Lorenzo González
Title
Lorenzo González
Description
Biographical Synopsis of Interviewee: Lorenzo González was born in 1925, in the state of Jalisco, México; he grew up financially secure, and neither he nor his family were ever in need of anything; when he was young, he wanted something to do, so he enlisted in the bracero program to come to the United States; in 1950, he returned to México; two years later he began working at a bank in Guadalajara, Jalisco, México; he was ultimately able to immigrate to the United States.
Summary of Interview: Mr. González recalls writing letters to his mother while he was in the United States; he states there was always a lot of work to be done, which always led to a chance to make money; as a bracero, some of his duties included working with machines that picked lettuce and driving tractors and transportation buses; in addition, while he was in Fresno, California, he was a foreman, and he was responsible for picking up braceros at the processing centers; it was difficult, because oftentimes more men than they needed loaded themselves into the truck in the hope of getting work; during his free time he would play ball or talk with the others, and on weekends he would go into town; he explains that sometimes, when the buses transporting the men to the fields were full, he would drive himself in his own car and take others with him; although he was aware that for some men things went horribly, this was not the case for him; in 1950, he returned to México; two years later he began working at a bank in Guadalajara, Jalisco, México, and he continued working there until 1978; he comments that overall, the program did not change his life much; he worked very hard, but he was young and it was a way to pass the time; moreover, he states that braceros came to help the United States during an especially difficult time; even children were in the fields at the time, because there was no one else left to work.
Summary of Interview: Mr. González recalls writing letters to his mother while he was in the United States; he states there was always a lot of work to be done, which always led to a chance to make money; as a bracero, some of his duties included working with machines that picked lettuce and driving tractors and transportation buses; in addition, while he was in Fresno, California, he was a foreman, and he was responsible for picking up braceros at the processing centers; it was difficult, because oftentimes more men than they needed loaded themselves into the truck in the hope of getting work; during his free time he would play ball or talk with the others, and on weekends he would go into town; he explains that sometimes, when the buses transporting the men to the fields were full, he would drive himself in his own car and take others with him; although he was aware that for some men things went horribly, this was not the case for him; in 1950, he returned to México; two years later he began working at a bank in Guadalajara, Jalisco, México, and he continued working there until 1978; he comments that overall, the program did not change his life much; he worked very hard, but he was young and it was a way to pass the time; moreover, he states that braceros came to help the United States during an especially difficult time; even children were in the fields at the time, because there was no one else left to work.
Creator
Martínez, Jackie
González, Lorenzo
Subject
bracero
Contributor
Cristóbal Borges
Rights
Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso
Language
spa
title (Spanish)
Lorenzo González
Rights Holder
Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso
Online Submission
No
Original Format
Mini Disc
Duration
27:00
Bit Rate/Frequency
24 bit
96 k
96 k
Transcription
Nombre del entrevistado: Lorenzo González
Fecha de la entrevista: 26 de mayo de 2006
Nombre del entrevistador: Jackie Martínez
LG: Constantemente le escribía a mi mamá, que en paz descanse, le escribía y le mandaba sus centavitos.
JM: Ah, okay. Y, ¿su mamá y escribió cartas a usted?
LG: Sí, también.
JM: ¿Sí?
LG: También me mandaban cartas.
JM: Y luego, a ver, pues, ¿cuántos días trabajó por semana?
LG: Y, como le digo, eso había a veces que trabajábamos hasta los domingos, no había descanso los domingos muchos, porque cuando estaba muy necesitado del trabajo. Sí, entonces sí, puede ser que había oportunidad de ganar centavos. Porque si acepta, había trabajo, mucho. Entonces no, no, había veces que muy raro le decían: “Tienes el sábado y el domingo”. Tienes un domingo o tienes un sábado, nada más.
JM: Okay.
LG: Porque aquí trabajamos.
JM: Okay. Y en esos días libres, ¿qué hizo?
LG: Pues, ya lo dedicaba uno, salía al pueblito, a conocer un pueblo y regresarse uno. (risas)
JM: Ah, okay.
LG: Conocer los pueblos. (risas) Es todo. La vida cotidiana de ahí, ey.
