Guillermo Cervantes Manzo
Title
Guillermo Cervantes Manzo
Description
Biographical Synopsis of Interviewee: Guillermo Cervantes Manzo was born in Villamar, Michoacán, México, on February 22, 1939; he was the eldest of his nine siblings; as a boy he often helped his father work the land, which left him little time for school; in 1959, he enlisted in the bracero program, like his father; he continued working with the program until it ended in 1964; as a bracero he labored in the fields of Arizona, California, and Kansas, picking beets, carrots, cotton, garlic, lettuce, onions, and tomatoes.
Summary of Interview: Mr. Cervantes recalls his family and childhood; initially, the thought of working as a bracero was intimidating to him, because he knew how hard the work would be; when he was eighteen he traveled to Empalme, Sonora, México, with his father to enlist in the bracero program, but he became ill and had to go back home; in 1959, he returned to Empalme and began the contracting process; from Empalme he was transported by train to Mexicali, Baja California; oftentimes, he was treated poorly when he underwent physical exams and delousing procedures; he goes on to describe the various worksites, duties, provisions, treatment, payment, deductions, and recreational activities; in addition, he provides a detailed description of the meals they received, which were often poor, and how they had to wake up early in order to eat before the food finished; furthermore, he explains how risky it was to walk into town, because braceros were often beaten or even killed by people who wanted to steal their money; he was later able to work with his father in El Centro, California, and from there they went to Merced, California; when he heard that the program was ending he decided to stay rather than return to México so that he could continue working; ultimately, he was able to obtain citizenship; he also talks about how the meaning of the term bracero has changed from something that was simply descriptive to something negative; he concludes by stating that although he suffered greatly, he still has good memories of the program, because it gave him the opportunity to work.
Summary of Interview: Mr. Cervantes recalls his family and childhood; initially, the thought of working as a bracero was intimidating to him, because he knew how hard the work would be; when he was eighteen he traveled to Empalme, Sonora, México, with his father to enlist in the bracero program, but he became ill and had to go back home; in 1959, he returned to Empalme and began the contracting process; from Empalme he was transported by train to Mexicali, Baja California; oftentimes, he was treated poorly when he underwent physical exams and delousing procedures; he goes on to describe the various worksites, duties, provisions, treatment, payment, deductions, and recreational activities; in addition, he provides a detailed description of the meals they received, which were often poor, and how they had to wake up early in order to eat before the food finished; furthermore, he explains how risky it was to walk into town, because braceros were often beaten or even killed by people who wanted to steal their money; he was later able to work with his father in El Centro, California, and from there they went to Merced, California; when he heard that the program was ending he decided to stay rather than return to México so that he could continue working; ultimately, he was able to obtain citizenship; he also talks about how the meaning of the term bracero has changed from something that was simply descriptive to something negative; he concludes by stating that although he suffered greatly, he still has good memories of the program, because it gave him the opportunity to work.
Creator
Cortez, Veronica
Cervantes Manzo, Guillermo
Date
2006-05-20
Subject
Bracero
Rights
Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso
Language
spa
title (Spanish)
Guillermo Manzo Cervantes
Rights Holder
Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso
Online Submission
No
Original Format
Mini Disc
Duration
52:00
Bit Rate/Frequency
24 bit
96 k
96 k
Transcription
Nombre del entrevistado: Guillermo Manzo Cervantes
Fecha de la entrevista: 20 de mayo de 2006
Nombre del entrevistador: Verónica Cortez
Ésta es una entrevista con Guillermo Manzo Cervantes el 20 de mayo de 2006. Lo está entrevistando Verónica Cortez y es parte del Proyecto Historia Oral de braceros.
VC: ¿Me puede por favor empezar diciéndome dónde y cuándo nació?
GM: Nací el 22 de febrero de 1939. Nací en Michoacán, Estado de Michoacán en un ranchito que se llama, ahora se llama San Miguel pero antes era Rancho Los Ochoas, es Municipio de Villamar.
VC: Hábleme de su familia y del lugar donde nació.
GM: Nací en el rancho de San Miguel, Rancho Los Ochoas que ahora es San Miguel, es el municipio de Villamar, Michoacán.
VC: ¿Su familia?
GM: ¿Mi familia?
VC: Su mamá, su papá.
GM: Ah, pues en ese entonces yo me vine con mi papá. Inclusive mi mamá no quería (risa) que me viniera.
VC: Su mamá. ¿Entonces vivía con su papá y su mamá?
GM: Sí, pos entonces estaba yo chico, vivía con ellos y…
VC: ¿A qué se dedicaban sus padres?
GM: A trabajar, trabajar en el campo y pues, como para acá pos todos sabemos ahorita hasta la actualidad, nos dicen que Estados Unidos y nos venimos, se viene la gente. Entonces en antes con más razón aunque era poco lo que rendía el dinero, pero como quiera la gente se venía para acá. Me vine con él y nomás que me enfermé yo esa vez en Empalme, como allí era la contratación, pos entonces tendría yo unos dieciocho años yo creo.
VC: ¿Tiene una familia grande?
GM: ¿Ahorita?
VC: Tenía.
GM: Ah, sí, pos éramos nueve.
VC: ¿Nueve hijos?
GM: Con, con ellos. Y todavía hasta la fecha están ellos, gracias a Dios. Mi papá y mi mamá todavía viven.
VC: Y, ¿sus hermanos y hermanas dónde viven?
GM: Pos yo era, yo era el mayor, de ahí para abajo, de ahí para abajo eran los demás. Ya mi papá me dijo que si quería venirme para acá, que el trabajo era duro, que si yo quería, que viniera, él me apoyaba. Entonces pos yo tenía miedo, la verdad, miedo por lo que decían que el trabajo era muy pesado y que, pos esos no los dejaban ni descansar, que muy muy; era el trabajo pesado. Entonces pues le dije que sí y me vine, nomás que como le digo, me enfermé en Empalme, Sonora y de ahí me regresó hasta Guadalajara. Él se fue conmigo y luego, y como de allí de Guadalajara son unas tres horas a donde vivo yo, me dijo: “Ya de aquí te vas tú solo, yo me voy otra vez para atrás a Empalme”. Y ya él se regresó y se contrató. Por que como, sabemos eran, se venían los contratados y ya al siguiente año me vine otra vez y entonces sí pasé yo y ya de ahí para acá ya estuve viniendo cada año.
VC: ¿Usted fue a la escuela cuando estaba chiquito?
GM: Sí, sí fui.
VC: ¿Hasta qué grado?
GM: Pero pos en antes tenía uno otra mentalidad, tanto uno como sus papás que pos, lo que se requería era saber trabajar, ¿qué prepararse? No iban a ser abogados, no iban a ser licenciados, así es de que lo que nos esperaba era trabajo, trabajo y hay que trabajar. Y pues crece uno con esa mentalidad y pos el interés es en trabajar, saber trabajar.
VC: ¿Aprendió a leer y a escribir?
GM: Sí, sí, o sea aprendí porque, inclusive pasé hasta sesto, sesto año pero como en el tiempo de que había trabajo me salí a ayudarle a mi papá a hacer las labores. Se terminaba el trabajo de, ya del compromiso de nosotros, de mi papá y luego ya me iba a la escuela, pero como quiera me atrasaba yo. Cada año repetía el año porque no, no iba yo el año, no iba el año redondo, iba nomás por temporaditas. Y nomás pasé a sesto año y ya no quise ir porque ya estaba yo grande, ya me daba vergüenza y así aprendí muy, muy poco, pero escribir sí sabe uno, pero en otras cosas no. Historias, sé leer, pero no, como uno no tiene uno mucho conocimiento en la historia de uno. Y fue duro casi la mayoría de los, de algunos lugares no aprendieron ni a leer porque no los dejaban ir a la escuela, al trabajo, al trabajo. En la casa sí, en vista de Dios todos estudiamos algo, algunos inclusive fueron a la secundaria, uno. Pero también, la ilusión de venirse para acá, dejó también la escuela. No, él, que venía, quería venirse para acá porque él veía que los que venían llevaban ropa nueva, iban diferentes, iban ya más grandes y a veces yo creo que hasta más gorditos. Bueno, entonces se fija uno cuando está joven y también dejó la escuela y ya no quiso estudiar, que él mejor… Todavía sufría mucho porque no era de donde uno vivía, se tenía que ir a otro lugar y había que sostenerlo, estarle pagando, pos nomás la comida porque estaba con unos familiares y la renta no, no le cobraban nada, pero sí algo, un dinero, algo así se les daba y como quiera pos no es uno _____(?) de Dios, son años. Entonces dijo que ya no, que ya no quería estudiar y pos nomás él era el único que le digo, entró a la secundaria. Las mujeres también aprendieron, pero… Y luego la mujer menos tenía el derecho de aprender a leer o a escribir. Como le digo, tenía otra mentalidad la gente; hasta uno mismo, yo creo mínimas señas ellas, las muchachas que ellas eran para hacer el quehacer, ayudarle a mamá y…
VC: ¿Cómo le llamaban al Programa Bracero allá en México?
GM: Bracero, bracero, bracero, bracero. “Nos vamos de braceros”, braceros.
VC: ¿De braceros?
GM: De braceros, ey.
VC: Y, ¿qué tipo de trabajo hacía usted cuando lo contrataron?
GM: Primero fue piscar algodón y después ya fue en ese, este lugar de Avondelia [Avondale] y en mismo Arizona, en mismo aquí en Somerton ya lechuga, desahijes de lechuga y piscando lechuca, desahijes de betabel, en el tapeo de zanahoria y en el ajo, corte de cebolla también.
VC: Cuando se vino, ¿usted estaba casado?
GM: No, soltero, no, soltero. No, pos me vine, como le digo, me vine como de diecisiete años o dieciocho.
VC: Y, ¿me puede describir el proceso de contratación?
GM: El, el tiempo…
VC: ¿Como qué requisitos habían?
GM: Oh, pos habían nomás lo que, pos había que lo pasaban a uno a revisión, o sea exámenes que estuviera bien, que estuviera de modo de que trabajara y físicamente también, en condiciones para trabajar, que estuviera sano, no estuviera enfermo.
VC: ¿Entonces tuvo un examen físico?
GM: Sí, físico. Inclusive muchos se regresaban, que tenían algunos las enfermedades y lo regresaban para México, pos así no podían pasar. Y pos ya uno a veces mal trato también. No crea que fue pura, lo fumigaban a uno y hacían a uno, no lo que querían, pero eran requisitos que sí se necesitaban por ellos que no trajera la gente otras enfermedades o qué se yo. Entonces todo eso hacían y ya acá pos algunos le daban mal trato y otros lo trataban bien, como todo; es, es como todo.
