Sabas Luna
Title
Sabas Luna
Description
Biographical Synopsis of Interviewee: Sabas Luna was born in 1939, in Tlaltenango [de Sánchez Román], Zacatecas, México; his parents were campesinos whose main crop was corn, and he was the fourth of nine children; he was formally educated through the fourth grade, during which time he also helped his parents work the land; when he was eighteen, he followed in his father’s footsteps and enlisted in the bracero program; as a bracero, he labored in the fields of Arkansas, California, and Texas, picking avocado, cotton, lemons, and tomatoes; he also worked at a dairy caring for livestock; in the late sixties he immigrated to the United States with his family.
Summary of Interview: Mr. Luna recounts his childhood and adolescence, particularly his experiences as a young campesino; he recalls his dad working as a bracero, which helped his family financially, but left him without a father’s guidance; consequently, he and his older brother had to care for the family and show their younger siblings how to work; at eighteen, he obtained his first bracero contract in Monterrey, Nuevo León, México, which took him to Arkansas; it rained too much there for him to earn any money; the following year, he went through a center in Chihuahua, Chihuahua, México, which took him to a dairy farm just outside of Amarillo, Texas, where he stayed for three years; he initially hesitates to talk about how he was treated at the contracting centers, but he goes on to describe being stripped, medically examined, and deloused, which he found offensive; moreover, he details the various worksites, living conditions, provisions, housing, duties, daily routines, contract renewals, payments, remittances, and recreational activities; after the program ended, he met and married his wife; he stayed with a longing to return to the United States and make a better life for himself and his family; in the late sixties he and his family moved to United States; he notes that he is grateful he did not have a wife or family at the time, because it would have been too difficult; he concludes by stating that the history of a bracero is that of a worker who suffered greatly.
Summary of Interview: Mr. Luna recounts his childhood and adolescence, particularly his experiences as a young campesino; he recalls his dad working as a bracero, which helped his family financially, but left him without a father’s guidance; consequently, he and his older brother had to care for the family and show their younger siblings how to work; at eighteen, he obtained his first bracero contract in Monterrey, Nuevo León, México, which took him to Arkansas; it rained too much there for him to earn any money; the following year, he went through a center in Chihuahua, Chihuahua, México, which took him to a dairy farm just outside of Amarillo, Texas, where he stayed for three years; he initially hesitates to talk about how he was treated at the contracting centers, but he goes on to describe being stripped, medically examined, and deloused, which he found offensive; moreover, he details the various worksites, living conditions, provisions, housing, duties, daily routines, contract renewals, payments, remittances, and recreational activities; after the program ended, he met and married his wife; he stayed with a longing to return to the United States and make a better life for himself and his family; in the late sixties he and his family moved to United States; he notes that he is grateful he did not have a wife or family at the time, because it would have been too difficult; he concludes by stating that the history of a bracero is that of a worker who suffered greatly.
Creator
Benavides Lopez, Corina
Luna, Sabas
Date
2006-05-13
Subject
Bracero
Rights
Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso
Language
spa
title (Spanish)
Sabas Luna
creator (Spanish)
Benavides Lopez, Corina
Rights Holder
Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso
Online Submission
No
Original Format
Mini Disc
Duration
1:06:15
Bit Rate/Frequency
24 bit
96 k
96 k
Transcription
Nombre del entrevistado: Sabas Luna
Fecha de la entrevista: 13 de mayo de 2006
Nombre del entrevistador: Corina Benavides López
This is an interview with Sabas Luna, on May 13th, 2006, in Los Angeles, California. The interviewer is Corina Benavides López. This interview is part of the Bracero Oral History Project.
CB: A ver, vamos a empezar con la entrevista. Sí, vamos, comenzamos con, ¿dónde y cuándo nació usted?
SL: Nací en el estado de Zacatecas, el 11/07/39 [11 de julio de 1939].
CB: Hábleme de su familia y del lugar donde nació usted.
SL: Mi familia es, se llama mi mamá Asunción Pinedo. Mi papá se llama, se llamaba, pos ya murió, se llamaba Cirilo Luna. Soy del estado de Zacatecas, en unas, un pueblito que se llama Tlaltenango [de Sánchez Román], Zacatecas. Yo nací en un rancho que se llama Los Guapos.
CB: Mi suegro y mi suegra son de Tlaltenango.
SL: ¿Sí?
CB: Son Saldaña.
SL: Oh, de la no, quizás yo pertenezco al pueblito ése, pero mi vida, yo fui de rancho y ahí viví toda mi juventud, hasta que ya arreglé para acá. Me vine para acá y aquí me quedé pero yo nací en ese ranchito que se llama Los Guapos.
CB: Los, ¿qué?
SL: Los Guapos.
CB: Los Guapos. (risas)
SL: Se les hace un poco raro, ¿verdad? Porque de guapos no tenemos nada. (risas)
CB: A ver, ¿a qué se dedicaban sus padres?
SL: Campesinos.
CB: Y, ¿cosechaban ciertas…?
SL: Ah, maíz, maíz principalmente, cacahuate, sembraban cacahuate y maíz, era lo que…
CB: Y, ¿proviene usted de una familia grande?
SL: Sí, éramos nueve de familia, éramos nueve de familia. Yo fui, ya de los cuatro, había otros tres más grandes, yo fui el número cuatro.
CB: Y, ¿varones, hembras, eran?
SL: Éranos cinco hombres y ya ni me acuerdo. (risas) Total, éramos nueve en total.
CB: Y, ¿dónde viven sus hermanos o hermanas ahora?
SL: Ahorita en México nomás [es]tá un hermano y una hermana. Los demás viven, unos aquí.
CB: ¿En Los Ángeles?
SL: Otros en Los Ángeles, otro, mi hermano vive en Fresno, otro hermano vive en Arizona y así, todos regados. Nomás dos están en México todavía.
CB: Ahora hábleme de cuando fue usted a la escuela, ¿fue usted a la escuela y dónde?
SL: Fui a la escuela en mi mismo rancho. No tenían mas de hasta el cuatro, tercer grado, cuarto grado. En aquellos años no había, no había cómo, cómo ir a estudiar al pueblito más cercas que era donde yo pertenezco, a Tlaltenango. Porque tenía que ir uno a caballo, no había en qué transportarse uno. Mis padres no tenían, tenían el modo de comer, pero muy poco. Siempre había carencias de todo y pues a la escuela, nomás ahí en el rancho y luego los maestros ahí iban, ahí se quedaban y todo eso. Y nomás tenía uno hasta el cuarto grado, ya de ahí tenía que salir uno al pueblito, a Zacatecas o a estudiar una carrera, ya tenía que salir de ahí. Y pos yo nunca tuve la oportunidad, porque nunca me la dieron mis papás, porque no tenían el modo y pos no.
CB: ¿En la escuela aprendió usted a leer y escribir?
SL: Sí, malmente mal, pero ahí aprendí.
CB: Y cuando estaba en la escuela, ¿trabajaba al mismo tiempo que estudiaba?
SL: Sí.
CB: Y, ¿en qué?, ¿qué hacía?
SL: De lo mismo del campo, un tiempo de, cuando había que limpiar la labor, sembrar el maíz, cuando en ese tiempo yo era el sembrador. A los doce años tenía que agarrar la yunta, que le decimos allá, para sembrar. A los doce años ya era yo un muchacho ya de trabajo, ya por decirlo así. Los más chiquitos andaban sembrando con nosotros.
CB: Y, ¿a qué edad empezó a trabajar usted?
SL: Pues yo desde que, digamos, yo creo que desde lo ocho años, siete años ya es uno sembrador de los más, siembra uno. Que anda detrás de la yunta tirando el granito de maíz pa que salga la cosecha.
CB: Y, ¿todo el año o solamente ciertas partes del año?
SL: No, nomás ciertas, cuando llueve. Como en abril, mayo, es cuando empieza a llover. Es temporal, no es… Entonces es cuando sembraba uno y a veces pos el papá lo sacaba a uno hasta de la escuela pa poder ir a ayudarle a los papás.
CB: Y, ¿le gustaba trabajar?
SL: Pues no, no mucho, pero no tenía otra qué hacer. Pero siempre, siempre fue mi vida trabajar, porque los papás en ese tiempo no había otra más de trabajar y trabajar.
CB: Ahora vamos a hablar del proceso de la contratación de bracero. ¿Cómo se enteró usted del Programa Bracero?
SL: Porque mi papá también lo vivió, fue bracero también él, entonces a él...
CB: Y, ¿en qué años fue bracero su padre?
SL: No me recuerdo, no, no, pues no me acuerdo en qué años, pero él vino, yo creo que cuando la Segunda Guerra Mundial porque estuvo trabajando ahí en California en el traque, oía yo decir. Yo estaba en aquellos años, no me acuerdo cuántos años tendría, pero lo oía por la vida de él que dejó a mi mamá, nos dejó a nosotros, se vino a trabajar a los, aquí de bracero también y de allí pues uno.
CB: ¿Ya sabía del Programa Bracero?
SL: Sí, ya sabía yo por, porque mi papá vino y de ahí, pues uno también agarra la…
CB: Y, ¿en qué año usted se enteró del programa? De cuando usted estuvo interesado para venir.
SL: Yo el año no me recuerdo, pero sí me acuerdo yo que tenía, de la primer vez que vine para acá, fue a los dieciocho años. A los dieciocho años vine. Me contraté en Monterrey, de ahí me fui a Arkansas, no trabajé porque llovió mucho. (risas) Muy poquito [es]tuve, nomás unos dos meses yo creo piscando algodón y eso, pero no me mantuve porque no saqué ni pal pasaje (risas) porque llovía, llovía, llovía y no podía trabajar. Jue la primera vez.
CB: La primera vez. ¿Cuántas veces vino de bracero?
SL: Pues no, vine, fue esa vez, vine después me fui al siguiente año, me vine a Chihuahua, a contratarme en Chihuahua y de ahí me contraté a Texas y estuve trabajando en una lechería.
CB: ¿Como bracero?
SL: Como bracero.
CB: Y, ¿qué era la ciudad de Texas?
SL: No me recuerdo, [es]taba cercas de Amarillo, Texas, pero no me acuerdo. Era un pueblito chico. Pos yo trabajé en un rancho como quien dice ordeñando vacas, tenía que ser un rancho. (risas)
CB: Sí. A ver, y, ¿cómo le llamaron al Programa Bracero? Como cuando le estaban allá haciendo la llamada en el pueblo de donde es usted, ¿cómo le llamaban al programa?
SL: Pues así les decían, braceros. Que bracero, pero no: “Vamos, que están dando números”, decían.
CB: Y como usted ya sabía que su padre había participado.
SL: Sí, ya.
CB: Usted ya entendía el programa.
SL: Yo me venía con otros más, que tenían ya más experiencia. La primera vez. Y siempre mi papá me dijo: “¿Quieres irte? Pos vete, Dios que te ayude”. Y él sabía que se ayudaba uno un poco más, porque eran dólares. Entonces él me recomendaba con las amistades de él que ya habían venido antes. Entonces así ya fue como me envolví en ellos. Y alguien venía de conocidos de ahí mismo. Y como yo era de los más chicos, pos era jovencito.
CB: Lo cuidaban a usted.
SL: Entonces ellos me ayudaban a la vida, cómo se caminaba en el camino de allá, para acá porque yo no sabía, nunca había salido a ninguna parte.
CB: Sí, sí, entiendo.
SL: Entonces yo los seguía a ellos y así es como se aprende uno.
CB: Dijo que la primera vez que vino tenía dieciocho años.
SL: Dieciocho.
CB: Y la segunda vez, ¿cuántos años tenía?
SL: Ah, yo creo que tendría como unos veinte, dieciocho, diecinueve años, veinte, por ahí andaba.
CB: Y, ¿en qué año nació, otra vez?
SL: El 11/07/39.
CB: Del [19]39, okay. A ver, en durante la primera vez o la segunda vez o las dos veces, ¿qué tipo de trabajo tenía en ese entonces, antes de venirse de bracero?
SL: ¿Allá en México?
CB: Sí.
SL: Lo mismo, el campo, el campo, sembrar, no, no había otra. El campo, sembrar uno su maíz, frijol, sus cacahuates pa comer. Y esa era toda la vida del campesino, no hay otra. Porque es que allá con nosotros, en el rancho es temporal. No hay agua suficiente pa regar. [En]tonces puro temporal, esperar, prevenir las tierras en mayo, en abril, mayo pa cuando cae el agua sembrar el maíz y esperar la cosecha, y así nada más. Año con, una vez al año sembrar nada más.
CB: ¿Para que puedan cosechar?
SL: Para cosechar después y esperar a preparar la tierra.
CB: De temporada.
SL: Pa la siguiente temporada, así es la vida del campesino. Y yo creo que todavía seguirá igual. (risas)
CB: Y en ese entonces, ¿usted estaba casado?
SL: No.
CB: Y alguna vez antes de venir de bracero, ¿llegó a usted pensar en trabajar en los Estados Unidos?, ¿en qué pensaba?, ¿qué pensamientos tenía?
SL: Mis pensamientos que tenía era, pues como todo ser el ser humano, que mejorar la vida del… principalmente yo tenía la ilusión de trabajar, ganar mis centavitos para ayudar a mi papá y a mis hermanos, darles una, ayudarles en algo para que vivieran un poco mejor.
CB: Y, ¿por eso pensó en…?
SL: Por eso pensé en venir, salir de allá. Porque yo todo lo poquito que ganaba se lo mandaba a ellos para que se ayudaran en algo que les sirviera. Ésa era mi mente, mis pensamientos, ayudar a los papases de uno.
CB: Estamos hablando de sus pensamientos y ahora, ¿qué fue la razón que lo hizo decidir contratarse como bracero y venirse para los Estados Unidos?
SL: El dinero, yo creo, los dólares. Porque siempre mi papá sí se ayudó bastante en, cuando vino él a trabajar aquí. Entonces yo miraba que cuando venía para acá, siempre tenía sus centavitos ahorrados. Entonces yo también quería tener.
CB: Sí.
SL: Ayudarlos pues en algo. Entonces el dólar, el dólar, los… en tener una vida mejor.
CB: Cuando usted dice que su papá fue bracero y cuando ustedes que era niño y su papá era bracero, ¿cómo usted cree que afectó el ser bracero su padre a la familia de usted? Y está diciendo que tuvo dinero ahorrado, centavitos, ¿en qué formas?
SL: Económicamente de, sí les ayudaron, digamos, nos ayudamos a vivir mejor. En lo que no nos afectó un poco más, siempre le hace falta a uno su padre para pues, pues guiarlo por… Pues tiene uno ganas de tener su papá mejor, pero desgraciadamente no se podía porque también él no era un papá que durara mucho aquí. Él venía, se estaba seis meses nada más. Se regresaba pa trás. Tonces era temporal también, pero siempre a nosotros nos afectaba porque nosotros tenemos que hacer el trabajo que él nos inculcaba, nos enseñaba. Tonces yo como había otro hermano más grande, eran los que llevábamos el, ¿cómo decir? La casa.
CB: Sí.
SL: El de enseñar a los demás muchachos a trabajar, no había otra. Entonces nosotros la hacíamos de papá pa los más chicos y éramos responsables de lo que, del trabajo. Me acuerdo una vez que mi papá le dijo a mi abuelito, siempre dejaba a alguien en la misma familia que nos estuviera, pues vigilando, que hiciéramos las cosas. En una ocasión al más grande le dijo, nos encargaba con mi abuelito. Y entonces en una ocasión andaba mi hermano haciendo, pues con el arado que le dicen allá la yunta, haciendo puros, puros, puros surcos chuecos.
CB: (risas) Sí.
SL: Entonces llegó mi abuelito y le dice: “Oyes hijo, ¿no crees que tus surcos [es]tán muy chuecos?”. Entonces le dice mi hermano: “Abuelito”, dice, “no se apure, las mazorcas van a salir derechas”. (risas)
CB: Fíjese nomás.
SL: Entonces dice mi abuelito: “No”, dice, dice, “tienes razón hijo, haz lo que tú puedas hacer”. Estaban nada más hablando, tamos hablando de una edad de, sería unos quince años, no, no recuerdo.
CB: Oiga, ¿su abuelo no fue bracero?
SL: No, él no fue.
CB: Y, ¿cuándo...?
SL: Que yo me acuerde, no, no, no fue.
CB: Cuando usted decidió venirse para Estados Unidos, ¿cuáles eran sus medios? ¿Qué es lo que usted hizo para venirse y qué esperaba ya al llegar aquí o participar como bracero?
SL: Pues mis medios pa venirme, mi papá me daba dinero pal pasaje. Ya llegando aquí, pues el trabajar y eso era todo, trabajar y trabajar y buscar los, lo único que a veces no le gustaba a uno cuando, cuando llegaba uno y se contrataba, (risas) pos lo trataban…
CB: ¿Ahí cómo? Dígame cómo lo trataban, ¿por qué no me puede? Descríbeme como fue la contratación, el tratamiento, la experiencia.
SL: Es que realmente yo pienso que cuando uno se contrataba, al pasar luego luego ahí los, a uno lo desnudaban primeramente. Bueno, tendrían razón, no sé cómo hacen sus pensamientos ellos, pero a uno pos no le gustaba y lo tenía que hacer lo que ellos decían. Primeramente lo desnudaban de aquí para abajo y le tenían que chequear las almorranas que no tuviera infecciones, digamos, venéreas. Y pos tenía que pasar por un, uno donde estaban los doctores ahí, chequear todo eso. Después aquí en la línea pa pasar aquí.