JM: Y, ¿salió caminando? ¿Alguien tenía carro o qué? ¿Cómo?
LG: Que había que andar este, en raite [ride] y a veces no. Yo también tenía un carrito chiquito, después compré un carrito y ya vámonos.
JM: ¿Usted compró carro?
LG: Sí, que yo compré mi carrito.
JM: Ah, okay.
LG: Ey.
JM: Y a ver, pues descríbame su rutina diaria. Pues desde que se levantaba hasta…
LG: Mire, cuando en ese tiempo, ¿de ese tiempo?
JM: Sí, de esa época, sí.
LG: Nos levantábamos a las tres de la mañana.
JM: ¿Tres en la mañana?
LG: Tres de la mañana, nos íbamos al comedor a comer lo que uno quisiera. Podía usted comer. Y luego, ya de allí ya ellos llevaban para las diez de la mañana el break y ahí entonces nos daban, nos llevaban de comer al campo. Nos llevaban de comer al campo, a las diez. Y luego de eso, le daban su break y le seguía, ya seguía uno en el trabajo y ya hasta las doce o a la una de la tarde, comer. Y si se, se necesitaba el trabajo, había quién nos, nos llevara mejor lonche, que llevarnos al trabajo. Si no, ya se iba uno al campo, ahí en el campo ya agarramos a descansar, equis como poder bañarse uno bien, de jugar, a veces jugando balón, jugando de lo que fuera, ¿vedá¬? A ver. Era la rutina diaria y acostarse temprano, porque pos había que madrugar. (risas)
JM: Pues sí.
LG: No salía uno. No salíamos a ninguna aparte afuera en el pueblo, más que en el campo. El sábado, como le digo, el sábado o el domingo, sí. Sí, si nos daban esos días, bueno, si no, pos a trabajar.
JM: Okay. Y a ver, pues, ¿usted que pensó de los braceros?
LG: Que, ¿qué pensé?
JM: Sí.
LG: O, ¿qué pienso?
JM: Pues a ver, pues, ¿qué pensó en es[a] época? Y luego, ahora, ¿qué piensa?
LG: Ya, pues. (risas) Ahí, ahí sí. Pues en ese tiempo yo pensé de los braceros, que venían, pues todos a trabajar. Eso sí, a trabajar. Pues sí, como eran de distintas partes, distintas culturas, ¿vedá? Distintas culturas cada quien pues había de todo, ¿verdad? Habíamos bien, otros mal y otros y que sé yo, ¿verdad? Había de todo. Ahora que en los braceros, pues que están en eso, pues pienso yo, digo que, que está peleando, ¿no? (risas) Los que están peleando por sus centavos. Que a mí también me quitaron, también se acuerda que, pos yo no los peleo, porque digo… No, no los he peleado, porque pos, ¿quién sabe? Si haiga o no nos den, ¿verdad? (risas)
JM: Pues sí.
LG: Pero, pues está bien que sí lo hagan, pero pues cada quien podemos hablar según como le vaya a uno, ¿vedá? Muchos sí hablan mal, que no les dieron de comer bien, que esto y lo otro y mal. Pero yo digo que a mí no me tocó eso. Y en los campos que estuve yo, no veía yo esa descriminación [discriminación].
JM: ¿No?
LG: No la llegué a ver. Le hablo yo con la verdad, no la llegué a ver, porque verdaderamente, pues estábamos bien. Comíamos lo que queríamos y estábamos allí.
JM: Y, ¿las condiciones estaban bien?
LG: Las condiciones estaban bien como para ello. Porque en mi cultura, pues no es… Pero también nunca tuve necesidad en México también. Mis padres estuvieron bien, nomás que le, ya cuando crecieres, lo hacía en la juventud, ¿verdad? (risas) Salirse uno, ¿verdad? (risas) La desesperación de hacer algo, es lo que me trajo por acá, me trajo por acá a trabajar.
JM: Okay.
LG: Y por eso sé, sé distinguir una cosa de otra, ¿vedá? En las personas, ¿vedá? De que pues saben que les fue mal y está bien.
