Jesús Bautista Rodríguez
Title
Jesús Bautista Rodríguez
Description
Biographical Synopsis of Interviewee: Jesús Bautista Rodríguez was born in 1924, in Tonaya, Jalisco, México; he had three brothers and two sisters, both of whom passed away; they were all born on a ranch and came from a family of agricultural workers; his father hired a tutor for the children, but Jesús never liked school, consequently, only his brothers were formally educated; by the time he was twelve years old, both his parents had passed away; in 1956, Jesús enlisted in the bracero program, and he labored primarily in California, picking blackberries, cherries, pears, strawberries, and tomatoes; after the program ended, he worked in the United States illegally for a time, but he was later able to obtain legal documentation.
Summary of Interview: Mr. Bautista briefly discusses his family and childhood; he was married in 1947, and he and his wife later had four children; by 1956, his wife became very ill, which prompted him to enlist in the bracero program in Guadalajara, Jalisco, México; from there he was transported to Empalme, Sonora, México, then to Mexicali, Baja California, México, where he underwent medical examinations; as a bracero, he labored primarily in California, picking blackberries, cherries, pears, strawberries, and tomatoes; he goes on to detail the different worksites, duties, schedules, living conditions, provisions, housing, accommodations, payments, and remittances; in addition, he describes an instance in which a foreman separated him and eleven other men from the rest of the braceros to offer them permanent work, housing, and the opportunity to bring their families to the United States; he turned down the chance, because he wanted to return to México, with his family, where he was most comfortable; furthermore, he explains that as a bracero he was paid poorly and often just earned enough to pay for food; even so, he was able to pay off his home in México; after the program ended, he worked in the United States illegally for a time, but he was later able to obtain legal documentation.
Summary of Interview: Mr. Bautista briefly discusses his family and childhood; he was married in 1947, and he and his wife later had four children; by 1956, his wife became very ill, which prompted him to enlist in the bracero program in Guadalajara, Jalisco, México; from there he was transported to Empalme, Sonora, México, then to Mexicali, Baja California, México, where he underwent medical examinations; as a bracero, he labored primarily in California, picking blackberries, cherries, pears, strawberries, and tomatoes; he goes on to detail the different worksites, duties, schedules, living conditions, provisions, housing, accommodations, payments, and remittances; in addition, he describes an instance in which a foreman separated him and eleven other men from the rest of the braceros to offer them permanent work, housing, and the opportunity to bring their families to the United States; he turned down the chance, because he wanted to return to México, with his family, where he was most comfortable; furthermore, he explains that as a bracero he was paid poorly and often just earned enough to pay for food; even so, he was able to pay off his home in México; after the program ended, he worked in the United States illegally for a time, but he was later able to obtain legal documentation.
Creator
Shreibati, Annette
Bautista Rodríguez, Jesús
Date
2006-05-26
Subject
bracero
Rights
Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso
Language
spa
title (Spanish)
Jesús Bautista Rodríguez
Rights Holder
Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso
Online Submission
No
Original Format
Mini Disc
Duration
42:00
Bit Rate/Frequency
24 bit
96 k
96 k
Transcription
Nombre del entrevistado: Jesús Bautista Rodríguez
Fecha de la entrevista: 25 de mayo de 2006
Nombre del entrevistador: Annette Shreibati
This is an interview with Jesús Bautista Rodríguez in May 25, 2006 in San Bernardino, California. My name is Annette Shreibati. This is for the Bracero Oral History Project.
AS: ¿Dónde y cuándo nació usted?
JB: ¿Dónde y cuándo? Bueno, le podría decir, nací en un rancho que se llama La Piña
y bautizado en Tonaya.
AS: ¿En México?
JB: Es…
AS: ¿En Jalisco?
JB: En Tonaya, Jalisco, [d]onde hacen el vino de Tonaya pa tomar, ey.
AS: Y, ¿cuál año nació?
JB: ¿Eh?
AS: ¿En cuál año nació usted?
JB: En 1924 nací yo, sí. Allí está mi acta de nacimiento, pero como se quedaron allá en la casa. Tengo tres o cuatro actas de nacimiento, pero lo que tienen, lo que tiene aquí mis papeles, estos que traigo aquí, es ciertísimo.
AS: Y hábleme de su familia y del lugar donde nació usted.
JB: ¿Donde yo nací?
AS: De su familia.
JB: ¿De mi familia y todo?
AS: Sí.
JB: Pos yo allí en ese rancho fui nacido. Y en ese rancho se murió mi padre y se murió mi madre.
AS: Oh, ¿sí? ¿Cuántos años?
JB: Tenía seis años yo cuando se murió mi madre. Y tenía doce cuando se murió mi padre.
AS: Y, ¿a qué se dedicaban sus papás?
JB: Mi padre se dedicaba al agricultura, ey.
AS: ¿Su mamá?
JB: Pos ella de la casa, en la casa, a criar muchachos.
AS: Sí. ¿Cuántos hermanos o hermanas tuvo?
JB: ¿Hermanos nosotros? Bueno, que yo me acuerde nos criamos cinco, siete por todos. Dos se murieron y quedamos cinco. Dos mujeres y tres hombres, pero las dos mujeres ya se murieron.
AS: Y, ¿dónde viven ellos ahorita, los otros?
JB: ¿Mis hermanos? Uno vive en El Grullo y otro vive en un rancho que se llama La Ciénega, municipio de El Limón, ahí viven ellos. Y yo aquí en este valle de lagrimas, en Pomona, ey.
AS: Y, ¿fuiste a la escuela?
JB: Te estoy diciendo que no fui ni siquiera quince días.
AS: Ah.
JB: Pero porque no me gustaba.
AS: ¿Aprendiste a escribir?
JB: Los padres de nosotros en ese tiempo pagaba una profesora con su dinero.
AS: Oh, ¿sí?
JB: Que venía a darnos escuela. Mis hermanos, los demás, todos saben de escuela todos.
AS: ¿Ellos sí?
JB: Ellos sí. Mis hermanos.
AS: ¿Sabe leer o escribir?
JB: Ellos sí saben, yo no, porque no tuve escuela, porque no quise ir nunca. Porque va a trabajar se van.
AS: ¿En qué trabajó usted de niño?
JB: Pues la agricultura, pues. Sembrar maíz y frijol, chiles y todas esas cosas. En eso es lo que yo trabajaba. Hasta ahora que me vine pa acá, yo no trabajo en nada, aquí nomás ahí [es]toy.
AS: Y, ¿cómo se enteró del Programa Bracero?
JB: ¿De eso de braceros? No, pos está aquí y está en México.
AS: Fuiste, ¿cuántos años cuando te enteraste de la programa?
JB: El año pasado.
AS: No, cuando fuiste niño y cuando fuiste en México, ¿cómo se enteró usted de la programa de este, braceros?
JB: ¿De este de braceros? Yo hasta aquí, hasta aquí me… Y viviendo aquí.
AS: Oh, ¿cuándo se emigró?
JB: Ya viviendo aquí.
AS: ¿En cuál año se emigró?
JB: Ya oí decir que braceros y entonces, vine aquí con este, con Ramón Ortiz.
Con una, había una señora.
AS: No, de aquí no, de esta parte no.
JB: ¿Eh?
AS: De cuando fuiste, de la Programa Bracero, cuando trabajaste de…
JB: La primera señora que estuvo aquí y ya vinimos aquí. Y después ahora está otra señora y este que está ya último, aquí este hombre, Ramón.
AS: En México, ¿cómo le llamaron a la Programa Bracero?
JB: En México, yo no me he querido arrimar allí, porque yo…
AS: En Jalisco.
JB: Porque yo voy a México y duro un mes o dos y me vengo. Pero fui allí [d]on[de] [es]taban ellos allí, que braceros y ya le digo así.
AS: Y, ¿en cuál año empezó del contrato de bracero?
JB: Eso sí no sé yo en qué año empezarían. Pero yo hasta el año pasado me di cuenta y vine aquí.
AS: No, no. ¿Empezó en 1956 de bracero?
JB: De bracero en 1956 yo fui.
AS: Sí.
JB: De bracero.
AS: Y, ¿cómo fue el proceso de contratación?
JB: ¿De contratación? Nosotros de El Limón, yo vivía en El Limón, El Limón, Jalisco, Municipio de El Grullo. Allí vivía yo y la contratación estaba en Guadalajara y allí vinimos a enrolar nosotros allí y de allí nos vinimos a Empalme.
AS: Y, ¿qué requisitos debían cumplir para ser braceros?
JB: ¿Pa ser braceros? Que no estuviera tísico ni enfermo, es todo.
AS: Y, ¿cómo fue el examen físico?
JB: ¿Eh?
AS: ¿Cómo fue el examen físico?
JB: ¿El examen físico? Pues eso sí no sabría decirle yo, porque allí lo metían allí en la máquina y lo medían, ¿no?
AS: ¿Lo medían?
JB: De a lo alto. Y luego me repegaban la máquina, a ver si estaba malo del pulmón o a ver qué tenía. Y el que estaba malo, se iba pa atrás, ey.
AS: Y, ¿en cuál ciudad era eso?
JB: ¿Eh?
AS: ¿En cuál ciudad pasó esto?
JB: En Mexicali. Ahí está el corralón en Mexicali.
AS: Ahí.
JB: Ey.
AS: Y, ¿le sacaron sangre ahí?
JB: No, no me sacaron sangre. Al menos a mí no me sacaron sangre.
