Jesús Rodríguez Méndez
Title
Jesús Rodríguez Méndez
Description
Biographical Synopsis of Interviewee: Jesús Rodríguez Méndez was born in Guerrero, Chihuahua, México, in 1940; he helped his father work the land; due to the financial strain he and his family were under, he was never able to receive any formal schooling; he worked as a bracero for the first time in 1963, in Pecos, Texas.
Summary of Interview: Mr. Rodríguez learned of the Bracero Program while living in his hometown of Guerrero, Chihuahua, México; he traveled to Chihuahua, Chihuahua, in order to begin the enrollment process; he had to wait for two weeks to be called; during this time, he did not have money or a place to stay; he recalls that people coming from southern México waited for months at El Trocadero, the processing center in Chihuahua, Chihuahua, to be hired; when the braceros were officially hired, the United States government paid the Mexican government 10¢ per bracero; in 1963, he was hired and sent to work in Pecos, Texas.
Summary of Interview: Mr. Rodríguez learned of the Bracero Program while living in his hometown of Guerrero, Chihuahua, México; he traveled to Chihuahua, Chihuahua, in order to begin the enrollment process; he had to wait for two weeks to be called; during this time, he did not have money or a place to stay; he recalls that people coming from southern México waited for months at El Trocadero, the processing center in Chihuahua, Chihuahua, to be hired; when the braceros were officially hired, the United States government paid the Mexican government 10¢ per bracero; in 1963, he was hired and sent to work in Pecos, Texas.
Creator
Parra-Mantilla, Myrna
Rodríguez Méndez, Jesús
Date
2003-06-13
Subject
Bracero
Rights
Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso
Language
spa
title (Spanish)
Jesús Rodríguez Méndez
creator (Spanish)
Rodríguez Méndez, Jesús
Rights Holder
Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso
Online Submission
No
Original Format
Digital, WAV, MP3
Duration
24:30
Bit Rate/Frequency
24K
96 bit
96 bit
Transcription
Nombre del entrevistado: Jesús Rodríguez Méndez
Fecha de la entrevista: 13 de junio de 2003
Nombre del entrevistador: Myrna Parra Mantilla
El día de hoy es 13 de junio de 2003 en Meoqui, Chihuahua, entrevistando al señor Jesús Rodríguez Méndez para la Universidad de Texas en El Paso, Myrna Parra Mantilla.
MP: Buenos días señor Rodríguez.
JR: Buenos días.
MP: Gracias por aceptar la entrevista.
JR: Gracias.
MP: Para empezar quisiera que me dijera, ¿dónde y cuándo nació?
JR: En 1940.
MP: ¿En dónde, aquí en Meoqui?
JR: En Rancho de Santiago.
MP: ¿Dónde es eso?
JR: Municipio Guerrero, de aquí de Cuauhtémoc.
MP: Platíqueme un poco de su niñez, ¿a qué se dedicaba su papá?, ¿qué hacía usted?
JR: A jornalero en la labor se trabajaba más antes, no había más, más que la pura labor.
MP: Y, ¿usted fue a la escuela o siempre le ayudó a su papá en la labor?
JR: Ande, ¿con qué nos ayudaba?, si no tenía ni pa él, menos pa nosotros. Sí iban a la escuela, pero con sacrificios. Levantar lo que se puede, una hoja de papel pa escribir. No había ni cuadernos, no había nada, estaba la situación muy dura. Agricultura no había, o sea se sembraba puro triguito, puro algodón y maíz, se acababa aquella cosecha y ya no había en todo el invierno nada. Hasta octubre, septiembre es cuando había cosechita de algodón, maicito, ya en octubre ya no había nada ni qué levantar.
MP: ¿Ya se acababa ahí el trabajo en la tierra?
JR: Todo, todo y era las salidas que había pa Estados Unidos, la necesidad que había aquí, las crisis, por eso mucha gente se iba pa allá. A trabajar pos sí se ayudaba poquito a la gente cómo no. Ya lo poquito que mandaba los $2, $3 dólares para acá $4 pos ya con eso muy a gusto unos cuantos días nada más. Porque estaba la mercancía barata, el peso de allá pos eran ocho aquí. Aquí se ganaba que $5, $10 pesos, $8, en la labor bien trabajado todo el día. Y eso no había, cuando había, cuando había poquito.
MP: Oiga y dígame cómo se dio cuenta, en aquel tiempo de que había braceros para que la gente se fuera.
JR: Anunciaban, anunciaban en los municipios, los mismos presidentes que iba a haber salida de braceros para Estados Unidos. Pos beneficio de ellos mismos también porque la gente la vendían a los gringos.
MP: ¿La vendían?
JR: ¡Seguro!
MP: ¿Cómo?
JR: Pos naturalmente que ellos no se echaban nomás porque sí, porque ellos de perdido pos algún peso por cada bracero, $2, $3 pesos, $5. Pero iba para los municipios, pero ellos se quedaban con el dinero ese, ¿me entiende?
MP: Y, ¿ustedes sabían eso?
JR: Nos dimos cuenta últimamente. Todo el tiempo lo habido, todo el tiempo, nomás que pos, era enteramente cuando había una braceriada de Chihuahua a este, ¿cómo se llama?, por ahí Tampico. En aquellos años que había mucho algodón allá. Engañaban a la gente que iban a sacar braceros para allá de Tampico, pa Tamaulipas, para levantar la cosecha. Pero esa gente la vendieron a $5, $10 pesos por gente pa allá pa llevarla pa los… para Tamaulipas. Allá nos dejaban como los animales a todos también, nomás los soltaron y se vinieron pa acá pa Chihuahua. Cuando Coco Rivera era diputado, puras tranzas con toda la gente, qué sería con los braceros. Igual, igual haga de cuenta que vendían animales allá pa ir de braceros durábanos hasta quince días ahí formados comiendo puras cáscaras de plátano.
MP: ¿En dónde?
JR: En Chihuahua.
MP: ¿En El Trocadero?
JR: En El Trocadero.
MP: ¿Hasta quince días?
JR: Ahí formaditos todos sin perder el lugar porque después no había entrada.
MP: Y, ¿ustedes tenían que pagar el pasaje para irse de aquí a allá?
JR: No, no nos llevaban.
MP: ¿Los llevaban aquí al municipio?
