Manuel Enriquez Savignac

Title

Manuel Enriquez Savignac

Description

Biographical Synopsis of Interviewee: Manuel Enriquez Savignac was born in 1925, in the México, Distrito Federal; he maintains citizenship in both México and the United States; from 1951 to 1955, he provided catering services for the bracero program on both sides of the border.


Summary of Interview: Mr. Enriquez recalls his childhood and adolescent years; from the ages of fifteen to nineteen, he worked in aviation and consequently traveled often; while traveling and working, he met someone with whom he began a business partnership; together they opened a travel agency in Ciudad Juárez, Chihuahua, México; because so many of their clients were from Fort Bliss, in El Paso, Texas, they eventually came into contact with officials from the American government; they worked out a contract through the Bureau of Employment Services to provide catering for the braceros in Chihuahua, Chihuahua and Ciudad Juárez, México; consequently, they provided over 5,000,000 meals per year for various recruiting and processing centers; ultimately, they branched out and provided services on both sides of the border; Mr. Enriquez goes on to provide a detailed account of the different meals they would provide and the range of cooking procedures they employed as well.

Creator

Carrillo, Fernanda
Enriquez Savignac, Manuel

Date

2003-02-06

Subject

Bureau of Employment Services

Contributor

Cristóbal Borges

Rights

Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso

Language

spa

title (Spanish)

Manuel Enriquez Savignac

creator (Spanish)

Carrillo, Fernanda

contributor (Spanish)

Cristóbal A. Borges

Rights Holder

Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso

Original Format

Mini Disc

Duration

37:17

Bit Rate/Frequency

24 bit
96 k

Transcription

Nombre del entrevistado: Manuel Enríquez Savignac
Fecha de la entrevista: 6 de febrero de 2003
Nombre del entrevistador: Fernanda Carrillo

Esta es una entrevista con el señor Manuel Enríquez Savignac, el día 6 de febrero de 2003, en Ciudad Juárez, Chihuahua, realizando la entrevista Fernanda Carrillo. Esta entrevista forma parte del Proyecto Bracero de Historia Oral.