VC: ¿La segunda vez que se enlistó también era en Palmares [Empalme]?
GM: La primer, la segunda vez también fue para bracero, pues y vine también a Empalme, de ahí me contraté y…
VC: ¿Qué le dijeron las autoridades, ya sea mexicanas o norteamericanas que podía esperar del trabajo que iba a recibir allá?
GM: Oh, pos nomás nos decían que si, que si sabíamos trabajar, que si queríamos ir a trabajar, que era un trabajo pesado a veces y a veces nomás le daban: “Te toca para tal parte”. Y a veces le decían a uno a lo que iba a trabajar y a veces sí era cierto. Y a veces le decían que iba a hacer algún trabajo y se iban con la ilusión de que ese trabajo lo iban a hacer y era, les tocaba otra clase de trabajo. No, no era seguro.
VC: ¿Le informaban acerca de su salario, condiciones de vida, alimentos, nada?
GM: No, no, de alimentos sí porque ellos lo bordaban a uno. Ellos le daban el borde, de eso sí, pero se lo cobraban, pues, eso sí. Pero del salario no, eso ya según, porque casi la mayoría era por contrato. En algunos lugares había por horas, pero la gente como que le gustaba más el contrato, porque pos ganarse, no ganarse de trabajar, sino de ganarse algún dinero más y siempre rinde más por el contrato que por horas. Y la mayoría de la gente le tiraba a trabajar a contrato porque por lo regular los contratos eran de cuarenta y cinco días, así es que en esos cuarenta y cinco días había que echarle ganas, no iba la gente nomás ahí a matar el tiempo, a decir que viene uno nomás a los Estados Unidos. No, pos era trabajar, trabajar a, porque no sabía uno. Inclusive a veces la cosecha se perdía por lluvias o por otras razones y muchos no alcanzaban ni a cumplir su contrato de cuarenta y cinco días, a veces los echaban antes de los cuarenta y cinco días. Así es que esas personas pos no, no sacaban ni lo que… Y otra cosa, que se venía, uno se venía con dinero a rédito, no se venía con su propio dinero. Había que estar pagando intereses y entonces algunos apenas si alcanzaban a pagar lo que se traían de compromiso y algotros ni lo alcanzarían a pagar.
VC: Y, ¿de qué forma viajó de donde lo contrataron a la frontera?
GM: Nos traían en, de donde venía uno a Empalme a la contratación, ahí pagaba uno, de ahí para atrás pagaba uno, ahí uno costeaba todo eso. De ahí para acá de donde se contrataba ya era por ellos, sea por los americanos o sería parte de, donde sería por los parte de acá del, de un, de la gente de…
VC: ¿En qué viajaba?
GM: En el tren.
VC: ¿En el tren?
GM; En el tren.
VC: ¿Era en trenes?
GM: En el tren, de Empalme aquí a Mexicali era en tren.
VC: Y, ¿cómo eran las condiciones en el tren?, ¿les daban de comer?
GM: Nos daban ahí unos sándwiches, le daban, le daban a uno de comer, no muy bien porque uno está desacostumbrado de México a comer, sea lo que sea malito o bueno, a comer regular, más bien bastante, pa llenarse, ¿me entiende? Y ahora no, ahora a la… pos casi la mayoría tanto el hombre como la mujer no quiere comer mucho por no engordar, por esto o por lo otro y ya nos cuidamos. Pero en antes no, en antes traía uno el hambre encima todo el tiempo. Así es que viene a comer bastante, como hubiera.
VC: Y, ¿cruzó la frontera en Mexicali?
GM: En Mexicali, ahí llegamos a Mexicali, de allí, hasta ahí llegaba el tren, de ahí nos pasaban en camión, se me hace, en camión hasta la frontera, hasta el pie, de ahí pasábamos a pie y ya entrábamos a los cuartos ahí a donde ya nos fumigaban. Se desnudaba uno, entraba uno a unos cuartos y ahí lo fumigaban a la gente y ya de ahí salían al centro, había un centro de recontratación.
VC: ¿Me puede describir eso?
GM: Ese centro allí, allí llegaba toda la gente, todo el contratado, el que era contratado llegaba a ese lugar, que estaba ahí en El Centro, California. Y de allí, pos ahí estaban ellos enrolados o conectados con los rancheros, los que tenían sus cosechas, [es]taban enrolados con ellos. Ellos pedían la gente, se las mandaban de allí según la cantidad de personas que querían, veinte o treinta o cuarenta o a lo mejor más, de ahí se los mandaban desde El Centro, California.
VC: Y, ¿usted tenía opción para escoger dónde quería ir?
GM: No, no. A veces, a veces decían, los oía yo que decían que: “Tenemos una ida con un trabajo en tal parte”, por decir, en Merced, California. “¿Hay alguien que quiera ir para allá o que sepa piscar ciertas cosas?”. Algunos decían que sí. Bueno, pues esos, esos se iban para allá. Pero a veces nomás decían: “Van a tal parte”, y del trabajo no le decían ni a qué, ni qué era lo que iban a hacer. Por lo regular era el tomate, el que había en, era mucho tomate ahí en Califor[nia], en este, en el Condado de San Joaquín y la mayoría iba allí al tomate, a piscar tomate.
VC: Y, ¿se le permitía tener con ustedes como objetos personales, como fotos?
GM: Fotos de…
VC: De su familia o…
GM: Pos sí, yo con, de eso pos no. Pos sí, sí podían traer fotografías por ejemplo de allá de México, pero uno lo que quería traer es casi nomás la ropa, lo que iba a ocupar para el trabajo porque para cargar cosas y extras, pues como que no, no iba porque no lo… Ni puedo traer maletas grandes, trae mucha ropa, nomás lo que es ropa para el trabajo.
VC: Y, ¿cuántos años trabajó oficialmente de bracero?
GM: Yo trabajé como cuatro años yo creo, [19]59, [19]60 al [19]64. No, creo yo cinco años o seis.
VC: Cuatro. Del [19]59 al [19]60, [19]61, [19]62, [19]63; cinco.
GM: Ey. Sí, porque ya cuando acá estábamos acá adentro cuando dijeron que ya se había terminado la bracereada, inclusive me deserté yo esa vez.
VC: ¿Se qué?
GM: Ya no salí voluntario.
VC: Oh, se quedó aquí.
GM: Ya me quedé, ya me quedé a trabajar pa otro lado. Pero nos agarró La Migración y al rato que…
VC: Y, ¿trabajó en tres diferentes lugares durante sus cinco años aquí?
GM: Trabajé, deje me acuerdo un poco.
VC: Son tres lugares.
GM: También trabajé en este, en, me tocó ir allá para, para Kansas, en un pueblito que se llama Tulepanto(??), Tulepanto(??), Kansas.
VC: ¿Qué hacía allí?
GM: Allá también algodón.
VC: Algodón también.
GM: Algodón también, ey. A eso fuimos, a piscar algodón. Y esa vez nos tocó mala suerte porque entramos en septiembre y en agosto, y a principios de octubre se vinieron unos fríos pero buenos, fuertes; hace mucho frío para allá.
VC: Allí sí se, ajá, allí sí se pone frío.
GM: Ey, se pone frío y ya no pudimos piscar. Nos venimos antes de cumplir los cuarenta y cinco días. Después otra vez ya caí a El Centro, aquí a El Centro, California y de El Centro me fui a Merced, California porque mi papá ya había estado en ese lugar.
VC: ¿Trabajó con su papá cuando estaba trabajando de bracero?
GM: Una, una vez, una vez me tocó junto con él.
VC: Y, ¿los demás tiempos?
GM: Sí, los demás fueron, me tocó solo.
VC: ¿Solo? Y, ¿él también separado de usted?
GM: Separado, ey. Y esa vez que nos venimos aquí a El Centro, nos tocó andar juntos y como él anteriormente ya había venido, él ya había venido más veces, estuvo una vez en Merced, California en un campo y el viejo le dijo que ahí trabajaba muy a gusto, que había mucho trabajo y que le, que le iba a hablar al…
VC: ¿Supervisor?
GM: Sería al supervisor, o al que se entendía ahí del campo, porque él podía dar cartas. Ese señor podía dar cartas como de recomendación.
VC: Para agarrar sus…
GM: Para volver, para que aquella persona si quería regresar allí, podía ir otra vez. Entonces mi papá sí tenía la opción ésa de que él salió bien con el patrón y le dijo que cuando se fue una vez para México, le dijo cuando volviera otra vez que si no estaba a gusto y si quería ir para allá, que le hablara, que le escribiera y que él le podía ayudar. Entonces esa vez, como aquí en El Centro hacía mucho calor, ¿verdad? Es algo cerquilla de Mexicali, esta área casi es igual. Pero en antes hacía más calor, porque inclusive moría mucha gente, se soleaba.
VC: ¿Aquí en Mexicali?
GM: Sí, aquí, aquí en Mexicali, aquí en esta área.
VC: ¿Aquí en esta área?
GM: Todo, todo, le estoy diciendo, aquí es una ciudad caliente.
VC: Está bien caliente.
GM: Pero ahora ya no, ya no está caliente como antes. No, ahora ya no, ahora ya no.
VC: ¡Ay!, no me quiero imaginar.
GM: No, ahora ya no. Y ya me dijo mi papá, dice: “Si quieres, si quieres irte para allá le hablamos y a ver si te da chanza a ti”. Y sí, le habló, le escribió y ya me dijo, le dijo a él, a mi papá que sí, que me llevara y ya nos fuimos juntos. De aquí de El Centro nos fuimos a ése, a Merced, California. Nos estuvimos ahí juntos un tiempo y se cumplió el contrato y ya luego nos echaron para afuera otra vez y regresé otra vez yo, pero ya separados, ya no, ya no juntos. Yo estuve en Manteca, California, en [Rancho] Cucamonga, California, en Gilroy, California y en Woodland, California, ey.
VC: Y, ¿cuántos braceros trabajaban con usted?
GM: Pos no, eso no, no me acuerdo.
VC: ¿En dónde duró más tiempo?, ¿hubo un lugar o todos eran…?
GM: Eh, no. Donde duré más tiempo fue la primer vez que pasé porque entré, entramos en septiembre se me hace y duré como seis meses esa vez. Porque había, había pues más, más lugar dónde trabajar. No, porque en antes las compañías lechugueras, las que cortaban lechuga, empezaban en El Centro, se iban para Arizona, se terminaba y luego esa misma compañía se iba para Salinas. Y entonces, en aquel entonces el bracero tenía derecho a durar máximo, se me hace que eran dieciocho meses. A los dieciocho meses ya tenía que salir otra vez para fuera y ser contratado otra vez aunque fuera al mismo lugar, ¿eh?