JM: Qué bueno, qué bueno. Y luego, después de la época de los braceros, ¿qué hizo?
LG: En [19]50 me fui para México.
JM: Okay. ¿A dónde en México?
LG: A Guadalajara.
JM: A Guadalajara.
LG: Ey.
JM: Okay.
LG: De ahí, en el [19]52 entré a trabajar a un banco.
JM: ¿En México?
LG: En México, en Guadalajara.
JM: Okay.
LG: Hasta en 1978. Hasta 1978 trabajé. Y entonces sí ya me vine a arreglado para acá con papeles.
JM: Ah, okay.
LG: Entonces ya me emigré. Antes andaba así nomás sin [papeles]. (risas)
JM: Pues sí. (risas)
LG: Anduve de mojado mucho tiempo, (risas) muchos años, ¿vedá? Pero entonces, ya me vine para acá, precisamente, pues porque ya traje papeles y me vine a estacionar aquí. Y ya estando aquí, ya pues toda mi familia se vino para acá. (risas)
JM: Okay. Okay.
LG: ¿Cómo ve?
JM: Okay. Oh, pues tengo una pregunta. En la época de braceros, ya regresamos a ese tiempo. Pues, ¿podría distinguir quién era bracero y quiénes no eran o no?
LG: No, pues prácticamente sí.
JM: ¿Sí?
LG: ¿Cómo no? Sí, porque pues, bien…
JM: ¿Cómo?
LG: Pues, el hecho de que trabajamos en los campos y venir de México, onde es natural, ¿verdad? Cuando una persona sale al pueblo, pues dicen: “Es bracero”. Por su modo de vestir, su modo de hablar, que habla español y toda esa cosa. Y su modo de vestirse porque…
JM: ¿Su modo de vestir?
LG: Era lo primero.
JM: ¿Como qué?
LG: Pues muchos en ese tiempo, pues muchos venían pues, como esos del campo, ¿verdad? Siempre con su sombrero.
JM: Su sombrero. Okay.
LG: De sombreros y su ropa, pues de campo. Yo afortunadamente, ¿verdad? Pues como me crié en Guadalajara, pos yo traía otras costumbres, ¿verdad?
JM: Pues sí.
LG: Otras costumbres hasta de modo de vestir, ¿vedá?
JM: ¿Como jeans y todo eso? (risas)
LG: De eso, de todo buscaba. (risas) De todo buscábamos, de lo que fuera mejorcito, me iba a buscar. Ahorita le digo esto, mira, yo andaba trabajando allí en, en la casa, ahí en la yarda, llevaba cinco años. ¿Qué es eso? (risas) Porque tuve la oportunidad para trabajar también en un banco y de ahí vestir diferente. Porque allá en los bancos se trabaja que diario la corbata y de traje. Y aquí no, aquí en los bancos va usted y no, y así con (risas) camisa por donde quiera, ¿vedá? Y ve uno la diferiencia [diferencia] que no, no tienen, pues, aquí el modo de distinción, ¿verdad?
JM: Sí.
LG: En los bancos. Y el bracero, es como, yo no sé, pues su modo de vestir, también inmediatamente es: “Trabajaba el campo, ¿vedá?”.
JM: Sí.
LG: Y trabajaba así. Y ese jue mi, mi rutina que tenía, (risas) que he tenido.
JM: Okay. Y, ¿es cierto que los braceros tenían sus sombreros, eran diferentes dependiendo de qué región venían?
LG: Bueno, como el sombrero, pues de eso no sé. Pues venía uno con los sombreros que usan allá en México.
JM: ¿Sí?
LG: Del uso del sombrero, ¿no? No, esos no, no traían charros de… Sombrero de charro, no lo traían, porque de charros no, sino un sombrero común y corriente, como todavía hasta la fecha usan muchos mexicanos. Yo tengo uno también ahí, muy chiquito. (risas)
JM: Y, ¿usted usaba sombrero?
LG: No.
JM: ¿No?
LG: En aquel tiempo no.
JM: Okay.
LG: No.
JM: Okay.
LG: Y llegué a usar sombrero de fieltro chiquito. Puede que en mis fotografías que tenga un sombrero chiquito.
