Clemente Velázquez Lucio
Title
Clemente Velázquez Lucio
Description
Biographical Synopsis of Interviewee: Clemente Velázquez Lucio was born on a ranch named El Molino, in San Diego de Alejandría, Jalisco, México, on November 23, 1931; his father’s name was Santos Velázquez, and his mother’s name was María Guadalupe Lucio; they worked for hacienda owners; Clemente had seven brothers and six sisters; he was never formally educated; when he was roughly sixteen years old, he worked illegally in Texas; in 1956, he enlisted in the bracero program, and he worked in the fields of Arizona, Arkansas, California, and Texas.
Summary of Interview: Mr. Velázquez recollects the humble home where he grew up with its roof made of grass and rocks; when he was twelve years old, he was responsible for about twenty cows on the hacienda; he was already married by the time he was roughly fifteen years old; not long after, he came to the United States illegally to work; he remembers hearing his uncles talk about the bracero program; in 1956, he was able to get on the list of eligible workers in order to get contracted in Empalme, Sonora, México; when not on the list, he had the option of going to Hermosillo, Sonora, to pick two thousand kilos of cotton, which was especially difficult; in Empalme, roughly two thousand men were processed daily, leaving anywhere between twelve and fifteen thousand men waiting for months at a time; from there he was transported in a cargo train to Mexicali, Baja California, México; he comments that the Mexican government was paid for each contract, which in essence allowed men to be rented out like cars for labor; as a bracero, he worked in the fields of Arizona, Arkansas, California, and Texas; he goes on to detail various camp sizes, housing, living conditions, provisions, treatment, contract lengths, correspondences, remittances, and recreational activities; in addition, he states that in Texas he worked in a camp with five thousand braceros, which was difficult; when it was time to return to México, they had to wait up to three days, because there were so many men that needed transportation.
Summary of Interview: Mr. Velázquez recollects the humble home where he grew up with its roof made of grass and rocks; when he was twelve years old, he was responsible for about twenty cows on the hacienda; he was already married by the time he was roughly fifteen years old; not long after, he came to the United States illegally to work; he remembers hearing his uncles talk about the bracero program; in 1956, he was able to get on the list of eligible workers in order to get contracted in Empalme, Sonora, México; when not on the list, he had the option of going to Hermosillo, Sonora, to pick two thousand kilos of cotton, which was especially difficult; in Empalme, roughly two thousand men were processed daily, leaving anywhere between twelve and fifteen thousand men waiting for months at a time; from there he was transported in a cargo train to Mexicali, Baja California, México; he comments that the Mexican government was paid for each contract, which in essence allowed men to be rented out like cars for labor; as a bracero, he worked in the fields of Arizona, Arkansas, California, and Texas; he goes on to detail various camp sizes, housing, living conditions, provisions, treatment, contract lengths, correspondences, remittances, and recreational activities; in addition, he states that in Texas he worked in a camp with five thousand braceros, which was difficult; when it was time to return to México, they had to wait up to three days, because there were so many men that needed transportation.
Creator
Pelayo, Monica
Velázquez Lucio, Clemente
Date
2006-05-25
Subject
bracero
Rights
Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso
Language
spa
title (Spanish)
Clemente Velázquez Lucio
Rights Holder
Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso
Online Submission
No
Original Format
Mini Disc
Duration
27:00
Bit Rate/Frequency
24 bit
96 k
96 k
Transcription
Nombre del entrevistado: Clemente Velázquez Lucio
Fecha de la entrevista: 25 de mayo de 2006
Nombre del entrevistador: Mónica Pelayo
I am interviewing Clemente Velázquez on May 25th, 2006 in San Bernardino, California. This is part of the Bracero Oral History Project.
MP: Bueno, señor a ver, comencemos con lo básico. ¿En dónde y cuándo nació?
CV: En San Diego de Alejandría.
MP: Y, ¿cómo…?
CV: En 1931.
MP: ¿[Mil novecientos] treinta y uno? Y, ¿cómo…?
CV: Noviembre 23 de 1931.
MP: Ah, qué bien. Y, ¿cómo era en donde nació ahí usted?
CV: Bueno, yo nací… No, San Diego de Alejandría no era, era el pueblito. Nací en un rancho, ¿verdad?
MP: ¿Usted nació en un ranchito?
CV: En un rancho, en una hacienda que se llamaba El Molino.
MP: El Molino. Y, ¿cómo era ahí su casa?
CV: ¡Oh! Pues vivíamos en unas casitas muy pobres de… Se hacían de piedra y zacate los techos y… Pobres, pobres. Como en el rancho, por lo regular, ¿vedá? Solamente los que, patrones tenían más… Que les nombraban haciendas con las mansiones grandes, ¿verdad?
MP: Entonces, ¿usted trabajaba para una persona allá…?
CV: Sí, mis padres trabajaban para los hacendados, pues.
MP: ¿Cómo se llama?
CV: Sirvientes de los haciendados, los dueños de haciendas grandes, de más o menos dos, tres mil hectáreas de tierra era. Cuatro, cinco mil hectáreas de tierra.
MP: Entonces, ¿cómo se llama? ¿Eran sirvientes los dos?
CV: Sirvientes, sí.
MP: Y, ¿cómo se llamaban sus padres? ¿Cómo eran ellos?
CV: Santos Velázquez y María Guadalupe Lucio.
MP: Y, ¿cuántos? Y, ¿usted venía de familia grande, chiquita, mediana?
CV: Pues para decirte en poco, sí fui familia chica, ¿verdad? Pero, al pasar algunos años, pos era familia grande, ¿vedá? (risas)
MP: ¡Ay!
CV: Como todas, yo pienso, ¿vedá?
MP: ¡Ay! Y, ¿cuántos…?
CV: Es más, nosotros comenzamos la pareja, era mi esposa y yo y horita entre nietos, hijos, nietos, bisnietos, nueras, este, llegamos a unos cuarenta.
MP: ¡Ay, Dios mío! Pero, y en su casa de sus padres, ¿cómo se llama? ¿Cuántos hermanos y hermanas tenía usted?
CV: ¡Uh! Como unos do[ce], como unos catorce.
MP: Catorce.
CV: Trece o catorce.
MP: ¿Cuántas mujeres?
CV: Mujeres fueron, parece que fueron seis.
MP: Seis. Entonces fueron, ¿qué? ¿Ocho hombres y seis mujeres?
CV: Como siete u ocho hombres.
MP: Siete, ocho hombres.
CV: Sí.
MP: Ah, qué bien. Y, ¿usted pudo ir a la escuela?
CV: No, estuve escuela ni un rato, ni una hora.
MP: ¡Ni una hora! Nunca.
CV: No.
MP: Y, ¿cómo se llama? Y, ¿sus hermanos pudieron ir a la escuela? ¿Por qué no fue?
CV: Los más chicos pos, me man… Me mantenían mis padres ocupados en la casa cuidando vacas.
MP: Vacas.
CV: Ocho, diez o veinte vacas que había que cuidarlas.
MP: Ah, qué bien.
CV: Ese jue mi trabajo hasta quince, dieciséis años.