CB: A ver, déjeme preguntarle sobre las investigaciones médicas. ¿Usted cree que como los revisaban, era adecuado o necesario?
SL: Pues para mí no era necesario, bueno, pero digo, cada quien va a defender su posición. A las personas que les gusta, digamos vivir, los hombres que les gusta vivir la, la vida alegre, por decirlo así. Pues, porque sí se encontraban muchas infecciones en ese tiempo. Entonces yo creo que en cierto modo sí tenían la razón, pero para una persona que se era un señor, un muchacho que no vivía esa vida alegre, pues a uno lo ofendía, ¿vedá?
CB: Sí, cómo no.
SL: Digamos, le ponían a uno, dicen: “¿Por qué anda haciendo todo esto?”.
CB: Y, ¿hubo peleas?
SL: No, no, no, no.
CB: ¿Argumentos o algo en ese tiempo?
SL: No, no. Pues es que tenía que hacer uno...
CB: ¿Resistencia?
SL: No, no, no. Eso que se lo advertían a uno allí al pasar: “Van a pasar aquí y se les va a hacer esto, les va a hacer lo otro”. Le comunicaban a uno: “Quítense esto porque les van a hacer esto y esto otro”. Pero como digo, cada quien defiende su posición.
CB: Sí y su padre había sido bracero, ¿él le había explicado a usted que esto iba a pasar?
SL: No, nunca. No, nunca nos explicó nada. Pero de todos modos ya sé, por él no me di cuenta, pero por los amigos. Allá siempre al hijo no le, no tienen ése, ¿cómo se dice? No le platican a uno mucho de todo eso. Pero por las amistades de él, yo ya tenía la idea más o menos cómo iba a ser. Entonces, es lo que a mí no me gustaba, pero pos hay que hacer lo que le dicen a uno, porque si no, no pasas, no viene uno para acá. Lo bueno es que ya cuando llegaba aquí también, aquí en Caléxico, porque una vez me contraté aquí en Guaymas. Y pues aquí también, antes de pasar le hacían lo mismo, le quitaban la ropa, lo metían a unos, unos hornos calientes que para matar el piojo.
CB: Fíjese.
SL: Le desnudaban, le metían toda su ropa ahí y luego unos hornos calientes y luego lo polveaban de un polvo blanco, sería DDT, yo no sé. Lo polveaban todito a uno, que pa los piojos. Y tenía que hacerlo uno, no había de otra, pues si no, no pasaba uno, no lo dejaban. Y eso era lo que no me gustaba, pero, ¿pues qué le vamos a hacer?
CB: Y, ¿lo hizo dos veces? Las dos veces, o, ¿cada vez que lo contrataban?
SL: Todas las veces, cada vez que se contrataba uno tenía que pasar por eso. Eso es por ley, tenía que hacer eso uno todo.
CB: Y me dijo un poco de que su padre no le había explicado que ésas iban a ser las experiencias que iba a pasar, pero se enteró de las experiencias…
SL: Por otros.
CB: Por otras personas.
SL: Otras personas.
CB: Y, ¿qué es lo que les decía las otras personas? ¿Cómo se lo explicaban?
SL: No, es que entre los hombres o entre la raza que hay, siempre le explican a uno, pero con una más, ¿cómo se dice? Con un poco más de burla, de… usted me entiende ya. Por ejemplo, cuando le van a revisar las almorranas y que esto y que lo otro y que usted sabe. Se van, más allá de lo que es. Pero pos el inocente, a la mejor sí puede pensar eso, pero no, no es así como se lo dicen a uno. El papá de uno no le va a decir que le va a pasar eso, pero la raza, acá entre raza. “No, que esto y que lo otro y que te va a pasar esto y que”… Pero uno de todos modos ya se da más una idea que no va a ser así. Eso de la almorrana, pues nomás dice: “Te van a revisar ahí y eso y esto otro”. Y, pero muchos de los que vienen con uno, ya le ponen.
CB: Sí, ¿verdad?
SL: Estra [extra], estra, estra, pa asustarlo a uno. (risas)
CB: A ver, ¿qué requisitos debían, debía de usted cumplir antes de, para ser bracero? ¿Qué es lo que necesitaba cumplir, para ir con usted o entregarte?
SL: Ser mayor de edad.
CB: Mayor de edad.
SL: Traer su cartilla y que explicara ahí. No, las cartillas ahí decían la mayor de edad, que fuera mayor de edad principalmente y pasar todas las, digamos, las enfermedades que no debe traer uno. Eso era.
CB: ¿Eso fue en México?
SL: En México.
CB: En México, okay. ¿Qué tenían que hacer para demostrar que reunían esos requisitos? ¿Qué es lo que usted tenía que hacer para comprobarlo?
SL: Pos lo, presentar las documentaciones de…
CB: ¿Qué clase de documentación?
SL: Pos la cartilla, me parece. Yo no me recuerdo ya entonces qué sería, la acta de nacimiento, me parece. Yo no me acuerdo, tanto año que… pero yo creo que también eso. Carta de Policía o… Yo ya no me acuerdo, pero la cartilla sí era muy importante.
CB: Muy importante.
SL: Muy importante. Comprobar que eres mexicano y que eres mayor de edad.
CB: Ya hablamos sobre el examen físico. ¿Dónde y cuándo se enlistó? ¿Fue en el mismo pueblo de Tlaltenango o en otro lugar?
SL: No, no había.
CB: Déjeme que cerrar la puerta para que, disculpe.
SL: Okay. Ya la vez, primera vez que vine, que me contraté en Monterrey, casi la mayor veces, la mayor de las veces habían listas que se hacían en los mismos pueblos. Pero había otras cosas que se podían hacer. Cuando uno se venía, en los mismos donde se contrataba uno había la mordida a quien se encuentre. Entonces le pagaba uno a cierta persona pa que cuando estuvieran llamando listas, ahí lo metían a uno. Nomás que tenía que estar uno abusado oyendo, porque en cualquier lista lo podían llamar a uno. Entonces allí el, allí van, hacían la mordida, ¿cómo se dice? Yo casi la mayor de las veces así le hice. Pagaba uno se me hace que $200 pesos.
CB: Y en ese entonces, ¿como cuánto era? Era mucho dinero, ¿no?
SL: Pues estaría el dólar, ¿a cómo estaría? A $12.50.
CB: Pues quizás, no me acuerdo.
SL: No me recuerdo en qué años, pero por ahí. Pos sí era allá dinero.
CB: Sí, porque ahora $200 son $20 dólares.
SL: Veinte dólares. Sí, sí era bastante dinero. Me parece que cobraban $150, había de diferentes, como donde quiera, había diferentes precios y ahí era donde le hablaban a uno. Y como los que taban encargados ahí dentro de todo el… Siempre tienen coyotitos que andan afuera agarrando el dinero. Tonces uno les daba $200 ó $150, no me acuerdo. Entonces decían: “Nomás pónganse listos para cuando oigan su nombre, métanse”. Y ya todos los que están ahí dentro ya saben cómo está todo. Entonces uno nomás se metía en la línea y ya.
CB: Y, ¿cuántos días el proceso fue?
SL: Duraba uno ahí afuera del mínimo, según la suerte. Es que a veces, como los que agarraron esa mordida, a veces tenían mucha gente y duraban más. Pero mínimo, mínimo eran quince días, veintidós días.
CB: Y durante esos quince días, veintidós días que estaba esperando en el lugar donde los contrataban, ¿qué usted hacía durante...?
SL: Nomás estar ahí, oír cercas de [d]on[de] [es]tá toda la gente esperando ahí su nombre.
CB: Fíjese.
SL: Nada más estar ahí, porque si te retiras y te hablan, ya te perdiste el viaje. (risas)
CB: Sí. Y, ¿en dónde dormían?, ¿dónde comían?
SL: Había unos, la gente en el mismo pueblo, hay gente que renta algún cuarto y ahí se metía uno, unos diez. Y ahí les daban, nomás le cobraban a uno, sería unos $5 pesos por dormir y ahí se acostaba uno en unos cartones, como vagabundo. (risas)
CB: Fíjese.
SL: No, pos no podía traer uno nada, pos, ¿pa qué las quería? No había tiempo de… No, es una historia muy, muy… A veces me pongo a pensar cosas, digo: “¿Qué es lo que hace uno pa venir?”.
CB: Para sobrevivir.
SL: Para sobrevivir, pa querer juntar un centavo más.
CB: Sí.
SL: Pa buscar la mejoría de la familia o del, digo, los que tenían familia. Yo no tenía en ese tiempo, pero bueno, así es la vida.
CB: ¿Qué le dijeron las autoridades, ya sean mexicanas o norteamericanas, que podía esperar de su trabajo? Ya me había dicho que su papá le informaba la información y otra gente, sus amigos, amistades. Pero cuando se comunicaba con las autoridades mexicanas ahí en el pueblo, donde lo estaban contratando o ya llegando aquí a la línea, cuando estaban pasando, ¿qué? ¿Cómo le explicaban las autoridades que iba a ser el trabajo que iba a hacer?
SL: No, allá en los pueblos de uno no le dicen nada.
CB: No les nada.
SL: Nada más va a haber braceros y le daban un número a uno, a la gente, pues yo, porque yo nunca lo hice allá porque no me, porque no. En ese tiempo que no, todavía no tenía la mayoría de edad. Yo ya nomás, que va a haber números ahí en el pueblito, que va a haber números, que va a haber números. Le cobraban también ahí a la gente.
CB: ¿Por los números?
SL: Por los números. Y ahí le ponían a uno en la lista y alguien que se encargaba de los, la misma gente que se venía se traían la lista y la metían ahí en Chihuahua o en Monterrey o a la parte que fuera. La metían ahí, había una oficina y ahí la metían. Viene de Zacatecas, metían la lista y ahí venían todos los nombres de los…
CB: Con un número.
SL: Pues venían los nombres, ahí les decían números, pero yo no entiendo, yo nunca llegué a mirar esa lista. Yo no sé cómo vendría. Pero metían ahí todos los nombres de las personas que venían de allá. Venían los nombres de todas las personas, metían la hoja y cuando les… Va como en lista pues, como por decir un, sí, en una lista de un empalme de hojas. Ya iban sacando las hojas que van una detrás de otra, una detrás de otra, como van llegando, ahí van llegando, creo yo que así trabajaba ahí, en lista, pues. Va una detrás de otra, llega la lista del estado de Zacatecas y no nomás de ahí con nosotros, el estado está grande, de diferentes municipios.
CB: Y hay fotografías donde se ve que cuando los braceros llegaron tuvieron que comunicarse con un oficial migrante, un migrante de la INS [Immigration and Naturalization Services] del...
SL: No, yo no.
CB: Y queremos saber si hay, ¿hubo conversaciones que usted tuvo con alguien oficial? Y si lo tuvo, ¿qué le preguntaron o cómo lo trataron?
SL: Cuando uno venía allá que deste lado, acá era donde le pedían más información aquí en Mexicali o allá por, en Juárez o le preguntaban. Pos daba uno toda la información donde venía, a quién mandaba si a uno le pasaba algo, quién podía recibir su, ¿cómo decir? Como si...
CB: Información.
SL: Información.
CB: De emergencia.
SL: Emergencia.
CB: Sí.
SL: Quien era, ahí dejaba uno toda la información de los papás, de las mamás, esposas, hijos o lo que fuera.
CB: Y esos, individual, los oficiales que tomaron esos...
SL: No, no eran oficial, pos yo digo que no eran, puras secretarias.
CB: Ah, okay.
SL: Eran secretarias que estaban llenando ahí la…
CB: ¿El tratamiento cómo fue de esas personas a usted?
SL: Pues para mí, bueno. Yo creo que buenas, porque se reían cuando les decía que era de Los Guapos.
CB: (risas) Fíjese. ¿Así que hablaban español e inglés?
SL: Pos yo no sé ni inglés porque yo no hablaba.
CB: Puro español.
SL: Puro español, pues eran mexicanas.
CB: ¿Pero eso ya era aquí en los Estados Unidos?
SL: Aquí en la línea, en la línea.
CB: ¿En la línea?
SL: En la línea, allá en Caléxico. Más bien en Caléxico, en este, en Juárez.
CB: Ah, no, en Ciudad Juárez, en el lado de México.
SL: En el lado de México.
CB: Antes de pasar para acá.
SL: Antes de pasar. (risas) O sea que se rían por haberles tratado, les daba risa. (risas) Dice: “Soy de Los Guapos”. (risas) Se reían. “Nos vemos”.
CB: A ver dígame, la información acerca de su salario que le habían dado y condiciones de la vida onde iban a vivir, a dormir, a comer y cómo se iban a transportar del lado al lugar, ¿qué fue? ¿Qué información le dieron y cómo fue?
SL: Yo, no me dieron ninguna información. Nomás dijeron: “Tú te vas a tal parte y tantos se van a tal parte”, y ahí me echaron al… Cuando ya se completaba la cantidad de gente que iban a mandar, digamos a Amarillo, Texas o a San Antonio, ahí cortaban la…
CB: Y ya cuando, cuando era la lista, ¿cómo los transportaban aquí?
SL: En camiones.
CB: En camiones.
SL: Camiones.
CB: Okay.
SL: En camiones y ya. Le llevaba uno a un campo, a una, ¿cómo se dice? Un como, un campo grande donde había muchas barracas. Y ya de ahí, pos llegaban los patrones a ver si ocupaban gente. Ahí iban y los recogían y se los llevaban a su rancho.
CB: Y cuando los patrones llegaban, ¿les llamaban nombres o nomás coleccionaban?
SL: No, nomás decían.
CB: “Necesitamos”.
SL: “Necesitamos veinte, diez”.
CB: Okay.
SL: Dos, tres, los que fueran. Y ellos arreglaban todos esos papeles. Había en esa oficina, había alguien que estaba ahí arreglando. Ya uno ya: “Órale, este patrón quiere tantos”. “Okay, llévatelos”. Se los lleva, uno no digamos, los traían otros, se los llevaban ya pa trabajar con ellos en sus ranchos. Había otros que los llevaban y los traían, los llevaban y los traían. Pero a unos se los llevaban y lo dejaban a uno, tenía su casita allá donde tenía su rancho y todo. Pero algunos se los llevaban y los traían.
CB: Y, ¿en qué áreas trabajó como bracero aquí en los Estados Unidos? Dijo que Arkansas.
SL: Arkansas. Las más, más tiempo fue en Texas.
CB: En Texas. Y, ¿cómo se transportaba de diferentes áreas y los transportaban?
SL: No, pos como te digo, no te dije que tengo, tres años estuve trabajando en ese solo lugar, era una lechería. Tonces ahí tenía trabajo viernes, sábado, domingo y lunes. No tenía ni un día de fiesta.
CB: Fíjese.
SL: Tres años estuve. En ese tiempo mi mamá, el patrón me dijo: “Si quieres te arreglo yo residencia”, en esos años.
CB: ¿En la lechera?
SL: En la lechera. “Si quieres te arreglo”. Muy buenas personas para mí. Pero mi mamá, le mandé decir que me mandara los papeles, todo lo que necesitaba de México y no me los quiso mandar.
CB: No, fíjese.
SL: No, pues es que tenía un hermano mayor que se fue a Chicago, arregló residencia, se fue a Chicago y ya se perdió. Nomás dijo: “No”, dijo, “si quieres arreglar, ven por ellos, yo no te los mando”. (risas) Por eso ya no quiso. Ya no quiso mandar papeles pa que arreglara yo, la pobrecita.
CB: Sí, ¿verdad?
SL: Sí.
CB: No quería perder otro hijo.
SL: No quería perder otro hijo.
CB: Y su viaje de cuando lo contrataron al llegar a los Estados Unidos, ¿cómo fue el viaje?
SL: Pues aburrido, porque había veces, lo echaban a uno en el tren, como por ejemplo, cuando yo me vine de, estuve en Empalme, nos echaron en un tren hasta aquí hasta Mexicali, ése sí está poco muy duro.
CB: Sí, ¿cuántas horas fueron?
SL: Pues yo no sé, no me acuerdo.
CB: Muchas, ¿verdad?
SL: Está lejos, pero en un tren con asientos de palo nomás así. Entonces pos sí, pos llegaba uno muy cansado.
CB: Sí, cómo no. Y a trabajar.
SL: No, pos todavía llegaba uno aquí y luego de aquí lo pasaban en camión hasta donde fuera. Porque aquí en Mexicali ya me tocó aquí a Stockton, este, aquí luego luego, ¿cómo se llama?, a Oxnard.
CB: Oxnard, okay.
SL: Oxnard, de ahí me vine, allá caliente y luego aquí caliente.
CB: Fíjese.
SL: Aquí estuve trabajando un tiempo allá en el tomate pero no me gustó ya venir para este lado por el calor que hacía en donde se contrataba uno, era muy caliente aquí en Guaymas. Ahí tá muy caliente, ya no quise venir.
CB: Entonces cruzó la frontera, ¿en qué lugares las dos veces que vino como bracero?, ¿en qué lugar cruzó la frontera?
SL: Una vez la crucé aquí, fue cuando vine aquí para, aquí en Mexicali.
CB: En Mexicali.
SL: La otra vez la pasé por Juárez y la otra por, cuando me contraté en Monterrey, la pasé por Eagle Pass. El Puerto del Águila, le decían, el Paso del Águila. Es el que tá para allá pal lado de, ¿cómo se llama? Ya ni me acuerdo cómo se… Total, la de Monterrey fue la primera vez, fue en el Paso del Águila.
CB: Fue, ¿cruzó tres veces?
SL: Tres veces.
CB: Y, ¿fue bracero dos veces solamente?