JM: Ah, okay. (risas)
LG: Y cachuchas también de trabajo, en las fotografías.
JM: Okay. Y, ¿usted transportó a braceros también? ¿Sí?
LG: Transportar, pues llevando de un, de un rancho cuando había que llevar, porque siempre había camiones grandes para transportarlos a todos. No cabían, entonces yo llevaba mi camioneta que tenían, se los llevaba, porque me decían: “Ahora llévate esa camioneta tú”. Pero no porque era mi trabajo, no era, mi trabajo.
JM: Okay, okay.
LG: Ey. Yo trabajé en máquinas de piscar lechugas, eso sí. Tractor también lo trabajé, tractor. Y en los camiones de transporte, era nomás, nomás en Fresno usé, en Fresno sí anduve hasta de mayordomo con una troca grande. Llegábamos a una parte donde, que se usa donde ponen a los trabajadores de aquí y todavía se usa. Y se juntaba una parte en Fresno, en el centro, mucha gente. Y entonces llegaba uno con su troca y ya decíamos: “Necesito tantos”. Ya se subían. “Vamos a trabajar”. Y otros y otros llegaban así a trabajar. Y conmigo así nomás llegaba yo y luego, se me subían todos y yo les decía: “No, nomás tantos”. (risas) Porque ese italiano, español este, les daba, les daba wine en el agua y muchos les gustaba, (risas) por eso se me subían.
JM: Ah.
LG: Por eso me seguían allí, por la… Con eso.
JM: Y a ver, nomás tengo dos o tres preguntas más, pero mi primer pregunta es: ¿Para usted qué significa el término bracero?
LG: Bueno, la palabra bracero, no le comprendo el, el significado. Pero pues el hecho de que nombraron así braceros, para mí es un hombre de campo, un hombre trabajador que viene, viene al trabajo del campo, sencillamente. Especialmente lo mandaba así, en el trabajo. Pero el significado tiene su, tiene que tener su significado, pero, no lo tengo en cuenta, ni (risas) en mi mente tampoco. Sí, es lo que pienso yo del hombre trabajador.
JM: Okay.
LG: O sea, pura gente de campo trabajadora que vino.
JM: Y a ver, pues en general, pues ya me dijo qué pensaba de los braceros, pero esa época de su vida, ¿ha afectado su gran vida o no?
LG: No.
JM: ¿No?
LG: Prácticamente, no, pues de mi vida tomé esos detalles como una época de trabajo para mí, que vine a trabajar aquí a lo rudo, ahí. Porque sí, pues fue trabajo duros aquí en el campo, ¿verdad? Pero pos trabajé a gusto, como le digo, la juventud que tenía en ese tiempo.
JM: Pues sí.
LG: No me interesaba, ¿verdad?
JM: Sí.
LG: Trabajar.
JM: Okay.
LG: Trabajé también, trabajé también en una compañía ganadera cargando pacas de alfalfa y de ir a despachar al, al ganado. Pura, fue de pura fuerza el trabajo, de pura fuerza. (risas) Así es que todo para mí fue bonito, ¿vedá?
JM: Okay.
LG: Y ya después también, pues ya formé mi familia y también he vivido a gusto con todos mis hijos, bendito sea Dios. (risas) Me tocó suerte con tantos hijos.
JM: ¿Sí?
LG: Nueve.
JM: Ah, ¿nueve?
LG: Nueve, nueve. (risas)
JM: ¡Ah, nueve! (risas) Pues, qué suave.
LG: La más pequeña, (risas) es la más pequeña, ya estoy viejo yo.
JM: No. (risas) No, no, no.
LG: De ochenta y un años, ya tengo.
JM: ¿Sí?
LG: Ochenta y un años.
JM: Pues, se ve bien. (risas)
LG: Porque pos todo el tiempo me ha gustado trabajar, sí. Me retiré de trabajar y yo siempre en la casa trabajo en lo que haiga, pero me gusta trabajar. Es todo lo que hago.
JM: Qué bueno.
LG: Sí.
JM: Okay.
