Emilio Solis Pallares
Title
Emilio Solis Pallares
Description
Biographical Synopsis of Interviewee: Emilio Solis Pallares was born in 1923, in San Miguel Chihuahua, México; his father died when he was eleven years old, and he had to start working in order to help support his family; he was the only one of five siblings to stay with his mother after his father’s death; in 1947, he began working as a bracero, and continued working as such until 1962.
Summary of Interview: Mr. Solis briefly recalls his childhood; after his father’s death, he began working in the fields when he was only eleven years old; he continued working in agriculture throughout his adolescence and young adulthood; in 1943, financial difficulties coupled with a shortage of work led him to the United States to work illegally; he had great difficulties while working in the U.S. because he was often caught by immigration; although by this point he had learned of the bracero program, he could not afford to go to Chihuahua, Chihuahua to begin the hiring process; in 1947, he was finally able to afford the trip to Chihuahua in order to enroll in the bracero program; the following year, in 1948, he comments that they were not allowed to work as braceros; he recalls that in 1949, the El Paso County Coliseum was used as a reception center for incoming workers; he worked on and off as a bracero from 1947 to 1962.
Summary of Interview: Mr. Solis briefly recalls his childhood; after his father’s death, he began working in the fields when he was only eleven years old; he continued working in agriculture throughout his adolescence and young adulthood; in 1943, financial difficulties coupled with a shortage of work led him to the United States to work illegally; he had great difficulties while working in the U.S. because he was often caught by immigration; although by this point he had learned of the bracero program, he could not afford to go to Chihuahua, Chihuahua to begin the hiring process; in 1947, he was finally able to afford the trip to Chihuahua in order to enroll in the bracero program; the following year, in 1948, he comments that they were not allowed to work as braceros; he recalls that in 1949, the El Paso County Coliseum was used as a reception center for incoming workers; he worked on and off as a bracero from 1947 to 1962.
Creator
Parra-Mantilla, Myrna
Solis Pallares, Emilio
Date
2003-03-12
Subject
bracero
Contributor
Cristóbal Borges
Rights
Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso
Language
spa
title (Spanish)
Emilio Solis Pallares
creator (Spanish)
Parra-Mantilla, Myrna
contributor (Spanish)
Cristóbal A. Borges
Rights Holder
Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso
Online Submission
No
Original Format
Mini Disc
Duration
39:46
Bit Rate/Frequency
24 k
96 bit
96 bit
Transcription
Nombre del entrevistado: Emilio Solís Pallares
Fecha de la entrevista: 12 de marzo de 2003
Nombre del entrevistador: Myrna Parra Mantilla
El día de hoy es 12 de marzo de 2003, en Fabens, Texas. Entrevistando al señor Emilio Solís para la Universidad de Texas en El Paso, el Departamento de Historia Oral, Myrna Parra Mantilla.
MP: Buenas tardes señor Solís. Para empezar la entrevista quisiera que me platicara, ¿dónde y cuándo nació?
ES: Nací en San Miguel de Anchondo, Chihuahua.
MP: ¿En qué año?
ES: En 1923.
MP: Muy bien, ahora quisiera que me platicara un poco acerca de sus niñez, sus papás, ¿cómo se llamaban sus papás?, ¿a qué se dedicaban? Si usted tuvo alguna escolaridad, ¿a qué edad empezó a trabajar?
ES: Pos mi niñez, pos mi niñez fue muy, ¿cómo le quiero decir?, pos no la gocé nada. No fui a la escuela hasta la edad de siete años, y no duré más que cuatro años se me hace. Hasta cuarto año duré en primaria. Y ya me salí a trabajar. Mi padre murió cuando yo tenía once años, y me puse a trabajar hasta la fecha. Yo me quedé con mi mamá, solito. Tengo cinco hermanos, pero ella está casi aparte de todos, y yo me quedé solo con ella.
MP: ¿En qué trabajaba cuando empezó a trabajar a los once años?
ES: En la labor.
MP: Ustedes tenían tierras, o, ¿trabajaban para alguien más?
ES: No, yo trabajaba. Sembré como unos tres años, ya cuando tenía…Empecé desde muy chico a sembrar en las tierras yo solo, y me daban a medias. Y como la edad de quince, dieciséis años agarré la primer tierra y bueno, me seguí con otros patrones, me daban la tierra y ellos me daban todo, para cultivarla todo eso. Y ya cuando ya no me dieron tierra los patrones, entonces se acabó el agua allá, en México. Y ya hice la lucha por venirme para acá. El primer año que hubo braceros fue el 1943, yo no, yo no arreglé ese año, me vine de mojado.
MP: ¿De mojado?
ES: ¿Cómo ve?, sí.
MP: ¿A qué edad?, ¿qué edad tenía?
ES: En el [19]43, ya ni me acuerdo, fíjese, pero, ya estaba grandecillo, como unos veinticinco años más o menos. Ahí viene la señora. (risas)
MP: Ah, la voy a parar tantito.
(entrevista interrumpida)
MP: Bueno, entonces estábamos en que a los veinticinco años usted andaba de mojado acá.
ES: A los veinticinco años. Sí, sí andaba de mojado.
MP: ¿Qué le motivó venirse de mojado?
ES: No pos no había trabajo ya allá, y ya como no sembré y hubo esa chance de venirme, me vine con un hermano mío que… Ya y hace mucho que murió mi hermano, y no pero pos no, no duré nada, unos quince días nomás y me regresé.
MP: Tan poquito, ¿por qué?
ES: No pos es que se cae el trabajo también ya no, no nos dieron trabajo aquí. Pa lo que pagaban aquellos años que yo tenía, pagaban $2 pesos por día, fíjese. Eso pagaban.
MP: Y, ¿qué estuvo haciendo de mojado acá?
ES: No pues en la labor. En todo lo de labor.
MP: Y luego después de eso se dio cuenta del Programa Bracero.
ES: Sí, cuando estaba en México, sí me di cuenta desde el 1943, pero yo no tuve chanza, no tenía dinero para venir de bracero pues, y pos no vine. Y ese hermano que le digo él sí, él sí tenía sus tierritas.
MP: Y, ¿cuándo usted empezó a ser bracero?
ES: En 1947.
MP: Y, ¿por qué se decidió a ser bracero y no continuar como mojado?
ES: Cuando andaba de mojado, no tenía ninguna chanza de estar aquí. Pues me agarraba La Migración como muchos que los agarran y los echan y se vuelven a venir. Y ya anda uno pa allá y pa acá y no, todo lo que ganas luego ahí se va, en ir y venir, ¿no?, y no, no. Y la cuestión le voy a decir, la cuestión que yo me vine para acá del [19]47 de bracero, si hubiera habido quién me hubiera tenido allá, yo estuviera allá todavía. Hubiera tenido mi tierra, hubiera agarrado una tierra, pero mi padre nunca quiso que agarráramos tierra del Gobierno. Él nos dijo porque él sí tenía tierra del Gobierno mi padre, pero no, como yo le digo, a él le fue mal, yo no sé por qué, pero le dijo a todos dijo: “Nunca vayan a agarrar tierra del Gobierno mijos, a ver como le hacen”. Y nunca agarré yo tierra del Gobierno. Y luego ya cuando se acabó el agua allá en, allá en México que ya no hubo nada, se quedó el trabajo y todo, ya le hice la lucha de venirme de bracero. Y gracias a Dios, arreglé del [19]47 creo que un año, [19]48 no hubo braceros, no me acuerdo pero se me hace no hubo el [19]48.
MP: ¿No hubo?
ES: Se me hace no, no me acuerdo muy bien. El caso es que entré de vuelta y ya duré hasta el [19]62, [19]61, póngale. Porque arreglé el [19]62 yo, póngale [19]61. En [19]62 arreglé.
MP: ¿Dónde fue la primera vez que arregló para venirse como bracero?
ES: Aquí en Tornillo, me parece que sí, en Tornillo. Pues aquí está cerquitas, sí conoce Tornillo, ¿no?
MP: No.
ES: ¿No lo conoce? Aquí está enseguida, un pueblito que está pa acá, para abajo.
MP: ¿Ahí había oficinas?, o, ¿cómo los arreglaban ustedes?
ES: Ah, ¿de bracero? No, pa arreglar no nos traían, nos llevaban, teníamos que ir a Chihuahua en veces. Y todo el tiempo fuimos a Chihuahua a arreglar allá. Cada vez que se nos vencía la tarjeta, teníamos que ir otra vez. El patrón, como el patrón requería a la gente que quería o que iba a dejar pa trabajar no todo el año, lo despachaba el mismo patrón allá a Chihuahua o hasta Guanajuato fueron. Y no nunca fui pa allá, yo nomás a Chihuahua fui. Y el patrón que me arregló a mí el [19]62 que arreglé, ahí vivia en Tornillo, era de allá también él. Y estuve de bracero con él once años, fíjese. Y luego ya cuando ya quitaron la bracereada, él escogió a doce hombres nomás; ocupaba cuarenta, fíjese. Y ya cuando dijeron que pues ya no iba a haber de bracero, nomás a doce nos arregló y ahí nos escogió a los cuarenta, ¿no? Pero gracias a Dios que me tocó a mí y a tres hermanos, sí, nos arregló también él, nos arregló.