FC: Buenas tardes señor.
ME: Muy buenas tardes.
FC: ¿Cuál es su nombre completo, por favor?
ME: Manuel Enríquez Savignac.
FC: ¿Cuándo y dónde nació usted, señor?
ME: En México, Distrito Federal en 1925.
FC: Y ahí fue donde usted creció, ¿en el Distrito Federal?
ME: Sí, hasta, hasta los quince años.
FC: Y después a los quince años, ¿a qué ciudad se…?
ME: Ah, pos empecé a viajar un poco. Primero trabajé en el Consulado Americano como recepcionista porque tenía yo los tres idiomas y entonces de ahí estuve nada más un año y fue cuando, pues sucedió lo de Pearl Harbor.
FC: Sí, señor.
ME: Y yo estaba de guardia en de ese día y me tocó hablar a todos los traductores de, códices y para que de una vez vinieran a decodificar la información que sucedió, que estaban mandando a todos los consulados del mundo.
FC: ¿Cuáles son los tres idiomas que usted habla?
ME: Inglés, francés y español.
FC: Y su educación formal la recibió, ¿dónde, señor?, ¿en México?
ME: En México; en San Luis, Misuri y regresé otra vez a México también a tomar más cursos ahí.
FC: Entonces, ¿usted es ciudadano mexicano o americano?
ME: Las dos, los dos.
FC: Tiene las dos nacionalidades.
ME: Sí, yo tengo. Yo fui mexicano nada más hasta el año pasado. En donde, porque había yo vivido en Estados Unidos quince años y mi madre había sido americana, entonces tuve la oportunidad también de ser americano. Yo nunca había querido ser americano porque siempre había tenido negocios en México y entonces… Y todavía tengo negocios en México, pero ahora como ya podemos tener las dos nacionalidades, entonces me acogí allá yo también.
FC: Claro. Y, ¿a qué se dedicaban sus papás, señor Enríquez?
ME: Mi papá y mi mamá eran gente muy trabajadora, pero mi papá era contador y luego se dedicó principalmente a la publicidad en el Distrito Federal. Mi papá, cuando fue contador, fue a San Luis, Misuri a practicar un poco el inglés y estuvo trabajando en San Luis, Misuri en un negocio que se llama Sticks, Barn and Fuller y con eso y conoció a mi mamá y entonces se casó con ella y se la trajo a México.
FC: Y, ¿cuántos son ustedes de familia?
ME: Cuatro.
FC: Cuatro hombres.
ME: No, dos hombres y dos mujeres.
FC: Y, ¿usted es el más grande?
ME: No yo soy, bueno, yo soy el tercero. Mis dos hermanas son mayores y mi hermano más chico, es seis años menos que yo. Y él este, es el que hizo ahí Cancún, Ixtapa, Puerto Ángel, Puerto Escondido y todo eso. Él hizo, bueno, tiene una historia muy interesante, Antonio, fue un, bueno, se sacó una beca para ir a Montreal. Ahí al segundo año lo hicieron Presidente de los Estudiantes Canadienses y entonces, de estudiantes universitarios, y viajó por todo el mundo. Se graduó de ahí y sacó una beca para Harvard. Y entonces de ahí, se regresó a México, se graduó Suma Cum Laude y luego de ahí se dedicó a la cuestión de administración de empresas en el Banco de Comercio Exterior. Pero poco tiempo después, conoció a don Rodrigo Gómez, que fue el que era el Director del Banco de México en ese tiempo y el que tuvo perfectamente nivelada la economía de México por muchos años. Y este, él le dijo que le gustaría que se viniera a trabajar con él. Se fue a trabajar con él y entonces estuvo de Asesor a la Dirección del Banco de México.
FC: ¿Usted?
ME: ¿Sí?
FC: Usted como su hermano, ¿realizó sus estudios formales en México, sus estudios universitarios?
ME: Este, una parte en Estados Unidos y otra parte en México.
FC: Otra parte en México.
ME: Principalmente en San Luis, Misuri.
FC: Perfecto.
ME: En el Chamberlain(??) College.
FC: Y, ¿cómo se vino a dar cuenta del Proyecto Bracero?, ¿cómo se familiarizó usted con él?
ME: Bueno, es que yo trabajé en aviación, por eso le decía que había yo viajado mucho de los quince años a los veinte, ¿verdad? Entonces este, hice algunas horas de aviación, trabajé con la Mexicana de Aviación, con Brander y con LAMSA y luego conocí a una persona que se llamaba Celi Fober. Y lo conocí en Torreón y me dijo que, este, pues que quería poner una agencia de viajes en Juárez; esto fue en 1949. Y entonces pues me invitó y me dijo: “Y vamos a medias”. Le dije: “Hecho”. Y me vine para acá luego luego. Vivía en el Hotel San Antonio como un año, bueno, un mes y medio, dos meses, mientras conseguía casa y me traje a mi familia.
FC: ¿A vivir aquí a Juárez?
ME: A vivir a Juárez. Y desde entonces estoy entrando y saliendo de Juárez, pero principalmente mi base es aquí.
FC: Su base es aquí, ¿en Ciudad Juárez?