VC: ¿Sabe qué? Vamos a tener que parar porque hay mucho ruido.
GM: ¿Mucho ruido? Ah, bueno.
VC: A ver si nos tienen otro cuarto ahorita para nosotros.
(entrevista interrumpida)
VC: Okay, estamos ahora de dónde pasó mucho, la cantidad más grande de tiempo y si trabajó, esa parte donde traba[jó], tardó, duró la cantidad más grande de tiempo.
GM: Sí, más tiempo fue esa vez, duré seis meses.
VC: Su primer vez.
GM: La primer vez que vine.
VC: ¿En ese tiempo trabajaba mucho con otros braceros?
GM: Sí, sí, pos eran cuadrillas grandes. Eran cuadrillas de, por decir, de unos cincuenta o sesenta personas. Y eso es nomás la cuadrilla que se trabaja, pero era un campo donde trabajan, donde hay, pos a la mejor unos quinientos hombres o más a la mejor.
VC: Cuadrillas está diciendo las, ¿donde dormían?
GM: Grupos, no.
VC: ¿No?
GM: Las cuadrillas, yo me refiero cuadrillas como, un mayordomo que trae por ejemplo sesenta personas, es una cuadrilla.
VC: Okay, sí.
GM: Y en otro lugar otro mayordomo, aunque sea del mismo campo trae más gente. Hay, en un campo hay varios, varios mayordomos. Cada, cada mayordomo trae su gente, de treinta o cuarenta o cincuenta o cien personas, son las que manejan ellos.
VC: Y en los diferentes ranchos que trabajaba o así, ¿encontraba que había muchas personas trabajando ilegalmente, que no tenían contratos?
GM: No, casi no había, casi no.
VC: ¿Casi no?
GM: Casi no, casi puro, puros con contrato. Inclusive algunos de los contratados se salían del contrato.
VC: Y, ¿cómo se salían?
GM: Pos se salían porque, por convenio. Porque en el, en donde trabajaba uno ganaba menos uno, porque lo que le tocara, tenía que trabajar. No era uno, no tenía la opción de buscar trabajo por otro lado. No tenía, tenía que trabajar donde lo llevaban a trabajar, donde lo pusieran a trabajar, ahí tenía que trabajar. Porque no, no tenía uno el privilegio de escoger el trabajo a ver cuál trabajo le gustaba, a ver cuál le rendía mejor, en cuál ganaba más dinero, no; en donde le tocara ahí tenía que trabajar. Entonces algunos les tocaba mal trabajo, que ganaban poco, dejaban, o sea el contrato lo rompían, o sea el compromiso lo…
VC: Se lo quitaban de encima.
GM: Lo cortaban. No, ya esos ya se salían del contrato y le daban para donde ellos querían.
VC: Pero, ¿cómo se salían del contrato?, ¿nada más se iban?
GM: Nomás se iban. No, se iban. No, no, no tenían que decir nada. No tenían que, no tenían ni descutir [discutir], nomás ellos decidían no, no, salirse. Por ejemplo hay unos compañeros que me consiguen trabajo allá, me salgo y ya. No había… Nomás esa persona sí ya no, ya no salía, como le quiera con el reglamento que se requería porque como que violaba ese reglamento, lo violaba.
VC: ¿Alguna vez se encontró con las autoridades mexicanas o llegó a La Migración a ver sus papeles?
GM: Ora lo verás, ora lo verás, sí, ora lo verás, ¿en dónde? Sí, en este, en Cucamonga fue.
VC: Que está, ¿en qué estado?
GM: ¿En qué estado? Aquí en California.
VC: Aquí en California.
GM: En California, ese Cucamonga está aquí yendo para San Bernardino, no sé si sepas para allá, yo creo que no. Está ese Cucamonga y ahí llegaba La Migración. Andábanos piscando limón y llegaban despacio, despacio llegaban (ruido) y luego le tocaban a uno la escalera y que se callara, que no, que no gritara, que no hablara fuerte para que los compañeros no oyeran que ya estaban allí y ya le preguntaban a uno: “¿Traes papeles?”. “Pues, que sí”. O sea el contrato era el que lo amparaba a uno. Había un pasaportito que le daban a uno y con ése podía uno salir afuera, andar frontera y el trabajo, como los inmigrados ahorita. Y antes, el que enseñaba eso, ya no lo molestaban. Luego se iban a otra escalera y así iban despacio, no, no iban haciendo ruido para que las demás [personas] no escucharan y se echaran a correr los que no traían [papeles]. Nomás en ese lugar me acuerdo yo que sí llegaba La Migración. Los demás lugares no, no había, no había Migración. Aunque sí la había, pero no, no llegaban a checar.
VC: Y, ¿cómo se comunicaba con su familia en México?
GM: Escribiendo.
VC: ¿Escribiendo?
GM: Escri[biendo], escribiendo, escribía uno.
VC: Y, ¿con su papá se comunicaba?
GM: Sí, por cartas porque pos antes no había medio casi del teléfono, no, no había. Por cartas y a veces mucha gente no, no podía escribir, no por, a veces porque no sabían, no tenían la confianza de decirle a otra persona: “¿Me haces una carta para escribirle a mi esposa, a mi mamá, a mis padres?”. No. Entonces, y luego a veces también porque no sabían si iban a durar ahí o no. [En]tonces la carta no, en ocho días no va y viene, en antes duraban, como digo, que meses, pero unos quince días de aquí para allá y otra cosa que el servicio del correo, llegaban al correo. Estas cartas iban para otro rumbo, sería por equivocación o sería por descuido de los carteros, llegaban sellos de otros lugares que no las reclamaban allá y al último ya venían a su destino. Pero había mal servicio de correo, a veces por allá hasta el mes, hasta el mes podía la persona recibir la contestación y pues no había que andar ellos buscando quién le leyera la carta, porque no se la podían dársela a cualquier persona. Inclusive mi papá, mi papá no sabía leer ni escribir y tuvo que enseñarse él. Dice: “¿Yo cómo voy andarle dando a saber a otra persona mis cosas que yo tengo que hablar con mi pareja? La otra persona le pondrá lo que yo le digo o no le pondrá”. Y él poco a poco se fue enseñando la, o sea el interés y se enseñó a escribir, no bien, pero ahí adivinando una que otra palabra, pero sí se enseñó a escribir.
VC: ¿Comenzó solo?
GM: Ey.
VC: Sí. Cuando trabajaba de bracero, ¿cuántos días a la semana trabajaba por lo normal?
GM: Normal son, eran cinco días, ey.
VC: Cinco días, ¿no trabajaban los sábados?
GM: Y los sábados a veces también.
VC: A veces.
GM: Ey. Pero de eso, de eso como que no le, no le podía a uno, como que uno era como… Más bien quería uno trabajar porque…
VC: Porque ganaba más.
GM: Sí, porque por, para el rendimiento del dinero, ey.
VC: Y, ¿cuántas horas por día trabajaban por lo normal también?
GM: Por lo regular las ocho horas.
VC: ¿Las ocho?
GM: Las ocho horas por lo regular. A veces hasta más tarde porque, sí, cuando se piscaba tomate, había que piscar ya tarde y luego después cargar. Todos los que cargaban llegaban por allá de las siete de la noche, ya tarde, ya oscuro. Ellos se quedaban a levantar toda la carga y yo, a mí me tocó también parte de eso porque piscaba y luego cargaba y ya llegaba uno en la tarde bien, bien cansado de piscar y luego carga y llegar y comer, bañarse y otro día temprano, otra vez. Eso es un, es una vida medio enfadosa, medio pesada, pero pos tenía uno que hacerlo.
VC: Y un día normal, ¿me lo puede describir?, ¿a qué hora se levantaba?, ¿a qué horas almorzaba?
GM: A las cuatro de la mañana se levantaba uno, a las cuatro y media pa empezar a almorzar y de ahí ya esperar. Uno espera la hora de la salida al trabajo y otra cosa que a veces la levantada era, no, no tenía uno que levantarse exactamente a esa hora. Pero la mayoría quería almorzar de lo primero que hacen, porque si se tardaba a veces no alcanzaba uno a comer de lo que habían hecho, ya sea avena, unos huevos asados, estrellados o medios crudos. Y cuando iba uno temprano le podían a uno decir, le decían a uno: “¿Cómo los quieres? ¿Batidos o revueltos o estrellados?”, y ya ahí al gusto. Y ya cuando se salía toda la gente que ya quería almorzar para irse a trabajar, pos ya no, ya no le cumplían a uno sus gustos los cocineros. Inclusive ya no, a veces ya no había leche, ya no había avena y pues así se tenía que ir uno. En algunos lugares, luego a las doce le llevaban a uno el lonche al fil [field].
VC: Ah, ahí donde estaba trabajando.
GM: En algunos lugares y después en otros le daban a uno lonche en la mañana que se lo llevara.
VC: (ininteligible) Y, ¿nomás le daban de comer para el lonche?
GM: ¿Que qué nos daban? Pos unos tacos nomás. Pero en el medio día le daban a uno comida en caldo, comida en…
VC: Sopa.
GM: Su, pos no sopa, sino, vamos suponiendo como caldo, por decir. Hacían ollas grandes y como cuando hacen menudo, por decir.
VC: Sí, olla grande.
GM: Una olla grande y un cucharazo o dos a cada persona y: “Órale”, y: “Órale”.
VC: Sí.
GM: Y a veces hacían buenas comidas, a veces llevaban carne de res, costillitas, frijoles, pues le variaban a veces. En la tarde ya más, ya allí en el campo le daban a uno ya mejor, mejor comida. A mí ya no, no se la daban a una muy buena porque a veces ya llegaba fría inclusive y cosas que eran grasosas, pues ya un poco fría, ¿me entiendes? Necesita uno comer la cosa, la comida grasosa tiene que ser calientita para saborearla mejor, o al menos que no, el sabor que no vaya así ya casi espeso. Y ya las otras cosas sí se las puede comer uno frías, pero las cosas grasosas no. Y en el campo allá donde nos llevaban, pues a veces llegaba caliente y a veces llegaba ya un poco fría. Pero eso no, la gente no, no se ponía delicada porque de antemano ya sabía uno que venía a sufrirle, no, no estaba uno en su casa para poder ponerse de delicado.
VC: ¿Era esa la expectación, que ibas a venir para sufrir?
GM: Sí, pos sí, sí, a sufrir.
VC: A trabajar.
GM: Sí, no, no traía uno otra mentalidad de que: “Voy a ir a gozarla, voy a ir a pasearme y comer bien”, y eso, no. No, esa mentalidad no.