MP: Y ahí en Chihuahua, ¿qué papeles le pedían? Bueno, o sea se vino, se fue de aquí a Chihuahua, ¿verdad?, ¿quién le pagó ese viaje?
ES: Pues nosotros mismos.
MP: ¿Ustedes mismos?
ES: Sí, todos teníamos que pagar entonces todo el viaje.
MP: Y luego ahí en Chihuahua, ¿cómo estuvo el proceso para ser contratado?, ¿qué tuvo que hacer?, ¿cuántos días se tuvo que esperar en Chihuahua?
ES: No pues, pos yo fui con ese patrón hasta el, pues como le digo yo hasta el [19]62, duré once años, nomás en la allá por…Ya no me acuerdo de cuánto era la tarjeta que nos daban primero, cada que se cumplía, nos la renovaban y duraba un año, dos años, el caso es que, duraba algo, ¿no? Porque ellos la renovaban aquí mismo, se la renovaban la tarjeta, y cuando ya se cumplía o allá pedían, no sé, ya no me acuerdo cómo estaba eso. Entonces nos echaban para allá.
MP: ¿Para Chihuahua otra vez?
ES: Sí, pa México, póngale que a Chihuahua. Yo viví, yo vivía aquí en San Ignacio, un pueblito aquí cerquita de Caseta. Pos nos íbamos, ¿no?, pero ya ellos tenían otro, ya otra vez, el asunto pa arreglar la misma gente. Y entonces cuando ya íbamos a arreglar de vuelta, nos mandaban a, el mismo patrón nos revisaba, y nos íbamos a Chihuahua otra vez. Ya arreglábamos de vuelta y con el mismo patrón. Así era la...
MP: Entonces ustedes firmaban el contrato y luego les daban esa tarjeta.
ES: Sí, nos daban una tarjeta para ir con la…
MP: ¿Por cada cuándo era el contrato que tenían que firmar?, ¿tenían un límite o, o no tenía límite?
ES: Sí, tenía límite, pero la volvían a renovar los mismos patrones aquí.
MP: Ah, okay.
ES: Sí.
MP: O sea no tenían que ir hasta Chihuahua y luego después se les…
ES: No, hasta cuando ya que el Gobierno aquí, o el de allá, no sé, que ya no quería o que ver el, entonces nos echaban pero, o no sé cómo esté, yo creo nos echaban nomás, pero de todos modos luego luego arreglábamos de vuelta para venirnos otra vez. Se cumpliría el plazo que había para bracero, pero de todos modos nos echaban y regresábamos otra vez. El nuevo patrón nos mandaba decir, pues ahí tal día váyanse y ya, pues a pasar de vuelta, de braceros.
MP: Y, ¿ahí en Chihuahua?
ES: No durábamos mucho, por cierto allá pasábamos pronto.
MP: ¿Sí pasaban pronto?
ES: Sí, pronto, pronto.
MP: Y ahí en Chihuahua, ¿les hacían un examen médico?, ¿les ponían vacunas?
ES: No, vacunas no. Nos examinaban, ansina, nos examinaban todos, pero vacunas nunca nos pusieron.
MP: Y luego ya pasaban todo y ahí se tenían que esperar hasta que les hablaran de acá que necesitaban braceros, o, ¿inmediatamente los mandaban para acá?
ES: No, al otro día íbamos y batallábamos la primera vez para entrar y ya la segunda vez ya no batallaban, porque ahí mismo el patrón no… Hablaría con ellos y les daban listas aquí, yo no sé cómo le harían, no, el caso es que nomás nosotros íbamos y, y pos la lista que llevábamos, ellos la metían y cuando nos hablaban entrábamos y derecho con el patrón, aquí ya cuando pasábamos aquí.
MP: Y aquí, ¿a dónde llegaban?
ES: A El Paso.
MP: Sí pero, ¿a dónde? Hay un lugar que se llama Río Vista, entonces no sé si llegaban ahí, o a Fort Bliss o…
ES: Ah, sí.
MP: Me han dicho también que El Coliseo.
ES: Sí, también El Coliseo llegué yo una vez, al Río Vista ese mentado también. También ahí, donde va aquí, nomás a Caseta nunca llegué. Ahí nomás, aquí en Fabens, aquí no hay oficinas. Sí, sí a Río Vista ahora que me acuerdo, y [El] Coliseo estuve también una vez en, en también.
MP: En Fort Bliss, ¿no vino?
ES: Y ahí iba el patrón a recogernos, a cuando llegaba El Coliseo y a Río Vista también, ahí el patrón lo recogía de ahí.
MP: Y, ¿cómo era ahí cuando llegaba a Río Vista? Cuénteme qué hacían, desde que llegaban hasta que se iban.
ES: No, cuando llegábanos de allá para acá, cuando nos íbanos no, cuando nos íbanos, íbanos solos.
MP: No, sí pero me refiero a desde que llegaban a Río Vista, ¿qué procesos hacían?, se quedaban a dormir o, ¿no?, y luego ya que dejaban Río Vista.
ES: No, pues si no iba el patrón, ahí nos estábamos. Teníamos que esperarlo hasta que fuera. Y ya ahí iba, pregunta por todos, él sabía cuánta gente iba acá, ¿verdad? Ya nos nombraba a todos ahí pues e iban saliendo.
MP: Y si a ustedes no les gustaba el ranchero, si se les hacía medio marrano o algo, ¿tenían el derecho ustedes de decir: “No, no me voy con ése, me espero hasta el próximo”. O, ¿se tenían que ir a fuerzas?
ES: No, eso yo nunca supe eso. Sí hay muchos rancheros muy malos, ¿no?, pero es que gracias a Dios, el ranchero que yo tuve los once años, era muy buen ranchero, sí. Apáguele porque ahí viene este hombre a ver qué trae.
(entrevista interrumpida)
MP: Bueno, nos quedamos en que los rancheros.
ES: Ah, sí.
MP: Le tocó la suerte de que muy buenos rancheros.
ES: Sí, muy buenos rancheros, a mi…. Tenía uno que, que pues no me gustaba trabajar con él pero pues como estaba de bracero, pues tenía que estarme. Y mucho antes el bracero que se iba con otro patrón, pos se iba se los quitaban. Nomás eso fue el, pues si no querían venirse con su patrón, nos echaban para México.
MP: ¿Los echaban para fuera?
ES: Sí, porque tenían que trabajar con el patrón que le arreglaba.
MP: Y, ¿lo castigaban?, ¿ya no podía arreglar otra vez o sí podía arreglar?
ES: Sí, ya allá estando en México sí podía arreglar otra vez. Ahorita que acaben le platico una muy buena, de uno que fue a traer, a agarrar, ¿le puedo platicar ahorita?
MP: Sí, platíqueme.
ES: ¿Sí?
MP: Sí, claro.
ES: Pero nos están oyendo allá todos, ¿no?, ¿no le hace?, o, ¿quién nos va a oír, nomás nosotros?, ¿nomás nosotros nos estamos oyendo?
MP: Sí, nada más usted y yo, pero esto lo van a oír alguien más, no sé si quiera. (risas)
ES: Por eso le digo.
MP: Ah bueno.
ES: No si quiere, saber eso, y va a decir: “Y luego este por qué anda diciendo eso (risas), es cierto eso.
MP: Ah entonces, entonces como usted quiera, si quiere compartirlo qué bien, si no ahorita que terminemos, no importa.
ES: Ándele.
MP: Como quiera.
ES: Ándele, mejor de una vez. Sí, porque no, pues ahí está usted. No y sí es cierto eso y bueno, sígale, sígale y nos vamos.
MP: Okay, entonces, ¿no, no castigaban al bracero? O sea ya no…
ES: No, el que se iba con otro patrón lo echaban pa México, nomás eso.
MP: Pero, sí tenía oportunidad de volver a entrar, ¿verdad?
ES: Ah sí, cuando había otra vez oportunidad, podía a entrar otra vez. Aquí traigo un toallita me lloran mucho los ojos y estoy malo de los ojos, tengo anteojos, ahí los traigo en la troca pero no, fíjese que no me los pongo. Yo no veo, ¿pa qué?, ya ni veo con ellos.
MP: No, de todas maneras es bueno cuidarse. Y entonces ya vino el ranchero por usted, y por sus demás compañeros, y, ¿a dónde los llevó?, ¿cuál fue el primer rancho a donde fue usted?
ES: El primer rancho aquí está en Tornillo.
MP: Y cuando llegó usted allá, ¿sí era lo que usted estaba esperando?, ¿se decepcionó, o era mucho mejor de lo que usted esperaba?, ¿cómo fue?
