Roberto Orduño García

Title

Roberto Orduño García

Description

Biographical Synopsis of Interviewee: Roberto Orduño García was born in Cusihuiriachi, Chihuahua, México, in 1931; he had fifteen siblings, and his father worked in the mines; he was formally schooled for four years; when he was fourteen years old, he began working by selling newspapers and magazines, shining shoes, and selling tacos to eat; he heard of the bracero program through an advertisement on the radio; he worked in Tularosa, New Mexico, for two years.


Summary of Interview: Mr. Orduño was hired as a bracero in 1956; in order to be hired, he lied about his working experience in the cotton fields; the rancher who hired him noticed that he did not have any experience working in the fields; instead he was put to weigh the cotton that each bracero picked; in 1958, he came back home to Cusihuiriachi, Chihuahua, México, because his father was very ill; he recalls how the ranchers would freely lend and borrow the braceros to each other depending on the amount of work to be done; during their free time, he and other braceros liked to play baseball, listen to the radio, or go to a bar where they used to get together with the Mescalero Indians.

Creator

Parra-Mantilla, Myrna
Orduño García, Roberto

Date

2003-05-10

Subject

Bracero

Rights

Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso

Language

spa

title (Spanish)

Roberto Orduño García

creator (Spanish)

Orduño García, Roberto

Rights Holder

Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso

Online Submission

No

Original Format

Digital, WAV, MP3

Duration

35:27

Bit Rate/Frequency

24K
96 bit

Transcription

Nombre del entrevistado: Roberto Orduño García
Fecha de la entrevista: 10 de mayo de 2003
Nombre del entrevistador: Myrna Parra Mantilla


El día de hoy es 10 de mayo de 2003 en la ciudad de Cuauhtémoc, Chihuahua. Entrevistando al señor Roberto Orduño García para el Departamento de Historia Oral de la Universidad de Texas en El Paso, Myrna Parra Mantilla.

