Nicolás Martínez

Title

Nicolás Martínez

Description


Biographical Synopsis of Interviewee: Nicolás Martínez was born on September 9, 1926, in Puebla, México; he came from a family of campesinos, whose main crops were beans and corn; when he was roughly thirty-five years old, he enlisted in the bracero program; after the program ended, he traveled back and forth between the United States and México in order to work; he later became a U.S. citizen; in addition, he became involved with different civic organizations intended to help field workers.

Summary of Interview: Mr. Martínez begins by stating that many men left their homes in México, because there was not enough work to support their families; when he was roughly thirty-five years old, he enlisted in the bracero program; he explains that in order to get on the list of eligible workers in his home town he had to work in the fields there; once he was on that list, along with several hundred other men, he went through the contracting center in Empalme, Sonora, México; after waiting for up to one month, he was transported to Mexicali, Baja California, México, where he and the other men were treated like livestock; the medical exams were particularly embarrassing, because they were stripped in front of everyone and fumigated; the testicular exams were especially difficult and painful; as a bracero, he labored in the fields of Arkansas, California, and Michigan, picking apples, beets, cotton, cucumbers, lettuce, and peaches; he goes on to detail the various worksites, housing, provisions, payments, deductions, remittances, contract renewals, and recreational activities; more specifically, he reveals that after four or five months of working, employers would bring women into the camps for the men; in addition, he explains that if there were any complaints, the Mexican government would send investigators to look into the allegations; he also describes the various jobs he had after the program ended, and how he later became part of a group named Hermandad Mexicana, which helped people obtain visas; moreover, he talks about how he was part of the National Chicano Moratorium March when Rubén Salazar was killed.

Creator

González, Pablo

Date

2006-05-12

Subject

bracero

Rights

Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso

Language

spa

title (Spanish)

Nicolás Martínez

creator (Spanish)

Gonzalez, Pablo

Rights Holder

Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso

Online Submission

No

Original Format

Mini DIsc

Duration

59:00

Bit Rate/Frequency

24 bit
96 k

Transcription

Nombre del entrevistado: Nicolás Martínez
Fecha de la entrevista: 12 de mayo de 2006
Nombre del entrevistador: Pablo González

PG: Estamos haciendo es entrevistando por toda la nación la familia de braceros y también a los braceros y nomás que nos platiquen de su historia, ¿no? De lo que fue ser un bracero y lo que hicieron después de ser bracero y pues de esa forma…

NM: Sí, bueno. Mis raíces, fui campesino, semos de pueblos chicos, que éramos campesinos. Dejábamos nuestras tierras, dejamos nuestra familia para ir a braceros. A veces no regresábamos y este, por renovar el contrato. Cuando el Gobierno decía: “Hay contratación para Estados Unidos para los que quieran ir a trabajar”. Y como no teniendo trabajos suficientes, pues nos íbamos. Mandábamos dinero para suplir el campo, mandábamos dinero para sostener la familia y nos dábamos la razón por donde estábamos, en cómo estábamos, en una campaña, vaya, como campos de concentración, barracas. Y ahí dormíamos, nos daban barracas, dormíamos, aquí cabíamos en una barraca, en cada cama cabíamos tres. Y después irse pa estar listo al otro día al trabajo. Segundo, es que, nos contratamos como braceros y veníamos al pueblo asignado para contratarse y este, ese pueblo se llamaba, este, ¿cómo se llamaba? Empalme, Sonora. Y ahí se contrataba la gente, ahí teníamos que esperar para poder contratarse. A veces nos tocaba luego, a veces teníamos que esperar más, un mes, o a veces tres semanas y al fin nos contratamos, pero tráibanos [traíamos] nuestro dinero para sostenerse a la hora que se acababa de contratarse. Pues desde allí nos mandaban, después de que nos contrataban nos íbamos para, nos llevaban para, a Mexicali ya contratados, con doscientos o trescientos braceros que se venían para Mexicali. Ya en Mexicali llegamos a las dos de la mañana o tres de la mañana, saliendo de Empalme a las tres de la tarde. Y después de estar contratados, ya estando en Mexicali, al entrar al otro lado de la línea nos formábamos como que si juéramos, como que si juéramos ganados, bien formados. Y llegaba, este, decía el Gobierno, o el sheriff o el quien sea: “Desvístanse de todos, porque vamos a revisarlos”. Pues ahí está que nos quitaban la camisa o nos quitaban la camisa o los pantalones, los calzones, todo, bien encuerados. Todos, pa darse que daba vergüenza, taparnos el frente, lo prohibido. Y así estábamos y este, setenta, ochenta hombres y agarraba el fumigador, nos echaba polvo. Como nos bañaba, polvo para desinfectarse y este, para poder entrar a trabajar a los Estados Unidos. Acabando de empolvarse y acabando de este, como que si juera sanitario, sí, sanitario, ¿no? Y este, llegaban, este, nos mandaban de a dos pasaban adentro o cada uno y cada uno de nosotros, nos metían el dedo de un lado de los testículos, testículo, ¿no? Para vernos si no estábamos enfermos. Y este, aguantábamos, decían, nos decían: “Aguántense porque está muy duro eso”. Nos hacíamos que aguantarnos y este, pues no le fallamos, todo pasamos. Hay algunos compañeros que pues le fallaban, que estaban enfermo y todo eso. El pobre se regresaba a su tierra, a donde, de donde venimos. Pedía una limosna para darle dinero para que se viniera a su tierra, a nuestras tierras o a su pueblo. Después, pos ya después de que nos revisábamos de todo, de los ojos, de todo, cómo estábamos, si estábamos fuertes, [en]tonces nos mandaban a poner la ropa. Nos mandaban a poner todos listo con su, agarrando su maleta, lo que sea, dice: “Ya salió”, dice, “vayan a sentarse allá a una”, una… Pos es una sala como de espera, ¿no? Se llegaba la hora, entonces ya se hacía tarde, entonces nos daban el lonche, una caja de leche, pan de sándwiches, dos sándwiches, una manzana y eso era todo. Llegaba el, era el, este… Sí, llegaba el contratista de llevarse a la gente, de tales, condado de Soledad para lechuga, para… Daban de contrato seis meses y esos seis meses hay que empezar a trabajar al otro día. A las seis de la mañana nos levantaban para ir a desayunar, para ir a tomarse su café o lo que sea, ¿no? Después nos decían: “Bueno, listos”, dice, “vámonos”. Nos echaba en los autobuses y nos llevaban al campo. Ya nos formaban como sesenta hombres, casi toda la corte nos decían, dice: “Cada quien separa sus, de a dos surcos”, y empezar. “Vamos a cortar lechuga”. “Ah, bueno”. “Van agarrando la lechuga, cuál es la que está dura y cuál es la que está blandita. La blandita, la lechuga blandita, nomás le apachurras tantito, no lo mallugue más. La lechuga que está dura, luego que tienta que está dura, ésa la cortan”. Empezábamos a cortar.