LG: Y eso ayuda.
JM: Pues muchas gracias.
LG: En cuanto a eso, todo lo que dice usted de la… Entiendo yo que igual ustedes quieren saber de todo lo que es de los braceros, la vida de ellos.
JM: Sí.
LG: Y es bonito, me gusta que lo publiquen todas esas cosas, porque sí fue una época que todos los braceros de México y entre ellos me encuentro yo también, ¿verdad? Pues venimos a Estados Unidos a trabajar, a levantarlo en una, una época muy difícil, que si no hubiera sido por los braceros, con decirle que sacaban a los niños a trabajar al campo, porque no había gente. Porque fue una cooperación de todos los mexicanos, venimos a trabajar, a levantar a esta nación también, para ayudarles para el futuro que hoy estamos viviendo. Y yo digo, como viví toda esa época, digo, ¡caramba! Sí es necesario que nos tomen en cuenta algo. (risas) ¿Verdad?
JM: Sí.
LG: Un poquito porque sí, sí es una cosa que, hemos venido a trabajar aquí, no venimos a otras cosas, ¿verdad? (risas)
JM: Sí. Okay. Pues, muchas gracias.
LG: No, gracias a usted. Al contrario, muchas gracias a usted.
Fin de la entrevista
Fecha de la entrevista: 26 de mayo de 2006
Nombre del entrevistador: Jackie Martínez
LG: Constantemente le escribía a mi mamá, que en paz descanse, le escribía y le mandaba sus centavitos.
JM: Ah, okay. Y, ¿su mamá y escribió cartas a usted?
LG: Sí, también.
JM: ¿Sí?
LG: También me mandaban cartas.
JM: Y luego, a ver, pues, ¿cuántos días trabajó por semana?
LG: Y, como le digo, eso había a veces que trabajábamos hasta los domingos, no había descanso los domingos muchos, porque cuando estaba muy necesitado del trabajo. Sí, entonces sí, puede ser que había oportunidad de ganar centavos. Porque si acepta, había trabajo, mucho. Entonces no, no, había veces que muy raro le decían: “Tienes el sábado y el domingo”. Tienes un domingo o tienes un sábado, nada más.
JM: Okay.
LG: Porque aquí trabajamos.
JM: Okay. Y en esos días libres, ¿qué hizo?
LG: Pues, ya lo dedicaba uno, salía al pueblito, a conocer un pueblo y regresarse uno. (risas)
JM: Ah, okay.
LG: Conocer los pueblos. (risas) Es todo. La vida cotidiana de ahí, ey.
JM: Y, ¿salió caminando? ¿Alguien tenía carro o qué? ¿Cómo?
LG: Que había que andar este, en raite [ride] y a veces no. Yo también tenía un carrito chiquito, después compré un carrito y ya vámonos.
JM: ¿Usted compró carro?
LG: Sí, que yo compré mi carrito.
JM: Ah, okay.
LG: Ey.
JM: Y a ver, pues descríbame su rutina diaria. Pues desde que se levantaba hasta…
LG: Mire, cuando en ese tiempo, ¿de ese tiempo?
JM: Sí, de esa época, sí.
LG: Nos levantábamos a las tres de la mañana.
JM: ¿Tres en la mañana?
LG: Tres de la mañana, nos íbamos al comedor a comer lo que uno quisiera. Podía usted comer. Y luego, ya de allí ya ellos llevaban para las diez de la mañana el break y ahí entonces nos daban, nos llevaban de comer al campo. Nos llevaban de comer al campo, a las diez. Y luego de eso, le daban su break y le seguía, ya seguía uno en el trabajo y ya hasta las doce o a la una de la tarde, comer. Y si se, se necesitaba el trabajo, había quién nos, nos llevara mejor lonche, que llevarnos al trabajo. Si no, ya se iba uno al campo, ahí en el campo ya agarramos a descansar, equis como poder bañarse uno bien, de jugar, a veces jugando balón, jugando de lo que fuera, ¿vedá¬? A ver. Era la rutina diaria y acostarse temprano, porque pos había que madrugar. (risas)
JM: Pues sí.