SL: Tres veces.
CB: Tres veces. Okay, entonces me dijo que fue bracero cuando tuvo dieciocho años la primera vez.
SL: Dieciocho fue la primera vez.
CB: Y después.
SL: No, fueron cuatro. Pasé en Monterrey la primera vez. Las otras dos veces en Chihuahua y la que pasé en Empalme. Esas dos, tres veces.
CB: Entonces nomás para estar claras, fue bracero a los dieciocho años, después dijo que a los veinte.
SL: Por ahí, por ahí.
CB: Y después, ¿otra vez?
SL: Otra vez, pero no me acuerdo ya exactamente.
CB: Ya era más grande que veinte años.
SL: Sí, ya, ya más grande.
CB: ¿Tenía hijos o estaba casado?
SL: No, no, no.
CB: Todavía no.
SL: Era, todo el tiempo que anduve aquí era soltero. Ya después me vine para acá, pero ya me vine brincando el cerco. (risas) Después ya cuando ya me dejé de andar de bracero, me jui y me casé. No quise dejar la señora sola. (risas) Tonces me vine para acá ya después de casarme, nomás estuve unos días. Ya después me traje a la familia y ya aquí me quedé.
CB: Se quiso quedar y aquí está, ¿verdad?
SL: Aquí tengo treinta años ya aquí.
CB: Cuando estuvo en el centro de recepción, ya cuando cruzó las diferentes veces que fue bracero, ¿cómo fue la recepción?, ¿fue…?
SL: Ya aquí es, aquí para mí ya, cuando ya los dejan a uno de molestar ahí en la línea, ya para mí ya fue más, más, una vida diferente. Ya aquí lo trataban un poco mejor. Pero pa pasar la línea, pa contratarse allá, eso es lo más, para mí era lo más difícil. Porque desgraciadamente sí abusaban de la persona.
CB: Y, ¿cómo lo abusaban?
SL: Pos como lo trataban, echándole polvo.
CB: Oh, el polvo.
SL: Todo.
CB: Cuando cruzaban así todo eso. ¿Eso fue aquí ya en el lado de los Estados Unidos?
SL: Una sí, aquí sí.
CB: Okay.
SL: Allá, pos allá cuando lo contratan a uno, pues nomás le revisan a uno que no traiga enfermedades venéreas allá en México, o sea allá de aquel lado.
CB: Allá solamente le preguntaban y aquí los examinaban.
SL: Aquí les, allá nos, allá nomás le chequeaban que no traiga enfermedades venéreas y que no tenga almorranas en los campos de contrataciones. Y aquí le echan el polvo pa los piojos, le quitan su ropa, lo meten a un horno caliente para que se mueran los piojos.
CB: Y, ¿eso fue aquí en los Estados Unidos?
SL: En los Estados Unidos.
CB: Y los exámenes que, por los que pasó en México, los médicos o las enfermeras fueron a…
SL: Un médico.
CB: ¿Americanos o mexicanos?
SL: No, son americanos.
CB: Okay, okay.
SL: Pues eran gabachos.
CB: Okay.
SL: No, porque un mexicano deja pasarlo a todos. (risas) Tenemos mala fama.
CB: Y dígame qué tuvo, ya me dijo que tuvo que tener las enfermedades, que comprobaran que no tuvieran enfermedades, ¿tuvo que tomar vacunas?
SL: No, no, no.
CB: ¿O inmunizaciones?
SL: El que salía con esas enfermedades automáticamente estaba desechado. Ése era desechable pa [a]trás, ése ya no tenía oportunidad de venir. A ése nomás lo echaban pa fuera, decían: “Vete a curarte y hazle como puedas. Dios que te ayude”.
CB: Y ya cuando pasó todos los exámenes y todo eso, ¿usted tuvo opción para escoger el tipo de trabajo o nomás le daban el trabajo?
SL: Nomás llegaban, los subían a la camioneta: “Van pa tal parte”.
CB: Okay.
SL: Y ya, la suerte de cada quien. El patrón que te pertenezca, que te toque y ahí si era malo o bueno.
CB: Ahí te tocaba.
SL: Ahí te tocaba. No, pues si fuera a escoger uno, pos qué bueno.
CB: Y ya cuando, ya al terminar el proceso y los exámenes y todo eso, ¿cuánto tiempo era de ese tiempo de cuando terminó los exámenes a cuando un patrón llegaba a contratarlos para el trabajo?
SL: No, luego luego, luego luego.
CB: ¿Luego luego?
SL: Sí, ya pa otro día llegaban, empezaban a llegar los patrones. Es que esa gente ya la tenían ya esperando, ya los rancheros ya sabían que tenían gente para…
CB: Para ir.
SL: Sacarlos.
CB: Sí, okay. A ver, todavía tengo varias preguntas. ¿Cuántos años trabajó usted oficialmente como bracero en los Estados Unidos? Me dijo que fueron tres veces.
SL: Tres años, digo tres años estuve en la lechería.
CB: Tres años en la lechería.
SL: Esos estuve completamente tres años. Los demás fueron meses, pero no recuerdo, serían seis meses, cuarenta y cinco días, no unos. Como el de (ininteligible) fue poquito, serían unos cuarenta y cinco días. Aquí no me acuerdo, aquí en Stockton, pues también.
CB: Y ya me explicó los varios lugares onde, onde trabajó.
SL: Sí.
CB: Y en los diferentes áreas que trabajó, como en el, en donde fue, donde estuvo la lechera y las diferentes en Arkansas, ¿cómo fue la convivencia del bracero a la gente del pueblo de su lugar?
SL: De esa ciudad.
CB: Ajá, de esa ciudad.
SL: Pues cuando estuve en Texas no tenía tiempo de ir al pueblo, nomás de entrada por salida. No, pos no teníamos día de fiesta.
CB: ¿Por tres años?
SL: Por tres años. Nos llevaban a la tienda, nomás agarraba el mandado y vámonos pa trás, porque tenía que trabajar uno los siete días de la semana. Entraba uno a las seis de la mañana, a las dos de la mañana, salía uno a las seis y entraba a las dos de la tarde y salía uno a las seis de la noche, seis, siete de la noche. Es que las vacas tiene que ordeñarlas dos veces al día. Y no había más de nosotros, no habíamos, no tenía más.
CB: ¿Como cuántos braceros fueron?
SL: Éramos pocos, éranos… Se me hace que éramos cinco. Pos que eran máquinas, ves en la máquina, eran como doscientas vacas, pero como son máquinas, pues rápido las ordeña. Tonces era rápido, pero no había días de fiesta ni había nada. Pero era mucho tiempo, mucho, mucho trabajo pa lo que nos pagaban.
CB: ¿Cuánto les pagaban?
SL: Treinta y cinco dólares por semana.
CB: Por semana.
SL: En ese tiempo.
CB: Y con ese dinero, ¿qué es lo que hacía usted con el dinero?
SL: Pos lo poquito que me quedaba, pos era pa mandarle a mi papá. Yo siempre le mandaba a él, se lo mandaba a él.
CB: ¿Como cuánto le mandaba?
SL: No, pues no te sé decir exactamente, ¿pos qué podía juntar? Al mes, a los dos meses, le juntaba y le mandaba, ya no me acuerdo la mera mera… Pues era así poquito, pues no ganaba casi, muy poco ganaba y pos no, no nos pagaban casi nada. Íbamos doce horas, de doce horas a doce horas, veinticuatro horas.
CB: Fíjese.
SL: Pa lo que nos pagaban, $35, pero…
CB: Me dijo que trabajó en una lechera y en los lugares donde cosechaba, ¿qué es lo que cosechaba?
SL: Algodón.
CB: Algodón.
SL: En Arkansas algodón, fue de lo que estuve trabajando en el algodón. Nomás como digo, no estuve trabajando un tiempecito, eran unos veintidós días, empezó a llover y a llover y a llover.
CB: Y se acabó el trabajo.
SL: Y se acabó. Se reventó una presa o no sé qué, un río ahí y nos anegó a todos. Quedamos en el agua ahí y ya después no podíamos salir.
CB: ¿No se acuerda qué año fue ése?
SL: Fue el primer año.
CB: El primer año.
SL: Fue el primer año, buen… No, no me, tenía dieciocho años esa vez. Yo tengo sesenta y cinco, pues hágale la cuenta. Fue como el [19]59 por ahí, [19]50, por ahí. Porque en el año que mataron a este, Kennedy aquí yo estaba en Texas, ya en la lechería. Yo no me acuerdo en qué año fue, ¿el [19]61?
CB: El [19]61 se me hace, ó [19]64.
SL: No, no, [19]62, ya no me recuerdo. Pero el primer año que yo salí fue cuando fui a Arkansas, tenía dieciocho años. Y ahorita tengo sesenta y cinco, pos sesenta y seis. Ahí si quiere cerrar la cuenta. (risas)
CB: (risas) Ahora dígame, en esas temporadas como bracero, ¿usted hizo algunas amistades duraderas, que todavía…?
SL: No.
CB: ¿No?
SL: No, pos es que las personas, se va uno y pos se deja uno de mirar. Pos mientras que trabaja uno con ellos, pos sí hacen muy buenas amistades, pero después se va uno, se va el otro y pues nomás los… Pero la gente, a veces se encuentra mejores amistades entre los que no somos conocidos. Pero no, no, uno pos ya tanto año, ya.
CB: Y cuando era bracero en Arkansas en el algodón, ¿como cuántas personas trabajaban al mismo tiempo?
SL: No, éramos como unos treinta, treinta y cinco hombres. Nomás que como te digo…
CB: Y, ¿por qué acá?, dijo que en Oxnard.
SL: En Oxnard también.
CB: También.
SL: Pues es que en Oxnard son campos grandes y cada quien tiene su pandilla. Son unos campos grandes que había, había mucha gente. Pero su ranchero tiene, vamos a suponer, digo, una la cantidad de tomate que tenían. Llegaban los troques y les llenaban de gente y se iba pa Santa Paula, Santa Bárbara, por allá pa donde andaban todos pa un lado y para otro. Porque ahí hay campos de limón también. Tonces cada quien llevaba los troques, pero era un campo grande y las barracas llenas de gente que había, pos llegaban ahí y los llenaban de gente y a trabajar a sus ranchos. Entonces nosotros, yo no me acuerdo los que salíamos en eso, por ahí unos treinta y tantos también.
CB: Okay. ¿También ahí en Oxnard?
SL: Sí, había mucho, nosotros piscábamos, unos van al limón, otros van al tomate y diferentes cosas que piscan. Al aguacate se me hace que también había. Había mucha gente.
CB: Mucha gente.
SL: Mucha gente.
CB: A ver, vamos a hablar de la rutina diaria y cómo era el, cuando vivían y cómo convivían con los otros braceros. ¿Cuántos días a la semana trabajaban? Ya me dijo que en la lechera trabajaba siete días a la semana.
SL: Siete días a la semana.
CB: En Arkansas, ¿cuántos días le tocó trabajar ahí?
SL: No, pues ahí como le digo, ahí también lo son, pos yo diario.
CB: Diario.
SL: También diario.
CB: Y, ¿en Oxnard?
SL: No, ahí nomás seis días, a veces los sábados también. Siempre descansaban el domingo. Teníamos que lavar los pantalones porque se quedaban pardos de la goma.
CB: Y en la lechera dijo que trabajaba doce horas.
SL: Pues doce.
CB: Al día.
SL: Más o menos, sí.
CB: Y, ¿en Arkansas, en el algodón?
SL: No, pos ahí lo que, lo sacaban a uno en la mañana y lo traiban [traían] ya en la tarde.
CB: Por el calor.
SL: No, pos taba lloviendo.
CB: Ah, pos sí, la lluvia.
SL: Sí, estaba lloviendo. Nomás, pues todo el día, pero por ahí no había horas, era contrato.
CB: Y, ¿no se acuerda más o menos qué horas trabajaba al día en Oxnard?
SL: Salíamos temprano, salía como a las seis de la mañana, apenas estaba empezando. Mientras que llegábamos acá allá donde estaba el rancho, ya se miraba, porque piscábamos tomate de ése que es pa marqueta, que taba medio rayadito nomás. Entonces nos íbanos para atrás, pos yo no me acuerdo, pero todavía se miraba.
CB: Todavía se miraba.
SL: Pues en aquel tiempo qué reloj ni cuál nada. (risas) Todavía se miraba, vamos a ponerle unas nueve horas u ocho horas.
CB: Okay.
SL: Pero pues le pagaban a uno por horas en ese tiempo.
CB: Sí. A ver dígame, ¿qué era un día normal de trabajo?, ¿qué hacía? Se despertaba y, ¿qué pasaba?
SL: Pues en la mañana temprano se levantaba uno a hacer la comida.
CB: Y, ¿usted la hacía?
SL: Sí, no, no. Aquí en Oxnard no, había una, la misma, la misma… En el campo había personas que le daban a uno lonche, nomás se lo rebajaban en el cheque.
CB: Okay, entonces en Oxnard les daban de comer pero les rebajaban el dinero.
SL: Rebajar el dinero. Del mismo cheque le…
CB: ¿Se acuerda como cuánto le bajaban?
SL: No, yo no me recuerdo. O sea que ya cuando venía el cheque, ya venía reducido. Pero hasta eso sí le daban buena comida, más o menos.
CB: ¿Como qué le daban?
SL: Un día, no eran repetidas, un día le daban pollo, otro día pescado, otro día, diferentes comidas.
CB: ¿Mexicanas o diferentes?
SL: Diferentes. Casi carne de una y de otra y de otra, taba bien la…
CB: Okay. Entonces despertaba, hacía de comer, trabajaba y después la hora de la comida les daban…
SL: En Texas, aquí no. Aquí llegaba uno a comer en la mañana.
CB: En Oxnard.
SL: En Oxnard. En la mañana ya cuando se levantaba uno ya taban los señores, la línea de gente.
CB: Oh, fíjese, okay.
SL: En la mañana eran huevos, así nomás con un café o una avena. Ya si queríamos agarrar dos, tres, blanquillos, pos allá uno, lo que se pudiera servir uno. Y ya en la tarde, le daban la comida ya lo que uno quisiera, digo, lo que le tenían preparado, pues. Y a servirse uno lo que uno no quería, ahí también. Pero sí, más o menos todo bien ahí.
CB: Y al terminar el día de trabajo, ¿qué era?
SL: A dormir.
CB: ¿Nomás a dormir?
SL: A dormir, no, pos no salía uno, ¿a dónde? No podía salir uno, pos era un campo que estaba como en un rancho así grande y ahí es como un campo de contratación.
CB: Y, ¿eso es en Oxnard?
SL: En Oxnard.
CB: Y en Texas, la lechera.
SL: No, no.
CB: Y, ¿ahí sí usted tenía?
SL: Ahí yo tenía que hacer de comer porque ahí no había nada.
CB: ¿Pero la comida también?
SL: Todo, todo. Si queríamos comer, teníamos que hacer, si no, pues, si no, puro pan con leche. (risas)
CB: Sí, ¿verdad?
SL: Sí, sí, ahí éramos cinco nada más.
CB: Y regresaban después del día de trabajo y…
SL: A dormir.
CB: Y, ¿hacían de comer en la noche?
SL: Sí, pos no había otra, dormir, comer, dormir, comer. Los domingos a veces le digo, en la mañana, le llevaban uno a la… Si no tenía qué comer uno, le llevaban uno al pueblo los mismos patrones, las señoras de ellos.
CB: Y, ¿eso era la misma experiencia en Arkansas?
SL: Pues la misma, nomás que ahí no podíamos salir porque pos tábamos en agua.
CB: Taba lloviendo.
SL: Taba lloviendo, tábamos en la agua. (risas)
CB: (risas) Y dígame también, ¿cómo usted? Ya me dijo que en Oxnard le quitaban el dinero en el cheque…
SL: En el cheque.
CB: Por la comida. Y en la comida en Texas y en Arkansas, solamente usted iba.
SL: Yo hacía la comida.
CB: Y, ¿usted la iba a comprar?
SL: No, en Texas me llevaba el patrón o la patrona.
CB: ¿Pero no les rebajaban el cheque?
SL: No, no. Yo lo compraba. A mí me daban el cheque, lo que era mi, lo que me tenían que pagar y yo iba y pagaba. Era diferente. En Arkansas también.
CB: Y en sus lugares de vivienda, en Oxnard, ¿cómo fue amueblado?
SL: No, pos…
CB: ¿Cómo fue la situación?
SL: Eran unos cuartos, como había como, como recámaras y tenían un dos, ¿cómo se dice? Camarotes que les dicen. Dormía uno abajo y otro arriba.
CB: Y, ¿qué, eran como literas grandes o chiquitas?
SL: Literas, no, eran las literas así.
CB: Y, ¿tenían…?
SL: Su colchón.
CB: ¿Colchón?
SL: Sí.
CB: Okay.
SL: Su cobija, le daban dos cobijas a uno. Y una arriba y otra abajo, tenían se me hace que cuatro en cada…
CB: Y, ¿cómo se mantenía limpio ese lugar?
SL: Había alguien que se barría algo ahí. Yo no sé quién barrería, pero sí se mantenían.
CB: Okay. Y en el lugar de Texas y en Arkansas, ¿cómo fue la vivienda?
SL: Igual, lo mismo, pero ahí sí teníamos que barrer nosotros.
CB: Okay. Ahí sí tuvieron que limpiar ustedes.
SL: Sí, pos esos no había nadie.
CB: A ver y, ¿había baños en esos lugares?
SL: Pos afuera.
CB: Afuera.
SL: Tenía que salir uno afuera.