AS: ¿Los autoridades mexicanos o norteamericanos le dijeron qué debían esperar su trabajo de bracero?
JB: No, nosotros de allí, llegaba uno de aquí, ¿no? Pa allá. Y decía: “Ocupo diez, ocupo veinte, ocupo quince”, o así. Y entonces, lo abocaban a uno, lo subían al carro y se lo tráiban hasta acá.
AS: ¿Por qué se dedicó usted ir a los Estados Unidos?
JB: Que, ¿por qué me di qué?
AS: ¿Por qué te dedicaste ir a los Estados Unidos?
JB: No, pos yo en ese tiempo, porque quería de ganar dólares, pues. Y como mi señora estaba muy enferma y yo dije: “Voy a ir yo”.
AS: ¿Quién estaba enferma?
JB: Mi señora.
AS: ¿Cuándo es casó usted?
JB: No, pos yo, yo me junté con mi señora en 1947.
AS: ¿Antes que fuiste bracero, pues?
JB: Sí, pues, ya cuando vine de bracero, ya tenía yo tres o cuatro muchachos. Ésta es una.
AS: ¿Tres o cuatro?
JB: Ésta es una. Ésta es la segunda, ésta. Y ya tenía tres, tres mujeres. Ésta que vino aquí y otra más grande y otra más chica.
AS: Sí.
JB: Cuando yo vine aquí. Y ya mi señora enferma y me vine pa acá. Y cositas así, ya.
Pero, yo por eso no duré mucho aquí, nomás.
AS: ¿Cuántos años? ¿Un año nomás?
JB: No, yo nomás vine poquito tiempo aquí.
AS: De bracero.
JB: Ey. Porque yo allá tenía mi familia y mis hijos. Ya nomás que me dijeran: “Pos ya está curada”, y yo me regreso de vuelta.
AS: Sí.
JB: Y ya viniendo yo aquí, acabé de pagar una casa que yo, que yo había comprado. Porque yo siempre tenía mis labores allá, ya tenía tres yuntas de maíz bien buenas allá. Acabé la yunta y me vine yo pa acá.
AS: Y, ¿dónde cruzó usted la frontera?
JB: No, pos yo no crucé frontera. En Empalme nos contratamos.
AS: Y, ¿qué tuvo que hacer para obtener su permiso de trabajo cuando fue usted bracero?
JB: ¿Permiso de trabajo? No, no, pos nada, mas de que llegaban por uno y ya.
AS: ¿Tuvo alguna opción sobre el tipo de trabajo o la ciudad, o el salario cuando fuiste bracero?
JB: Ese, el salario estaba muy, muy de a tiro, muy pobre. Le pagaban a uno muy pobre.
AS: ¿Qué le pagaban?
JB: Piscábamos fresa. Cuando yo me fui a piscar fresa, me pagaban unas cajitas que son así, pos usted, porque bien las conozca, por lo que la que veo muy nueva. Yo una señora que estuviera más grande sí sabía y todo. Y a uno se la pagaban a $0.50 centavos y a los que, los empapelados que estaban acá, se las pagaban a peso. ¿Se imagina?
AS: Sí.
JB: Y el día que allí no teníamos trabajo, buscamos nosotros allí, nos salíamos los domingos y nos juntamos con otras cuadrillas de los que, allá y le daban trabajo a uno onde fuera, onde se paraba. Ahorita está muy trabajoso.
AS: Sí.
JB: En ese tiempo, onde paraba uno le daban trabajo.
AS: ¿Cuántos años trabajó usted? O, ¿en cuántos lugares diferentes trabajó usted de bracero?
JB: Aparte de Ripley, no me acuerdo cómo se llama el otro rancho, pero está de Sacramento pa abajo, por un canal pa abajo, entre medio de Sacramento y Río Vista. Pero era una casita así, una, como un rancho nomás así, el mismo rancho.
AS: Hábleme del lugar donde trabajaste más tiempo.
JB: ¿Ah?
AS: En el lugar donde trabajaste más tiempo de bracero, háblame de ese lugar o del trabajo allí.
JB: ¿Onde trabajé de bracero?
AS: Sí.
JB: No, pos ahí duré poquito, pero de todos modos el señor era de acá de Guadalajara, el dueño. Se llamaba Alfredo de la Torre el señor. Nomás que yo nunca quise quedarme allí, yo dije: “Yo me voy pa mi casa”.
AS: ¿Por qué? ¿Por qué no te gustó?
JB: Porque yo me mantengo en mi tierra, me mantengo más a gusto que aquí.
AS: ¿Allá en México? ¿Por qué?
JB: Pos ya tengo mucho trabajo y todo, allá.
AS: ¿Le pagaron más allá?
JB: No, no, más no, pero en su tierra de uno, allí me crié cuando estaba chiquillo, ahora de grande.
AS: Sí. ¿Las condiciones de vida fueron mejor allá que aquí?
JB: ¿En dónde?
AS: ¿En ese tiempo?
JB: Donde está uno criado le cae, al menos a mí, me cae mejor mi tierra que aquí donde estoy. Pero como ya es antojo de mis hijos que me arreglaron papeles y tengo que ya ellos son los que ahí me tienen y ahí me tienen. Porque ya tengo viviendo muchos hijos aquí.
AS: Oh, ¿sí? Sí.
JB: Y esta es la idea que ellos son, que ellos son los que: “No, aquí se va a estar con nosotros”. Que esto. Pero, yo quisiera, tengo idea, pero no, no he hecho un tiempito yo, porque yo de mojado trabajé mucho tiempo aquí. Yo de mojado sí trabajé.
AS: Oh, ¿sí? ¿Cuándo?
JB: ¿Eh?
AS: ¿Después que terminaste de bracero?
JB: Como, como el [19]87, por ahí, no me acuerdo, un año de esos. Yo trabajé en Madera. Duré trabajando ahí un año seis meses de mojado. Pero yo andaba, trabajaba con otro seguro de otros, ¿vedá? Y al arrancón este, le presté mi seguro, ese seguro que yo tenía, se lo presté a un amigo y lo agarraron, lo trajeron y ya cuando ya se lo pedí: “No, pos me quitaron todo y me quitaron todo”. Pero, yo ya vine aquí a San Bernardino. Y fui a allá a una oficina que está por aquí, pa allá pa abajo y le platiqué, pues. Me dijeron que… Le dije: “Lo malo es que no me acuerdo el número con que yo trabajé”.
AS: ¿De bracero?
JB: De mojado, de mojado. De bracero, porque traía mi tarjeta.
AS: Sí.
JB: ¿Vedá?
AS: Sí. Describa el trabajo que usted hacía como bracero.
JB: Primero piscando fresa y muchos trabajillos así que lo llevaban, ¿no? Piscar fresa, piscar zarzamora, plantar jitomate. Y puras chambitas de esas andábamos allí. Al último, fuimos dos o tres días de cortar de ese cherry. Pero se vino uno de arriba y se atoró en las ramas y ya después no quisieron ir.
AS: Sí.
JB: Porque estaba alto los palos. Pero allí duré poquito. Nos pagaban repoquito y no nos daban chamba allí.
AS: ¿Cuánto le pagaban?
JB: Nos pagaban a $0.80 centavos la hora, pero había veces que se trabajan, nomás nos llevaban un ratito y ya nos tráiban al campo y ya otro día a otro lado y pos así nos tráiban nomás, sacaba uno nomás como pa comer.
AS: Claro.
JB: Pero nomás le daban la comida después allí, ¿no?
AS: Sí.
JB: Pero dinero no había nada. Y de ese modo ya empezaron allí a renegar la gente y nos mandaron pa arriba. Y allá jue cuando ya ganamos $0.80 centavos la hora y pichoqueando betabel y jitomate; eso hacíamos nosotros ahí. Y ya después me ofrecen piscar pera y nos pagaban $0.90 centavos la hora. Nos daban diez horas, ganaba uno $9 pesos.
AS: ¿Fue duro el trabajo?
JB: Ey. Y se acabó esa chamba y fuimos a piscar jitomate y ahí fue donde ya no me gustó, me fui pa mi casa, no me gustó la chamba, porque daban muy poquitas, muy poquitas horas de chamba. Poquitas horas de chamba, nomás pa estar allí perdiendo el tiempo, no, mejor ámonos.
AS: Sí.
JB: Me fui pa mi casa yo, inmediatamente a mi casa.
AS: ¿Cómo fueron las condiciones de vida?
JB: ¿Las condiciones?
AS: Sí, como la comida que les dieron, las camas, a donde vivieron.
JB: Bueno, nosotros, yo onde yo estuve, comida había de sobra, nos daban de comer. Onde yo estuve había mucha comida.
AS: ¿No había mucha comida?
JB: Mucha.
AS: Había.
JB: Mucha comida ahí.
AS: Sí les dieron.
JB: Ahí donde estuve primero, allí mataban las vacas ellos allí, la raza las mataba y la destazaba y allí alzaban la carne.
AS: Oh, ¿sí?
JB: Recién matadita ahí. Y ya cuando me fui pal otro rancho, de todos modos nos daban de comer bien.
AS: ¿Sí?
JB: Yo de eso no me puedo [quejar], no me quejo yo. Yo onde yo estuve, me daban de comer bien. Un día nos daba una comida, otro día otra y otro día otra y otro día otra. Y allí hacían las tortillas, le daban tortilla. Nomás en la mañana no. En la mañana quequis con una conserva como de fresa así, pa enjarrarles, les untamos ésas. Y nos echaban lonchecitos de esa cosa, bologna y otro.
