Cecilio Santillano

Title

Cecilio Santillano

Description

Biographical Synopsis of Interviewee: Cecilio Santillano was born on December 22, 1927, in El Dorado, Chihuahua, México; he was one of three siblings; at age eight, he began working with his father in agriculture; he joined the bracero program in 1948, and worked in Michigan, Minnesota, New Mexico, and Texas; there he picked beets, cotton, and worked with machinery.


Summary of Interview: Mr. Santillano recalls growing up in El Dorado, Chihuahua, México, and working with his father in agriculture from an early age; he states that he only attended formal schooling for one year, but managed to learn how to read and write after a while; additionally, he explains that he heard about the bracero program while laboring in Texas as an undocumented worker, and that he immediately decided to go to Ciudad Juárez, Chihuahua, México to enlist; he describes the process he endured at the contracting centers in Chihuahua, Chihuahua, México, his trip back to the United States-México border, and the medical exams performed on him at Rio Vista, a processing center in Socorro, Texas; furthermore, he details what life was like in the camps, what their work was, and what they did on their days off; he recounts that, in the first camp he was sent to, their living arrangement did not have bathrooms, and they were forced to use the outdoors; moreover, he remembers experiencing discrimination in Texas; after the bracero program ended, he expresses that his employer helped him gain his residency papers, and that he stayed in the U.S. working in agriculture; overall, he states that his memories of the program are positive, that it helped the U.S. war effort, and that it gave many Mexicans work when they needed it the most.

Creator

Loza, Mireya
Santillano, Cecilio

Date

2005-07-25

Subject

bracero

Contributor

Cristóbal Borges

Rights

Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso

Language

spa

title (Spanish)

Cecilio Santillano

creator (Spanish)

Loza, Mireya

contributor (Spanish)

Cristóbal A. Borges

Rights Holder

Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso

Original Format

Mini Disc

Duration

35:43

Bit Rate/Frequency

24 bit
96 k

Transcription

Nombre del entrevistado: Cecilio Santillano
Fecha de la entrevista: 27 de julio de 2005
Nombre del entrevistador: Mireya Loza