CB: Ah, como, okay.
SL: Una distancia como de unos veinte metros afuera, tenía que salir uno.
CB: Allá como México a veces que tienen…
SL: Ándale, así, así es.
CB: Y, ¿cómo lavaba la ropa, cómo se lavaba?
SL: Teníamos que lavarla nosotros.
CB: ¿En todos los lugares?
SL: Ah, sí.
CB: ¿No había lavadoras?
SL: No.
CB: ¿Usted a mano todo?
SL: A mano tenía que lavarlas uno. Así se nos pasaba el domingo cuando descansábamos.
CB: A ver, ¿le proporcionaba su patrón artículos personales como cepillo de dientes o rastrillo?
SL: No.
CB: O, ¿todo eso usted?
SL: Tenía que comprar uno todo.
CB: Ya me ha hablado del salario. Me había dicho que le pagaban $35 dólares a la semana.
SL: En Texas.
CB: Y, ¿en Oxnard no se acuerda cuánto le pagaban?
SL: No, no me acuerdo, ya no me acuerdo. Nos pagaban por horas, pero yo no me acuerdo.
CB: Y, ¿en Arkansas?
SL: No, era contrato allá.
CB: ¿Era contrato? ¿No se acuerda como cuánto era el contrato?
SL: No, no me acuerdo. No, pos era por libras.
CB: Oh, ¿era por libras?
SL: Era por libras. Ahí lo dice en contrato, eso es lo que hagas tú. Eso es lo que se llama contrato.
CB: Y, ¿cómo le daban el dinero, con cheque?
SL: Con cheque.
CB: Y, ¿cómo?, ¿dónde lo cambiaba?
SL: En las tiendas.
CB: En las tiendas. ¿Les cobraban algo por cambiarlo?
SL: No.
CB: Cuando le mandaban dinero, usted me había dicho que le mandaba dinero a su padre, ¿cómo se lo mandaba?
SL: Lo mandaba por correo.
CB: ¿Era en efectivo?
SL: No, en cheque.
CB: En cheque.
SL: En cheque.
CB: ¿Tuvo que ir a pedir un cheque especial?
SL: Ah, sí. No, en las, en las estas liquors, money orders.
CB: ¿Alguna vez tuvo problema en recibir su pago?
SL: No.
CB: Tonces, ¿siempre le pagaban, siempre okay?
SL: El día que me pertenecía el cheque.
CB: Y, ¿alguna vez hubo un problema o si no, usted, alguien que usted conocía que tuvo problemas con el trabajo, con el patrón?
SL: No.
CB: Okay, ningún problema.
SL: No.
CB: ¿Qué podía hacer usted si no le gustaba el trabajo?
SL: Pos tenía que trabajar. No, no lo obligaban, yo creo que, no sé, yo nunca tuve problemas. Yo nunca tuve ningún problema de, si no le gustaba de todos modos tenía que hacerlo o solamente que no, que no fuera uno ya, no voy, yo no voy. Porque sí llegaba a ver a veces algunos problemas. Por ejemplo, yo llegué a oír a un señor que estaba trabajando con un ranchero y dijo: “Yo con ese señor ya no vuelvo”. Pero yo no sabía cuál sería el problema. Sí se oía por allá de vez en cuando, sí.
CB: ¿Alguna vez hubo protestas laborales?
SL: No que yo me enteré. Entre lo que yo anduve, no.
CB: ¿No? Okay. A ver, déjeme ver. ¿Usted pasó por un tipo de discriminación como bracero?
SL: Pos yo no creo, nomás eso que nos hacían, pos no me gustaba.
CB: A la entrada.
SL: Al entrar, es lo que no me gustaba, pero sería de…
CB: Y, ¿su patrón no lo discriminaba?
SL: No, no. Cuando menos las personas que tuve yo los tres años en Texas para mí no.
CB: Cuando salía al pueblo donde usted o la ciudad donde usted vivía, ¿no pasó por discriminar?
SL: No, no.
CB: ¿Discriminaciones?
SL: No, no. Pues yo nunca noté nada, pos íbamos a donde había más mexicanos.
CB: ¿Entonces convivía con gente que…?
SL: Con puros mexicanos.
CB: Que podía convivir.
SL: Principalmente los patrones eran americanos, pero eran unos… Yo no me he encontrado otros patrones como ellos.
CB: A ver, dígame, vamos a hablar sobre los pasatiempos entonces en los días de descanso cuando salía a la ciudad a convivir con otra gente, ¿cómo se pasaba el tiempo y qué es lo que hacía?
SL: Pos no, no salía. Como en Texas no salía, no tenía tiempo.
CB: Y en Oxnard dijo que tenía un día.
SL: Ah, pos nomás ahí.
CB: Y ahí cuando descansaba, ¿qué hacía?
SL: Pos platicar, jugar a la baraja y…
CB: Con otros braceros.
SL: Con otros, con la misma gente. Tonces lo que sí me platicaba. Y como te, pos lo que es platicar y jugar a las cartas, ahí pa pasar el rato.
CB: Y, ¿era libre salir a la ciudad?
SL: Sí, a donde quisiera ir, sí.
CB: Y, ¿cómo, cómo?
SL: Lo único problema es que no teníamos en qué andar. A veces se salía uno y después pa regresar, pos de ride.
CB: Y, ¿cómo salían?
SL: En bola, unos cuatro, cinco, andar.
CB: ¿Se iban caminando?
SL: Caminando o de ride, no había otra.
CB: Y, ¿quién les daba, quién les daba?
SL: La gente que pasa, en ese tiempo no era trabajoso agarrar ride. Ahorita sí ya nadie le da.
CB: ¿Iban a ir, iban a ver películas?
SL: No, no, no, veíamos para allá al pueblito a mirar las tiendas, a comprarse una camisa o algo que le hiciera a uno falta.
CB: Cuando había ferias de la…
SL: No, no, no.
CB: ¿Nada les tocaba ahí?
SL: Pues no queríamos ir porque pues, para regresarse uno ahí a comer.
CB: Era muy difícil. Okay. Let me see. Durante el tiempo que era bracero, no, especialmente en la temporada donde estuvo en Texas, ¿tuvo oportunidad de ir de vacaciones a visitar a su familia?
SL: No.
CB: Entonces los tres años seguiditos se quedó ahí en Texas.
SL: Se me olvidó explicarle, ya no me acordaba. [Es]tuve tres años, dos, fueron dos contratos, el contrato el más grande era de dieciocho meses. Entonces cuando se cumplieron los dieciocho meses tenía que salir uno a México, porque ya no le podían renovar el…
CB: El contrato.
SL: Contrato. Entonces cumplí los dieciocho meses primero y luego salí a México. Fue cuando fui a ver a mis papás. Entonces pues regresé de vuelta a contratarme y yo de todos modos me fui a Chihuahua y ya, pero yo ya tenía mi, ¿cómo se dice? Mi ranchero, que ya iba a regresar de vuelta con él.
CB: Ya teniendo el acuerdo.
SL: El acuerdo ya.
CB: Y, ¿se lo cumplieron al cruzar?
SL: Me lo cumplieron, sí. ¿Cómo estuvo esa vez? No le quiero echar mentiras, mejor déjelo así. (risas) No vaya a ser que vaya a mentirle, no me acuerdo cómo.
CB: Y, ¿entonces cómo celebraban la Semana Santa o Navidad o los cumpleaños?
SL: No había nada. No había nada de eso.
CB: Y cuando estaban en diferentes áreas donde se convivían como en Oxnard o en… ¿cómo celebraban?
SL: Como le digo, no era mucho el tiempo que convivía, que estuve fuera, digamos. Como en Oxnard, se me hace que estuve nomás como cuatro, cinco meses.
CB: Y, ¿ninguno de los otros cumplieron años?
SL: No, no, olvídese de eso, no había nada de eso. En Arkansas también fueron pocos meses, también sería tres meses o algo así, tonces no había mucho qué convivir. El único más tiempo fue en Texas, ahí sí estuve tres años. Entonces pues no había fechas qué celebrar, porque era poco el tiempo, por eso no había qué celebrar, ¿me entiendes?
CB: Sí, sí entiendo. A ver, la vida después del trabajo, vamos a ver.
SL: Platicar.
CB: Al regresar a México, ya después de terminar de trabajar como bracero, ¿cómo fue la experiencia de regresar a México?
SL: No, pues muy bonita, porque regresa uno. Cuando regresa uno con sus papás, sus hermanos, la mamá, pos o sea, no, lo recibe con los brazos abiertos.
CB: ¿Le hicieron fiesta al regresar?
SL: No tanto así, pero pos uno mira que su madre, especialmente la mamá, cuando ve regresar a sus hijos, pues es muy bonito. Estaba unos días uno y ya, ya me quiero ir de vuelta, a la buscar la mala vida.
CB: (risas) A ver dígame, ¿tenía novia durante estos tiempos?
SL: Ah, sí.
CB: Y, ¿cuando regresó?
SL: No, ya se había casado. (risas)
CB: (risas) Fíjese.
SL: Ya se había casado. Yo ya sabía que no la iba a encontrar. No, pues es que los meses que fueron poquitos, sí me esperaba. Pero la otra que [es]tuve mucho tiempo no, tres años se iba a esperar, ¿usted cree?
CB: Sí, pos no.
SL: Tuve que buscar otra.
CB: Otra novia, ¿verdad?
SL: Sí, sí.
CB: Y al regresar a México, ¿su patrón le facilitó el proceso para regresar, el transporte?
SL: No, no, no, no.
CB: Tonces tuvo que guardar su dinero para regresar.
SL: De lo mismo dinero que había guardado, de ahí salía.
CB: Y, ¿se acuerda como cuánto costaba regresar?
SL: No, pues no me acuerdo, pero de todos modos sí se gastaba. Pues el pasaje nada más a Chihuahua, a Monterrey, ya de ahí no le cobraba a uno nada.
CB: Okay.
SL: Nomás es arreglar, pasar ahí en Chihuahua, este, contratarse en Monterrey era el problema. Ya de ahí ya corría de gastos de no sé quién.
CB: Sí, ¿verdad?
SL: Aunque lo echaran en un burro, no le hace. (risas) Pero ya es cuestión de ellos.
CB: A ver, después de terminar su contrato ya me había dicho un poquito, ¿era difícil conseguir otro contrato?
SL: Sí.
CB: ¿Ya ser bracero?
SL: No, tenía que abandonar Estados Unidos y regresar es más, es difícil.
CB: Y, ¿es el mismo proceso?
SL: Porque cada cierto tiempo tenía que cambiar, ¿cómo decir? Tenía que reformar el contrato. Le daban a uno como permisos. Si tú le venía a uno por cuarenta días que le decían ellos, entonces en esos cuarenta días, podía reformar otro tiempo. Pero se me hace que lo máximo eran dieciocho meses.
CB: Y esa vez cuando salió de la lechera y después regresó a la lechera.
SL: A la lechera.
CB: ¿Ese proceso fue difícil?
SL: Pues difícil, porque tuve que venir de vuelta, me parece que yo… Ya ni me acuerdo, pero se me hace que tuve que arreglar de vuelta esos papeles en Monterrey, este, en Chihuahua. Pero yo ya iba directamente con el patrón.
CB: Con el mismo ranchero.
SL: Con el mismo ranchero. Ya nomás les hablé: “Ya vengan, ya estoy aquí”.
CB: Okay. Y a ver, hábleme después de su vida, de después de dejar de ser bracero y ya de, estuvo en México y después sobre la, ¿qué es lo que le afectó a decidir vinirse pa atrás a vivir aquí?, ¿cómo fue todo eso, la vida después del bracero? Ya cuando no regresó a ser bracero, ya cuando se terminó el programa.
SL: Pues es que tiene uno ya la espinita de andar por acá de, de conocer aquí los Estados Unidos y los dólares lo hacen venirse a uno de vuelta. Regresé y ya dije: “Bueno, ya caminé”, ya tenía veintisiete años. Y me divertí en tal parte, conocí tal parte, ya pos ya qué más. Y ahora voy a buscarme una novia pa casarme.
CB: (risas) Y, ¿se casó en México?
SL: Sí.
CB: Okay.
SL: Entonces ya regresé pa allá para atrás, dije: “Ya estuvo bueno, ya cálmate, haz tu vida ya más de una persona mayor”. Entonces ya regresé pa atrás y como quiera que haiga sido, duré, sería unos tres años o dos años aquí. Me casé, pero siempre tiene uno la tentación de los dólares. Entonces un día le dije a mi señora, ya tenía dos de familia y taba esperando otro, le dije: “¿Sabes qué? Voy a ir a California”. “Tás loco, ¿a qué vas?”. Ella ya tenía todos sus familiares aquí. “Ya nomás voy a dar una vuelta”. Y me vine y estuve sería unos cuatro meses y ella taba esperando, dije: “No, ya me voy porque está esperando mi señora, voy a verla cuando se alivie y a ver qué”. Tonces me vine, estuve trabajando cuatro meses y luego regresé pa atrás y luego se alivió ella. Y siempre la espinita de los, de venirse uno, de los dólares. Me vine y un día tábanos ahí con mi suegro y mi cuñado. Él no tenía trabajo, mi cuñado, tonces dice: “Voy a ir a México porque no tengo trabajo”. Y ya mi señora ya tenía permiso para venir, entonces le digo: “Oyes, ¿por qué no te traes a tu hermana?”. Pero yo nomás le dije de: “Que venga a pasar unos días”. “No, pos si quieres me la traigo, yo iba a ir en carro”. Y se fue y pos me agarró la palabra y se la trajo.
CB: ¿Con los hijos también?
SL: Con los hijos también.
CB: Y, ¿qué año fue ese año?
SL: Fue el, yo me vine el [19]68, como el [19]69, [19]60 por ahí en esos.
CB: Y, ¿desde entonces ha estado aquí en los Estados Unidos?
SL: Desde entonces yo la traje a pasear, pero ya no se quiso ir.
CB: Ya se quedaron, ¿verdad?, ¿aquí en Los Ángeles?
SL: Sí, aquí está en Los Ángeles.
CB: Y, ¿tiene una reflexión final sobre ser bracero, la experiencia de ser bracero?, ¿su familia?, ¿algo que quiera que sepamos?
SL: Pues no, pues qué le puedo decir. Nomás que me sirvió para aplacarme. Los braceros me sirvió para llevar una vida ya más correteada, la dejé. (risas) Dejé la vida del solterismo y me dediqué a la familia ya completamente.
CB: Y usted dice que por ser bracero, eso fue la razón porque se calmó o se…
SL: Pues viví la vida más, digamos, sin ningún compromiso de, de familias, porque muchas veces dejamos la familia allá y nos venimos y aquí la hacemos, la regamos un poco a veces. No todos, ¿verdad? Pero yo sí la miré y ya anduve acá, aquí y acá, ya.
CB: Entonces, ¿fue como una aventura?
SL: Aventura y al mismo tiempo me calmé, miré el mundo como, porque cuando…
CB: La realidad.
SL: La realidad. Que tampoco no es fácil andar, andar haciendo las cosas malas, chuecas que no dejan ninguna, ninguna cosa buena. Yo lo miré de eso modo, pero yo no sé. Pero al mismo tiempo puse los pies en la tierra. Porque uno cuando está joven piensa que el mundo lo trae de la cola. Pero no, es al revés. El mundo lo trae a uno.
CB: Muy bien.
SL: Sí, yo pienso que ésa es la realidad.
CB: A ver, una pregunta más. Para usted, ¿qué significa el término bracero? Cuando usted oye el término bracero, ¿a qué, en qué piensa, qué significa para usted eso?
SL: Pues bracero sí es bueno yo creo, porque si lo sabe uno, ¿cómo quiero decirle? Si lo sabe uno, por decir, agarrar las cosas buenas de cuando uno vino de bracero. Porque desgraciadamente cuando uno viene de bracero, muchos lo agarramos para destruir la familia a veces y muchas veces otros los agarramos para ayudar a la familia o pa ayudarnos a nosotros mismos. Yo digo que para mí, sí me ayudó, porque económicamente no sería la gran cantidad que me, pero sí me ayudó a poner los pies sobre la tierra. Y desgraciadamente muchas veces, ya los casados que tienen hijos y familias allá y a veces hacemos tonterías aquí que no dejan nada a uno. (risas)
CB: Y cuando usted oye, cuando usted alguien le llama a usted bracero, ¿cómo se siente?
SL: Pues yo me los echo a la espalda y se me van pa atrás. Porque a muchas personas no les gusta que braceros porque…
CB: ¿Por qué no les gusta?
SL: Algunos no les gusta oír esa palabra, digo, pos para mí no tiene ningún que, significado malo. Como decir, en aquellos años les decían braceros, ¿por qué sería? Braceros, esa palabra es una palabra que para mí es buena. Para otras personas les he oído yo que braceros, que son esto, que son lo otro. No sé, cada quien lo toma como quiera.
CB: Sí, ¿verdad?
SL: Pero para mí fue una buena, buena cosa haber venido.
CB: Muy bien.
SL: Pero nomás que muchas veces a veces lo (ininteligible) un poquito.
CB: Sí, ¿verdad?
SL: Sí, pero como eso de que el dinero que nos quitaron ése sí no, no, nunca me di cuenta yo. No puse atención o no sé, yo nunca me di cuenta que nos iban a quitar un tanto por ciento del salario hasta ahora. Y hace poco que yo me di cuenta, yo ni siquiera sabía que andaban en esto, dije: “Bueno, si no nos dan nada ahora que andamos peleando eso, pos no nos den”, y ya. (risas) Tá perdido de todos modos.