ES: No, pos sí era lo que… Sí pues era la ilusión de todos, todo mundo, ¿verdad?, pasarse de bracero, aquí de Durango, ¿no?, no, porque se beneficiaba uno más que allá. Luego ya, no necesitaba tener trabajo de de veras con un patrón y diario de años que no le fallara para poder vivir bien. Pero si anda parando con uno y con otro pues no. Y pa agarrar otro patrón también allá, pues está trabajoso. Y aquí pues ya venía con ese patrón, como le digo yo duré once años con ese patrón. Muy buen patrón, gracias de Dios, quién sabe usted qué le diría, si era bueno o era malo, porque él se fue, el llegó. No me acuerdo qué año, pero yo ya estaba ahí, cuando él llegó, él se fue de otro rancho y ahí llegó con él. Nomás nos, y ahí duró hasta que también arregló, también él arregló también junto con, conmigo y ahí.
MP: Y, ¿qué era lo que hacía ahí en ese rancho?, ¿cuáles eran sus actividades?, ¿qué tenían que hacer?
ES: Pues pura labor, pura lo que es de la labor, puro tractor todo, tractor, anduvimos en tractores, él era tractorista yo también, y…
MP: Pero, ¿empezó luego luego con el tractor?
ES: No, no, en la labor. Yo, yo sabía trabajar ya en tractor cuando México, pero no me animaba a decirles: “Pues yo sé trabajar”. Él ya tenía sus trabajadores, ¿no?, pero ya vio cómo trabajábamos, pues ya después y, y nos dio trabajo a nosotros. A mí y un, dos hermanos más. Entramos de braceros ahí con él.
MP: Y, ¿cuánto tiempo estuvo aquí, en Tornillo la primera vez?
ES: Con el primer ranchero estuve cuatro años.
MP: Y todo muy bien, ¿no hubo ningún incidente así de, algún problema, o con el mayordomo o con los demás braceros?
ES: No, con él no, con ese primero no. Con ese que duré once años tuve problemas con el mayordomo, pero después me salí y conseguí trabajo y no duré nada con otro, aquel patrón, ese me quería no. Y creo que supe yo, él mismo me dijo, el patrón este, que le había dicho: “Oiga ese trabajador es mío”. Dijo: “¿Por qué es mío? Yo lo tengo”. “No, es mío”.
MP: ¿Se pelearon por usted?
ES: Sí, y fue y cuando se cumplió la tarjeta, porque ese patrón otro, no tuve dificultades, como le digo, con el mayordomo de él no. Y me salí, no le dije ni quién. “Dime quién”, me decía él. No, yo no, ya me voy, ya me voy, le dije. “Y donde, ¿que te quieres ir a otro rancho?, o, ¿quieres irte pa México?”. “No”, le dije, “pues sí, sí hay chanza”, le dije, “pues consígueme otro patrón”, le digo, “o me voy pa México. Pos que, yo ya con éste no trabajo a gusto”. Pues tuve una dificultad, ¿verdad? Y no dije, y quiere bueno, dijo. Me fui para México y me dijo: “Ven tal día y yo te tengo otro patrón”. Y sí vine y ya me tenía otro patrón.
MP: Qué bueno, no batalló en eso.
ES: No, nada, no. Pues sí.
MP: Entonces sí, le fue bien, que le cambiaron de patrón.
ES: Sí, me cambié de patrón.
MP: Esa fue la primera vez que fue como bracero, luego se le venció, volvió a arreglar, y, ¿a dónde fue la segunda vez?
ES: No, la primera vez con ese patrón que le estoy diciendo ese fue la última vez que trabajé, ahí duré once años con él.
MP: Ah, okay.
ES: Con el primero duré cuatro años.
MP: Cuatro, en Tornillo.
ES: En Tornillo. Y ahí mismo estaba ése también, era de ahí también. Él de ahí era, también el otro. Más bien los tres, fueron de ahí, los tres que trabajé, eran de ahí de Tornillo.
MP: Y luego, ¿qué hacían para distraerse? Porque me imagino que era muy pesado, ¿no?, estar trabajando ahí el algodón.
ES: Pos nos íbamos pa México. Nos podíamos pasar pa allá pa México. Cada ocho días íbamos y veníamos y pues sí. No crea que estábamos ahí nomás encerrados, no. Y por eso ahí y cuando fui pa California, pues estaba allá solo, pero aquí iba todos los días y venía nomás, sí.
MP: ¿Qué anduvo haciendo en California?
ES: Pues trabajé en todo lo que es fruta, hice todos los trabajos de la fruta.
MP: ¿También como bracero?
ES: Una temporada y otra de ya de residente. De residente, ahorita soy ciudadano ya, me hice ciudadano.
MP: Platíqueme de esa experiencia que estuvo en California, como bracero.
ES: No.
MP: ¿Por qué se fue allá?
ES: Pos me fui porque, no, de bracero no fui para allá.
MP: ¿No?
ES: No, de ya cuando era residente.
MP: Ah, okay.
ES: Estaba trabajando con ese patrón que le digo aquí en Tornillo, y le dije, le avisé porque… Bueno, ¿verdad?, pues si me iba mal, pos quería irme. No le dije que si me daba trabajo, no verdad, nomás le dije que, le dije mentiras, le dije: “¿Sabes qué?”, le dije, “me voy un, quiero un trabajo en California que pagaban a dólar la hora”, le dije, “y tú sabes ahorita yo… Me había echado. Es cierto, me, me había echado una droga en México, de una casa. Y le dije: “Pues fíjate, allá me pagan a dólar la hora”, le dije, “pues ahí saco lo triple que tú me pagas aquí”. “No”, me dijo, “muy bien, sí puedes irte”, me dijo, “ya sabes, cuando vengas, aquí tienes tu trabajo”, fíjese.
MP: Qué bueno.
ES: Bueno, y quería a los tres hermanos míos también. Pues, mis dos hermanos que quería mucho. Es que mi hermano, ya murieron todos, éramos cinco hermanos y ya nomás quedo yo, fíjese, de los cinco. Y mi hermano, creo era el tercero, pero era muy bueno para trabajar en México, en los tractores y le dije, por eso luego luego en cuanto hubo braceros, dijo: “Tráemelo”, decía, “los que tengas de esos tráemelos pa acá”. Pero así ya. No yo ya empecé a trabajar muy bien, manejábamos las tierras completas, sí. Por eso nos quería mucho ese ranchero. Y éste era muy bueno pa trabajar.
MP: Sí, en serio.
ES: Sí, bueno bueno era.
MP: Y platíqueme en cuanto a los sueldos, ¿no tuvieron ningún problema para recibir su sueldos?, ¿no le quedaron a deber, o no los…
ES: No, no, casi no, ni deber, ni que nos pagaban. Lo que nos pagaban, si pagaban a $3 pesos la hora en aquellos años, porque subieron, $1 dólar más por hora, pos luego luego nos lo pagaban el amigo. Subían luego luego, era como otros rancheros que se sacaban mucho, que no nos pagaban. No, este ranchero no, era muy bueno pues con nosotros, con todos.
MP: Entonces usted tampoco no tuvo problemas para mandarle el dinero a su casa, ¿no?, a su familia.
ES: No, no, no porque ni allá que estuve en California tampoco.
MP: ¿No?
ES: No, no ni a acá todo igual. Llegaba bien el dinero.
MP: Y, ¿cómo era la relación con los demás braceros? Los que venían de más del sur, ¿era bien o tenían que tratarse con cierta distancia?
ES: No, no, era igual, nos tratábamos todos, ¿los que venían de allá de otras partes? No, rebién. Y los de por allá del sur, hay un pueblo en Michoacán, se llama creo… Ahí es muy mala la gente dicen, pero como aquí no andan todos juntos como así, ¿verdad?, todos juntos como son malos, unos cuantos no son nada.
MP: Y, ¿ellos no trataban de juntarse con los de su mismo estado?
ES: No sí, pues conmigo sí porque yo nunca he sido, nunca fui pleitista ni nada de…Procuré amistad con todos, donde quiera que iba. Y al contrario, ya pasó un caso allá piscando durazno, en los duraznos. Le dije a un amigo que venía de allá que vino, andaba ahí cerquita de mí con la escalera, no sabía nada. Yo sabía, yo como cinco años allá, piscar toda la fruta. Y puso la escalera panda y le dije: “Te vas a caer”. No, me contestó pa la fregada, me dijo: “No”, ahorita con permiso de usted, dijo, “no soy tan pendejo, tú cállate”. Cuando al ratito: “Ándale, ahí esta, pa que se te quite”. No, es que puso la escalera de a tiro chueca, oiga y luego se subieron pa piscar, pues luego luego se cayó. No ya, ya no le dije a nadie nada, no. (risas)
MP: Y de menores de edad trabajando, como braceros, ¿no había?, o, ¿mujeres como braceras?
ES: No, mujeres de braceras nunca entraron ni menores de edad tampoco. Yo nunca supe de menores de edad no, nunca. Ni mujeres.