PG: ¿Ellos te decían cómo hacerlo?

NM: Sí, ellos. Nosotros ya empezábamos a cortarlo, empezando a cortarlo pos nos íbamos mucho parejo, corriendo, aparte seguía los empacadores con la caja, con una como carretilla a empacar lechuga, así. Y así nos íbamos, se acabó este campo, nos íbamos a otro campo, otras yardas a cortar lechuga, cortar, sacando lo que está bueno ya.

PG: ¿Qué de joven estaba? ¿Qué edad tenías cuando…?

NM: Ah, tenía yo como unas cuarenta y… como cuarenta años.

PG: ¿Cuarenta años a ese tiempo?

NM: Cuarenta, treinta y cinco, por ahí.

PG: ¿Cuando empezaste o cuándo?

NM: Cuando empecé.

PG: Cuando empezaste.

NM: Sí, sí. Y luego pos después ya se llegaba el corte de lechuga, entonces empezábamos a meter, nos daban nuestros cuchillos así larguitos y panzoncito y a meterle. “Ándale muchachos”. Y rozábamos, nomás todo lo que iba la yarda, nomás [es]taba verde de tantas hojas que se caiban. Y el que llevaba el este, la caja, los que iban, los empacadores, iban hasta allá dos, porque los que íbamos cortando, pos iba avanzando como una cadenita, un rosario de pura lechuga. Todo se veía blanquito, hasta que no se llegaba. A las doce del día ya llegando a las doce, sí, las doce del día, llegaba el lonche. Nos llevaban a, llevaban este, cazuelas de arroz, de frijol, de mole, de caldo de borrego. Y descansábamos media hora. Después nos decían: “Vámonos, se llegó la hora muchachos, a pelarle”. Ah no, pos al cuchillo, vámonos a la lechuga y así se llegaba la tarde, por un mes, por dos meses, cortábamos lechuga y este…

PG: ¿Quiénes fueron los que le servían la comida?

NM: Ellos.

PG: ¿Ellos? ¿Los patrones?

NM: Sí, los patrones.

PG: Y, ¿ustedes trabajaban nada más con puro bracero o había otra gente que…?

NM: No, puro braceros de nosotros. Toda la gente con la que yo estaba fue de bracero.

PG: Era bracero.

NM: Diferentes.

PG: Sí.

NM: No, pos aquellos se fueron al desahije de, ¿qué? De lechuga también, pero eso es al desahijar las lechuguitas así cuando van naciendo, la hierba la va tapando, pues hay que quitarle todo eso con el azadón.

PG: Sí, sí.

NM: Y ahí van, y después al betabel, uno que le tocaba en el betabel y hay otros que no, pos se llegó y ya nos íbamos a otro lado, a la lechuga también. “Okay, [es]tá bueno”. Ya de en el trabajo, no pos que unos se fueron, se llevaron para cortar duraznos para, manzanas, que los contrataban así de la misma, corrida de los sesenta o de cien hombres que jueron. Llevaban otros, pos llegaban más hombres contratado al otro día, se iban para otro lado, al desahije de algodón, al desahije del betabel y ahí nos decían: “No”, dice, “nos tocaba muy feo todo el desahije”. “No, que ahí no nos daban de comer”. Y hubo que pues este, les decían al patrón: “¿Sabe qué? Los compañeros que les tocó este lado”, dice, “no les dan de comer bien”. “¿Cómo que no?”. Pues empiezan a telefonear ahí (ininteligible) porque del Gobierno está contratado. El Gobierno de nosotros nos actualizó que no íbamos, que nos protegieran bien y que nos daban de comer bien. Y ellos tenían que hacerlo. ¿Cuánto ganábamos?, $1.75 la hora.

PG: La hora.

NM: Y luego pos sí.

PG: Y, ¿qué fue el mínimo de ese tiempo?

NM: Ah, pos eso de mínimo.

PG: ¿Sí les pagaban el mínimo?

NM: Ey, tonces de ahí salía, ahí nos quitaban el diez por ciento. Mandábamos nuestro dinero, pero nos quitaba antes el diez por ciento pa la comida, no sé pa la comida nos quitaban también, nos dejaban, nuestro cheque nos llegaba de a $200, $300 dólares por quincena. Y ahí estábamos, así se acababa el año, se acababa, cambiábamos de trabajo, seguía lo mismo. Y este, hasta que se llegó que cambiaron ya la, ya nos pagaron más, pero nomás nosotros nos daban el cheque, no sabían cuánto nos quitaban y si es porque nos quitaron el diez por ciento y aparte ellos quitaban del seguro social, no sé qué. Y luego mandamos, yo mandaba a mi tierra dinero para mis hijos a la escuela. De ahí pude tener mis hijos al colegio y este, uno terminó de ingeniero químico, el otro terminó de arquitecto, el otro terminó de abogado.

PG: Ah, qué bien.

NM: Ahora tiene de a dos trabajos en México y le digo: “Pos qué pasó”. Le estoy metiendo papeles porque después ya me hice ciudadano. Se acabó la braceriada, entonces me vine de, ahora sí que de turista, saqué mi pasaporte, me jui hasta San Francisco.

PG: ¿Cuándo paró de ser bracero?

NM: El [19]54, este, en el [19]64.

PG: En el [19]64. ¿Cuando acabó ya merito el programa?

NM: Sí, sí. Y luego, este, me jui para, me saqué mi pasaporte, me vine. Claro que antes, me vine, mi pasaporte, me dieron mi pasa[porte], me dieron todo, me fui hasta San Francisco y allá me puse a cortar, este, pero ya es por cuenta. Me pagaban a $2 dólares cortando rosas, esas espinosas que había mucho en el (ininteligible) y ahí.

PG: ¿Por Monterrey y todo eso?

NM: Por todos esos, por Monterrey, por San Leandro, por San Mateo, todo eso.

PG: Sí, todo eso.

NM: Y después me vine para Hayward. También me vine a Hayward, también la rosa y ahí hay bien. Más sabía yo manejar y este, y un puertorriqueño que era evangélico, quién sabe qué era, me enseñó a manejar, me enseñó. Tenía, dice: “Qué va”, dice, “no joda”, dice, “ya aprendistes a manejar”. Nomás mirando así, aprendí a manejar. Me compré un carro, un Ford, me costó $50 dólares, un 1939. Sí, $50 dólares, taba baratos los carros. Y ya hasta iba manejando. Me compré dos carros, el otro lo vendí, me compré otro y luego después tenía yo un amigo y me, pues no tenía uno amigos, ¿verdad? Vive uno allá solo.

PG: Sí.

NM: Y este, [es]tuve cuatro años sin licencia de manejar y a los cuatro años me cayó La Migra. De ahí que me lleva hasta San Clemente, a San… ¿cómo se llama esa cárcel que está arriba de San José?