MP: Y, ¿después de eso?
CV: O sea que lo hice como, como diez, doce años hice ese trabajo.
MP: Y después de esos años, ¿qué hizo?
CV: Bueno, ya fue cuando yo, este, me casé y ya vivimos, este, separados, ¿verdad? Formé, formé un hogar, ¿vedá?
MP: Y, ¿cómo se llama? Y, ¿cómo supo del programa?
CV: Se venía oyendo decir por medio de… Yo lo comencé a oir decir por medio de los tíos, de un tío.
MP: ¿Qué le decía el tío?
CV: Que comenzaban, que comenzaban los braceros el [19]40, alrededor del [19]40 comenzaron, [19]40 ó [19]41, por ahí así.
MP: [Mil novecientos] cuarenta y dos.
CV: El [19]42, por ahí, por ahí comenzó. De ahí lo oí decir y a poco, pos yo también me convertí en un, en un contratado, en un bracero que le nombraban, ¿verdad? Que esa primera vez fue en, yo vine a…Yo entré a Texas de la edad de diecisiete años. Fui dos, tres veces a Texas, pero ilegal.
MP: ¿Primero entró ilegal y luego ya se contrató?
CV: Ya después que me casé, este, me contraté. Que la primer vez fue el [19]56.
MP: [Mil novecientos] cincuenta y seis. Ah, qué bien.
CV: Contratado. Ya después, [19]57 en Texas, [19]58, [19]59 seguí en Texas, Michigan, Arkansas, todos esos lugares, ¿verdad? Luego, después comencé a entrar, desde el [19]56 que entré a California, ya después hasta, hasta el [19]60 y algo comencé a entrar aquí a… Estuve en Arizona, en Phoenix. Luego después aquí en el Valle de…
MP: ¿Imperial?
CV: Sí, no, acá para este otro Valle de…
MP: ¿San Joaquín?
CV: Sí, para acá de estos lados de Fresno, todos esos, todos esos planes en los valles.
MP: Y, ¿cómo se llama? ¿Cómo fue la pasada cuando lo contrataron?
CV: En la pasada cuando me contrataron. Pues a veces había listas en los municipios y mandaban listas a Empalme.
MP: ¿Cómo es eso de la listas?
CV: Hacían una lista en el municipio.
MP: No, no entiendo eso.
CV: El city.
MP: Oh, okay.
CV: Hacía una lista y la mandaban a Empalme, Sonora y en Empalme, pos había, este, estaba la contratación donde habíamos, donde habíamos doce o quince mil hombres.
MP: Okay.
CV: Muchos, doce o quince mil hombres había. Allí esperábamos por un rato, llegamos a esperar hasta por meses.
MP: ¿Usted tuvo que esperar meses?
CV: Sí. Una pura vez que entré. Necesitábamos piscar, esa vez no veníamos en lista, veníamos a piscar algodón al… allí a, este, a Hermosillo y teníamos que piscar dos mil kilos para ganarnos una carta que estaba autorizada para contratarnos en Empalme.
MP: Entonces esa fue la, la…
CV: Esa fue una de las veces. No, fueron algunas, pero fue una de las veces que batallamos más, porque pos, para piscar dos mil kilos de algodón, allá afuera con tanto calor, a ciento y algo.
MP: Y, ¿cómo se piscaba el algodón?
CV: Se pisca con la mano, como piscar…
MP: No, pero, digo, en, ¿se pone en cajas?
CV: No, una saca como de aquí a allá, como de catorce o doce pies. (risas)
MP: De catorce. ¡Ay, güey! (risas) Y, ¿como cuántos kilos era una…?
CV: Esa saca agarraba más o menos un resto de kilos. Agarraba unos, agarraba unos sesenta kilos, cincuenta; bien apretados se agarraban setenta kilos.
MP: Ah. Entonces…
CV: Que venían siendo como ciento, ciento cuarenta.
MP: ¿Libras?
CV: Libras.
MP: Oh, libras. Está, está bien.
CV: Y ganábamos la carta y ya nos contratábamos de ahí para acá.
MP: Está bien.
CV: Podíamos decir que, parece, no oímos decir. Cada contratado que cruzaba la frontera le pagaba al Gobierno de México.
MP: ¿Cómo?
CV: Estados Unidos. O sería a los contratistas de aquí de Estados Unidos, los rancheros pagaban. Le pagaban cierta cantidad por cada uno. Así es que veníamos rentados. Como rentar un carro, ¿vedá? Muy parecido. (risas)
MP: Y, ¿cómo se llama? Y después de esa experiencia de los dos mil kilos, ¿a dónde fue?
CV: Allá a Empalme. Pos, entonces a Empalme, Sonora, ahí nos contratábamos.
MP: Y ahí los contrataron. Y, ¿de ahí?
CV: Allí estaba un licenciado y ahí estaban oficinas de Migración grandísimas allí en un lugar grandísimo donde estaba entrando toda la gente contratada. Contrataban, podían contratar hasta, este, mil o dos mil hombres diarios.
MP: ¿En serio?
CV: Mucha gente, mucha.
MP: Y luego…
CV: Y allí era onde nos arreglaban los papeles. Teníamos que traer identificaciones, acta de nacimiento, cartillas, ¿verdad? Onde habíamos dado el servicio para poder pasar para acá. Tenía que pasar uno muy legal, pues.
MP: Y, ¿cómo se llama?
CV: Y ya de allí nos veníamos en el tren, nos echaban en el tren todo el tiempo.
MP: ¿Al tren?
CV: En puros carros de ahí hasta…
MP: ¿Tenía asientos?
CV: Hasta Mexicali. Unos tenían asientos. A mí me tocó una vez, una vez o dos veces en los carros sueltos, como donde nomás ponen material nomás, cajas nomás, nada de asientos. Nos trataban muy mal desde que salíamos de nuestra tierra contratados hasta que entrábamos aquí. (risas)
MP: Entonces, ¿lo trataron mal en Mexicali?
CV: Pos en Mexicali, ahí cruzábamos la línea.
MP: Y, ¿cómo lo trataron ahí?
CV: Ya allí, pos nos recibían allí con los papeles que ya traíamos contratados. Nos recibían y ya nos estaban hablando para llenar otros papeles allí, dejar un, unas listas donde cruzamos para acá legales. Nos daban una mica, que esa por allí anda la mica, por ahí la tengo en libretas, por acá está, sí. Y ésa yo la conservé desde el [19]56 y es por la que traigo orita aquí. Y ya de ahí pasábamos y allí de Mexicali ya nos mandaban en buses para acá, para…al destino, al Valle de San Joaquín, al Valle, a Salinas, a Fresno, a diferentes lugares, ¿verdad? Ya. Y este, y ahí cumplía uno el contrato. Renovábamos contratos. Cumplíamos el contrato.
MP: Y, ¿cómo eran los campos ahí en donde usted vivía?
CV: Aquí di este lado donde estábamos en los campos, algunos estaban tremendos.
MP: Tremendos, ¿en qué forma?
CV: Yo estuve en un campo que había así, más de cinco mil hombres.