ML: ¿En dónde y cuándo nació usted?
CS: Yo nací en diciembre 22 del 1927.
ML: ¿En dónde?
CS: En Dorado, Chihuahua.
ML: En Chihuahua. Hábleme de su familia y del lugar donde nació.
CS: Ah, bueno, mi esposa nació en rancho que se llama San Juan de Allende, Chihuahua. Entonces, nosotros tuvimos siete hijos y todos los tengo aquí.
ML: Y, ¿cuántas hermanas y hermanos tiene usted?
CS: Yo tuve nomás un medio hermano y, una media hermana y un medio hermano nomás, por cierto que mi media hermana murió este año pasado. Mi medio hermano todavía vive, ellos viven en Delicias, Chihuahua.
ML: Y, ¿a qué se dedicaba su padre?
CS: Mi padre era agricultor y lo mismo yo. También, todo el tiempo trabajé en la agricultura.
ML: ¿Qué tipo de agricultura?
CS: Eh, sembrar de toda clase de maíz, frijol, trigo, papas o chile, tomate, de toda, de todo vegetal.
ML: Y hábleme de cuando fue a la escuela. ¿Usted fue a la escuela?
CS: Desgraciadamente no tuve escuela. Fui, sería algún año, si mucho y pos, aprendí casi nada. Después yo fui aprendiendo poco a poco y sé un poquito.
ML: ¿Aprendió a leer y a escribir?
CS: Escribir.
ML: ¿Sí? Y, ¿cuántos años tenía usted cuando empezó a trabajar?
CS: Uy, yo empecé a trabajar, yo pienso como de ocho años y hasta la fecha, bueno, ya tenga ahorita unos años, unos ocho o seis. No, como unos seis años que no trabajo.
ML: Y, ¿en qué empezó a trabajar?
CS: En la agricultura. En el field, la labor.
ML: Y, ¿cómo se enteró usted del Programa Bracero?
CS: Bueno, cuando yo me enteré de este programa, porque yo andaba aquí de ilegal, fue en 1948 y yo empecé, no, el [19]45, perdón. El [19]45 empecé a trabajar aquí de ilegal aquí en Texas, por cierto que el sueldo como que no era muy bueno porque ganaba $2 dólares al día, $10 dólares por semana, cinco días.
ML: Y, ¿por qué se fue a Texas a trabajar?
CS: Porque ahí estaba la pasada cerquitas. Nomás cruzaba el río y ya estaba ahí.
ML: Y, ¿cuántos años tenía usted?
CS: Yo tenía como, yo pienso como unos diecisiete o dieciocho años y después ahí me di cuenta que estaban contratando gente en Ciudad Juárez. Entonces, yo fui ahí y me contraté el 1948 y estuve trabajando también en Texas, allá para el lado de Lamesa, Texas. Por cierto que tuve dos experiencias medias, no muy buenas, porque una vez fuimos a un restaurán y entramos y nos sentamos y vinieron y dijeron: “No, aquí no le servimos a los mexicanos”. Y como nosotros no entendíanos el inglés, seguimos sentados y llegaron unos dos y vamos, nos aventaron pa fuera y eso me pasó dos veces, ¿eh?, en Texas.
ML: ¿Cuando trabajaba como bracero?
CS: No. No, como bracero…
ML: ¿Como bracero?
CS: Como bracero.
ML: Y, ¿eso le pasaba a todos los braceros?
CS: Pos yo pienso que a todos, porque no admitían mexicanos o latinos en los restauranes. No admitían, y entraba uno a comer y lo sacaban pa fuera. Y luego le decían: “Salte pa fuera porque no te podemos servir”.
ML: Y, ¿cuáles eran sus expectativas del Programa Bracero, antes de ser bracero?
CS: Pos antes de ser bracero, pos nomás mis expectativas eran trabajar para sobrevivir, ¿ve? Y ya después que empecé a trabajar de bracero, ya me quedé aquí trabajando como…
ML: ¿Tenía usted familia cuando era bracero?
CS: No, ah sí. Bueno, el [19]48, [19]49, no tenía familia. Me casé el [19]50. Entonces ya después el [19]51 ya empecé a venir. Que por cierto, anduve, estuve en Minesota, estuve en Michigan, y luego ya venimos otra vez a Texas y ya después me caí aquí en un rancho, aquí en Nuevo México. Y allí caí con un patrón, buena gente porque ya él me renovaba mi contrato cada vez que se me vencía, así es que trabajé con él de bracero como diez años, más cuatro después de que él me arregló mi residencia. Y quiere que le diga, el motivo de que me haiga arreglado la residencia es que los nacionales de aquí empezaron a hacer lío porque yo trabaja, bueno, muchos de nosotros trabajábanos en maquinaria, o sea yo era uno de ellos que trabajaba pura maquinaria.
ML: ¿Como bracero trabajaban maquinaria?