LG: No salía uno. No salíamos a ninguna aparte afuera en el pueblo, más que en el campo. El sábado, como le digo, el sábado o el domingo, sí. Sí, si nos daban esos días, bueno, si no, pos a trabajar.
JM: Okay. Y a ver, pues, ¿usted que pensó de los braceros?
LG: Que, ¿qué pensé?
JM: Sí.
LG: O, ¿qué pienso?
JM: Pues a ver, pues, ¿qué pensó en es[a] época? Y luego, ahora, ¿qué piensa?
LG: Ya, pues. (risas) Ahí, ahí sí. Pues en ese tiempo yo pensé de los braceros, que venían, pues todos a trabajar. Eso sí, a trabajar. Pues sí, como eran de distintas partes, distintas culturas, ¿vedá? Distintas culturas cada quien pues había de todo, ¿verdad? Habíamos bien, otros mal y otros y que sé yo, ¿verdad? Había de todo. Ahora que en los braceros, pues que están en eso, pues pienso yo, digo que, que está peleando, ¿no? (risas) Los que están peleando por sus centavos. Que a mí también me quitaron, también se acuerda que, pos yo no los peleo, porque digo… No, no los he peleado, porque pos, ¿quién sabe? Si haiga o no nos den, ¿verdad? (risas)
JM: Pues sí.
LG: Pero, pues está bien que sí lo hagan, pero pues cada quien podemos hablar según como le vaya a uno, ¿vedá? Muchos sí hablan mal, que no les dieron de comer bien, que esto y lo otro y mal. Pero yo digo que a mí no me tocó eso. Y en los campos que estuve yo, no veía yo esa descriminación [discriminación].
JM: ¿No?
LG: No la llegué a ver. Le hablo yo con la verdad, no la llegué a ver, porque verdaderamente, pues estábamos bien. Comíamos lo que queríamos y estábamos allí.
JM: Y, ¿las condiciones estaban bien?
LG: Las condiciones estaban bien como para ello. Porque en mi cultura, pues no es… Pero también nunca tuve necesidad en México también. Mis padres estuvieron bien, nomás que le, ya cuando crecieres, lo hacía en la juventud, ¿verdad? (risas) Salirse uno, ¿verdad? (risas) La desesperación de hacer algo, es lo que me trajo por acá, me trajo por acá a trabajar.
JM: Okay.
LG: Y por eso sé, sé distinguir una cosa de otra, ¿vedá? En las personas, ¿vedá? De que pues saben que les fue mal y está bien.
JM: Qué bueno, qué bueno. Y luego, después de la época de los braceros, ¿qué hizo?
LG: En [19]50 me fui para México.
JM: Okay. ¿A dónde en México?
LG: A Guadalajara.
JM: A Guadalajara.
LG: Ey.
JM: Okay.
LG: De ahí, en el [19]52 entré a trabajar a un banco.
JM: ¿En México?
LG: En México, en Guadalajara.
JM: Okay.
LG: Hasta en 1978. Hasta 1978 trabajé. Y entonces sí ya me vine a arreglado para acá con papeles.
JM: Ah, okay.
LG: Entonces ya me emigré. Antes andaba así nomás sin [papeles]. (risas)
JM: Pues sí. (risas)
LG: Anduve de mojado mucho tiempo, (risas) muchos años, ¿vedá? Pero entonces, ya me vine para acá, precisamente, pues porque ya traje papeles y me vine a estacionar aquí. Y ya estando aquí, ya pues toda mi familia se vino para acá. (risas)
JM: Okay. Okay.
LG: ¿Cómo ve?
JM: Okay. Oh, pues tengo una pregunta. En la época de braceros, ya regresamos a ese tiempo. Pues, ¿podría distinguir quién era bracero y quiénes no eran o no?
LG: No, pues prácticamente sí.
JM: ¿Sí?
LG: ¿Cómo no? Sí, porque pues, bien…
JM: ¿Cómo?
LG: Pues, el hecho de que trabajamos en los campos y venir de México, onde es natural, ¿verdad? Cuando una persona sale al pueblo, pues dicen: “Es bracero”. Por su modo de vestir, su modo de hablar, que habla español y toda esa cosa. Y su modo de vestirse porque…
JM: ¿Su modo de vestir?