MP: Buenas tardes señor Orduño.
RO: Buenas tardes.
MP: Para empezar la entrevista quisiera que me dijera, ¿dónde y cuándo nació?
RO: En Cusihuiriachic, Chihuahua, el 11 de mayo de 1931.
MP: Cuénteme algo acerca de su niñez, de sus papas, ¿a qué se dedicaba su papá?, ¿cuántos hermanos tuvo?
RO: Pos mi papá jue minero de Cusihuiriachic y de Movadichic. Y hermanos, pos no me acuerdo, fuimos muchos, fuimos como quince.
MP: ¡Ah caray! Muchos hermanos.
RO: Sí, nomás que muchas murieron de chiquitos.
MP: Y cuénteme, de niño, ¿qué hacía usted?, ¿fue a la escuela o trabajaba?
RO: No, pos jui a la escuela, estudié hasta cuarto año de primaria nomás. Y ya después me dediqué a trabajar, porque pos tábamos muy económicamente atrasados.
MP: ¿A qué edad empezó a trabajar usted?
RO: Pues yo como a los catorce años.
MP: ¿En dónde empezó a trabajar?
RO: Pos este, aquí en Cuauhtémoc, aquí en Cuauhtémoc fue cuando empezamos a trabajar. De chico vendía, vendía tacos, boleaba y revistas así, periódicos vendía constante. Hasta ya grande, que ya que empecé a trabajar en la obra y después ya de chofer. En Coca Cola trabajé veinte años de repartidor, ya después puse una vulcanizadora, duré dos años. Ya últimamente, pos ya me, me pensionó el Seguro [Instituto Mexicano del Seguro Social], ya hace mucho. He trabajado, así trabajos de velador así nomás, uno que otro trabajito que me salga liviano.
MP: Y, ¿cómo se dio cuenta del Programa Bracero?
RO: Pos por el radio que taban anunciando en el radio, taban llamando y yo me acerqué a la presidencia y me enlisté, porque pos estaban llamando y… Pero ya hace algo de eso.
MP: ¿En qué año fue más o menos en que se dio cuenta del Programa Bracero?
RO: ¿Cuántos años hará? Como unos dos.
MP: No, pero me refiero a la primera vez que usted fue a trabajar a Estados Unidos.
RO: Ah, ¿cómo?
MP: De la primera vez que usted fue a trabajar a Estados Unidos.
RO: ¡Ah!, la primera, ¿en qué año jue? Jue en el [19]57, del [19]56, [19]57, porque duré dos años trabajando.
MP: Y, ¿alguien le platicó del Programa Bracero o usted vio por ahí una propaganda? O, ¿cómo se dio cuenta en aquel entonces de que existía el programa?
RO: Ah, no, pos es que estaban anunciando por el radio que necesitaban braceros para Estados Unidos y nos enlistamos para los… Y salimos a, salimos y juimos, ahí en El Paso fue donde nos llevaron. De ahí salimos contratados de El Paso para allá.
MP: Y aquí en Chihuahua, ¿fue en El Trocadero donde se contrató?
RO: Mm huh.
MP: A ver cuénteme, ¿cómo era El Trocadero?
RO: Uy…
MP: ¿Qué hizo ahí?
RO: No, pos pues ya no recuerdo de eso. No, no me acuerdo.
MP: Entiendo que había mucha gente ahí, ¿no?
RO: Sí, sí había. Pos era mucha gente la que se contrataba en ese tiempo.
MP: Y ahí usted, ¿tuvo que entregar algún papel, le pidieron alguna documentación?
RO: Pos los papeles que llevábamos de aquí, de la presidencia. Y ya nos recibieron allá y allá nos llevaron hasta Juárez, allí al [El] Paso.
MP: Y ahí en El Trocadero, ¿había gente de, representantes del Gobierno Americano?
RO: ¿Dónde, allá en El Paso?
MP: Aquí en El Trocadero.
RO: ¿Aquí? Aquí en pos no, no recuerdo, oiga. Puro, no, no recuerdo ya.
MP: Bueno, platíqueme, cuando estuvo ahí en El Paso, estuvo en Río Vista, ¿no?
RO: En Río Vista.
MP: Y, ¿ahí le hicieron exámenes médicos?
RO: Ah sí, sí nos pasaban exámenes. Nos examinaban de todo.
MP: Y, ¿les ponían vacunas?
RO: Pos no me acuerdo de las vacunas. No, no recuerdo si ponían vacunas.
MP: ¿Cuánto tiempo pasó ahí en El Trocadero para que se lo llevaran ya al rancho a trabajar?
RO: Yo, pos ahí duraba, unos… Es que era en un corralón y venían americanos y pedían tantos hombres pa tal parte y de ahí salían. Y a los que querían ir a, así a Alburquerque o sea hasta otras partes a Pecos, todo eso. Y muchos a Pecos no querían ir, porque decían que ahí era muy duro el trabajo, por el algodón que, que pagaban muy poco más bien. Y luego pos ahí no, no se amontonaba gente y nomás hablaban de Nuevo México y se amontonaba. Y yo, pos era la primera vez, me formé y me tocó ir a Tularosa, Nuevo México. Ahí me tocó trabajar dos años, trabajé a gusto ahí. Tenía un patrón muy buena gente, muy buena gente.