AS: Oh, ¿sí?
JB: Cosita, cuatro, ocho rebanaditas de pan.
AS: ¿Le gustó la bologna?
JB: Uno de fresa, ese no me gustó.
AS: ¿Sí?
JB: No, ése se lo daba a otros. (risas) Me comía nomás el pan, sí, estamos allí.
AS: Pos tú dijiste que le daban bien de comer o, ¿no le daban?
JB: Nosotros, onde yo estuve daban bien de comer.
AS: ¿No?
JB: Bien nos daban de comer.
AS: Bien. Menos la bologna.
JB: Bien de comer nos daban. El día que nos daban gallina, el que era bueno pa comer, se comía una gallina entera. El que quiera más, daba vuelta a hacer cola y volvía a entrar de nuevo. Salía pa allá al apunte y se daban vuelta y ya acá entraba otra vez.
AS: Y lo demás, ¿a dónde durmieron? Y, ¿a dónde vivieron?
JB: Bueno, ¿pa dormir así pa nosotros? No, nosotros, nosotros tenemos… Estábamos tres en un cuartito, tres, ¿no?
AS: Tres. ¿En camas?
JB: En camas.
AS: ¿Cada uno tenía cama?
JB: Todos, todas, todos, onde eran las barracas que había, ¿verdad? Como ésta era una cama, ¿no? Más bajita, más bajita que ésta y arriba estaba otra. De dos camas, uno abajo y otro arriba, uno abajo y otro arriba. Onde yo, en donde yo anduve, así estaba. Pero nosotros agarramos ese cuartito y luego teníamos cada uno su cama allí. Pero los demás, los demás toda la gente demás en la barraca, ¿vedá? Estaba un arregladero de camas ahí, de a dos, otro aquí y otro acá, eran de a cuatro rengleros de esos, de a dos en dos. Habíamos quinientos allí.
AS: ¿Quinientos? ¿En cuál ciudad?
JB: En este rancho.
AS: ¿En cuál ciudad?
JB: Era un rancho.
AS: ¿En cuál ciudad?
JB: Era un rancho y ni me acuerdo cómo…
AS: ¿En Ripley?
JB: Ni me acuerdo cómo se llama allí.
AS: En…
JB: Pero…
AS: ¿En California era?
JB: En California, aquí en California. Entre medio de Sacramento y Río Vista.
AS: Y, ¿fueron quinientos todos los braceros fueron mexicanos o tenían de otros?
JB: Habían de todas clases.
AS: ¿Sí? ¿De qué?
JB: Habían negros también allí.
AS: Oh, ¿sí?
JB: Negros.
AS: ¿Cuando fuiste bracero?
JB: Ey. Habían negros también allí.
AS: Y, ¿qué?
JB: Pero la mayoría eran mexicanos.
AS: Negros y, ¿qué más había?
JB: La mayoría mexicanos y los negros eran muy borrachos allí y los mandaron pronto pa afuera.
AS: Oh, ¿sí?
JB: Ey.
AS: Y, ¿hablaban ustedes con los negros?
JB: ¿Con los negros? No.
AS: ¿No?
JB: No. Con los negros no, nosotros era aparte, estábamos aparte nosotros.
AS: Oh, ¿sí? Y, ¿había problemas entre ustedes?
JB: No.
AS: ¿No?
JB: Con los que… Bueno, los que tomaban vino, pero el mayordomo allí estaba al cuidado de ese rancho, bien cuidado allí, ¿no? Ése vigilaba, ése vigilaba de noche.
Si oía una borrachera, se arrimaba y gritaba: “No más. Y el que se pase de listo, se va, aquí no queremos nada. Aquí todos somos parejos. Aquí no hay bravo ni hay nada aquí. Todos somos iguales aquí”. Yo estuve a gusto allí. No, yo no me quedé allí porque no quise.
AS: ¿Por qué no?
JB: Pues no, no. Nos apartó el mayordomo.
AS: ¿Él los apartó?
JB: El mayordomo nos apartó, éramos doce.
AS: ¿Doce qué?
JB: Doce personas así. “Vengan julano y zutano con el contrato”, ¿no? Los número del contrato. Ah, bueno. “Julano y zutano”, voy así ya. “Aquí quiero que ustedes se queden aquí a trabajar. Aquí se les va a dar trabajo por vida”.
AS: ¿Por vida?
JB: “Y casa pa que vivan”.
AS: ¿Fue un contrato nuevo?
JB: Sí, pues por dieciocho meses. Pero el trabajo era pa tenerse, ¿no?
AS: Sí.
JB: “Y que le quiero dar trabajo a usted de por vida y casas, les voy a dar casas y le voy a dar trabajo. Y el que quiere quedarse, aquí le damos dinero pa que mande traer su familia. Pa que la pase”.
AS: Y, ¿no quería hacer?
JB: Yo dije: “Yo de mi parte, no”, pos como esos que quiere quedarse, que se quede. Ya tarde se me hace ir pa mi casa. Yo a mi México lo quiero mucho. Allá me crié cuando, cuando tenía doce años me crié, ya de viejo, ¿qué? Pos se me hace más fácil quedarme allá a vivir yo. Pero ya ve cómo está este mundo. Y ahora, pos por mis hijos estoy aquí.
AS: ¿Aparte de negros, fueron más personas diferentes, como filipinos, japonés?
JB: No, de esos no había ahí.
AS: ¿Qué? ¿Qué había?
JB: Allí nomás negros.
AS: ¿Negros y mexicanos?
JB: Ey. Y los negros esos, pos pronto ya no había, pa fuera, porque muy huevones, no trabajaban. Y buenos pa tomar.
AS: Oh, ¿sí?
JB: Ey.
AS: Y los patrones, ¿los trataban diferentes a los negros o los trataban igual?
JB: Bueno, en lo que yo me diera cuenta, no, a nosotros… Bueno, yo no, como yo no salía pa, pa nada, ¿no? Del trabajo, llegaba uno de trabajar y a comer. Y ya comía uno y se iba a encerrar arriba. No había que ir pa allá y que va acá, nada. El que quiere ir al pueblo, cada ocho días nos llevaban. ¡Ah! ¡Pase usted pa que me ayude, tráigase la guitarra pa cantar entre los tres! Oiga el ruido. El que quiere ir al pueblo, cada ocho días lo llevaban a uno al pueblo, el que quisiera ir. Pero yo, yo hasta pa eso, no me gustaba ir a ninguna parte. Allí había todo.
AS: ¿Qué? ¿Cuál era el pueblo más cercano?
JB: ¿El pueblo más cercano allí? Sacramento.
AS: ¿Sí? Y, ¿usted no fue al pueblo?
JB: Nunca quise ir a Sacramento.
AS: ¿Por qué no?
JB: No me gustaba ir a andar así. Y luego con poco dinero, menos.
AS: ¿Qué hiciste para divertirse?
JB: Yo mi dinerito que ganaba, yo lo mandaba pa mi casa, pa mi señora.
AS: ¿Cómo lo mandaba?
JB: ¿Eh?
AS: ¿Cómo lo mandaba?
JB: Allí hacía uno, el que quiere mandar dinero allí hacía una carta y el mayordomo iba y lo ponía. Uno nomás hacía la carta y metía el money order allí. Allí tenía un money order, ahí tenían ellos, allí. Entonces se iba allí. Hacía la carta, le pone la carta y él iba y la llevaba al pueblo. Y él mismo tráiba aquí y allá eso.
AS: Y, ¿cómo se comunicaba con su familia?
JB: ¿Quién, yo?
AS: Sí, con su esposa y sus hijos.
JB: ¡Por las cartas!
AS: Por la carta.
JB: Puras cartas.
AS: Y, ¿los visitaba?
JB: ¿Eh?
AS: ¿Los visitaba cuando fuiste bracero? ¿Visitaba a su familia?
JB: No, pos, ¿cómo los visitaba, yo acá y ellos allá? Por carta nomás, están bien o están mal y así, ¿no? Y ellos de allá pa acá también, estamos así.
AS: Sí.
JB: Y: “Estamos bien o estamos mal, está este enfermo, está esto así”, y todo.
AS: Sí.
JB: Pero, por puro así.
AS: Sí.
JB: Por teléfono nunca me gustaba hablar tampoco.
AS: No. Y, ¿qué más hicieron para divertirse en los campos?
JB: Padre de Ramón. (risas) ¿Pa qué?
AS: En los días de descanso, ¿qué hiciste usted para divertirte?
JB: ¿Pa divertirme? Le estoy diciendo que yo no salía a ninguna parte.
AS: ¿No?
JB: Allí estaba diario siempre, nunca quería salir.
AS: ¿Jugaban deportes?
JB: No, a mí nunca me ha gustado eso.
AS: ¿Películas?
JB: Nunca me ha gustado eso a mí.
AS: ¿No?
JB: No.
AS: ¿Tenían radios?
JB: Yo allí nomás estaba allí, ahí estaba. El día que no trabajábamos yo allí estaba yo allí. Había, allí había refrescos y había todo lo que quería uno ahí, ahí tenían todo.
AS: ¿Cuántas horas por días trabajaste?
JB: ¿Cuántas horas? Allí nos daban diez horas de trabajo.
AS: Diez horas. Y, ¿todos los días? ¿Les dieron un día de descanso?
JB: Toda la semana.
AS: ¿Toda la semana?
JB: Toda la semana.
AS: Y, ¿había alguna discriminación en el trabajo?