LG: Era lo primero.
JM: ¿Como qué?
LG: Pues muchos en ese tiempo, pues muchos venían pues, como esos del campo, ¿verdad? Siempre con su sombrero.
JM: Su sombrero. Okay.
LG: De sombreros y su ropa, pues de campo. Yo afortunadamente, ¿verdad? Pues como me crié en Guadalajara, pos yo traía otras costumbres, ¿verdad?
JM: Pues sí.
LG: Otras costumbres hasta de modo de vestir, ¿vedá?
JM: ¿Como jeans y todo eso? (risas)
LG: De eso, de todo buscaba. (risas) De todo buscábamos, de lo que fuera mejorcito, me iba a buscar. Ahorita le digo esto, mira, yo andaba trabajando allí en, en la casa, ahí en la yarda, llevaba cinco años. ¿Qué es eso? (risas) Porque tuve la oportunidad para trabajar también en un banco y de ahí vestir diferente. Porque allá en los bancos se trabaja que diario la corbata y de traje. Y aquí no, aquí en los bancos va usted y no, y así con (risas) camisa por donde quiera, ¿vedá? Y ve uno la diferiencia [diferencia] que no, no tienen, pues, aquí el modo de distinción, ¿verdad?
JM: Sí.
LG: En los bancos. Y el bracero, es como, yo no sé, pues su modo de vestir, también inmediatamente es: “Trabajaba el campo, ¿vedá?”.
JM: Sí.
LG: Y trabajaba así. Y ese jue mi, mi rutina que tenía, (risas) que he tenido.
JM: Okay. Y, ¿es cierto que los braceros tenían sus sombreros, eran diferentes dependiendo de qué región venían?
LG: Bueno, como el sombrero, pues de eso no sé. Pues venía uno con los sombreros que usan allá en México.
JM: ¿Sí?
LG: Del uso del sombrero, ¿no? No, esos no, no traían charros de… Sombrero de charro, no lo traían, porque de charros no, sino un sombrero común y corriente, como todavía hasta la fecha usan muchos mexicanos. Yo tengo uno también ahí, muy chiquito. (risas)
JM: Y, ¿usted usaba sombrero?
LG: No.
JM: ¿No?
LG: En aquel tiempo no.
JM: Okay.
LG: No.
JM: Okay.
LG: Y llegué a usar sombrero de fieltro chiquito. Puede que en mis fotografías que tenga un sombrero chiquito.
JM: Ah, okay. (risas)
LG: Y cachuchas también de trabajo, en las fotografías.
JM: Okay. Y, ¿usted transportó a braceros también? ¿Sí?
LG: Transportar, pues llevando de un, de un rancho cuando había que llevar, porque siempre había camiones grandes para transportarlos a todos. No cabían, entonces yo llevaba mi camioneta que tenían, se los llevaba, porque me decían: “Ahora llévate esa camioneta tú”. Pero no porque era mi trabajo, no era, mi trabajo.
JM: Okay, okay.
LG: Ey. Yo trabajé en máquinas de piscar lechugas, eso sí. Tractor también lo trabajé, tractor. Y en los camiones de transporte, era nomás, nomás en Fresno usé, en Fresno sí anduve hasta de mayordomo con una troca grande. Llegábamos a una parte donde, que se usa donde ponen a los trabajadores de aquí y todavía se usa. Y se juntaba una parte en Fresno, en el centro, mucha gente. Y entonces llegaba uno con su troca y ya decíamos: “Necesito tantos”. Ya se subían. “Vamos a trabajar”. Y otros y otros llegaban así a trabajar. Y conmigo así nomás llegaba yo y luego, se me subían todos y yo les decía: “No, nomás tantos”. (risas) Porque ese italiano, español este, les daba, les daba wine en el agua y muchos les gustaba, (risas) por eso se me subían.
JM: Ah.
LG: Por eso me seguían allí, por la… Con eso.