JR: Nos llevaban de aquí pa allá y el que no cumplía con su contrato lo mandaban en un tren especial para el braceros. Lo va dejando pueblo por pueblo y pura lástima estar así, pura lástima.
MP: Y ahí en El Trocadero, ¿qué tenían qué hacer?
JR: Pues esperar el turno pa cuando llamaran de Estados Unidos que necesitaban tanta gente irla echando, cincuenta, cien, doscientos porque ahí se juntaba en El Trocadero gente de distintas partes. De distintas partes había gente pero ahí duraban meses, ahí había gente que se moría ahí de hambre.
MP: Ah, ¿sí?
JR: Uno que otro se moría y uno que otro que tenía un peso, se iba a traer el mandado, o con otra persona que le diera taquitos o algo pa esperar el…
MP: Entonces por ahí en El Trocadero, ¿tenían que llenar algún papel o algo?, o les pedían…
JR: Se llena, se llena ya cuando lo llaman a uno, lo van metiendo de rachas de quince, veinte gentes pa fumigarlos, desnudos de a tiro y pa que no vaya a llevar una infección pa allá. Y ahí le hacen los contratos, los papeles para entregar a los gringos.
MP: Y había oficiales americanos ahí, ¿verdad?
JR: No.
MP: ¿No había oficiales en El Trocadero?
JR: Hasta que no entra uno allá.
MP: ¿Y ahí los soldados?, porque me han contado que había soldados así como para tener el orden ahí.
JR: Pa vigilarlos, sí había.
MP: ¿Cómo se portaban ellos?
JR: No, no bien sí, los que nos portábamos mal eran nosotros mismos. Porque es gente que viene del sur, gente de esa que no falta. Esa gente todo el tiempo tiene algo y se formaban los pleitos ahí, pero no…
MP: Oiga, y una vez de que ya se iban, los llevaban a El Paso, ¿a dónde llegaban, al Coliseo o al Río Vista?
JR: No ahí había una que se llama asociación, ahí en La Asociación ahí lo va a meter a un corralón grandote y ahí van todos los rancheros por la gente que necesitan, los cinco, los diez, los veinte de distintas partes ahí están sacándolo a uno. A mí me tocó aquí en Pecos, aquí en Pecos. Ahí duré yo una temporada trabajando, regando.
MP: ¿Fue la primera vez que estuvo trabajando como bracero? ahí en Pecos.
JR: Esa fue la primera vez y la última porque ya no, ya no hubo braceriada, se acabó.
MP: ¿En qué año fue eso?
JR: Sesenta y tres.
MP: Sesenta y tres fue el último año, siempre he oído muchas cosas malas de Pecos, platíqueme su experiencia de Pecos.
JR: Pues a mí me tocó en una parte que yo estuve solo en un rancho solo, solo y mi alma. Porque yo me dedicaba a regar ahí como unas cincuenta hectáreas más o menos, con pipas, pero yo pal pueblo nunca salí, salí ni una vez. Pero estaba normal, estaba pacífico. Quién sabe últimamente, porque de todo, eso que hubo en aquellos años, ya no existe nada. Están las puras tapias, porque en aquellos años los mismos americanos formalizaban los este, casetas pa los braceros y se formalizaban como colonias. Sí, tenían sus comedores, sus estufas, sus trastes, sus dormitorios pero ahorita entra uno para allá y es puro desierto todo, entonces aquí por Ojinaga, por Pecos, todas partes de ahí es un desierto. Y antes todas partes eran algodonales todo lo que es Ojinaga para allá y todas partes, todo eso hasta llegar a El Paso. Y ya se acabó todo eso, como ya no siembran, ya todo se arrumbó, pos como siempre allá. Pos no sé, todo ha cambiado, ya toda esa parte es, me han contado que son unos desiertos, todos lo que es Pecos, toda esa parte hasta llegar al [El] Paso casi por allá. Y antes era muy diferente, pero no, en donde quiera, ya donde quiera es una situación dura, enteramente como aquí. En aquellos años o sea ya del [19]60 y tantos para acá, que parecía que se empezaba, que llovía mucho, que allá la gente se empezaba a dispersar poquito más. Que ya los algodones todo eso, ahora los cebolleros pos se arreglaba mucho dinero, mucho dinero, cuando nos llovía que había agua, aquí, ya se acabó las lluvias, se acabó todo. Pos es la cosa igual que estar allá. Allá agarra trabajo en los restauranes, lava platos, algo pero en la labor ya, ya no hay.
MP: Ya nadie trabaja en la labor.
JR: No, ya no.
MP: Aparte porque es muy pesado, ¿no?
JR: Pues es pesado y no hay. No hay igual que aquí, aquí le siembran unos cuantos agricultores cebollita, chiles; pero no es suficiente esa agricultura que hay aquí en Meoqui, para ser tanta gente, y luego la que traen del sur, menos. Con esa gente del sur trabaja hasta por la pura comida y aquí en México, en Chihuahua está impuesto a trabajar mejor, uno debe de agarrar lo que es nada más justo, no, te damos $20, $30, $40 pesos para que trabajes la cebolla. No, ahorita como está la cosa pa comprar la mercancía, ¿con qué la compra?
MP: Claro, y entonces allá por ejemplo, ¿cuánto le pagaban a usted, en Pecos?
JR: ¿Regando?
MP: Sí.
JR: No recuerdo cuánto me pagaba pero…
MP: Pero, sí le alcanzaba bien para la comida porque me imagino que usted la comida la compraba, ¿no?
JR: No, ahí ellos se la dan a uno, no me pagaban mucho. Me acuerdo que la quincena me llegaba por, como por unos, no recuerdo muy bien ya pero, como unos $30 dólares por ahí, $50 [dólares] más o menos, no recuerdo.
MP: ¿A la semana?
JR: A la quincena, o semanal no me acuerdo, creo por semana eran $15 pesos, algo así. Ya no me acuerdo pero más o menos.
MP: Y entonces ahí, dice que ahí les daban la comida, ¿verdad?, ¿usted tenía que pagar por la comida?
JR: No eso se lo dan a uno, la compañía.
MP: Pos está bien, y platíqueme, entonces dice que nada más estaba usted o sea que no había gente.