VC: Y, ¿me puede describir bien dónde vivía y cómo estaba amueblado? ¿Le daban camas?
GM: Le daban a uno unas literas, a veces le tocaba a uno dormir abajo, a veces arriba, literas con dos. Y pos ahí se batallaba porque los fines de semana era un alboroto, un bullicio y luego el de arriba si era loco para dormir, pos se meneaba, despertaba al de abajo, eso no es control. Tiene uno que adaptarse, ni modo de bajarlo, ni modo de pelear por eso, tiene uno que adaptarse. Algunos inclusive se caían que no…
VC: De la cama.
GM: Que son, vulgarmente diciéndolo, que son locos para dormir. Pos dormida la persona qué se va a dar cuenta, se daban la vuelta para otro lado e iban a parar abajo al piso.
VC: Y, ¿cuánto le pagaban?
GM: Yo la primer vez que vine gané la hora a $0.50 centavos la hora en Arizona, ey, a $0.50 centavos.
VC: Y, ¿lo más alto que le pagaban?
GM: Se me hace que fue a $0.60.
VC: Sesenta centavos.
GM: Sesenta centavos. Ya ni me acuerdo muy bien. Y de ahí, de ahí para el real, de ahí ya empezó a subir, a subir, a subir, a subir pero a $0.50 centavos era lo, Arizona tenía, o sea que era como el que pagaba más barato.
VC: Más barato, sí.
GM: Sí, Arizona, el estado de Arizona.
VC: Pos oí que en California, ciertas partes sólo pagaban a $0.65.
GM: Les pagaban un poquito mejor pero allá, $0.50 centavos.
VC: Y, ¿le pagaban con cheque o en efectivo?
GM: No, no, ora lo verá… Ya no me acuerdo yo, se me hace que…
VC: Está bien. ¿Qué hacía con su dinero?
GM: Pos mandarlo uno para allá y qué ganaba uno, señorita, si a la semana salía uno con, como con unos $30 dólares, $25.
VC: ¿Tenían que pagar por su comida?
GM: De ahí nos descontaban la comida.
VC: Lo descontaban.
GM: De ahí.
VC: Y, ¿por su cuarto?
GM: O sea ese salario ya nos venía con la, con el descuento de la comida.
VC: De la comida. Y, ¿el cuarto lo pagaban o no?
GM: Eh, pues no nos dimos cuenta, varios no nos dimos cuenta. Si nos lo cobraban o no lo cobraban, no supimos. Pero sí, sí, la comida ésa sí sabíamos que nos cobraban tanto por día, ésa sí sabíamos. Pero ya de lo demás ya ni preguntaba uno, ni se daba uno cuenta de que si estaba uno pagando. Inclusive que si pagó o se le cobró o si el Gobierno cobró algo para mandarlo uno para acá, ni eso supimos. No, no le daban uno, no le daban a uno saber muchas cosas, así es de que…
VC: ¿Alguna vez tuvo un problema en el trabajo?
GM: No, no hubo problemas de, no.
VC: ¿Encontró algún tipo de discriminación?
GM: Ah, pos es como siempre, como siempre hay medio unos buenos, hay medio malos y eso es un igual que hay que admitirlo, inclusive ahorita en la actualidad, no los hay. Hay personas que son buenos, hay personas que no, esos son estrictos, son, lo que entra a ver uno así movido, movido.
VC: Y, ¿qué hacía usted en sus días de descanso?
GM: Pos ahí pasársela uno ahí en el mismo campo porque no conocía uno el lugar, no tenía uno amistades, no había la facilidad de transportación. A veces los patrones le decían a uno: “¿Quieren ir al…?”. Pero ya por allá al mes o dos meses que ya le tienen, le tuvieron confianza y que ya lo ven que es persona que trabaja, a veces nos decían que si queríamos ir al cine, al pueblo, a un pueblo. “¿Pos dónde está el pueblo?”. “Pos aquí está como a una media hora”. “No, pos si nos llevan, qué bueno”. Ya nos llevaban y ya pa aprovechar para ver, para comer algo o ver cuando menos los aparadores o comprar ropa porque pos era lo que, era lo que a veces quería uno, también llevar ropa nueva.
VC: ¿Había una iglesia católica cerca o del pueblo venía un sacerdote?
GM: Ora lo verá, no, sí llegué a estar en, cuando estuve en, donde en Gilroy íbamos a la, a misa, pero no cada ocho días, no cada ocho días. Sí había la posibilidad, así es de que quien fuera, pero así de ir uno caminando, no, no. Otra cosa también que a veces se arriesgaba uno a andar caminando porque, por los cholos, por los negros, lugares que no, no conoce uno.
VC: ¿Habían problemas así con…?
GM: También habían problemas de eso.
VC: ¿Sí?
GM: Ey. Mucha gente no inclusive los golpeaban, sino hasta los mataban por robarlos, porque sabían que esa persona traía dinero. Como era persona que se dedicaba al trabajo, casi era sincho que traía dinero. Entonces a ellos no, no les importaba darle golpecitos, nomás de atarantarlo, se les pasaba la mano y lo fregaban, lo mataban, sí. Y a veces que se defendían, pos no a golpes, sino pos a filerazos o cuchillos. Es un sufrimiento, ya todo arriesgando y pos la vida. Como a la vez está sucediendo ahorita, la gente se viene del otro lado con la mira de pasar y muchos no alcanzan a lograrla, mueren por el camino. Así es de que todo está muy triste, está riesgoso.
VC: Y me dijo hace ratito que se había quedado después cuando se terminó su último contrato, que se había quedado.
GM: Pos sí, y me quedé en, violé esa parte de la ley porque dijeron que ya se había terminado la bracereada y pos no quería uno, varios, varios se salieron del contrato, no querían este, pos andando adentro, ¿quién se iba a querer salir para afuera? De una vez rifársela a ver cuánto les duraba. Y no, nosotros, yo duré poco, algún…
VC: Y luego, ¿cómo regresó al último?
GM: ¿Para acá otra vez? Me vine otra vez en, de alambre, de mojado, como luego dicen. La mayoría, la mayoría así se vino. Algunos cuando los, cuando es como braceros ya se quedaron y emigraron por algunas razones. Y algotros emigraron porque los patrones ayudaron.
VC: Eso es lo que he oído mucho hoy.
GM: Sí, ayudaron porque había esa facilidad de que algún patrón inclusive les facilitaba, les decían que arreglaran, que él les ayudaba a arreglar, mucha gente no quiso. “No, yo de todas maneras vengo, ¿para qué?”. Y luego, la gente decía, pos a veces decía que la bandera de México la pisoteaban y que la escupían y quién sabe qué tanto, pero no era cierto. Nomás que no, a veces se deja llevar uno por lo que la gente dice y lleva esa mentalidad que así es, que sí es cierto y no. Mucha gente no arregló nomás porque: “No”, dice, “pos yo de todas maneras vengo cada año, cada año vengo, ¿para qué me meto en compromisos?”.
VC: Y, ¿al último se hizo usted ciudadano?
GM: Pues, sí emigré al tiempo ya pasé para acá y compré una carta y ya emigré y ya después, pues ya últimamente me hice ciudadano también por lo mismo de que como está uno ahí abanicando que a veces que la familia quieren, o que pierde derechos. O sea que el que está legalizado como que no está muy seguro si al rato por cualquier cosita lo echan para afuera, pierde el derecho de estar en los Estados Unidos, inclusive para ayudas, ayudas del mismo Gobierno, por decir. Y no tiene, como que no tiene ciertas, ciertos derechos, ciertas ayudas entonces para reforzar eso, pos la gente se hace ciudadana.
VC: Y, ¿dónde trabajaba o de qué trabajaba cuando regresó?
GM: ¿Aquí otra vez? Pos trabajaba, ¿de bracero?
VC: Después de la bracereada.
GM: Después de la bracereada, pos ves, terminó la bracereada, trabajé un tiempo en la factoría de ropa en Los Ángeles y después anduve en los troques esos de basura del pueblo, de la ciudad. Ahí estuve como unos dos años y ya de ahí, de ahí me vine para acá. Eso fue como en el [19]75, para acá me vine aquí a este valle a Coachella. Y por cierto, dije: “Ay, esta gente está loca aquí. ¿Cómo aguantan esta méndiga calor aquí?”. Y yo veía le gente muy este, normal. No, no renegaban, pos decía yo: “Yo creo que aquí no hay gente, niños, no hay niños, no hay señores de edad, personas de edad, ¿porque quién va a aguantar este méndigo calor?”. Y vivía aquí una prima hermana y por ella me vine yo para acá. Que aquí había mucho trabajo; la pisca de limón, de toronja y me vine. Y ya le aguanté esta temporada y no, pos como le digo, yo veía al, era el mismo mundo, era el mismo ambiente pero a mí se me figuraba que aquí no había ni personas que aguantaran ese calor. Y no, pos ya poco a poco me fui haciendo a la idea también y aguantar y vine para acá y aquí me estuve ya desde el [19]75, [19]70 y… Treinta años ya aquí. Por eso le digo que ahora ya no hace calor. No, no, señorita, ahora ya no hace calor. Y en antes aquí era puro desierto, puro desierto aquí. No sé si conozca aquí para La Quinta, aquí para Indio, sí, era el pueblo de Indio, pero no había, nomás ahí en El Centro. Y ora hay muchos country clubs y está verde todo eso. No, ahora qué.
VC: Sólo tengo tres más preguntas y terminamos la entrevista. ¿Qué significa el término bracero para usted?
GM: Pues en antes no, no era una, yo consideraba que no era algún, nomás para, cómo le quería, para distinguirlo. Bracero, nomás que ya después los braceros, es un bracero, como que ya era una palabra ofensiva. Pero en antes no, un bracero nomás la persona que se venía a trabajar, a esforzarse a trabajar. Nomás no venía a hacer otras cosas, que se dedicaba al trabajo. Pero ya después de oír la palabra le dan otro, otro tono como que era un bracero una persona no como limosnera, pero sí muy, muy baja. Muy baja porque es un bracero, porque inclusive que las muchachas que andaban de novias: “¿Andas de novia de un bracero?”. De que cómo, cómo un bracero admitido en México, que fue como un refugiado, así.
VC: Sí. Y, ¿cómo se siente de que lo llamen ahora bracero a usted?
GM: No, yo no me siento ofendido porque no, yo no siento que es un bracero, no. Yo no me siento ofendido ni tomo la palabra así como, como algo que grosero o… Yo no la tomo por ese lado.
VC: Y sus recuerdos de haber trabajado como bracero, ¿son positivos o negativos?