MP: ¡Ay, Dios mío! Y, ¿cómo le hacían para dormir y para comer?
CV: No, pos había barracas grandes donde había, le nombraban barracas, es como, como, ¿qué? Como un almacén grande, como unas bodegas grandes donde cabíamos dos, trescientos, cuatrocientos.
MP: Y, ¿en qué dormían? ¿Literas?
CV: No, en literas, sí.
MP: ¿Eran de dos pisos o de tres, cuatro?
CV: O sea, parece que había de hasta de a cuatro, ¿no? De a tres, (risas) pero, no, me tocó de a dos nomás.
MP: ¿Nomás de a dos le tocó a usted?
CV: Sí. Y este, allí para desayunar, el desayuno comenzaba a las cinco de la mañana. Cuando comenzaba el desayuno a las cinco de la mañana, ya había unos, ya había unos, unos quinientos formados ya.
MP: ¿A las cinco de la mañana? ¡Uh! Yo que…
CV: Los domingos que descansáramos, era un puro día de descanso, el domingo. Que descansábamos, a las cinco de la mañana comenzaban los desayunos. A la… Terminaban los desayunos como a las once o doce del día, pero ya estaba la línea como de quinientos o mil hombres, para entrar de nuevo a comer.
MP: ¿A comer?
CV: Sí. Salían de comer a las tres, cuatro, cinco de la tarde y ya estaba la línea de mil hombres, quinientos hombres, para entrar a cenar.
MP: A cenar. Entonces, ¿esa línea nunca terminaba?
CV: Era un desmadre. Era una cosa así muy… Pues, pero nos gustaba yo creo, veníamos muchos.
MP: ¿Le gustaba?
CV: Cinco mil y tantos hombres, era un gentío, era un pueblo allí.
MP: En el campo.
CV: En el campo.
MP: Y, ¿cómo se llama? Y, ¿qué hacía usted en sus tiempos de descanso?
CV: Pues apenas descansar nomás.
MP: ¿Apenas?
CV: Sí, pues, se trabajaban los seis días, a veces ocho, diez horas de trabajo.
MP: No…
CV: No, digo, mínimo casi no, ocho no, diez o doce horas de trabajo.
MP: Diez o doce.
CV: Y los seis días de la semana. El domingo apenas, pos sí dicíamos que pa lavar, pos sí, lavábamos a fuerzas. Pero era todo, sin descansar un rato.
MP: No descansaba.
CV: Descansar un rato siquiera, sí. Porque otro día ya estaba pitando el, una campana que pitaba a las cinco de la mañana.
MP: ¿Tenían campana? Ustedes, ese campo…
CV: El campo.
MP: Ah, okay.
CV: El campo tenía campana. Entonces, este, fue algo… ¡Ah! Muy duro, muy duro fue. Me recuerdo en Texas, ese jue donde cuando vi más montón de cuánto íbamos a México. Se acaban las, se acababan las piscas de algodón en noviembre, porque ya en noviembre comenzaba el norte y era hielo y frío. Y ya nos echaban pa afuera, se para, se acabó el contrato. Y en ese campo de Amarillo, Texas… ¡Nombre! Viera. Había una rete fila de buses pa salir y durábamos tres días pa salir.
MP: ¡Ay, Dios mío!
CV: Pa agarrar bus de allí, pa salir a México de tanta gente que había. Unas rete filas de velices, como de aquí a la calle.
MP: ¿Qué serían? ¿Unas, una casa y…?
CV: No, pos ahí podía haber, ahí había más. Ahí había unos… Ahí podía haber mínimo, arriba de cinco, seis mil hombres esperando salir en los buses. Y llegaba un bus detrás de otro, uno, uno atrás de otro, uno atrás de otro.
MP: Entonces…
CV: A entregarnos a la línea a México, a El Paso.
MP: Y, ¿de allí qué?
CV: No, pos ya de allí agarrábamos nosotros. A veces íbamos a los, al Home Depot a agarrar un bus para nuestro destino.
MP: Y, ¿cómo se llama? Y de dinero, ¿usted mandó dinero pa la casa, para allá con su esposa?
CV: Algunos contratos nos iba bien, algunos otros contratos, no nos iba muy bien. Pero, pues este, ya estábamos… Bueno, no, yo creo que todos. Ya estábamos como muy acostumbrados a venir al norte.
MP: Y entonces…
CV: Yo llegué a durar un año, dieciocho meses, dos años, seis meses. En algunos contratos nomás dos meses o tres. Entonces, este, pos vivíamos, vivíamos más o menos pero era, era pesadito. Más pa la familia, cuando ya teníamos familia, que la dejábamos sola también.
MP: Y, ¿cómo? ¿Le mandaba carta a su esposa? O, ¿cómo sabía de su familia?
CV: Sí, carta, sí, carta.
MP: Y, ¿usted le podía mandar a ella?
CV: Y se duraban, duraban un tiempo las cartas. Mandaba una carta y la re… De cuando la mandaba, la venía recibiendo como a los veintidós días o al mes, la contestación.
MP: Y, ¿ellos siempre sabían en donde estaba usted?
CV: Oh sí, siempre. Sí, claro.
MP: Y, ¿qué le contaba su esposa en esas cartas?
CV: Pues que ya estaba cansado de trabajar. (risas) Claro, razones de cuando se cumplía el contrato, ¿verdad? Todo eso.
MP: Y usted…
CV: Había veces que se podía ir uno sin cumplir el contrato por alguna emergencia o algo. Algunos compañeros llegué a mirar yo.
MP: Oh, compañeros. ¿A usted nunca le tocó?
CV: No, a mí no me tocó, pero yo llegué a mirar compañeros.
MP: Y, ¿qué significaba una emergencia?
CV: No, pues alguna enfermedad, por ejemplo.
MP: ¿De ellos o de la familia?
CV: De la familia.
MP: De la familia.
CV: Porque, enfermedad de nosotros, pues nos atendían, teníamos doctor. Nos daban doctores.
MP: Entonces, en eso, ahí tenían, ¿en esos campos grandes tenían allí como tiendas o no tenían?
CV: Sí, sí había.
MP: ¿Sí había?
CV: Había campitos que había una tiendita allí donde vendían sodas y cigarros. Bueno, tienditas, era pequeña, ¿verdad? En el campo, que era el mismo dueño del campo, el dueño de los comedores y el dueño acá, pos tenía todo eso.
MP: Y luego, ¿le regresaban su dinero?
CV: Sí.
MP: Y, ¿cómo se llama? ¿No habían capillas?
CV: Había cercas, en algunos lugares en que estuve, había, había cercas. En Arizona estuve onde había la capilla. Nos íbamos caminando a misa, sí.
MP: Entonces, ¿usted sí pudo ir a misa?
CV: Sí.
MP: Qué bueno.
CV: En unos lugares y en otros… No, nomás ese lugar.
MP: Nomás ese lugar.
CV: Nomás ese lugar estaba cercas para ir a misa.
MP: Y, ¿los demás ya no pudo ir?