JR: No, no había gente. Así como de aquí a ahí se miraba ahí una persona sola allá, pero ni yo me arrimaba con él, ni él se arrimaba conmigo pero por la desconfianza. Nomás nos mirábamos de lejos el uno al otro, pero que intentáramos ir a hacer amistades no porque, pues desconfía uno. Póngale que uno pos, no sé hablarte, no sé aquél pensará lo mismo que yo. Y nunca hicimos amistad, nomás nos miramos uno al otro así de lejos. ¿Pa qué?, mejor me vine, me aburrí y mejor me vine.
MP: Entonces, ¿no tuvo tiempo de por ejemplo conocer un poco más ahí del pueblo o algo?
JR: El pueblo, sí estuvimos una temporada unos, bueno fuimos nomás ahí de vagos a tomar cerveza ahí fuimos, pero nada esa es una parte chiquilla de a tiro, y fue todo lo que conocimos, pero no.
MP: ¿Y ahí no tenían problemas de racismo o algo así?, porque ya ve que en muchos lugares los mexicanos y los negros no podían entrar a muchos lugares.
JR: Pero en aquellos años estaba la cosa muy pacífico donde quiera, donde quiera. Cuando se empezó a descomponer todo fue el [19]70 y tantos para acá, el [19]78, [19]79 fue cuando empezó ya a generarse toda la gente, pa que en donde quiera como aquí, como lo que es Estados Unidos, Los Ángeles, California fue en donde empezó esos, greñudos esos, quién sabe ¿cómo se les llama?, esos hippies. Allá fue donde empezaron los primeros ahí en Los Ángeles, California y de eso se generó ya como el [19]77 por ahí, no recuerdo muy bien. Pero esto fue en Los Ángeles, California en esa época como el [19]77 ó [19]78, no recuerdo y fue cuando empezó a descomponerse todo en general, no nomás allá. Aquí estaba igual, en donde quiera, pero en aquellos años que fui yo el [19]63 todo estaba muy pacífico, no había maldad en ninguna parte. Sí había, ¿verdad?, natural pero así muy variable.
MP: Muy calmadito.
JR: Muy calmado.
MP: Y, ¿cómo era el ranchero?, su relación con el ranchero sí es…
JR: Era un negro.
MP: Ah, ¿era negro?
JR: Era el mayordomo pues del dueño, del americano. Ese era el mayordomo.
MP: Y, ¿cómo era él, sí era buena gente el mayordomo?
JR: Sí era buena gente porque cuando yo caí ahí al rancho no tenía qué comer. Duré casi dos días sin comer nada. Entonces llegó el ese negro, es el que se encargaba ahí de uno, él no sabía hablar y decirle como uno, en español uno tampoco como ellos, pero nomás me hizo señas, que ya como pude yo ya agarré el lápiz y ya mandé yo lo que necesitaba, esto, blanquillos, azúcar, café.
MP: ¿Le hacía la lista del mandado?
JR: Se la daba al negro y se iba y me la traía. Esa es la única manera que, el gas pues también, no había gas y también luego luego llegó la pipa y me llenó el tanque ahí. Así como decirle, sí, pero antes, yo lo hacía por andar, pos pa platicar, como estamos platicando, si no había a quien pos con quien platicara nada. Y todo lo hacía yo por allá, nunca Estados Unidos nunca me ha gustado, ¡nunca!, no sé, pero yo Estados Unidos no me gusta, ni me ha gustado nunca.
MP: ¿Ni hizo para sacar papeles o algo para estar allá?
JR: No, no, saqué un pasaporte local, pa ir a Los Ángeles, California fue como el…si pa esas fechas que fui pa allá, fue como el [19]70 y tantos, el [19]72, ó [19]77. Nomás que uno no sabe, ¿me entiende?, saqué el pasaporte en Ojinaga, porque, sí empecé yo a ir pa Los Ángeles. Sí me fui de todos modos, sin nada, pos yo tenía que ir a conocer y fui. Lo saqué en Pecos el pasaporte luego luego me lo entregaron, al mes fui por este por el, me dieron el permiso primero pa que pasara yo pa allá porque los gringos como el les dije que yo era impulsor de ganado y es lo que ellos quieren que no ande uno buscando trabajo allá. Que vaya uno a negocios, que vaya uno a comprar pa los animales y ya me dijeron: “¿Usted qué?”. “Yo soy impulsor de animales aquí de Ojinaga de, ¿cómo se llama?, de Ejido Carrizo. De aquí, de ejido Carrizo”, y no, luego luego: “Pos tenga el permiso, venga pues por su pasaporte, con ese puede pasar a comprar lo que usted quiera”, y luego luego me lo dieron. Cuando me lo quitaron fue aquí en Juárez, porque uno no sabe, un local es pa pasearse uno ahí luego luego, no irse pa allá uno, no me bajaron, pos sí me fui de todos modos, pagué un coyote y me fui porque yo llevaba, saqué un permiso reciente, un permiso pa irse a pasear allá como que, y con ese me fui, con ese coyote y, pero no, tampoco no aguanté y no me gusta.
MP: ¿No?
JR: No, no me gusta, uno está aclimatado a su pueblo de aquí y donde hay una parte seria, o partes chicas que no había tanto movimiento como allá.
MP: Es que más bien porque uno conoce aquí, ¿no?, aquí está la gente.
JR: Y aquí está uno criado, y se va uno allá, es diferente, ¿no?
MP: Y cuando se fue de bracero, ¿estaba soltero o ya se había casado?
JR: No, todo el tiempo he estado soltero.
MP: Ah, okay.
JR: Todo el tiempo.
MP: Ah, qué bueno.
JR: No tocó la casualidad que me casara, pos sí tuve muchas mujeres pero no, no tocó y ya está uno más pacífico así solo que como estaba.
MP: Qué bien.
JR: Si me hubiera casado en aquella época, en aquellos años ya estuviera igual, solo y sin nada. Igual, porque uno es como los pájaros mientras están en el nido están muy contentos ahí, pero ya nomás empiezan a volar y dejan el puro nido nomás.
MP: Se acaba el encanto.
JR: Ni papá, ni mamá, ni nada.
MP: Oiga y sus papás, ¿qué le dijeron cuando se fue para allá?
JR: No, no, nada pos, pos él también andaba ahí, también se fue ese mismo año. Nomás que ahí nos, en La Asociación de El Paso ahí nos desbaratamos y ya me jalaron pa mi pa Pecos. Fíjese y mi papá quién sabe pa dónde ganaría.
MP: Y, ¿tuvo alguna comunicación después con su papá o ya no?