GM: Pos fueron positivos porque, porque los vivió uno y sufridos, desde luego, no, no fue una, una…
VC: Vacación.
GM: Una vida que se dio uno porque pos vino uno a dar su esfuerzo, sus logros, su… Y lo hacía uno con, como con gusto, con ganas por lo mismo, la necesidad caramba que tenía uno del dinero. Que mucha gente no, yo me, también tocó ver personas que no muy interesadas en trabajar. No, yo le digo, yo casi no digo que me tiraba a matar, pero a lo que daba, a trabajar, sí. A dar todo lo que… y la mayoría así a no dejarse. Si aquél me ganaba, pos le hacía la lucha a que no me ganara porque así mismo me hacía rendir mi trabajo, por el esfuerzo de yo andarlo siguiendo a él y otro siguiéndome a mí y así, así era. Y siempre se trataba uno de juntarse con uno que trabajara más que uno, que le rindiera porque hay personas que les rinde el trabajo y hay personas que no, no les rinde. Y uno para ganarse un peso más o para no, no dejarse de aquél, trabajar. Si no le gana, pos que le ande cercas, pero esa era la mentalidad de que hacer rendir más el dinero.
VC: ¿Hay otra cosa que usted quería decir? Porque ya no tengo más preguntas.
GM: No, pos todo eso, o sea lo que le dije sí, sí es.
VC: Entonces ahí se acaba la entrevista.
Fin de la entrevista
Fecha de la entrevista: 20 de mayo de 2006
Nombre del entrevistador: Verónica Cortez
Ésta es una entrevista con Guillermo Manzo Cervantes el 20 de mayo de 2006. Lo está entrevistando Verónica Cortez y es parte del Proyecto Historia Oral de braceros.
VC: ¿Me puede por favor empezar diciéndome dónde y cuándo nació?
GM: Nací el 22 de febrero de 1939. Nací en Michoacán, Estado de Michoacán en un ranchito que se llama, ahora se llama San Miguel pero antes era Rancho Los Ochoas, es Municipio de Villamar.
VC: Hábleme de su familia y del lugar donde nació.
GM: Nací en el rancho de San Miguel, Rancho Los Ochoas que ahora es San Miguel, es el municipio de Villamar, Michoacán.
VC: ¿Su familia?
GM: ¿Mi familia?
VC: Su mamá, su papá.
GM: Ah, pues en ese entonces yo me vine con mi papá. Inclusive mi mamá no quería (risa) que me viniera.
VC: Su mamá. ¿Entonces vivía con su papá y su mamá?
GM: Sí, pos entonces estaba yo chico, vivía con ellos y…
VC: ¿A qué se dedicaban sus padres?
GM: A trabajar, trabajar en el campo y pues, como para acá pos todos sabemos ahorita hasta la actualidad, nos dicen que Estados Unidos y nos venimos, se viene la gente. Entonces en antes con más razón aunque era poco lo que rendía el dinero, pero como quiera la gente se venía para acá. Me vine con él y nomás que me enfermé yo esa vez en Empalme, como allí era la contratación, pos entonces tendría yo unos dieciocho años yo creo.
VC: ¿Tiene una familia grande?
GM: ¿Ahorita?
VC: Tenía.
GM: Ah, sí, pos éramos nueve.
VC: ¿Nueve hijos?
GM: Con, con ellos. Y todavía hasta la fecha están ellos, gracias a Dios. Mi papá y mi mamá todavía viven.
VC: Y, ¿sus hermanos y hermanas dónde viven?
GM: Pos yo era, yo era el mayor, de ahí para abajo, de ahí para abajo eran los demás. Ya mi papá me dijo que si quería venirme para acá, que el trabajo era duro, que si yo quería, que viniera, él me apoyaba. Entonces pos yo tenía miedo, la verdad, miedo por lo que decían que el trabajo era muy pesado y que, pos esos no los dejaban ni descansar, que muy muy; era el trabajo pesado. Entonces pues le dije que sí y me vine, nomás que como le digo, me enfermé en Empalme, Sonora y de ahí me regresó hasta Guadalajara. Él se fue conmigo y luego, y como de allí de Guadalajara son unas tres horas a donde vivo yo, me dijo: “Ya de aquí te vas tú solo, yo me voy otra vez para atrás a Empalme”. Y ya él se regresó y se contrató. Por que como, sabemos eran, se venían los contratados y ya al siguiente año me vine otra vez y entonces sí pasé yo y ya de ahí para acá ya estuve viniendo cada año.
VC: ¿Usted fue a la escuela cuando estaba chiquito?
GM: Sí, sí fui.
VC: ¿Hasta qué grado?
GM: Pero pos en antes tenía uno otra mentalidad, tanto uno como sus papás que pos, lo que se requería era saber trabajar, ¿qué prepararse? No iban a ser abogados, no iban a ser licenciados, así es de que lo que nos esperaba era trabajo, trabajo y hay que trabajar. Y pues crece uno con esa mentalidad y pos el interés es en trabajar, saber trabajar.
VC: ¿Aprendió a leer y a escribir?
GM: Sí, sí, o sea aprendí porque, inclusive pasé hasta sesto, sesto año pero como en el tiempo de que había trabajo me salí a ayudarle a mi papá a hacer las labores. Se terminaba el trabajo de, ya del compromiso de nosotros, de mi papá y luego ya me iba a la escuela, pero como quiera me atrasaba yo. Cada año repetía el año porque no, no iba yo el año, no iba el año redondo, iba nomás por temporaditas. Y nomás pasé a sesto año y ya no quise ir porque ya estaba yo grande, ya me daba vergüenza y así aprendí muy, muy poco, pero escribir sí sabe uno, pero en otras cosas no. Historias, sé leer, pero no, como uno no tiene uno mucho conocimiento en la historia de uno. Y fue duro casi la mayoría de los, de algunos lugares no aprendieron ni a leer porque no los dejaban ir a la escuela, al trabajo, al trabajo. En la casa sí, en vista de Dios todos estudiamos algo, algunos inclusive fueron a la secundaria, uno. Pero también, la ilusión de venirse para acá, dejó también la escuela. No, él, que venía, quería venirse para acá porque él veía que los que venían llevaban ropa nueva, iban diferentes, iban ya más grandes y a veces yo creo que hasta más gorditos. Bueno, entonces se fija uno cuando está joven y también dejó la escuela y ya no quiso estudiar, que él mejor… Todavía sufría mucho porque no era de donde uno vivía, se tenía que ir a otro lugar y había que sostenerlo, estarle pagando, pos nomás la comida porque estaba con unos familiares y la renta no, no le cobraban nada, pero sí algo, un dinero, algo así se les daba y como quiera pos no es uno _____(?) de Dios, son años. Entonces dijo que ya no, que ya no quería estudiar y pos nomás él era el único que le digo, entró a la secundaria. Las mujeres también aprendieron, pero… Y luego la mujer menos tenía el derecho de aprender a leer o a escribir. Como le digo, tenía otra mentalidad la gente; hasta uno mismo, yo creo mínimas señas ellas, las muchachas que ellas eran para hacer el quehacer, ayudarle a mamá y…
VC: ¿Cómo le llamaban al Programa Bracero allá en México?
GM: Bracero, bracero, bracero, bracero. “Nos vamos de braceros”, braceros.
VC: ¿De braceros?
GM: De braceros, ey.
VC: Y, ¿qué tipo de trabajo hacía usted cuando lo contrataron?
GM: Primero fue piscar algodón y después ya fue en ese, este lugar de Avondelia [Avondale] y en mismo Arizona, en mismo aquí en Somerton ya lechuga, desahijes de lechuga y piscando lechuca, desahijes de betabel, en el tapeo de zanahoria y en el ajo, corte de cebolla también.
VC: Cuando se vino, ¿usted estaba casado?
GM: No, soltero, no, soltero. No, pos me vine, como le digo, me vine como de diecisiete años o dieciocho.
VC: Y, ¿me puede describir el proceso de contratación?
GM: El, el tiempo…
VC: ¿Como qué requisitos habían?
GM: Oh, pos habían nomás lo que, pos había que lo pasaban a uno a revisión, o sea exámenes que estuviera bien, que estuviera de modo de que trabajara y físicamente también, en condiciones para trabajar, que estuviera sano, no estuviera enfermo.
VC: ¿Entonces tuvo un examen físico?
GM: Sí, físico. Inclusive muchos se regresaban, que tenían algunos las enfermedades y lo regresaban para México, pos así no podían pasar. Y pos ya uno a veces mal trato también. No crea que fue pura, lo fumigaban a uno y hacían a uno, no lo que querían, pero eran requisitos que sí se necesitaban por ellos que no trajera la gente otras enfermedades o qué se yo. Entonces todo eso hacían y ya acá pos algunos le daban mal trato y otros lo trataban bien, como todo; es, es como todo.
VC: ¿La segunda vez que se enlistó también era en Palmares [Empalme]?
GM: La primer, la segunda vez también fue para bracero, pues y vine también a Empalme, de ahí me contraté y…
VC: ¿Qué le dijeron las autoridades, ya sea mexicanas o norteamericanas que podía esperar del trabajo que iba a recibir allá?
GM: Oh, pos nomás nos decían que si, que si sabíamos trabajar, que si queríamos ir a trabajar, que era un trabajo pesado a veces y a veces nomás le daban: “Te toca para tal parte”. Y a veces le decían a uno a lo que iba a trabajar y a veces sí era cierto. Y a veces le decían que iba a hacer algún trabajo y se iban con la ilusión de que ese trabajo lo iban a hacer y era, les tocaba otra clase de trabajo. No, no era seguro.
VC: ¿Le informaban acerca de su salario, condiciones de vida, alimentos, nada?
GM: No, no, de alimentos sí porque ellos lo bordaban a uno. Ellos le daban el borde, de eso sí, pero se lo cobraban, pues, eso sí. Pero del salario no, eso ya según, porque casi la mayoría era por contrato. En algunos lugares había por horas, pero la gente como que le gustaba más el contrato, porque pos ganarse, no ganarse de trabajar, sino de ganarse algún dinero más y siempre rinde más por el contrato que por horas. Y la mayoría de la gente le tiraba a trabajar a contrato porque por lo regular los contratos eran de cuarenta y cinco días, así es que en esos cuarenta y cinco días había que echarle ganas, no iba la gente nomás ahí a matar el tiempo, a decir que viene uno nomás a los Estados Unidos. No, pos era trabajar, trabajar a, porque no sabía uno. Inclusive a veces la cosecha se perdía por lluvias o por otras razones y muchos no alcanzaban ni a cumplir su contrato de cuarenta y cinco días, a veces los echaban antes de los cuarenta y cinco días. Así es que esas personas pos no, no sacaban ni lo que… Y otra cosa, que se venía, uno se venía con dinero a rédito, no se venía con su propio dinero. Había que estar pagando intereses y entonces algunos apenas si alcanzaban a pagar lo que se traían de compromiso y algotros ni lo alcanzarían a pagar.