MP: Y, ¿en dónde más anduvo, en qué otros lugares?
RO: De bracero nomás estuve en esa parte.
MP: Nada más.
RO: Ey. Yo de mojado no he pasado ni una vez, nunca me he ido de mojado, nomás de bracero me jui.
MP: Y ahí en el Río Vista, ¿les daban de comer?
RO: Ah sí, sí nos daban com[ida], sí nos daban y hospedaje y todo.
MP: Y, ¿les costaba algo?
RO: No, nosotros no pagábamos nada, ni un cinco; ni el pasaje ni nada.
MP: Y, ¿usted no se dio cuenta de ahí en Río Vista si había algún representante del Gobierno Mexicano ahí?
RO: No, pos sí, sí ha de haber habido, yo creo que sí hubo porque pos, pos allá anda ahí algunos señores pero pos no sabe uno. Como va uno sin saber nada, pos no se conoce, pero sí, sí iba uno, uno de aquí de Cuauhtémoc iba representándonos a nosotros, iba como un líder así, iba, es el que llevaba al grupo de aquí cuando íbamos nosotros.
MP: Y ese líder los llevó hasta Río Vista, fue con ustedes hasta Río Vista.
RO: Sí, ahí en Río Vista ya cada quien se separó de todo. Ahí en, cada quien agarraba su rumbo. Iban los americanos a contratar, pues íbamos.
MP: Y este señor el líder, ¿también era intérprete? O sea, si ustedes no entendían lo que estaban firmando…
RO: Pues era también bracero era el…
MP: ¿Era bracero también?
RO: También. Nomás que llevaba el grupo él, sí. Yo me acuerdo que se llamaba Carlos Pacheco él. Ya está, es finadito. Ése era el que nos llevaba a todo el grupo que íbamos de aquí, que íbamos de aquí de Cuauhtémoc.
MP: Y por ejemplo ustedes si tenían alguna pregunta cuando estaban firmando el contrato o algo, ¿a quién le preguntaban o ellos les explicaban de lo que se trataba, de lo que iban a hacer o nada más?
RO: No, no nos explicaban nada, oiga. Ahí entre los que estaban ahí que ya habían ido otras veces, los que no sabíamos, decían que las preguntas que nos hicieran que contestáramos de este modo o de este otro modo, que no fueran a contestar de otro modo porque nos devolvían pa atrás. Y ya nos daban, nos orientaban para los que… Como yo nunca conocí el algodón hasta que fui a conocerlo allá, no sabía ni cómo se piscaba ni nada.
MP: ¿Qué clases de preguntas?
RO: Pos que si, dónde habíamos piscado, ahí hacían las preguntas. Dónde habíamos piscado y cuántos, nos dijeron que cuántas libras pa… Y como allá no, allá no es, aquí no se pisa, no pesan el algodón por libras sino por kilos y nos hacían preguntas para ver si sabíamos. Y luego, no, pos yo les dije que, yo les conté mentiras, les dije que en Delicias que había piscado algodón, pero no, yo ni lo conocía, yo lo que quería era ir. Y no, sí me aceptaron, fíjese, pasé bien.
MP: Y, ¿sus papás se dieron cuenta de que usted se fue?
RO: Sí, pos fui con permiso de ellos, de mi papá y mi mamá. Sí, ellos se dieron cuenta, pues cómo no, estaba en la casa con ellos, todavía no…
MP: Y, ¿algunos de sus hermanos fue con usted o usted fue solo?
RO: No, yo solo. Mis hermanos ni uno ha ido de bracero, nomás yo. No tengo más de un hermano que es el único que vive. Y es el que, desde chico, pos es el que hemos vivido, hermanos hombres, pues. Mujeres sí tengo muchas hermanas.
MP: Y, ¿sus hermanas no se querían ir con usted o algo?
RO: No, ellas no, en ese tiempo no.
MP: No eran tan aventureras.
RO: No, no, era muy distinto todo.
MP: Y acerca del proceso de contratación aquí en El Trocadero, ¿ahí les hacían también exámenes médicos, no se acuerda?
RO: Aquí no, aquí en Chihuahua no, nomás allá en El Paso. Aquí en Chihuahua no.
MP: Y, ¿en qué se los llevaron de Chihuahua a El Paso?
RO: En camiones. En camiones de esos pasajeros y de El Paso a allá pos otro también, en camión.
MP: Y, ¿ustedes podían llevar algunas cobijas, ropa?
RO: Pos llevábamos maletas donde llevábamos ropa, un cambio o dos nomás, ése era el… No, cobijas no llevábamos. Y luego nos tocó pos en… No, pos todavía como en septiembre, más o menos, noviembre. Septiembre más bien fue cuando juimos, septiembre, octubre, por ahí, siempre ahí empezaba el frío.