PG: Ah.

NM: Pleasanton.

PG: Oh, Pleasanton.

NM: De ahí me vine, de ahí me agarraron, me tuvieron tres días, me marcharon para Texas, llevaba yo como…

PG: ¿Hasta Texas?

NM: Sí, de ahí llevaba yo como más de $1,000 dólares. Dice: “Pos a ver, deja todo aquí”, que dice. Y yo no quería, dice: “Deja, saca todo, no te lo vamos a quitar”. Nomás para ver este, si no llevaba drogas o algo así, ¿verdad? Por el estilo. No llegaba, dice: “Bueno”, dice, “antes de dinero”, dice, “¿cuánto traes detalle del tanto?”. “Oh”. Dice: “Pero tienes que pagar taxes”, dice. Entonces fue cuando me dijeron que pagara taxes.

PG: Te dieron la mordida.

NM: Y luego este, y me dieron el papel luego. Dice: “No”, dice, “tú eres buen trabajador”. “¿Por qué?”. “Porque cargas tu dinero y te vas pa tu tierra. Hay, algunos ni eso hacen, se van”. Y este, y luego me dieron el papel. “Con esto puedes hacer tus taxes”. Me dijeron luego, pero yo no pensaba, no pensaba eso, no, si no desde aquella vez hubiera arreglado, ¿no?, que es tan fácil.

PG: Sí, sí.

NM: Y de ahí, me vine, me agarraron de nuevo, dije: “No, pos ya no, y, ¿ora qué hago? Se acabó el dinero”.

PG: Y, ¿por dónde lo mandaron en Texas, por cuál? ¿Lo mandaron hasta la frontera en Texas?

NM: En Texas, la frontera.

PG: ¿A cuál?

NM: Para allá, Caléxico.

PG: Ah, por allá.

NM: No, ¿por allá es Caléxico, acá está?

PG: No, en California.

NM: En California. No este, ¿cómo se llama ese pueblo? Allá por la frontera de Texas.

PG: Como la de, ¿cercas de Juárez, El Paso?

NM: Pos no sé, por esa salida me echaron pa fuera. Bueno, pues llegaba yo mi televisión, me llevaba yo todo, aunque sea. Ahí llevaba una máquina de coser, así la pasé, dice: “Bueno”, dice, “que te vaya bien”, dice. No, pos me jui y me vine ya de turista de nuevo. Pero ya de nuevo me agarraron, pero no firmé, me dijeron que si quería yo firmar voluntario, me jui, pero no tenía dinero. Fui a mi tierra y no, ya se había acabado el dinero. No, pos…

PG: ¿Hasta dónde regresaste?

NM: Hasta México, hasta mi tierra.

PG: ¿Hasta cuál?

NM: Hasta Puebla.

PG: ¿Hasta Puebla, Puebla?

NM: Puebla. Después que me vengo para de nuevo, sacarte un pasaporte nomás del estado, pero ya no me lo aprobaron en México. Ya no me lo, dije: “Así me voy”. Me llevé a mi familia, me vine y luego este, llegando aquí, ¿pues dónde me voy? Pos me quedé por ahí por agua, ahí por Puerto Peñasco.

PG: Sí.

NM: Llegué por allá por este, me puse a trabajar en el algodón y todo eso y de ahí me conseguí este, conseguí un señor que me arreglara un pasaporte de mis, todos mis datos y los mandé para allá, para este, ¿cómo se llama otro? Hida[lgo], por Hidalgo. Ah, cuando me ficharon de aquí, me echaron por Hidalgo.

PG: Por Hidalgo.

NM: Ya por allá por este, otro pueblo que está por allá, una sierra que está allá por Ojinaga, todo eso. De ahí metí mi pasaporte, lo sellaron en Tucson y entré por Tucson. Tonces de esos, me mandaron el pasaporte y que me vengo para Tijuana. Traía mis $300 dólares y me saqué mi pasaporte y entré. Es como pasaporte local, no, pasaporte. Entraba yo y salía, yo entraba yo. Trabajaba juntando dinero y contando dinero. Y de ahí, pues ya este, me jui de nuevo, junté dinero, ya llegué hasta California. De California pos no hallaba yo a dónde, no conoce uno por acá. No, pos ya empecé a trabajar, empecé a trabajar ganando creo que $3 dólares la hora o $4, por ahí así. Ya empecé a trabajar, ya agarré amigos, ya por ahí me fui acomodando y andaba trabajando este, en una zapatería ahí por allá por Vico Rivera y de ahí yo después me fui para… No, que me pasó un accidente. Atravesando en una calle de ahí de la, en la calle Tercera, entre Tercera y Arizona, que me agarra un carro y que me avienta. Y, ¿ahora? Y mis hijos en el colegio y no te engaño, tengo quebrada la rodilla esta.

PG: ¿Todavía trae la…? Ah, carajo, todavía está la marca.

NM: Sí, decía yo: “No, pos salistes bien”, dice, “porque no te metieron un fierro”. Porque le meten fierro donde se mueve.

PG: Sí, le meten un…

NM: De ahí empecé a trabajar, me llevaron a una, en un, uno donde hacen llave de agua y de ahí trabajé un mes. No aguantaba yo sacarlas, todo el metal ése que lo tiraban allá los tablizo con ésas, este, ¿cómo se llaman? Ésas, hasta se me olvidó todo y pesaba, entonces después ya saqué mi seguro social, dije: “Ya ahorita voy a sacar mi seguro social”, porque andaba trabajando con un seguro chueco y después, pues…

PG: Y, ¿dónde fue esa fábrica de las llaves de agua?

NM: Estaba por aquí por este, a ver, estaba hasta aquí por Pacoima.

PG: Sí, Pacoima no tenía la (ininteligible)

NM: Ahí por Pacoima.

PG: Sí, sí.

NM: Pacoima y andaba mi turno, me tocaba tres, de las cuatro de la tarde hasta las nueve de la noche. Hijo de la… bien pesada. Y todo el día limpiando, dije: “No, pos…

PG: La Price Fister(??), como le dicen.