JR: No, no, yo no duré mucho, yo luego luego me vine, pero no, no, no es mi vida Estados Unidos, es mentiras, sólo es un martirio porque viene a trabajar día y noche hasta que ya no le sirve pa nada, lo sueltan. No, no, y aquí anda uno más libre, más soberano.
MP: Dicen que ahí en Río Vista o en el Coliseo o bueno, en donde se juntaban los braceros, que ahí había representantes del Gobierno Mexicano, el cónsul.
JR: Sí, los que entregan a uno.
MP: Y no sé, ¿usted no, nunca le dijo a él de, pos de cómo lo trataban o de algo?
JR: Pos no, porque pos, ellos no me hicieron daño, para nada, sí ahí estaba ese Consulado Mexicano y una queja se le ponía a él y sí. Pero no, no nunca hubo problemas con nada y, ahora que me entregaron al cónsul americano y ellos me echaron para El Paso y agarraba el tren especial que me mandaban hasta México así creo era vapor, máquina.
MP: Y ahí al cónsul cuando lo entregaban ya ahí a él, ¿usted este, no sé, tenía que entregarle algún documento o algo o usted tenía que firmar algún documento de que ya se había acabado o así nada más?
JR: Pues este es el contrato, este que traigo aquí, éste es. Y este lo debí de haber entregado allá, pero no lo entregué me lo traje mire, la he guardado porque yo la guardé porque dije voy a guardarla como una identificación.
MP: ¿Sí?
JR: Ta mi fotografía, todo esto, por eso lo ha guardado. Y cuando según aquí dice que iban a sacar éste, que iban a todos los braceros, aquí fue en el municipio, aquí, todo creímos que todos los braceros que habían trabajado allá le iban a dar un dinero, como una ayuda, como una pensioncita al que tuviera su éste, y no, ahí la llevo yo aquí este papel, ahí va el papel pa allá. Puras mentiras, está todo, todo el papeleo que se mandó de aquí está allá. Será la oficina que está a la entrada a El Paso, o será las que están de aquel lado pos son oficinas que estaban en la entrada de El Paso. Ahí está todo el papeleo, y ya registrado y todo y todo pero no, pura mentira, a poco van a darle dinero a uno, no, no están tontos, lo quisieran pa ellos, no pa uno.
MP: Oiga, ¿y le mandaba dinero a su mamá?
JR: ¿Quién?
MP: Usted.
JR: Pues cuando vine pos sí le di pero pos, ¿qué le mandaba?, si no trabajé más que como unos veinte días nomás en el riego y me aburrí y me vine. No, no, ni de dónde, allá pa juntar un peso necesita uno batallar, cuando estuve en Pecos, en Los Ángeles, California me puse a lavar platos, me pagaba $60 pesos por semana, haga de cuenta que estaba aquí ganando lo mismo que aquí en Meoqui, yo con $60 pesos aquí no compro yo nada, algún frasco de café y la azúcar, ahí está ya, si quiere juntar pa mandar usted, entonces necesita aguantar usted unos quince, veinte días pa mandar unos $100 pesos, $120 y que le quede poquito pa gastar. Por eso no, si allá está igual que aquí, pero pa ganar $60 pesos le suda uno bastante.
MP: O sea que para usted el programa así en general este, fue buen programa, no fue tan bueno o, ¿cómo pudo haber estado mejor?
JR: Pues digo mejor, mejor no hay como México. Porque aquellas partes allá no, yo si no me pongo a pagar apartamento, a pagar lo que me comía yo con $60 pesos no había vivido, nomás que ahí los amigos ahí comía con ellos, ellos me daban. Dije: “Ahí nos vemos, aquí no, no hay porvenir”. Nada, es puras mentiras Estados Unidos, sí podía ganar pero esas gentes que no gastan, que mejor se aguanta el hambre, puede ganar un peso, pero a costas de comer no hacer dinero. Pues sí había juntado como comía $7 pesos por semana y si yo me amarro la tripa a no comer pos sí había juntado pero a mí me gusta comer.
MP: Claro, y para eso se trabaja también, ¿no?, si no, ¿para qué?
JR: Nada pa hacer dinero no, y así por el estilo, todos, por ahí anduve viendo nada más pa que no le cuenten a uno, puras mentiras. Sí sabe en donde quiera se junta dinero queriendo juntarlo aquí, si quiere juntar un peso lo junta, pero anda evitando tomarse una soda, o comerse un pan pa poder no gastar y ese no es el chiste de vivir la vida, el chiste es que quiera esto, luego luego, que no traía bueno pos, se aguanta porque no trae.
MP: Y, ¿allá qué hacía para divertirse?
JR: ¿En dónde?
MP: Allá en Pecos, ¿salía a bailar o salía al cine o salía a tomar cervezas?
JR: Salíamos a tomar cerveza al pueblo un rato por la noche.
MP: ¿Quiénes se iban?
JR: Pues amigos míos nomás, pero era todo y a jalar otro día.
MP: ¿Allá amigos del mismo rancho?
JR: De aquí sí, sí pos éramos de aquí mismo nomás que ellos estaban aparte, ellos en otro rancho y yo estaba allá solo, llegaban por mí, y nos íbamos allá, así es.
MP: Qué bueno, pues no sé si tenga otra cosa que añadir a la entrevista.
JR: Pues es todo, es todo lo que hemos platicado, ya platicamos una cosa más o menos bien que confronta, pues si fueran mentiras pos sería mal.
MP: No, no y es que pues sí para…pues es que hay opiniones de todas, ¿no?, a unos sí les fue bien, les gustó, a otros no tan bien porque pues más bien el trato que recibieron, ¿no?
JR: Pos al que le gustó todavía está allá, al que no le gusta ya anda por aquí. Toda, pura gente que va a trabajar allá, que se hace ciudadano allá y que trabajan allá a la cierta edad la echan para acá a que se venga a morir aquí a México. Ahí andan, ¿por qué? Porque ya los, toda la gente que acaban con ellos, ora quieren pura gente nueva de unos de veinte a treinta años pa que den todo lo que deben dar, entonces ya a los setenta vámonos a México porque ya no sirves tú, pos ahí tiene un peso guardado pero, ¿pa qué lo quieren?, ¿pa qué?, pa la caja. No, no, estamos mejor así, y aquí en la sombra. (risas)
MP: Qué rico.
JR: No hay como México.
MP: Así se disfruta la vida, ¿no?