CV: En los demás lugares, no sabíamos dónde estaban las iglesias.
MP: Y, ¿no los dejaban a ustedes entrar al pueblo?
CV: Sí, cómo no. Entrábamos dondequiera, sí. Sí, entrábamos al pueblo, a cualquier tienda, cualquier lugar.
MP: Y, ¿qué hacían allá en el pueblo?
CV: No, pos íbamos a comprar algo que necesitábamos, ¿vedá? Claro.
MP: No iban…
CV: Jabón o algo, ¿vedá? Porque en el campo no daban nada de eso. Uno tenía que comprar todo lo necesario como, como en su casa.
MP: Y, ¿nunca tuvo tiempo de entretenimiento que, en el cine o ir al cine? O, ¿no iba?
CV: Raras, algunas veces. Sí, sí había algunas veces.
MP: Algunas veces.
CV: Por ejemplo, en Texas conocí la película de Cantinflas, La Vuelta al Mundo en [Ochenta Días]… ¿qué? ¿En ochenta días?
MP: En ochenta días.
CV: La Vuelta al Mundo en Ochenta Días. Sí, a la mejor así se llamaba. ¿Ramón?
2do: ¿Mande?
CV: ¿Sí conociste la película de La Vuelta al Mundo en Ochenta Días?
2do: Cómo no, sí.
CV: Exactamente. Yo la, yo la estrené en Texas. Allá estuve en Texas, en un pueblo que se llama Harlingen.
MP: ¿Cómo?
CV: Harlingen.
MP: ¿Harlingen? Ah, qué bien. Entonces…
CV: No, pos estaba muy sonado desde con tiempo. Se oía allí en el campo: “Que vamos a ver la película que se está estrenando”.
MP: ¡Ah! Entonces, todos…
CV: Por primera vez cayó a ese pueblillo, allí.
MP: ¡Oh! ¿Por primera vez?
CV: Sí, por primera vez a ese pueblo. No sé cuando haiga comenzado ya. Eso fue el [19]57.
MP: El [19]57.
CV: El [19]57.
MP: Ah, entonces recién llegado.
CV: Yo no, yo no sé, la película cuándo se comenzó, no sé, no, no.
MP: No, yo no…
CV: Sólo Ramón a la mejor sí se acuerda, ¿no?
2do: ¿De qué?
CV: ¿Cuándo comenzó esa película?
2do: No, la fecha no.
CV: No, yo tampoco no me acuerdo. Yo la miré la primera vez que se estrenó en Harlingen, Texas.
2do: Sí, no, ya tiene mucho, eso sí.
CV: Sí, tiene mucho. Sí, pues eso fue el [19]40 y… el [19]57, tiene más de cincuenta años.
2do: De que tiene mucho, tiene mucho.
CV: Sí.
MP: ¡Ah! No, ya iba a cumplir los cincuenta en el año que viene.
CV: Sí. Esa película tiene ya… Ey, cuarenta y ocho o cuarenta y nueve años tiene esa película. ¿Ya la ha oído?
MP: He escuchado. Es que…
CV: Algo hay ahí.
MP: Yo miraba películas de Cantinflas, pero…
2do: Fue hecha aquí en Estados Unidos, o sea es película americana.
CV: Es americana, sí.
MP: Ah, qué bien. Y, ¿fue usted con una, un grupo de amigos?
CV: No, pues todos fuimos allí de los que estábamos en el campo.
MP: Entonces, ¿pudo hacer amistades?
CV: Fuimos muchos.
MP: Usted.
CV: No, de los mismos de que estábamos en el campo.
MP: Ah, qué bien.
CV: Sí, los que estaban en el campo.
MP: Y ahí en el campo, ¿solamente eran braceros?
CV: Sí.
MP: ¿No había ningunos de otras razas?
CV: Bueno, como braceros, nada más de México, sí.
MP: Nomás…
CV: Nada más puros mexicanos.
MP: De los mexicanos y a usted…
CV: Puros mexicanos.
MP: ¿Le tocó trabajar con mayordomos que fueran…?
CV: Mexicanos, americanos y este, filipinos y todo, y este, japonés.
MP: Japoneses. Y, ¿cuál dijo antes de japoneses?
CV: ¿Cómo?
MP: ¿Dijo filipinos y japoneses? Ah, muy bien. Y, ¿cómo se llama? ¿Cómo los trataban ellos? ¿Podían ustedes comunicarse? ¿Cómo se comunicaban?
CV: Hablaban poquito español ellos. Y alguno ahí hablábamos alguna que otra palabra, algunos también.
MP: Usted entonces, ¿aprendió alguna que otra palabra?
CV: Muy pocas palabras.
MP: ¿En qué? ¿En qué idioma?
CV: Inglés, muy pocas palabras.
MP: ¿En inglés? Ah, qué bien. Y, ¿cómo se llama? Y no, ¿no le tocó…?, ¿cómo se llama? ¿Cómo le, digo, cómo lo trataban los japoneses y los filipinos?
CV: Eran más… Bueno, de todo había. Pero el, el, ¿qué año fue? Como el [19]62 nos tocó un japonés muy buena persona.
MP: Muy buena persona.
CV: Los demás filipinos, eran chinos, eran muy… Carrillaban mucho a uno.
MP: Carrillaban.
CV: Sí, que, de que se moviera y que se moviera y andaba uno trabajando normal, pero, este… Y algo, otros, había de todo.
MP: Y, ¿los mexicanos? ¿Cómo eran ellos?
CV: También había de todo. Había unas buenas personas y había otras.
MP: Y, ¿cómo eran los otros?
CV: Pos, este, pidían mucho trabajo, pues, ¿vedá? Y algo, otros eran normales.
MP: Y, ¿los castigaban?
CV: No, no. No, de, de eso, de eso no, no.
MP: No había nada de eso.
CV: No, no, no, no.
MP: Entonces, aunque fueran estrictos, ¿todos se llevaban bien?
CV: Sí, sí. No, no, este, había unos muy… Hasta pidía uno, podía pedir uno cambio si, si no salía muy bien con algún mayordomo, podía pedir cambio a otra compañía.
MP: ¿Le tocaba…?
CV: Lo podían cambiar, ¿verdad?
MP: ¿Le tocó alguien cercas de usted que se cambiara?
CV: No, sí, sí.
MP: ¿Sí?
CV: Sí.
MP: Y, ¿por qué? Que, ¿qué pasó? ¿Qué era el problema?
CV: No, pos a veces no salían de acuerdo, ¿vedá? Y se ponía en contra y no salían de acuerdo y él pedía su cambio y se lo daban pa otro campo. Algunas cosas. Es un caminar de… Bueno, pues de acuerdo a la edad, ¿vedá? Entre más edad tiene uno, pues conoce más o ha vivido más experencias así. Así es.
MP: Entonces los, ¿los más jóvenes peleaban más?
CV: No, no. No, no estaba este… Algunos, ¿vedá? Se ponían a tomar o algo, pos sí se ponían, ponían tomados y… Pero había orden en el campo también.
MP: Orden y, ¿en qué?