ME: Sí.
FC: Y, ¿cómo lo contrataron a usted?
ME: Bueno, es que en realidad ya cuando tuvimos entonces la agencia de viajes, entonces Celi Fober este, tuvo el contacto con el Gobierno Americano, porque vendíamos muchos boletos a los soldados de Fort Bliss. Y entonces este, ellos donde, estableció él el contacto para poder entonces darles de comer a los braceros.
FC: ¿Entonces para eso fue para lo que lo contrataron a usted, para encargarse de darle de comer a los braceros?
ME: Sí, bueno, no, es que hicimos entonces un contrato con el Gobierno Americano para darles un servicio en Chihuahua y en Juárez.
FC: ¿En Chihuahua y en Juárez?
ME: Sí.
FC: Este contrato que ustedes se realizaron, ¿con qué departamento de los Estados Unidos fue?
ME: Employment Security.
FC: Bureau of Employment Security, ¿que es parte del…?
ME: Del Departamento de Trabajo.
FC: Y, ¿por cuánto tiempo hicieron este contrato?, ¿cuántos años fue?
ME: Bueno, es que se subastaba cada año, ¿verdad?
FC: Ah, cada año lo hacía.
ME: Sí, entonces cuando tuvimos esos dos, eso lo tuvimos, lo ganamos como seis años. Pero se abrieron también entonces las cocinas a contrato y entonces como vieron que habíamos hecho buen trabajo, entonces tomaron en consideración también el ofrecimiento de hacerlo en Estados Unidos y pudimos conseguirlo por cuatro años.
FC: O sea que trabajaron seis años proveyendo este servicio en el lado mexicano y cuatro años en el lado americano.
ME: Bueno, dos años y luego cuatro en los dos lados.
FC: En los dos lados, perfecto.
ME: Sí.
FC: Y en, aquí en México trabajaban en Chihuahua y en Juárez.
ME: Nada más.
FC: Y, ¿en Estados Unidos, señor?
ME: En Estados Unidos fue en Harlingen, en Eagle Pass, en Río Vista y en este, El Centro, California.
FC: Aproximadamente, ¿qué años serían los que usted trabajó para el Proyecto Bracero, señor?
ME: Mire, yo creo que nosotros empezamos en el año del [19]51, en la cuestión del lado mexicano, ya está.
(entrevista interrumpida)
FC: Me decía entonces de los años en que había usted obtenido estos contratos.
ME: Sí, creo que fue el [19]51, [19]52 y una parte del [19]53. Y en el [19]53, [19]54, [19]55 y [19]56 tuvimos los contratos con el Gobierno Americano en toda la frontera, eso lo manejaba principalmente mi socio. Pero en El Centro, California, cuando hubo una, pues un problema principal de contratar; no estaban contratando la cantidad de gente que estaba allí.
FC: Sí.
ME: Entonces estaba, habían cuatro mil quinientas personas ahí. Entonces este, comida, comían tres veces al día, ¿verdad?
FC: Y, ¿ustedes los tenían que alimentar en lo que conseguían trabajo?
ME: Mientras los contrataban y ya salían.
FC: Y ya se iban.
ME: Sí, así que esa fue la mayor cantidad que alimentamos en un día y fueron pos más o menos como doce, quince días.
FC: ¿Cuatro mil quinientas personas diario?
ME: Diario, pero la comida, fueron tres veces, ¿verdad?
FC: Esto fue en California.
ME: En California, en El Centro, California. Tuvimos entonces que hacer varias cocinas, tuvimos que rentar lugares y habilitarlos y todas esas cosas para poderles dar de comer. Entonces hicimos una cocina en Imperial, California y El Centro. Y entonces, pues llevábamos la comida para los dos lados, ¿verdad?
FC: ¿Entonces ustedes tenían las cocinas instaladas fuera de los centros de reclutamiento?
ME: Normalmente dentro de ellos, pero como no había manera de hacerlo todo ahí, entonces tuvimos que hacer el contrato por fuera para poder dar servicio.
FC: En el centro de Río Vista aquí en El Paso.
ME: Sí.
FC: ¿Las cocinas estaban dentro del centro?
ME: Dentro del centro, sí. Pero en Juárez, la tenía yo en Juárez y este, entonces yo servía en un trailer, eso era muy interesante. Bueno, en primer lugar lo de Chihuahua, fue en la estación de ferrocarril de Chihuahua en donde teníamos una cocina cerca de la estación. No fue del… necesariamente ahí. Y entonces ahí les dábamos de comer al ser contratados y luego les dábamos un lonche y entonces salían en el tren regularmente. A veces salían en camión, pero en el tren, entonces llegaban aquí a Ciudad Juárez, entonces yo me encarga de organizarlos para que caminaran por toda la vía del ferrocarril, que ahora se llama Francisco Villa. Y entonces, mi cocina estaba en la calle Colón. Y entonces ahí, pues empezábamos a trabajar desde las diez, once de la noche para hacer los frijoles y todas esas cosas y tenerlos ya bien, bien, terminados. Teníamos entonces también este, dos, ¿cómo se llaman? Dos fábricas que nos surtían de tortillas y teníamos una persona que nos surtía de huevos, porque pos regularmente llevábamos cuatro, cinco, seis cajas de huevo de trescientos sesenta cada una, ¿verdad? (risas)
