Gregorio Trejo

Title

Gregorio Trejo

Description

Biographical Synopsis of Interviewee: Gregorio Trejo was born on May 9, 1925, in Sánchez Román, Zacatecas, México; he began working with his father in the fields at a very young age and consequently never received any formal schooling; later in 1947, he became a bracero and worked in the corn, potato, and cotton fields of Illinois, Nebraska, and New Mexico.


Summary of Interview: Mr. Trejo very briefly recalls his childhood; when he was nine years old, he and his family moved to Plateros, Zacatecas, México; from there they moved to Ciudad Juárez, Chihuahua, before returning to Zacatecas; because one of the recruiting and contracting centers was in Zacatecas, Zacatecas, he was aware of the bracero program; he recalls that the governor of Zacatecas did not want workers from the cities of Fresnillo or Plateros to be hired as braceros because there was plenty of work for them to stay and do in the mines; in spite of this, he managed to have his name put on the county’s list of workers in Zacatecas; he and other braceros were transported from Zacatecas to Irapuato, Guanajuato, for medical exams and vaccinations; while being transported to Illinois by train, they had to stop because the railroad workers were on strike; he also mentions that he and other braceros had a very good insurance plan; in addition, he goes on to describe how one of his coworkers passed away while working in the cornfields of Illinois, and how the ranchers behaved both during and after the tragic accident.

Creator

Parra-Mantilla, Myrna
Trejo, Gregorio

Date

2003-03-25

Subject

Bracero

Contributor

Cristóbal Borges

Rights

Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso

Language

spa

title (Spanish)

Gregorio Trejo

creator (Spanish)

Parra-Mantilla, Myrna

contributor (Spanish)

Cristóbal A. Borges

Rights Holder

Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso

Online Submission

No

Original Format

Mini Disc

Duration

1:14;50

Bit Rate/Frequency

24 bit
96 k

Transcription

Nombre del entrevistado: Gregorio Trejo
Fecha de la entrevista: 25 de marzo de 2003
Nombre del entrevistador: Myrna Parra Mantilla

El día de hoy es 25 de marzo de 2003 en El Paso, Texas, entrevistando al señor Gregorio Trejo para la Universidad de Texas en El Paso, el Departamento de Historia Oral, Myrna Parra Mantilla.

MP: Buenas tardes, señor Trejo.

GT: Buenas tardes.

MP: Para empezar la entrevista quisiera que me platicara, ¿dónde y cuándo nació?

GT: En Sánchez Román, Zacatecas.

MP: ¿Qué año?

GT: El 9 de mayo de 1925.

MP: Bien, quisiera que me platicara acerca de su familia, de su niñez, sus papás, ¿a qué se dedicaban sus papás?

GT: Pues mi papá todo el tiempo trabajó en la labor, mi mamá en la casa, ella nunca salió a trabajar para nada.

MP: ¿Cuántos hermanos tuvo?

GT: Fuimos cuatro, ya se me olvidó la cuenta, no éra[mos], fuimos cinco no, bueno vivos, que vivimos, somos cinco. Hubo otro más, pero se murió chico. Vivimos, somos… Es más ya vivimos ya nomás cuatro porque hace poco se murió una hermana. Eran dos hermanas y tres hermanos y ya, ya ahorita ya nomás quedamos dos hombres y una mujer, quedamos tres.

MP: Y su niñez, ¿fue a la escuela o a qué edad empezó a trabajar?

GT: No, fíjese que escuela yo casi no tuve. No, yo empecé a trabajar, pos desde que tenía como unos, pos unos trece años.

MP: ¿En la labor?

GT: Sí, sí, por muchos años trabajé con mi papá.

MP: Y las tierras que ustedes tenían, ¿eran propias o las rentaban?

GT: Pos, ¿sabe qué?, más bien eran rentadas, el Gobierno las rentaba.

MP: Y, ¿cómo se dio cuenta usted del Programa Bracero?

GT: No, pos sabe que ahí en mero Zacatecas en la capital del estado, jue uno de los centros que estuvieron contratando gente en ese tiempo y pos ya allí de donde vivía yo… Ah, mire quería decirle otra cosa, yo mi nacimiento fue en Sánchez Román, pero allí viví nomás hasta como a la edad de más o menos nueve años. Yo me vine a, pos me trajeron a Plateros, que es también de Zacatecas, ya allí viví hasta 1900, no.

MP: ¿Me permite tantito?
(entrevista interrumpida)

MP: Sí, discúlpeme estaba platicando de que desde chiquito se lo llevaron a Plateros, Zacatecas.

GT: Sí, sí, a mí me llevaron de nueve años y allí viví hasta 1954. En ese tiempo me vine a Ciudad Juárez y ya ahí viví como siete años, más o menos y ya de ahí me vine para acá.
MP: ¿Pero entonces usted supo del programa allá en Zacatecas?

GT: Sí, con los braceros.

MP: ¿Cómo se dio cuenta?

GT: No pos sabe que la, es que un amigo mío fue a arreglar un negocio a Zacatecas y allá se dio cuenta. Entonces volvió a Plateros y, pos sí pos, éramos amigos muy conocidos de confianza y entonces ya me dice: “Oye, fíjate que en Zacatecas están contratando gente pa Estados Unidos, ¿vamos a ver si nos contratamos?”. “Y, ¿tú cómo supistes, o dónde está o qué?”. Ya me dijo dónde era él, pos ya era el lugar que, como yo, pos sí, allí Zacatecas también lo conocía de muchos años, ya me dijo dónde, era un teatro que se llamaba el Teatro Calderón. Allí era donde estaban contratando la gente. Entonces ya: “No, sí”, dice, “hay muncha gente allá”. Bueno, pos fuimos. Y sabe que por cierto, dilatamos algo pa contratarnos porque estaban pidiendo así unas listas de los municipios y sabe que de allí de Plateros y Fresnillo no quería mandar gente el Gobierno, porque como allí había mucho trabajo de mina por muchos años, entonces decían que la gente no tenía necesidad de salir, que el que quisiera trabajar, podía trabajar allí en la compañía minera, que no había necesidad de salir uno pa afuera y…

MP: Sí.

GT: Entonces ya, pos no, vimos que estaba un poco difícil. Entonces ya, sabe que ya yo me di cuenta y recordé pos mas bien, que ahí en mero Zacatecas estaba un señor que él, pos trabajó así, tuvo algunos puestos en el Gobierno. Que yo me acuerde, jue como jefe, algo así de tránsito de Fresnillo y en Zacatecas. Se llamaba Ricardo Maldonado y era pos muy amigo de mi papá. Entonces le dije al amigo: “Mira”, sí con el muchacho que andaba, “¿sabes qué?, vamos a ver a un señor a ver si con, muy amigo de mi padre, a ver si nos puede ayudar él en algo. Aquí tenemos que buscar quien nos ayude si no, no pasamos”. Pues juimos y lo miramos, lo entrevistamos, ya le hicimos saber el negocio y todo. Y entonces dice, pos él tenía muy buenas amistades allí, dijo: “Bueno”, dijo, “miren”, cuando juimos allí eran así como las diez, once de la mañana. Dijo: “Vénganse así como a la una o dos de la tarde y entonces ya los puedo atender. Chanza que ahora mismo váyanos o yo ya les digo a qué horas vamos mañana, porque necesitamos de ir allá pa hablar yo con él”. Un señor que se llamaba Navarro, que era mexicoamericano que era el que estaba contratando la gente. Y pa adentro ya había más puros americanos y entonces ya, porque era mucha la gente que había. No, pos ya fíjese que sí, sí nos ayudó él, ese mismo día nos llevó y ya estuvo, ya habló con el señor Navarro y entonces nos, pos sí, nos tocó suerte y arreglamos, en ese día bueno, arreglamos una parte y el siguiente día ya acabamos de arreglar lo que, pos sí, lo que se necesitaba. Y entonces de allí ya nos mandaban como si arregláramos. Hay veces que arreglaba uno sus documentos ahí, los que le tocaban ahí y luego ese mismo día nos mandaban a Irapuato, a pasar un examen allá. Allá pos nos estaban más bien el resto de la noche, al siguiente día ya nos mandaban para acá. En el tren nos transportaban como ya de Irapuato a Ciudad Juárez, en el de Juárez y entonces de allí, y bueno más bien hasta el puente, ahí nos bajábanos de aquél y nos subíamos en éste y éste nomás nos movía poco. Y luego ya nos ponían unos camiones y nos llevaban a un lugar que está para acá, pos era también un centro de contratación que se llama, se llamaba Dell City. Entonces ahí, a pasar los rayos X y pos así más preguntas que nos hacían, usted sabe. Y de allí ya cuando ya también arreglábanos lo que teníamos que hacer ahí, entonces allí era onde ya repartían la gente porque iban los patrones a pedir la gente ahí. Y de ahí pos sí ya entonces era cuando, ya se iba uno pos según a donde lo llevaban, iba uno a trabajar. Y sí estaba, bueno pos que el tiempo que había trabajo con el patrón ese y ya cuando él ya no tenía, entonces nos avisaban pa que nos arrimáranos al pueblo que estuviera más cerca para movernos a otro lado. Nos movían a veces en avión, en tren, en camiones, pero nosotros no teníanos que pagar nada de esos pasajes, nosotros nomás cumplíanos con arrimarnos ahí a la hora que nos decían y pos ya de ahí nos subíamos. “Ahora sí, ¿pa dónde vamos?”. “Quién sabe”, hasta que llegábamos sabíanos a qué lugar íbamos. Y la primera vez que vine duré como ahora, vine en mayo y regresé para México en diciembre, el primer año que vine.