MP: Y, ¿quién les cocinaba?, ¿ustedes se cocinaban?
ES: Nosotros mismos.
MP: Y, ¿los llevaban para que compraran el mandado?, o, ¿ahí mismo les ponían…?
ES: No, nomás nosotros nos íbamos a comprar, teníamos muebles, casi todos los braceros teníamos mueble ya. Pues fíjese, donde quisiéramos ir en el mueble y, comprar todo. Iban muchos, ahí en el rancho este que le digo, iban muchos, a vender de por ahí que venían. Que por cierto lo corrió a ese amigo, era ladrón. Dijo: “¿De dónde vienes?”. “De la Siria”, le dijo. “A la fregada, ahí está tu Siria”. Lo corrió y luego ya nos dijo: “Saben que de este, de México se le da lo triple que le dan aquí”. Y lo corrió, fíjese, a la fregada. De la Siria, quién sabe dónde quedaba la Siria.
MP: Quién sabe.
ES: Me acuerdo rebién. “Vele a vender allá a la Siria”, otra vez le dijo y nos dijo: “No le compren nada a este amigo”. Le digo, les da a lo triple que le den aquí lo que compran.
MP: O sea que era árabe, ¿no?, más bien.
ES: Sí, no sí, era el árabe, de la de Siria, por allá, quién sabe que...
MP: Ahorita que hablamos en cuanto al dinero, ¿le pagaban más por trabajar con las máquinas?, o era el mismo sueldo que trabajar quitando el algodón con las manos y todo eso.
ES: No, por horas, tiene el mismo sueldo todo el tiempo. Nunca ni, pues nomás como le digo, cuando tenía así que decían que iba a subir el sueldo y esto y el otro, subía. Pero, pero el sueldo y la máquina todos era igual. En lo que trabajara era igual todo, sí.
MP: Porque tengo entendido que piscando el algodón les pagaban por libra.
ES: Ah, sí, piscando, sí. Pues ganaba uno más trabajando por horas, que el algodón, fíjese. Porque, pues no.
2do: ¡Quihúbo!
ES: ¡Quihúbo Roy!, quihúbo Roy.
2do: Voy por Justín.
ES: Ahí le borro. Párele poquito ahorita, ahí habla muy recio.
(entrevista interrumpida)
MP: Bueno, nos habíamos quedado en que era un árabe y que daba muy caro.
ES: Y vete a la Siria.
MP: A la Siria.
ES: Sí.
MP: ¿Ustedes nunca tuvieron problemas con La Migración?
ES: No, nosotros de braceros no, nunca, no. Nunca nos molestaron, pues a mí nunca, pa qué voy a decir. Usted sabe que, chance que a personas sí los molesten, pero por algo los molestan también. Yo nunca hice nada, por eso no quieren molestar.
MP: Claro.
ES: Ni mis hermanos, ni a éste que diga yo, no nunca vi nada tampoco.
MP: ¿Qué diferencia notó usted en cuanto al trato, al trabajo y al pago? Entre un mojado y un bracero, había diferencias, o, ¿no?
ES: Pues cuando era bracero aquí, fíjese que no ocupaban mojados nunca casi. Puro bracero, nomás ocupaba. Porque tenían, pues no tenían la autoridad de ocupar los braceros, por eso tenían su gente todos los patrones. Por eso todo el mojado que entraba aquí, quería agarrar trabajo que aquí nunca le daban trabajo, se iban pa allá pa adentro, pa otras partes. Como hay todavía muchos mojados, muchas partes, y aquí en que no es, sí hay, no le digo que sí hay, ¿verdad?, pero están muy escondidos, sí. Pero son, no hay ley aquí para que ocupen mojados aquí pues.
MP: ¿Su opinión, más que nada, en cuanto al Programa Bracero. ¿Sí fue bueno?, ¿no fue tan bueno, o qué le faltó para que estuviera mejor?
ES: No, de haber sido bueno, ha de haber sido muy bueno, oiga. Porque pos muchos nos, este, nos beneficiamos mucho aquí de braceros, y muchos no. Según los braceros, personas porque sí duramos mucho de bracero, y pos no está bueno.
MP: ¿Usted nunca tuvo alguna experiencia así muy mala, o algo que vio que no le pareció?
ES: ¿Con quién, conmigo o con gente que no era de aquí o esto o el otro?
MP: Sí, algo.
ES: Porque hay mucha gente que, pues sí he visto que no quieren a los mojados, ¿por qué no los quieren?, ¿qué le hace el mojado? Nada, es igual que uno el mojado, ¿que no? Trabaja igual que uno, igual trabaja más que uno, pues le granjea a los patrones. No, yo no, yo no fuera capaz de reportar un pobrecito mojado, oiga.
MP: Claro.
ES: No, no, no, sí, fíjese.
MP: Ya para terminar la entrevista quisiera que me dijera, no sé, algún comentario que tenga usted en cuanto al programa o alguna experiencia que tuvo.
ES: ¿Como de qué?
MP: Si de, no sé, en cuanto a su estancia aquí como bracero. O alguna experiencia que tuvo mientras fue bracero. No sé, en cuanto al trabajo, el trato con la gente.
ES: No pues, todo el tiempo que estuve de bracero, todo el tiempo estuve con muy buenos amigos, gracias a Dios que tuve buenos amigos. Nunca tuve dificultades. Yo estuve con un compadre de este, y un hermano de él, es como medio hermano, que le dicen, se cree como hermanos, se dicen, dicen usted en México. Y unos hasta nos decimos carnales, como hermanos, ése quisiera que fuera con él, ahí vive en Socorro vive él. Y ese y ese que está en México, uh, qué bárbaro, unos amigos pero qué bárbaro, ellos me enseñaron a mí has de cuenta una mujer, ¡hijo de la!, comidas que hacían, ¿verdad?, y yo sé hacer también mucha comida porque practiqué con ellos, pero viera qué hombres para hacer comida. Y limpios, iba yo, tenía mi cuarto, bueno no digo, tampoco de a tiro no, pero sí nos juntábamos los tres. Y oye que lo voy viendo ahí y no, pues a fuerza yo también, ¿no?, a limpiar y todo y alzar la cama y barrer y bueno todo, cono una mujer, más que una mujer. Limpiecito, limpiecito ahí como tenían los cuartitos de ahí, cada quien tenía su cuartito, no. Y digo, habemos, habemos muchos que nos levantamos y ni siquiera tendemos la cama, así nomás para acostarnos otra vez.
MP: Sí.
ES: Pues pa qué la alzamos si la vamos a acostar de vuelta.
MP: No volverla a deslazar, ¿verdad?
ES: Pues sí. No le digo, realmente no tuve no, ni una dificultad con braceros aparte de esos, compañeros que tuvimos ahí, nada nunca.
MP: Ah, qué bueno.
ES: Ni en ningún parte. Y fíjese que le voy a contar que en mi vida, yo era pero de los buenos pa tomar, y quizás ahorita me tomo una cerveza, si a caso. Como ahorita me tomé una cerveza y ya ahorita voy al baño y ya, a ver películas, a ver el programa, del…Ya hasta se me pasó. (risas)
MP: Ya se le pasó.
ES: De las mexicanas, ¿no lo ves ese programa? De los Cien Mexicanos Dijeron.
MP: No, no.
ES: No, no, ¿sí lo ha visto?
MP: Sí, he oído.
ES: ¿Sí sabe? A mí me gusta porque hasta yo mismo contesto las preguntas, cállate yo lo estoy preguntando, es esta pregunta y esta otra, digo yo acá solo. Está muy suave el programa, muchas de…
MP: Y, ¿sí le atina?
ES: Sí cómo no, pues hay muchas preguntas que sí, buenas. Y ellas no les atina y yo les digo: “¡Èsta es, ésta es!”. Y no, dice, ey.
MP: Ah, pues está bien. Bueno, pues muchísimas gracias señor Solís por el tiempo.
ES: Ándele.
MP: Y qué bueno que sí le funcionó a usted el programa, que lo supo aprovechar, y que fue para bien.
ES: Sí, pues le digo, ojalá y sí, que le iba a decir, si ve otros braceros que quieran hacer un este programa me puede hablar, ¿verdad?, por teléfono para decirle a donde venga aquí con ellos y…
MP: Sí, claro que sí.
ES: Porque aquí hay muchos que fueron braceros.
MP: Sí, claro que sí, cómo no, estaremos en contacto.
ES: Tengo amigo no, no, tengo un amigo pobrecito ya está, yo estoy malo, tengo artritis, pero gracias a Dios que no me ha pegado muy fuerte. Ahora sí me ha pegado, pero como ahora sí estoy atendiéndome bien, ya gracias a Dios ya tengo algo que no me da. Estoy tomando medicinas por cierto, que ya quiero que, que me las quiten, muchas pastillas que estoy tomando, no. Pero como me dice la doctora, tengo una doctora china, y la que me atinaba a esta cosa que me ha controlado bien. La última vez que fui, tengo cita pa abril, me dio cuando fui, ¿cuándo fue?, en enero, enero, febrero, marzo, sí. Hasta en enero fui, me dijo: “Hasta abril venga”. “¿Por qué?”. “Entonces ya pa qué vengo”, le digo. Pues sí, ya le dije: “Pues que, pues ya quíteme las pastillas, es lo que quiero que me quite”. “No es que todavía no, todavía le falta para controlar bien la artritis. No y sí sentó muy bien con eso.