JB: Con el mayordomo que yo andaba, no. Era un mayordomo muy bueno, muy bueno. Yo de los mayordomos no me quejo, de ninguno, ni de ninguno, ni del…
AS: ¿De los braceros?
JB: Todos, no me quejo de ninguno. Uno a su trabajo y a su trabajo. Que vamos a hacer esto, vamos haciendo esto.
AS: ¿Alguna vez fueron autoridades mexicanas al lugar donde usted trabajaba?
JB: Autoridades, que yo haya, bueno, yo nunca vi nada de eso.
AS: Y, ¿La Migración fue?
JB: Menos.
AS: Menos.
JB: Menos. Mire, pa acabarla, le voy a acabar de contar fácil todo eso. Mire, duré un año seis meses de mojado en un rancho que se llamaba El Pecos Rancho, aquí a un ladito de Madera y yo nunca conocí La Migración.
AS: Oh, ¿sí?
JB: Y allí sí iba yo al pueblo, a Madera y iba a onde había tomadera, a tomar cervecitas y todo esa cosa. Y yo nunca los conocí. “Pos, ¿qué son? O, ¿qué son?, ¿cómo son?”. O, ¿cómo serán? Y que aquí asaltaron y que acá asaltaron y que acá asaltaron. Yo nunca supe de eso. Hasta hace más o menos como unos cinco años conocí los de La Migra aquí en Pomona, aquí [d]on[de] [es]toy. Porque le pregunto a un nieto mío, a un hijo de este que me trajo. Va diciendo: “¿Cómo es La Migra? ¿Cómo son los cabrones? O, ¿qué es eso?”. Y yo andaba aquí también de mojado. “¿A poco no los conoce?”. “Yo quiero conocerlos, yo nunca los he conocido a los cabrones, cómo son”. “Ahí, esos son, mire, esos que están ahí”. Ahí estaban cuando nosotros íbanos a dar vuelta, ahí estaban.
AS: Y, ¿alguna vez alguno de los trabajadores o usted organizaron protesta laboral?
JB: Que, ¿de protesta así que…?
AS: ¿De que no le gustara algo del trabajo de bracero?
JB: Bueno, yo onde anduve con el mayordomo que allá anduve yo, nunca hice nada. Anduve con, con tres mayordomos que yo anduve, nunca, nunca nos decían nada. “Vamos a hacer esto”. A trabajar.
AS: ¿Qué sucedía cuando usted iba enfermo o tuvo accidente?
JB: ¿Cuándo estaba enfermo? En ese tiempo de bracero yo nunca me enfermé. Nunca me enfermé.
AS: Oh. ¿Ni tuviste accidente?
JB: Creo no, yo nunca. Le dije que no salía ni nada, ni que esto, que aquí, ni nada. Y cuando estuve de mojado aquí en Madera, sí me enfermé una vez, pero inmediatamente el mayordomo me llevó, inmediatamente me llevó al hospital. Tenía seguro y tenía todo.
AS: ¿Había una iglesia católica cerca de donde trabajaste de bracero?
JB: Eso sí no sabría decirle yo, porque yo nunca fui a las iglesias y hasta la fecha, no voy. Voy como, como, en mi pueblo también cuando necesito yo algo, que un amigo va a bautizar un niño, que se va a casar un amigo, que va a hacer o aquí también, que alguien de mi familia va a bautizar, nada menos este, ahora en estos días fueron a hacer dos primera comuniones aquí nietos míos, ahí, bisnietos y de ese modo he ido yo aquí a las iglesias. Pero yo no, soy malo pa ir a las iglesias yo.
AS: Después…
JB: Y no y soy beato, pero soy malo para ir a las iglesias. Porque a mí me criaron, me criaron beato, al pie de las iglesias, pero ahorita hay muchos cambios en los señores esos. Y entonces ya, de lo que en aquellos tiempos había, orita ya lo cambiaron y yo de ese modo yo por eso ya mejor así me quedo.
AS: Sí.
JB: Cambien esto, fácil. Pos, tú estás nueva de a tiro, tú, pos todo, todo, yo veo que tú, pos tienes muy poquita vida todavía, no sabe mucha cosa.
AS: Hábleme de su vida después.
JB: Cambiaron en la primera, en la cuaresma, ¿no? Cuando yo me crié, era Sábado de Gloria, ¿no? Ahora que hasta el domingo, ¿no? Esa es una que yo ya, ya me, me quedo pa atrás, no le entro yo. Yo siempre pa mí sigue siendo el Sábado de Gloria. Jueves y viernes yo los respeto y el sábado, el Sábado de Gloria, que el Domingo de Gloria, ¿por qué es el Domingo de Gloria? No los quieren los demás, antes eran más tarugos que estos de ahora. Eso es lo que yo digo.
AS: Háblame de otra cosa, de su vida después que fuiste bracero. ¿En qué trabajaste?
JB: De mi vida que fui bracero, después de, ¿allá en mi tierra?
AS: Sí.
JB: Yo en mi tierra toda mi vida fue agricultor.
AS: Sí.
JB: Toda mi vida, hasta ahora que me vine pa acá, dejé de sembrar yo. Mi vida, toda mi vida era de sembrar maíz y frijol y chiles, con mis hijos, con todos. Se me acabaron todos mis hijos, me quedé ya solo y ya me arreglaron papeles y me vine pa acá. Y aquí [es]toy de sufrido, pero yo en mi tierra, puro agricultor soy. Desde que nací, desde que nací mi padre era agricultor.
AS: ¿Se hizo ciudadano de los Estados Unidos?
JB: Ando apenas queriendo, ando peleando en eso. Por eso no me he ido pa mi casa.
AS: ¿Cómo te hiciste residente?
JB: ¿Eh?
AS: Residente.
JB: ¿Residente? Mis hijos.
AS: Oh. ¿Ellos nacieron aquí?
JB: Tengo mis hijos aquí, muchos. Aquí tengo como… Hay muchos que tengo aquí.
Ésta es una, ésta es una que, que yo me la traje, en ese tiempo que estaba yo de mojado, me traje ésta. Me traje tres. En ese tiempo que estaba yo de mojado aquí, me traje tres y ya esas tres se quedaron aquí. Después se vino otra, que es la que me arregló los papeles. Arregló papeles ella y me arregló a mí y a mi señora, papeles. Tengo como unos siete años que me arreglaron papeles.
AS: Y, ¿qué significa el término bracero para usted?
JB: Pues eso sí quién sabe, porque yo no, no le entiendo de eso nada.
AS: Y, ¿cómo se siente usted cuando lo llaman bracero?
JB: ¿Cuando me llaman bracero? No, pos de todos modos a mí me da igual. Fui bracero y que ahora, ahora, pues, antes nomás decía que se fue contratado, ¿no? Y que va a haber contratación y esa cosa y ya ahorita resultaron que braceros. Yo bracero le nombro cuando está uno empanizando puras brasas, ¿no? Bracero le llamo yo a los que están sacando las brasas del ingenio, onde están haciendo azúcar. Allí hay uno que está sacando la ceniza, que está muy lleno, saca la ceniza. Pero aquí dice que somos braceros. Ni modo, hay que ser sufridos, ¿vedá?
AS: Y en término general, sus recuerdos de ser bracero, ¿fueron más positivos o negativos?
JB: Bueno, quién sabe que más de la cosa.
AS: ¿Cómo se siente de sus experiencias?
JB: ¿De ser bracero? No, no me siento ni, ni contento ni triste tampoco. Es que yo hice la lucha a venirme y yo agarré muchas, muchas veces entrar.
AS: ¿Fue difícil tener otros contratos?
JB: Quise muchos, quise yo entrar muchas veces y no, yo y otro, otro pariente y al último, nos devolvieron de Empalme pa atrás, hasta que uno, uno de allá del pueblo de Guadalajara, ¿vedá?, dijo: “Vénganse todos los que quieran irse”. Había que pagarle una feriecilla, ¿no? “Pero el que no pasa, se le devuelve su dinero”. Y de ese modo vinimos nosotros a dar pa acá. Pues ya ve, no, no dan un paso en falso nadie, nadie lo da. Allí es, pero porque todo es por medio de un licenciado, ¿no? Como usted ahí está con su lápiz y usted dice: “Voy a mandar”, usted es una licenciada, ¿no? “Voy a mandar”, se comunica con los que, con los que están acá: “Quiero mandar de mi gente tanto”. Y entonces, usted manda esa hoja con la lista. Ahí están todos los nombres y ya el papel sellado, pa que no sea mentira, no cualquiera, ¿no? Y ya acá, entonces otros: “Váyanse y allí están, tal día los van a llamar”. Ahí pasaba uno enterrado en la arena, porque Guaymas, Empalme era pura arena. Quién sabe si tú conocerás allí. Pero conoces ahora que está bonito, ¿no? Orita es un pueblo bonito, todo allí pura arena, un terreguero y pura basura y todito aquello. Orita es un pueblo bonito, es un pueblo grande.
AS: ¿El haber sido bracero cambió su vida de alguna manera?
JB: Bueno, mi vida, mi vida nunca tuvo cambios. Yo vine aquí y yo allá en mi pueblo seguí igual, como estaba, ¿no? Y vine de mojado también, pasé y estuve trabajando un año seis meses y he venido aquí y me dicen que, pos que haga una carta con un notario público, ¿no? Con dos testigos que yo estuve trabajando en ese rancho, pa poder agarrar, que me den…
AS: ¿La mica?
JB: Pensión.
AS: Oh, pensión.