CS: Sí, sí, braceros. Sí, pura maquinaria, de tractores, carapilas [caterpillar], piscadoras de algodón, bueno, toda clase de maquinaria yo lo hacía. Entonces, ya los de aquí empezaron a hacer huelga, que porque nosotros veníamos y nos daban los trabajos que ellos podían hacer.
ML: Y, ¿en qué sitió trabajaba en maquinaria?
CS: Allí en Nuevo México.
ML: ¿En Nuevo México?
CS: Sí. Y entonces, mi patrón me dijo: “¿Sabes qué?”, dice, “ya no vas a poder manejar maquinaria”. Y le digo: “¿Por qué?”. Dice: “Porque los nacionales de aquí están haciendo huelga con el gobierno que porque ustedes vienen a trabajar y trabajan en las maquinarias en lugar de ellos”. “Pero es que ellos no quieren trabajar”. Entonces, me dijo: “¿Quieres arreglar tus papeles?”. “Sí, cómo no”. Entonces, ya hice yo mi aplicación y todo. Entonces, ya como… No duré mucho, duraría como un año pa arreglar todo o menos.
ML: ¿En qué ano?
CS: Eso fue en [19]62.
ML: ¿En el [19]62.
CS: Sí. Entonces, toda[vía] estaba yo de bracero, seguí de bracero con él. Después de que ya no hubo braceros, yo seguía con él, pero ya estaba de residente. Entonces, yo trabajé con ese señor como catorce años, quince, por ahí, hasta que me vine pa acá pa California. Pero es muy buena gente porque, ya le digo, dijo: “No”, dice, “¿quieres arreglar? Yo te ayudo”. Entonces, él me ayudó a arreglar mi residencia.
ML: Buena gente. Describa usted el proceso de contratación.
CS: El proceso de contratación.
ML: ¿Cómo era eso?
CD: Empezando en Chihuahua donde eran las contrataciones, allí era un desastre porque había miles de gentes durmiendo allí en el suelo, en las calles, onde quiera. Porque las contrataciones eran en la estación del tren. Allí por donde quiera había gente dormida y eran colas y colas y colas que no se daba fin, eran miles de personas. Y ya después sacaron el, cómo diría yo, un modo de que la gente no se aglomerara tanto. Empezaron a dar números. Entonces sí ya la gente, cuando tanteaba que iba tocar su número, vamos a poner que había tres mil antes de yo. Entonces, yo tanteaba, me iba pa mi casa, y regresaba cuando ya más o menos tanteaba en qué numeración iba y así jue como, ya jue menos la glomeración de gente.
ML: ¿Cuánto tiempo esperaba?
CS: Pos a veces se esperaba uno dos, tres días, una semana, o más. Y luego, ya de allí, a muchos los traían de Chihuahua a El Paso. Los traían en, algunos en camiones y algunos en los trenes y no trenes de pasajero, trenes de carga, vámonos. Allí todos como, mala en comparación, como borregos, (risas) y ya hasta El Paso. Y luego, ya allí, lo metían a uno allí en un lugar que se llamaba Río Vista. Era un corralón y había muchas barracas allí de cuando los militares tenían ese campo allí. Allí lo metían a uno como más grande que aquí, tres veces más grande que esto, y allí dormía todos juntos allí. Y luego, ya después, cuando ya iba a entrar a la contratación, se tenía uno que desvestir todo de a tiro. Ya miró a la foto, ¿verdad? Todos. Y luego allí le revisaban a uno hasta las ojos, sí, todo su cuerpo, se lo revisaban. Que no tuviera hernia, que no tuviera almorranas, que no tuviera… Bueno, de todo y luego aparte lo bañaban de polvo, de ese como cal, quién sabe qué sería, no sé que sería lo bañaban, ya de allí salía, se vestía y ya iba a hacer su contrato. Lo metían allí, decían su contrato y luego ya después se juntaba la gente y luego ya llegaban los patrones. “Necesito tantas personas, ¿okay?”. Y luego le preguntaban a uno: “¿Quieres ir a tal parte?, ¿sí o no?”. Decía: “No, no quiero ir para allá”. Entonces, de allí se podía ir a otro lado. Más o menos uno elegía la área dónde quería ir. A Texas, a Nuevo México, a Arizona, a Colorado, y así era como…
ML: ¿Podía elegir también el tipo de trabajo?
CS: No, no, eso no.
ML: ¿No?