NM: La (ininteligible) así. Y luego después dice: “Todavía no te puedes descomponer”. No, duré seis meses de yeso, desde aquí hasta ahí. No podía yo sentarme ni nada, hijo de… Pero (risas) me conseguí un amigo, una amiga y me pasó este, chanza de… Le habló a su hijo que me llevara a su casa para donde tener. Me llevó y este, allí esa historia de este, ¡ah! Llegó la aseguranza del carro, de la señora que me pegó. Iba de subida en la Tercera y acercándose para Arizona, llegaba a cien y se me aventó. Ni sé cómo me aventó, me llevaron al hospital, me recogieron varios. No, pues yo ni sabía nada y que me llevan al hospital, [des]calabrado. Y ahí me tuvieron, me alivié y después salí, me fui allá a la casa de ese señor, de ahí me llevaron a la fábrica. Para componerme me vine a Los Ángeles, agarraba yo el bus. Para poder mover esta rodilla, porque no la podía mover y ya dice: “Vete al baile para que te compongas”. (risas) Sí, me metí yo al baile y pos sí se compuso. Iba yo a, me iba yo y así se compuso. Y después me metí a trabajar, me metí a trabajar ahí que de carpintería. Después fui a esa organización que ayudaban pa las visas, este, coalición, ¿cómo se llamaba ésta? Esa organización. Este, el Hermandad Mexicana, y allá, como me hice miembro de ellos. Si me agarraban, ellos pues agarraban la fianza. Y no, seguí y ahora, después, dice: “Tú eres muy listo”. “¿Por qué?”, le digo. “No, sí”, dice, “¿por qué no te vas a San Pedro?”. “¿A dónde?”. “A San Pedro”, dice, “te vas, te llevas las banderas, esas rojas con una mano, con un este, una insignia que dice la mano, ¿no?”. Mano de águila, como se, pos sí, a ver si ésta no.

PG: Sí, sí, sí.

NM: Nos decían que, y entonces decían: “No, de todos”, pos nos decían, “tú eres”, este, “todo socialista, todo socialista”. Decía: “Ay cabrón”.

PG: ¿Por ser parte de la Hermandad?

NM: Tonces decía después, pos este, ya me decía: “No, pos fui allá, llevar las banderas allá, aquellas fábricas a hacer manifestaciones para los estarquis(??)”, que pos eran de los pescados, ¿no? Y empecé, ahí estuve como seis meses yéndose así. “No, que ya vente para acá”. No, pos yo cómo voy a dar, si mi trabajo yo no tengo. Y pues no tenía trabajo, tenía yo como $1,000 dólares de ahorros de lo que trabajé. No, pos se acabaron y, ¿cómo iba a mantener mi familia? En eso que decían: “Hey”, dice, “vente pa acá, aquí te conseguimos una novia para que vivas aquí, te conseguimos trabajo”. “No”, le digo, “está mi trabajo por allá”.

PG: Y, ¿había otros braceros que también estaban en la Hermandad?

NM: Nomás yo.

PG: Nomás.

NM: Nomás yo. Sí, habían otros, pero ya como pos cada quien agarró sus…

PG: Sus ondas.

NM: Cada quien este, agarraba las ondas.

PG: Sí.

NM: Pero hay muchos que fueron braceros, pero como toda esa gente que viene conmigo ahorita, todos son braceros, traen su mica. Entonces este, me gusta este lío, ¿no? Empezamos a hacer la marcha, eso de… Se llegó la marcha de el desfile que hicimos ahí en la Firier(??), que cuando mataron a Rubén Salazar.

PG: Sí.

NM: Y luego, este…

PG: El Moratorio Chicano, que le dicen.

NM: Ya después entramos a este, a… después dice: “Me voy a otra marcha”. Entonces ya voy, unos quince mil hombres se juntaban, grande esa marcha. Se terminó allá con este, allá en Parque Salazar. Y ahí entré de nuevo, me dijeron que entonces sí ira. Entonces chiquillamos todavía cuando estaba la oficina. Cuando estaba dirigida a Antonio Rodríguez, cuando ya no había fondos, allá en la Hermandad Mexicana, porque ahí había cocina, había todo. Pero ahí algunos que se fueron ahí, todos se salieron ahí. Se acabó, unos robaron, otros se llevaron. Hubo un presidente que estuvo allí, se llevó las dos, tres vans para Jalisco. Quién sabe dónde se lo llevaron, se llevó dinero, pos no, se acabó. “Y, ¿ora?”. “Pos hermano”, dice, “pos hay que comer lo que haiga”, dice Corona. Y así andábamos y así andábamos, dije: “Yo ya me cansé ya de, ahora ya me voy a poner a trabajar, si no qué van a comer mis hijos, están estudiando”. Y sí logré sacar mis hijos. No tomaba yo, no hacía, no, pero hay muchos compañeros que tomaban y se emborrachaban, pos no hacían nada, tonces pa qué vienen. Y ahora estoy luchando por esta, por esta gente, soy de braceros y soy el presidente de braceros y todos.

PG: Y le quería preguntar algo, porque está muy interesante la historia que acaba de dar, porque en términos de ser bracero, hasta ahora con hacer, ayudar a la gente que quieren…

NM: Los braceros.

PG: Ser, son braceros.

NM: Para que les devuelvan su, pa que les devuelvan su dinero, el diez por ciento que nos quedó.

PG: Que les quitaron ahí.

NM: Que eso fueron este, que recibió el Gobierno, que donde estaba Echeverría. Tonces todo ese dinero pos no sabe uno a donde fue, fue al Bancomer o fue este, este banco, quién sabe qué otros bancos. Fueron como cuatro allá que estaban alzando ese dinero para hacer una cosa. Se cambia de presidente, ¿pos a dónde está ese dinero? Por dice, pues ahí después se los reponemos, se acabó el dinero.

PG: Se acabó el dinero.

NM: Y ahí están, tenemos el título que ahí está todavía abierto de braceros. Está abierto los documentos de braceros. Están, si quiero pelear, quiero sacar mis documentos allá, puedo ir a sacar los documentos, pero nosotros los braceros, no cualquiera. Ahí está nuestra historia, ahí. El Gobierno, tonces por eso es lo que estamos peleando. Nos quieren, nos quitaron a veces el dinero, nos deben $10,000 dólares, por lo menos que nos puedan dar. Y eso es lo que estamos peleando nosotros.

PG: Y bueno, cuando tú llegaste de bracero, antes de ser bracero, ¿qué trabajo hiciste? ¿Qué trabajo hacía uno o hiciste tú en México?

NM: ¿En México?

PG: Sí.

NM: Ah, pues era campesino, te digo.

PG: Campesino, ¿pero qué era la cosecha de ahí?

NM: ¿La cosecha?

PG: Sí.

NM: De sembrar maíz, levantar la cosecha de maíz y levantarlo, este, sembrar frijol, levantar cosecha de frijol y este… Y de ahí salía todo.

PG: Y, ¿cómo oíste de…? Tan, digo, tan interesante es eso. ¿Cómo oíste de los contratos para ir a los Estados Unidos?

NM: Ah, pos este, porque el estado de Puebla es grande y esos de bracero se los daban a los trabajadores del campo, no a cualquiera se los daban. A los trabajadores de, a los que eran trabajadores del campo, a los que saben trabajar. Tienes que presentar unos trabajadores que sepan trabajar y hasta ahorita a la fecha, pos casi la mayor parte son trabajadores mexicanos. En lo que sea, hasta pa ganar pa comer nomás o, ¿no es cierto?