CV: En las barracas siempre había una persona en cada, en cada lugar, ¿vedá? En cada, este, lugar que había. Donde dormíamos cien o doscientos, había una persona siempre que… En acuerdo de todos. Una persona que a ciertas horas de dormirnos. Y vamos a respetar. Y nos llevábamos bien así.
MP: Ah, pos qué bien.
CV: Porque había en unos que, ¡caray! Ya taba a la una, dos, tres de la mañana y todavía estaban gritando y con música.
MP: ¿Los dejaban tener música ahí?
CV: Pos a veces, no había control en unos lugares. Pero con nosotros a veces, dos, tres veces que yo llegué, había control en una persona. Luego luego que llegábamos allí de nuevos, ya había otros allí y decían: “Saben que aquí nos llevamos en esta forma, en esta otra. No sabemos si están de acuerdo. A nosotros nos gusta, este, que haya o dos encargadas, que a ciertas horas dormimos, porque vamos a trabajar”.
MP: Bien.
CV: Y ahí estuvimos a gusto. Muchos, había muchos, ¿vedá? Que estuvimos a gusto.
MP: Ah, qué bien. (ruido)
CV: Es que había un control de allá y se apagó el radio y se apagó todo, vamos a dormir.
MP: Perdón. ¿Puede repetir esa parte, porque el teléfono se la cortó?
CV: Sí…
MP: A ver. ¿Cómo le hago?
CV: Conteste.
MP: ¿Cómo le hacemos?
CV: ¿No puede contestarlo?
MP: A ver…
Fin de la entrevista
Fecha de la entrevista: 25 de mayo de 2006
Nombre del entrevistador: Mónica Pelayo
I am interviewing Clemente Velázquez on May 25th, 2006 in San Bernardino, California. This is part of the Bracero Oral History Project.
MP: Bueno, señor a ver, comencemos con lo básico. ¿En dónde y cuándo nació?
CV: En San Diego de Alejandría.
MP: Y, ¿cómo…?
CV: En 1931.
MP: ¿[Mil novecientos] treinta y uno? Y, ¿cómo…?
CV: Noviembre 23 de 1931.
MP: Ah, qué bien. Y, ¿cómo era en donde nació ahí usted?
CV: Bueno, yo nací… No, San Diego de Alejandría no era, era el pueblito. Nací en un rancho, ¿verdad?
MP: ¿Usted nació en un ranchito?
CV: En un rancho, en una hacienda que se llamaba El Molino.
MP: El Molino. Y, ¿cómo era ahí su casa?
CV: ¡Oh! Pues vivíamos en unas casitas muy pobres de… Se hacían de piedra y zacate los techos y… Pobres, pobres. Como en el rancho, por lo regular, ¿vedá? Solamente los que, patrones tenían más… Que les nombraban haciendas con las mansiones grandes, ¿verdad?
MP: Entonces, ¿usted trabajaba para una persona allá…?
CV: Sí, mis padres trabajaban para los hacendados, pues.
MP: ¿Cómo se llama?
CV: Sirvientes de los haciendados, los dueños de haciendas grandes, de más o menos dos, tres mil hectáreas de tierra era. Cuatro, cinco mil hectáreas de tierra.
MP: Entonces, ¿cómo se llama? ¿Eran sirvientes los dos?
CV: Sirvientes, sí.
MP: Y, ¿cómo se llamaban sus padres? ¿Cómo eran ellos?
CV: Santos Velázquez y María Guadalupe Lucio.
MP: Y, ¿cuántos? Y, ¿usted venía de familia grande, chiquita, mediana?
CV: Pues para decirte en poco, sí fui familia chica, ¿verdad? Pero, al pasar algunos años, pos era familia grande, ¿vedá? (risas)
MP: ¡Ay!
CV: Como todas, yo pienso, ¿vedá?
MP: ¡Ay! Y, ¿cuántos…?
CV: Es más, nosotros comenzamos la pareja, era mi esposa y yo y horita entre nietos, hijos, nietos, bisnietos, nueras, este, llegamos a unos cuarenta.
MP: ¡Ay, Dios mío! Pero, y en su casa de sus padres, ¿cómo se llama? ¿Cuántos hermanos y hermanas tenía usted?
CV: ¡Uh! Como unos do[ce], como unos catorce.
MP: Catorce.
CV: Trece o catorce.
MP: ¿Cuántas mujeres?
CV: Mujeres fueron, parece que fueron seis.
MP: Seis. Entonces fueron, ¿qué? ¿Ocho hombres y seis mujeres?
CV: Como siete u ocho hombres.
MP: Siete, ocho hombres.
CV: Sí.
MP: Ah, qué bien. Y, ¿usted pudo ir a la escuela?
CV: No, estuve escuela ni un rato, ni una hora.
MP: ¡Ni una hora! Nunca.
CV: No.
MP: Y, ¿cómo se llama? Y, ¿sus hermanos pudieron ir a la escuela? ¿Por qué no fue?
CV: Los más chicos pos, me man… Me mantenían mis padres ocupados en la casa cuidando vacas.
MP: Vacas.
CV: Ocho, diez o veinte vacas que había que cuidarlas.
MP: Ah, qué bien.
CV: Ese jue mi trabajo hasta quince, dieciséis años.
MP: Y, ¿después de eso?
CV: O sea que lo hice como, como diez, doce años hice ese trabajo.
MP: Y después de esos años, ¿qué hizo?
CV: Bueno, ya fue cuando yo, este, me casé y ya vivimos, este, separados, ¿verdad? Formé, formé un hogar, ¿vedá?
MP: Y, ¿cómo se llama? Y, ¿cómo supo del programa?
CV: Se venía oyendo decir por medio de… Yo lo comencé a oir decir por medio de los tíos, de un tío.
MP: ¿Qué le decía el tío?
CV: Que comenzaban, que comenzaban los braceros el [19]40, alrededor del [19]40 comenzaron, [19]40 ó [19]41, por ahí así.
MP: [Mil novecientos] cuarenta y dos.
CV: El [19]42, por ahí, por ahí comenzó. De ahí lo oí decir y a poco, pos yo también me convertí en un, en un contratado, en un bracero que le nombraban, ¿verdad? Que esa primera vez fue en, yo vine a…Yo entré a Texas de la edad de diecisiete años. Fui dos, tres veces a Texas, pero ilegal.
MP: ¿Primero entró ilegal y luego ya se contrató?
CV: Ya después que me casé, este, me contraté. Que la primer vez fue el [19]56.
MP: [Mil novecientos] cincuenta y seis. Ah, qué bien.
CV: Contratado. Ya después, [19]57 en Texas, [19]58, [19]59 seguí en Texas, Michigan, Arkansas, todos esos lugares, ¿verdad? Luego, después comencé a entrar, desde el [19]56 que entré a California, ya después hasta, hasta el [19]60 y algo comencé a entrar aquí a… Estuve en Arizona, en Phoenix. Luego después aquí en el Valle de…
MP: ¿Imperial?
CV: Sí, no, acá para este otro Valle de…
MP: ¿San Joaquín?