MP: Y, ¿allá sí les daban cosas para el frío? O sea para que no pasaran frío, ¿había calentón?
RO: No, allá tuvimos, no, allá nos daban cabaña con camas y calentón y todo. No, este, allá sí nos daban todo, pos nos daban una habitación para vivir ahí. Nomás que todo… Éramos como unos, ahí donde estaba yo, eran como unos ocho o nueve y todos estábamos ahí en el mismo, que cada quien tenía su cama y ahí. Nomás que ya al último ya cuando se acabó el contrato de todo, nos, a todos a los demás los despachó el americano, pos nos llevó allá al, a la esta, ¿cómo se llama allá? El consulado, ¿no? Y los entregó y nomás a mí me dejó ahí en el rancho. Él me renovó el… Hasta me quería arreglar residencia y no quise ya.
MP: ¿Por qué no?
RO: No, no quise, porque pos la riega uno. En ese tiempo pos no pensaba yo quedarme a trabajar allá, pos que aquí estaba mi mamá y todos mis hermanos y pues yo…
MP: ¿Pero se los pudo haber llevado también?
RO: Pues, sí, pero no piensa uno que…
MP: Ajá, sí.
RO: Ahora digo: “Cómo no me quedé”. (risas) Pos sí, no, pos no, el americano estaba muy contento conmigo, pos se entendía muy bien. Y me decía que, él me arreglaba, él pagaba todo. No, y luego, le dije que no, que no quería, por México mejor y no quise, fíjese. No, es que no piensa uno hasta, pos no.
MP: Y la primera vez que llegó allá al rancho, ¿qué impresión tuvo?, ¿era como se lo había imaginado o se desilusionó?
RO: No, me imaginaba yo que la… Llegamos en la noche y luego salimos, salimos pa fuera, salí pa fuera pa ver, pos yo no conocía el, ni la mata de algodón. Y como en esa, en esa vez que fuimos, estaba hasta la luna muy bonita, nomás a brille y brilla blanco, blanco, pos… Y salí y tentaba las matas a ver cómo eran. No, pos ni me imaginaba cómo era y luego pos no sabía ni piscar. Otro día que ya nos dieron una saca larga para ir a piscar, yo no sabía ni cómo se cort[a], se agarraba el algodón, sino que se me hacía bola y pos… (risas) Porque si no le tira uno agarrón a, exacto a la mota, o sea al…
MP: ¿Al capullo?
RO: Al capullo, se esta uno batallando pa sacarla. Y el que sabe la agarra y como los de, todos los de acá de La Laguna, acá de Torreón. Esos son muy buenos para piscar, pues esos tienen, en eso es el trabajo de ellos. No esos qué, me dejaban a mi relejos. (risas)
MP: Y luego, ¿no les daban algo para protegerles los dedos? Porque la matita es bien espinuda, ¿no?
RO: No, así la… Nomás una saca larga así, con costal largo, largo. Se lo amarra uno a la cintura y va uno agachado echando.
MP: Y entonces, ¿batalló mucho en un principio?
RO: Uh, sí. Y nomás que allá el americano como veía que yo, pos no sabía que, se fijaba y el que tenía ahí de planta él, era el que pesaba ahí, tenía la báscula, era el que les pesaba a todos los que iban ahí. Entonces ya el americano, me dijo que me iba a dejar a mí en la báscula. Y al otro, pos, al que estaba ahí de planta ya le dijo a él, al que estaba de planta, que me iba a quedar yo. Y ya, me
dejó a mí ahí en la… Y ya me decía él: “Lo que tú puedas ahí en la orilla mientras vienen a pesar, píscale ahí”. Porque hablaba español muy bien el americano. Y luego pos, fue con lo que me alivianaba yo más. Porque al principio yo no sacaba ni pa comer. (risas) Sí, pos a penas pa, pos pa co[mer], pos pa el mandado. Y ya después pos me quedaba un poquito más. Y él, por cierto que al muchacho que estaba ahí de planta que tenía él, ya tenía ya algunos años con él ahí trabajando. Le dijo a él que yo me iba a quedar, que él ya quería que se fuera por mí. Y buena gente el muchacho, no se enojó ni nada. Yo dije: “Me va a guardar rencor o algo así”. No, se me portó muy bien el muchacho. Era aquí de Delicias él, sí.
MP: Y, ¿entonces a él ya no lo pusieron en otro puesto?
RO: No, siguió él de piscador y a mí me dejo ahí de pesador y ya me quedé yo ahí, a trabajar con él ahí en el riego en el, este, desyerbando las… En el tiempo de que no iban los braceros. Y ya, al siguiente año ya fueron braceros y yo estaba ahí ya cuando fueron. Y ya nomás ese año duré ahí cuando, nomás dos años duré ahí con él. Al fin me vine porque se puso muy grave mi jefe, mi papá, en el [19]58. Me mandaron hablar que estaba muy grave, entonces ya le di las gracias al americano, le dije que ya me venía, que ya a trabajar ya no volvía. Hasta me decía: “Si quiere, te doy un permiso para que te vayas y vengas otra vez para atrás”. “No”, le dije, “es que ya no quiero volver para acá”. No, ya me vine y ya no volví a ir.