FC: Era mucha gente.
ME: Sí. Y entonces ya de ahí, en el trailer, les dábamos de comer. Entonces ya los llevaba yo, los dirigía a la primera parte del… mientras estaban dando de comer, porque no se levantaban las personas de allá de El Paso, ¿verdad? Y este, pero sí checaban, en la noche que estuviera todo ya cocinado porque teníamos una, un control bastante bueno con relación a la comida, pero eran un poquito flojitos en la mañana para levantarse.
FC: Para levantarse.
ME: Y entonces los encaminaba yo, a que pasaran al otro lado y pues era un mundo de gente, pues normalmente eran como de seiscientos a mil cuatrocientos, diarios.
FC: Diarios.
ME: Sí.
FC: Y, ¿de qué manera le comprobaban a usted? Porque les daba de comer una vez que ya estaban contratados, ¿verdad? Y, ¿ellos le tenían que mostrar a usted algún tipo de boleto?
ME: Sí, ellos contaban la gente que venía y entonces checaban la cantidad que iban pasando y a todos le preguntaban: “¿Comieron?, ¿sí comieron?, ¿no comieron?”. Y demás, y más adelante sí ya fue un poco más controlada la situación. Estuvo mucho mejor porque entonces ya no tenía yo que llevar a la gente hasta el puente, ¿verdad?
FC: ¿A formarse en las filas?
ME: Sí, que por cierto era mucho polvo porque no había carretera, pavimento ni nada de esas cosas, ¿verdad?
FC: Estaba todavía…
ME: Sí, y pobre gente, pos en ese tiempo, pues venía mucha gente de, pues del sur que ahí venían en pantalones de manta, ¿verdad? Y con su sombrerito y gente muy humilde, pero muy buena gente, magnífica gente.
FC: ¿A usted le tocó estar en contacto, mientras trabajaba aquí en las cocinas con el proceso que seguían en el centro, una vez para ser contratados, el examen médico y todas esas cosas?
ME: No, lo único que me tocó es al principio y como le digo, cuando iba yo a El Paso, entonces a entregar el primer grupo de personas para que el… Y ahí sí me tocaba ver, pues cómo les ponían polvo y todo eso para, pues porque tenían liendres y cosas de ese tipo, ¿verdad?, sí.
FC: ¿Los desinfectaban?
ME: Sí, los desinfectaban, ¿verdad?
FC: Sí, señor. Normalmente, ¿en qué consistía el menú de las comidas?
ME: El menú era este, pues bastante completo. Normalmente en la mañana eran huevos con tortillas, salsa y a veces venía café con leche. Naturalmente, llevaban tortillas y también llevaban un pan dulce cada uno. Así, estaba bastante, bastante completo.
FC: Y se encargaba nada más de darles desayunos pero a veces solían ser las tres comidas al día, ¿verdad?
ME: Allá en Estados Unidos, sí.
FC: Sí.
ME: En Estados Unidos sí les dábamos las tres comidas, los que estuvieran ahí, ¿verdad? Eso fue, como le digo, allá en El Centro, California, en Río Vista, en Eagle Pass y este, ¿cómo se llama? Harlingen.
FC: Estos centros para los que usted trabajaba, ¿operaban todo el año?
ME: No, cada uno eran nada más ocasional. Era para utilizar a la gente para la cosecha, porque casi todo lo demás era este, por medio de máquinas, ¿verdad? Pero nada más en la cosecha sí se utilizaba entonces. Yo tuve oportunidad inclusive de contratar algunas personas por medio de rancheros para que no tuvieran que venir. Tenía yo, pues muchos amigos rancheros que vieron cómo estábamos trabajando y demás y dijeron: “No tenemos tiempo de venir, ¿no me los puedes contratar?”. Y los contrataba yo. Y este, conseguí un amigo también que tenía dos camiones de pasajeros y con él también contrataba para llevarlos para allá. Pero ya yo los seleccionaba entonces también en Río Vista, sí.
FC: En el mismo centro. Usted, ¿qué impresiones en general tenía de los braceros a los que usted les daba comida?
ME: Mire, este como en todo, ¿verdad? Hay mucha gente… Yo diría que el noventa y nueve por ciento era gente muy buena, muy dócil, muy limpia que no había tenido oportunidad de estar, entonces se habían contaminado en el viaje que habían tenido del interior para acá, ¿verdad? Pero la gente, pues nuestra gente mexicana es fabulosa, hombre
FC: Así es. Usted, ¿dónde vivía mientras estaba trabajando en todos estos centros de reclutamiento, tanto en México como en Estados Unidos, dónde vivía usted?
ME: Yo vivía en El Paso, Texas, sí.
FC: ¿Tenía su propia casa allá?