JB: ¿No? Porque yo nunca fui a hacer, hacer los taxes ni nada de eso. Uno está tapado de a tiro y muchos iban, muchos iban a hacer, no, pero…
AS: ¿Quieres decir otra cosa de sus experiencias de ser bracero?
JB: No, yo por mí da igual se me hace todo. De bracero vine contento, porque no nos molestaba nadie, ¿no? Era todo, pero le pagaban bien poquito, lo que ellos querían, ¿no? A uno le pagaban $0.80 centavos la hora pos, ¿qué es eso? Y a los demás les pagaban bien. Es un puro negocio que estaban haciendo con nosotros, ¿no? Pero uno terco a venir. Pa ahora andar con de pleito y no nos quieren dar nada. Porque ellos nos rentaban al gobierno de aquí. Nosotros veníamos rentados por…
AS: ¿Por qué?
JB: Por dinero. El gobierno de allá agarraba, de allá. “Necesito gente”. “Vas a pagar tanto de cada individuo”, que manda gente, ¿no? Y hasta la fecha todavía, ¿no?, todavía. Allí onde yo vivo, muchos, todavía hay gente contratada así por dos o tres meses y se dan vuelta otra vez pa atrás. El gobierno es el mismo.
AS: Pues muchas gracias por su historia. Estuvo bien.
JB: Pos a ver qué sale. De todos modos…
Fin de la entrevista
Fecha de la entrevista: 25 de mayo de 2006
Nombre del entrevistador: Annette Shreibati
This is an interview with Jesús Bautista Rodríguez in May 25, 2006 in San Bernardino, California. My name is Annette Shreibati. This is for the Bracero Oral History Project.
AS: ¿Dónde y cuándo nació usted?
JB: ¿Dónde y cuándo? Bueno, le podría decir, nací en un rancho que se llama La Piña
y bautizado en Tonaya.
AS: ¿En México?
JB: Es…
AS: ¿En Jalisco?
JB: En Tonaya, Jalisco, [d]onde hacen el vino de Tonaya pa tomar, ey.
AS: Y, ¿cuál año nació?
JB: ¿Eh?
AS: ¿En cuál año nació usted?
JB: En 1924 nací yo, sí. Allí está mi acta de nacimiento, pero como se quedaron allá en la casa. Tengo tres o cuatro actas de nacimiento, pero lo que tienen, lo que tiene aquí mis papeles, estos que traigo aquí, es ciertísimo.
AS: Y hábleme de su familia y del lugar donde nació usted.
JB: ¿Donde yo nací?
AS: De su familia.
JB: ¿De mi familia y todo?
AS: Sí.
JB: Pos yo allí en ese rancho fui nacido. Y en ese rancho se murió mi padre y se murió mi madre.
AS: Oh, ¿sí? ¿Cuántos años?
JB: Tenía seis años yo cuando se murió mi madre. Y tenía doce cuando se murió mi padre.
AS: Y, ¿a qué se dedicaban sus papás?
JB: Mi padre se dedicaba al agricultura, ey.
AS: ¿Su mamá?
JB: Pos ella de la casa, en la casa, a criar muchachos.
AS: Sí. ¿Cuántos hermanos o hermanas tuvo?
JB: ¿Hermanos nosotros? Bueno, que yo me acuerde nos criamos cinco, siete por todos. Dos se murieron y quedamos cinco. Dos mujeres y tres hombres, pero las dos mujeres ya se murieron.
AS: Y, ¿dónde viven ellos ahorita, los otros?
JB: ¿Mis hermanos? Uno vive en El Grullo y otro vive en un rancho que se llama La Ciénega, municipio de El Limón, ahí viven ellos. Y yo aquí en este valle de lagrimas, en Pomona, ey.
AS: Y, ¿fuiste a la escuela?
JB: Te estoy diciendo que no fui ni siquiera quince días.
AS: Ah.
JB: Pero porque no me gustaba.
AS: ¿Aprendiste a escribir?
JB: Los padres de nosotros en ese tiempo pagaba una profesora con su dinero.
AS: Oh, ¿sí?
JB: Que venía a darnos escuela. Mis hermanos, los demás, todos saben de escuela todos.
AS: ¿Ellos sí?
JB: Ellos sí. Mis hermanos.
AS: ¿Sabe leer o escribir?
JB: Ellos sí saben, yo no, porque no tuve escuela, porque no quise ir nunca. Porque va a trabajar se van.
AS: ¿En qué trabajó usted de niño?
JB: Pues la agricultura, pues. Sembrar maíz y frijol, chiles y todas esas cosas. En eso es lo que yo trabajaba. Hasta ahora que me vine pa acá, yo no trabajo en nada, aquí nomás ahí [es]toy.
AS: Y, ¿cómo se enteró del Programa Bracero?
JB: ¿De eso de braceros? No, pos está aquí y está en México.
AS: Fuiste, ¿cuántos años cuando te enteraste de la programa?
JB: El año pasado.
AS: No, cuando fuiste niño y cuando fuiste en México, ¿cómo se enteró usted de la programa de este, braceros?
JB: ¿De este de braceros? Yo hasta aquí, hasta aquí me… Y viviendo aquí.
AS: Oh, ¿cuándo se emigró?
JB: Ya viviendo aquí.
AS: ¿En cuál año se emigró?
JB: Ya oí decir que braceros y entonces, vine aquí con este, con Ramón Ortiz.
Con una, había una señora.
AS: No, de aquí no, de esta parte no.
JB: ¿Eh?
AS: De cuando fuiste, de la Programa Bracero, cuando trabajaste de…
JB: La primera señora que estuvo aquí y ya vinimos aquí. Y después ahora está otra señora y este que está ya último, aquí este hombre, Ramón.
AS: En México, ¿cómo le llamaron a la Programa Bracero?
JB: En México, yo no me he querido arrimar allí, porque yo…
AS: En Jalisco.
JB: Porque yo voy a México y duro un mes o dos y me vengo. Pero fui allí [d]on[de] [es]taban ellos allí, que braceros y ya le digo así.
AS: Y, ¿en cuál año empezó del contrato de bracero?
JB: Eso sí no sé yo en qué año empezarían. Pero yo hasta el año pasado me di cuenta y vine aquí.
AS: No, no. ¿Empezó en 1956 de bracero?
JB: De bracero en 1956 yo fui.
AS: Sí.
JB: De bracero.
AS: Y, ¿cómo fue el proceso de contratación?
JB: ¿De contratación? Nosotros de El Limón, yo vivía en El Limón, El Limón, Jalisco, Municipio de El Grullo. Allí vivía yo y la contratación estaba en Guadalajara y allí vinimos a enrolar nosotros allí y de allí nos vinimos a Empalme.
AS: Y, ¿qué requisitos debían cumplir para ser braceros?
JB: ¿Pa ser braceros? Que no estuviera tísico ni enfermo, es todo.
AS: Y, ¿cómo fue el examen físico?
JB: ¿Eh?
AS: ¿Cómo fue el examen físico?
JB: ¿El examen físico? Pues eso sí no sabría decirle yo, porque allí lo metían allí en la máquina y lo medían, ¿no?
AS: ¿Lo medían?
JB: De a lo alto. Y luego me repegaban la máquina, a ver si estaba malo del pulmón o a ver qué tenía. Y el que estaba malo, se iba pa atrás, ey.
AS: Y, ¿en cuál ciudad era eso?
JB: ¿Eh?
AS: ¿En cuál ciudad pasó esto?
JB: En Mexicali. Ahí está el corralón en Mexicali.
AS: Ahí.
JB: Ey.
AS: Y, ¿le sacaron sangre ahí?
JB: No, no me sacaron sangre. Al menos a mí no me sacaron sangre.
AS: ¿Los autoridades mexicanos o norteamericanos le dijeron qué debían esperar su trabajo de bracero?
JB: No, nosotros de allí, llegaba uno de aquí, ¿no? Pa allá. Y decía: “Ocupo diez, ocupo veinte, ocupo quince”, o así. Y entonces, lo abocaban a uno, lo subían al carro y se lo tráiban hasta acá.
AS: ¿Por qué se dedicó usted ir a los Estados Unidos?
JB: Que, ¿por qué me di qué?
AS: ¿Por qué te dedicaste ir a los Estados Unidos?
JB: No, pos yo en ese tiempo, porque quería de ganar dólares, pues. Y como mi señora estaba muy enferma y yo dije: “Voy a ir yo”.
AS: ¿Quién estaba enferma?
JB: Mi señora.
AS: ¿Cuándo es casó usted?
JB: No, pos yo, yo me junté con mi señora en 1947.
AS: ¿Antes que fuiste bracero, pues?
JB: Sí, pues, ya cuando vine de bracero, ya tenía yo tres o cuatro muchachos. Ésta es una.
AS: ¿Tres o cuatro?
JB: Ésta es una. Ésta es la segunda, ésta. Y ya tenía tres, tres mujeres. Ésta que vino aquí y otra más grande y otra más chica.
AS: Sí.
JB: Cuando yo vine aquí. Y ya mi señora enferma y me vine pa acá. Y cositas así, ya.
Pero, yo por eso no duré mucho aquí, nomás.
AS: ¿Cuántos años? ¿Un año nomás?
JB: No, yo nomás vine poquito tiempo aquí.
AS: De bracero.
JB: Ey. Porque yo allá tenía mi familia y mis hijos. Ya nomás que me dijeran: “Pos ya está curada”, y yo me regreso de vuelta.
AS: Sí.