MP: ¿En qué año fue?

GT: ¡Ay!, pues fíjese que eso sí está difícil, ahora verá…

MP: ¿En el [19]54 sería, antes?

GT: No, el [19]54 fue cuando me vine de allá para Ciudad Juárez, pero eso jue mucho antes.

MP: ¿En el [19]49?

GT: ¡Ah! Ahora sí ya me acordé. No, sabe fue en 1946.

MP: Ah, okay.

GT: No, pero fíjese que nomás de esa fecha me acuerdo, como fue el primero. De los otros pos no, no ya no.

MP: Y, ¿a dónde fue esta primera vez?

GT: La primera vez fui hasta, bueno el estado se llamaba Illinois, Indiana ahí estuve un tiempo, en el estado de Illinois. Después en Indiana y luego que es, ese pertenece a Illinois, entonces después en un lugar que se llamaba Omaha, Nebraska es otro estado. Ahí fue cuando estuve, ahí jue lo de la primer vez.

MP: ¿Qué estuvo haciendo ahí en Indiana primero?

GT: Pos mire, ¿sabe qué?, allá en Illinois piscábamos elote, quitarlo así de las cañas, cargar unos carros que nos arrimaban y de ahí los levantaban a una fábrica, la compañía pa, pa embotarlos, pa arreglarlos ya ellos, pero nosotros nomás lo… Pos sí, piscarlo así. Ahí estuvimos como, pos sería como unos tres meses por ahí, más o menos, pos sí en ese trabajo. Y allá en Nebraska piscando papa así también ya los últimos meses del año.

MP: Ahorita me platicaba usted que cuando iban a ser contratados ahí en Zacatecas, que era por medio de las listas que les mandaban los ejidatarios, ¿cómo eran esas listas o quién levantaba esas listas?

GT: ¡Ah! Sabe que eso era, bueno cómo le diré, pos sí, uno así de los pueblos chicos, era más bien como por ejemplo, como ahí sale así los auto, como allá, pues allá en Zacatecas se usa como así en los pueblos chicos que hay como la autoridad, que hay la única autoridad que hay, son tres señores como, pues, ¿cómo le dijera?, como que a ellos le decían el Comisario, el primero, el segundo y el tercero, entonces ellos son, sabe que la, ¡ah! Me pregunta a ver cómo hacíanos pa agarrar esa tierra o para…

MP: No, para las listas en donde ponían a la gente que se quería ir de bracero.
Me comentaba que había unas listas de los municipios con los nombres de las gentes que se querían ir de braceros.

GT: Sí.

MP: ¿Cómo les hacían?, ¿quién llenaba la lista?, o por medio del Gobierno mexicano o, ¿quién?

GT: Mire, esas listas las hacían así algunos de así de pueblos chicos de ellos, pos como ahí pasa a lugares que casi que es pura gente conocida. Entonces la llevaban al municipio como ahí el municipio más cercas era Fresnillo, Zacatecas, venía ahí y ahí se las firmaba el Presidente Municipal, era el que le daba la validez. Entonces ya esa firma la llevaban a Zacatecas donde estaba la contratación, así pues sí así entraba la más de la gente cada quien a sus municipios a donde correspondían. Nomás, sabe que muchos que andábamos así libres, que no estábanos en ninguna lista, pos uno hacía su lucha de pasar como Dios lo ayudaba.

MP: Y entonces usted también me platicó de que habló con un señor Navarro.

GT: Sí.

MP: Este señor, ¿qué puesto tenía?, ¿era representante del Gobierno Americano?

GT: Sí.

MP: Era el que manejaba, el administrador de todo ese centro, o, ¿quién era?

GT: Sabe que él era, sí él era, bueno tengo entendido que sí era porque él hablaba inglés también. Creo yo que era pos de aquí, también. Estaba, ¿sabe qué? Mire, era un corralón grande donde estaban así contratando y había una puerta grande con una madera así atravesada y ahí tenían soldados así de los federales.

MP: ¿Mexicanos?

GT: Para detener a la gente, porque querían meterse a la brava, pos a cual más, todos querían arreglar pronto. Entonces ya cuando ya, entonces ahí llegaban los representantes que llevan su lista y ya les decían cuando las arrimaba, ya se arrimaban y empezaban a hablarle, entraba su gente, al rato otros y otros así, hasta que se acababa el día. Entonces, todos tenían que pasar por ese señor Navarro, porque ya cuando metían su gente entonces ya ahí estaban ahí con él, entonces ya le: “A ver préstame tu lista de las personas que acabates a pasar”, ya se las presentaban ellos. Y más adentro así ya donde había oficinas que arreglaba uno más cosas, como ya dónde vivía, la dirección, todo eso, a quién le iba, pos sí a escribir, hijos, las esposas, sus padres así cuando ya pasara uno. Entonces ya había más americanos que estaban ahí, ahí que tenían un, pos uno así un, como un intérprete que nos, pa hacernos entender con ellos. Ya nos hacían ellos preguntas también ellos estaban escribiendo ahí. Por ejemplo que qué era el, que cuál era nuestra intención de pasar para acá, o que quién nos había… Quién nos decía que había acá trabajo o algo, así cosas de esas ahí, más o menos y pos así se daba uno cuenta, usted sabe por, pos a veces por el periódico o cosas así que publican y todo. Mira como, fue así como nos dimos cuenta. Y luego pos sí, que como ahí era lugar que pos ahí nomás, sí había mucho trabajo en la mina, pero pos no todos querían trabajar en eso. Ya había mucha gente pues necesitada de trabajo, que trabajaban en la labor pero ese trabajo es nomás de tres meses en el año y en el otro tiempo ya no hay nada qué hacer, se amontona mucha gente, había gente, cantidad ahí. Sufría uno ahí pa entrar pero, pero entraba como quiera que fuera, porque hasta eso luego hay una cosa que los, pues sí los americanos sí atienden bien a uno, le voy a decir una cosa, tienen atención. Yo desde entonces me di cuenta lo que sí, pos son muy concientes como, bueno al menos yo los que me tocó tratar eran buenas personas, ya le digo.

MP: Y entonces, ¿usted nunca tuvo problemas con los americanos que estaban ahí tomándole los datos?, o sea, ¿ellos sí se portaban bien con ustedes, sí tenían buena organización?