CS: No, no, eso no porque el patrón decía: “Bueno, quiero ochenta personas”. Y no podía elegir el trabajo que iba a hacer, ¿eh? Anduve en Minnesota, pepenando pepino, desahijando betabel ese sí es duro, porque ese es de andar agachado todo el día, no. Cuando ya se quería uno enderezar, así, así, así, si iba a enderezarse como están las sillas, aquellas. Ay, ay, ay, poco a poquito, porque no podía enderezarse rápido. Duro ese trabajo, el de desahije de betabel y anduve allí también. Y estuve en Michigan también trabajando. Allí anduvimos piscando cherry y de allí, nos venimos otra vez a Texas y al algodón. Trabajé algunas temporadas en algodón, pero ya después se terminaba el algodón y empezaba con la maquinaria a limpiar la tierra, a barbechar, a cultivar, a surquear, a todo. Y ya después, cuando se venía la pisca de algodón, que ya entraron las máquinas, me pusieron en máquina de piscar algodón.
ML: Y cuando estaba allí en la frontera, ¿le informaban las autoridades acerca de su salario, de su condición de vida o alimentos que iba a recibir?
CS: No, no, no. Nomás le decían a uno: “A tal parte vas. Te van a contratar”. O sea, donde le informaban era en Río Vista, qué lugar iba, qué trabajos más o menos iba a desempeñar vamos a pisca de algodón, pisca de pepino, de betabel o de papa, lo que fuera, ahí era onde le informaban, sí. Pa el algodón sí salí bueno yo, a piscar algodón. Sí, cuando se venía la temporada que no, todavía no había las máquinas, usábanos costales, saca como de catorce pies. Pues yo, sí, cada pesada que iba a hacer iba cien libras o más, unos costalotes, y ahí va uno y subí y luego llegarlo, pesarlo, y luego subirlo arriba del tráiler pa vaciarlo, sí.
ML: Y cuando cruzaban, ¿le permitían tener algunos objetos personales con usted?
CS: Pues nomás uno, cuando venía nomás traía su ropita, lo que podía traer, nada más.
ML: Sólo eso.
CD: No podía traer cosas que, únicamente su ropa, era todo lo que podía traer porque no podía traer cosas más.
ML: ¿Cuántos años oficialmente trabajó usted como bracero?
CS: Como de bracero trabajé como trece, catorce años, por ahí, más o menos.
ML: ¿En cuáles años?
CS: El [19]48, [19]49, [19]50 no, [19]51. Hasta el [19]51 al [19]62 que arreglé. Entonces fueron como doce, trece años por ahí, ¿no?
ML: ¿Se recuerda en qué años fue a cuáles partes?
CS: Sí. El [19]48 estuve en Texas piscando algodón y el [19]49 también. El [19]51 fue cuando jui a Minesota y a Michigan y luego a Texas. Ya después el [19]52 jue cuando vine a Nuevo México y ya me quedé allí por largo tiempo, vamos a poner diez años. Ya porque el patrón me renovaba mi contrato cada vez que se vencía, pero yo ya no iba allá hacer cola ni nada. Nomás pasaba a México, a Ciudad Juárez y allí mismo me regresaban e iba al centro de contratación y ya me daban tarjeta nueva, mica nueva por toda esa temporada. Nomás que para mí, no había día de fiesta, no había vacaciones, no había nada, nomás, el único día que descansaba era el domingo, porque los otros seis días era trabajo.
ML: ¿Qué hacía los domingos?
CS: Pos, ¿qué cree que hacía? Lavar mi ropa. ¿Qué más podía hacer? Lavar mi ropa y hacer mi comida y muchas cosas que a veces duele decirlo.
ML: Y en su día de descanso, ¿nunca pensó en hacer otras cositas como ir al pueblo?
CS: No, pos no teníanos tiempo. Sí íbanos al pueblo a traer la provisión pa la comida para la semana.
ML: Y, ¿no les hacían comida?
CS: No. Uno tenía que hacer su comida, hacer sus tortillas, hacer su… Todo tenía que hacer, como una dama de casa, todo tenía que hacer usted. O sea, en otros lugares donde fuimos como fue en Michigan. En Michigan sí tenían, nos llevaron, nos tenían allí en un lugar y allí sí nos daban la comida y todo, aunque tenías que pagar aparte de lo que ganábamos, tenías que pagar lo de la comida. Pero fue el único lugar donde yo estuve que me daban comida.
ML: ¿Qué era lo que comían?
CS: Bueno, pues, nos daban pos blanquillos. Al medio día carne o otras cosas y pos sopa, frijoles, y era… O había veces que nos daban, a medio día, un sándwich, lonches de carnes frías.
ML: Y, ¿trabajaba usted con muchos braceros?