MP: Qué bueno.
ES: Mira este dedo ya lo tenía aquí arriba de este, así como lo ve ahí y ya casi ya lo bajó pa abajo, ya lo bajé mire.
MP: Qué bueno.
ES: Y lo subo pa acá, y ya lo tenía así.
MP: Ya lo puede mover cuando menos.
ES: No, ya., nomás le digo, ya lo puedo bajar pa acá y este es, éste sí lo tengo desde hace muchos años desde el sesenta y tantos, y así me quedó. No, no lo puedo mover pa arriba, nomás pa abajo.
Fin de la entrevista
Fecha de la entrevista: 12 de marzo de 2003
Nombre del entrevistador: Myrna Parra Mantilla
El día de hoy es 12 de marzo de 2003, en Fabens, Texas. Entrevistando al señor Emilio Solís para la Universidad de Texas en El Paso, el Departamento de Historia Oral, Myrna Parra Mantilla.
MP: Buenas tardes señor Solís. Para empezar la entrevista quisiera que me platicara, ¿dónde y cuándo nació?
ES: Nací en San Miguel de Anchondo, Chihuahua.
MP: ¿En qué año?
ES: En 1923.
MP: Muy bien, ahora quisiera que me platicara un poco acerca de sus niñez, sus papás, ¿cómo se llamaban sus papás?, ¿a qué se dedicaban? Si usted tuvo alguna escolaridad, ¿a qué edad empezó a trabajar?
ES: Pos mi niñez, pos mi niñez fue muy, ¿cómo le quiero decir?, pos no la gocé nada. No fui a la escuela hasta la edad de siete años, y no duré más que cuatro años se me hace. Hasta cuarto año duré en primaria. Y ya me salí a trabajar. Mi padre murió cuando yo tenía once años, y me puse a trabajar hasta la fecha. Yo me quedé con mi mamá, solito. Tengo cinco hermanos, pero ella está casi aparte de todos, y yo me quedé solo con ella.
MP: ¿En qué trabajaba cuando empezó a trabajar a los once años?
ES: En la labor.
MP: Ustedes tenían tierras, o, ¿trabajaban para alguien más?
ES: No, yo trabajaba. Sembré como unos tres años, ya cuando tenía…Empecé desde muy chico a sembrar en las tierras yo solo, y me daban a medias. Y como la edad de quince, dieciséis años agarré la primer tierra y bueno, me seguí con otros patrones, me daban la tierra y ellos me daban todo, para cultivarla todo eso. Y ya cuando ya no me dieron tierra los patrones, entonces se acabó el agua allá, en México. Y ya hice la lucha por venirme para acá. El primer año que hubo braceros fue el 1943, yo no, yo no arreglé ese año, me vine de mojado.
MP: ¿De mojado?
ES: ¿Cómo ve?, sí.
MP: ¿A qué edad?, ¿qué edad tenía?
ES: En el [19]43, ya ni me acuerdo, fíjese, pero, ya estaba grandecillo, como unos veinticinco años más o menos. Ahí viene la señora. (risas)
MP: Ah, la voy a parar tantito.
(entrevista interrumpida)
MP: Bueno, entonces estábamos en que a los veinticinco años usted andaba de mojado acá.
ES: A los veinticinco años. Sí, sí andaba de mojado.
MP: ¿Qué le motivó venirse de mojado?
ES: No pos no había trabajo ya allá, y ya como no sembré y hubo esa chance de venirme, me vine con un hermano mío que… Ya y hace mucho que murió mi hermano, y no pero pos no, no duré nada, unos quince días nomás y me regresé.
MP: Tan poquito, ¿por qué?
ES: No pos es que se cae el trabajo también ya no, no nos dieron trabajo aquí. Pa lo que pagaban aquellos años que yo tenía, pagaban $2 pesos por día, fíjese. Eso pagaban.
MP: Y, ¿qué estuvo haciendo de mojado acá?
ES: No pues en la labor. En todo lo de labor.
MP: Y luego después de eso se dio cuenta del Programa Bracero.
ES: Sí, cuando estaba en México, sí me di cuenta desde el 1943, pero yo no tuve chanza, no tenía dinero para venir de bracero pues, y pos no vine. Y ese hermano que le digo él sí, él sí tenía sus tierritas.
MP: Y, ¿cuándo usted empezó a ser bracero?
ES: En 1947.
MP: Y, ¿por qué se decidió a ser bracero y no continuar como mojado?
ES: Cuando andaba de mojado, no tenía ninguna chanza de estar aquí. Pues me agarraba La Migración como muchos que los agarran y los echan y se vuelven a venir. Y ya anda uno pa allá y pa acá y no, todo lo que ganas luego ahí se va, en ir y venir, ¿no?, y no, no. Y la cuestión le voy a decir, la cuestión que yo me vine para acá del [19]47 de bracero, si hubiera habido quién me hubiera tenido allá, yo estuviera allá todavía. Hubiera tenido mi tierra, hubiera agarrado una tierra, pero mi padre nunca quiso que agarráramos tierra del Gobierno. Él nos dijo porque él sí tenía tierra del Gobierno mi padre, pero no, como yo le digo, a él le fue mal, yo no sé por qué, pero le dijo a todos dijo: “Nunca vayan a agarrar tierra del Gobierno mijos, a ver como le hacen”. Y nunca agarré yo tierra del Gobierno. Y luego ya cuando se acabó el agua allá en, allá en México que ya no hubo nada, se quedó el trabajo y todo, ya le hice la lucha de venirme de bracero. Y gracias a Dios, arreglé del [19]47 creo que un año, [19]48 no hubo braceros, no me acuerdo pero se me hace no hubo el [19]48.
MP: ¿No hubo?
ES: Se me hace no, no me acuerdo muy bien. El caso es que entré de vuelta y ya duré hasta el [19]62, [19]61, póngale. Porque arreglé el [19]62 yo, póngale [19]61. En [19]62 arreglé.
MP: ¿Dónde fue la primera vez que arregló para venirse como bracero?
ES: Aquí en Tornillo, me parece que sí, en Tornillo. Pues aquí está cerquitas, sí conoce Tornillo, ¿no?
MP: No.
ES: ¿No lo conoce? Aquí está enseguida, un pueblito que está pa acá, para abajo.
MP: ¿Ahí había oficinas?, o, ¿cómo los arreglaban ustedes?
ES: Ah, ¿de bracero? No, pa arreglar no nos traían, nos llevaban, teníamos que ir a Chihuahua en veces. Y todo el tiempo fuimos a Chihuahua a arreglar allá. Cada vez que se nos vencía la tarjeta, teníamos que ir otra vez. El patrón, como el patrón requería a la gente que quería o que iba a dejar pa trabajar no todo el año, lo despachaba el mismo patrón allá a Chihuahua o hasta Guanajuato fueron. Y no nunca fui pa allá, yo nomás a Chihuahua fui. Y el patrón que me arregló a mí el [19]62 que arreglé, ahí vivia en Tornillo, era de allá también él. Y estuve de bracero con él once años, fíjese. Y luego ya cuando ya quitaron la bracereada, él escogió a doce hombres nomás; ocupaba cuarenta, fíjese. Y ya cuando dijeron que pues ya no iba a haber de bracero, nomás a doce nos arregló y ahí nos escogió a los cuarenta, ¿no? Pero gracias a Dios que me tocó a mí y a tres hermanos, sí, nos arregló también él, nos arregló.
MP: Y ahí en Chihuahua, ¿qué papeles le pedían? Bueno, o sea se vino, se fue de aquí a Chihuahua, ¿verdad?, ¿quién le pagó ese viaje?
ES: Pues nosotros mismos.
MP: ¿Ustedes mismos?
ES: Sí, todos teníamos que pagar entonces todo el viaje.
MP: Y luego ahí en Chihuahua, ¿cómo estuvo el proceso para ser contratado?, ¿qué tuvo que hacer?, ¿cuántos días se tuvo que esperar en Chihuahua?
ES: No pues, pos yo fui con ese patrón hasta el, pues como le digo yo hasta el [19]62, duré once años, nomás en la allá por…Ya no me acuerdo de cuánto era la tarjeta que nos daban primero, cada que se cumplía, nos la renovaban y duraba un año, dos años, el caso es que, duraba algo, ¿no? Porque ellos la renovaban aquí mismo, se la renovaban la tarjeta, y cuando ya se cumplía o allá pedían, no sé, ya no me acuerdo cómo estaba eso. Entonces nos echaban para allá.
MP: ¿Para Chihuahua otra vez?