CV: Sí, para acá de estos lados de Fresno, todos esos, todos esos planes en los valles.
MP: Y, ¿cómo se llama? ¿Cómo fue la pasada cuando lo contrataron?
CV: En la pasada cuando me contrataron. Pues a veces había listas en los municipios y mandaban listas a Empalme.
MP: ¿Cómo es eso de la listas?
CV: Hacían una lista en el municipio.
MP: No, no entiendo eso.
CV: El city.
MP: Oh, okay.
CV: Hacía una lista y la mandaban a Empalme, Sonora y en Empalme, pos había, este, estaba la contratación donde habíamos, donde habíamos doce o quince mil hombres.
MP: Okay.
CV: Muchos, doce o quince mil hombres había. Allí esperábamos por un rato, llegamos a esperar hasta por meses.
MP: ¿Usted tuvo que esperar meses?
CV: Sí. Una pura vez que entré. Necesitábamos piscar, esa vez no veníamos en lista, veníamos a piscar algodón al… allí a, este, a Hermosillo y teníamos que piscar dos mil kilos para ganarnos una carta que estaba autorizada para contratarnos en Empalme.
MP: Entonces esa fue la, la…
CV: Esa fue una de las veces. No, fueron algunas, pero fue una de las veces que batallamos más, porque pos, para piscar dos mil kilos de algodón, allá afuera con tanto calor, a ciento y algo.
MP: Y, ¿cómo se piscaba el algodón?
CV: Se pisca con la mano, como piscar…
MP: No, pero, digo, en, ¿se pone en cajas?
CV: No, una saca como de aquí a allá, como de catorce o doce pies. (risas)
MP: De catorce. ¡Ay, güey! (risas) Y, ¿como cuántos kilos era una…?
CV: Esa saca agarraba más o menos un resto de kilos. Agarraba unos, agarraba unos sesenta kilos, cincuenta; bien apretados se agarraban setenta kilos.
MP: Ah. Entonces…
CV: Que venían siendo como ciento, ciento cuarenta.
MP: ¿Libras?
CV: Libras.
MP: Oh, libras. Está, está bien.
CV: Y ganábamos la carta y ya nos contratábamos de ahí para acá.
MP: Está bien.
CV: Podíamos decir que, parece, no oímos decir. Cada contratado que cruzaba la frontera le pagaba al Gobierno de México.
MP: ¿Cómo?
CV: Estados Unidos. O sería a los contratistas de aquí de Estados Unidos, los rancheros pagaban. Le pagaban cierta cantidad por cada uno. Así es que veníamos rentados. Como rentar un carro, ¿vedá? Muy parecido. (risas)
MP: Y, ¿cómo se llama? Y después de esa experiencia de los dos mil kilos, ¿a dónde fue?
CV: Allá a Empalme. Pos, entonces a Empalme, Sonora, ahí nos contratábamos.
MP: Y ahí los contrataron. Y, ¿de ahí?
CV: Allí estaba un licenciado y ahí estaban oficinas de Migración grandísimas allí en un lugar grandísimo donde estaba entrando toda la gente contratada. Contrataban, podían contratar hasta, este, mil o dos mil hombres diarios.
MP: ¿En serio?
CV: Mucha gente, mucha.
MP: Y luego…
CV: Y allí era onde nos arreglaban los papeles. Teníamos que traer identificaciones, acta de nacimiento, cartillas, ¿verdad? Onde habíamos dado el servicio para poder pasar para acá. Tenía que pasar uno muy legal, pues.
MP: Y, ¿cómo se llama?
CV: Y ya de allí nos veníamos en el tren, nos echaban en el tren todo el tiempo.
MP: ¿Al tren?
CV: En puros carros de ahí hasta…
MP: ¿Tenía asientos?
CV: Hasta Mexicali. Unos tenían asientos. A mí me tocó una vez, una vez o dos veces en los carros sueltos, como donde nomás ponen material nomás, cajas nomás, nada de asientos. Nos trataban muy mal desde que salíamos de nuestra tierra contratados hasta que entrábamos aquí. (risas)
MP: Entonces, ¿lo trataron mal en Mexicali?
CV: Pos en Mexicali, ahí cruzábamos la línea.
MP: Y, ¿cómo lo trataron ahí?
CV: Ya allí, pos nos recibían allí con los papeles que ya traíamos contratados. Nos recibían y ya nos estaban hablando para llenar otros papeles allí, dejar un, unas listas donde cruzamos para acá legales. Nos daban una mica, que esa por allí anda la mica, por ahí la tengo en libretas, por acá está, sí. Y ésa yo la conservé desde el [19]56 y es por la que traigo orita aquí. Y ya de ahí pasábamos y allí de Mexicali ya nos mandaban en buses para acá, para…al destino, al Valle de San Joaquín, al Valle, a Salinas, a Fresno, a diferentes lugares, ¿verdad? Ya. Y este, y ahí cumplía uno el contrato. Renovábamos contratos. Cumplíamos el contrato.
MP: Y, ¿cómo eran los campos ahí en donde usted vivía?
CV: Aquí di este lado donde estábamos en los campos, algunos estaban tremendos.
MP: Tremendos, ¿en qué forma?
CV: Yo estuve en un campo que había así, más de cinco mil hombres.
MP: ¡Ay, Dios mío! Y, ¿cómo le hacían para dormir y para comer?
CV: No, pos había barracas grandes donde había, le nombraban barracas, es como, como, ¿qué? Como un almacén grande, como unas bodegas grandes donde cabíamos dos, trescientos, cuatrocientos.
MP: Y, ¿en qué dormían? ¿Literas?
CV: No, en literas, sí.
MP: ¿Eran de dos pisos o de tres, cuatro?
CV: O sea, parece que había de hasta de a cuatro, ¿no? De a tres, (risas) pero, no, me tocó de a dos nomás.
MP: ¿Nomás de a dos le tocó a usted?
CV: Sí. Y este, allí para desayunar, el desayuno comenzaba a las cinco de la mañana. Cuando comenzaba el desayuno a las cinco de la mañana, ya había unos, ya había unos, unos quinientos formados ya.
MP: ¿A las cinco de la mañana? ¡Uh! Yo que…
CV: Los domingos que descansáramos, era un puro día de descanso, el domingo. Que descansábamos, a las cinco de la mañana comenzaban los desayunos. A la… Terminaban los desayunos como a las once o doce del día, pero ya estaba la línea como de quinientos o mil hombres, para entrar de nuevo a comer.
MP: ¿A comer?
CV: Sí. Salían de comer a las tres, cuatro, cinco de la tarde y ya estaba la línea de mil hombres, quinientos hombres, para entrar a cenar.
MP: A cenar. Entonces, ¿esa línea nunca terminaba?
CV: Era un desmadre. Era una cosa así muy… Pues, pero nos gustaba yo creo, veníamos muchos.
MP: ¿Le gustaba?
CV: Cinco mil y tantos hombres, era un gentío, era un pueblo allí.
MP: En el campo.
CV: En el campo.
MP: Y, ¿cómo se llama? Y, ¿qué hacía usted en sus tiempos de descanso?