CS: Bueno, al principio sí. Cuando nos mandaban así a ciertos lugares como en Texas, cuando los primeros años que fui, éranos bastantes y vamos a suponer, como unos sesenta en un bonche, y en otro lugar, también en Texas, éranos como ochenta. Entonces, lo malo es que no nos tenían baño ni nada. Teníanos que hacer nuestras necesidades por allá entre el algodón. Pa bañarnos, nos bañábanos con una manguera y luego en tiempo del frío y, ¡ay! Porque no teníanos baño. ¿Usted cree que el patrón iba poner baños para todos? No.
ML: ¿En ningún trabajo tenía usted baño con drenaje?
CS: Ya éste últimamente sí. Cuando caí con este patrón, sí nos tenían baño. Pero no de drenaje, de casita allá afuera, porque no tenían baños allí. Y allí sí tenía uno que hacer su comida y todo.
ML: Y, ¿contrataban los patrones algún ilegal que estuviera trabajando con ustedes?
CS: No, no. Ocupaban gente nacional de aquí que eran, como diga, pos residentes o legales de aquí. Sí, tenía gente.
ML: Y, ¿tenían usted mucho contacto con su patrón? Yo sé que con el último sí, pero, ¿con los anteriores?
CS: Sí. Con los anteriores, muchos ni los conocí.
ML: ¿No?
CS: No.
ML: Y, ¿cómo lo trataban?
CS: Pues a veces los que se entendían con el negocio pos a veces había algunos malos, había otros buenos. De todo hay, de todos hay. A veces lo tratan a uno mal o a veces lo tratan bien. Depende de cómo se porte uno también.
ML: ¿Alguna vez fueron autoridades mexicanas a donde trabajaba?
CS: No.
ML: ¿No? ¿En alguna ocasión fue migración para revisar los documentos de los trabajadores?
CS: No.
ML: ¿No? Y su familia, ¿cómo se comunicaba con su familia en México?
CS: Por carta.
ML: ¿Por carta?
CS: Por carta, porque pos teléfono no teníamos allá en los ranchos, no había teléfonos. Y luego también aquí pues no, no podía uno comunicarse porque a veces no sabe uno ni cómo marcar. Y luego allá en los ranchos pos no había teléfonos tampoco. Así es que no podía uno comunicarse. Si no era por carta, no lo podía hacer.
ML: Y, ¿cómo se sentía su esposa porque venía como bracero?
CS: Pues, mal, porque sola allá casi lo más del tiempo, y luego con los niños y todo y ya agarraba yo un chequecito, se lo mandaba, y así. Mandaba allá y tenía que dejar para sostenerme yo aquí.
ML: Y sus hijos, ¿cómo se sentían?
CS: Pues, estaban chicos, pos se sentían bien porque pos no taban como los demás niños allí que muchos… Porque en México había mucha pobreza en ese entonces, mucha. Entonces, se sentían un poquito bien porque yo estaba acá y yo les mandaba su dinerito.
ML: Y, ¿usted veía a su familia durante esos años?
CS: Pues los contratos, a veces, eran por tres meses, por seis meses, y así que se cumplía el contrato y va uno para allá. Yo iba para allá y luego me regresaba y me volvía a contratar. En el mismo año podía venir dos veces o tres. Por ejemplo, había contratos de cuarenta y cinco días, se cumplía el contrato, se iba uno, y luego se volvía a recontratar otra vez. Entonces, la podía ver como cada seis meses. Ya después no, pos ya después cuando caí aquí en Nuevo México, pos ya iba a veces cada semana, cada dos semanas, cada semana hasta allá a mirarlos, el domingo, me agarraba, me iba el sábado en la noche, porque estaba cerquita de la frontera.
ML: ¿Cuántas horas duraba usted en camino?
CS: No, pues estaba cerquita. Era, duraba como cuarenta y cinco minutos.
ML: ¿Cuarenta y cinco minutos?
CS: Sí, ajá.
ML: ¿Así que podía pasar un día a la semana con su familia?
CS: Sí, ajá, sí. Sí, porque salíanos del trabajo el sábado y vámonos, y nos quedábanos el sábado allá y el domingo nos veníanos en la tarde. O a veces, cuando conseguía uno que alguien lo trajiera, se venía el lunes muy tempranito a las cinco de la mañana, y aquí podía estar un rato allá con la familia. Y ya después cuando yo compré un carrito, pues ya iba de mi cuenta cada ocho días. Me iba temprano y me venía temprano el lunes.
ML: Y, ¿cuántas horas por día usted trabaja durante la semana?