JR: Como decía Jorge Negrete en aquellos años: “Como México, no hay dos” y no es mentira. Y en aquellos años decía, que ya son como cincuenta años y ya Jorge Negrete traía esa palabrita: “Como México, no hay dos” porque me acuerdo yo pos, hemos vivido en México más o menos tranquilo, a gusto y cobraremos lo que cobran pero muy tranquilos, soberanos, no hay como unos esclavos, no.
MP: Y aparte sin el temor de que ahorita viene La Migra o algo, ¿no?
JR: Pues sí ya van y lo avientan por allá a los desiertos pa que muera allá, no sé nunca me ha gustado nunca, nunca.
MP: Bueno, pues muchas gracias por la entrevista y por el tiempo.
JR: Gracias a usted, gracias.
Fin de la entrevista
Fecha de la entrevista: 13 de junio de 2003
Nombre del entrevistador: Myrna Parra Mantilla
El día de hoy es 13 de junio de 2003 en Meoqui, Chihuahua, entrevistando al señor Jesús Rodríguez Méndez para la Universidad de Texas en El Paso, Myrna Parra Mantilla.
MP: Buenos días señor Rodríguez.
JR: Buenos días.
MP: Gracias por aceptar la entrevista.
JR: Gracias.
MP: Para empezar quisiera que me dijera, ¿dónde y cuándo nació?
JR: En 1940.
MP: ¿En dónde, aquí en Meoqui?
JR: En Rancho de Santiago.
MP: ¿Dónde es eso?
JR: Municipio Guerrero, de aquí de Cuauhtémoc.
MP: Platíqueme un poco de su niñez, ¿a qué se dedicaba su papá?, ¿qué hacía usted?
JR: A jornalero en la labor se trabajaba más antes, no había más, más que la pura labor.
MP: Y, ¿usted fue a la escuela o siempre le ayudó a su papá en la labor?
JR: Ande, ¿con qué nos ayudaba?, si no tenía ni pa él, menos pa nosotros. Sí iban a la escuela, pero con sacrificios. Levantar lo que se puede, una hoja de papel pa escribir. No había ni cuadernos, no había nada, estaba la situación muy dura. Agricultura no había, o sea se sembraba puro triguito, puro algodón y maíz, se acababa aquella cosecha y ya no había en todo el invierno nada. Hasta octubre, septiembre es cuando había cosechita de algodón, maicito, ya en octubre ya no había nada ni qué levantar.
MP: ¿Ya se acababa ahí el trabajo en la tierra?
JR: Todo, todo y era las salidas que había pa Estados Unidos, la necesidad que había aquí, las crisis, por eso mucha gente se iba pa allá. A trabajar pos sí se ayudaba poquito a la gente cómo no. Ya lo poquito que mandaba los $2, $3 dólares para acá $4 pos ya con eso muy a gusto unos cuantos días nada más. Porque estaba la mercancía barata, el peso de allá pos eran ocho aquí. Aquí se ganaba que $5, $10 pesos, $8, en la labor bien trabajado todo el día. Y eso no había, cuando había, cuando había poquito.
MP: Oiga y dígame cómo se dio cuenta, en aquel tiempo de que había braceros para que la gente se fuera.
JR: Anunciaban, anunciaban en los municipios, los mismos presidentes que iba a haber salida de braceros para Estados Unidos. Pos beneficio de ellos mismos también porque la gente la vendían a los gringos.
MP: ¿La vendían?
JR: ¡Seguro!
MP: ¿Cómo?
JR: Pos naturalmente que ellos no se echaban nomás porque sí, porque ellos de perdido pos algún peso por cada bracero, $2, $3 pesos, $5. Pero iba para los municipios, pero ellos se quedaban con el dinero ese, ¿me entiende?
MP: Y, ¿ustedes sabían eso?
JR: Nos dimos cuenta últimamente. Todo el tiempo lo habido, todo el tiempo, nomás que pos, era enteramente cuando había una braceriada de Chihuahua a este, ¿cómo se llama?, por ahí Tampico. En aquellos años que había mucho algodón allá. Engañaban a la gente que iban a sacar braceros para allá de Tampico, pa Tamaulipas, para levantar la cosecha. Pero esa gente la vendieron a $5, $10 pesos por gente pa allá pa llevarla pa los… para Tamaulipas. Allá nos dejaban como los animales a todos también, nomás los soltaron y se vinieron pa acá pa Chihuahua. Cuando Coco Rivera era diputado, puras tranzas con toda la gente, qué sería con los braceros. Igual, igual haga de cuenta que vendían animales allá pa ir de braceros durábanos hasta quince días ahí formados comiendo puras cáscaras de plátano.
MP: ¿En dónde?
JR: En Chihuahua.
MP: ¿En El Trocadero?
JR: En El Trocadero.
MP: ¿Hasta quince días?
JR: Ahí formaditos todos sin perder el lugar porque después no había entrada.
MP: Y, ¿ustedes tenían que pagar el pasaje para irse de aquí a allá?
JR: No, no nos llevaban.
MP: ¿Los llevaban aquí al municipio?
JR: Nos llevaban de aquí pa allá y el que no cumplía con su contrato lo mandaban en un tren especial para el braceros. Lo va dejando pueblo por pueblo y pura lástima estar así, pura lástima.
MP: Y ahí en El Trocadero, ¿qué tenían qué hacer?
JR: Pues esperar el turno pa cuando llamaran de Estados Unidos que necesitaban tanta gente irla echando, cincuenta, cien, doscientos porque ahí se juntaba en El Trocadero gente de distintas partes. De distintas partes había gente pero ahí duraban meses, ahí había gente que se moría ahí de hambre.
MP: Ah, ¿sí?
JR: Uno que otro se moría y uno que otro que tenía un peso, se iba a traer el mandado, o con otra persona que le diera taquitos o algo pa esperar el…
MP: Entonces por ahí en El Trocadero, ¿tenían que llenar algún papel o algo?, o les pedían…
JR: Se llena, se llena ya cuando lo llaman a uno, lo van metiendo de rachas de quince, veinte gentes pa fumigarlos, desnudos de a tiro y pa que no vaya a llevar una infección pa allá. Y ahí le hacen los contratos, los papeles para entregar a los gringos.
MP: Y había oficiales americanos ahí, ¿verdad?
JR: No.
MP: ¿No había oficiales en El Trocadero?