GT: Sí, no pos sabe que no, pues porque la… Pos bueno, yo le voy a decir una cosa que al menos conmigo no, porque es solamente que le saquen así como un reporte a uno así malo. No pos yo le voy a decir una cosa que… Mire, yo tan, bueno pos tan buena suerte he tenido ahorita, simplemente en una cárcel, fíjese. Ya tengo, ya voy a cumplir ochenta años y todavía no se llega el día que caiga yo a una prisión, ni aquí ni en México. Y allá viví muchos años y aquí también ya bastantes viviendo. Yo digo que ese es, pos simplemente cuando no, como dice uno: “No tiene qué le saquen”. No le sacan nada, yo nunca tuve problema por eso. Aquí anduvieron preguntándose lo que, bueno lo que te… Como le digo, así lo que se trataba de ese negocio mismo, si contestaba uno, que ya te escribían y esto que lo otro, y, ¡zas, zas! Ahora sí: “Mira véte ahí, ahí pasas a aquella mesa”. Le hacían a otro las preguntas y así va uno hasta que salía. Ya ahí cuando entraba uno, cuando pa allá pa, ya con el señor Navarro para adentro y ese día le daban comida por parte de los, pos sí, de los americanos, les dan comida y luego nos echaban un lonche en la noche que nos íbanos pa Irapuato. Allá a otro día, nos daban el almuerzo, la comida y ya de ahí nos mandaban pa acá, pero ya todo era por ellos, nosotros no teníanos que gastar nada.

MP: Y, ¿cuánto tiempo se estuvo ahí en Zacatecas para que le tocara su turno y que pues como quien dice lo contrataran como bracero?, ¿cuánto tuvo que pasar?

GT: Pues fíjese que siempre la… Pos más o menos como una semana.

MP: Y, ¿cómo le hizo en esa semana?, ¿dónde durmió?, ¿qué comió?

GT: Pues yo traía dinero.

MP: Ah, okay.

GT: Sí, yo pasé, bueno es pronto, ¿ve? Yo pasé pronto, ¿ve?, yo y otro amigo. Porque le digo que tuvimos la ayuda de ese señor y él nos hizo llegar hasta adentro. Ya llegando allá con el señor Navarro, era como decir ya arreglamos. Otros pobres batallaban bastante porque no tenían quién les ayudara y luego la… Pos sí usted sabe, pos no les gustaba así arrimarse muncho porque ahí sufría uno pisadas, sufrían y toda esa cosa. Porque tenía uno que arrimarse lo más que se pudiera a la puerta, ahí había unos carros de tren así que estaban solos ahí, se subían arriba nomás como que estaban viendo a la gente. ¿Cuándo iban a arreglar así? Se les acababa el poquito que traen y se iban pa su casa a contarle a la señora: “No pude arreglar”. ¿Pos qué iban a arreglar así? No, yo no, yo cuantas veces iba luego luego informaba a ver con qué personas podía arreglar. Y luego luego me pegaba, me pegaba y siempre Dios me dio licencia, nunca me quedé en México que dijera: “No pude arreglar”. Todas las veces que fui, pasé pa acá.

MP: ¿Cuántas veces pasó para acá?

GT: Pues fíjese que no, bueno, no tengo pos así seguro, pero más o menos yo creo pasé como unas diez veces. El último año, bueno sí pues es el, ¿cómo le dijera?, el último contrato que duré fue como tres años, porque entonces ya fue como al, el [19]62 que ya nos echaron a todos los que estábanos así contratados pa México ya por orden de los dos gobiernos. Y entonces ya nos, como a fines, sí, ya aquí en el, en el diciembre ya nos echaron a todos para México en 1962. Ya me estuve allá hasta que arreglé la residencia.

MP: Qué bien. Y cuénteme acerca de Irapuato, ¿cómo era ahí el centro de contratación?, ¿llegaban primero ustedes, bueno ustedes ya cuando los habían contratado en Zacatecas?

GT: Sí.

MP: ¿Les daban algún papel o algo?

GT: Sí.

MP: Y, ¿ese lo tenía que presentar en Irapuato?

GT: En Irapuato.

MP: Y, ¿ahí cómo era desde que llegaban hasta que salían? Platíqueme de eso.

GT: No pos sabe que nos tenían un lugar como, así como, ¿cómo le dijera?, preparado para nosotros. Ahí teníanos, ¿cómo le dijera?, era una forma como un hotel algo así, ahí teníanos lugar para dormir, una o dos noches que duráranos y había restaurán también para… Ahí esa comida sí la teníanos que pagar nosotros ahí ya, pos si una o dos según, o tres, las que estuviéranos ahí. Entonces ya que sabe que le urge que poco durábanos porque pos es que estaban necesitando la gente rápido acá, sí nos estaban mandando pronto. Allá nomás pos sí nos chequeaban así usted sabe el, pos sí un examen así no muy, ¿cómo le dijera?, pos pasajero, que estaba fácil así, nomás que nos sentáranos así rápido, así a ver si nos podíamos mover bien las piernas, que no las tuviéranos falla, los brazos, así esa cosa.

MP: ¿Eso era en Zacatecas?

GT: En Zacatecas y allá en Irapuato, pues también casi nos hicieron lo mismo, y no pues sabe que ya, bueno, aquí era donde era más, porque era, sí ya los rayos X. Ese pueblo se llamaba Dell City, un pueblito chico que ese lo hicieron ahí nomás provisionalmente por el tiempo que hubo contratación. Ya ahorita ya no existe y pero no, pos todo era, pos, ¿cómo le dijera?, no era difícil, todo estaba fácil así de modo que no sufriera mucho la gente.

MP: Y les pusieron algunas vacunas allá en México, ¿no los vacunaron?

GT: En Irapuato.

MP: ¿Sí?, ¿qué vacuna era?

GT: Pues fíjese que eso sí no me acuerdo, pero lo que sí me acuerdo que era una vacuna muy dolorosa, fíjese. Yo me he vacunado munchas veces en mi vida y nunca he sentido un dolor tan fuerte con… Y todos mire, tráibanos el brazo todos así, porque nos vacunaban así. Pero haga de cuenta que es parte de la tarde y de la noche, bueno hasta en la mañana. Yo hasta noté, ya ve, porque ya me recordé que estaba dormido, que me empecé a estirar. “¡Ay!, ¡Ah caramba!, ya puedo mover mis brazos”. Porque haga de cuenta que se lo lastimaba uno. Sería la sustancia, pensaba, porque el piquete era como un natural, yo creo esa era la esa ahí. Sí, a todos nos vacunaron en ese cuando llegábanos allá. Nos formaban, era lo primero que nos hacían, la vacuna.

MP: Y, entonces, ¿los transportaron de Irapuato a Juárez en tren?

GT: Sí.

MP: Y en ese tren, bueno, ¿a ustedes les permitían llevar cobijas, cambios de ropa, navajas o algo para trabajar?

GT: Sí, lo que quería uno traer, claro que sí. Eso nomás así, sí lo más necesario, porque comida no, todos saben que allá en, ya en Irapuato ya cuando pasaba uno todo, ya lo subían al tren. Entonces ya el Gobierno este venía costeando todo, la comida, todos los gastos ya de uno. Ya desde Irapuato pa acá ya no gastábanos nosotros nada. Sí, ya todo nos daba el Gobierno

MP: Y en ese tren en el que viajaron ustedes, ¿sí estaba bien?, ¿tenían asientos o eran así de esos cargueros?

GT: No, no, era tren así de pasajeros. Pos sí, pos yo no sé cuántos trenes habrá en México, pero pos yo me acuerdo haber conocido se me hace que nomás uno. Casi lo más de los años que ahora creo que ya hasta lo vendieron. Pero sí estaba más o menos bien.

MP: Y aquí cuando llegaron ya a Juárez, ya para cruzar el puente, ¿ahí en el puente también les hicieron alguna otra revisión o les hicieron otro examen médico o tuvieron que llenar otros papeles?
GT: No, ahí no, ahí, ahí no. Donde tuvimos que hacer otros papeles ya fue acá en Dell City, este pueblito que estaba acá ahí. Y ahí ya, sí pero aquí pos la dirección de allá y los nombres así al… Fuera casado, la esposa o los padres, a ver alguien, porque también teníamos muy buena aseguranza en caso de algún accidente. A quién le… Pos sí, como pos no sabe uno, ve. Como un compañero de nosotros se mató en el trabajo allá, toda la familia recibieron muncho dinero le mandaron.