CS: Bueno, durante el verano trabajábanos ocho horas. Cuando entraba la pisca de algodón que andábanos en las máquinas, trabajaba hasta doce horas, doce o catorce horas en las máquinas.
ML: Y describa un poco su día normal de trabajo. ¿A qué hora se despertaba?
CS: Mi día normal de trabajo tenía que despertarme a las cinco y media, seis, lo máximo más tarde a las siete, porque tenía que hacer almuerzo, poner lonche y alistarme y vámonos. A las ocho tenía que estar preparando el tractor o la máquina, o en lo que fuera a trabajar. Tenía que estar preparándolo, poniéndole aceite y su gas, preparando la máquina para salir a trabajar, y a las ocho, vámonos a trabajar y ya. Pero tienen que levantarse temprano para preparar todo, su almuerzo y su lonche.
ML: Y, ¿dónde vivía?
CS: En ese entonces vivía en…
ML: Las primeras veces que vino de bracero, ¿cómo era el hospedaje?
CS: Bueno, ¿el hospedaje dónde vivíanos?
ML: Sí
CS: No, eran pésimos. Una de las veces nos tocó con un ranchero que tenía mucha gente trabajando y vivíanos en un cuartito chiquito como, por ejemplo, como ahí, hasta allí, hasta la esquinita. En un cuartito, allí vivía, dormíamos como unos seis, seis o siete o cinco, lo menos, y allí era cocina, comedor y dormitorio, todo.
ML: Y, ¿qué tipo de muebles tenían en ese cuarto?
CS: Ningunos. (rísas) Ningunos porque no podía, yo pienso que el patrón no podía comprarle muebles, camas a todos. En otra ocasión también, esos sí nos dieron camas, pero de esas camas portátiles de esas que se doblan, unas camitas con unas lonas allí y allí era cama. Otros patrones, tenían cama literas. Pero allí me tocó que dormíanos en el piso.
ML: Y, ¿en Nuevo México?
CS: No, no. Allá donde anduvimos en Texas y todo eso.
ML: Pero, ¿cómo era donde vivía cuando estuvo en Nuevo México?
CS: Nuevo México pues ya, ya cambió un poquito porque ahí sí teníanos unas camitas, allí dormíanos y todo. Lo único que no teníanos era baño de drenaje, una casita, que no teníamos baños tampoco para bañarnos. Teníamos que bañarnos allí en… Calentar agua y bañarnos allí en una tina allí, algo.
ML: Y durante su tiempo como bracero, ¿sus patrones les proporcionaban cosas personales, como cepillo de dientes, jabón, toalla?
CS: Absolutamente nada.
ML: ¿Nada? Y, ¿cómo es que…?
CS: Nada. Pos uno tenía que comprar todo lo que necesitaba. Uno lo tenía que comprar.
ML: ¿En dónde?
CS: En todos los lugares donde uno andaba. En todo los… Cuando yo anduve de bracero, en ninguna parte nos dieron nada. Absolutamente ni un cepillo de dientes. Todo tenía que comprar uno.
ML: Y cuando empezó, ¿cuánto le pagaban?
CS: Bueno, cuando yo empecé a trabajar de bracero, se me hace, cuando fui para allá, se me hace que nos pagaban, creo $0.50 centavos la hora, era poquito, poco. Ya después cuando anduve, ¿qué?, el [19]48, no eso fue en la pisca de algodón. Eso es según lo que uno se apure es lo que gana, porque nos pagaban por libras, el algodón. Cien libras por $2 dólares, cien libras, fíjese, $2 dólares, nada.
ML: No, pero es mucha la libra.
CS: ¡Sí y luego pa juntarlo! Todos lo dedos picoteados con el algodón. Y pa juntar cien libras, ¡uh!, le suda a uno el coco. Pa juntar cien libras, pa ganarse $2 dólares. Ya después que empezaron a entrar las máquinas, no pues ya era diferente.
ML: Y, ¿pagaban en efectivo o con cheque?
CS: Con cheque. En algunas partes pagaban, casi donde quiera le pagaban a uno con cheque.
ML: Y, ¿qué hacía con el dinero?, ¿cómo lo guardaba?
CS: Pues lo guardaba en mi bolsa, allí lo traía. Y cuando ya era tiempo, yo mandaba mi cheque pa mi casa y me dejaba mi parte que yo tenía que usar allí. Sí y en, algo más, ay caray, se me olvidó. Del sueldo, $0.50 centavos la hora y ya después, cuando ya caí ese rancho, pos, eh, al siguiente año pagaban $0.55. Según en el contrato lo que venía, era lo que le pagaban a uno, ¿eh? Del $0.55, $0.60 centavos y así se fue, se fue, se fue, subiendo, y hasta, cuando el [19]62 ya me pagaban a mí un dólar. No, como el [19]60 me pagaron, me empezaron a pagar un dólar la hora. Y así, un dólar un dólar y un dólar y ya nunca, allí se quedó en un dólar nomás. Todos los años que duré allí, era un dólar la hora.