JR: Hasta que no entra uno allá.
MP: ¿Y ahí los soldados?, porque me han contado que había soldados así como para tener el orden ahí.
JR: Pa vigilarlos, sí había.
MP: ¿Cómo se portaban ellos?
JR: No, no bien sí, los que nos portábamos mal eran nosotros mismos. Porque es gente que viene del sur, gente de esa que no falta. Esa gente todo el tiempo tiene algo y se formaban los pleitos ahí, pero no…
MP: Oiga, y una vez de que ya se iban, los llevaban a El Paso, ¿a dónde llegaban, al Coliseo o al Río Vista?
JR: No ahí había una que se llama asociación, ahí en La Asociación ahí lo va a meter a un corralón grandote y ahí van todos los rancheros por la gente que necesitan, los cinco, los diez, los veinte de distintas partes ahí están sacándolo a uno. A mí me tocó aquí en Pecos, aquí en Pecos. Ahí duré yo una temporada trabajando, regando.
MP: ¿Fue la primera vez que estuvo trabajando como bracero? ahí en Pecos.
JR: Esa fue la primera vez y la última porque ya no, ya no hubo braceriada, se acabó.
MP: ¿En qué año fue eso?
JR: Sesenta y tres.
MP: Sesenta y tres fue el último año, siempre he oído muchas cosas malas de Pecos, platíqueme su experiencia de Pecos.
JR: Pues a mí me tocó en una parte que yo estuve solo en un rancho solo, solo y mi alma. Porque yo me dedicaba a regar ahí como unas cincuenta hectáreas más o menos, con pipas, pero yo pal pueblo nunca salí, salí ni una vez. Pero estaba normal, estaba pacífico. Quién sabe últimamente, porque de todo, eso que hubo en aquellos años, ya no existe nada. Están las puras tapias, porque en aquellos años los mismos americanos formalizaban los este, casetas pa los braceros y se formalizaban como colonias. Sí, tenían sus comedores, sus estufas, sus trastes, sus dormitorios pero ahorita entra uno para allá y es puro desierto todo, entonces aquí por Ojinaga, por Pecos, todas partes de ahí es un desierto. Y antes todas partes eran algodonales todo lo que es Ojinaga para allá y todas partes, todo eso hasta llegar a El Paso. Y ya se acabó todo eso, como ya no siembran, ya todo se arrumbó, pos como siempre allá. Pos no sé, todo ha cambiado, ya toda esa parte es, me han contado que son unos desiertos, todos lo que es Pecos, toda esa parte hasta llegar al [El] Paso casi por allá. Y antes era muy diferente, pero no, en donde quiera, ya donde quiera es una situación dura, enteramente como aquí. En aquellos años o sea ya del [19]60 y tantos para acá, que parecía que se empezaba, que llovía mucho, que allá la gente se empezaba a dispersar poquito más. Que ya los algodones todo eso, ahora los cebolleros pos se arreglaba mucho dinero, mucho dinero, cuando nos llovía que había agua, aquí, ya se acabó las lluvias, se acabó todo. Pos es la cosa igual que estar allá. Allá agarra trabajo en los restauranes, lava platos, algo pero en la labor ya, ya no hay.
MP: Ya nadie trabaja en la labor.
JR: No, ya no.
MP: Aparte porque es muy pesado, ¿no?
JR: Pues es pesado y no hay. No hay igual que aquí, aquí le siembran unos cuantos agricultores cebollita, chiles; pero no es suficiente esa agricultura que hay aquí en Meoqui, para ser tanta gente, y luego la que traen del sur, menos. Con esa gente del sur trabaja hasta por la pura comida y aquí en México, en Chihuahua está impuesto a trabajar mejor, uno debe de agarrar lo que es nada más justo, no, te damos $20, $30, $40 pesos para que trabajes la cebolla. No, ahorita como está la cosa pa comprar la mercancía, ¿con qué la compra?
MP: Claro, y entonces allá por ejemplo, ¿cuánto le pagaban a usted, en Pecos?
JR: ¿Regando?
MP: Sí.
JR: No recuerdo cuánto me pagaba pero…
MP: Pero, sí le alcanzaba bien para la comida porque me imagino que usted la comida la compraba, ¿no?
JR: No, ahí ellos se la dan a uno, no me pagaban mucho. Me acuerdo que la quincena me llegaba por, como por unos, no recuerdo muy bien ya pero, como unos $30 dólares por ahí, $50 [dólares] más o menos, no recuerdo.
MP: ¿A la semana?
JR: A la quincena, o semanal no me acuerdo, creo por semana eran $15 pesos, algo así. Ya no me acuerdo pero más o menos.
MP: Y entonces ahí, dice que ahí les daban la comida, ¿verdad?, ¿usted tenía que pagar por la comida?
JR: No eso se lo dan a uno, la compañía.
MP: Pos está bien, y platíqueme, entonces dice que nada más estaba usted o sea que no había gente.
JR: No, no había gente. Así como de aquí a ahí se miraba ahí una persona sola allá, pero ni yo me arrimaba con él, ni él se arrimaba conmigo pero por la desconfianza. Nomás nos mirábamos de lejos el uno al otro, pero que intentáramos ir a hacer amistades no porque, pues desconfía uno. Póngale que uno pos, no sé hablarte, no sé aquél pensará lo mismo que yo. Y nunca hicimos amistad, nomás nos miramos uno al otro así de lejos. ¿Pa qué?, mejor me vine, me aburrí y mejor me vine.
MP: Entonces, ¿no tuvo tiempo de por ejemplo conocer un poco más ahí del pueblo o algo?
JR: El pueblo, sí estuvimos una temporada unos, bueno fuimos nomás ahí de vagos a tomar cerveza ahí fuimos, pero nada esa es una parte chiquilla de a tiro, y fue todo lo que conocimos, pero no.
MP: ¿Y ahí no tenían problemas de racismo o algo así?, porque ya ve que en muchos lugares los mexicanos y los negros no podían entrar a muchos lugares.