MP: ¿Cómo pasó eso, cómo murió?

GT: Sabe que este señor era, a veces, le voy a decir que a veces uno no tiene la culpa, como esa vez él tuvo, él fue el culpable. Sabe que era cuando andábamos piscando elote, sabe que la compañía nos llevaban en unos camiones a las labores a onde piscábanos el elote. Entonces de allí, había otro, en la tarde mandaban a otro pa que nos trajeran al lugar a donde vivíamos. Pero muy… Pero a veces pues se dilataban, usted sabe, una media hora o una hora más de lo que nosotros esperábanos pa llegar. Y entonces cuando ya acabábanos de piscar el, pos sí, la cantidad que teníanos que piscar diariamente, movían esos carros pa la yarda al lugar en onde nosotros estábanos viviendo; porque era muy grande ahí, ahí teníanos lugar para vivir todos, éranos como unos tres mil y luego estaba así pa acá la fundición en onde estaban trabajando todo ahí. Y sabe que ese señor se le hizo fácil subirse en un carro que traiba, que estaba lleno de elotes por no esperarse a que llegara el camión. Y esos carros cargados de elote, pos sí también los puchaban así con tractor, es lo más efectivo y pos seguro. Cuando en algún bordo del camino saltó algo el carro y éste se cayó pa abajo y pos ahí se mató. Y esa jue la, el caso del accidente de él. Bueno, por eso pos sí yo, todos pensamos, bueno, no dijimos nada, pero que él había hecho la culpa, porque el no debería de haberse subido ahí. A él se le figuraba que iba a llegar pronto y llegó hasta más tarde, porque donde iba a caminar más recio el tractor que, que un camión. Y el camión se, pos es como todo, se dilató porque estaba retirado, pero llegaba y luego luego, ¡vámonos!, y pos era muy seguro. Pero él comió ansias, como decir uno así ese día fue su, pues como dice uno, su ruina, que ahí perdió la vida.
MP: Y el ranchero, ¿cómo actuó?

GT: No pos sabe el que la, es que ahí había… No, pos sabe que la, ¿cómo le dijera?, pos sí porque era una compañía de rancheros, ellos se, pos sí lo, ¿cómo le dijera?, lo recogieron, lo llevaron a un hospital y ahí estuvo hasta que lo sepultaron. Avisaron a su familia y ahí descubrieron, pos sí, porque traía, pos traen todos papeles de uno. Descubrieron la dirección de él y de los familiares, entonces ya le, pos sí más o menos. Pues yo no sé si figurarían el tiempo que trabajaba uno o algo así, porque eso sí, pos no se daba uno cuenta exactamente cuanto dinero le dieron, ¿verdad? Pero pos así porque algunas veces, pos dimos más o menos cuenta que sí le había, sí le había ido más o menos bien, o sea a la familia. Y ya le digo así, pos sí, porque ahí porque le digo la… Eran, ¿cómo le dijera?, como muchos patrones ahí, era una compañía ahí de puros hombres. Y ellos tenían sus lugares así aparte en donde tenían todos sus negocios grandes, todo. No, pero pocos salíanos del trabajo, nos recogían ahí al lugar a donde vivíamos, a dormir y todas esas cosas, a otro día al trabajo y así, como el quiera.

MP: Y a consecuencia de eso, ¿a ustedes les pusieron reglas de que no se tenían que subir a los tractores?

GT: Sí.

MP: O los rancheros, ¿fueron más estrictos con ustedes en cuanto al trabajo?

GT: Sí, sí y luego nos daban también así papeles pa que leyéramos. Nosotros ya sabíamos todo lo que teníanos que hacer, que no nos subiéranos. Pos le voy a decir una cosa, el tiempo que estábanos contratados acá no teníanos que subirnos a ningún camión que no fuera así de la misma compañía, en un avión y todo eso. No podíamos andar en otra clase de muebles, porque si nos pasaba algo, la compañía no se hacía cargo en esas partes. Pa hacerse cargo ellos, porque ellos, es que ellos ya nos tenían así todo adecuado para movernos, como así cuando queríanos ir a los pueblos así a hacer compras o algo, avisábanos ya nos decían, pos sí, nomás júntense siquiera unos diez o más si por bien es. Ya nos ponía en un bus y, sí estaba cercas el tren, también en el tren nos mandaban en su momento.

MP: Okay, entonces ahora cuénteme de la primera vez que estuvo ahí en Dell City y que lo contrataron y que se lo llevaron a Illinois.

GT: A piscar elote.

MP: Al elote, ¿fue en avión?, o, ¿cómo se transportaron hasta allá?

GT: Nos llevaron, esa vez nos llevaron en el tren. De aquí de El Paso hasta allá nos llevaron en el tren.

MP: ¿Cuánto tiempo hizo?, más o menos.

GT: Pos no, fíjese hicimos como unas, más o menos como unas treinta y cinco horas. Y sabe que hicimos más, bueno eso hacíanos en el puro, así sin parar. Pero es que tuvimos que parar también, porque cuando llegamos a un pueblo, nomás que no recuerdo el nombre, se paró el tren porque se estalló una huelga de los trenes y ahí nos tuvieron en un campo militar como tres días. Sí, y ya en cuanto se arregló, nos movieron y ya nos llevaron hasta allá hasta a donde íbanos a trabajar.
MP: ¿Qué edad tenía en ese entonces de la primera vez que se fue?

GT: Ora verá, fue en 1946, yo nací el [19]25. Usted puede sacar la cuenta más pronto, ¿no?

MP: Sí.

GT: Tiene más cabeza.

MP: Tenía, ¿qué? Unos…

GT: Dieciocho.

MP: Sí, veinte años, diecinueve.

GT: Sí, sí exactamente veinte años y, sí tenía veinte años, ahora sí ya me acordé, porque sabe que querían veinte años cumplidos, o veintiuno. A más chico no les dan a uno.

MP: Y, ¿estaba soltero?

GT: Sí, estaba soltero. Y yo no tenía todavía entonces los veinte años, tenía apenas como dieciocho, dieciocho o diecinueve. Entonces, no pos a mí y a varios, entrábanos y nos echaban pa atrás por la edad. Y entonces ya preguntó un señor: “¿Quihubo?, ¿ya arreglates?”. Que era del mismo lugar en donde yo era. “Yo, ya sí, no”. “Nombre no, fíjate que no”. “¿Por qué?”. “Nos están echando pa fuera a todos los menores de edad porque no tenemos veinte años cumplidos, entonces de veinte a veintiuno”. Me dijo: “Mira, ¿sabes qué? Y, ¿tú cuántos tienes?”, pos ya le dije. Dice: “Mira, ve allá a la tienda de las Montaño ahí en mero Zacatecas”, había una tienda de una zapatería, que eran de unas señoras que eran de Plateros, de donde yo era, vivía ahí. Dijo: “Ve ahí con las Montaño y diles que te borren la, bueno los años que traiga ahí y me pusieran”. Pues creo porque era necesario nomás uno o dos, pos no sé si los dos números. Nomás el caso tenía que ser con la misma color de tinta que estaba hecha la acta de nacimiento y todo y que no se note mucho, que no raspe mucho. Bueno, pos en allá en México se valen muchas cosas, entonces, al menos allá sí, en esos años sí, ya fui bien y entonces: “¿Quihubo, qué problemas traes?”. “Yo, a ver señora”, no ya fue y se metió a una oficina ahí. Ya como unos quince minutos dice: “Mira, aquí está completito”, dice, sí que no se notaba nada. No, entonces ya me vine, al siguiente día nomás hablé, vámonos pa adentro, ya no me paraba nadie y así me aventé un año yo ahí, de un día pa otro. (risas)

MP: Mírelo.

GT: Oiga, a veces es necesario las mentiras.

MP: Claro.

