero contracts [for two years total] around the time of the Korean War. He picked cotton, oranges, tomatoes, and other crops. At one point he worked for a contractor named Mr. Gutierrez who took the braceros in tightly-packed trailers to different harvest jobs. Wages were low and inconstant. Braceros were paid according to how much they picked. Sometimes they were paid on a daily basis, other times they were paid every 15 days.

[Mins 15:36-17:00; Living Conditions] Pedro did not like his work because he says there was no consideration for the braceros’ lives in the fields or in the barracks. The barracks were made up of several small rooms in which two to four people lived. Sometimes they would cook food for themselves and other times American women would bring food for the braceros to buy.

[Mins 17:01-17:48; Returning to the U.S.] Pedro did not return to the United States after his bracero experience because he liked it, but because wages were higher in the U.S. than in Mexico. He worked as a constructor, carpenter, and plumber. He says the appeal of the U.S. is the chance it provides a person to “awaken” him/herself to the way the world works.

[Mins 17:49-19:10; Family Left Behind] Pedro was not married when he worked as a bracero. It was not particularly painful for him to be away from his sisters when working in the U.S. because he never lived close to them during childhood. He continues to help them financially, especially his younger sister who has many children.

[Mins 19:11-23:10; Post-Bracero Life] After his second contract, Pedro decided not to work as a bracero again because he did not like the program. He returned to Mexico for many years and eventually had a home and a farm. Unstable political situations caused him to lose everything he had, so he returned to the United States. Pedro says that bracero life was full of suffering because agricultural work is so exhausting. He never returned to agricultural work.

[Mins 23:11-End; Final Thoughts] Pedro says the “fight” braceros engaged in (for rights and money) was one he knew they’d never win; he feels that money had fallen into the wrong hands in Mexico.

File Name Identifier

Benitez_Benitez_LAS004

Citation

Guerrero, Perla and Benitez, Pedro, “Pedro Benitez,” Bracero History Archive, accessed November 15, 2024, https://braceroarchive.org/items/show/260.