CB: ¿Verdad?
SL: Y digo: “Pues a hacer la lucha, si nos dan bueno, si no, todos modos está perdido. Pero la historia del bracero es del trabajador que vino acá, vino en aquellos años, tiene su historia, tiene sus cosas que la gente sufrió mucho. Y yo no digo por mí, porque muchas veces… Es como donde quiera, el que medianamente tiene, no sufre tanto, pero el que no tiene sufre donde quiera que sea. Tanto sea aquí, tanto sea donde quiera que sea y hay gente en México que venía de, del más pobre es el que viene, pero hay unos más pobres que otros. Y uno miraba en ese tiempo, cuando yo taba, andaba en eso de las contrataciones, miraba gente que sí se la llevaba. Entonces pues es difícil, es difícil venir y a veces dormir abajo de un árbol, dormido como los vagabundos que están ahí debajo de los puentes y pues sí les, sí se les sufre mucho la vida del bracero, sufría. Yo cuando menos dormía en un cuarto en el suelo, pero dormía en un cuarto, pero hay gente que no.
CB: Que no, ¿verdad?
SL: No, a veces es muy duro.
CB: Bueno, muchas gracias.
SL: Bueno.
CB: Y aprecio el tiempo que me dio con usted.
SL: No, pues.
CB: La historia que compartió conmigo, pues gracias.
SL: Mucho gusto de haberla conocido y ya sabe. A cuando usted quiera alguna entrevista, no será muy buena, pero… (risas)
Fin de la entrevista
Fecha de la entrevista: 13 de mayo de 2006
Nombre del entrevistador: Corina Benavides López
This is an interview with Sabas Luna, on May 13th, 2006, in Los Angeles, California. The interviewer is Corina Benavides López. This interview is part of the Bracero Oral History Project.
CB: A ver, vamos a empezar con la entrevista. Sí, vamos, comenzamos con, ¿dónde y cuándo nació usted?
SL: Nací en el estado de Zacatecas, el 11/07/39 [11 de julio de 1939].
CB: Hábleme de su familia y del lugar donde nació usted.
SL: Mi familia es, se llama mi mamá Asunción Pinedo. Mi papá se llama, se llamaba, pos ya murió, se llamaba Cirilo Luna. Soy del estado de Zacatecas, en unas, un pueblito que se llama Tlaltenango [de Sánchez Román], Zacatecas. Yo nací en un rancho que se llama Los Guapos.
CB: Mi suegro y mi suegra son de Tlaltenango.
SL: ¿Sí?
CB: Son Saldaña.
SL: Oh, de la no, quizás yo pertenezco al pueblito ése, pero mi vida, yo fui de rancho y ahí viví toda mi juventud, hasta que ya arreglé para acá. Me vine para acá y aquí me quedé pero yo nací en ese ranchito que se llama Los Guapos.
CB: Los, ¿qué?
SL: Los Guapos.
CB: Los Guapos. (risas)
SL: Se les hace un poco raro, ¿verdad? Porque de guapos no tenemos nada. (risas)
CB: A ver, ¿a qué se dedicaban sus padres?
SL: Campesinos.
CB: Y, ¿cosechaban ciertas…?
SL: Ah, maíz, maíz principalmente, cacahuate, sembraban cacahuate y maíz, era lo que…
CB: Y, ¿proviene usted de una familia grande?
SL: Sí, éramos nueve de familia, éramos nueve de familia. Yo fui, ya de los cuatro, había otros tres más grandes, yo fui el número cuatro.
CB: Y, ¿varones, hembras, eran?
SL: Éranos cinco hombres y ya ni me acuerdo. (risas) Total, éramos nueve en total.
CB: Y, ¿dónde viven sus hermanos o hermanas ahora?
SL: Ahorita en México nomás [es]tá un hermano y una hermana. Los demás viven, unos aquí.
CB: ¿En Los Ángeles?
SL: Otros en Los Ángeles, otro, mi hermano vive en Fresno, otro hermano vive en Arizona y así, todos regados. Nomás dos están en México todavía.
CB: Ahora hábleme de cuando fue usted a la escuela, ¿fue usted a la escuela y dónde?
SL: Fui a la escuela en mi mismo rancho. No tenían mas de hasta el cuatro, tercer grado, cuarto grado. En aquellos años no había, no había cómo, cómo ir a estudiar al pueblito más cercas que era donde yo pertenezco, a Tlaltenango. Porque tenía que ir uno a caballo, no había en qué transportarse uno. Mis padres no tenían, tenían el modo de comer, pero muy poco. Siempre había carencias de todo y pues a la escuela, nomás ahí en el rancho y luego los maestros ahí iban, ahí se quedaban y todo eso. Y nomás tenía uno hasta el cuarto grado, ya de ahí tenía que salir uno al pueblito, a Zacatecas o a estudiar una carrera, ya tenía que salir de ahí. Y pos yo nunca tuve la oportunidad, porque nunca me la dieron mis papás, porque no tenían el modo y pos no.
CB: ¿En la escuela aprendió usted a leer y escribir?
SL: Sí, malmente mal, pero ahí aprendí.
CB: Y cuando estaba en la escuela, ¿trabajaba al mismo tiempo que estudiaba?
SL: Sí.
CB: Y, ¿en qué?, ¿qué hacía?
SL: De lo mismo del campo, un tiempo de, cuando había que limpiar la labor, sembrar el maíz, cuando en ese tiempo yo era el sembrador. A los doce años tenía que agarrar la yunta, que le decimos allá, para sembrar. A los doce años ya era yo un muchacho ya de trabajo, ya por decirlo así. Los más chiquitos andaban sembrando con nosotros.
CB: Y, ¿a qué edad empezó a trabajar usted?
SL: Pues yo desde que, digamos, yo creo que desde lo ocho años, siete años ya es uno sembrador de los más, siembra uno. Que anda detrás de la yunta tirando el granito de maíz pa que salga la cosecha.
CB: Y, ¿todo el año o solamente ciertas partes del año?
SL: No, nomás ciertas, cuando llueve. Como en abril, mayo, es cuando empieza a llover. Es temporal, no es… Entonces es cuando sembraba uno y a veces pos el papá lo sacaba a uno hasta de la escuela pa poder ir a ayudarle a los papás.
CB: Y, ¿le gustaba trabajar?
SL: Pues no, no mucho, pero no tenía otra qué hacer. Pero siempre, siempre fue mi vida trabajar, porque los papás en ese tiempo no había otra más de trabajar y trabajar.
CB: Ahora vamos a hablar del proceso de la contratación de bracero. ¿Cómo se enteró usted del Programa Bracero?
SL: Porque mi papá también lo vivió, fue bracero también él, entonces a él...
CB: Y, ¿en qué años fue bracero su padre?
SL: No me recuerdo, no, no, pues no me acuerdo en qué años, pero él vino, yo creo que cuando la Segunda Guerra Mundial porque estuvo trabajando ahí en California en el traque, oía yo decir. Yo estaba en aquellos años, no me acuerdo cuántos años tendría, pero lo oía por la vida de él que dejó a mi mamá, nos dejó a nosotros, se vino a trabajar a los, aquí de bracero también y de allí pues uno.
CB: ¿Ya sabía del Programa Bracero?
SL: Sí, ya sabía yo por, porque mi papá vino y de ahí, pues uno también agarra la…
CB: Y, ¿en qué año usted se enteró del programa? De cuando usted estuvo interesado para venir.
SL: Yo el año no me recuerdo, pero sí me acuerdo yo que tenía, de la primer vez que vine para acá, fue a los dieciocho años. A los dieciocho años vine. Me contraté en Monterrey, de ahí me fui a Arkansas, no trabajé porque llovió mucho. (risas) Muy poquito [es]tuve, nomás unos dos meses yo creo piscando algodón y eso, pero no me mantuve porque no saqué ni pal pasaje (risas) porque llovía, llovía, llovía y no podía trabajar. Jue la primera vez.
CB: La primera vez. ¿Cuántas veces vino de bracero?
SL: Pues no, vine, fue esa vez, vine después me fui al siguiente año, me vine a Chihuahua, a contratarme en Chihuahua y de ahí me contraté a Texas y estuve trabajando en una lechería.
CB: ¿Como bracero?
SL: Como bracero.
CB: Y, ¿qué era la ciudad de Texas?
SL: No me recuerdo, [es]taba cercas de Amarillo, Texas, pero no me acuerdo. Era un pueblito chico. Pos yo trabajé en un rancho como quien dice ordeñando vacas, tenía que ser un rancho. (risas)
CB: Sí. A ver, y, ¿cómo le llamaron al Programa Bracero? Como cuando le estaban allá haciendo la llamada en el pueblo de donde es usted, ¿cómo le llamaban al programa?
SL: Pues así les decían, braceros. Que bracero, pero no: “Vamos, que están dando números”, decían.
CB: Y como usted ya sabía que su padre había participado.
SL: Sí, ya.
CB: Usted ya entendía el programa.
SL: Yo me venía con otros más, que tenían ya más experiencia. La primera vez. Y siempre mi papá me dijo: “¿Quieres irte? Pos vete, Dios que te ayude”. Y él sabía que se ayudaba uno un poco más, porque eran dólares. Entonces él me recomendaba con las amistades de él que ya habían venido antes. Entonces así ya fue como me envolví en ellos. Y alguien venía de conocidos de ahí mismo. Y como yo era de los más chicos, pos era jovencito.
CB: Lo cuidaban a usted.
SL: Entonces ellos me ayudaban a la vida, cómo se caminaba en el camino de allá, para acá porque yo no sabía, nunca había salido a ninguna parte.
CB: Sí, sí, entiendo.
SL: Entonces yo los seguía a ellos y así es como se aprende uno.
CB: Dijo que la primera vez que vino tenía dieciocho años.
SL: Dieciocho.
CB: Y la segunda vez, ¿cuántos años tenía?
SL: Ah, yo creo que tendría como unos veinte, dieciocho, diecinueve años, veinte, por ahí andaba.
CB: Y, ¿en qué año nació, otra vez?
SL: El 11/07/39.
CB: Del [19]39, okay. A ver, en durante la primera vez o la segunda vez o las dos veces, ¿qué tipo de trabajo tenía en ese entonces, antes de venirse de bracero?
SL: ¿Allá en México?
CB: Sí.
SL: Lo mismo, el campo, el campo, sembrar, no, no había otra. El campo, sembrar uno su maíz, frijol, sus cacahuates pa comer. Y esa era toda la vida del campesino, no hay otra. Porque es que allá con nosotros, en el rancho es temporal. No hay agua suficiente pa regar. [En]tonces puro temporal, esperar, prevenir las tierras en mayo, en abril, mayo pa cuando cae el agua sembrar el maíz y esperar la cosecha, y así nada más. Año con, una vez al año sembrar nada más.
CB: ¿Para que puedan cosechar?
SL: Para cosechar después y esperar a preparar la tierra.
CB: De temporada.
SL: Pa la siguiente temporada, así es la vida del campesino. Y yo creo que todavía seguirá igual. (risas)
CB: Y en ese entonces, ¿usted estaba casado?
SL: No.
CB: Y alguna vez antes de venir de bracero, ¿llegó a usted pensar en trabajar en los Estados Unidos?, ¿en qué pensaba?, ¿qué pensamientos tenía?
SL: Mis pensamientos que tenía era, pues como todo ser el ser humano, que mejorar la vida del… principalmente yo tenía la ilusión de trabajar, ganar mis centavitos para ayudar a mi papá y a mis hermanos, darles una, ayudarles en algo para que vivieran un poco mejor.
CB: Y, ¿por eso pensó en…?
SL: Por eso pensé en venir, salir de allá. Porque yo todo lo poquito que ganaba se lo mandaba a ellos para que se ayudaran en algo que les sirviera. Ésa era mi mente, mis pensamientos, ayudar a los papases de uno.
CB: Estamos hablando de sus pensamientos y ahora, ¿qué fue la razón que lo hizo decidir contratarse como bracero y venirse para los Estados Unidos?
SL: El dinero, yo creo, los dólares. Porque siempre mi papá sí se ayudó bastante en, cuando vino él a trabajar aquí. Entonces yo miraba que cuando venía para acá, siempre tenía sus centavitos ahorrados. Entonces yo también quería tener.
CB: Sí.
SL: Ayudarlos pues en algo. Entonces el dólar, el dólar, los… en tener una vida mejor.
CB: Cuando usted dice que su papá fue bracero y cuando ustedes que era niño y su papá era bracero, ¿cómo usted cree que afectó el ser bracero su padre a la familia de usted? Y está diciendo que tuvo dinero ahorrado, centavitos, ¿en qué formas?
SL: Económicamente de, sí les ayudaron, digamos, nos ayudamos a vivir mejor. En lo que no nos afectó un poco más, siempre le hace falta a uno su padre para pues, pues guiarlo por… Pues tiene uno ganas de tener su papá mejor, pero desgraciadamente no se podía porque también él no era un papá que durara mucho aquí. Él venía, se estaba seis meses nada más. Se regresaba pa trás. Tonces era temporal también, pero siempre a nosotros nos afectaba porque nosotros tenemos que hacer el trabajo que él nos inculcaba, nos enseñaba. Tonces yo como había otro hermano más grande, eran los que llevábamos el, ¿cómo decir? La casa.
CB: Sí.
SL: El de enseñar a los demás muchachos a trabajar, no había otra. Entonces nosotros la hacíamos de papá pa los más chicos y éramos responsables de lo que, del trabajo. Me acuerdo una vez que mi papá le dijo a mi abuelito, siempre dejaba a alguien en la misma familia que nos estuviera, pues vigilando, que hiciéramos las cosas. En una ocasión al más grande le dijo, nos encargaba con mi abuelito. Y entonces en una ocasión andaba mi hermano haciendo, pues con el arado que le dicen allá la yunta, haciendo puros, puros, puros surcos chuecos.
CB: (risas) Sí.
SL: Entonces llegó mi abuelito y le dice: “Oyes hijo, ¿no crees que tus surcos [es]tán muy chuecos?”. Entonces le dice mi hermano: “Abuelito”, dice, “no se apure, las mazorcas van a salir derechas”. (risas)
CB: Fíjese nomás.
SL: Entonces dice mi abuelito: “No”, dice, dice, “tienes razón hijo, haz lo que tú puedas hacer”. Estaban nada más hablando, tamos hablando de una edad de, sería unos quince años, no, no recuerdo.
CB: Oiga, ¿su abuelo no fue bracero?
SL: No, él no fue.
CB: Y, ¿cuándo...?
SL: Que yo me acuerde, no, no, no fue.
CB: Cuando usted decidió venirse para Estados Unidos, ¿cuáles eran sus medios? ¿Qué es lo que usted hizo para venirse y qué esperaba ya al llegar aquí o participar como bracero?
SL: Pues mis medios pa venirme, mi papá me daba dinero pal pasaje. Ya llegando aquí, pues el trabajar y eso era todo, trabajar y trabajar y buscar los, lo único que a veces no le gustaba a uno cuando, cuando llegaba uno y se contrataba, (risas) pos lo trataban…
CB: ¿Ahí cómo? Dígame cómo lo trataban, ¿por qué no me puede? Descríbeme como fue la contratación, el tratamiento, la experiencia.
SL: Es que realmente yo pienso que cuando uno se contrataba, al pasar luego luego ahí los, a uno lo desnudaban primeramente. Bueno, tendrían razón, no sé cómo hacen sus pensamientos ellos, pero a uno pos no le gustaba y lo tenía que hacer lo que ellos decían. Primeramente lo desnudaban de aquí para abajo y le tenían que chequear las almorranas que no tuviera infecciones, digamos, venéreas. Y pos tenía que pasar por un, uno donde estaban los doctores ahí, chequear todo eso. Después aquí en la línea pa pasar aquí.
CB: A ver, déjeme preguntarle sobre las investigaciones médicas. ¿Usted cree que como los revisaban, era adecuado o necesario?
SL: Pues para mí no era necesario, bueno, pero digo, cada quien va a defender su posición. A las personas que les gusta, digamos vivir, los hombres que les gusta vivir la, la vida alegre, por decirlo así. Pues, porque sí se encontraban muchas infecciones en ese tiempo. Entonces yo creo que en cierto modo sí tenían la razón, pero para una persona que se era un señor, un muchacho que no vivía esa vida alegre, pues a uno lo ofendía, ¿vedá?
CB: Sí, cómo no.
SL: Digamos, le ponían a uno, dicen: “¿Por qué anda haciendo todo esto?”.
CB: Y, ¿hubo peleas?
SL: No, no, no, no.
CB: ¿Argumentos o algo en ese tiempo?
SL: No, no. Pues es que tenía que hacer uno...
CB: ¿Resistencia?
SL: No, no, no. Eso que se lo advertían a uno allí al pasar: “Van a pasar aquí y se les va a hacer esto, les va a hacer lo otro”. Le comunicaban a uno: “Quítense esto porque les van a hacer esto y esto otro”. Pero como digo, cada quien defiende su posición.
CB: Sí y su padre había sido bracero, ¿él le había explicado a usted que esto iba a pasar?
SL: No, nunca. No, nunca nos explicó nada. Pero de todos modos ya sé, por él no me di cuenta, pero por los amigos. Allá siempre al hijo no le, no tienen ése, ¿cómo se dice? No le platican a uno mucho de todo eso. Pero por las amistades de él, yo ya tenía la idea más o menos cómo iba a ser. Entonces, es lo que a mí no me gustaba, pero pos hay que hacer lo que le dicen a uno, porque si no, no pasas, no viene uno para acá. Lo bueno es que ya cuando llegaba aquí también, aquí en Caléxico, porque una vez me contraté aquí en Guaymas. Y pues aquí también, antes de pasar le hacían lo mismo, le quitaban la ropa, lo metían a unos, unos hornos calientes que para matar el piojo.