GT: Bueno, como en ese caso sí, ¿ve? Y pos es que, si no, no había pasado, me había faltado como unos dos años todavía y yo quería pasar ya. Y no, fíjese que sí le conviene, sí le costeaba a uno. Yo me jue vete, muy bien cuando, bueno todas las veces, digamos la primer vez, no que la yo, fíjese que allá cuenta la gente muchas cosas, decían que nos iban a llevar a la guerra, entonces ya había la, una, la Guerra Mundial que estaba grande ahí. No es cierto, ¿pa qué nos llevaban?, si nosotros no hablábamos inglés. Una gente que no sepa inglés no lo llevan a la guerra aquí. Si sabe, pos en vez de ayudar les hace males como hablarle a una criatura, ¿pos qué les contesta uno?, y luego que en eso quiere las cosas rápido. Fíjese que ahí en, al pasar por la estación se llama, bueno la Estación Fresnillo la llaman, ahí en onde pasaba el tren que estaba más cercas de donde yo vivía, iban pos si le decían a uno que le avisara a uno a sus familiares pa que si querían irse a despedir de uno ahí, de Fresnillo y de Plateros. No, pos fue mi papá nomás y muchos, pos yo no estaba casado todavía, mi mamá no quiso ir. Entonces, muchos sí iba la esposa o algo. Bueno, fíjese que unos señores ya se andaban matando porque la señora: “No te vayas viejito”. Y se le abraza y que esto y que lo otro y que fue y que vino, y luego venía un hermano, él taba más grande: “Sí, sí cómo que no”. “Y que nos vamos a ir a trabajar, aquí no tenemos trabajo”, nomás decía. Pues entonces éste se puso tan nervioso entonces, ya empezó a caminar el tren, estaba al pasito, se le hizo fácil brincar por una ventana, por loca la señora: “No, que fíjate que los llevan a la guerra y que allá los van a matar. Ya no lo vas a ver y ya no vas a volver, ya no vas ver a tus hijos”. Y que esto y que lo otro, ¿qué hacían? Ahí era donde ya se andaba matando Álvaro, pero el tren ya no se paró, dónde le iban a hacer caso a él y ahí se quedó ahí. ¡Nombre!, nos venimos pa acá y nombre que traga, nada de lo que platicaba la gente allá. La guerra la oye uno platicar como, pues como ahorita aquí usted sabe, pos sabrá Dios dónde está, así nomás. Pero, ¡nombre!, no hubo quién nos molestara para nada.

MP: ¿Usted venía con miedo para acá por eso de la guerra o cómo iba a ser el lugar en donde iba a trabajar?

GT: No, fíjese que yo no. Yo no porque ya, pos no, a pesar que todavía no sabía nada porque era la primer vez, pero yo no sentía temor. Ahí esta bueno, pos al último pos bueno, pues como dice el dicho: “Pos si ya me toca pos ni modo, pos qué tiene”. Pos nunca supe ni dónde era eso, ni nada. Y entonces nomás que fue la primer vez. No, después seguí viniendo y viniendo y, ¿sabe qué?, después pasó el tiempo, pasaron muchos años pa cuando arreglé la residencia, entonces ya. Pues sabe que me detuve porque entonces pos ya me quise casar. Dije: “Pos ahora sí tengo que tener un trabajo aquí estable, ¿pos cómo voy a andar vuelta y vuelta?, mejor aquí”. Me metí a trabajar a una compañía minera que estaba ahí, ahí trabajé diez años.

MP: ¿En dónde?

GT: En Plateros, Zacatecas. Y ahí ya a los diez años, ya me retiré de ahí. Después me vine pa Ciudad Juárez y de ahí pa acá, y así, ya me quedé aquí pa siempre.

MP: Y, ¿cada cuándo iba a México cuando estaba de bracero?

GT: No pos sabe que las… Hasta que se acababa el contrato. Como la primer vez fueron nueve meses lo que duré, luego casi ya ya nomás eran de seis meses, eran más chicos, seis meses era lo que estaba uno allá hasta que se le cumplía el contrato se volvía uno a venir. Porque si se venía uno antes, entonces pues era la ley aquí en Estados Unidos, que como aquí el que violaba uno la ley. Bueno, viniéndose sin motivo usted sabe, nomás porque decir: “Yo no quiero trabajar, ya me voy pa México”. Entonces ya no podía volver a pasar, porque entonces ya quedaba un reporte ahí en la frontera. Pos aquí en cualquier frontera de La Inmigración, ya no podía pasar uno ahí, no. Y si cumplía su contrato podía pasar cuantas veces pudiera y no, yo fui todas las veces, cumplí mis contratos.

MP: ¿Nunca le dio por arrepentirse? De que en algún lugar lo trataron mal o que el trabajo estaba muy pesado, no le pagaban bien.

GT: Pues fíjese que, que mire le voy a decir que no. Porque mire, el trabajo pues sí taba pesado porque como le digo, era puro trabajo así de labor, agarraba mucho sol todas esas cosas y, ¿sabe qué?, mire, sí nos pagaban. Bueno, digamos como comparando como los de aquí, sí nos pagaban poco menos pero lo bueno es que uno no hacía mucho caso porque uno en México pagaban… como aquí siempre por mal que nos pagaran, nos pagaban tres veces más que lo que podía uno ganar en México. Para nosotros estaba bueno y luego teníanos buenas aseguranzas también y así. Y, ¡no!, fíjese que no, yo [es]tuve a gusto en todos lados, luego así la, pos no tanto así como con los patrones que trabaja uno. Nomás portándose uno bien, no hay quién lo moleste porque no les daba uno motivo. Por ejemplo, me ordena: “Mira, vas a hacer esto en un día o pa dos o pa toda la semana”. Ahí me estaba hasta que terminaba. Ya ahí terminaba y ya iba y avisaba: “¿Ya terminaste?”. “Pues sí”. “Bueno, ahora vas a hacer”, y así. Y nunca, nunca, pos nunca tuve problemas nada, mire.

MP: ¿Cuánto le pagaban, más o menos?

GT: Pues mire, en el estado de Nebraska y allá en Illinois nos hacían un… más o menos. Bueno, ya le digo, nos pagaban así, nos pagaban como pos póngale como unos $60 dólares a la, como $30 dólares a la semana. Como $60 dólares cada quince días nos daban. Y después ya, los últimos tres años que estuve aquí en Nuevo México, ahí nos pagaban $0.55 centavos la hora, ahí duré tres años en las, ahí en un lugar donde, cerquita de Las Cruces, Nuevo México.

MP: ¿En el algodón?

GT: Sí, sí, ahí era puro algodón.

MP: ¿En qué partes estuvo?

GT: ¿Aquí?

MP: Sí, en todo Estados Unidos, ¿en dónde estuvo, en qué estados estuvo?

GT: Bueno, así nada más se…

MP: Estuvo en Illinois, en Nebraska, Nuevo México, ¿qué más?

GT: Pues nomás en esos lugares.

MP: Y, ¿siempre lo trataron bien en todas las partes donde usted estuvo?

GT: Fíjese que sí.

MP: ¿Nunca tuvo problemas? De que estaban muy este, si hacía mucho frío o que tenía mucha, que había mucho calor que no tenían así acondicionada las cosas.

GT: Ah, cosas sí. No, fíjese que a nosotros nos adecuaban las casas así. Mire, nosotros ya cuando llegábamos ya nos tenían y principalmente loza nueva para cocinar. Y el primer, como a los… Bueno, la primer quincena que digamos que trabajábanos, como luego sabían que no llevábanos dinero, el patrón nos daba, nos llevaba a la tienda y agarrábanos ahí que agarrábamos la comida que más o menos figurábanos pa dos semanas. Y no, pos fíjese que… Porque yo trabajé hasta con unos griegos, fíjese también. Pos conoce uno a mucha gente, la tiene muy suave. Fíjese que eran unos señores también retebuenas gentes. No, le digo, así pos problemas yo grandes no, porque por eso nunca se me acababan las ganas de venir nomás cuando se me acababa el contrato, nomás me venía, me estaba unos días en mi casa y luego ya. Porque estuve viniendo también después que estaba casado. De eso me dice mi esposa: “Oye, ¿por qué no quieres durar aquí nada?”. “¿Pues cómo voy a durar?, pos aquí no hay trabajo”. Todavía estaba en Zacatecas y luego después ya me vine a Juárez. En Juárez también estaba muy duro antes en esos tiempos, no había casi trabajo, pero estaban las contrataciones pa acá y pos me pasaba, me contrataban y me venía otra vez. Hasta el [19]62 fue cuando ya se acabó todo.