PG: Sí.

NM: Ah, bueno. De esa vez, dice: “Pues vamos a darle a los campos, ahí a los campos que tienen gente”. Sobrábamos gente, pos nos dice: “Vámonos”, dice, “¿qué?, ¿ya te alistastes?”. “No”. Dice: “Pos alístate, vámonos”, dice. Veníamos a Gobernación de Puebla y ahí nos alistábamos.

PG: Y, ¿eran del Gobierno de Puebla?

NM: Al de Puebla. Entonces ahí nos alistábamos, cuatrocientos, quinientos, dice: “¿Saben qué? Para el día 15 van a salir cuatrocientos y hoy estamos, te va a tocar a ti”, y vámonos. Llegábamos a Puebla, dice: “Bueno, pos se tienen que presentar todos a Empalme, Sonora. Ya tengo la lista, aquí está la lista”.

PG: Y, ¿cómo le hicieron pa llegar?

NM: Pos en carro.

PG: ¿En carro los mandaban o ustedes tenían que hacerlo?

NM: Nosotros pagarlos. Nosotros pagábamos el pasaje hasta Empalme.

PG: Ah, ¿ellos no lo pagaban?

NM: No, no pagaban, nosotros pagábamos. Tonces juntábamos, llevábamos $1,000 pesos $800, pos llevábamos, era suficiente pa sostenernos. Y sí, y como nosotros éramos tan pobres, no teníamos terreno, nomás teníamos yuntas, pero éramos propiedad de yuntas, de mulas o de bueyes y nomás conseguíamos las tierras a medias y…

PG: ¿No eran tierras ejidas?

NM: No, aparte había ejidos de otras gentes. Como la mitad de un pueblo, ahí están dividido la sección, primero, segunda. La primera es la que tiene el ejido y luego los de la sección segunda no quieren nada de eso, porque eso es del Gobierno, todos saben que hay que pelear y no hay tiempo, no hay dinero. Y ellos, pos como quiera que sea, perdieron el ejido y tonces les tocó. Desgraciadamente que vinieron a empezar a braceros, pues ya no pudieron trabajar allá, porque ya no hay gente pa trabajar la tierra. No hay gente que… si los que tienen pudiendo, los que tienen cuatro, cinco parcelas y yuntas, amasaban la yunta, buscan peones para trabajar. Pos echas a perder la cosecha y pos eso en mi tierra, ahora desgraciadamente que esta gobernador de Puebla es de mi tierra y nos da vergüenza de que…

PG: Que esté en este lío.

NM: Que esté en este lío. Y quién sabe qué mexicano nos salga este lío, le decía a mis hijos, les digo: “¿No les da vergüenza que ese de abogado?”. “Pues que se haga de ellos, son ellos de ellos, nosotros no”. Y como ellos no votaron por él, pos ahí los otros: “Ya ven”.

PG: Y tus hijos, ¿están todavía en México?

NM: Sí, México. Un hijo está pa salir, ya va a salir para emigrarse, pero tiene dos trabajos, ¿cómo va a tener? Ya tiene vieja, ya tiene todo, ya tiene su casa propia, tiene, ¿qué va a hacer aquí? Le digo: “Tú te vas allá, no vas a hacer nada, tú todavía estás acostumbrado a estar aquí nomás dirigiendo y allá no, ahí tienes que joderte”. Claro que ese trabajo que tiene aquí, tiene que venir pa valuarse aquí, ¿no? Como es arquitecto, tiene que ir a la escuela, tiene que ir. Sí vino, se fue seis meses, en los seis meses estaba listo de arquitecto, de vaya, de inglés. Ya lo llamaron al correo que juera a ser voluntario trabajo allá, pos le iba a pagar bien. No, este loco se regresó pa México.

PG: Se regresó.

NM: Y no, le digo, no.

PG: Y, ¿de qué otros estados había braceros?

NM: De Guerrero, de Guanajuato, de ahí de… de allá de Pachuca, Hidalgo, de otros pueblos, por ejemplo de aquí de Aguascalientes, este, Zacatecas, de estos de Jalisco y este, todos.

PG: Y, ¿todos llegaban a Sonora?

NM: Todos ahí, todos llegaban confrontarse. Yo me di cuenta porque pos había de Jalisco, pura gente grande. Pura gente grande llegaban ahí y: “¿Cómo te veniste tú?, ¿qué? ¿No tenías nada o qué?”. Dice: “No”, dice, “busqué un, busqué una gente pa que cuide mis vacas. Y yo tengo quince y yo tengo veinte y yo tengo treinta”. “Y, ¿qué están haciendo ustedes, si ustedes tienen, aquí este trabajo es pa los pobres? Y los que trabajan”. “Ay”, dice, “¿por qué tú nomás trabajas?”. Me dice: “No, no pos”, dice, “a ver, allá al campo nos vemos”. No, al rato no aguantaban trabajar, no aguantaban sacar su surco. No, que ya les dolió la espalda, que ya les dolía las piernas, que no, que ya se cansaron.

PG: ¿No eran gente que trabajaba?

NM: No, eran trabajadores, no, puros rancheros, pura buena esta gente. Llevan sus sombreros esos de paja y todo eso. Sí. “Ésa es buena”, dice. Y después pasó eso. “No”, dice, “ustedes no sirven para trabajar”. Nomás decíamos. No, nosotros como éramos puros trabajadores del campo de esos que trabajan, pos no sé, no nos importa, trabajábamos lo que sea y entre, ayudábamos nosotros que nos conocíamos. Pero ellos, pues quién, hombre no. “Cuate, ¿de dónde eres?”. “De Jalisco”. “Pobre, de Jalisco, no sabe trabajar”, decía así. Ora los esos viejos, dueños de la… Bueno, los manejadores de los campos.

PG: Y, ¿los que contrataban ya sabían…?

NM: Oh, sí.

PG: ¿De dónde agarrarlos?

NM: Sí, no.

PG: O, ¿ellos no les importaba?

NM: No les importaba, agarraban lo que quieran, pero dicen: “No, ya me traje de esta gente que trabaja”, dice. Nomás pos ya saben lo que trabaja uno o lo que sea, ¿no? Y la gente grande, pos no, dice, llegaba uno de Jalisco que es un delgado güero. Le dije: “¿Qué te iba a decir? ¿Qué tal el jale? Pues vamos a darle. Oh, que la jodido”.

PG: Y, ¿eran los que contrataban en Sonora los mexicanos o eran güeros?

NM: No, todo México que llegaba de bracero…

PG: Sí, sí.

NM: Se contrataba en Empalme.

PG: Sí.

NM: Y de Empalme venían a Mexicali.

PG: Venían a Mexicali.

NM: Y de Mexicali pos todos pasaban, que era gente grande, trabajando, güeros, muchachos, todo.