CB: Fíjese.
SL: Le desnudaban, le metían toda su ropa ahí y luego unos hornos calientes y luego lo polveaban de un polvo blanco, sería DDT, yo no sé. Lo polveaban todito a uno, que pa los piojos. Y tenía que hacerlo uno, no había de otra, pues si no, no pasaba uno, no lo dejaban. Y eso era lo que no me gustaba, pero, ¿pues qué le vamos a hacer?
CB: Y, ¿lo hizo dos veces? Las dos veces, o, ¿cada vez que lo contrataban?
SL: Todas las veces, cada vez que se contrataba uno tenía que pasar por eso. Eso es por ley, tenía que hacer eso uno todo.
CB: Y me dijo un poco de que su padre no le había explicado que ésas iban a ser las experiencias que iba a pasar, pero se enteró de las experiencias…
SL: Por otros.
CB: Por otras personas.
SL: Otras personas.
CB: Y, ¿qué es lo que les decía las otras personas? ¿Cómo se lo explicaban?
SL: No, es que entre los hombres o entre la raza que hay, siempre le explican a uno, pero con una más, ¿cómo se dice? Con un poco más de burla, de… usted me entiende ya. Por ejemplo, cuando le van a revisar las almorranas y que esto y que lo otro y que usted sabe. Se van, más allá de lo que es. Pero pos el inocente, a la mejor sí puede pensar eso, pero no, no es así como se lo dicen a uno. El papá de uno no le va a decir que le va a pasar eso, pero la raza, acá entre raza. “No, que esto y que lo otro y que te va a pasar esto y que”… Pero uno de todos modos ya se da más una idea que no va a ser así. Eso de la almorrana, pues nomás dice: “Te van a revisar ahí y eso y esto otro”. Y, pero muchos de los que vienen con uno, ya le ponen.
CB: Sí, ¿verdad?
SL: Estra [extra], estra, estra, pa asustarlo a uno. (risas)
CB: A ver, ¿qué requisitos debían, debía de usted cumplir antes de, para ser bracero? ¿Qué es lo que necesitaba cumplir, para ir con usted o entregarte?
SL: Ser mayor de edad.
CB: Mayor de edad.
SL: Traer su cartilla y que explicara ahí. No, las cartillas ahí decían la mayor de edad, que fuera mayor de edad principalmente y pasar todas las, digamos, las enfermedades que no debe traer uno. Eso era.
CB: ¿Eso fue en México?
SL: En México.
CB: En México, okay. ¿Qué tenían que hacer para demostrar que reunían esos requisitos? ¿Qué es lo que usted tenía que hacer para comprobarlo?
SL: Pos lo, presentar las documentaciones de…
CB: ¿Qué clase de documentación?
SL: Pos la cartilla, me parece. Yo no me recuerdo ya entonces qué sería, la acta de nacimiento, me parece. Yo no me acuerdo, tanto año que… pero yo creo que también eso. Carta de Policía o… Yo ya no me acuerdo, pero la cartilla sí era muy importante.
CB: Muy importante.
SL: Muy importante. Comprobar que eres mexicano y que eres mayor de edad.
CB: Ya hablamos sobre el examen físico. ¿Dónde y cuándo se enlistó? ¿Fue en el mismo pueblo de Tlaltenango o en otro lugar?
SL: No, no había.
CB: Déjeme que cerrar la puerta para que, disculpe.
SL: Okay. Ya la vez, primera vez que vine, que me contraté en Monterrey, casi la mayor veces, la mayor de las veces habían listas que se hacían en los mismos pueblos. Pero había otras cosas que se podían hacer. Cuando uno se venía, en los mismos donde se contrataba uno había la mordida a quien se encuentre. Entonces le pagaba uno a cierta persona pa que cuando estuvieran llamando listas, ahí lo metían a uno. Nomás que tenía que estar uno abusado oyendo, porque en cualquier lista lo podían llamar a uno. Entonces allí el, allí van, hacían la mordida, ¿cómo se dice? Yo casi la mayor de las veces así le hice. Pagaba uno se me hace que $200 pesos.
CB: Y en ese entonces, ¿como cuánto era? Era mucho dinero, ¿no?
SL: Pues estaría el dólar, ¿a cómo estaría? A $12.50.
CB: Pues quizás, no me acuerdo.
SL: No me recuerdo en qué años, pero por ahí. Pos sí era allá dinero.
CB: Sí, porque ahora $200 son $20 dólares.
SL: Veinte dólares. Sí, sí era bastante dinero. Me parece que cobraban $150, había de diferentes, como donde quiera, había diferentes precios y ahí era donde le hablaban a uno. Y como los que taban encargados ahí dentro de todo el… Siempre tienen coyotitos que andan afuera agarrando el dinero. Tonces uno les daba $200 ó $150, no me acuerdo. Entonces decían: “Nomás pónganse listos para cuando oigan su nombre, métanse”. Y ya todos los que están ahí dentro ya saben cómo está todo. Entonces uno nomás se metía en la línea y ya.
CB: Y, ¿cuántos días el proceso fue?
SL: Duraba uno ahí afuera del mínimo, según la suerte. Es que a veces, como los que agarraron esa mordida, a veces tenían mucha gente y duraban más. Pero mínimo, mínimo eran quince días, veintidós días.
CB: Y durante esos quince días, veintidós días que estaba esperando en el lugar donde los contrataban, ¿qué usted hacía durante...?
SL: Nomás estar ahí, oír cercas de [d]on[de] [es]tá toda la gente esperando ahí su nombre.
CB: Fíjese.
SL: Nada más estar ahí, porque si te retiras y te hablan, ya te perdiste el viaje. (risas)
CB: Sí. Y, ¿en dónde dormían?, ¿dónde comían?
SL: Había unos, la gente en el mismo pueblo, hay gente que renta algún cuarto y ahí se metía uno, unos diez. Y ahí les daban, nomás le cobraban a uno, sería unos $5 pesos por dormir y ahí se acostaba uno en unos cartones, como vagabundo. (risas)
CB: Fíjese.
SL: No, pos no podía traer uno nada, pos, ¿pa qué las quería? No había tiempo de… No, es una historia muy, muy… A veces me pongo a pensar cosas, digo: “¿Qué es lo que hace uno pa venir?”.
CB: Para sobrevivir.
SL: Para sobrevivir, pa querer juntar un centavo más.
CB: Sí.
SL: Pa buscar la mejoría de la familia o del, digo, los que tenían familia. Yo no tenía en ese tiempo, pero bueno, así es la vida.
CB: ¿Qué le dijeron las autoridades, ya sean mexicanas o norteamericanas, que podía esperar de su trabajo? Ya me había dicho que su papá le informaba la información y otra gente, sus amigos, amistades. Pero cuando se comunicaba con las autoridades mexicanas ahí en el pueblo, donde lo estaban contratando o ya llegando aquí a la línea, cuando estaban pasando, ¿qué? ¿Cómo le explicaban las autoridades que iba a ser el trabajo que iba a hacer?
SL: No, allá en los pueblos de uno no le dicen nada.
CB: No les nada.
SL: Nada más va a haber braceros y le daban un número a uno, a la gente, pues yo, porque yo nunca lo hice allá porque no me, porque no. En ese tiempo que no, todavía no tenía la mayoría de edad. Yo ya nomás, que va a haber números ahí en el pueblito, que va a haber números, que va a haber números. Le cobraban también ahí a la gente.
CB: ¿Por los números?
SL: Por los números. Y ahí le ponían a uno en la lista y alguien que se encargaba de los, la misma gente que se venía se traían la lista y la metían ahí en Chihuahua o en Monterrey o a la parte que fuera. La metían ahí, había una oficina y ahí la metían. Viene de Zacatecas, metían la lista y ahí venían todos los nombres de los…
CB: Con un número.
SL: Pues venían los nombres, ahí les decían números, pero yo no entiendo, yo nunca llegué a mirar esa lista. Yo no sé cómo vendría. Pero metían ahí todos los nombres de las personas que venían de allá. Venían los nombres de todas las personas, metían la hoja y cuando les… Va como en lista pues, como por decir un, sí, en una lista de un empalme de hojas. Ya iban sacando las hojas que van una detrás de otra, una detrás de otra, como van llegando, ahí van llegando, creo yo que así trabajaba ahí, en lista, pues. Va una detrás de otra, llega la lista del estado de Zacatecas y no nomás de ahí con nosotros, el estado está grande, de diferentes municipios.
CB: Y hay fotografías donde se ve que cuando los braceros llegaron tuvieron que comunicarse con un oficial migrante, un migrante de la INS [Immigration and Naturalization Services] del...
SL: No, yo no.
CB: Y queremos saber si hay, ¿hubo conversaciones que usted tuvo con alguien oficial? Y si lo tuvo, ¿qué le preguntaron o cómo lo trataron?
SL: Cuando uno venía allá que deste lado, acá era donde le pedían más información aquí en Mexicali o allá por, en Juárez o le preguntaban. Pos daba uno toda la información donde venía, a quién mandaba si a uno le pasaba algo, quién podía recibir su, ¿cómo decir? Como si...
CB: Información.
SL: Información.
CB: De emergencia.
SL: Emergencia.
CB: Sí.
SL: Quien era, ahí dejaba uno toda la información de los papás, de las mamás, esposas, hijos o lo que fuera.
CB: Y esos, individual, los oficiales que tomaron esos...
SL: No, no eran oficial, pos yo digo que no eran, puras secretarias.
CB: Ah, okay.
SL: Eran secretarias que estaban llenando ahí la…
CB: ¿El tratamiento cómo fue de esas personas a usted?
SL: Pues para mí, bueno. Yo creo que buenas, porque se reían cuando les decía que era de Los Guapos.
CB: (risas) Fíjese. ¿Así que hablaban español e inglés?
SL: Pos yo no sé ni inglés porque yo no hablaba.
CB: Puro español.
SL: Puro español, pues eran mexicanas.
CB: ¿Pero eso ya era aquí en los Estados Unidos?
SL: Aquí en la línea, en la línea.
CB: ¿En la línea?
SL: En la línea, allá en Caléxico. Más bien en Caléxico, en este, en Juárez.
CB: Ah, no, en Ciudad Juárez, en el lado de México.
SL: En el lado de México.
CB: Antes de pasar para acá.
SL: Antes de pasar. (risas) O sea que se rían por haberles tratado, les daba risa. (risas) Dice: “Soy de Los Guapos”. (risas) Se reían. “Nos vemos”.
CB: A ver dígame, la información acerca de su salario que le habían dado y condiciones de la vida onde iban a vivir, a dormir, a comer y cómo se iban a transportar del lado al lugar, ¿qué fue? ¿Qué información le dieron y cómo fue?
SL: Yo, no me dieron ninguna información. Nomás dijeron: “Tú te vas a tal parte y tantos se van a tal parte”, y ahí me echaron al… Cuando ya se completaba la cantidad de gente que iban a mandar, digamos a Amarillo, Texas o a San Antonio, ahí cortaban la…
CB: Y ya cuando, cuando era la lista, ¿cómo los transportaban aquí?
SL: En camiones.
CB: En camiones.
SL: Camiones.
CB: Okay.
SL: En camiones y ya. Le llevaba uno a un campo, a una, ¿cómo se dice? Un como, un campo grande donde había muchas barracas. Y ya de ahí, pos llegaban los patrones a ver si ocupaban gente. Ahí iban y los recogían y se los llevaban a su rancho.
CB: Y cuando los patrones llegaban, ¿les llamaban nombres o nomás coleccionaban?
SL: No, nomás decían.
CB: “Necesitamos”.
SL: “Necesitamos veinte, diez”.
CB: Okay.
SL: Dos, tres, los que fueran. Y ellos arreglaban todos esos papeles. Había en esa oficina, había alguien que estaba ahí arreglando. Ya uno ya: “Órale, este patrón quiere tantos”. “Okay, llévatelos”. Se los lleva, uno no digamos, los traían otros, se los llevaban ya pa trabajar con ellos en sus ranchos. Había otros que los llevaban y los traían, los llevaban y los traían. Pero a unos se los llevaban y lo dejaban a uno, tenía su casita allá donde tenía su rancho y todo. Pero algunos se los llevaban y los traían.
CB: Y, ¿en qué áreas trabajó como bracero aquí en los Estados Unidos? Dijo que Arkansas.
SL: Arkansas. Las más, más tiempo fue en Texas.
CB: En Texas. Y, ¿cómo se transportaba de diferentes áreas y los transportaban?
SL: No, pos como te digo, no te dije que tengo, tres años estuve trabajando en ese solo lugar, era una lechería. Tonces ahí tenía trabajo viernes, sábado, domingo y lunes. No tenía ni un día de fiesta.
CB: Fíjese.
SL: Tres años estuve. En ese tiempo mi mamá, el patrón me dijo: “Si quieres te arreglo yo residencia”, en esos años.
CB: ¿En la lechera?
SL: En la lechera. “Si quieres te arreglo”. Muy buenas personas para mí. Pero mi mamá, le mandé decir que me mandara los papeles, todo lo que necesitaba de México y no me los quiso mandar.
CB: No, fíjese.
SL: No, pues es que tenía un hermano mayor que se fue a Chicago, arregló residencia, se fue a Chicago y ya se perdió. Nomás dijo: “No”, dijo, “si quieres arreglar, ven por ellos, yo no te los mando”. (risas) Por eso ya no quiso. Ya no quiso mandar papeles pa que arreglara yo, la pobrecita.
CB: Sí, ¿verdad?
SL: Sí.
CB: No quería perder otro hijo.
SL: No quería perder otro hijo.
CB: Y su viaje de cuando lo contrataron al llegar a los Estados Unidos, ¿cómo fue el viaje?
SL: Pues aburrido, porque había veces, lo echaban a uno en el tren, como por ejemplo, cuando yo me vine de, estuve en Empalme, nos echaron en un tren hasta aquí hasta Mexicali, ése sí está poco muy duro.
CB: Sí, ¿cuántas horas fueron?
SL: Pues yo no sé, no me acuerdo.
CB: Muchas, ¿verdad?
SL: Está lejos, pero en un tren con asientos de palo nomás así. Entonces pos sí, pos llegaba uno muy cansado.
CB: Sí, cómo no. Y a trabajar.
SL: No, pos todavía llegaba uno aquí y luego de aquí lo pasaban en camión hasta donde fuera. Porque aquí en Mexicali ya me tocó aquí a Stockton, este, aquí luego luego, ¿cómo se llama?, a Oxnard.
CB: Oxnard, okay.
SL: Oxnard, de ahí me vine, allá caliente y luego aquí caliente.
CB: Fíjese.
SL: Aquí estuve trabajando un tiempo allá en el tomate pero no me gustó ya venir para este lado por el calor que hacía en donde se contrataba uno, era muy caliente aquí en Guaymas. Ahí tá muy caliente, ya no quise venir.
CB: Entonces cruzó la frontera, ¿en qué lugares las dos veces que vino como bracero?, ¿en qué lugar cruzó la frontera?
SL: Una vez la crucé aquí, fue cuando vine aquí para, aquí en Mexicali.
CB: En Mexicali.
SL: La otra vez la pasé por Juárez y la otra por, cuando me contraté en Monterrey, la pasé por Eagle Pass. El Puerto del Águila, le decían, el Paso del Águila. Es el que tá para allá pal lado de, ¿cómo se llama? Ya ni me acuerdo cómo se… Total, la de Monterrey fue la primera vez, fue en el Paso del Águila.
CB: Fue, ¿cruzó tres veces?
SL: Tres veces.
CB: Y, ¿fue bracero dos veces solamente?
SL: Tres veces.
CB: Tres veces. Okay, entonces me dijo que fue bracero cuando tuvo dieciocho años la primera vez.
SL: Dieciocho fue la primera vez.
CB: Y después.
SL: No, fueron cuatro. Pasé en Monterrey la primera vez. Las otras dos veces en Chihuahua y la que pasé en Empalme. Esas dos, tres veces.
CB: Entonces nomás para estar claras, fue bracero a los dieciocho años, después dijo que a los veinte.
SL: Por ahí, por ahí.
CB: Y después, ¿otra vez?
SL: Otra vez, pero no me acuerdo ya exactamente.
CB: Ya era más grande que veinte años.
SL: Sí, ya, ya más grande.
CB: ¿Tenía hijos o estaba casado?
SL: No, no, no.
CB: Todavía no.
SL: Era, todo el tiempo que anduve aquí era soltero. Ya después me vine para acá, pero ya me vine brincando el cerco. (risas) Después ya cuando ya me dejé de andar de bracero, me jui y me casé. No quise dejar la señora sola. (risas) Tonces me vine para acá ya después de casarme, nomás estuve unos días. Ya después me traje a la familia y ya aquí me quedé.
CB: Se quiso quedar y aquí está, ¿verdad?
SL: Aquí tengo treinta años ya aquí.
CB: Cuando estuvo en el centro de recepción, ya cuando cruzó las diferentes veces que fue bracero, ¿cómo fue la recepción?, ¿fue…?
SL: Ya aquí es, aquí para mí ya, cuando ya los dejan a uno de molestar ahí en la línea, ya para mí ya fue más, más, una vida diferente. Ya aquí lo trataban un poco mejor. Pero pa pasar la línea, pa contratarse allá, eso es lo más, para mí era lo más difícil. Porque desgraciadamente sí abusaban de la persona.