MP: Y cada vez que se contrataba, ¿tenía que hacer todo el proceso desde un principio? O ya nada más traía una carta de que estuvo aquí y era más fácil. O, ¿cómo era para volverse a contratar como bracero?

GT: No pos sabe que la… Para volver uno, pos no casi, pos como allá en México casi era lo mismo. Nomás pos le hacían así unas pocas preguntas de… Y entonces yo ya después ya iba a Chihuahua, porque entonces hubo contratación ahí y luego ya me vine a vivir a Juárez. Ahí en Chihuahua iba ahí me contrataba, ahí estaba muy fácil. Y pos sí, le hacían a uno unas cuantas preguntas nomás, que cuántas… Sí ya había venido pa acá, dónde había estado y cómo los habían tratado, así todo porque sí. Pos sí, que si no se siente uno más a gusto estar acá en su país y todo. Que no podía ser posible que lo trataran mejor en otro país que en México. Pos yo le voy a decir una cosa, que yo prefiero trabajar con cualquier, hasta con un negro y no con un mexicano, aunque sea de mi propia raza.

MP: ¿Por qué no?

GT: Porque, ¡ande! Los mexicanos mire, allá el tiempo que trabajé en la mina, allí había… Bueno, los meros, bueno los que mandaban todo, los patrones de la compañía eran americanos, pero atrás de ellos había muchos mexicanos ya como, pues sí, que es el, mayordomos ahí todo eso, que mandaban a la gente. Mire esas eran, son tan así, ¡no!, ¡qué bárbaro!, ¡tremendo! Mire, como simplemente los lunes y pues iban muchos cruditos malos ahí. Y abajo está muy caliente, sufre uno mucho y le duele la cabeza y todo iba depone y depone. Y ya encontraba uno al mayordomo y dijo: “No, no la friegues hombre”. “Nimo que no”. Todo el tiempo se hacía esa, de vez en cuando. “Dame la chanza de irme pa afuera, me siento malo”. “Sí, de la cruda, ¿verdad? Y nomás de no, que, que… Acuérdate cómo andabas el sábado y el domingo en la cantina que parecías león”. Y que esto y que lo otro. Bueno, hasta a patadas lo corrían pa atrás, pa que se fuera a su trabajo. Mire y sin embargo iba uno con los americanos, porque allá los americanos que había hablaban español también. Así cuando, pos sí que quería salir por alguna cosa que se sentía mal o algo, nomás le decía uno: “Okay”, luego luego hacía un papel ansina, “Okay, vete”. Presentaba uno el papel y lo echaban pa afuera, así y, ¡no! Y luego luego el mexicano, ya le digo: “Nombre, ¿que traes?”. Y mire y ellos, los americanos, los veían a uno así, en las horas de trabajo así sentado o algo, entonces dicen: “Mucho cansado okay, okay, cinco, diez minutos más”, que se estuviera ahí, pero que le llegara a un mexicano mandón, pos que aquí tiene su trabajo. Bueno, nomás faltaba que lo agarraran a golpes. Bueno, fue la única parte que trabajé yo con mexicanos allá en, deste, allá pues, y por eso no.

MP: No le gustó.

GT: No, fíjese que no. Le dije, son… Le voy a decir una cosa, que son muy baratos. Mire, porque nomás les dan un puestecito, ¡uy!, y luego luego se creen. Había uno que ese a veces hasta golpeaba a algunos trabajadores, y una vez yo tuve una discusión con él. Y luego pos no, le discutimos algo ahí y hasta me quería echar pa juera así que él, nomás porque le dije: “Yo no voy a ir, me voy, agárrame de la mano y vamos pa afuera los dos, pero yo solo no me voy”. “¡Qué no!”, y, “que yo aquí mando”. Y que esto y que lo otro. “No hay, pero no hay motivo para que me eches pa afuera”, le digo, “porque yo no he hecho algo, no he hecho nada malo. Nomás porque se te antojó a ti”. Y no, fíjese que entonces ya. Había otros dos más que andaban ahí que eran superiores que él, entonces ya, me dijo: “No, ¿sabes qué?, ya, ya deja ahí. Vámonos pa otro lado, ya no estés haciendo nervio”. Ya se lo llevaron, así se arregló la cosa. Pero ya le digo de los americanos, al menos yo con los que me tocó trabajar, fíjese aquí pos también.

MP: Y ahí en los campos con los braceros, ¿no tenía problemas así de ustedes entre los braceros?

GT: ¿Con ellos, con los patrones?

MP: No, ustedes entre braceros, ¿no llegaban a tener problemas de que a ustedes les pagaban más o que se robaban la comida o algo?

GT: No, pos fíjese que poco nos veíamos. Más bien veía uno así con los que le tocaba de compañero. Como yo un tiempo tuve… Éranos como unos veinte los que tábanos en el mismo lugar y no, fíjese que no, no tuvimos problema. Y ahí hasta nosotros hacíanos la comida, nos compartíanos y llegábanos del trabajo, unos se ponían a hacer una cosa, otro otra. En la mañana igualmente, arreglar el lonche para irnos al trabajo y no de conformidad todos así. Y no, pues fíjese que la… Sí veíamos alguno que, porque eran algunos ahí que la tenía, que así que a veces que había crear alguna dificultad, porque eran muy flojos que no querían hacer comida, que luego luego decían que no, que yo en México, que allá mi mamá, que mi esposa, que esto y que lo otro. “Pero aquí no tienes mamá ni tienes esposa, aquí si quieres comer haces y si no, no”. Pos si nosotros pos ya lo agarramos como que era de hacer. “No que ahí nomás se mojan las manos como quiera, que ni que se las lavan bien y que… “Bueno, bueno, pos no comas de lo que estamos haciendo nosotros pos”, pero pasaron un día, dos, ya al otro día ya están en bola ahí. “No sean malos que no nos van a… “Bueno pos, y, ¿qué ustedes no tienen manos pa que hagan?”. “Pos sí”. Mire, había unos pobres tan ignorantes que no sabían hacer ni un café, ni un cocido, ni unos frijoles, ni nada. Porque todos armados allá a que la esposa les haga todo, le digo: “No, no aquí tiene que acostumbrarse uno a todo”, le digo, “ah, porque entonces que pa acá cuando vinites… ¿Qué?, sabías que no ibas a traer a tu mamá ni a tu esposa pa que te hiciera comida además que de ahí”. No pos ya se controlaban y ya. Ahí nos la pasábanos así, pero no discutíanos mucho, nomás así poquito por hacerlos renegar también ahí. Pero era porque eran flojos, no querían hacer… Pero no, fíjese que pos es como todo, es que le voy a decir una cosa, que tiene uno que pensar en la situación como anda y todo, pos buscar la forma de hacerse la vida a lo, pos sí, lo más liviano que se pueda. Porque del otro modo pos uno sufre más y no pos así. Y luego pasé las primeras veces y ya después, pos el mismo tiempo le va diciendo a uno lo que tiene que ir haciendo, entonces ahí. Y nombre, así se le va pasando los años y pos no ya, pos no, ya le digo, yo siempre sí me sentía a gusto aquí y así con mis compañeros de trabajo nunca tuve grandes dificultades con ninguno. Fíjese que después a más de uno me los encontré allá. Y todavía eran de otros lugares, nomás que iban como pos ora así como de las, revolveremos, con la religión católica. Sabe que ahí onde yo soy, bueno de que me crié más en Plateros, hay un santo que se llama Santo Niño. Muy mentado y mucha gente lo va a ver. “Oyes, ¿a poco aquí vives tú con el, onde está el chaparro?”. Porque es él, porque está chaparrito así. “De aquí mero”, le digo. Pos sí, pos yo casi me, yo digo que soy de ahí porque ahí me crié de, ahí también pasé muchos años. No y venían ellos así y luego no, pos ya platicábanos buen rato y ya en las tardes ya se iban pa… Unos que eran de Guadalajara, de León, así de muchos lugares. Y no, pos fíjese que no, muy a gusto.