CV: Pues apenas descansar nomás.
MP: ¿Apenas?
CV: Sí, pues, se trabajaban los seis días, a veces ocho, diez horas de trabajo.
MP: No…
CV: No, digo, mínimo casi no, ocho no, diez o doce horas de trabajo.
MP: Diez o doce.
CV: Y los seis días de la semana. El domingo apenas, pos sí dicíamos que pa lavar, pos sí, lavábamos a fuerzas. Pero era todo, sin descansar un rato.
MP: No descansaba.
CV: Descansar un rato siquiera, sí. Porque otro día ya estaba pitando el, una campana que pitaba a las cinco de la mañana.
MP: ¿Tenían campana? Ustedes, ese campo…
CV: El campo.
MP: Ah, okay.
CV: El campo tenía campana. Entonces, este, fue algo… ¡Ah! Muy duro, muy duro fue. Me recuerdo en Texas, ese jue donde cuando vi más montón de cuánto íbamos a México. Se acaban las, se acababan las piscas de algodón en noviembre, porque ya en noviembre comenzaba el norte y era hielo y frío. Y ya nos echaban pa afuera, se para, se acabó el contrato. Y en ese campo de Amarillo, Texas… ¡Nombre! Viera. Había una rete fila de buses pa salir y durábamos tres días pa salir.
MP: ¡Ay, Dios mío!
CV: Pa agarrar bus de allí, pa salir a México de tanta gente que había. Unas rete filas de velices, como de aquí a la calle.
MP: ¿Qué serían? ¿Unas, una casa y…?
CV: No, pos ahí podía haber, ahí había más. Ahí había unos… Ahí podía haber mínimo, arriba de cinco, seis mil hombres esperando salir en los buses. Y llegaba un bus detrás de otro, uno, uno atrás de otro, uno atrás de otro.
MP: Entonces…
CV: A entregarnos a la línea a México, a El Paso.
MP: Y, ¿de allí qué?
CV: No, pos ya de allí agarrábamos nosotros. A veces íbamos a los, al Home Depot a agarrar un bus para nuestro destino.
MP: Y, ¿cómo se llama? Y de dinero, ¿usted mandó dinero pa la casa, para allá con su esposa?
CV: Algunos contratos nos iba bien, algunos otros contratos, no nos iba muy bien. Pero, pues este, ya estábamos… Bueno, no, yo creo que todos. Ya estábamos como muy acostumbrados a venir al norte.
MP: Y entonces…
CV: Yo llegué a durar un año, dieciocho meses, dos años, seis meses. En algunos contratos nomás dos meses o tres. Entonces, este, pos vivíamos, vivíamos más o menos pero era, era pesadito. Más pa la familia, cuando ya teníamos familia, que la dejábamos sola también.
MP: Y, ¿cómo? ¿Le mandaba carta a su esposa? O, ¿cómo sabía de su familia?
CV: Sí, carta, sí, carta.
MP: Y, ¿usted le podía mandar a ella?
CV: Y se duraban, duraban un tiempo las cartas. Mandaba una carta y la re… De cuando la mandaba, la venía recibiendo como a los veintidós días o al mes, la contestación.
MP: Y, ¿ellos siempre sabían en donde estaba usted?
CV: Oh sí, siempre. Sí, claro.
MP: Y, ¿qué le contaba su esposa en esas cartas?
CV: Pues que ya estaba cansado de trabajar. (risas) Claro, razones de cuando se cumplía el contrato, ¿verdad? Todo eso.
MP: Y usted…
CV: Había veces que se podía ir uno sin cumplir el contrato por alguna emergencia o algo. Algunos compañeros llegué a mirar yo.
MP: Oh, compañeros. ¿A usted nunca le tocó?
CV: No, a mí no me tocó, pero yo llegué a mirar compañeros.
MP: Y, ¿qué significaba una emergencia?
CV: No, pues alguna enfermedad, por ejemplo.
MP: ¿De ellos o de la familia?
CV: De la familia.
MP: De la familia.
CV: Porque, enfermedad de nosotros, pues nos atendían, teníamos doctor. Nos daban doctores.
MP: Entonces, en eso, ahí tenían, ¿en esos campos grandes tenían allí como tiendas o no tenían?
CV: Sí, sí había.
MP: ¿Sí había?
CV: Había campitos que había una tiendita allí donde vendían sodas y cigarros. Bueno, tienditas, era pequeña, ¿verdad? En el campo, que era el mismo dueño del campo, el dueño de los comedores y el dueño acá, pos tenía todo eso.
MP: Y luego, ¿le regresaban su dinero?
CV: Sí.
MP: Y, ¿cómo se llama? ¿No habían capillas?
CV: Había cercas, en algunos lugares en que estuve, había, había cercas. En Arizona estuve onde había la capilla. Nos íbamos caminando a misa, sí.
MP: Entonces, ¿usted sí pudo ir a misa?
CV: Sí.
MP: Qué bueno.
CV: En unos lugares y en otros… No, nomás ese lugar.
MP: Nomás ese lugar.
CV: Nomás ese lugar estaba cercas para ir a misa.
MP: Y, ¿los demás ya no pudo ir?
CV: En los demás lugares, no sabíamos dónde estaban las iglesias.
MP: Y, ¿no los dejaban a ustedes entrar al pueblo?
CV: Sí, cómo no. Entrábamos dondequiera, sí. Sí, entrábamos al pueblo, a cualquier tienda, cualquier lugar.
MP: Y, ¿qué hacían allá en el pueblo?
CV: No, pos íbamos a comprar algo que necesitábamos, ¿vedá? Claro.
MP: No iban…
CV: Jabón o algo, ¿vedá? Porque en el campo no daban nada de eso. Uno tenía que comprar todo lo necesario como, como en su casa.
MP: Y, ¿nunca tuvo tiempo de entretenimiento que, en el cine o ir al cine? O, ¿no iba?
CV: Raras, algunas veces. Sí, sí había algunas veces.
MP: Algunas veces.
CV: Por ejemplo, en Texas conocí la película de Cantinflas, La Vuelta al Mundo en [Ochenta Días]… ¿qué? ¿En ochenta días?
MP: En ochenta días.
CV: La Vuelta al Mundo en Ochenta Días. Sí, a la mejor así se llamaba. ¿Ramón?
2do: ¿Mande?
CV: ¿Sí conociste la película de La Vuelta al Mundo en Ochenta Días?
2do: Cómo no, sí.
CV: Exactamente. Yo la, yo la estrené en Texas. Allá estuve en Texas, en un pueblo que se llama Harlingen.
MP: ¿Cómo?
CV: Harlingen.
MP: ¿Harlingen? Ah, qué bien. Entonces…
CV: No, pos estaba muy sonado desde con tiempo. Se oía allí en el campo: “Que vamos a ver la película que se está estrenando”.
MP: ¡Ah! Entonces, todos…
CV: Por primera vez cayó a ese pueblillo, allí.
MP: ¡Oh! ¿Por primera vez?
CV: Sí, por primera vez a ese pueblo. No sé cuando haiga comenzado ya. Eso fue el [19]57.