JM: Y a ver, nomás tengo dos o tres preguntas más, pero mi primer pregunta es: ¿Para usted qué significa el término bracero?
LG: Bueno, la palabra bracero, no le comprendo el, el significado. Pero pues el hecho de que nombraron así braceros, para mí es un hombre de campo, un hombre trabajador que viene, viene al trabajo del campo, sencillamente. Especialmente lo mandaba así, en el trabajo. Pero el significado tiene su, tiene que tener su significado, pero, no lo tengo en cuenta, ni (risas) en mi mente tampoco. Sí, es lo que pienso yo del hombre trabajador.
JM: Okay.
LG: O sea, pura gente de campo trabajadora que vino.
JM: Y a ver, pues en general, pues ya me dijo qué pensaba de los braceros, pero esa época de su vida, ¿ha afectado su gran vida o no?
LG: No.
JM: ¿No?
LG: Prácticamente, no, pues de mi vida tomé esos detalles como una época de trabajo para mí, que vine a trabajar aquí a lo rudo, ahí. Porque sí, pues fue trabajo duros aquí en el campo, ¿verdad? Pero pos trabajé a gusto, como le digo, la juventud que tenía en ese tiempo.
JM: Pues sí.
LG: No me interesaba, ¿verdad?
JM: Sí.
LG: Trabajar.
JM: Okay.
LG: Trabajé también, trabajé también en una compañía ganadera cargando pacas de alfalfa y de ir a despachar al, al ganado. Pura, fue de pura fuerza el trabajo, de pura fuerza. (risas) Así es que todo para mí fue bonito, ¿vedá?
JM: Okay.
LG: Y ya después también, pues ya formé mi familia y también he vivido a gusto con todos mis hijos, bendito sea Dios. (risas) Me tocó suerte con tantos hijos.
JM: ¿Sí?
LG: Nueve.
JM: Ah, ¿nueve?
LG: Nueve, nueve. (risas)
JM: ¡Ah, nueve! (risas) Pues, qué suave.
LG: La más pequeña, (risas) es la más pequeña, ya estoy viejo yo.
JM: No. (risas) No, no, no.
LG: De ochenta y un años, ya tengo.
JM: ¿Sí?
LG: Ochenta y un años.
JM: Pues, se ve bien. (risas)
LG: Porque pos todo el tiempo me ha gustado trabajar, sí. Me retiré de trabajar y yo siempre en la casa trabajo en lo que haiga, pero me gusta trabajar. Es todo lo que hago.
JM: Qué bueno.
LG: Sí.
JM: Okay.
LG: Y eso ayuda.
JM: Pues muchas gracias.
LG: En cuanto a eso, todo lo que dice usted de la… Entiendo yo que igual ustedes quieren saber de todo lo que es de los braceros, la vida de ellos.
JM: Sí.
LG: Y es bonito, me gusta que lo publiquen todas esas cosas, porque sí fue una época que todos los braceros de México y entre ellos me encuentro yo también, ¿verdad? Pues venimos a Estados Unidos a trabajar, a levantarlo en una, una época muy difícil, que si no hubiera sido por los braceros, con decirle que sacaban a los niños a trabajar al campo, porque no había gente. Porque fue una cooperación de todos los mexicanos, venimos a trabajar, a levantar a esta nación también, para ayudarles para el futuro que hoy estamos viviendo. Y yo digo, como viví toda esa época, digo, ¡caramba! Sí es necesario que nos tomen en cuenta algo. (risas) ¿Verdad?
JM: Sí.
LG: Un poquito porque sí, sí es una cosa que, hemos venido a trabajar aquí, no venimos a otras cosas, ¿verdad? (risas)
JM: Sí. Okay. Pues, muchas gracias.
LG: No, gracias a usted. Al contrario, muchas gracias a usted.
Fin de la entrevista
Interviewer
Martínez, Jackie
Interviewee
González, Lorenzo
Location
San Bernardino, CA
File Name Identifier
Gonzalez_SANB007
Citation
Martínez, Jackie and González, Lorenzo, “Lorenzo González,” Bracero History Archive, accessed November 24, 2024, https://braceroarchive.org/es/items/show/379.