MP: Y en cuanto al pago, ahorita me estaba comentando algo del pago, ¿no? Antes de que empezáramos la entrevista que muchas veces no les pagaban, sino que les prestaban dinero o algo así.

GT: ¡Ah, sí! Sí, ya le digo eso, sí.
MP: Cuénteme eso.

GT: No teníanos, ¿cómo le dijera?, un sueldo fijo. Ya le digo, nos hacían préstamos así y nos decían que cuando levantaran la cosecha ellos, nos daban el resto. “Pero mire, al cabo si están aquí, nosotros tenemos la dirección de cualquier lugar en donde los tengan. Si están en México, también y si ya se fueron pa México nosotros les mandamos ese dinero pa allá”. Y pos no, eso sí nunca lo vimos, ni lo veremos yo creo ya. Sí, ya le digo, esa fue la única falla que, pues sí que tuvimos ahí. Porque hasta el último ya como pos como unos tres meses ya de la primer vez que vine, fue cuando, pos sí, ahí también todos estuvimos trabajando por hora, ahí sabíanos lo que ganábamos, porque ya, pos sí, sí sabíanos qué tanto ganamos la hora. Pero fue nomás como unos tres meses, pero los demás, no nomás así un tanto que nos iban dando, nos iban dando. Pero sí, pos más o menos sí, pos sí vivía uno y tenía chanza pa mandarle uno pa su casa y todo.

MP: ¿Cómo le hacía para mandar el dinero a la casa?

GT: Por medio de un money order.

MP: ¿Nunca tuvo problemas de que se extraviara el dinero o de que no le llegara a su familia o algo?, o, ¿que le llegara menos de lo que usted había mandado?

GT: Pues fíjese que yo me acuerde, yo al menos no. Porque yo siempre, sabe que a veces también unos echaban así, compraban el cheque, lo echaban adentro de la carta. Y yo sí, no, pos siempre se me hacía mejor un money order. Compraba el money order y lo metía a la carta y ya. Y no, pos siempre llegaba porque le hacía carta, antes pos era a mi mamá, luego después a mi esposa y le decía: “En cuanto recibas la carta, contéstame a ver si… Porque ahí te mandé un dinero, a ver si lo recibiste o algo”. Sí me contestaba, entonces pronto tenía contestación pa atrás, ya me daba cuenta que el dinero ya lo habían recibido. Nunca me, pos sí, ya le digo nunca hubo ahí problema.
MP: Ahorita me comentaba de la guerra de que muchos no querían venir porque la guerra.

GT: Sí.

MP: En ese tiempo que usted vino, ¿nunca tuvieron problemas en cuanto a que hubo escasez de comida, de zapatos o algo, por la guerra?

GT: No, ¿por cuestión de que no nos vendieran comida?

MP: Sí, de que no les vendieran porque no había.

GT: No, fíjese que sí, nosotros no. Sabe que en ese tiempo, lo que estaba más, muy racionado, bueno, lo que nos tocó a nosotros, era cuestión de la tomada y el cigarro. El cigarro, le vendían a uno nomás, pos no recuerdo si una cajetilla o dos por semana, eso sí. Más bien los cigarros, y ese sí duró, pos buen tiempo.

MP: Y, ¿ustedes nunca tuvieron la oportunidad de irse a pelear a la guerra?, y de que, o sea una oportunidad de que les dijeran: “Si se van a la guerra ya les damos la ciudadanía”. ¿Nunca les dieron oportunidad?

GT: No, fíjese que entonces no sé, entonces no se oía mencionar de la ciudadanía nada. Nunca, yo nunca me acuerdo haber oído mencionar eso. No, entonces sí pos antes de la guerra decían que esta, es como decir, como ahorita que está también nomás. Nosotros nomás sabíanos que estaba, pero nosotros no, nunca, no, ya nunca nos mencionaron nada de eso. Y también de la ciudadanía, no pos no. No, si no pos yo desde en ese tiempo desde la primera me hubiera quedado aquí, sí digo pos cómo no.

MP: Pero, ¿con la condición de ir a la guerra?

GT: ¿Qué?

MP: Con la condición de ir a la guerra.

GT: Pues fíjese que pos cuando está uno así joven, como pues le faltará experiencia o algo, pero no piensa uno tanto. Decía uno: “Pos si me llevan, pos ni modo”. Pero no, fíjese que no. Pos al menos yo sí conocí bastantes hombres así que andaban contratándose, yo nunca supe de nada de ellos que los conocí que les mencionara de eso nada. Allá en México era onde la gente, era onde hacía el borlote ese, que nos iban a llevar a la guerra y que todo. Pero no, oiga ya le digo, nunca nosotros pa acá, de la gente de acá, nadie nos mencionó de eso nada. Nosotros nos podíanos meter a los billares, a las cantinas así y todo eso, íbamos al cine también, pues así como a los otros, nuestras horas libres, pues. Íbamos a donde queríanos y no había quién nos molestara para nada.

MP: Y tampoco, ¿no tuvieron problemas con La Migración?, de que, con La Migra, pues. Que les pidieran sus papeles o de que andando ustedes, pues en su tiempo libre, que los molestara por los papeles o de que fueran al rancho a checar que todo estuviera bien, ¿nunca tuvieron algo así?

GT: Fíjese que le voy a decir una cosa, que La Inmigración casi eso es nomás aquí en las fronteras. Fíjese que pa allá no se oye decir de eso nada. Bien, así ya la, yo nunca oí mencionarse algo, nada de eso, todos esos negocios son aquí nomás en la pura frontera. Y fíjese que, que más bien como hay más, ¿cómo le dijera?, pues más problemas aquí en Ciudad Juárez y en Tijuana en cuestión eso de La Inmigración. Mire yo me, le voy a platicar otra cosa ahí que me pasó. Así por cuestión de ley. Donde quiera lo atendían a uno bien. Una vez tuve que ir a, ¿cómo se llamaba ese pueblo?, ya no me acuerdo. Era un pueblo en el estado de California y sabe que yo quería… Entonces todavía tenía mi familia en México porque yo arreglé solo antes, quería entonces arreglarle a mi hijo el mayor pa traérmelo pa ponerlo en la escuela de este me pidieron que le, tenía que ir a hacer una carta al Consulado que estuviera más cercas allá. Y luego le mandé la carta pa que mi esposa la firmara onde constaba que ella dejaba ir a mijo pa allá, pa donde yo estaba. Y fui, precisamente y ahí fui con la, fui a La Migración, fíjese y era un edificio como de cinco pisos, como en el cuarto estaba la… Pero allá bien lejos pa allá, porque estaba muy largo el edificio, había como tres de La Migración, pero allá estaban ellos adentro, allá tomando café que eso y lo otro. Y entonces yo llegué ahí, estaba así como una barra, un mostrador así, pues no vi a nadie, le digo, pos a quién hablarle. Me acerco y no, entonces ya me fijé que había un timbre ahí le… Entonces ya me dijo que si que llevaba algún problema, ya le dije: “Sí, sabe que esto”. Ya le expliqué a lo que iba. “Y, ¿dónde está tú hijo?”. Le dije: “Está en Ciudad Juárez”. “Y, ¿por qué te lo quieres traer?”. “Pos quiero ponerlo en la escuela aquí, pa que aprenda inglés algo así, se va formando ahí”. “Y, ¿tú esposa vive?”. “Sí”. “¿Tu hijo vive con ella?”. “Sí”. “Y, ¿ella quiere que se venga él?”. “Sí, sí quiere”. Entonces no, ya agarró la máquina, ¡pas, pas!, está bien, ya la firmó él, y… “Fírmale ahí, aquí está tu carta”. Pero mire con una facilidad así y ahí era La Migración. Y luego, así yo me fijaba en donde trabajaba, así. Fíjese que muy pocas veces he mirado La Migración allá por lo lejos. Otro así pa adentro y allá en la frontera sí, como ahí en Tijuana, Mexicali es como aquí en Juárez, hay mucha… Pero ya nomás pasa uno pa adentro, ya no hay quien lo moleste ahí para nada.