ES: Sí, pa México, póngale que a Chihuahua. Yo viví, yo vivía aquí en San Ignacio, un pueblito aquí cerquita de Caseta. Pos nos íbamos, ¿no?, pero ya ellos tenían otro, ya otra vez, el asunto pa arreglar la misma gente. Y entonces cuando ya íbamos a arreglar de vuelta, nos mandaban a, el mismo patrón nos revisaba, y nos íbamos a Chihuahua otra vez. Ya arreglábamos de vuelta y con el mismo patrón. Así era la...
MP: Entonces ustedes firmaban el contrato y luego les daban esa tarjeta.
ES: Sí, nos daban una tarjeta para ir con la…
MP: ¿Por cada cuándo era el contrato que tenían que firmar?, ¿tenían un límite o, o no tenía límite?
ES: Sí, tenía límite, pero la volvían a renovar los mismos patrones aquí.
MP: Ah, okay.
ES: Sí.
MP: O sea no tenían que ir hasta Chihuahua y luego después se les…
ES: No, hasta cuando ya que el Gobierno aquí, o el de allá, no sé, que ya no quería o que ver el, entonces nos echaban pero, o no sé cómo esté, yo creo nos echaban nomás, pero de todos modos luego luego arreglábamos de vuelta para venirnos otra vez. Se cumpliría el plazo que había para bracero, pero de todos modos nos echaban y regresábamos otra vez. El nuevo patrón nos mandaba decir, pues ahí tal día váyanse y ya, pues a pasar de vuelta, de braceros.
MP: Y, ¿ahí en Chihuahua?
ES: No durábamos mucho, por cierto allá pasábamos pronto.
MP: ¿Sí pasaban pronto?
ES: Sí, pronto, pronto.
MP: Y ahí en Chihuahua, ¿les hacían un examen médico?, ¿les ponían vacunas?
ES: No, vacunas no. Nos examinaban, ansina, nos examinaban todos, pero vacunas nunca nos pusieron.
MP: Y luego ya pasaban todo y ahí se tenían que esperar hasta que les hablaran de acá que necesitaban braceros, o, ¿inmediatamente los mandaban para acá?
ES: No, al otro día íbamos y batallábamos la primera vez para entrar y ya la segunda vez ya no batallaban, porque ahí mismo el patrón no… Hablaría con ellos y les daban listas aquí, yo no sé cómo le harían, no, el caso es que nomás nosotros íbamos y, y pos la lista que llevábamos, ellos la metían y cuando nos hablaban entrábamos y derecho con el patrón, aquí ya cuando pasábamos aquí.
MP: Y aquí, ¿a dónde llegaban?
ES: A El Paso.
MP: Sí pero, ¿a dónde? Hay un lugar que se llama Río Vista, entonces no sé si llegaban ahí, o a Fort Bliss o…
ES: Ah, sí.
MP: Me han dicho también que El Coliseo.
ES: Sí, también El Coliseo llegué yo una vez, al Río Vista ese mentado también. También ahí, donde va aquí, nomás a Caseta nunca llegué. Ahí nomás, aquí en Fabens, aquí no hay oficinas. Sí, sí a Río Vista ahora que me acuerdo, y [El] Coliseo estuve también una vez en, en también.
MP: En Fort Bliss, ¿no vino?
ES: Y ahí iba el patrón a recogernos, a cuando llegaba El Coliseo y a Río Vista también, ahí el patrón lo recogía de ahí.
MP: Y, ¿cómo era ahí cuando llegaba a Río Vista? Cuénteme qué hacían, desde que llegaban hasta que se iban.
ES: No, cuando llegábanos de allá para acá, cuando nos íbanos no, cuando nos íbanos, íbanos solos.
MP: No, sí pero me refiero a desde que llegaban a Río Vista, ¿qué procesos hacían?, se quedaban a dormir o, ¿no?, y luego ya que dejaban Río Vista.
ES: No, pues si no iba el patrón, ahí nos estábamos. Teníamos que esperarlo hasta que fuera. Y ya ahí iba, pregunta por todos, él sabía cuánta gente iba acá, ¿verdad? Ya nos nombraba a todos ahí pues e iban saliendo.
MP: Y si a ustedes no les gustaba el ranchero, si se les hacía medio marrano o algo, ¿tenían el derecho ustedes de decir: “No, no me voy con ése, me espero hasta el próximo”. O, ¿se tenían que ir a fuerzas?
ES: No, eso yo nunca supe eso. Sí hay muchos rancheros muy malos, ¿no?, pero es que gracias a Dios, el ranchero que yo tuve los once años, era muy buen ranchero, sí. Apáguele porque ahí viene este hombre a ver qué trae.
(entrevista interrumpida)
MP: Bueno, nos quedamos en que los rancheros.
ES: Ah, sí.
MP: Le tocó la suerte de que muy buenos rancheros.
ES: Sí, muy buenos rancheros, a mi…. Tenía uno que, que pues no me gustaba trabajar con él pero pues como estaba de bracero, pues tenía que estarme. Y mucho antes el bracero que se iba con otro patrón, pos se iba se los quitaban. Nomás eso fue el, pues si no querían venirse con su patrón, nos echaban para México.
MP: ¿Los echaban para fuera?
ES: Sí, porque tenían que trabajar con el patrón que le arreglaba.
MP: Y, ¿lo castigaban?, ¿ya no podía arreglar otra vez o sí podía arreglar?
ES: Sí, ya allá estando en México sí podía arreglar otra vez. Ahorita que acaben le platico una muy buena, de uno que fue a traer, a agarrar, ¿le puedo platicar ahorita?
MP: Sí, platíqueme.
ES: ¿Sí?
MP: Sí, claro.
ES: Pero nos están oyendo allá todos, ¿no?, ¿no le hace?, o, ¿quién nos va a oír, nomás nosotros?, ¿nomás nosotros nos estamos oyendo?
MP: Sí, nada más usted y yo, pero esto lo van a oír alguien más, no sé si quiera. (risas)
ES: Por eso le digo.
MP: Ah bueno.
ES: No si quiere, saber eso, y va a decir: “Y luego este por qué anda diciendo eso (risas), es cierto eso.
MP: Ah entonces, entonces como usted quiera, si quiere compartirlo qué bien, si no ahorita que terminemos, no importa.
ES: Ándele.
MP: Como quiera.
ES: Ándele, mejor de una vez. Sí, porque no, pues ahí está usted. No y sí es cierto eso y bueno, sígale, sígale y nos vamos.
MP: Okay, entonces, ¿no, no castigaban al bracero? O sea ya no…
ES: No, el que se iba con otro patrón lo echaban pa México, nomás eso.
MP: Pero, sí tenía oportunidad de volver a entrar, ¿verdad?
ES: Ah sí, cuando había otra vez oportunidad, podía a entrar otra vez. Aquí traigo un toallita me lloran mucho los ojos y estoy malo de los ojos, tengo anteojos, ahí los traigo en la troca pero no, fíjese que no me los pongo. Yo no veo, ¿pa qué?, ya ni veo con ellos.
MP: No, de todas maneras es bueno cuidarse. Y entonces ya vino el ranchero por usted, y por sus demás compañeros, y, ¿a dónde los llevó?, ¿cuál fue el primer rancho a donde fue usted?
ES: El primer rancho aquí está en Tornillo.
MP: Y cuando llegó usted allá, ¿sí era lo que usted estaba esperando?, ¿se decepcionó, o era mucho mejor de lo que usted esperaba?, ¿cómo fue?
ES: No, pos sí era lo que… Sí pues era la ilusión de todos, todo mundo, ¿verdad?, pasarse de bracero, aquí de Durango, ¿no?, no, porque se beneficiaba uno más que allá. Luego ya, no necesitaba tener trabajo de de veras con un patrón y diario de años que no le fallara para poder vivir bien. Pero si anda parando con uno y con otro pues no. Y pa agarrar otro patrón también allá, pues está trabajoso. Y aquí pues ya venía con ese patrón, como le digo yo duré once años con ese patrón. Muy buen patrón, gracias de Dios, quién sabe usted qué le diría, si era bueno o era malo, porque él se fue, el llegó. No me acuerdo qué año, pero yo ya estaba ahí, cuando él llegó, él se fue de otro rancho y ahí llegó con él. Nomás nos, y ahí duró hasta que también arregló, también él arregló también junto con, conmigo y ahí.
MP: Y, ¿qué era lo que hacía ahí en ese rancho?, ¿cuáles eran sus actividades?, ¿qué tenían que hacer?
ES: Pues pura labor, pura lo que es de la labor, puro tractor todo, tractor, anduvimos en tractores, él era tractorista yo también, y…
MP: Pero, ¿empezó luego luego con el tractor?
ES: No, no, en la labor. Yo, yo sabía trabajar ya en tractor cuando México, pero no me animaba a decirles: “Pues yo sé trabajar”. Él ya tenía sus trabajadores, ¿no?, pero ya vio cómo trabajábamos, pues ya después y, y nos dio trabajo a nosotros. A mí y un, dos hermanos más. Entramos de braceros ahí con él.