VC: Y, ¿de qué forma viajó de donde lo contrataron a la frontera?
GM: Nos traían en, de donde venía uno a Empalme a la contratación, ahí pagaba uno, de ahí para atrás pagaba uno, ahí uno costeaba todo eso. De ahí para acá de donde se contrataba ya era por ellos, sea por los americanos o sería parte de, donde sería por los parte de acá del, de un, de la gente de…
VC: ¿En qué viajaba?
GM: En el tren.
VC: ¿En el tren?
GM; En el tren.
VC: ¿Era en trenes?
GM: En el tren, de Empalme aquí a Mexicali era en tren.
VC: Y, ¿cómo eran las condiciones en el tren?, ¿les daban de comer?
GM: Nos daban ahí unos sándwiches, le daban, le daban a uno de comer, no muy bien porque uno está desacostumbrado de México a comer, sea lo que sea malito o bueno, a comer regular, más bien bastante, pa llenarse, ¿me entiende? Y ahora no, ahora a la… pos casi la mayoría tanto el hombre como la mujer no quiere comer mucho por no engordar, por esto o por lo otro y ya nos cuidamos. Pero en antes no, en antes traía uno el hambre encima todo el tiempo. Así es que viene a comer bastante, como hubiera.
VC: Y, ¿cruzó la frontera en Mexicali?
GM: En Mexicali, ahí llegamos a Mexicali, de allí, hasta ahí llegaba el tren, de ahí nos pasaban en camión, se me hace, en camión hasta la frontera, hasta el pie, de ahí pasábamos a pie y ya entrábamos a los cuartos ahí a donde ya nos fumigaban. Se desnudaba uno, entraba uno a unos cuartos y ahí lo fumigaban a la gente y ya de ahí salían al centro, había un centro de recontratación.
VC: ¿Me puede describir eso?
GM: Ese centro allí, allí llegaba toda la gente, todo el contratado, el que era contratado llegaba a ese lugar, que estaba ahí en El Centro, California. Y de allí, pos ahí estaban ellos enrolados o conectados con los rancheros, los que tenían sus cosechas, [es]taban enrolados con ellos. Ellos pedían la gente, se las mandaban de allí según la cantidad de personas que querían, veinte o treinta o cuarenta o a lo mejor más, de ahí se los mandaban desde El Centro, California.
VC: Y, ¿usted tenía opción para escoger dónde quería ir?
GM: No, no. A veces, a veces decían, los oía yo que decían que: “Tenemos una ida con un trabajo en tal parte”, por decir, en Merced, California. “¿Hay alguien que quiera ir para allá o que sepa piscar ciertas cosas?”. Algunos decían que sí. Bueno, pues esos, esos se iban para allá. Pero a veces nomás decían: “Van a tal parte”, y del trabajo no le decían ni a qué, ni qué era lo que iban a hacer. Por lo regular era el tomate, el que había en, era mucho tomate ahí en Califor[nia], en este, en el Condado de San Joaquín y la mayoría iba allí al tomate, a piscar tomate.
VC: Y, ¿se le permitía tener con ustedes como objetos personales, como fotos?
GM: Fotos de…
VC: De su familia o…
GM: Pos sí, yo con, de eso pos no. Pos sí, sí podían traer fotografías por ejemplo de allá de México, pero uno lo que quería traer es casi nomás la ropa, lo que iba a ocupar para el trabajo porque para cargar cosas y extras, pues como que no, no iba porque no lo… Ni puedo traer maletas grandes, trae mucha ropa, nomás lo que es ropa para el trabajo.
VC: Y, ¿cuántos años trabajó oficialmente de bracero?
GM: Yo trabajé como cuatro años yo creo, [19]59, [19]60 al [19]64. No, creo yo cinco años o seis.
VC: Cuatro. Del [19]59 al [19]60, [19]61, [19]62, [19]63; cinco.
GM: Ey. Sí, porque ya cuando acá estábamos acá adentro cuando dijeron que ya se había terminado la bracereada, inclusive me deserté yo esa vez.
VC: ¿Se qué?
GM: Ya no salí voluntario.
VC: Oh, se quedó aquí.
GM: Ya me quedé, ya me quedé a trabajar pa otro lado. Pero nos agarró La Migración y al rato que…
VC: Y, ¿trabajó en tres diferentes lugares durante sus cinco años aquí?
GM: Trabajé, deje me acuerdo un poco.
VC: Son tres lugares.
GM: También trabajé en este, en, me tocó ir allá para, para Kansas, en un pueblito que se llama Tulepanto(??), Tulepanto(??), Kansas.
VC: ¿Qué hacía allí?
GM: Allá también algodón.
VC: Algodón también.
GM: Algodón también, ey. A eso fuimos, a piscar algodón. Y esa vez nos tocó mala suerte porque entramos en septiembre y en agosto, y a principios de octubre se vinieron unos fríos pero buenos, fuertes; hace mucho frío para allá.
VC: Allí sí se, ajá, allí sí se pone frío.
GM: Ey, se pone frío y ya no pudimos piscar. Nos venimos antes de cumplir los cuarenta y cinco días. Después otra vez ya caí a El Centro, aquí a El Centro, California y de El Centro me fui a Merced, California porque mi papá ya había estado en ese lugar.
VC: ¿Trabajó con su papá cuando estaba trabajando de bracero?
GM: Una, una vez, una vez me tocó junto con él.
VC: Y, ¿los demás tiempos?
GM: Sí, los demás fueron, me tocó solo.
VC: ¿Solo? Y, ¿él también separado de usted?
GM: Separado, ey. Y esa vez que nos venimos aquí a El Centro, nos tocó andar juntos y como él anteriormente ya había venido, él ya había venido más veces, estuvo una vez en Merced, California en un campo y el viejo le dijo que ahí trabajaba muy a gusto, que había mucho trabajo y que le, que le iba a hablar al…
VC: ¿Supervisor?
GM: Sería al supervisor, o al que se entendía ahí del campo, porque él podía dar cartas. Ese señor podía dar cartas como de recomendación.
VC: Para agarrar sus…
GM: Para volver, para que aquella persona si quería regresar allí, podía ir otra vez. Entonces mi papá sí tenía la opción ésa de que él salió bien con el patrón y le dijo que cuando se fue una vez para México, le dijo cuando volviera otra vez que si no estaba a gusto y si quería ir para allá, que le hablara, que le escribiera y que él le podía ayudar. Entonces esa vez, como aquí en El Centro hacía mucho calor, ¿verdad? Es algo cerquilla de Mexicali, esta área casi es igual. Pero en antes hacía más calor, porque inclusive moría mucha gente, se soleaba.
VC: ¿Aquí en Mexicali?
GM: Sí, aquí, aquí en Mexicali, aquí en esta área.
VC: ¿Aquí en esta área?
GM: Todo, todo, le estoy diciendo, aquí es una ciudad caliente.
VC: Está bien caliente.
GM: Pero ahora ya no, ya no está caliente como antes. No, ahora ya no, ahora ya no.
VC: ¡Ay!, no me quiero imaginar.
GM: No, ahora ya no. Y ya me dijo mi papá, dice: “Si quieres, si quieres irte para allá le hablamos y a ver si te da chanza a ti”. Y sí, le habló, le escribió y ya me dijo, le dijo a él, a mi papá que sí, que me llevara y ya nos fuimos juntos. De aquí de El Centro nos fuimos a ése, a Merced, California. Nos estuvimos ahí juntos un tiempo y se cumplió el contrato y ya luego nos echaron para afuera otra vez y regresé otra vez yo, pero ya separados, ya no, ya no juntos. Yo estuve en Manteca, California, en [Rancho] Cucamonga, California, en Gilroy, California y en Woodland, California, ey.
VC: Y, ¿cuántos braceros trabajaban con usted?
GM: Pos no, eso no, no me acuerdo.
VC: ¿En dónde duró más tiempo?, ¿hubo un lugar o todos eran…?
GM: Eh, no. Donde duré más tiempo fue la primer vez que pasé porque entré, entramos en septiembre se me hace y duré como seis meses esa vez. Porque había, había pues más, más lugar dónde trabajar. No, porque en antes las compañías lechugueras, las que cortaban lechuga, empezaban en El Centro, se iban para Arizona, se terminaba y luego esa misma compañía se iba para Salinas. Y entonces, en aquel entonces el bracero tenía derecho a durar máximo, se me hace que eran dieciocho meses. A los dieciocho meses ya tenía que salir otra vez para fuera y ser contratado otra vez aunque fuera al mismo lugar, ¿eh?
VC: ¿Sabe qué? Vamos a tener que parar porque hay mucho ruido.
GM: ¿Mucho ruido? Ah, bueno.
VC: A ver si nos tienen otro cuarto ahorita para nosotros.
(entrevista interrumpida)
VC: Okay, estamos ahora de dónde pasó mucho, la cantidad más grande de tiempo y si trabajó, esa parte donde traba[jó], tardó, duró la cantidad más grande de tiempo.
GM: Sí, más tiempo fue esa vez, duré seis meses.
VC: Su primer vez.
GM: La primer vez que vine.
VC: ¿En ese tiempo trabajaba mucho con otros braceros?
GM: Sí, sí, pos eran cuadrillas grandes. Eran cuadrillas de, por decir, de unos cincuenta o sesenta personas. Y eso es nomás la cuadrilla que se trabaja, pero era un campo donde trabajan, donde hay, pos a la mejor unos quinientos hombres o más a la mejor.
VC: Cuadrillas está diciendo las, ¿donde dormían?
GM: Grupos, no.
VC: ¿No?
GM: Las cuadrillas, yo me refiero cuadrillas como, un mayordomo que trae por ejemplo sesenta personas, es una cuadrilla.
VC: Okay, sí.
GM: Y en otro lugar otro mayordomo, aunque sea del mismo campo trae más gente. Hay, en un campo hay varios, varios mayordomos. Cada, cada mayordomo trae su gente, de treinta o cuarenta o cincuenta o cien personas, son las que manejan ellos.
VC: Y en los diferentes ranchos que trabajaba o así, ¿encontraba que había muchas personas trabajando ilegalmente, que no tenían contratos?
GM: No, casi no había, casi no.
VC: ¿Casi no?