JB: Y ya viniendo yo aquí, acabé de pagar una casa que yo, que yo había comprado. Porque yo siempre tenía mis labores allá, ya tenía tres yuntas de maíz bien buenas allá. Acabé la yunta y me vine yo pa acá.
AS: Y, ¿dónde cruzó usted la frontera?
JB: No, pos yo no crucé frontera. En Empalme nos contratamos.
AS: Y, ¿qué tuvo que hacer para obtener su permiso de trabajo cuando fue usted bracero?
JB: ¿Permiso de trabajo? No, no, pos nada, mas de que llegaban por uno y ya.
AS: ¿Tuvo alguna opción sobre el tipo de trabajo o la ciudad, o el salario cuando fuiste bracero?
JB: Ese, el salario estaba muy, muy de a tiro, muy pobre. Le pagaban a uno muy pobre.
AS: ¿Qué le pagaban?
JB: Piscábamos fresa. Cuando yo me fui a piscar fresa, me pagaban unas cajitas que son así, pos usted, porque bien las conozca, por lo que la que veo muy nueva. Yo una señora que estuviera más grande sí sabía y todo. Y a uno se la pagaban a $0.50 centavos y a los que, los empapelados que estaban acá, se las pagaban a peso. ¿Se imagina?
AS: Sí.
JB: Y el día que allí no teníamos trabajo, buscamos nosotros allí, nos salíamos los domingos y nos juntamos con otras cuadrillas de los que, allá y le daban trabajo a uno onde fuera, onde se paraba. Ahorita está muy trabajoso.
AS: Sí.
JB: En ese tiempo, onde paraba uno le daban trabajo.
AS: ¿Cuántos años trabajó usted? O, ¿en cuántos lugares diferentes trabajó usted de bracero?
JB: Aparte de Ripley, no me acuerdo cómo se llama el otro rancho, pero está de Sacramento pa abajo, por un canal pa abajo, entre medio de Sacramento y Río Vista. Pero era una casita así, una, como un rancho nomás así, el mismo rancho.
AS: Hábleme del lugar donde trabajaste más tiempo.
JB: ¿Ah?
AS: En el lugar donde trabajaste más tiempo de bracero, háblame de ese lugar o del trabajo allí.
JB: ¿Onde trabajé de bracero?
AS: Sí.
JB: No, pos ahí duré poquito, pero de todos modos el señor era de acá de Guadalajara, el dueño. Se llamaba Alfredo de la Torre el señor. Nomás que yo nunca quise quedarme allí, yo dije: “Yo me voy pa mi casa”.
AS: ¿Por qué? ¿Por qué no te gustó?
JB: Porque yo me mantengo en mi tierra, me mantengo más a gusto que aquí.
AS: ¿Allá en México? ¿Por qué?
JB: Pos ya tengo mucho trabajo y todo, allá.
AS: ¿Le pagaron más allá?
JB: No, no, más no, pero en su tierra de uno, allí me crié cuando estaba chiquillo, ahora de grande.
AS: Sí. ¿Las condiciones de vida fueron mejor allá que aquí?
JB: ¿En dónde?
AS: ¿En ese tiempo?
JB: Donde está uno criado le cae, al menos a mí, me cae mejor mi tierra que aquí donde estoy. Pero como ya es antojo de mis hijos que me arreglaron papeles y tengo que ya ellos son los que ahí me tienen y ahí me tienen. Porque ya tengo viviendo muchos hijos aquí.
AS: Oh, ¿sí? Sí.
JB: Y esta es la idea que ellos son, que ellos son los que: “No, aquí se va a estar con nosotros”. Que esto. Pero, yo quisiera, tengo idea, pero no, no he hecho un tiempito yo, porque yo de mojado trabajé mucho tiempo aquí. Yo de mojado sí trabajé.
AS: Oh, ¿sí? ¿Cuándo?
JB: ¿Eh?
AS: ¿Después que terminaste de bracero?
JB: Como, como el [19]87, por ahí, no me acuerdo, un año de esos. Yo trabajé en Madera. Duré trabajando ahí un año seis meses de mojado. Pero yo andaba, trabajaba con otro seguro de otros, ¿vedá? Y al arrancón este, le presté mi seguro, ese seguro que yo tenía, se lo presté a un amigo y lo agarraron, lo trajeron y ya cuando ya se lo pedí: “No, pos me quitaron todo y me quitaron todo”. Pero, yo ya vine aquí a San Bernardino. Y fui a allá a una oficina que está por aquí, pa allá pa abajo y le platiqué, pues. Me dijeron que… Le dije: “Lo malo es que no me acuerdo el número con que yo trabajé”.
AS: ¿De bracero?
JB: De mojado, de mojado. De bracero, porque traía mi tarjeta.
AS: Sí.
JB: ¿Vedá?
AS: Sí. Describa el trabajo que usted hacía como bracero.
JB: Primero piscando fresa y muchos trabajillos así que lo llevaban, ¿no? Piscar fresa, piscar zarzamora, plantar jitomate. Y puras chambitas de esas andábamos allí. Al último, fuimos dos o tres días de cortar de ese cherry. Pero se vino uno de arriba y se atoró en las ramas y ya después no quisieron ir.
AS: Sí.
JB: Porque estaba alto los palos. Pero allí duré poquito. Nos pagaban repoquito y no nos daban chamba allí.
AS: ¿Cuánto le pagaban?
JB: Nos pagaban a $0.80 centavos la hora, pero había veces que se trabajan, nomás nos llevaban un ratito y ya nos tráiban al campo y ya otro día a otro lado y pos así nos tráiban nomás, sacaba uno nomás como pa comer.
AS: Claro.
JB: Pero nomás le daban la comida después allí, ¿no?
AS: Sí.
JB: Pero dinero no había nada. Y de ese modo ya empezaron allí a renegar la gente y nos mandaron pa arriba. Y allá jue cuando ya ganamos $0.80 centavos la hora y pichoqueando betabel y jitomate; eso hacíamos nosotros ahí. Y ya después me ofrecen piscar pera y nos pagaban $0.90 centavos la hora. Nos daban diez horas, ganaba uno $9 pesos.
AS: ¿Fue duro el trabajo?
JB: Ey. Y se acabó esa chamba y fuimos a piscar jitomate y ahí fue donde ya no me gustó, me fui pa mi casa, no me gustó la chamba, porque daban muy poquitas, muy poquitas horas de chamba. Poquitas horas de chamba, nomás pa estar allí perdiendo el tiempo, no, mejor ámonos.
AS: Sí.
JB: Me fui pa mi casa yo, inmediatamente a mi casa.
AS: ¿Cómo fueron las condiciones de vida?
JB: ¿Las condiciones?
AS: Sí, como la comida que les dieron, las camas, a donde vivieron.
JB: Bueno, nosotros, yo onde yo estuve, comida había de sobra, nos daban de comer. Onde yo estuve había mucha comida.
AS: ¿No había mucha comida?
JB: Mucha.
AS: Había.
JB: Mucha comida ahí.
AS: Sí les dieron.
JB: Ahí donde estuve primero, allí mataban las vacas ellos allí, la raza las mataba y la destazaba y allí alzaban la carne.
AS: Oh, ¿sí?
JB: Recién matadita ahí. Y ya cuando me fui pal otro rancho, de todos modos nos daban de comer bien.
AS: ¿Sí?
JB: Yo de eso no me puedo [quejar], no me quejo yo. Yo onde yo estuve, me daban de comer bien. Un día nos daba una comida, otro día otra y otro día otra y otro día otra. Y allí hacían las tortillas, le daban tortilla. Nomás en la mañana no. En la mañana quequis con una conserva como de fresa así, pa enjarrarles, les untamos ésas. Y nos echaban lonchecitos de esa cosa, bologna y otro.
AS: Oh, ¿sí?
JB: Cosita, cuatro, ocho rebanaditas de pan.
AS: ¿Le gustó la bologna?
JB: Uno de fresa, ese no me gustó.
AS: ¿Sí?
JB: No, ése se lo daba a otros. (risas) Me comía nomás el pan, sí, estamos allí.
AS: Pos tú dijiste que le daban bien de comer o, ¿no le daban?
JB: Nosotros, onde yo estuve daban bien de comer.
AS: ¿No?
JB: Bien nos daban de comer.
AS: Bien. Menos la bologna.
JB: Bien de comer nos daban. El día que nos daban gallina, el que era bueno pa comer, se comía una gallina entera. El que quiera más, daba vuelta a hacer cola y volvía a entrar de nuevo. Salía pa allá al apunte y se daban vuelta y ya acá entraba otra vez.
AS: Y lo demás, ¿a dónde durmieron? Y, ¿a dónde vivieron?
JB: Bueno, ¿pa dormir así pa nosotros? No, nosotros, nosotros tenemos… Estábamos tres en un cuartito, tres, ¿no?
AS: Tres. ¿En camas?
JB: En camas.
AS: ¿Cada uno tenía cama?
JB: Todos, todas, todos, onde eran las barracas que había, ¿verdad? Como ésta era una cama, ¿no? Más bajita, más bajita que ésta y arriba estaba otra. De dos camas, uno abajo y otro arriba, uno abajo y otro arriba. Onde yo, en donde yo anduve, así estaba. Pero nosotros agarramos ese cuartito y luego teníamos cada uno su cama allí. Pero los demás, los demás toda la gente demás en la barraca, ¿vedá? Estaba un arregladero de camas ahí, de a dos, otro aquí y otro acá, eran de a cuatro rengleros de esos, de a dos en dos. Habíamos quinientos allí.