MP: Y, ¿cuánto tiempo estuvo aquí, en Tornillo la primera vez?
ES: Con el primer ranchero estuve cuatro años.
MP: Y todo muy bien, ¿no hubo ningún incidente así de, algún problema, o con el mayordomo o con los demás braceros?
ES: No, con él no, con ese primero no. Con ese que duré once años tuve problemas con el mayordomo, pero después me salí y conseguí trabajo y no duré nada con otro, aquel patrón, ese me quería no. Y creo que supe yo, él mismo me dijo, el patrón este, que le había dicho: “Oiga ese trabajador es mío”. Dijo: “¿Por qué es mío? Yo lo tengo”. “No, es mío”.
MP: ¿Se pelearon por usted?
ES: Sí, y fue y cuando se cumplió la tarjeta, porque ese patrón otro, no tuve dificultades, como le digo, con el mayordomo de él no. Y me salí, no le dije ni quién. “Dime quién”, me decía él. No, yo no, ya me voy, ya me voy, le dije. “Y donde, ¿que te quieres ir a otro rancho?, o, ¿quieres irte pa México?”. “No”, le dije, “pues sí, sí hay chanza”, le dije, “pues consígueme otro patrón”, le digo, “o me voy pa México. Pos que, yo ya con éste no trabajo a gusto”. Pues tuve una dificultad, ¿verdad? Y no dije, y quiere bueno, dijo. Me fui para México y me dijo: “Ven tal día y yo te tengo otro patrón”. Y sí vine y ya me tenía otro patrón.
MP: Qué bueno, no batalló en eso.
ES: No, nada, no. Pues sí.
MP: Entonces sí, le fue bien, que le cambiaron de patrón.
ES: Sí, me cambié de patrón.
MP: Esa fue la primera vez que fue como bracero, luego se le venció, volvió a arreglar, y, ¿a dónde fue la segunda vez?
ES: No, la primera vez con ese patrón que le estoy diciendo ese fue la última vez que trabajé, ahí duré once años con él.
MP: Ah, okay.
ES: Con el primero duré cuatro años.
MP: Cuatro, en Tornillo.
ES: En Tornillo. Y ahí mismo estaba ése también, era de ahí también. Él de ahí era, también el otro. Más bien los tres, fueron de ahí, los tres que trabajé, eran de ahí de Tornillo.
MP: Y luego, ¿qué hacían para distraerse? Porque me imagino que era muy pesado, ¿no?, estar trabajando ahí el algodón.
ES: Pos nos íbamos pa México. Nos podíamos pasar pa allá pa México. Cada ocho días íbamos y veníamos y pues sí. No crea que estábamos ahí nomás encerrados, no. Y por eso ahí y cuando fui pa California, pues estaba allá solo, pero aquí iba todos los días y venía nomás, sí.
MP: ¿Qué anduvo haciendo en California?
ES: Pues trabajé en todo lo que es fruta, hice todos los trabajos de la fruta.
MP: ¿También como bracero?
ES: Una temporada y otra de ya de residente. De residente, ahorita soy ciudadano ya, me hice ciudadano.
MP: Platíqueme de esa experiencia que estuvo en California, como bracero.
ES: No.
MP: ¿Por qué se fue allá?
ES: Pos me fui porque, no, de bracero no fui para allá.
MP: ¿No?
ES: No, de ya cuando era residente.
MP: Ah, okay.
ES: Estaba trabajando con ese patrón que le digo aquí en Tornillo, y le dije, le avisé porque… Bueno, ¿verdad?, pues si me iba mal, pos quería irme. No le dije que si me daba trabajo, no verdad, nomás le dije que, le dije mentiras, le dije: “¿Sabes qué?”, le dije, “me voy un, quiero un trabajo en California que pagaban a dólar la hora”, le dije, “y tú sabes ahorita yo… Me había echado. Es cierto, me, me había echado una droga en México, de una casa. Y le dije: “Pues fíjate, allá me pagan a dólar la hora”, le dije, “pues ahí saco lo triple que tú me pagas aquí”. “No”, me dijo, “muy bien, sí puedes irte”, me dijo, “ya sabes, cuando vengas, aquí tienes tu trabajo”, fíjese.
MP: Qué bueno.
ES: Bueno, y quería a los tres hermanos míos también. Pues, mis dos hermanos que quería mucho. Es que mi hermano, ya murieron todos, éramos cinco hermanos y ya nomás quedo yo, fíjese, de los cinco. Y mi hermano, creo era el tercero, pero era muy bueno para trabajar en México, en los tractores y le dije, por eso luego luego en cuanto hubo braceros, dijo: “Tráemelo”, decía, “los que tengas de esos tráemelos pa acá”. Pero así ya. No yo ya empecé a trabajar muy bien, manejábamos las tierras completas, sí. Por eso nos quería mucho ese ranchero. Y éste era muy bueno pa trabajar.
MP: Sí, en serio.
ES: Sí, bueno bueno era.
MP: Y platíqueme en cuanto a los sueldos, ¿no tuvieron ningún problema para recibir su sueldos?, ¿no le quedaron a deber, o no los…
ES: No, no, casi no, ni deber, ni que nos pagaban. Lo que nos pagaban, si pagaban a $3 pesos la hora en aquellos años, porque subieron, $1 dólar más por hora, pos luego luego nos lo pagaban el amigo. Subían luego luego, era como otros rancheros que se sacaban mucho, que no nos pagaban. No, este ranchero no, era muy bueno pues con nosotros, con todos.
MP: Entonces usted tampoco no tuvo problemas para mandarle el dinero a su casa, ¿no?, a su familia.
ES: No, no, no porque ni allá que estuve en California tampoco.
MP: ¿No?
ES: No, no ni a acá todo igual. Llegaba bien el dinero.
MP: Y, ¿cómo era la relación con los demás braceros? Los que venían de más del sur, ¿era bien o tenían que tratarse con cierta distancia?
ES: No, no, era igual, nos tratábamos todos, ¿los que venían de allá de otras partes? No, rebién. Y los de por allá del sur, hay un pueblo en Michoacán, se llama creo… Ahí es muy mala la gente dicen, pero como aquí no andan todos juntos como así, ¿verdad?, todos juntos como son malos, unos cuantos no son nada.
MP: Y, ¿ellos no trataban de juntarse con los de su mismo estado?
ES: No sí, pues conmigo sí porque yo nunca he sido, nunca fui pleitista ni nada de…Procuré amistad con todos, donde quiera que iba. Y al contrario, ya pasó un caso allá piscando durazno, en los duraznos. Le dije a un amigo que venía de allá que vino, andaba ahí cerquita de mí con la escalera, no sabía nada. Yo sabía, yo como cinco años allá, piscar toda la fruta. Y puso la escalera panda y le dije: “Te vas a caer”. No, me contestó pa la fregada, me dijo: “No”, ahorita con permiso de usted, dijo, “no soy tan pendejo, tú cállate”. Cuando al ratito: “Ándale, ahí esta, pa que se te quite”. No, es que puso la escalera de a tiro chueca, oiga y luego se subieron pa piscar, pues luego luego se cayó. No ya, ya no le dije a nadie nada, no. (risas)
MP: Y de menores de edad trabajando, como braceros, ¿no había?, o, ¿mujeres como braceras?
ES: No, mujeres de braceras nunca entraron ni menores de edad tampoco. Yo nunca supe de menores de edad no, nunca. Ni mujeres.
MP: Y, ¿quién les cocinaba?, ¿ustedes se cocinaban?
ES: Nosotros mismos.
MP: Y, ¿los llevaban para que compraran el mandado?, o, ¿ahí mismo les ponían…?
ES: No, nomás nosotros nos íbamos a comprar, teníamos muebles, casi todos los braceros teníamos mueble ya. Pues fíjese, donde quisiéramos ir en el mueble y, comprar todo. Iban muchos, ahí en el rancho este que le digo, iban muchos, a vender de por ahí que venían. Que por cierto lo corrió a ese amigo, era ladrón. Dijo: “¿De dónde vienes?”. “De la Siria”, le dijo. “A la fregada, ahí está tu Siria”. Lo corrió y luego ya nos dijo: “Saben que de este, de México se le da lo triple que le dan aquí”. Y lo corrió, fíjese, a la fregada. De la Siria, quién sabe dónde quedaba la Siria.
MP: Quién sabe.
ES: Me acuerdo rebién. “Vele a vender allá a la Siria”, otra vez le dijo y nos dijo: “No le compren nada a este amigo”. Le digo, les da a lo triple que le den aquí lo que compran.
MP: O sea que era árabe, ¿no?, más bien.
ES: Sí, no sí, era el árabe, de la de Siria, por allá, quién sabe que...
MP: Ahorita que hablamos en cuanto al dinero, ¿le pagaban más por trabajar con las máquinas?, o era el mismo sueldo que trabajar quitando el algodón con las manos y todo eso.