ML: Y, ¿todos los braceros ganaban igual?
CS: No. Algunos ganaban más, porque depende de los patrones. A veces les daban un poquito más a los trabajadores.
ML: Y, ¿siempre recibió a usted pago perfecto por las horas trabajadas?
CS: Sí, sí, eso sí.
ML: Y, ¿alguna vez tuvo problema en su trabajo?
CS: No, nunca. Nunca tuve problemas porque, pues no sé, yo duré allí en ese rancho, ya le digo, como diez… Bueno, trabajando con ese patrón catorce años, pero, de bracero, se me hace que como ocho, diez años. Y yo pienso que nunca tuvimos ninguna dificultad porque pues, duré tanto tiempo allí.
ML: Y, ¿qué sucedía en caso de accidente o enfermedad?
CS: Pues, en caso de enfermedad, pues uno tenía que pagar su medicina. O sea que yo casi nunca sufrí enfermedad. Cuando estaba con gripa o algo, pues, bueno, una pastilla, una aspirina y ya vámonos. Casi nunca estuve, bueno, como otras personas que iban, llegaban a ir al hospital o algo, al doctor, dos o tres veces, yo no, yo nunca fui.
ML: Y, ¿cuáles eran las quejas más comunes, comida, hospedaje, patrones, su salario? ¿Cuáles fueron?, ¿cuáles fueron las quejas más comunes entre los braceros?
CS: ¿Entre los braceros? Pues, quejas, quejas que yo haiga notado, no, no. A otras personas sí tuvieron muchas quejas con los patrones.
ML: ¿Como qué?
CS: Sí, porque, por ejemplo, que no les daban todo lo que ellos necesitaban, como por ejemplo, baños y todo eso, ¿ve? Entonces ellos se quejaban. Yo nunca me quejé porque pos ya, yo creo por eso estaba a gusto ahí el patrón conmigo también, ¿verdad?
ML: ¿Encontró usted algún tipo de discriminación?
CS: Sí. Cuando estuvimos en Texas que, ya le digo, que nos íbamos a entrar a un restaurán y nos echaron fuera. Eso fue la discriminación que yo sufrí. Dos veces me pasó.
ML: Y, ¿alguna vez usted o algunos de sus compañeros de trabajo organizaron una protesta laboral o algo así?
CS: Allí donde yo estuve, no, no.
ML: Y en su día libre, usted decía que lavaba su ropa y…
CS: Y hacía mi comida. Hacíamos tortillas pa dos, tres días. (risas)
ML: Y, ¿veían películas?
CS: No.
ML: ¿No?
CS: No. Porque no, no teníanos televisión. (risas)
ML: ¿Escuchaban radio?
CS: Sí, radio sí, escuchábamos.
ML: ¿No practicaban deportes?
CS: No.
ML: ¿No?
CS: No teníanos tiempo. ¿Usted cree? Se levantaba uno temprano y irse a trabajar, hacer su comida, irse a trabajar, y venir del trabajo y hacer cena y todo a… Hacer las tortillas, porque nosotros las hacíamos. Y decir, ¿cuál tiempo de deporte? Ninguno, nada.
ML: Y durante ese día iban a misa, ¿no?
CS: Pues, los domingos tampoco íbanos a misa, porque pos no teníamos tiempo. (risas) Nos faltaba tiempo para hacer todo, y luego aparte de eso, no teníanos en qué ir. No teníanos carro pa ir, caminar hasta el pueblo, ¿eh? No, y luego el patrón pos, este que, último que tuve, no vivía allí. Vivía retiradito, como unas ocho millas de allí onde nosotros estábanos en el rancho. Entonces, pos no teníanos en que ir. Necesitaba que nos fuéramos en un tractor a misa.
ML: Y, ¿en los estados que usted estuvo, no tuvo mucho contacto y relaciones con méxico-americanos y mexicanos nacidos en los Estados Unidos?
CS: No, allí habíanos casi puro bracero.
ML: ¿Sí?
CS: Sí, había nomás un señor ya mayor que vivía allí, que ese sí era nacional de aquí pero, no, nunca tuvimos ningún intercado [altercado].
ML: ¿Qué significa el término bracero para usted?
CS: El término de bracero, pues, fíjese que significa mucho porque nosotros como braceros, vinimos a levantar a este país. Porque cuando la guerra, este país estaba abajo y nosotros los latinos fuimos los que lo levantamos. Me duele decirlo, pero es cierto, porque nosotros fuimos los que levantamos a este país y por eso está donde está, por los latinos. En cambio, ahora, nos discriminan. Pero nosotros fuimos los que levantaron a este país, los latinos, ¿por qué?, por la mano de obra barata. Y luego, no vino un bracero, no, vinieron millones de braceros a levantar a este país.