MP: Y acá cuando usted andaba de bracero, la primera vez que vino, ¿sí era lo que usted esperaba o usted se había imaginado que iba a ser diferente?, o, ¿que el trabajo iba a ser diferente, o el lugar, o sí era lo que usted esperaba o se desilusionó?

GT: Fíjese que sí. Pues sí porque, bueno sabe que yo no conocía todavía de aquí nada entonces, sabe. Pero yo me acordaba que en un año atrás había oído platicar yo a unos dos señores que vinieron pa acá que eran, pasaron, más bien hermanos de mi papá. Y platicábamos que en los lugares que anduve trabajando aquí y ellos hacían muy buenas expresiones, que les había ido muy bien y habían ganado algo de dinero y pos sí, que les habían quedado ganas. Volvieron como dos, tres veces pa atrás, años muy atrás como el [19]20, por allá en aquellos años y desde entonces se me… Pos, yo estaba chico entonces, se me metió a la cabeza eso y dije: “Un día que yo tenga chanza yo voy a los Estados Unidos. A ver si tengo una oportunidad yo voy pa conocer”. Y pos ahí taba, ahí taba, pos hasta que se presentó el caso.

MP: Qué bueno.

GT: Y pos no, vine y pos no, fíjese que sí me fue bien, ya le digo. Las veces que inicié, yo nunca me llevé una mala impresión, que dijera: “Aquí me faltó dinero”. Así que, pos sí que sé que había, no así. Era lo que teníamos que ga[nar], lo que ganábamos era lo que nos pagaban.

MP: Entonces el programa para usted sí le funcionó, sí fue un buen programa.

GT: Sí, fíjese que fue muy bueno.

MP: Y, usted notó algunas diferencias, porque por lo que veo usted empezó de bracero casi desde que empezó el programa y estuvo todo el tiempo hasta que casi se acabó. Entonces, ¿usted vio alguna diferencia en cuanto al trato o el tiempo de los contratos de un principio cuando apenas comenzaba el programa a ya cuando se terminó? O sea, ¿hubo alguna diferencia?

GT: ¿Aquí?

MP: Sí.

GT: ¿Cómo? Con los patrones o…

MP: Sí, o el tiempo de los contratos.
GT: Sí.

MP: ¿Cuánto duraban los contratos?, ¿el pago?, ¿les empezaron a pagar bien, les pagaban mal?

GT: Sí.

MP: O, ¿fue aumentando?, o, ¿cómo fue?

GT: Sí, sí nos aumentaban también. Así, por ejemplo había veces que trabajaba uno como seis meses en un lugar, tres meses tenía uno pues un sueldo. Ya como a los… ya entraba uno como a la quincena de los cuatro meses, la primer quincena ya le salía el cheque un poquito mejor y ya cuando se completaba ya pues como quiera ganaba uno más. Sí, ya le digo, y no, fíjese que no, todo, pos sí más o menos al modo de… Pos también hay una cosa, que toda la cosa era que le gustara a uno trabajar. Pos sí, porque el trabajo estaba pesado, sabe que estaba pesado como le digo porque hay veces que era, el puro field, el puro sol. Así como los meses, así como, desde mayo como hasta agosto, septiembre, estaba el calor tremendo. Tenía uno que aguantar, era lo más, lo que sufría uno, el clima. Pero todo después pues se va acostumbrando, sabe que necesita el trabajo, nadie le va a dar el dinero si no lo gana, ¿verdad? Y yo pues no, pues fíjese que pos sí, pos yo ya, como ya cuando ya tenía más veces pos la ilusión, ni modo. Si estuviera allá no me estaba ganando ese dinero, no traería esta ropa, no traería estos zapatos y luego fíjese aquí, muy barato a comparación de México. Mire, yo me acuerdo en aquellos años, compraba uno unos zapatos de $5 dólares, de paseo mire, ¡pero eran zapatos! Bueno no le voy a decir que los más buenos, pero sí estaban muy buenos, y pos había mucha forma que le rendía a uno más el dinero.

MP: Y, ¿usted sí logró hacer algún ahorrito con lo que le daban, con lo que le pagaban?

GT: ¿Ahorro?

MP: Sí.

GT: No eso sí no. Todavía no terminamos.

2do: ¡Válgame Dios!

MP: Okay, entonces para usted, ¿qué significa bracero, qué significó ser bracero para usted?

GT: ¿Bracero?

MP: Sí.

GT: Pues fíjese que una, pos sí le voy a decir, que una cosa, pos una cosa buena, una cosa que me trajo a mí un beneficio bueno porque mire, pos como venía a trabajar, pues vine de allá pa acá, pos decirle mire, me compraba muncha ropa pa mí, le mandaba dinero a mi familia principalmente. Cuando me iba, yo llevaba mi dinero también pa un tiempo, mi ropa hasta pa repartirle a la familia así todo, cosa que allá nunca lo podía hacer, ¿cuándo? Por eso ya le digo desde la primer vez que vine, pues yo le tomé buen… Pues fue una experiencia, me gustó el modo como lo tratan a uno aquí también y casi todos. Y no, digo por eso en cuanto había chanza me venía y volvía a venir y volvía a venir. Se me acababa mi contrato, salía pa México, pero como siempre había contratación también, alguna vez también fui a contratarme a Monterrey y me volvía de vuelta a venir pa acá. Y así me la pasé algunos años.

MP: ¿Nunca le incomodó que le dijeran bracero?

GT: No me…
MP: ¿No se sentía mal cuando le decían que era bracero?

GT: Pos fíjese que, pos no porque pos en ese tiempo pues era la única forma que podía uno pasar pa acá uno que necesitaba trabajar. Así les empezaron a llamar desde el principio y siguió y siguió, hasta que se acabó todo.

MP: ¿Usted no se dio cuenta que algunos mojados estuvieran trabajando también junto con ustedes?, que ahí que se perdieran entre la bola los mojados, ¿no?, ¿nunca se dio cuenta de eso?

GT: ¿Que se perdieran?

MP: Sí o sea que, que se hicieran pasar por braceros, los mojados.

GT: Ah, que nos hicieran, no. Casi la… Fíjese que de mojados, nomás esas palabras también se oyen aquí cercas de la frontera, pa allá casi no se oye eso de los mojados. Bueno, entonces no, quién sabe ahora. Porque ahora hay muncho más gente que antes, pero antes no pues, porque sabía uno que todos los que andaban eran puros contratados, así puros braceros. Porque pues sí, pos según esto aquí está muy duro pa pasar así la frontera si no tiene uno papeles. Y así como nosotros no, nosotros pasábanos en cuanto arreglábanos nos traiban de allá y pasábanos luego luego el puente y ya nos llevaban ahí al lugar éste ahí de Dell City. Y ahí ya nos mandaban así con, según ónde le tocaba a uno, según con el patrón a onde era, onde iba uno a trabajar. Y ya luego en la casa y ya le digo, así trastes y luego nos daban camas también, arregladas con todo, muy buen alumbrado. Si era frío, teníamos calentón o aires para si era así tiempo de verano, de calor. No, sí nos tenían… Bueno, donde yo anduve sí me tocó todo eso, sí ya le digo, sí.

MP: Ya para terminar la entrevista, ¿algún comentario que usted tenga? No sé, acerca de todo lo que usted vivió. Algo que quiera añadir.
GT: ¿A eso?

MP: A eso.

GT: Pos no, fíjese que no. No, ya más o menos le platiqué así casi todo por lo que pasé, lo que vi, lo que hice, así todo y, pues sí ya. Eso fue todo lo que pasó en esos años.




Fin de la entrevista

Interviewer

Parra-Mantilla, Myrna

Interviewee

Trejo, Gregorio

Location

El Paso, Texas

File Name Identifier

Trejo_ELP051

Citation

Parra-Mantilla, Myrna and Trejo, Gregorio, “Gregorio Trejo,” Bracero History Archive, accessed April 16, 2024, https://braceroarchive.org/items/show/54.