ES: No, por horas, tiene el mismo sueldo todo el tiempo. Nunca ni, pues nomás como le digo, cuando tenía así que decían que iba a subir el sueldo y esto y el otro, subía. Pero, pero el sueldo y la máquina todos era igual. En lo que trabajara era igual todo, sí.
MP: Porque tengo entendido que piscando el algodón les pagaban por libra.
ES: Ah, sí, piscando, sí. Pues ganaba uno más trabajando por horas, que el algodón, fíjese. Porque, pues no.
2do: ¡Quihúbo!
ES: ¡Quihúbo Roy!, quihúbo Roy.
2do: Voy por Justín.
ES: Ahí le borro. Párele poquito ahorita, ahí habla muy recio.
(entrevista interrumpida)
MP: Bueno, nos habíamos quedado en que era un árabe y que daba muy caro.
ES: Y vete a la Siria.
MP: A la Siria.
ES: Sí.
MP: ¿Ustedes nunca tuvieron problemas con La Migración?
ES: No, nosotros de braceros no, nunca, no. Nunca nos molestaron, pues a mí nunca, pa qué voy a decir. Usted sabe que, chance que a personas sí los molesten, pero por algo los molestan también. Yo nunca hice nada, por eso no quieren molestar.
MP: Claro.
ES: Ni mis hermanos, ni a éste que diga yo, no nunca vi nada tampoco.
MP: ¿Qué diferencia notó usted en cuanto al trato, al trabajo y al pago? Entre un mojado y un bracero, había diferencias, o, ¿no?
ES: Pues cuando era bracero aquí, fíjese que no ocupaban mojados nunca casi. Puro bracero, nomás ocupaba. Porque tenían, pues no tenían la autoridad de ocupar los braceros, por eso tenían su gente todos los patrones. Por eso todo el mojado que entraba aquí, quería agarrar trabajo que aquí nunca le daban trabajo, se iban pa allá pa adentro, pa otras partes. Como hay todavía muchos mojados, muchas partes, y aquí en que no es, sí hay, no le digo que sí hay, ¿verdad?, pero están muy escondidos, sí. Pero son, no hay ley aquí para que ocupen mojados aquí pues.
MP: ¿Su opinión, más que nada, en cuanto al Programa Bracero. ¿Sí fue bueno?, ¿no fue tan bueno, o qué le faltó para que estuviera mejor?
ES: No, de haber sido bueno, ha de haber sido muy bueno, oiga. Porque pos muchos nos, este, nos beneficiamos mucho aquí de braceros, y muchos no. Según los braceros, personas porque sí duramos mucho de bracero, y pos no está bueno.
MP: ¿Usted nunca tuvo alguna experiencia así muy mala, o algo que vio que no le pareció?
ES: ¿Con quién, conmigo o con gente que no era de aquí o esto o el otro?
MP: Sí, algo.
ES: Porque hay mucha gente que, pues sí he visto que no quieren a los mojados, ¿por qué no los quieren?, ¿qué le hace el mojado? Nada, es igual que uno el mojado, ¿que no? Trabaja igual que uno, igual trabaja más que uno, pues le granjea a los patrones. No, yo no, yo no fuera capaz de reportar un pobrecito mojado, oiga.
MP: Claro.
ES: No, no, no, sí, fíjese.
MP: Ya para terminar la entrevista quisiera que me dijera, no sé, algún comentario que tenga usted en cuanto al programa o alguna experiencia que tuvo.
ES: ¿Como de qué?
MP: Si de, no sé, en cuanto a su estancia aquí como bracero. O alguna experiencia que tuvo mientras fue bracero. No sé, en cuanto al trabajo, el trato con la gente.
ES: No pues, todo el tiempo que estuve de bracero, todo el tiempo estuve con muy buenos amigos, gracias a Dios que tuve buenos amigos. Nunca tuve dificultades. Yo estuve con un compadre de este, y un hermano de él, es como medio hermano, que le dicen, se cree como hermanos, se dicen, dicen usted en México. Y unos hasta nos decimos carnales, como hermanos, ése quisiera que fuera con él, ahí vive en Socorro vive él. Y ese y ese que está en México, uh, qué bárbaro, unos amigos pero qué bárbaro, ellos me enseñaron a mí has de cuenta una mujer, ¡hijo de la!, comidas que hacían, ¿verdad?, y yo sé hacer también mucha comida porque practiqué con ellos, pero viera qué hombres para hacer comida. Y limpios, iba yo, tenía mi cuarto, bueno no digo, tampoco de a tiro no, pero sí nos juntábamos los tres. Y oye que lo voy viendo ahí y no, pues a fuerza yo también, ¿no?, a limpiar y todo y alzar la cama y barrer y bueno todo, cono una mujer, más que una mujer. Limpiecito, limpiecito ahí como tenían los cuartitos de ahí, cada quien tenía su cuartito, no. Y digo, habemos, habemos muchos que nos levantamos y ni siquiera tendemos la cama, así nomás para acostarnos otra vez.
MP: Sí.
ES: Pues pa qué la alzamos si la vamos a acostar de vuelta.
MP: No volverla a deslazar, ¿verdad?
ES: Pues sí. No le digo, realmente no tuve no, ni una dificultad con braceros aparte de esos, compañeros que tuvimos ahí, nada nunca.
MP: Ah, qué bueno.
ES: Ni en ningún parte. Y fíjese que le voy a contar que en mi vida, yo era pero de los buenos pa tomar, y quizás ahorita me tomo una cerveza, si a caso. Como ahorita me tomé una cerveza y ya ahorita voy al baño y ya, a ver películas, a ver el programa, del…Ya hasta se me pasó. (risas)
MP: Ya se le pasó.
ES: De las mexicanas, ¿no lo ves ese programa? De los Cien Mexicanos Dijeron.
MP: No, no.
ES: No, no, ¿sí lo ha visto?
MP: Sí, he oído.
ES: ¿Sí sabe? A mí me gusta porque hasta yo mismo contesto las preguntas, cállate yo lo estoy preguntando, es esta pregunta y esta otra, digo yo acá solo. Está muy suave el programa, muchas de…
MP: Y, ¿sí le atina?
ES: Sí cómo no, pues hay muchas preguntas que sí, buenas. Y ellas no les atina y yo les digo: “¡Èsta es, ésta es!”. Y no, dice, ey.
MP: Ah, pues está bien. Bueno, pues muchísimas gracias señor Solís por el tiempo.
ES: Ándele.
MP: Y qué bueno que sí le funcionó a usted el programa, que lo supo aprovechar, y que fue para bien.
ES: Sí, pues le digo, ojalá y sí, que le iba a decir, si ve otros braceros que quieran hacer un este programa me puede hablar, ¿verdad?, por teléfono para decirle a donde venga aquí con ellos y…
MP: Sí, claro que sí.
ES: Porque aquí hay muchos que fueron braceros.
MP: Sí, claro que sí, cómo no, estaremos en contacto.
ES: Tengo amigo no, no, tengo un amigo pobrecito ya está, yo estoy malo, tengo artritis, pero gracias a Dios que no me ha pegado muy fuerte. Ahora sí me ha pegado, pero como ahora sí estoy atendiéndome bien, ya gracias a Dios ya tengo algo que no me da. Estoy tomando medicinas por cierto, que ya quiero que, que me las quiten, muchas pastillas que estoy tomando, no. Pero como me dice la doctora, tengo una doctora china, y la que me atinaba a esta cosa que me ha controlado bien. La última vez que fui, tengo cita pa abril, me dio cuando fui, ¿cuándo fue?, en enero, enero, febrero, marzo, sí. Hasta en enero fui, me dijo: “Hasta abril venga”. “¿Por qué?”. “Entonces ya pa qué vengo”, le digo. Pues sí, ya le dije: “Pues que, pues ya quíteme las pastillas, es lo que quiero que me quite”. “No es que todavía no, todavía le falta para controlar bien la artritis. No y sí sentó muy bien con eso.
MP: Qué bueno.
ES: Mira este dedo ya lo tenía aquí arriba de este, así como lo ve ahí y ya casi ya lo bajó pa abajo, ya lo bajé mire.
MP: Qué bueno.
ES: Y lo subo pa acá, y ya lo tenía así.
MP: Ya lo puede mover cuando menos.
ES: No, ya., nomás le digo, ya lo puedo bajar pa acá y este es, éste sí lo tengo desde hace muchos años desde el sesenta y tantos, y así me quedó. No, no lo puedo mover pa arriba, nomás pa abajo.
Fin de la entrevista
Interviewer
Parra-Mantilla, Myrna
Interviewee
Solis Pallares, Emilio
Location
Fabens, Texas
File Name Identifier
Solis_Pallares_ELP048
Citation
Parra-Mantilla, Myrna and Solis Pallares, Emilio, “Emilio Solis Pallares,” Bracero History Archive, accessed November 25, 2024, https://braceroarchive.org/items/show/48.