ML: Y, ¿cómo se siente usted cuando le llaman bracero?
CS: Pos, me siento bien porque digo, bueno, pues bracero quiere decir que vine a ayudar a este país a trabajar y levantar, porque todos lo levantamos. En cambio, ahora nos tiran. Ya ahorita ya no quieren gente. Ya hasta los atropellan, los matan allí, allí no atropellaron a una señora aquí, creo, en Gilroy(??). Atropellaron, golpearon a una señora y en estado y todo por discriminación.
ML: Y en términos generales, sus recuerdos de haber sido un bracero, ¿son positivos o negativos?
CS: No. Son positivos porque nosotros trabajamos bastante. Eso es ser positivo. Si fuera negativo, no pues yo ya no trabajo. Me voy y ya.
ML: Y, ¿cómo cambió su vida?
CS: Bueno, mi vida cambió bastante porque, en ese entonces, en México no había trabajos. No había nada. La gente, como por ejemplo, allí en el rancho de donde yo soy, todas las personas trabajaban nomás para vivir. O sea, sembraban para cosechar pa todo el año. Entonces, no había trabajo allí. No había nada de trabajo, no había industria, ¡no había nada! Y allí el que trabaja levantaba su cosecha, la guardaba pa todo el año, pal siguiente seguía trabajando pa el siguiente año. Entonces, cuando yo me vine pa acá, pues yo me mejoré un poco, porque ya aquí había mucho trabajo, en ese entonces. Entonces, yo seguí trabajando y trabajando ya después de bracero, pues, ya me quedé aquí, sí.
ML: ¿Hay alguna otra cosa, ya estamos terminando, hay alguna cosa que quiere contar sobre su experiencia de bracero?
CS: ¿Cómo, oiga? No le entiendo.
ML: Ya vamos terminando…
CS: Sí.
ML: Ya, pero yo quiero saber si usted quiere, o tiene otras que contar sobre su experiencia.
CS: Ah, bueno, la única experiencia que voy a decir es que en ese entonces, cuando los gobiernos hicieron ese convenio de traer braceros, que México le prestó la gente pa que viniera a trabajar, que nos quitaran el diez por ciento, y ese diez por ciento nunca se nos ha regresado. Yo quisiera que ese diez por ciento se nos pagara. Porque ese dinero es nuestro, no es de nadie, mas de nosotros, nosotros lo trabajamos y eso es lo que yo quiero agregar, que se nos regrese nuestro dinero que se nos quitó, porque fue un diez por ciento.
ML: Y usted trabajó muchos años.
CS: Y yo trabajé muchos años. Entonces, dicen que, bueno, es un decir, que a todos les iban a dar $100,000 dólares, $100,000 pesos mexicanos, y digo, bueno, pero y si los que trabajaron seis meses o un año, o dos años, digo, pos, yo debía de agarrar más porque trabajé vamos a decir doce, catorce años. ¡No es igual sufrir un año, a sufrir diez! ¿Entiende?
ML: Sí.
CS: Entonces, por eso digo, a los que trabajábamos más, habían de decir: “Bueno, pues si usted trabajó ocho años, diez años, según un… Como diría yo, anivelar. Y el que trabajó menos, pues un poquito menos, el que trabajó más, un poquito más. Y eso es lo que también quería decir, ¿ve? Porque mucha gente ni siquiera sabe que fue bracero. ¿Qué significa bracero? Porque yo he hablado con gentes, así, donde he andado con esto de los braceros y les he dicho: “Es que andamos por esto y esto de los braceros”. Y me dicen: “Y, ¿qué cosa es un bracero? ¿Qué cosas son braceros?”. Y le digo: “Mire, esto de lo braceros, fue gente que vino a trabajar aquí entre los [19]42 hasta el [19]64. Gente que vino a trabajar aquí para las industrias, para el ferrocarril, para la agricultura, para todo”, le digo, “vino a trabajar aquí y le nombraban bracero”. Bracero viene siendo como trabajar con los brazos, pienso yo. ¿Verdad?
ML: Pues muchas gracias.
CS: ¿Ya? Un, qué bueno.




Final de la entrevista

Interviewer

Loza, Mireya

Interviewee

Santillano, Cecilio

Location

San Jose, California

File Name Identifier

Santillano_SJC011

Citation

Loza, Mireya and Santillano, Cecilio, “Cecilio Santillano,” Bracero History Archive, accessed November 22, 2024, https://braceroarchive.org/items/show/137.