PG: Y nomás que cruzaban ustedes la frontera es cuando les hacían el chequeo, ¿no?, el sheriff.

NM: Sí, pos ellos los cruzaban la frontera, nos llevaba una comisión y esa comisión nos llevaba todo allá.

PG: El Gobierno de los Estados Unidos.

NM: Sí. Y llegando allá, ahí en este Mexicali, cruzando la reja, ahí adelantito ahí está el (ininteligible) me acuerdo, ahí nos formaban todos.

PG: ¿Ahí los formaban?

NM: Sí, tal, ¿tú no conoces una pancarta de nosotros donde estamos encuerados?

PG: Sí, sí, yo conozco como, sí, sí.

NM: Aquí en los días de fiesta aquí ponían la pancarta aquí.

PG: Sí, sí, sí.

NM: Braceros.

PG: ¿Cómo le decían a ustedes? Ah, carajo.

NM: Sí.

PG: Y, ¿cómo? Y los campamentos que tenían ustedes ahí en el campo, ¿cómo los hacían así?

NM: Barracas.

PG: Barracas le decían.

NM: Sí, barracas, una casona así de…

PG: ¿Cuántos eran, cuántas casas?

NM: Habían como unas este, éramos como, eran como quince barracas grandes.

PG: ¿Hechas de qué?

NM: De pura madera.

PG: De pura madera. Y, ¿quién las hacía? ¿Ahí nomás ya estaban?

NM: Pos ahí ya estaban, sí, querían agarrar este, braceros, pos hacerle brigada. Ora sí hay casa, si van a agarrar braceros, ¿a dónde los van a meter?

PG: Sí.

NM: Tienen que hacer campamentos de casas de madera, tienen que tener lista pa tener eso. Y si es que agarran braceros y, ¿si no agarran braceros? Pa la compañía para aquí en los Estados Unidos, si no agarran braceros mexicanos, no hay trabajo, señor. Y si van a contratar negros, no sirven para el trabajo. Si vas a contratar salvadoreños, no sirven para… el de El Salvador, esos no sirven.

PG: ¿No saben trabajar?

NM: No sirven, no sirven pa trabajar. Sirven [para] robar, sirve hacer esto. Sí, yo lo sé hacer y que sabe qué, nomás es pura tranza que a eso, ellos no saben trabajar, muy pocos. No, y los mexicanos no.

PG: Y la gente… Y bueno, cuando ustedes estaban ahí, ¿allí había comedor y cosas así?

NM: Sí, ya había comedor, todo.

PG: Todo.

NM: Comedor, todo listo.

PG: Y, ¿también había como Policía vigilando o cosas así?

NM: No, no, no, no. Claro, cuando en esa época cuando salíamos, decían que no, pos de ahí llegaron las viejas y fíjate ese hijo de… Llegaban negras allá que: “No, que tú te juiste, no que tú. No, vayan a bañarse, [es]tán reapestosos ustedes”.

PG: Y, ¿sí los dejaban salir del…?

NM: No, llegaban las viejas en la barraca.

PG: Ah, ¿sí? ¿De dónde?

NM: Pos de ahí, de cualquier país, de cualquier, bueno, de cualquier pueblo.

PG: ¿Sí?

NM: Llegaba, dice, como ya estábamos cuatro, cinco meses allá sin tener alguna vieja, pos llegaban. Pobrecitas, llegaban pos, creo que $20 dólares le cobraban a cada uno.

PG: Y, ¿ellas llegaban o las traían?

NM: Las traían.

PG: ¿Los jefes?

NM: Los jefes, los que les gusta, traía como padrotes, pues.

PG: Oh, carajo.

NM: Sí, pero…

PG: ¿Pero sí los dejaban a ustedes salir del campamento?

NM: No, claro que si teníamos en qué ir, pues sí. No, sí íbamos a pasear así, luego nos regresábamos porque se hablaba, si nos encontraba así rodando, venía la patrulla, luego nos agarraba y nos venía a dejar al campamento. Pero si no, pos nos agarraban y nos echaban a otro lado.

PG: Y, ¿eso fue la mayoría, nomás esa área de lo que ustedes vieron esa temporada?

NM: Y salían muchos braceros, muchos, muchos se, se desertaron muchos.

PG: Sí, y en cada, en cada…

NM: Y a ése que se deserta, el día que lo agarren lo meten preso porque no cumplieron el contrato que tiene con México.

PG: Y, ¿no les pagaban?

NM: Pos no les pagaban. ¿Cómo les van a pagar si no trabajó?

PG: El contrato.

NM: No.

PG: Y cuando uno cumple el contrato en un lugar y luego lo mandan para otro, ¿tiene que hacer otro contrato?

NM: Sí, tiene que hacer otro contrato pero ahora con otro patrón. O se venía y se lo prestaban y así.

PG: Y ese papel lo tiene que cargar uno acá todo el tiempo, ¿no o cómo le hacían?

NM: No es necesario, pos sabes que tienes defensa. “¿Tú de dónde vienes? ¿Tú en qué trabajas?”. “No, soy bracero, estoy ahorita ahí en el campamento fulano”. “Oh, y, ¿te dejan salir?”. “Sí, sí”. Me hago de una mujer o me hago de un compañero, si quieren me van a visitar, es todo. Pero hay algunos que hasta que se hartan se van. Y hay algunos que pues, viene la familia a sacar al familiar aquí que es pariente, lo llevan a pasear y si no, allí ya juegan baraja, hijo de la chingada. Que no, que apuestan, se acaban el cheque, no le mandan cheque a su casa. Se lo dejó de puro apostar. Como hay algunos que apuestan, que le gustan la baraja, de eso, seven o eleven, que tanto juego esos.

PG: Y, ¿jugaban mucho eso?

NM: Oh, juega, no, hasta amanecían los cabrones. Y todos se lo jodían todos y se quedaban pobres sin dinero y andan pidiendo prestado. “Bueno, ustedes se supone que vinieron a trabajar, yo qué te voy a prestar”. “No, tú no pagas”, les decían otros. Pos sí y así y este, pero pos así es, así es.

PG: Y bueno, mucha gente en términos de los derechos que tenían el bracero, ¿nunca cuestionaban o cómo era?

NM: No, no, porque pos a lo que juimos, sí cuestionábamos, porque no estaba bien las cosas y no, inmediatamente, llegaban los inspectores a revisar la barraca cómo estaba, llegaban los inspectores a ver cómo estaba la comida.

PG: Sí.

NM: Porque tenían contrato, porque el día que le pasara un mexicano, que se muriera de allá, no, pues tenían que pagar mucho dinero, porque se murieran en el trabajo.

PG: Se morían.

NM: Le pagaba mucho dinero y no quieren.

PG: Y, ¿ustedes mandaban el dinero cómo?

NM: Ah, nomás nosotros íbamos, ellos hasta eso nos ponían dinero, sí nos llegaba al pueblo, a México.