CB: Y, ¿cómo lo abusaban?
SL: Pos como lo trataban, echándole polvo.
CB: Oh, el polvo.
SL: Todo.
CB: Cuando cruzaban así todo eso. ¿Eso fue aquí ya en el lado de los Estados Unidos?
SL: Una sí, aquí sí.
CB: Okay.
SL: Allá, pos allá cuando lo contratan a uno, pues nomás le revisan a uno que no traiga enfermedades venéreas allá en México, o sea allá de aquel lado.
CB: Allá solamente le preguntaban y aquí los examinaban.
SL: Aquí les, allá nos, allá nomás le chequeaban que no traiga enfermedades venéreas y que no tenga almorranas en los campos de contrataciones. Y aquí le echan el polvo pa los piojos, le quitan su ropa, lo meten a un horno caliente para que se mueran los piojos.
CB: Y, ¿eso fue aquí en los Estados Unidos?
SL: En los Estados Unidos.
CB: Y los exámenes que, por los que pasó en México, los médicos o las enfermeras fueron a…
SL: Un médico.
CB: ¿Americanos o mexicanos?
SL: No, son americanos.
CB: Okay, okay.
SL: Pues eran gabachos.
CB: Okay.
SL: No, porque un mexicano deja pasarlo a todos. (risas) Tenemos mala fama.
CB: Y dígame qué tuvo, ya me dijo que tuvo que tener las enfermedades, que comprobaran que no tuvieran enfermedades, ¿tuvo que tomar vacunas?
SL: No, no, no.
CB: ¿O inmunizaciones?
SL: El que salía con esas enfermedades automáticamente estaba desechado. Ése era desechable pa [a]trás, ése ya no tenía oportunidad de venir. A ése nomás lo echaban pa fuera, decían: “Vete a curarte y hazle como puedas. Dios que te ayude”.
CB: Y ya cuando pasó todos los exámenes y todo eso, ¿usted tuvo opción para escoger el tipo de trabajo o nomás le daban el trabajo?
SL: Nomás llegaban, los subían a la camioneta: “Van pa tal parte”.
CB: Okay.
SL: Y ya, la suerte de cada quien. El patrón que te pertenezca, que te toque y ahí si era malo o bueno.
CB: Ahí te tocaba.
SL: Ahí te tocaba. No, pues si fuera a escoger uno, pos qué bueno.
CB: Y ya cuando, ya al terminar el proceso y los exámenes y todo eso, ¿cuánto tiempo era de ese tiempo de cuando terminó los exámenes a cuando un patrón llegaba a contratarlos para el trabajo?
SL: No, luego luego, luego luego.
CB: ¿Luego luego?
SL: Sí, ya pa otro día llegaban, empezaban a llegar los patrones. Es que esa gente ya la tenían ya esperando, ya los rancheros ya sabían que tenían gente para…
CB: Para ir.
SL: Sacarlos.
CB: Sí, okay. A ver, todavía tengo varias preguntas. ¿Cuántos años trabajó usted oficialmente como bracero en los Estados Unidos? Me dijo que fueron tres veces.
SL: Tres años, digo tres años estuve en la lechería.
CB: Tres años en la lechería.
SL: Esos estuve completamente tres años. Los demás fueron meses, pero no recuerdo, serían seis meses, cuarenta y cinco días, no unos. Como el de (ininteligible) fue poquito, serían unos cuarenta y cinco días. Aquí no me acuerdo, aquí en Stockton, pues también.
CB: Y ya me explicó los varios lugares onde, onde trabajó.
SL: Sí.
CB: Y en los diferentes áreas que trabajó, como en el, en donde fue, donde estuvo la lechera y las diferentes en Arkansas, ¿cómo fue la convivencia del bracero a la gente del pueblo de su lugar?
SL: De esa ciudad.
CB: Ajá, de esa ciudad.
SL: Pues cuando estuve en Texas no tenía tiempo de ir al pueblo, nomás de entrada por salida. No, pos no teníamos día de fiesta.
CB: ¿Por tres años?
SL: Por tres años. Nos llevaban a la tienda, nomás agarraba el mandado y vámonos pa trás, porque tenía que trabajar uno los siete días de la semana. Entraba uno a las seis de la mañana, a las dos de la mañana, salía uno a las seis y entraba a las dos de la tarde y salía uno a las seis de la noche, seis, siete de la noche. Es que las vacas tiene que ordeñarlas dos veces al día. Y no había más de nosotros, no habíamos, no tenía más.
CB: ¿Como cuántos braceros fueron?
SL: Éramos pocos, éranos… Se me hace que éramos cinco. Pos que eran máquinas, ves en la máquina, eran como doscientas vacas, pero como son máquinas, pues rápido las ordeña. Tonces era rápido, pero no había días de fiesta ni había nada. Pero era mucho tiempo, mucho, mucho trabajo pa lo que nos pagaban.
CB: ¿Cuánto les pagaban?
SL: Treinta y cinco dólares por semana.
CB: Por semana.
SL: En ese tiempo.
CB: Y con ese dinero, ¿qué es lo que hacía usted con el dinero?
SL: Pos lo poquito que me quedaba, pos era pa mandarle a mi papá. Yo siempre le mandaba a él, se lo mandaba a él.
CB: ¿Como cuánto le mandaba?
SL: No, pues no te sé decir exactamente, ¿pos qué podía juntar? Al mes, a los dos meses, le juntaba y le mandaba, ya no me acuerdo la mera mera… Pues era así poquito, pues no ganaba casi, muy poco ganaba y pos no, no nos pagaban casi nada. Íbamos doce horas, de doce horas a doce horas, veinticuatro horas.
CB: Fíjese.
SL: Pa lo que nos pagaban, $35, pero…
CB: Me dijo que trabajó en una lechera y en los lugares donde cosechaba, ¿qué es lo que cosechaba?
SL: Algodón.
CB: Algodón.
SL: En Arkansas algodón, fue de lo que estuve trabajando en el algodón. Nomás como digo, no estuve trabajando un tiempecito, eran unos veintidós días, empezó a llover y a llover y a llover.
CB: Y se acabó el trabajo.
SL: Y se acabó. Se reventó una presa o no sé qué, un río ahí y nos anegó a todos. Quedamos en el agua ahí y ya después no podíamos salir.
CB: ¿No se acuerda qué año fue ése?
SL: Fue el primer año.
CB: El primer año.
SL: Fue el primer año, buen… No, no me, tenía dieciocho años esa vez. Yo tengo sesenta y cinco, pues hágale la cuenta. Fue como el [19]59 por ahí, [19]50, por ahí. Porque en el año que mataron a este, Kennedy aquí yo estaba en Texas, ya en la lechería. Yo no me acuerdo en qué año fue, ¿el [19]61?
CB: El [19]61 se me hace, ó [19]64.
SL: No, no, [19]62, ya no me recuerdo. Pero el primer año que yo salí fue cuando fui a Arkansas, tenía dieciocho años. Y ahorita tengo sesenta y cinco, pos sesenta y seis. Ahí si quiere cerrar la cuenta. (risas)
CB: (risas) Ahora dígame, en esas temporadas como bracero, ¿usted hizo algunas amistades duraderas, que todavía…?
SL: No.
CB: ¿No?
SL: No, pos es que las personas, se va uno y pos se deja uno de mirar. Pos mientras que trabaja uno con ellos, pos sí hacen muy buenas amistades, pero después se va uno, se va el otro y pues nomás los… Pero la gente, a veces se encuentra mejores amistades entre los que no somos conocidos. Pero no, no, uno pos ya tanto año, ya.
CB: Y cuando era bracero en Arkansas en el algodón, ¿como cuántas personas trabajaban al mismo tiempo?
SL: No, éramos como unos treinta, treinta y cinco hombres. Nomás que como te digo…
CB: Y, ¿por qué acá?, dijo que en Oxnard.
SL: En Oxnard también.
CB: También.
SL: Pues es que en Oxnard son campos grandes y cada quien tiene su pandilla. Son unos campos grandes que había, había mucha gente. Pero su ranchero tiene, vamos a suponer, digo, una la cantidad de tomate que tenían. Llegaban los troques y les llenaban de gente y se iba pa Santa Paula, Santa Bárbara, por allá pa donde andaban todos pa un lado y para otro. Porque ahí hay campos de limón también. Tonces cada quien llevaba los troques, pero era un campo grande y las barracas llenas de gente que había, pos llegaban ahí y los llenaban de gente y a trabajar a sus ranchos. Entonces nosotros, yo no me acuerdo los que salíamos en eso, por ahí unos treinta y tantos también.
CB: Okay. ¿También ahí en Oxnard?
SL: Sí, había mucho, nosotros piscábamos, unos van al limón, otros van al tomate y diferentes cosas que piscan. Al aguacate se me hace que también había. Había mucha gente.
CB: Mucha gente.
SL: Mucha gente.
CB: A ver, vamos a hablar de la rutina diaria y cómo era el, cuando vivían y cómo convivían con los otros braceros. ¿Cuántos días a la semana trabajaban? Ya me dijo que en la lechera trabajaba siete días a la semana.
SL: Siete días a la semana.
CB: En Arkansas, ¿cuántos días le tocó trabajar ahí?
SL: No, pues ahí como le digo, ahí también lo son, pos yo diario.
CB: Diario.
SL: También diario.
CB: Y, ¿en Oxnard?
SL: No, ahí nomás seis días, a veces los sábados también. Siempre descansaban el domingo. Teníamos que lavar los pantalones porque se quedaban pardos de la goma.
CB: Y en la lechera dijo que trabajaba doce horas.
SL: Pues doce.
CB: Al día.
SL: Más o menos, sí.
CB: Y, ¿en Arkansas, en el algodón?
SL: No, pos ahí lo que, lo sacaban a uno en la mañana y lo traiban [traían] ya en la tarde.
CB: Por el calor.
SL: No, pos taba lloviendo.
CB: Ah, pos sí, la lluvia.
SL: Sí, estaba lloviendo. Nomás, pues todo el día, pero por ahí no había horas, era contrato.
CB: Y, ¿no se acuerda más o menos qué horas trabajaba al día en Oxnard?
SL: Salíamos temprano, salía como a las seis de la mañana, apenas estaba empezando. Mientras que llegábamos acá allá donde estaba el rancho, ya se miraba, porque piscábamos tomate de ése que es pa marqueta, que taba medio rayadito nomás. Entonces nos íbanos para atrás, pos yo no me acuerdo, pero todavía se miraba.
CB: Todavía se miraba.
SL: Pues en aquel tiempo qué reloj ni cuál nada. (risas) Todavía se miraba, vamos a ponerle unas nueve horas u ocho horas.
CB: Okay.
SL: Pero pues le pagaban a uno por horas en ese tiempo.
CB: Sí. A ver dígame, ¿qué era un día normal de trabajo?, ¿qué hacía? Se despertaba y, ¿qué pasaba?
SL: Pues en la mañana temprano se levantaba uno a hacer la comida.
CB: Y, ¿usted la hacía?
SL: Sí, no, no. Aquí en Oxnard no, había una, la misma, la misma… En el campo había personas que le daban a uno lonche, nomás se lo rebajaban en el cheque.
CB: Okay, entonces en Oxnard les daban de comer pero les rebajaban el dinero.
SL: Rebajar el dinero. Del mismo cheque le…
CB: ¿Se acuerda como cuánto le bajaban?
SL: No, yo no me recuerdo. O sea que ya cuando venía el cheque, ya venía reducido. Pero hasta eso sí le daban buena comida, más o menos.
CB: ¿Como qué le daban?
SL: Un día, no eran repetidas, un día le daban pollo, otro día pescado, otro día, diferentes comidas.
CB: ¿Mexicanas o diferentes?
SL: Diferentes. Casi carne de una y de otra y de otra, taba bien la…
CB: Okay. Entonces despertaba, hacía de comer, trabajaba y después la hora de la comida les daban…
SL: En Texas, aquí no. Aquí llegaba uno a comer en la mañana.
CB: En Oxnard.
SL: En Oxnard. En la mañana ya cuando se levantaba uno ya taban los señores, la línea de gente.
CB: Oh, fíjese, okay.
SL: En la mañana eran huevos, así nomás con un café o una avena. Ya si queríamos agarrar dos, tres, blanquillos, pos allá uno, lo que se pudiera servir uno. Y ya en la tarde, le daban la comida ya lo que uno quisiera, digo, lo que le tenían preparado, pues. Y a servirse uno lo que uno no quería, ahí también. Pero sí, más o menos todo bien ahí.
CB: Y al terminar el día de trabajo, ¿qué era?
SL: A dormir.
CB: ¿Nomás a dormir?
SL: A dormir, no, pos no salía uno, ¿a dónde? No podía salir uno, pos era un campo que estaba como en un rancho así grande y ahí es como un campo de contratación.
CB: Y, ¿eso es en Oxnard?
SL: En Oxnard.
CB: Y en Texas, la lechera.
SL: No, no.
CB: Y, ¿ahí sí usted tenía?
SL: Ahí yo tenía que hacer de comer porque ahí no había nada.
CB: ¿Pero la comida también?
SL: Todo, todo. Si queríamos comer, teníamos que hacer, si no, pues, si no, puro pan con leche. (risas)
CB: Sí, ¿verdad?
SL: Sí, sí, ahí éramos cinco nada más.
CB: Y regresaban después del día de trabajo y…
SL: A dormir.
CB: Y, ¿hacían de comer en la noche?
SL: Sí, pos no había otra, dormir, comer, dormir, comer. Los domingos a veces le digo, en la mañana, le llevaban uno a la… Si no tenía qué comer uno, le llevaban uno al pueblo los mismos patrones, las señoras de ellos.
CB: Y, ¿eso era la misma experiencia en Arkansas?
SL: Pues la misma, nomás que ahí no podíamos salir porque pos tábamos en agua.
CB: Taba lloviendo.
SL: Taba lloviendo, tábamos en la agua. (risas)
CB: (risas) Y dígame también, ¿cómo usted? Ya me dijo que en Oxnard le quitaban el dinero en el cheque…
SL: En el cheque.
CB: Por la comida. Y en la comida en Texas y en Arkansas, solamente usted iba.
SL: Yo hacía la comida.
CB: Y, ¿usted la iba a comprar?
SL: No, en Texas me llevaba el patrón o la patrona.
CB: ¿Pero no les rebajaban el cheque?
SL: No, no. Yo lo compraba. A mí me daban el cheque, lo que era mi, lo que me tenían que pagar y yo iba y pagaba. Era diferente. En Arkansas también.
CB: Y en sus lugares de vivienda, en Oxnard, ¿cómo fue amueblado?
SL: No, pos…
CB: ¿Cómo fue la situación?
SL: Eran unos cuartos, como había como, como recámaras y tenían un dos, ¿cómo se dice? Camarotes que les dicen. Dormía uno abajo y otro arriba.
CB: Y, ¿qué, eran como literas grandes o chiquitas?
SL: Literas, no, eran las literas así.
CB: Y, ¿tenían…?
SL: Su colchón.
CB: ¿Colchón?
SL: Sí.
CB: Okay.
SL: Su cobija, le daban dos cobijas a uno. Y una arriba y otra abajo, tenían se me hace que cuatro en cada…
CB: Y, ¿cómo se mantenía limpio ese lugar?
SL: Había alguien que se barría algo ahí. Yo no sé quién barrería, pero sí se mantenían.
CB: Okay. Y en el lugar de Texas y en Arkansas, ¿cómo fue la vivienda?
SL: Igual, lo mismo, pero ahí sí teníamos que barrer nosotros.
CB: Okay. Ahí sí tuvieron que limpiar ustedes.
SL: Sí, pos esos no había nadie.
CB: A ver y, ¿había baños en esos lugares?
SL: Pos afuera.
CB: Afuera.
SL: Tenía que salir uno afuera.
CB: Ah, como, okay.
SL: Una distancia como de unos veinte metros afuera, tenía que salir uno.
CB: Allá como México a veces que tienen…
SL: Ándale, así, así es.
CB: Y, ¿cómo lavaba la ropa, cómo se lavaba?
SL: Teníamos que lavarla nosotros.
CB: ¿En todos los lugares?
SL: Ah, sí.
CB: ¿No había lavadoras?
SL: No.
CB: ¿Usted a mano todo?
SL: A mano tenía que lavarlas uno. Así se nos pasaba el domingo cuando descansábamos.
CB: A ver, ¿le proporcionaba su patrón artículos personales como cepillo de dientes o rastrillo?
SL: No.
CB: O, ¿todo eso usted?
SL: Tenía que comprar uno todo.
CB: Ya me ha hablado del salario. Me había dicho que le pagaban $35 dólares a la semana.
SL: En Texas.
CB: Y, ¿en Oxnard no se acuerda cuánto le pagaban?
SL: No, no me acuerdo, ya no me acuerdo. Nos pagaban por horas, pero yo no me acuerdo.
CB: Y, ¿en Arkansas?
SL: No, era contrato allá.
CB: ¿Era contrato? ¿No se acuerda como cuánto era el contrato?
SL: No, no me acuerdo. No, pos era por libras.
CB: Oh, ¿era por libras?
SL: Era por libras. Ahí lo dice en contrato, eso es lo que hagas tú. Eso es lo que se llama contrato.
CB: Y, ¿cómo le daban el dinero, con cheque?
SL: Con cheque.
CB: Y, ¿cómo?, ¿dónde lo cambiaba?
SL: En las tiendas.
CB: En las tiendas. ¿Les cobraban algo por cambiarlo?
SL: No.
CB: Cuando le mandaban dinero, usted me había dicho que le mandaba dinero a su padre, ¿cómo se lo mandaba?