GM: Casi no, casi puro, puros con contrato. Inclusive algunos de los contratados se salían del contrato.
VC: Y, ¿cómo se salían?
GM: Pos se salían porque, por convenio. Porque en el, en donde trabajaba uno ganaba menos uno, porque lo que le tocara, tenía que trabajar. No era uno, no tenía la opción de buscar trabajo por otro lado. No tenía, tenía que trabajar donde lo llevaban a trabajar, donde lo pusieran a trabajar, ahí tenía que trabajar. Porque no, no tenía uno el privilegio de escoger el trabajo a ver cuál trabajo le gustaba, a ver cuál le rendía mejor, en cuál ganaba más dinero, no; en donde le tocara ahí tenía que trabajar. Entonces algunos les tocaba mal trabajo, que ganaban poco, dejaban, o sea el contrato lo rompían, o sea el compromiso lo…
VC: Se lo quitaban de encima.
GM: Lo cortaban. No, ya esos ya se salían del contrato y le daban para donde ellos querían.
VC: Pero, ¿cómo se salían del contrato?, ¿nada más se iban?
GM: Nomás se iban. No, se iban. No, no, no tenían que decir nada. No tenían que, no tenían ni descutir [discutir], nomás ellos decidían no, no, salirse. Por ejemplo hay unos compañeros que me consiguen trabajo allá, me salgo y ya. No había… Nomás esa persona sí ya no, ya no salía, como le quiera con el reglamento que se requería porque como que violaba ese reglamento, lo violaba.
VC: ¿Alguna vez se encontró con las autoridades mexicanas o llegó a La Migración a ver sus papeles?
GM: Ora lo verás, ora lo verás, sí, ora lo verás, ¿en dónde? Sí, en este, en Cucamonga fue.
VC: Que está, ¿en qué estado?
GM: ¿En qué estado? Aquí en California.
VC: Aquí en California.
GM: En California, ese Cucamonga está aquí yendo para San Bernardino, no sé si sepas para allá, yo creo que no. Está ese Cucamonga y ahí llegaba La Migración. Andábanos piscando limón y llegaban despacio, despacio llegaban (ruido) y luego le tocaban a uno la escalera y que se callara, que no, que no gritara, que no hablara fuerte para que los compañeros no oyeran que ya estaban allí y ya le preguntaban a uno: “¿Traes papeles?”. “Pues, que sí”. O sea el contrato era el que lo amparaba a uno. Había un pasaportito que le daban a uno y con ése podía uno salir afuera, andar frontera y el trabajo, como los inmigrados ahorita. Y antes, el que enseñaba eso, ya no lo molestaban. Luego se iban a otra escalera y así iban despacio, no, no iban haciendo ruido para que las demás [personas] no escucharan y se echaran a correr los que no traían [papeles]. Nomás en ese lugar me acuerdo yo que sí llegaba La Migración. Los demás lugares no, no había, no había Migración. Aunque sí la había, pero no, no llegaban a checar.
VC: Y, ¿cómo se comunicaba con su familia en México?
GM: Escribiendo.
VC: ¿Escribiendo?
GM: Escri[biendo], escribiendo, escribía uno.
VC: Y, ¿con su papá se comunicaba?
GM: Sí, por cartas porque pos antes no había medio casi del teléfono, no, no había. Por cartas y a veces mucha gente no, no podía escribir, no por, a veces porque no sabían, no tenían la confianza de decirle a otra persona: “¿Me haces una carta para escribirle a mi esposa, a mi mamá, a mis padres?”. No. Entonces, y luego a veces también porque no sabían si iban a durar ahí o no. [En]tonces la carta no, en ocho días no va y viene, en antes duraban, como digo, que meses, pero unos quince días de aquí para allá y otra cosa que el servicio del correo, llegaban al correo. Estas cartas iban para otro rumbo, sería por equivocación o sería por descuido de los carteros, llegaban sellos de otros lugares que no las reclamaban allá y al último ya venían a su destino. Pero había mal servicio de correo, a veces por allá hasta el mes, hasta el mes podía la persona recibir la contestación y pues no había que andar ellos buscando quién le leyera la carta, porque no se la podían dársela a cualquier persona. Inclusive mi papá, mi papá no sabía leer ni escribir y tuvo que enseñarse él. Dice: “¿Yo cómo voy andarle dando a saber a otra persona mis cosas que yo tengo que hablar con mi pareja? La otra persona le pondrá lo que yo le digo o no le pondrá”. Y él poco a poco se fue enseñando la, o sea el interés y se enseñó a escribir, no bien, pero ahí adivinando una que otra palabra, pero sí se enseñó a escribir.
VC: ¿Comenzó solo?
GM: Ey.
VC: Sí. Cuando trabajaba de bracero, ¿cuántos días a la semana trabajaba por lo normal?
GM: Normal son, eran cinco días, ey.
VC: Cinco días, ¿no trabajaban los sábados?
GM: Y los sábados a veces también.
VC: A veces.
GM: Ey. Pero de eso, de eso como que no le, no le podía a uno, como que uno era como… Más bien quería uno trabajar porque…
VC: Porque ganaba más.
GM: Sí, porque por, para el rendimiento del dinero, ey.
VC: Y, ¿cuántas horas por día trabajaban por lo normal también?
GM: Por lo regular las ocho horas.
VC: ¿Las ocho?
GM: Las ocho horas por lo regular. A veces hasta más tarde porque, sí, cuando se piscaba tomate, había que piscar ya tarde y luego después cargar. Todos los que cargaban llegaban por allá de las siete de la noche, ya tarde, ya oscuro. Ellos se quedaban a levantar toda la carga y yo, a mí me tocó también parte de eso porque piscaba y luego cargaba y ya llegaba uno en la tarde bien, bien cansado de piscar y luego carga y llegar y comer, bañarse y otro día temprano, otra vez. Eso es un, es una vida medio enfadosa, medio pesada, pero pos tenía uno que hacerlo.
VC: Y un día normal, ¿me lo puede describir?, ¿a qué hora se levantaba?, ¿a qué horas almorzaba?
GM: A las cuatro de la mañana se levantaba uno, a las cuatro y media pa empezar a almorzar y de ahí ya esperar. Uno espera la hora de la salida al trabajo y otra cosa que a veces la levantada era, no, no tenía uno que levantarse exactamente a esa hora. Pero la mayoría quería almorzar de lo primero que hacen, porque si se tardaba a veces no alcanzaba uno a comer de lo que habían hecho, ya sea avena, unos huevos asados, estrellados o medios crudos. Y cuando iba uno temprano le podían a uno decir, le decían a uno: “¿Cómo los quieres? ¿Batidos o revueltos o estrellados?”, y ya ahí al gusto. Y ya cuando se salía toda la gente que ya quería almorzar para irse a trabajar, pos ya no, ya no le cumplían a uno sus gustos los cocineros. Inclusive ya no, a veces ya no había leche, ya no había avena y pues así se tenía que ir uno. En algunos lugares, luego a las doce le llevaban a uno el lonche al fil [field].
VC: Ah, ahí donde estaba trabajando.
GM: En algunos lugares y después en otros le daban a uno lonche en la mañana que se lo llevara.
VC: (ininteligible) Y, ¿nomás le daban de comer para el lonche?
GM: ¿Que qué nos daban? Pos unos tacos nomás. Pero en el medio día le daban a uno comida en caldo, comida en…
VC: Sopa.
GM: Su, pos no sopa, sino, vamos suponiendo como caldo, por decir. Hacían ollas grandes y como cuando hacen menudo, por decir.
VC: Sí, olla grande.
GM: Una olla grande y un cucharazo o dos a cada persona y: “Órale”, y: “Órale”.
VC: Sí.
GM: Y a veces hacían buenas comidas, a veces llevaban carne de res, costillitas, frijoles, pues le variaban a veces. En la tarde ya más, ya allí en el campo le daban a uno ya mejor, mejor comida. A mí ya no, no se la daban a una muy buena porque a veces ya llegaba fría inclusive y cosas que eran grasosas, pues ya un poco fría, ¿me entiendes? Necesita uno comer la cosa, la comida grasosa tiene que ser calientita para saborearla mejor, o al menos que no, el sabor que no vaya así ya casi espeso. Y ya las otras cosas sí se las puede comer uno frías, pero las cosas grasosas no. Y en el campo allá donde nos llevaban, pues a veces llegaba caliente y a veces llegaba ya un poco fría. Pero eso no, la gente no, no se ponía delicada porque de antemano ya sabía uno que venía a sufrirle, no, no estaba uno en su casa para poder ponerse de delicado.
VC: ¿Era esa la expectación, que ibas a venir para sufrir?
GM: Sí, pos sí, sí, a sufrir.
VC: A trabajar.
GM: Sí, no, no traía uno otra mentalidad de que: “Voy a ir a gozarla, voy a ir a pasearme y comer bien”, y eso, no. No, esa mentalidad no.
VC: Y, ¿me puede describir bien dónde vivía y cómo estaba amueblado? ¿Le daban camas?
GM: Le daban a uno unas literas, a veces le tocaba a uno dormir abajo, a veces arriba, literas con dos. Y pos ahí se batallaba porque los fines de semana era un alboroto, un bullicio y luego el de arriba si era loco para dormir, pos se meneaba, despertaba al de abajo, eso no es control. Tiene uno que adaptarse, ni modo de bajarlo, ni modo de pelear por eso, tiene uno que adaptarse. Algunos inclusive se caían que no…
VC: De la cama.
GM: Que son, vulgarmente diciéndolo, que son locos para dormir. Pos dormida la persona qué se va a dar cuenta, se daban la vuelta para otro lado e iban a parar abajo al piso.
VC: Y, ¿cuánto le pagaban?
GM: Yo la primer vez que vine gané la hora a $0.50 centavos la hora en Arizona, ey, a $0.50 centavos.
VC: Y, ¿lo más alto que le pagaban?
GM: Se me hace que fue a $0.60.
VC: Sesenta centavos.
GM: Sesenta centavos. Ya ni me acuerdo muy bien. Y de ahí, de ahí para el real, de ahí ya empezó a subir, a subir, a subir, a subir pero a $0.50 centavos era lo, Arizona tenía, o sea que era como el que pagaba más barato.
VC: Más barato, sí.
GM: Sí, Arizona, el estado de Arizona.
VC: Pos oí que en California, ciertas partes sólo pagaban a $0.65.
GM: Les pagaban un poquito mejor pero allá, $0.50 centavos.
VC: Y, ¿le pagaban con cheque o en efectivo?
GM: No, no, ora lo verá… Ya no me acuerdo yo, se me hace que…
VC: Está bien. ¿Qué hacía con su dinero?