AS: ¿Quinientos? ¿En cuál ciudad?
JB: En este rancho.
AS: ¿En cuál ciudad?
JB: Era un rancho.
AS: ¿En cuál ciudad?
JB: Era un rancho y ni me acuerdo cómo…
AS: ¿En Ripley?
JB: Ni me acuerdo cómo se llama allí.
AS: En…
JB: Pero…
AS: ¿En California era?
JB: En California, aquí en California. Entre medio de Sacramento y Río Vista.
AS: Y, ¿fueron quinientos todos los braceros fueron mexicanos o tenían de otros?
JB: Habían de todas clases.
AS: ¿Sí? ¿De qué?
JB: Habían negros también allí.
AS: Oh, ¿sí?
JB: Negros.
AS: ¿Cuando fuiste bracero?
JB: Ey. Habían negros también allí.
AS: Y, ¿qué?
JB: Pero la mayoría eran mexicanos.
AS: Negros y, ¿qué más había?
JB: La mayoría mexicanos y los negros eran muy borrachos allí y los mandaron pronto pa afuera.
AS: Oh, ¿sí?
JB: Ey.
AS: Y, ¿hablaban ustedes con los negros?
JB: ¿Con los negros? No.
AS: ¿No?
JB: No. Con los negros no, nosotros era aparte, estábamos aparte nosotros.
AS: Oh, ¿sí? Y, ¿había problemas entre ustedes?
JB: No.
AS: ¿No?
JB: Con los que… Bueno, los que tomaban vino, pero el mayordomo allí estaba al cuidado de ese rancho, bien cuidado allí, ¿no? Ése vigilaba, ése vigilaba de noche.
Si oía una borrachera, se arrimaba y gritaba: “No más. Y el que se pase de listo, se va, aquí no queremos nada. Aquí todos somos parejos. Aquí no hay bravo ni hay nada aquí. Todos somos iguales aquí”. Yo estuve a gusto allí. No, yo no me quedé allí porque no quise.
AS: ¿Por qué no?
JB: Pues no, no. Nos apartó el mayordomo.
AS: ¿Él los apartó?
JB: El mayordomo nos apartó, éramos doce.
AS: ¿Doce qué?
JB: Doce personas así. “Vengan julano y zutano con el contrato”, ¿no? Los número del contrato. Ah, bueno. “Julano y zutano”, voy así ya. “Aquí quiero que ustedes se queden aquí a trabajar. Aquí se les va a dar trabajo por vida”.
AS: ¿Por vida?
JB: “Y casa pa que vivan”.
AS: ¿Fue un contrato nuevo?
JB: Sí, pues por dieciocho meses. Pero el trabajo era pa tenerse, ¿no?
AS: Sí.
JB: “Y que le quiero dar trabajo a usted de por vida y casas, les voy a dar casas y le voy a dar trabajo. Y el que quiere quedarse, aquí le damos dinero pa que mande traer su familia. Pa que la pase”.
AS: Y, ¿no quería hacer?
JB: Yo dije: “Yo de mi parte, no”, pos como esos que quiere quedarse, que se quede. Ya tarde se me hace ir pa mi casa. Yo a mi México lo quiero mucho. Allá me crié cuando, cuando tenía doce años me crié, ya de viejo, ¿qué? Pos se me hace más fácil quedarme allá a vivir yo. Pero ya ve cómo está este mundo. Y ahora, pos por mis hijos estoy aquí.
AS: ¿Aparte de negros, fueron más personas diferentes, como filipinos, japonés?
JB: No, de esos no había ahí.
AS: ¿Qué? ¿Qué había?
JB: Allí nomás negros.
AS: ¿Negros y mexicanos?
JB: Ey. Y los negros esos, pos pronto ya no había, pa fuera, porque muy huevones, no trabajaban. Y buenos pa tomar.
AS: Oh, ¿sí?
JB: Ey.
AS: Y los patrones, ¿los trataban diferentes a los negros o los trataban igual?
JB: Bueno, en lo que yo me diera cuenta, no, a nosotros… Bueno, yo no, como yo no salía pa, pa nada, ¿no? Del trabajo, llegaba uno de trabajar y a comer. Y ya comía uno y se iba a encerrar arriba. No había que ir pa allá y que va acá, nada. El que quiere ir al pueblo, cada ocho días nos llevaban. ¡Ah! ¡Pase usted pa que me ayude, tráigase la guitarra pa cantar entre los tres! Oiga el ruido. El que quiere ir al pueblo, cada ocho días lo llevaban a uno al pueblo, el que quisiera ir. Pero yo, yo hasta pa eso, no me gustaba ir a ninguna parte. Allí había todo.
AS: ¿Qué? ¿Cuál era el pueblo más cercano?
JB: ¿El pueblo más cercano allí? Sacramento.
AS: ¿Sí? Y, ¿usted no fue al pueblo?
JB: Nunca quise ir a Sacramento.
AS: ¿Por qué no?
JB: No me gustaba ir a andar así. Y luego con poco dinero, menos.
AS: ¿Qué hiciste para divertirse?
JB: Yo mi dinerito que ganaba, yo lo mandaba pa mi casa, pa mi señora.
AS: ¿Cómo lo mandaba?
JB: ¿Eh?
AS: ¿Cómo lo mandaba?
JB: Allí hacía uno, el que quiere mandar dinero allí hacía una carta y el mayordomo iba y lo ponía. Uno nomás hacía la carta y metía el money order allí. Allí tenía un money order, ahí tenían ellos, allí. Entonces se iba allí. Hacía la carta, le pone la carta y él iba y la llevaba al pueblo. Y él mismo tráiba aquí y allá eso.
AS: Y, ¿cómo se comunicaba con su familia?
JB: ¿Quién, yo?
AS: Sí, con su esposa y sus hijos.
JB: ¡Por las cartas!
AS: Por la carta.
JB: Puras cartas.
AS: Y, ¿los visitaba?
JB: ¿Eh?
AS: ¿Los visitaba cuando fuiste bracero? ¿Visitaba a su familia?
JB: No, pos, ¿cómo los visitaba, yo acá y ellos allá? Por carta nomás, están bien o están mal y así, ¿no? Y ellos de allá pa acá también, estamos así.
AS: Sí.
JB: Y: “Estamos bien o estamos mal, está este enfermo, está esto así”, y todo.
AS: Sí.
JB: Pero, por puro así.
AS: Sí.
JB: Por teléfono nunca me gustaba hablar tampoco.
AS: No. Y, ¿qué más hicieron para divertirse en los campos?
JB: Padre de Ramón. (risas) ¿Pa qué?
AS: En los días de descanso, ¿qué hiciste usted para divertirte?
JB: ¿Pa divertirme? Le estoy diciendo que yo no salía a ninguna parte.
AS: ¿No?
JB: Allí estaba diario siempre, nunca quería salir.
AS: ¿Jugaban deportes?
JB: No, a mí nunca me ha gustado eso.
AS: ¿Películas?
JB: Nunca me ha gustado eso a mí.
AS: ¿No?
JB: No.
AS: ¿Tenían radios?
JB: Yo allí nomás estaba allí, ahí estaba. El día que no trabajábamos yo allí estaba yo allí. Había, allí había refrescos y había todo lo que quería uno ahí, ahí tenían todo.
AS: ¿Cuántas horas por días trabajaste?
JB: ¿Cuántas horas? Allí nos daban diez horas de trabajo.
AS: Diez horas. Y, ¿todos los días? ¿Les dieron un día de descanso?
JB: Toda la semana.
AS: ¿Toda la semana?
JB: Toda la semana.
AS: Y, ¿había alguna discriminación en el trabajo?
JB: Con el mayordomo que yo andaba, no. Era un mayordomo muy bueno, muy bueno. Yo de los mayordomos no me quejo, de ninguno, ni de ninguno, ni del…
AS: ¿De los braceros?
JB: Todos, no me quejo de ninguno. Uno a su trabajo y a su trabajo. Que vamos a hacer esto, vamos haciendo esto.
AS: ¿Alguna vez fueron autoridades mexicanas al lugar donde usted trabajaba?
JB: Autoridades, que yo haya, bueno, yo nunca vi nada de eso.
AS: Y, ¿La Migración fue?
JB: Menos.
AS: Menos.
JB: Menos. Mire, pa acabarla, le voy a acabar de contar fácil todo eso. Mire, duré un año seis meses de mojado en un rancho que se llamaba El Pecos Rancho, aquí a un ladito de Madera y yo nunca conocí La Migración.
AS: Oh, ¿sí?
JB: Y allí sí iba yo al pueblo, a Madera y iba a onde había tomadera, a tomar cervecitas y todo esa cosa. Y yo nunca los conocí. “Pos, ¿qué son? O, ¿qué son?, ¿cómo son?”. O, ¿cómo serán? Y que aquí asaltaron y que acá asaltaron y que acá asaltaron. Yo nunca supe de eso. Hasta hace más o menos como unos cinco años conocí los de La Migra aquí en Pomona, aquí [d]on[de] [es]toy. Porque le pregunto a un nieto mío, a un hijo de este que me trajo. Va diciendo: “¿Cómo es La Migra? ¿Cómo son los cabrones? O, ¿qué es eso?”. Y yo andaba aquí también de mojado. “¿A poco no los conoce?”. “Yo quiero conocerlos, yo nunca los he conocido a los cabrones, cómo son”. “Ahí, esos son, mire, esos que están ahí”. Ahí estaban cuando nosotros íbanos a dar vuelta, ahí estaban.