ME: Sí, tenía mi propia casa y tenía cuatro hijos y pues tenía yo mis negocios aquí. Pero en ese tiempo Juárez no estaba muy bonito y ahorita ya no está tan bonito tampoco, porque por una temporada estuvo muy bien. Y pues desgraciadamente en ese tiempo no quise yo entonces, porque no había la facilidad para la educación de mis hijos. Entonces mi esposa, mi primera esposa era americana también, de nacimiento, pero era de padres este, mexicanos, eran de Nueva York. Y este, tuvimos oportunidad de venir aquí a la frontera, de vivir ahí en El Paso. Vivimos en El Paso hasta l968 y el [19]68 me vine para acá, entonces ya me cambié otra vez a Juárez.
FC: Cuando usted estaba trabajando, dando este servicio, más o menos, ¿cómo era un día normal, dentro de su jornada laboral?, ¿cómo la describiría?
ME: Pues yo regularmente tenía todo preparado, ¿no? Yo me iba a Chihuahua a veces y entonces regresaba yo a unas cuantas horas antes de que llegara el tren. Y entonces este, porque allá tenía yo a un compañero, se llamaba Juan Chávez, una finísima persona, por cierto. Y él lo tuve encargado de ese departamento y íbamos a medias también en el negocio, ¿verdad? Así que yo me sentía muy, este, muy seguro del trabajo que estaba ahí llevando a cabo, porque pues tenía interés en ese servicio y era una persona muy decente también. Así que pues tuve la oportunidad de trabajar con gente que valía la pena. Y entonces este, nada más en algunas ocasiones iba yo a Chihuahua. Y le digo, en eso a… durante el tiempo de la contratación, pues una vez a la semana. Pero todo lo demás del tiempo, entonces me la pasaba yo aquí, porque también tenía que ver lo de la cocina de aquí. También, ya después la cocina de El Paso, digo sí, El Paso. Pero normalmente yo empezaba, cuando llegaba yo aquí iba yo con el señor, ¿cómo se llama? De León, que tenía una tienda de abarrotes de mayoreo. Y él me facilitaba entonces todo lo que necesitáramos para el día siguiente. Yo estaba allá, estuve yo al corriente de lo que estaba sucediendo en Chihuahua y en alguna ocasión antes de, de que sigamos este, pues se descomponía el tren y entonces llevaba yo toda la comida hasta donde estuviera el tren atorado.
FC: Y, ¿ahí era dónde les daba de comer?
ME: Sí. (risas)
FC: Normalmente usted diría en promedio, ¿cuántos días duraba un bracero dentro del centro de reclutamiento, una vez que estaba en el centro de Chihuahua, a que se fuera?
ME: Bueno, del centro de allá de Chihuahua, venía para acá, normalmente se contrataban casi el mismo día; salían el día siguiente a más tardar y tenían qué, porque no había capacidad también para mucha gente, ¿verdad?
FC: ¿Podían dormir dentro de los…?
ME: Sí, sí, sí.
FC: ¿Centros de reclutamiento?
ME: Bueno, ya los de entrada, en Chihuahua no había esa facilidad. Pero sí, en Estados Unidos sí había facilidad.
FC: ¿Aquí sí se podían quedar a dormir?
ME: Sí, sí, sí.
FC: Usted que trabajaba en los centros, cada vez que algún bracero se le terminaba su contrato o expiraba su contrato, ¿tenía que pasar por el mismo centro para ir de regreso?
ME: Sí, y también nosotros les dábamos de comer también de regreso.
FC: En el camino de regreso, ¿también ustedes se encargaban de eso?
ME: En camino de regreso, ¿también? Sí, cómo no, sí.
FC: ¿Usted qué considera que son los efectos que ha tenido el Programa Bracero?
ME: Pues a mí se me hace que sí ha sido muy bueno. Una persona que se desplaza de una ciudad y su familia y todo lo demás, es una persona muy positiva porque está buscando mejorar. Entonces a mí se me hace que, pues es una de las mejores cosas que ha sucedido para México, porque ya regresan habiendo visto muchas otras cosas, con mejores ideas y para ponerlas a trabajar. El tener trabajadores, este, de brazos, ¿verdad?, como los braceros, desgraciadamente a veces les tocaban trabajar con personas que no eran muy decentes, que eran este, aprovechadas que… Y todo ese tipo de cosas eran muy difícil tratar de mantenerlos, ¿verdad?
FC: Dentro de lo que usted estuvo trabajando ahí, ¿le tocó que los braceros causaran algunos problemas o que hubiera incidentes?
ME: No, normalmente no. Como le digo, nuestra gente no es… Muy al principio, los que venían ya con dos o tres veces o el segundo, tercer año, sí eran medio liedercillos y yo sé, ¿verdad? Porque, pues son hombres muy machos, ¿verdad? Aunque no somos muchos. (risas) Pero sí este, pues ya se sentían como con más conocimiento y: “No, yo no quiero que sea esto y que lo otro”. Y esos son los que daban un poquito más de guerra, pero los demás no.