JR: Pero en aquellos años estaba la cosa muy pacífico donde quiera, donde quiera. Cuando se empezó a descomponer todo fue el [19]70 y tantos para acá, el [19]78, [19]79 fue cuando empezó ya a generarse toda la gente, pa que en donde quiera como aquí, como lo que es Estados Unidos, Los Ángeles, California fue en donde empezó esos, greñudos esos, quién sabe ¿cómo se les llama?, esos hippies. Allá fue donde empezaron los primeros ahí en Los Ángeles, California y de eso se generó ya como el [19]77 por ahí, no recuerdo muy bien. Pero esto fue en Los Ángeles, California en esa época como el [19]77 ó [19]78, no recuerdo y fue cuando empezó a descomponerse todo en general, no nomás allá. Aquí estaba igual, en donde quiera, pero en aquellos años que fui yo el [19]63 todo estaba muy pacífico, no había maldad en ninguna parte. Sí había, ¿verdad?, natural pero así muy variable.
MP: Muy calmadito.
JR: Muy calmado.
MP: Y, ¿cómo era el ranchero?, su relación con el ranchero sí es…
JR: Era un negro.
MP: Ah, ¿era negro?
JR: Era el mayordomo pues del dueño, del americano. Ese era el mayordomo.
MP: Y, ¿cómo era él, sí era buena gente el mayordomo?
JR: Sí era buena gente porque cuando yo caí ahí al rancho no tenía qué comer. Duré casi dos días sin comer nada. Entonces llegó el ese negro, es el que se encargaba ahí de uno, él no sabía hablar y decirle como uno, en español uno tampoco como ellos, pero nomás me hizo señas, que ya como pude yo ya agarré el lápiz y ya mandé yo lo que necesitaba, esto, blanquillos, azúcar, café.
MP: ¿Le hacía la lista del mandado?
JR: Se la daba al negro y se iba y me la traía. Esa es la única manera que, el gas pues también, no había gas y también luego luego llegó la pipa y me llenó el tanque ahí. Así como decirle, sí, pero antes, yo lo hacía por andar, pos pa platicar, como estamos platicando, si no había a quien pos con quien platicara nada. Y todo lo hacía yo por allá, nunca Estados Unidos nunca me ha gustado, ¡nunca!, no sé, pero yo Estados Unidos no me gusta, ni me ha gustado nunca.
MP: ¿Ni hizo para sacar papeles o algo para estar allá?
JR: No, no, saqué un pasaporte local, pa ir a Los Ángeles, California fue como el…si pa esas fechas que fui pa allá, fue como el [19]70 y tantos, el [19]72, ó [19]77. Nomás que uno no sabe, ¿me entiende?, saqué el pasaporte en Ojinaga, porque, sí empecé yo a ir pa Los Ángeles. Sí me fui de todos modos, sin nada, pos yo tenía que ir a conocer y fui. Lo saqué en Pecos el pasaporte luego luego me lo entregaron, al mes fui por este por el, me dieron el permiso primero pa que pasara yo pa allá porque los gringos como el les dije que yo era impulsor de ganado y es lo que ellos quieren que no ande uno buscando trabajo allá. Que vaya uno a negocios, que vaya uno a comprar pa los animales y ya me dijeron: “¿Usted qué?”. “Yo soy impulsor de animales aquí de Ojinaga de, ¿cómo se llama?, de Ejido Carrizo. De aquí, de ejido Carrizo”, y no, luego luego: “Pos tenga el permiso, venga pues por su pasaporte, con ese puede pasar a comprar lo que usted quiera”, y luego luego me lo dieron. Cuando me lo quitaron fue aquí en Juárez, porque uno no sabe, un local es pa pasearse uno ahí luego luego, no irse pa allá uno, no me bajaron, pos sí me fui de todos modos, pagué un coyote y me fui porque yo llevaba, saqué un permiso reciente, un permiso pa irse a pasear allá como que, y con ese me fui, con ese coyote y, pero no, tampoco no aguanté y no me gusta.
MP: ¿No?
JR: No, no me gusta, uno está aclimatado a su pueblo de aquí y donde hay una parte seria, o partes chicas que no había tanto movimiento como allá.
MP: Es que más bien porque uno conoce aquí, ¿no?, aquí está la gente.
JR: Y aquí está uno criado, y se va uno allá, es diferente, ¿no?
MP: Y cuando se fue de bracero, ¿estaba soltero o ya se había casado?
JR: No, todo el tiempo he estado soltero.
MP: Ah, okay.
JR: Todo el tiempo.
MP: Ah, qué bueno.
JR: No tocó la casualidad que me casara, pos sí tuve muchas mujeres pero no, no tocó y ya está uno más pacífico así solo que como estaba.
MP: Qué bien.
JR: Si me hubiera casado en aquella época, en aquellos años ya estuviera igual, solo y sin nada. Igual, porque uno es como los pájaros mientras están en el nido están muy contentos ahí, pero ya nomás empiezan a volar y dejan el puro nido nomás.
MP: Se acaba el encanto.
JR: Ni papá, ni mamá, ni nada.
MP: Oiga y sus papás, ¿qué le dijeron cuando se fue para allá?
JR: No, no, nada pos, pos él también andaba ahí, también se fue ese mismo año. Nomás que ahí nos, en La Asociación de El Paso ahí nos desbaratamos y ya me jalaron pa mi pa Pecos. Fíjese y mi papá quién sabe pa dónde ganaría.
MP: Y, ¿tuvo alguna comunicación después con su papá o ya no?
JR: No, no, yo no duré mucho, yo luego luego me vine, pero no, no, no es mi vida Estados Unidos, es mentiras, sólo es un martirio porque viene a trabajar día y noche hasta que ya no le sirve pa nada, lo sueltan. No, no, y aquí anda uno más libre, más soberano.
MP: Dicen que ahí en Río Vista o en el Coliseo o bueno, en donde se juntaban los braceros, que ahí había representantes del Gobierno Mexicano, el cónsul.
JR: Sí, los que entregan a uno.
MP: Y no sé, ¿usted no, nunca le dijo a él de, pos de cómo lo trataban o de algo?
JR: Pos no, porque pos, ellos no me hicieron daño, para nada, sí ahí estaba ese Consulado Mexicano y una queja se le ponía a él y sí. Pero no, no nunca hubo problemas con nada y, ahora que me entregaron al cónsul americano y ellos me echaron para El Paso y agarraba el tren especial que me mandaban hasta México así creo era vapor, máquina.
MP: Y ahí al cónsul cuando lo entregaban ya ahí a él, ¿usted este, no sé, tenía que entregarle algún documento o algo o usted tenía que firmar algún documento de que ya se había acabado o así nada más?