MP: Y en esos dos años que estuvo allá, ¿qué tan seguido venía acá a visitar a su familia?
RO: No, pos en los dos años que estuve, vine como… En ese año que, me fui el primer año, me vine como al medio año porque se iba a casar un hermano mío, el hermano que tengo, se iba a casar y vine a apadrinar. Y vine esa vez y ya después volví otra vez. Nomás dos veces, en los dos años que, vine nomás de visita y me iba otra vez. Nomás que ya me vine definitivamente cuando se enfermó mi papá que se murió, ya no, ya no volví a ir, ya me quedé.
MP: Y, ¿les mandaba dinero a sus papás?
RO: ¿Cuándo estaba yo allá?
MP: Sí.
RO: Ah, sí. Les escribía y luego ya están ahí.
MP: Y, ¿ellos sí recibían todo el dinero que usted les mandaba, nunca le tocó de que no lo recibieran, que ya se perdió?
RO: Sí, no, no tuvo, sí esta, sí lo recibían bien las cartas, todas las correspondencias. Porque en ese tiempo ni por teléfono hablábamos, puras por cartas, sí.
MP: Y, ¿si se enfermaban? A propósito de enfermedades, si se enfermaban, ¿los llevaban al hospital?, ¿había un médico ahí que les daba atención?
RO: ¿Ahí donde estábamos? No, no había médico ahí, pero el americano nos llevaba allá al pueblo, como del rancho de él, estaba el pueblo, o sea a Tularosa, del rancho a Tularosa sería como una media hora en mueble, sí, en mueble de… Y nos llevaba, él nos llevaba allá al pueblo a curarnos así cuando alguien que se enfermaba. Por cierto que yo casi nunca, nunca me enfermé, nunca tuve que ir al médico. Nos llevaba los sábados al mandado, ahí a las tiendas para llevar el mandado pa toda la semana.
MP: Y la comida qué, ¿cómo le hacían?
RO: Pos nosotros cocinábamos ahí, sí.
MP: Y, ¿estaba rico?
RO: Pos a veces. (risas) Pos llegábamos bien cansados del, del… ¿Se imagina de la pisca y todo eso? Pos en las tardes llegábamos bien cansados pero hacíamos ahí, lo más fácil, unas papas y unos huevos nomás y sal y unas tortillas de harina. Era lo que comíamos más; mayonesa, todo eso.
MP: ¿No les daban la oportunidad de tener ahí servicio de comedor o algo?
RO: No, no, ahí teníamos, teníamos mesa, ahí teníamos trastos, todo. Ahí, ahí mismo cocinaba uno, había cocina para todos ahí, nomás que unos cocinan primero y otros después.
MP: Y por ejemplo en el tiempo de que llovía mucho, ¿cómo les iba ahí, no se inundaban ahí los campos? O, ¿tenía que seguir trabajando?
RO: No, ahí no era, no era terreno, no se inun[daba], no era terreno como laguna, nada de eso, no está… De eso no batallábamos nunca, no. Nomás que cuando llovía que no se podía trabajar, pos ese día no trabajábamos.
MP: Y, ¿no les pagaban?
RO: Ese día no pagábanos, no, no ganabámos.
MP: Y, ¿no los empleaban en otra cosa? Digo, para que no perdieran el día.
RO: No, nomás cuando no tenía, cuando el americano no, no tenía trabajo él, nos prestaba con otro compañero de ellos, de otro…
MP: Y, ¿sí se podía hacer eso?
RO: No, pos nos prestaba. Por ejemplo, iba el americano y decía: “Mañana van a trabajar con mister, mister David, y así y así”. Y él mismo nos llevaba con el otro patrón y luego iba y nos recogía en la tarde. Ése, ése, nos hacía a todos los que estaban ahí, nos prestaba unos con otro, un gringo y otros con otro un americano y así.
MP: Y le decía, le digo que si no había algún problema porque pues ustedes habían hecho el contrato, ¿no?, de estar con él. Era como que faltar al contrato.
RO: Sí, pero pos nosotros no, ni el contrato no, nunca lo leíamos, nunca los vimos. Es que ellos nos prestaban a, nos prestaban con otros americanos para cuando ellos no tenían trabajo, que no podía uno trabajar con él, nos prestaban con otro así un día o dos y ya, pues otra vez con él.