FC: ¿Recuerda usted algún incidente en particular que le haya sucedido durante este tiempo?
ME: Pues fíjese que todas las cosas que me pasaron a mí, fueron puras cosas bonitas, puras cosas bonitas. Durante ese tiempo pues naturalmente que pues, estaba yo joven, mi familia estaba más o menos bien, estaba yo trabajando intensamente pero este, teníamos salud y teníamos todo lo que necesitáramos. Entonces, no me sentía yo como que me tenía que vengar de nadie, ni nada de esas cosas, ¿verdad? Porque regularmente eso es lo que pasa, a unas personas les está yendo mal y entonces agarra y echa las cosas por la ventana, ¿verdad? No, este, pues las cosas… (risas) Una vez, sí regresó uno de los, de los braceros. “Fíjese la última vez que estuve aquí nada más me dieron cuatro tortillas”. “Bueno, y, ¿cuántas quieres?”. “No, pos unas seis”. “Bueno, pos ándale pues”. (risas)
FC: Le daba más tortillas.
ME: Sí, pero ese es uno de los detallitos, pero siempre buscamos la manera de salir adelante con esas cosas, ¿no?
FC: También me estaba diciendo que les daban, no solamente les daban de comer, sino que les ponían lonche para el camino, ¿ustedes se encargaban también de eso?
ME: Sí, para el camino sí. Sí, sí de allá de Chihuahua para acá.
FC: De Chihuahua para acá.
ME: Les damos lonche, porque este, se contrataban al medio día y luego venía el tren y luego hasta quién sabe cuántas horas pudiera venir a llegar, ¿verdad? Entonces aquí vinieron a comer y en El Paso sí se les daba lonche también para el viaje hacia los lugares contratados, ¿verdad?
FC: Y este lonche, ¿más o menos en qué consistía?
ME: Consistía en dos sándwiches, una fruta, un botecito de leche; regularmente era de jamón con queso, alguna cosa de ese tipo, también. A veces hicimos este, unas rebanadas de pollo y salió más o menos bien también, pero principalmente eso era lo que más se llevaba para los lonches.
FC: Los distribuidores que le daban a usted la comida, ¿tenía distribuidores en México y en Estados Unidos?, ¿eran diferentes?
ME: Diferentes totalmente.
FC: Diferentes.
ME: Sí.
FC: Y las reglas de salubridad para ambos lados, ¿cómo manejaban eso?
ME: Era igual, era igual.
FC: ¿Era lo mismo?
ME: Era lo mismo siempre, en el mismo. Inclusive se cambiaban las personas que estaban en El Paso, también se venían para Juárez y a veces los mandaban a todo Chihuahua.
FC: Entonces el mismo Departamento de Trabajo.
ME: Sí, tenía…
FC: Checaba todo.
ME: Sí, checaba, sí, sí, eso y también los camiones y todo lo demás. Al principio eso fue lo triste, ¿verdad? Que no se podían conseguir los camiones de pasajeros y entonces se habilitaban tráilers de ganado. Entonces metían unos tablones y luego en el centro también dos y otro del otro lado. Y entonces ahí se ponían los pobrecitos y este, pero no había otra forma de hacerlo porque no estaban preparados para… Ya más adelante, entonces ya hubo más, pos lo que le platicaba de señor Story. Él empezó allá con sus camiones de pasajeros que eran de las escuelas, entonces con eso ya también se transportaron de El Paso a Río Vista.
FC: Su opinión personal acerca de este programa, señor Enríquez, ¿cuál sería?
ME: Como le digo, a mí se me hace que es una cosa muy buena, pero, nunca, nunca, debió de haberse cortado en la forma en que lo hizo, lo hicieron. Porque eso nada más empezaron y ahí iniciaron una cosa, que yo le llamo invasión silenciosa. Es una cosa que no debió de haber sido así nunca, lo unilateralmente naturalmente lo cancelaron en Estados Unidos y entonces ya tenían contactos con todos los trabajadores y entonces los mismos trabajadores iban y se iban directamente para allá.
FC: O sea que continuaban cruzando a trabajar.
ME: Sí, sí, seguro. Pero no nada más eso, sino que muchos ya se empezaron a quedar y eso era lo que no debía de ser. Si no se hubiera hecho eso, no tendríamos entonces la invasión esa silenciosa de que le platico. Es muy importante eso, porque en realidad ahorita nos está beneficiando mucho a México, lo que sea de cada quien, porque están mandando mucho dinero. Pero ha separado familias y eso es lo que no debe de ser, la cuestión social no está balanceada.
FC: ¿No está? ¿Cuáles considera usted que son las ventajas y las desventajas que tuvo este programa cuando se implementó?