PG: Sí llegaba.

NM: Llegaba luego. Tonces el correo estaba bien, no, ora que es un desmadre el correo que no llega. Una carta llega hasta el mes.

PG: Sí, no llega, pa llegar ya, ya no.

NM: No.

PG: Ya no hay confianza.

NM: Sí, pues ésa es la historia de un bracero mexicano.

PG: Sí, no.

NM: Y sí, yo nunca me rajé, híjole. A eso sí, anduve mucho tiempo y ahora no, pos ahora estoy todavía con esto. Ya tengo, ya entré para ochenta y un años, ochenta y un años de edad.

PG: Tanto tiempo ya.

NM: Sí, pero me doy gracias de que mis hijos no están aquí, todos tienen trabajo allá, pos…

PG: Sí.

NM: Ellos…

PG: No, sí.

NM: Dice: “Papá”, dice, “mejor estoy aquí, estoy trabajando. Voy a mi trabajo, vengo una hora de descanso”, dice, “ya echo un sueño y luego me voy a mi trabajo”.

PG: Ah, carajo. Y, ¿cómo? En lugares como Michigan y Arkansas, ¿cómo era?

NM: Oh, era muy fresco.

PG: ¿Sí estaba?

NM: Sí, pero Arkansas ya estaba haciendo mucha calor.

PG: Mucha calor.

NM: Sí, dice: “Tú te vas para Arkansas”. “Hijo de la”… Dice: “No”, dice, “me choca el calor”. No aguantan los pobres.

PG: Y, ¿era diferente ahí el clima?

NM: La calor.

PG: Y, ¿la gente?

NM: La calor y la gente.

PG: ¿Cómo eran diferente la gente?

NM: Pues buena gente.

PG: ¿Era buena gente?

NM: La compañía, el trabajo, ey.

PG: ¿Dónde, dónde? ¿En la mayoría de los lugares eran buena gente que uno vio?

NM: Sí.

PG: Y, ¿también en Michigan?

NM: Sí, Michigan, allá juimos a, juímonos unos a la, de eso nos contrataron. Ahí íbamos siete, ocho ahí a los pepino.

PG: Al pepino.

NM: Dice: “Y cuando el holandés estaba ordeñando las vacas ahí, dice: “¿No quieren leche? Véngase a tomarse leche”. (risas) Nos daba fresquecita. Pero…

PG: Y, ¿su esposa se quedó en México cuando todo en ese tiempo?

NM: Oh, sí, ¿pues quién sostenía a los hijos? Nomás llegaba yo y ponía yo uno, nomás llegaba yo, ponía yo otro.

PG: Ah, carajo.

NM: No, y así es, así es la vida. Pero así como conoces tus hijos, así los debes de tener.

PG: Sí.

NM: Pos ora mi tierra, ya mi tierra ya está solo, ya no hay gente. Pero todos taban así, todos son profesores, todos son ingenieros, todos son doctores, todos son… Pues ya dejaron al pueblo. Si los que tienen dinero, son ricos, dejaron al pueblo, ¿por qué nosotros no podemos estar en una ciudad?

PG: No, sí.

NM: Mi familia está ahorita en una ciudad, tengo mi casa, tengo…

PG: Sí, mi abuelo también así era, que se quedó él. Uno de mi abuelo sí se vino y también así era él, cuando él era bracero ahí en el…

NM: Pero ahora, ahora.

PG: Pero ya ahora ya está acá.

NM: Ahora todavía hay algunos de Jalisco.

PG: Eran de Guanajuato.

NM: Pero algunos son de, son… No es por mal de Jalisco, pero eran de Jalisco. Todavía se vienen y dejan a la mujer ahí con los hijos que andan en la secundaria. Se vienen acá o se encuentran una vieja y luego ahí se junta con la vieja, ya tiene hijos, ya tiene una vieja y ya el hijo que apenas viene a dar y este, pues quién sabe si lo mandaría a traer y cuando llega a su vida, aquí lo desconoce.

PG: Sí, no.

NM: Y eso no está bien.

PG: No, no.

NM: En vez de ayudarlo, en vez de que: “Mira mijo, yo tengo aquí esta vieja y vente a comer aquí, aquí tienes todo”. No, ¿cómo te dijera? Es un desmadre el que está haciendo. Porque es su hijo, que tiene su hijo, la mujer se está muriendo por conseguir dinero para ayudar a los hijos pa que vayan a la escuela, para que… No tienen nada, [es]tán pobres y este, pasó un muchacho, le digo: “No, pos qué desgraciado es tu papá”. “Sí”, dice, “pero mi papá no me da nada para mandarle a mi mamá y yo tengo qué, empecé a trabajar aquí”. No, yo creo sí, aquí te vas a, todavía estaría trabajando ahorita ahí este, quién sabe, pero…

PG: Y cuando era bracero, la gente la mayoría de los tiempos, ¿se querían quedar o se querían regresar?

NM: Bueno, la gente de los braceros cuando estaban trabajado, se llegaba el día: “Ya se terminó el contrato”, o ya se terminó el contrato, dice: “¿Quién, quiénes son los que quieren renovar?”, este, “Tú, y tú, y tú”. Pero ya el mayordomo ya sabía quiénes son los que los dejaba, que nos contrataba. “Tú y tú y tú”. Okay, sacaba una lista, la llevaba, ahí estaba el contrato. “Ya está el contrato, ya lo firmó”. “Ya lo firmamos el contrato, aquí está todo”.

PG: Ya lo tenían.

NM: Dice: “Tú no te quieres ir”. “No, yo no me quiero ir”. No, llegaba yo hasta el centro para contratarme de nuevo, sino ya tenía yo mi trabajo. Venían hasta el centro y si ellos se querían venir y si de repente llegaba otro patrón que necesitaba gente, de ahí de esa gente se lo llevaba todo. No los dejaban venir. No, yo hice mi dinerito, me compré mi casa, me compré mi lote, me compré todo y hice mi casa, hice todo. Y ya después, ah, pos esa vez que me pasó, que me quebré los huesos, me dieron $4,000 dólares de lo que debía.

PG: De la, de la…

NM: De que usaba yo, pero, si tuviera.

PG: Entonces, ¿cuándo se vino su esposa a los Estados Unidos?

NM: No. Y, ¿cómo va a venir a dejar los hijos ahí abandonados y todo eso? Y este…

PG: Pero, ¿se vino más tarde?

NM: No, no, nunca.

PG: ¿Todavía está ahí en México?

NM: Hasta apenas, sí. No se halla la señora aquí, ¿cómo va a estar? (risas) No se halla. Mejor se halla con sus hijos y con sus hijos allá está. Y este, no, pos si estuviera la señora aquí, nos iban a dar como $15,000 dólares.

PG: ¿Sí?