JR: Pues este es el contrato, este que traigo aquí, éste es. Y este lo debí de haber entregado allá, pero no lo entregué me lo traje mire, la he guardado porque yo la guardé porque dije voy a guardarla como una identificación.
MP: ¿Sí?
JR: Ta mi fotografía, todo esto, por eso lo ha guardado. Y cuando según aquí dice que iban a sacar éste, que iban a todos los braceros, aquí fue en el municipio, aquí, todo creímos que todos los braceros que habían trabajado allá le iban a dar un dinero, como una ayuda, como una pensioncita al que tuviera su éste, y no, ahí la llevo yo aquí este papel, ahí va el papel pa allá. Puras mentiras, está todo, todo el papeleo que se mandó de aquí está allá. Será la oficina que está a la entrada a El Paso, o será las que están de aquel lado pos son oficinas que estaban en la entrada de El Paso. Ahí está todo el papeleo, y ya registrado y todo y todo pero no, pura mentira, a poco van a darle dinero a uno, no, no están tontos, lo quisieran pa ellos, no pa uno.
MP: Oiga, ¿y le mandaba dinero a su mamá?
JR: ¿Quién?
MP: Usted.
JR: Pues cuando vine pos sí le di pero pos, ¿qué le mandaba?, si no trabajé más que como unos veinte días nomás en el riego y me aburrí y me vine. No, no, ni de dónde, allá pa juntar un peso necesita uno batallar, cuando estuve en Pecos, en Los Ángeles, California me puse a lavar platos, me pagaba $60 pesos por semana, haga de cuenta que estaba aquí ganando lo mismo que aquí en Meoqui, yo con $60 pesos aquí no compro yo nada, algún frasco de café y la azúcar, ahí está ya, si quiere juntar pa mandar usted, entonces necesita aguantar usted unos quince, veinte días pa mandar unos $100 pesos, $120 y que le quede poquito pa gastar. Por eso no, si allá está igual que aquí, pero pa ganar $60 pesos le suda uno bastante.
MP: O sea que para usted el programa así en general este, fue buen programa, no fue tan bueno o, ¿cómo pudo haber estado mejor?
JR: Pues digo mejor, mejor no hay como México. Porque aquellas partes allá no, yo si no me pongo a pagar apartamento, a pagar lo que me comía yo con $60 pesos no había vivido, nomás que ahí los amigos ahí comía con ellos, ellos me daban. Dije: “Ahí nos vemos, aquí no, no hay porvenir”. Nada, es puras mentiras Estados Unidos, sí podía ganar pero esas gentes que no gastan, que mejor se aguanta el hambre, puede ganar un peso, pero a costas de comer no hacer dinero. Pues sí había juntado como comía $7 pesos por semana y si yo me amarro la tripa a no comer pos sí había juntado pero a mí me gusta comer.
MP: Claro, y para eso se trabaja también, ¿no?, si no, ¿para qué?
JR: Nada pa hacer dinero no, y así por el estilo, todos, por ahí anduve viendo nada más pa que no le cuenten a uno, puras mentiras. Sí sabe en donde quiera se junta dinero queriendo juntarlo aquí, si quiere juntar un peso lo junta, pero anda evitando tomarse una soda, o comerse un pan pa poder no gastar y ese no es el chiste de vivir la vida, el chiste es que quiera esto, luego luego, que no traía bueno pos, se aguanta porque no trae.
MP: Y, ¿allá qué hacía para divertirse?
JR: ¿En dónde?
MP: Allá en Pecos, ¿salía a bailar o salía al cine o salía a tomar cervezas?
JR: Salíamos a tomar cerveza al pueblo un rato por la noche.
MP: ¿Quiénes se iban?
JR: Pues amigos míos nomás, pero era todo y a jalar otro día.
MP: ¿Allá amigos del mismo rancho?
JR: De aquí sí, sí pos éramos de aquí mismo nomás que ellos estaban aparte, ellos en otro rancho y yo estaba allá solo, llegaban por mí, y nos íbamos allá, así es.
MP: Qué bueno, pues no sé si tenga otra cosa que añadir a la entrevista.
JR: Pues es todo, es todo lo que hemos platicado, ya platicamos una cosa más o menos bien que confronta, pues si fueran mentiras pos sería mal.
MP: No, no y es que pues sí para…pues es que hay opiniones de todas, ¿no?, a unos sí les fue bien, les gustó, a otros no tan bien porque pues más bien el trato que recibieron, ¿no?
JR: Pos al que le gustó todavía está allá, al que no le gusta ya anda por aquí. Toda, pura gente que va a trabajar allá, que se hace ciudadano allá y que trabajan allá a la cierta edad la echan para acá a que se venga a morir aquí a México. Ahí andan, ¿por qué? Porque ya los, toda la gente que acaban con ellos, ora quieren pura gente nueva de unos de veinte a treinta años pa que den todo lo que deben dar, entonces ya a los setenta vámonos a México porque ya no sirves tú, pos ahí tiene un peso guardado pero, ¿pa qué lo quieren?, ¿pa qué?, pa la caja. No, no, estamos mejor así, y aquí en la sombra. (risas)
MP: Qué rico.
JR: No hay como México.
MP: Así se disfruta la vida, ¿no?
JR: Como decía Jorge Negrete en aquellos años: “Como México, no hay dos” y no es mentira. Y en aquellos años decía, que ya son como cincuenta años y ya Jorge Negrete traía esa palabrita: “Como México, no hay dos” porque me acuerdo yo pos, hemos vivido en México más o menos tranquilo, a gusto y cobraremos lo que cobran pero muy tranquilos, soberanos, no hay como unos esclavos, no.
MP: Y aparte sin el temor de que ahorita viene La Migra o algo, ¿no?
JR: Pues sí ya van y lo avientan por allá a los desiertos pa que muera allá, no sé nunca me ha gustado nunca, nunca.
MP: Bueno, pues muchas gracias por la entrevista y por el tiempo.
JR: Gracias a usted, gracias.
Fin de la entrevista
Interviewer
Parra-Mantilla, Myrna
Interviewee
Rodríguez Méndez, Jesús
Location
Meoqui, Chihuahua, México
File Name Identifier
Rodriguez_Mendez_CHIH029
Citation
Parra-Mantilla, Myrna and Rodríguez Méndez, Jesús, “Jesús Rodríguez Méndez,” Bracero History Archive, accessed November 26, 2024, https://braceroarchive.org/es/items/show/18.