ME: Las ventajas siempre fueron el haber dado trabajo a una cantidad de personas, que se han multiplicado en este, en los ranchos y que no tenían a dónde más ir, que no había trabajo para ellos en México. Por otro lado, eso es una ventaja, pero por otro lado al no conocer, no sabía a qué tenían derecho y no sabían a quién pedirle que los trataran mejor en los lugares donde iban. El Consulado, los diferentes consulados, en diferentes partes de Estados Unidos, los mexicanos trataron de hacer algo pero no hubo un sistema, como se tiene en Europa. Yo conozco bien porque también fui para allá varias veces yo. En [19]76, del [19]76 a 1999 fui Cónsul de Bélgica y estuve muy en contacto con todos los movimientos de personas y me enteré de cómo trabajaban allá y eso fue lo que nos faltó a nosotros.
FC: Cuando usted estaba trabajando para estos programas, ¿cuánto era normalmente el sueldo que usted recibía? O, ¿el monto del contrato?
ME: Bueno, yo este, a mí me pagaban $0.33 centavos por comida. (risas)
FC: ¿Por cada uno de los braceros?
ME: Por cada uno, por cada uno de las comidas en Juárez y en Chihuahua. En El Paso, salió de $1 dólar, a $1.25, $1.35, $1.50. En ese tiempo, que era suficiente para salir bien y tener un poco de utilidad.
FC: Y normalmente, ¿cuántas personas por día atendían en un día normal?
ME: Bueno, acuérdese que son por temporadas, entonces vamos a suponer que empezábamos, empezaban a llegar los de Harlingen, de Monterrey, los llevamos a Reynosa, porque faltaba eso lo de Reynosa, y de Reynosa a este, a Harlingen. Allá, empezaba más o menos en agosto. No, en septiembre; septiembre, octubre y noviembre eran los tres meses realmente de mucho movimiento en todos lados. Nada más que se había una cosecha más pronta en la parte sur de Estados Unidos y un poco menos al, ¿cómo se llama? A la parte norte, ¿verdad? Entonces siempre empezábamos con más gente desde este, ¿cómo se llama?, desde Harlingen. Y entonces había gente aquí en Eagle Pass, también El Paso y luego California. Entonces en California, inclusive hasta duraba pues cuatro, cinco y seis meses, ¿verdad? Pero los contratos eran de tres meses, que yo me acuerde.
FC: ¿Duraban tres meses?
ME: Sí, nada más.
FC: Y durante este tiempo, ¿cuántas personas trabajaban para usted? ¿A cuántas personas contrataba?
ME: Pues, para que me hicieran el trabajo en Juárez y en Chihuahua, tuvimos a… Como unas treinta y cinco gentes.
FC: Y, ¿qué eran estas personas, cocineros?
ME: Eran cocineros principalmente.
FC: ¿Principalmente?
ME: Sí, son… Principalmente eran cocineros y ayudantes, nada más. Siempre tuvimos platos de cartón y desechables para que hubiera higiene y todo lo demás.
FC: No se tuviera que lavar.
ME: Sí, sí.
FC: ¿Había algún tipo especial de equipo que ustedes tuvieran que utilizar?
ME: Pues lo único que hice yo inicialmente, era así en un horno de gas, de fierro y con unos tambos de doscientos, de veinte galones cada uno para calentar el agua y para este, hacer los frijoles. Y entonces de ahí te hacían, con eso hacíamos la salsa y hacíamos lo que fuera, ¿verdad? Pero principalmente los frijoles tardaban mucho, por eso empezábamos muy temprano, (risas) en las noches, sí.
FC: ¿A qué hora normalmente servían el desayuno en la mañana?
ME: Como a las siete de la mañana.
FC: Siete de la mañana.
ME: Sí, pero estábamos empezando regularmente a hacer los frijoles más o menos como a media noche.
FC: A media noche.
ME: Sí, como siete horas más o menos.
FC: Para que estuvieran listos.
ME: Sí, porque pos a veces, el frijol estaba un poquito duro y (risas) entonces buscábamos la manera de que saliera bien, ¿verdad?
FC: De que saliera muy bien.
ME: Sí.
FC: Y las comidas y las cenas, normalmente, ¿a qué horas se servían?
ME: Como le digo, eso nada más era de paso y principalmente nada más era en la mañana.
FC: En la mañana.
ME: Sí, pero al regreso entonces se dan a la hora de la comida y entonces a la hora de la comida, no les dábamos este, más que sándwiches para que… Porque ya con eso se iban directamente a su camión.
FC: Y, ¿cómo se los proporcionaban?, ¿en bolsitas?
ME: En bolsitas y todo, sí.
FC: Durante todo el tiempo que usted estuvo, que tuvo ese contrato con los Estados Unidos, ¿decidió usted dejarlo o cómo fue que?
ME: No, no, lo cancelaron ellos y ya, con eso ya no tuvimos la oportunidad nosotros de seguir.
FC: Cuando cancelaron el Programa Bracero.
ME: Cuando cancelaron, sí.
FC: Entonces, ¿usted estuvo con ellos cuando ya había empezado, a partir del [19]51?
ME: Sí, sí, ya había empezado en el [19]43 o por ahí más o menos, ¿verdad? Y este, nosotros empezamos hasta el [19]51 y terminamos el [19]56, [19]57.