NM: Sí, pero como no estaba nadien, nomás alcanzaba eso.

PG: No, sí, sí.

NM: Y ellos pagaron hospital, pero sí es una joda. Pos así es la vida.

PG: No, así es, así es. Cubrimos tanto, cubrimos tanto. Bueno, ¿hay cualquier otra cosa que le gustaría decir nomás sobre la vida que pasó uno pos nomás de ser de bracero o de lo que a la mejor pueda hacer o a la mejor, vayan a tratar de hacer otra vez el Programa de Bracero?

NM: Bueno pues, lo que sea que suene.

PG: Oh, ¿sí?

NM: Para mí lo que sea de braceros, braceros.

PG: Sí.

NM: La mitad braceros, la mitad gente que vayan a trabajar a la ciudad, porque la gente necesita, la gente aquí necesita la ciudad, ¿quién trabaja aquí? ¿Quién trabaja por sí? Todos quieren esos negritos que se vinieron con eso de los rotarios que están contra de los braceros. Ellos no trabajan, ellos nomás están gritando, nomás están abriendo la mano pa que el Gobierno les dé y nosotros tenemos que trabajar. Ahora ya estoy retirado yo, pos claro que ya trabajé, que me den lo que trabajé, ¿no?

PG: Sí.

NM: Yo apoyo eso. Por eso fuimos a la marcha nosotros el día 25.

PG: El 25.

NM: Por eso fuimos al día de la, al… creo que el 20, no, el 1º.

PG: Sí.

NM: De mayo, fuimos [a] la marcha. Pero la marcha del 25 estuvo grandísima, ¿verdad?

PG: Ay, grandísimo.

NM: Y de nosotros vieron todos.

PG: Sí, sí.

NM: Todo el país anduvo ya uniéndose.

PG: Sí, sí, sí.

NM: Ahora se ve más grande, ¿no?

PG: Sí.

NM: Está bien uno que tenga apoyando aquí, pero de aquí salió la masa pa otro lado.

PG: Sí.

NM: Y ahora hay comunicación entre la gente, parece, los líderes de no sé.

PG: Y, ¿cómo ves la comparación con las marchas que habían en los sesentas?

NM: Oh, pos, los sesentas había marchas, pero a fuerza, pero no había marchas libres.

PG: Sí.

NM: Porque el Gobierno no le convenía que se hiciera marcha. Buscaban cuatro, cinco que son tomadores, les pagaban $15 dólares que para que fueran a provocar esa marcha, por esa provocación, por eso las marchas se rompen.

PG: Sí.

NM: Si venía una marcha ahí en Los Ángeles, antes, para la Shinzo Marsol y este, Pete Rodino y todo eso, pos nos correteaban los policías porque pos no era marcha legal, o sí es marcha legal, pero en esa marcha habían locos que se a robaban las cosas allá en las calles, que quebraban vasos, quebraban todo eso. Claro que la policía no, puso orden, pos mejor los corrió y nos correteaba a nosotros. Nunca caí en la cárcel yo, nunca caí en la cárcel. Te corría yo, no me agarraban. No, no, pos ora es más decente, es lo más lindo que es. Y ojalá y que sea todo así decente. Que no haiga más deturbio [disturbio], que no consienta toda esa gente. Y ahí yo ya poco puedo asistir ahora a las marchas, porque me canso mucho y duele, me duelen los pies.

PG: Y, ¿cuántas veces lo regresaron a México después de ser bracero?

NM: Dos veces.

PG: Dos veces.

NM: Sí, dos veces. Me agarraron, luego…

PG: Y, ¿en esos tiempos era más fácil?

NM: Ah, sí. Nomás salí voluntario y al otro día ya estaba, ya venía yo.

PG: Ya te estoy diciendo, ¿eres buen trabajador?

NM: Sí, pero tenía mi pasaporte, tenía pasaporte nomás. No nomás decía que era buen trabajador, sino la necesidad lo obliga a uno. Y este, ya después me agarraron pero ya cuando tenía yo dinero, hice mi casa y este, compré casa aquí en el [19]78, [19]77.

PG: ¿A cuánto le…?

NM: En $14,000 dólares me compré, me costó la casa. Todavía estaban baratas las casas aquí. Y luego este, después dije, no pos ya que tenían una deportación para México, dije, pos como no tengo hijos acá, si tuviera hijos, no me iban a echar, me iban a dar facilidad para arreglar mis papeles. Pero no tenía yo nada, dije: “No”. Pos vendí mi casa por $34,000 dólares. Me llevé $20,000 dólares para México. Con gusto me echaron hasta México. Bueno, llevaba yo mi dinero y llevaba todo. Llegando tapé mis casas y como cuatro, cinco casas que tenía yo, las tapé de puro concreto, puro techo de cemento.

PG: De cemento.

NM: Ahí está mi fortuna, así es que yo arreglado, soy ciudadano americano y ciudadano mexicano. Voy y vengo, voy y vengo. Pos ahora no puedo ir, porque no hay tanto dinero para ir a pasear.

PG: Ya es más difícil.

NM: Ey, y ésa es la vida.

PG: Sí, no, sí es.

NM: ¿Cómo ves la historia?

PG: Oh, sí, bueno, don Nicolás, eso sí fue…

NM: Tremendo.

PG: Y la cosa, la pena que tengo yo es que mi abuelo se murió hace ya quince años y nunca pude la… Era muy joven yo para preguntarle esas cosas, ¿no? De lo que, la vida que pasó él y mi abuelito ya está muy viejito también para acordarse de los tiempos que él se venía también aquí. Y por eso nomás oí las historias de ustedes y de lo que eran esos tiempos, ¿no? Pos eso sí da orgullo, ¿no?

NM: Claro, sí, pero habemos muchos que venimos de la casa, no, venimos por necesidad, venimos por necesidad, pero hay muchos que no vienen por necesidad, no, pos se encuentran algunas viejas y empiezan la borrachera.

PG: Sí, sí, sí, es lo que decían.

NM: No, que las viejas y que las viejas. Pos si no tienen dinero pa gastar. Si ahora tenemos nuestro dinero, pero no queremos gastarlo, porque mañana nos hace falta. Y pa lo que nos da el Gobierno cabrón, sí.

PG: Tan poquito dinero pa gastarlo así.

NM: Sí.

PG: Qué bien, qué bien. Gracias, muchas gracias.

NM: Ándale pues.

PG: Vamos a quitarle esto porque si no, luego… (risas) Bueno, muchas gracias, don Nicolás.




Fin de la entrevista






Interviewer

Gonzalez, Pablo

Interviewee

Martínez, Nicolás

Location

Los Angeles, California

File Name Identifier

Martinez_LAS015

Citation

González, Pablo , “Nicolás Martínez,” Bracero History Archive, accessed November 7, 2024, https://braceroarchive.org/es/items/show/271.