SL: Lo mandaba por correo.
CB: ¿Era en efectivo?
SL: No, en cheque.
CB: En cheque.
SL: En cheque.
CB: ¿Tuvo que ir a pedir un cheque especial?
SL: Ah, sí. No, en las, en las estas liquors, money orders.
CB: ¿Alguna vez tuvo problema en recibir su pago?
SL: No.
CB: Tonces, ¿siempre le pagaban, siempre okay?
SL: El día que me pertenecía el cheque.
CB: Y, ¿alguna vez hubo un problema o si no, usted, alguien que usted conocía que tuvo problemas con el trabajo, con el patrón?
SL: No.
CB: Okay, ningún problema.
SL: No.
CB: ¿Qué podía hacer usted si no le gustaba el trabajo?
SL: Pos tenía que trabajar. No, no lo obligaban, yo creo que, no sé, yo nunca tuve problemas. Yo nunca tuve ningún problema de, si no le gustaba de todos modos tenía que hacerlo o solamente que no, que no fuera uno ya, no voy, yo no voy. Porque sí llegaba a ver a veces algunos problemas. Por ejemplo, yo llegué a oír a un señor que estaba trabajando con un ranchero y dijo: “Yo con ese señor ya no vuelvo”. Pero yo no sabía cuál sería el problema. Sí se oía por allá de vez en cuando, sí.
CB: ¿Alguna vez hubo protestas laborales?
SL: No que yo me enteré. Entre lo que yo anduve, no.
CB: ¿No? Okay. A ver, déjeme ver. ¿Usted pasó por un tipo de discriminación como bracero?
SL: Pos yo no creo, nomás eso que nos hacían, pos no me gustaba.
CB: A la entrada.
SL: Al entrar, es lo que no me gustaba, pero sería de…
CB: Y, ¿su patrón no lo discriminaba?
SL: No, no. Cuando menos las personas que tuve yo los tres años en Texas para mí no.
CB: Cuando salía al pueblo donde usted o la ciudad donde usted vivía, ¿no pasó por discriminar?
SL: No, no.
CB: ¿Discriminaciones?
SL: No, no. Pues yo nunca noté nada, pos íbamos a donde había más mexicanos.
CB: ¿Entonces convivía con gente que…?
SL: Con puros mexicanos.
CB: Que podía convivir.
SL: Principalmente los patrones eran americanos, pero eran unos… Yo no me he encontrado otros patrones como ellos.
CB: A ver, dígame, vamos a hablar sobre los pasatiempos entonces en los días de descanso cuando salía a la ciudad a convivir con otra gente, ¿cómo se pasaba el tiempo y qué es lo que hacía?
SL: Pos no, no salía. Como en Texas no salía, no tenía tiempo.
CB: Y en Oxnard dijo que tenía un día.
SL: Ah, pos nomás ahí.
CB: Y ahí cuando descansaba, ¿qué hacía?
SL: Pos platicar, jugar a la baraja y…
CB: Con otros braceros.
SL: Con otros, con la misma gente. Tonces lo que sí me platicaba. Y como te, pos lo que es platicar y jugar a las cartas, ahí pa pasar el rato.
CB: Y, ¿era libre salir a la ciudad?
SL: Sí, a donde quisiera ir, sí.
CB: Y, ¿cómo, cómo?
SL: Lo único problema es que no teníamos en qué andar. A veces se salía uno y después pa regresar, pos de ride.
CB: Y, ¿cómo salían?
SL: En bola, unos cuatro, cinco, andar.
CB: ¿Se iban caminando?
SL: Caminando o de ride, no había otra.
CB: Y, ¿quién les daba, quién les daba?
SL: La gente que pasa, en ese tiempo no era trabajoso agarrar ride. Ahorita sí ya nadie le da.
CB: ¿Iban a ir, iban a ver películas?
SL: No, no, no, veíamos para allá al pueblito a mirar las tiendas, a comprarse una camisa o algo que le hiciera a uno falta.
CB: Cuando había ferias de la…
SL: No, no, no.
CB: ¿Nada les tocaba ahí?
SL: Pues no queríamos ir porque pues, para regresarse uno ahí a comer.
CB: Era muy difícil. Okay. Let me see. Durante el tiempo que era bracero, no, especialmente en la temporada donde estuvo en Texas, ¿tuvo oportunidad de ir de vacaciones a visitar a su familia?
SL: No.
CB: Entonces los tres años seguiditos se quedó ahí en Texas.
SL: Se me olvidó explicarle, ya no me acordaba. [Es]tuve tres años, dos, fueron dos contratos, el contrato el más grande era de dieciocho meses. Entonces cuando se cumplieron los dieciocho meses tenía que salir uno a México, porque ya no le podían renovar el…
CB: El contrato.
SL: Contrato. Entonces cumplí los dieciocho meses primero y luego salí a México. Fue cuando fui a ver a mis papás. Entonces pues regresé de vuelta a contratarme y yo de todos modos me fui a Chihuahua y ya, pero yo ya tenía mi, ¿cómo se dice? Mi ranchero, que ya iba a regresar de vuelta con él.
CB: Ya teniendo el acuerdo.
SL: El acuerdo ya.
CB: Y, ¿se lo cumplieron al cruzar?
SL: Me lo cumplieron, sí. ¿Cómo estuvo esa vez? No le quiero echar mentiras, mejor déjelo así. (risas) No vaya a ser que vaya a mentirle, no me acuerdo cómo.
CB: Y, ¿entonces cómo celebraban la Semana Santa o Navidad o los cumpleaños?
SL: No había nada. No había nada de eso.
CB: Y cuando estaban en diferentes áreas donde se convivían como en Oxnard o en… ¿cómo celebraban?
SL: Como le digo, no era mucho el tiempo que convivía, que estuve fuera, digamos. Como en Oxnard, se me hace que estuve nomás como cuatro, cinco meses.
CB: Y, ¿ninguno de los otros cumplieron años?
SL: No, no, olvídese de eso, no había nada de eso. En Arkansas también fueron pocos meses, también sería tres meses o algo así, tonces no había mucho qué convivir. El único más tiempo fue en Texas, ahí sí estuve tres años. Entonces pues no había fechas qué celebrar, porque era poco el tiempo, por eso no había qué celebrar, ¿me entiendes?
CB: Sí, sí entiendo. A ver, la vida después del trabajo, vamos a ver.
SL: Platicar.
CB: Al regresar a México, ya después de terminar de trabajar como bracero, ¿cómo fue la experiencia de regresar a México?
SL: No, pues muy bonita, porque regresa uno. Cuando regresa uno con sus papás, sus hermanos, la mamá, pos o sea, no, lo recibe con los brazos abiertos.
CB: ¿Le hicieron fiesta al regresar?
SL: No tanto así, pero pos uno mira que su madre, especialmente la mamá, cuando ve regresar a sus hijos, pues es muy bonito. Estaba unos días uno y ya, ya me quiero ir de vuelta, a la buscar la mala vida.
CB: (risas) A ver dígame, ¿tenía novia durante estos tiempos?
SL: Ah, sí.
CB: Y, ¿cuando regresó?
SL: No, ya se había casado. (risas)
CB: (risas) Fíjese.
SL: Ya se había casado. Yo ya sabía que no la iba a encontrar. No, pues es que los meses que fueron poquitos, sí me esperaba. Pero la otra que [es]tuve mucho tiempo no, tres años se iba a esperar, ¿usted cree?
CB: Sí, pos no.
SL: Tuve que buscar otra.
CB: Otra novia, ¿verdad?
SL: Sí, sí.
CB: Y al regresar a México, ¿su patrón le facilitó el proceso para regresar, el transporte?
SL: No, no, no, no.
CB: Tonces tuvo que guardar su dinero para regresar.
SL: De lo mismo dinero que había guardado, de ahí salía.
CB: Y, ¿se acuerda como cuánto costaba regresar?
SL: No, pues no me acuerdo, pero de todos modos sí se gastaba. Pues el pasaje nada más a Chihuahua, a Monterrey, ya de ahí no le cobraba a uno nada.
CB: Okay.
SL: Nomás es arreglar, pasar ahí en Chihuahua, este, contratarse en Monterrey era el problema. Ya de ahí ya corría de gastos de no sé quién.
CB: Sí, ¿verdad?
SL: Aunque lo echaran en un burro, no le hace. (risas) Pero ya es cuestión de ellos.
CB: A ver, después de terminar su contrato ya me había dicho un poquito, ¿era difícil conseguir otro contrato?
SL: Sí.
CB: ¿Ya ser bracero?
SL: No, tenía que abandonar Estados Unidos y regresar es más, es difícil.
CB: Y, ¿es el mismo proceso?
SL: Porque cada cierto tiempo tenía que cambiar, ¿cómo decir? Tenía que reformar el contrato. Le daban a uno como permisos. Si tú le venía a uno por cuarenta días que le decían ellos, entonces en esos cuarenta días, podía reformar otro tiempo. Pero se me hace que lo máximo eran dieciocho meses.
CB: Y esa vez cuando salió de la lechera y después regresó a la lechera.
SL: A la lechera.
CB: ¿Ese proceso fue difícil?
SL: Pues difícil, porque tuve que venir de vuelta, me parece que yo… Ya ni me acuerdo, pero se me hace que tuve que arreglar de vuelta esos papeles en Monterrey, este, en Chihuahua. Pero yo ya iba directamente con el patrón.
CB: Con el mismo ranchero.
SL: Con el mismo ranchero. Ya nomás les hablé: “Ya vengan, ya estoy aquí”.
CB: Okay. Y a ver, hábleme después de su vida, de después de dejar de ser bracero y ya de, estuvo en México y después sobre la, ¿qué es lo que le afectó a decidir vinirse pa atrás a vivir aquí?, ¿cómo fue todo eso, la vida después del bracero? Ya cuando no regresó a ser bracero, ya cuando se terminó el programa.
SL: Pues es que tiene uno ya la espinita de andar por acá de, de conocer aquí los Estados Unidos y los dólares lo hacen venirse a uno de vuelta. Regresé y ya dije: “Bueno, ya caminé”, ya tenía veintisiete años. Y me divertí en tal parte, conocí tal parte, ya pos ya qué más. Y ahora voy a buscarme una novia pa casarme.
CB: (risas) Y, ¿se casó en México?
SL: Sí.
CB: Okay.
SL: Entonces ya regresé pa allá para atrás, dije: “Ya estuvo bueno, ya cálmate, haz tu vida ya más de una persona mayor”. Entonces ya regresé pa atrás y como quiera que haiga sido, duré, sería unos tres años o dos años aquí. Me casé, pero siempre tiene uno la tentación de los dólares. Entonces un día le dije a mi señora, ya tenía dos de familia y taba esperando otro, le dije: “¿Sabes qué? Voy a ir a California”. “Tás loco, ¿a qué vas?”. Ella ya tenía todos sus familiares aquí. “Ya nomás voy a dar una vuelta”. Y me vine y estuve sería unos cuatro meses y ella taba esperando, dije: “No, ya me voy porque está esperando mi señora, voy a verla cuando se alivie y a ver qué”. Tonces me vine, estuve trabajando cuatro meses y luego regresé pa atrás y luego se alivió ella. Y siempre la espinita de los, de venirse uno, de los dólares. Me vine y un día tábanos ahí con mi suegro y mi cuñado. Él no tenía trabajo, mi cuñado, tonces dice: “Voy a ir a México porque no tengo trabajo”. Y ya mi señora ya tenía permiso para venir, entonces le digo: “Oyes, ¿por qué no te traes a tu hermana?”. Pero yo nomás le dije de: “Que venga a pasar unos días”. “No, pos si quieres me la traigo, yo iba a ir en carro”. Y se fue y pos me agarró la palabra y se la trajo.
CB: ¿Con los hijos también?
SL: Con los hijos también.
CB: Y, ¿qué año fue ese año?
SL: Fue el, yo me vine el [19]68, como el [19]69, [19]60 por ahí en esos.
CB: Y, ¿desde entonces ha estado aquí en los Estados Unidos?
SL: Desde entonces yo la traje a pasear, pero ya no se quiso ir.
CB: Ya se quedaron, ¿verdad?, ¿aquí en Los Ángeles?
SL: Sí, aquí está en Los Ángeles.
CB: Y, ¿tiene una reflexión final sobre ser bracero, la experiencia de ser bracero?, ¿su familia?, ¿algo que quiera que sepamos?
SL: Pues no, pues qué le puedo decir. Nomás que me sirvió para aplacarme. Los braceros me sirvió para llevar una vida ya más correteada, la dejé. (risas) Dejé la vida del solterismo y me dediqué a la familia ya completamente.
CB: Y usted dice que por ser bracero, eso fue la razón porque se calmó o se…
SL: Pues viví la vida más, digamos, sin ningún compromiso de, de familias, porque muchas veces dejamos la familia allá y nos venimos y aquí la hacemos, la regamos un poco a veces. No todos, ¿verdad? Pero yo sí la miré y ya anduve acá, aquí y acá, ya.
CB: Entonces, ¿fue como una aventura?
SL: Aventura y al mismo tiempo me calmé, miré el mundo como, porque cuando…
CB: La realidad.
SL: La realidad. Que tampoco no es fácil andar, andar haciendo las cosas malas, chuecas que no dejan ninguna, ninguna cosa buena. Yo lo miré de eso modo, pero yo no sé. Pero al mismo tiempo puse los pies en la tierra. Porque uno cuando está joven piensa que el mundo lo trae de la cola. Pero no, es al revés. El mundo lo trae a uno.
CB: Muy bien.
SL: Sí, yo pienso que ésa es la realidad.
CB: A ver, una pregunta más. Para usted, ¿qué significa el término bracero? Cuando usted oye el término bracero, ¿a qué, en qué piensa, qué significa para usted eso?
SL: Pues bracero sí es bueno yo creo, porque si lo sabe uno, ¿cómo quiero decirle? Si lo sabe uno, por decir, agarrar las cosas buenas de cuando uno vino de bracero. Porque desgraciadamente cuando uno viene de bracero, muchos lo agarramos para destruir la familia a veces y muchas veces otros los agarramos para ayudar a la familia o pa ayudarnos a nosotros mismos. Yo digo que para mí, sí me ayudó, porque económicamente no sería la gran cantidad que me, pero sí me ayudó a poner los pies sobre la tierra. Y desgraciadamente muchas veces, ya los casados que tienen hijos y familias allá y a veces hacemos tonterías aquí que no dejan nada a uno. (risas)
CB: Y cuando usted oye, cuando usted alguien le llama a usted bracero, ¿cómo se siente?
SL: Pues yo me los echo a la espalda y se me van pa atrás. Porque a muchas personas no les gusta que braceros porque…
CB: ¿Por qué no les gusta?
SL: Algunos no les gusta oír esa palabra, digo, pos para mí no tiene ningún que, significado malo. Como decir, en aquellos años les decían braceros, ¿por qué sería? Braceros, esa palabra es una palabra que para mí es buena. Para otras personas les he oído yo que braceros, que son esto, que son lo otro. No sé, cada quien lo toma como quiera.
CB: Sí, ¿verdad?
SL: Pero para mí fue una buena, buena cosa haber venido.
CB: Muy bien.
SL: Pero nomás que muchas veces a veces lo (ininteligible) un poquito.
CB: Sí, ¿verdad?
SL: Sí, pero como eso de que el dinero que nos quitaron ése sí no, no, nunca me di cuenta yo. No puse atención o no sé, yo nunca me di cuenta que nos iban a quitar un tanto por ciento del salario hasta ahora. Y hace poco que yo me di cuenta, yo ni siquiera sabía que andaban en esto, dije: “Bueno, si no nos dan nada ahora que andamos peleando eso, pos no nos den”, y ya. (risas) Tá perdido de todos modos.
CB: ¿Verdad?
SL: Y digo: “Pues a hacer la lucha, si nos dan bueno, si no, todos modos está perdido. Pero la historia del bracero es del trabajador que vino acá, vino en aquellos años, tiene su historia, tiene sus cosas que la gente sufrió mucho. Y yo no digo por mí, porque muchas veces… Es como donde quiera, el que medianamente tiene, no sufre tanto, pero el que no tiene sufre donde quiera que sea. Tanto sea aquí, tanto sea donde quiera que sea y hay gente en México que venía de, del más pobre es el que viene, pero hay unos más pobres que otros. Y uno miraba en ese tiempo, cuando yo taba, andaba en eso de las contrataciones, miraba gente que sí se la llevaba. Entonces pues es difícil, es difícil venir y a veces dormir abajo de un árbol, dormido como los vagabundos que están ahí debajo de los puentes y pues sí les, sí se les sufre mucho la vida del bracero, sufría. Yo cuando menos dormía en un cuarto en el suelo, pero dormía en un cuarto, pero hay gente que no.
CB: Que no, ¿verdad?
SL: No, a veces es muy duro.
CB: Bueno, muchas gracias.
SL: Bueno.
CB: Y aprecio el tiempo que me dio con usted.
SL: No, pues.
CB: La historia que compartió conmigo, pues gracias.
SL: Mucho gusto de haberla conocido y ya sabe. A cuando usted quiera alguna entrevista, no será muy buena, pero… (risas)
Fin de la entrevista
Interviewer
Benavides Lopez, Corina
Interviewee
Luna, Sabas
Location
Los Angeles, California
File Name Identifier
Luna_LAS011
Citation
Benavides Lopez, Corina and Luna, Sabas, “Sabas Luna,” Bracero History Archive, accessed November 6, 2024, https://braceroarchive.org/es/items/show/267.