FC: Y estos lugares en los que ustedes distribuían la comida, ¿se sentaban en mesas o eran líneas?
ME: No, allá sí todo estaba sentado, allá sí había lugar para sentarlos y todo lo demás, así que no había ningún problema.
FC: Y, ¿tenían ellos que ir a servirse a una línea o pasaban los meseros o había personal?
ME: No, no, no, el personal solamente le servía, que pasaran en una línea, eso es todo.
FC: Eso es todo.
ME: Sí, pero podía, podían regresar también, eh.
FC: Ah, ¿podían volverse a servir si ellos gustaban?
ME: Sí, sí, si es que estaban, que tenían hambre o alguna cosa, siempre se les servía también.
FC: Y regularmente la gente regresaba o, ¿no era muy común?
ME: No, no era muy común. Yo calculo que cada sentada habría unas cinco o seis, nada más.
FC: Personas nada más.
ME: Sí, personas, pero que se veían que si no habían comido bien, ¿verdad? Entonces, pues hay que darle de...
FC: Y normalmente, me había comentado qué les servían de comer y, ¿de tomar, señor?
ME: De tomar, este, era casi siempre leche o refrescos.
FC: Leche o refrescos.
ME: Pero en la cuestión de la comida también este, les dábamos, se me había pasado decirle en el Estados Unidos, les dábamos este, también verduras.
FC: ¿Ah, también les…?
ME: Sí, les dábamos también este, chícharos o zanahorias o este… ¿cómo se llaman?
FC: ¿Calabazas?
ME: Sí, calabazas y elotes, se me hace que el elote… Sí, a veces teníamos la oportunidad de comprarlos, una buena cantidad de elotes y entonces les dábamos a todos también.
FC: Y, ¿variaba usted el menú?
ME: Sí.
FC: O generalmente servía…
ME: No, no, no lo, se variaba, se variaba. Vamos a suponer, el lunes, martes y miércoles se les daba diferente y el del jueves, viernes y sábado, se le daba igual. O sea que eran tres menús nada más los que realmente les dábamos.
FC: ¿Eran tres menús?
ME: Sí.
FC: ¿Los que tenían? Me había comentado usted, bueno uno de ellos el de las mañanas y que tenían y esos tres menús diferentes que ustedes tenían, ¿en qué consistían?
ME: Pues todo depende este, hacíamos también la carne picada con chile colorado, con chile verde y pos cosas de ese tipo que es comida netamente mexicana, ¿verdad?
FC: Sí, señor.
ME: Sí.
FC: Entonces lo más americano que servían eran los sándwiches que se llevaban.
ME: Sí, eso sí, sí. No, y siempre también les dábamos su chilito también.
FC: ¿También lo pedían? Y ustedes nada más se encargaban de darles de comer a los braceros, ¿nunca había agentes o personas que trabajaran en los centros que también comieran con ustedes?
ME: Sí, sí lo hacían, pero a esos no les cobrábamos nada.
FC: ¿Esos se…?
ME: Sí, eso no, de eso no, sí.
FC: ¿Hasta los americanos comían?
ME: Sí, también los cónsules.
FC: Ah, ¿también los cónsules comían?
ME: Sí, (risas) pues era una comida limpia y sabrosa, ¿verdad?, sí.
FC: Alguna impresión o algún comentario final que nos quisiera hacer señor Enríquez, acerca del tiempo que duró usted trabajando para el Programa Bracero.
ME: Yo sinceramente pienso que una de las cosas muy importantes es que debe de haber ese sistema otra vez. Pero debe de ser un sistema por medio del cual se hace por un tiempo determinado y tiene que salir la persona a regresarse y cuando termine ese contrato y en esa forma, no separamos a las familias. Porque eso es lo más importante, ahorita lo que está sucediendo es que mucha gente ha venido y se va quedando, pues van formando otra familia y la que sufre es la familia que va quedando allá.
FC: Que se tuviera control entonces sobre la gente.
ME: Sobre la gente que vaya y que tenga que regresar.
FC: Sí. Si se reviviera el Programa Bracero, ¿a usted le gustaría volver a participar en él?
ME: Pues ya a mi edad ya no. No, no creo este, que me interesara mucho, pero sí me gustaría este, cuando menos, en la organización, hacer alguna cosa o alguna este, alguna mención, para ver si es posible utilizar lo que más o menos ya tuve experiencia y que sirviera entonces para hacer las cosas bien para ellos, ¿verdad?
FC: Pues le agradezco mucho la entrevista señor Enríquez.





Fin de la entrevista

Interviewer

Carrillo, Fernanda

Interviewee

Enriquez Savignac, Manuel

Location

Ciudad Juárez, Chihuahua, México

File Name Identifier

Enriquez_Savignac_ELP016

Citation

Carrillo, Fernanda and Enriquez Savignac, Manuel, “Manuel Enriquez Savignac,” Bracero History Archive, accessed November 25, 2024, https://braceroarchive.org/es/items/show/71.