GM: Pos mandarlo uno para allá y qué ganaba uno, señorita, si a la semana salía uno con, como con unos $30 dólares, $25.
VC: ¿Tenían que pagar por su comida?
GM: De ahí nos descontaban la comida.
VC: Lo descontaban.
GM: De ahí.
VC: Y, ¿por su cuarto?
GM: O sea ese salario ya nos venía con la, con el descuento de la comida.
VC: De la comida. Y, ¿el cuarto lo pagaban o no?
GM: Eh, pues no nos dimos cuenta, varios no nos dimos cuenta. Si nos lo cobraban o no lo cobraban, no supimos. Pero sí, sí, la comida ésa sí sabíamos que nos cobraban tanto por día, ésa sí sabíamos. Pero ya de lo demás ya ni preguntaba uno, ni se daba uno cuenta de que si estaba uno pagando. Inclusive que si pagó o se le cobró o si el Gobierno cobró algo para mandarlo uno para acá, ni eso supimos. No, no le daban uno, no le daban a uno saber muchas cosas, así es de que…
VC: ¿Alguna vez tuvo un problema en el trabajo?
GM: No, no hubo problemas de, no.
VC: ¿Encontró algún tipo de discriminación?
GM: Ah, pos es como siempre, como siempre hay medio unos buenos, hay medio malos y eso es un igual que hay que admitirlo, inclusive ahorita en la actualidad, no los hay. Hay personas que son buenos, hay personas que no, esos son estrictos, son, lo que entra a ver uno así movido, movido.
VC: Y, ¿qué hacía usted en sus días de descanso?
GM: Pos ahí pasársela uno ahí en el mismo campo porque no conocía uno el lugar, no tenía uno amistades, no había la facilidad de transportación. A veces los patrones le decían a uno: “¿Quieren ir al…?”. Pero ya por allá al mes o dos meses que ya le tienen, le tuvieron confianza y que ya lo ven que es persona que trabaja, a veces nos decían que si queríamos ir al cine, al pueblo, a un pueblo. “¿Pos dónde está el pueblo?”. “Pos aquí está como a una media hora”. “No, pos si nos llevan, qué bueno”. Ya nos llevaban y ya pa aprovechar para ver, para comer algo o ver cuando menos los aparadores o comprar ropa porque pos era lo que, era lo que a veces quería uno, también llevar ropa nueva.
VC: ¿Había una iglesia católica cerca o del pueblo venía un sacerdote?
GM: Ora lo verá, no, sí llegué a estar en, cuando estuve en, donde en Gilroy íbamos a la, a misa, pero no cada ocho días, no cada ocho días. Sí había la posibilidad, así es de que quien fuera, pero así de ir uno caminando, no, no. Otra cosa también que a veces se arriesgaba uno a andar caminando porque, por los cholos, por los negros, lugares que no, no conoce uno.
VC: ¿Habían problemas así con…?
GM: También habían problemas de eso.
VC: ¿Sí?
GM: Ey. Mucha gente no inclusive los golpeaban, sino hasta los mataban por robarlos, porque sabían que esa persona traía dinero. Como era persona que se dedicaba al trabajo, casi era sincho que traía dinero. Entonces a ellos no, no les importaba darle golpecitos, nomás de atarantarlo, se les pasaba la mano y lo fregaban, lo mataban, sí. Y a veces que se defendían, pos no a golpes, sino pos a filerazos o cuchillos. Es un sufrimiento, ya todo arriesgando y pos la vida. Como a la vez está sucediendo ahorita, la gente se viene del otro lado con la mira de pasar y muchos no alcanzan a lograrla, mueren por el camino. Así es de que todo está muy triste, está riesgoso.
VC: Y me dijo hace ratito que se había quedado después cuando se terminó su último contrato, que se había quedado.
GM: Pos sí, y me quedé en, violé esa parte de la ley porque dijeron que ya se había terminado la bracereada y pos no quería uno, varios, varios se salieron del contrato, no querían este, pos andando adentro, ¿quién se iba a querer salir para afuera? De una vez rifársela a ver cuánto les duraba. Y no, nosotros, yo duré poco, algún…
VC: Y luego, ¿cómo regresó al último?
GM: ¿Para acá otra vez? Me vine otra vez en, de alambre, de mojado, como luego dicen. La mayoría, la mayoría así se vino. Algunos cuando los, cuando es como braceros ya se quedaron y emigraron por algunas razones. Y algotros emigraron porque los patrones ayudaron.
VC: Eso es lo que he oído mucho hoy.
GM: Sí, ayudaron porque había esa facilidad de que algún patrón inclusive les facilitaba, les decían que arreglaran, que él les ayudaba a arreglar, mucha gente no quiso. “No, yo de todas maneras vengo, ¿para qué?”. Y luego, la gente decía, pos a veces decía que la bandera de México la pisoteaban y que la escupían y quién sabe qué tanto, pero no era cierto. Nomás que no, a veces se deja llevar uno por lo que la gente dice y lleva esa mentalidad que así es, que sí es cierto y no. Mucha gente no arregló nomás porque: “No”, dice, “pos yo de todas maneras vengo cada año, cada año vengo, ¿para qué me meto en compromisos?”.
VC: Y, ¿al último se hizo usted ciudadano?
GM: Pues, sí emigré al tiempo ya pasé para acá y compré una carta y ya emigré y ya después, pues ya últimamente me hice ciudadano también por lo mismo de que como está uno ahí abanicando que a veces que la familia quieren, o que pierde derechos. O sea que el que está legalizado como que no está muy seguro si al rato por cualquier cosita lo echan para afuera, pierde el derecho de estar en los Estados Unidos, inclusive para ayudas, ayudas del mismo Gobierno, por decir. Y no tiene, como que no tiene ciertas, ciertos derechos, ciertas ayudas entonces para reforzar eso, pos la gente se hace ciudadana.
VC: Y, ¿dónde trabajaba o de qué trabajaba cuando regresó?
GM: ¿Aquí otra vez? Pos trabajaba, ¿de bracero?
VC: Después de la bracereada.
GM: Después de la bracereada, pos ves, terminó la bracereada, trabajé un tiempo en la factoría de ropa en Los Ángeles y después anduve en los troques esos de basura del pueblo, de la ciudad. Ahí estuve como unos dos años y ya de ahí, de ahí me vine para acá. Eso fue como en el [19]75, para acá me vine aquí a este valle a Coachella. Y por cierto, dije: “Ay, esta gente está loca aquí. ¿Cómo aguantan esta méndiga calor aquí?”. Y yo veía le gente muy este, normal. No, no renegaban, pos decía yo: “Yo creo que aquí no hay gente, niños, no hay niños, no hay señores de edad, personas de edad, ¿porque quién va a aguantar este méndigo calor?”. Y vivía aquí una prima hermana y por ella me vine yo para acá. Que aquí había mucho trabajo; la pisca de limón, de toronja y me vine. Y ya le aguanté esta temporada y no, pos como le digo, yo veía al, era el mismo mundo, era el mismo ambiente pero a mí se me figuraba que aquí no había ni personas que aguantaran ese calor. Y no, pos ya poco a poco me fui haciendo a la idea también y aguantar y vine para acá y aquí me estuve ya desde el [19]75, [19]70 y… Treinta años ya aquí. Por eso le digo que ahora ya no hace calor. No, no, señorita, ahora ya no hace calor. Y en antes aquí era puro desierto, puro desierto aquí. No sé si conozca aquí para La Quinta, aquí para Indio, sí, era el pueblo de Indio, pero no había, nomás ahí en El Centro. Y ora hay muchos country clubs y está verde todo eso. No, ahora qué.
VC: Sólo tengo tres más preguntas y terminamos la entrevista. ¿Qué significa el término bracero para usted?
GM: Pues en antes no, no era una, yo consideraba que no era algún, nomás para, cómo le quería, para distinguirlo. Bracero, nomás que ya después los braceros, es un bracero, como que ya era una palabra ofensiva. Pero en antes no, un bracero nomás la persona que se venía a trabajar, a esforzarse a trabajar. Nomás no venía a hacer otras cosas, que se dedicaba al trabajo. Pero ya después de oír la palabra le dan otro, otro tono como que era un bracero una persona no como limosnera, pero sí muy, muy baja. Muy baja porque es un bracero, porque inclusive que las muchachas que andaban de novias: “¿Andas de novia de un bracero?”. De que cómo, cómo un bracero admitido en México, que fue como un refugiado, así.
VC: Sí. Y, ¿cómo se siente de que lo llamen ahora bracero a usted?
GM: No, yo no me siento ofendido porque no, yo no siento que es un bracero, no. Yo no me siento ofendido ni tomo la palabra así como, como algo que grosero o… Yo no la tomo por ese lado.
VC: Y sus recuerdos de haber trabajado como bracero, ¿son positivos o negativos?
GM: Pos fueron positivos porque, porque los vivió uno y sufridos, desde luego, no, no fue una, una…
VC: Vacación.
GM: Una vida que se dio uno porque pos vino uno a dar su esfuerzo, sus logros, su… Y lo hacía uno con, como con gusto, con ganas por lo mismo, la necesidad caramba que tenía uno del dinero. Que mucha gente no, yo me, también tocó ver personas que no muy interesadas en trabajar. No, yo le digo, yo casi no digo que me tiraba a matar, pero a lo que daba, a trabajar, sí. A dar todo lo que… y la mayoría así a no dejarse. Si aquél me ganaba, pos le hacía la lucha a que no me ganara porque así mismo me hacía rendir mi trabajo, por el esfuerzo de yo andarlo siguiendo a él y otro siguiéndome a mí y así, así era. Y siempre se trataba uno de juntarse con uno que trabajara más que uno, que le rindiera porque hay personas que les rinde el trabajo y hay personas que no, no les rinde. Y uno para ganarse un peso más o para no, no dejarse de aquél, trabajar. Si no le gana, pos que le ande cercas, pero esa era la mentalidad de que hacer rendir más el dinero.
VC: ¿Hay otra cosa que usted quería decir? Porque ya no tengo más preguntas.
GM: No, pos todo eso, o sea lo que le dije sí, sí es.
VC: Entonces ahí se acaba la entrevista.
Fin de la entrevista
Interviewer
Cortez, Veronica
Interviewee
Cervantes Manzo, Guillermo
Location
Coachella, CA
File Name Identifier
Manzo_Cervantes_COA033
Citation
Cortez, Veronica and Cervantes Manzo, Guillermo, “Guillermo Cervantes Manzo,” Bracero History Archive, accessed November 24, 2024, https://braceroarchive.org/es/items/show/366.