MP: El [19]57.
CV: El [19]57.
MP: Ah, entonces recién llegado.
CV: Yo no, yo no sé, la película cuándo se comenzó, no sé, no, no.
MP: No, yo no…
CV: Sólo Ramón a la mejor sí se acuerda, ¿no?
2do: ¿De qué?
CV: ¿Cuándo comenzó esa película?
2do: No, la fecha no.
CV: No, yo tampoco no me acuerdo. Yo la miré la primera vez que se estrenó en Harlingen, Texas.
2do: Sí, no, ya tiene mucho, eso sí.
CV: Sí, tiene mucho. Sí, pues eso fue el [19]40 y… el [19]57, tiene más de cincuenta años.
2do: De que tiene mucho, tiene mucho.
CV: Sí.
MP: ¡Ah! No, ya iba a cumplir los cincuenta en el año que viene.
CV: Sí. Esa película tiene ya… Ey, cuarenta y ocho o cuarenta y nueve años tiene esa película. ¿Ya la ha oído?
MP: He escuchado. Es que…
CV: Algo hay ahí.
MP: Yo miraba películas de Cantinflas, pero…
2do: Fue hecha aquí en Estados Unidos, o sea es película americana.
CV: Es americana, sí.
MP: Ah, qué bien. Y, ¿fue usted con una, un grupo de amigos?
CV: No, pues todos fuimos allí de los que estábamos en el campo.
MP: Entonces, ¿pudo hacer amistades?
CV: Fuimos muchos.
MP: Usted.
CV: No, de los mismos de que estábamos en el campo.
MP: Ah, qué bien.
CV: Sí, los que estaban en el campo.
MP: Y ahí en el campo, ¿solamente eran braceros?
CV: Sí.
MP: ¿No había ningunos de otras razas?
CV: Bueno, como braceros, nada más de México, sí.
MP: Nomás…
CV: Nada más puros mexicanos.
MP: De los mexicanos y a usted…
CV: Puros mexicanos.
MP: ¿Le tocó trabajar con mayordomos que fueran…?
CV: Mexicanos, americanos y este, filipinos y todo, y este, japonés.
MP: Japoneses. Y, ¿cuál dijo antes de japoneses?
CV: ¿Cómo?
MP: ¿Dijo filipinos y japoneses? Ah, muy bien. Y, ¿cómo se llama? ¿Cómo los trataban ellos? ¿Podían ustedes comunicarse? ¿Cómo se comunicaban?
CV: Hablaban poquito español ellos. Y alguno ahí hablábamos alguna que otra palabra, algunos también.
MP: Usted entonces, ¿aprendió alguna que otra palabra?
CV: Muy pocas palabras.
MP: ¿En qué? ¿En qué idioma?
CV: Inglés, muy pocas palabras.
MP: ¿En inglés? Ah, qué bien. Y, ¿cómo se llama? Y no, ¿no le tocó…?, ¿cómo se llama? ¿Cómo le, digo, cómo lo trataban los japoneses y los filipinos?
CV: Eran más… Bueno, de todo había. Pero el, el, ¿qué año fue? Como el [19]62 nos tocó un japonés muy buena persona.
MP: Muy buena persona.
CV: Los demás filipinos, eran chinos, eran muy… Carrillaban mucho a uno.
MP: Carrillaban.
CV: Sí, que, de que se moviera y que se moviera y andaba uno trabajando normal, pero, este… Y algo, otros, había de todo.
MP: Y, ¿los mexicanos? ¿Cómo eran ellos?
CV: También había de todo. Había unas buenas personas y había otras.
MP: Y, ¿cómo eran los otros?
CV: Pos, este, pidían mucho trabajo, pues, ¿vedá? Y algo, otros eran normales.
MP: Y, ¿los castigaban?
CV: No, no. No, de, de eso, de eso no, no.
MP: No había nada de eso.
CV: No, no, no, no.
MP: Entonces, aunque fueran estrictos, ¿todos se llevaban bien?
CV: Sí, sí. No, no, este, había unos muy… Hasta pidía uno, podía pedir uno cambio si, si no salía muy bien con algún mayordomo, podía pedir cambio a otra compañía.
MP: ¿Le tocaba…?
CV: Lo podían cambiar, ¿verdad?
MP: ¿Le tocó alguien cercas de usted que se cambiara?
CV: No, sí, sí.
MP: ¿Sí?
CV: Sí.
MP: Y, ¿por qué? Que, ¿qué pasó? ¿Qué era el problema?
CV: No, pos a veces no salían de acuerdo, ¿vedá? Y se ponía en contra y no salían de acuerdo y él pedía su cambio y se lo daban pa otro campo. Algunas cosas. Es un caminar de… Bueno, pues de acuerdo a la edad, ¿vedá? Entre más edad tiene uno, pues conoce más o ha vivido más experencias así. Así es.
MP: Entonces los, ¿los más jóvenes peleaban más?
CV: No, no. No, no estaba este… Algunos, ¿vedá? Se ponían a tomar o algo, pos sí se ponían, ponían tomados y… Pero había orden en el campo también.
MP: Orden y, ¿en qué?
CV: En las barracas siempre había una persona en cada, en cada lugar, ¿vedá? En cada, este, lugar que había. Donde dormíamos cien o doscientos, había una persona siempre que… En acuerdo de todos. Una persona que a ciertas horas de dormirnos. Y vamos a respetar. Y nos llevábamos bien así.
MP: Ah, pos qué bien.
CV: Porque había en unos que, ¡caray! Ya taba a la una, dos, tres de la mañana y todavía estaban gritando y con música.
MP: ¿Los dejaban tener música ahí?
CV: Pos a veces, no había control en unos lugares. Pero con nosotros a veces, dos, tres veces que yo llegué, había control en una persona. Luego luego que llegábamos allí de nuevos, ya había otros allí y decían: “Saben que aquí nos llevamos en esta forma, en esta otra. No sabemos si están de acuerdo. A nosotros nos gusta, este, que haya o dos encargadas, que a ciertas horas dormimos, porque vamos a trabajar”.
MP: Bien.
CV: Y ahí estuvimos a gusto. Muchos, había muchos, ¿vedá? Que estuvimos a gusto.
MP: Ah, qué bien. (ruido)
CV: Es que había un control de allá y se apagó el radio y se apagó todo, vamos a dormir.
MP: Perdón. ¿Puede repetir esa parte, porque el teléfono se la cortó?
CV: Sí…
MP: A ver. ¿Cómo le hago?
CV: Conteste.
MP: ¿Cómo le hacemos?
CV: ¿No puede contestarlo?
MP: A ver…
Fin de la entrevista
Interviewer
Pelayo, Monica
Interviewee
Velázquez Lucio, Clemente
Location
San Bernardino, CA
File Name Identifier
Velazquez_Lucio_SANB020
Citation
Pelayo, Monica and Velázquez Lucio, Clemente, “Clemente Velázquez Lucio,” Bracero History Archive, accessed November 24, 2024, https://braceroarchive.org/es/items/show/392.