AS: Y, ¿alguna vez alguno de los trabajadores o usted organizaron protesta laboral?
JB: Que, ¿de protesta así que…?
AS: ¿De que no le gustara algo del trabajo de bracero?
JB: Bueno, yo onde anduve con el mayordomo que allá anduve yo, nunca hice nada. Anduve con, con tres mayordomos que yo anduve, nunca, nunca nos decían nada. “Vamos a hacer esto”. A trabajar.
AS: ¿Qué sucedía cuando usted iba enfermo o tuvo accidente?
JB: ¿Cuándo estaba enfermo? En ese tiempo de bracero yo nunca me enfermé. Nunca me enfermé.
AS: Oh. ¿Ni tuviste accidente?
JB: Creo no, yo nunca. Le dije que no salía ni nada, ni que esto, que aquí, ni nada. Y cuando estuve de mojado aquí en Madera, sí me enfermé una vez, pero inmediatamente el mayordomo me llevó, inmediatamente me llevó al hospital. Tenía seguro y tenía todo.
AS: ¿Había una iglesia católica cerca de donde trabajaste de bracero?
JB: Eso sí no sabría decirle yo, porque yo nunca fui a las iglesias y hasta la fecha, no voy. Voy como, como, en mi pueblo también cuando necesito yo algo, que un amigo va a bautizar un niño, que se va a casar un amigo, que va a hacer o aquí también, que alguien de mi familia va a bautizar, nada menos este, ahora en estos días fueron a hacer dos primera comuniones aquí nietos míos, ahí, bisnietos y de ese modo he ido yo aquí a las iglesias. Pero yo no, soy malo pa ir a las iglesias yo.
AS: Después…
JB: Y no y soy beato, pero soy malo para ir a las iglesias. Porque a mí me criaron, me criaron beato, al pie de las iglesias, pero ahorita hay muchos cambios en los señores esos. Y entonces ya, de lo que en aquellos tiempos había, orita ya lo cambiaron y yo de ese modo yo por eso ya mejor así me quedo.
AS: Sí.
JB: Cambien esto, fácil. Pos, tú estás nueva de a tiro, tú, pos todo, todo, yo veo que tú, pos tienes muy poquita vida todavía, no sabe mucha cosa.
AS: Hábleme de su vida después.
JB: Cambiaron en la primera, en la cuaresma, ¿no? Cuando yo me crié, era Sábado de Gloria, ¿no? Ahora que hasta el domingo, ¿no? Esa es una que yo ya, ya me, me quedo pa atrás, no le entro yo. Yo siempre pa mí sigue siendo el Sábado de Gloria. Jueves y viernes yo los respeto y el sábado, el Sábado de Gloria, que el Domingo de Gloria, ¿por qué es el Domingo de Gloria? No los quieren los demás, antes eran más tarugos que estos de ahora. Eso es lo que yo digo.
AS: Háblame de otra cosa, de su vida después que fuiste bracero. ¿En qué trabajaste?
JB: De mi vida que fui bracero, después de, ¿allá en mi tierra?
AS: Sí.
JB: Yo en mi tierra toda mi vida fue agricultor.
AS: Sí.
JB: Toda mi vida, hasta ahora que me vine pa acá, dejé de sembrar yo. Mi vida, toda mi vida era de sembrar maíz y frijol y chiles, con mis hijos, con todos. Se me acabaron todos mis hijos, me quedé ya solo y ya me arreglaron papeles y me vine pa acá. Y aquí [es]toy de sufrido, pero yo en mi tierra, puro agricultor soy. Desde que nací, desde que nací mi padre era agricultor.
AS: ¿Se hizo ciudadano de los Estados Unidos?
JB: Ando apenas queriendo, ando peleando en eso. Por eso no me he ido pa mi casa.
AS: ¿Cómo te hiciste residente?
JB: ¿Eh?
AS: Residente.
JB: ¿Residente? Mis hijos.
AS: Oh. ¿Ellos nacieron aquí?
JB: Tengo mis hijos aquí, muchos. Aquí tengo como… Hay muchos que tengo aquí.
Ésta es una, ésta es una que, que yo me la traje, en ese tiempo que estaba yo de mojado, me traje ésta. Me traje tres. En ese tiempo que estaba yo de mojado aquí, me traje tres y ya esas tres se quedaron aquí. Después se vino otra, que es la que me arregló los papeles. Arregló papeles ella y me arregló a mí y a mi señora, papeles. Tengo como unos siete años que me arreglaron papeles.
AS: Y, ¿qué significa el término bracero para usted?
JB: Pues eso sí quién sabe, porque yo no, no le entiendo de eso nada.
AS: Y, ¿cómo se siente usted cuando lo llaman bracero?
JB: ¿Cuando me llaman bracero? No, pos de todos modos a mí me da igual. Fui bracero y que ahora, ahora, pues, antes nomás decía que se fue contratado, ¿no? Y que va a haber contratación y esa cosa y ya ahorita resultaron que braceros. Yo bracero le nombro cuando está uno empanizando puras brasas, ¿no? Bracero le llamo yo a los que están sacando las brasas del ingenio, onde están haciendo azúcar. Allí hay uno que está sacando la ceniza, que está muy lleno, saca la ceniza. Pero aquí dice que somos braceros. Ni modo, hay que ser sufridos, ¿vedá?
AS: Y en término general, sus recuerdos de ser bracero, ¿fueron más positivos o negativos?
JB: Bueno, quién sabe que más de la cosa.
AS: ¿Cómo se siente de sus experiencias?
JB: ¿De ser bracero? No, no me siento ni, ni contento ni triste tampoco. Es que yo hice la lucha a venirme y yo agarré muchas, muchas veces entrar.
AS: ¿Fue difícil tener otros contratos?
JB: Quise muchos, quise yo entrar muchas veces y no, yo y otro, otro pariente y al último, nos devolvieron de Empalme pa atrás, hasta que uno, uno de allá del pueblo de Guadalajara, ¿vedá?, dijo: “Vénganse todos los que quieran irse”. Había que pagarle una feriecilla, ¿no? “Pero el que no pasa, se le devuelve su dinero”. Y de ese modo vinimos nosotros a dar pa acá. Pues ya ve, no, no dan un paso en falso nadie, nadie lo da. Allí es, pero porque todo es por medio de un licenciado, ¿no? Como usted ahí está con su lápiz y usted dice: “Voy a mandar”, usted es una licenciada, ¿no? “Voy a mandar”, se comunica con los que, con los que están acá: “Quiero mandar de mi gente tanto”. Y entonces, usted manda esa hoja con la lista. Ahí están todos los nombres y ya el papel sellado, pa que no sea mentira, no cualquiera, ¿no? Y ya acá, entonces otros: “Váyanse y allí están, tal día los van a llamar”. Ahí pasaba uno enterrado en la arena, porque Guaymas, Empalme era pura arena. Quién sabe si tú conocerás allí. Pero conoces ahora que está bonito, ¿no? Orita es un pueblo bonito, todo allí pura arena, un terreguero y pura basura y todito aquello. Orita es un pueblo bonito, es un pueblo grande.
AS: ¿El haber sido bracero cambió su vida de alguna manera?
JB: Bueno, mi vida, mi vida nunca tuvo cambios. Yo vine aquí y yo allá en mi pueblo seguí igual, como estaba, ¿no? Y vine de mojado también, pasé y estuve trabajando un año seis meses y he venido aquí y me dicen que, pos que haga una carta con un notario público, ¿no? Con dos testigos que yo estuve trabajando en ese rancho, pa poder agarrar, que me den…
AS: ¿La mica?
JB: Pensión.
AS: Oh, pensión.
JB: ¿No? Porque yo nunca fui a hacer, hacer los taxes ni nada de eso. Uno está tapado de a tiro y muchos iban, muchos iban a hacer, no, pero…
AS: ¿Quieres decir otra cosa de sus experiencias de ser bracero?
JB: No, yo por mí da igual se me hace todo. De bracero vine contento, porque no nos molestaba nadie, ¿no? Era todo, pero le pagaban bien poquito, lo que ellos querían, ¿no? A uno le pagaban $0.80 centavos la hora pos, ¿qué es eso? Y a los demás les pagaban bien. Es un puro negocio que estaban haciendo con nosotros, ¿no? Pero uno terco a venir. Pa ahora andar con de pleito y no nos quieren dar nada. Porque ellos nos rentaban al gobierno de aquí. Nosotros veníamos rentados por…
AS: ¿Por qué?
JB: Por dinero. El gobierno de allá agarraba, de allá. “Necesito gente”. “Vas a pagar tanto de cada individuo”, que manda gente, ¿no? Y hasta la fecha todavía, ¿no?, todavía. Allí onde yo vivo, muchos, todavía hay gente contratada así por dos o tres meses y se dan vuelta otra vez pa atrás. El gobierno es el mismo.
AS: Pues muchas gracias por su historia. Estuvo bien.
JB: Pos a ver qué sale. De todos modos…
Fin de la entrevista
Interviewer
Shreibati, Annette
Interviewee
Bautista Rodríguez, Jesús
Location
San Bernardino, CA
File Name Identifier
Bautista_Rodriguez_SANB002
Citation
Shreibati, Annette and Bautista Rodríguez, Jesús, “Jesús Bautista Rodríguez,” Bracero History Archive, accessed November 22, 2024, https://braceroarchive.org/items/show/373.