MP: Y ustedes por ejemplo, bueno que el ranchero lo prestara con otro ranchero, si a usted le gustaba más cómo los trataba el otro ranchero, ¿podían quedarse ahí?
RO: No, no, iban por nosotros. No, tenía, estábamos con él. Porque como estábamos contratados con él. El que, él desde acá de El Paso de Río Vista era el, es el que nos contrataban desde ahí con él.
MP: Dígame, ¿qué hacían en su tiempo libre? Porque me imagino que tenían, cuando menos un día a la semana, ¿no?, que era libre.
RO: Pos que era dormir ahí en el… A oír el radio porque en ese tiempo ni televisión. Oír radio y pos andar ahí, afuera jugando nomás.
MP: ¿A qué jugaban?
RO: Y los domingos.
MP: ¿Qué tenían sus equipos de béis[bol] o qué?
RO: Sí, al béis, al… Pos era lo que hacíamos nosotros. Nos íbamos al pueblo a dar una vuelta allá, a andar.
MP: Y, ¿nunca hicieron sus equipos así para jugar entre otros equipos?
RO: ¿Equipos? No, no, es que, es que no se prestaba la gente ahí. Como nos, había unos que ya hasta eran muy mayores y no, no se animaban y quedaban ahí.
MP: Y entonces, ¿sí les permitían tener radio ahí o sea, sí podían tener música o algo?
RO: Sí, sí, música sí, nomás lo que no nos permitían, es que fueran borrachos. El americano era muy… Eso no le gustaba, que fuera la gente borra[cha], que fueran borrachos allá al rancho. Ni llevar mu[jeres], ni llevar mujeres tampoco.
MP: Pero por ejemplo, ¿si iban al pueblo ahí sí se podían echar sus cervecitas?
RO: Ah, no, ahí sí se ponían hasta las chanclas. (risas) Amanecían hasta en la acequia, ahí los… Ey, ya ellos ya regresaban a otro día, ya no se venían con nosotros, con el americano, ya no se venía con nosotros. Cuando, es que, nos daba en, los domingos decían que si queríamos ir al pueblo, nos dejaba ahí y él se venía. Y muchos se quedaban allá, se metían a las cantinas a tomar con las indias de Mezcalero por allá.
MP: Ah, ¿sí?
RO: O sea, es que hay una sierra que se llama los Indios Mezcaleros, bajaban a la sierra, puras indias.
MP: ¿Ah si?
RO: ¡Ey!
MP: Y, ¿cómo era el trato con los indios?
RO: No, pos los indios puro inglés, casi no saben…
MP: ¿Los indios?
RO: Los indios hablan puro, pos puro inglés, son de allá.
MP: Ah, ¿sí?
RO: Y no, no, pos muchos eran buenas gentes y otros, como de todo. No, yo no hacía ronda con ellos. No, pos yo casi al pueblo no iba, me quedaba más, más bien ahí en el rancho, en los… Uno que otro domingo me iba, pero me duraba uno dos, tres horas en el pueblo y me venía. Como estaba cerca no, a veces, en las tardes sí. Pos taba cerca como, serían unos tres, cuatro kilómetros del pueblo al rancho.
MP: Y, ¿nunca se dio cuenta de algún bracero que se perdió, que ya no supo ni cómo regresar?
RO: No.
MP: No, todos recalaban…
RO: No, de eso no, nunca me di cuenta de nada de eso.
MP: Y por ejemplo, si ustedes tenían algún problema ahí con el ranchero o con el mayordomo, ¿ustedes con quién se iban a quejar?
RO: No, pos nunca tocó el caso de… Nunca tocó el caso de… Una vez, una vez sí hubo un problema ahí mismo en la cabaña ahí donde estábamos, de uno que era, ¡era muy borracho! Y llegaba borracho y era muy bravero, muy bronquero. Y ahí buscaba bronca con, ¿qué cree? Y una vez me buscó bronca a mí y me aventó, entonces yo también me enojé y le dí un guamazo y lo acosté y le abrí una… Y ya, se rajó él y fue y le dijo al americano y luego fue el americano y nos llevó allá al pueblo con el, ¿cómo se llama el…?
MP: ¿Cónsul?
RO: El cónsul, y luego allá, nomás que, de los que estaban ahí, todos estaban a mi favor. Pos él fue el que llegó echando brava. Y ya él, a él lo fueron lo que lo castigaron y a mi me dejaron, me mandaron, ya no me, ya no tuve problema de nada. A él sí lo castigaron.
MP: ¿Cómo lo castigaron, le cancelaron el contrato o cómo fue?
RO: No, lo detuvieron un día nomás, encerrado nomás. Sí, es que ése tenía problemas casi con todos ahí los que estábamos, era muy borracho y era muy, tenía una tomada muy mala. Le gusta mucho echar brava. Era el único problema que hubo cuando estuve yo allá, fue todo.
MP: Y por ejemplo, si ustedes necesitaban dinero, que estaban muy cortos o algo, ¿el ranchero les podía prestar?
RO: Sí, sí nos prestaba, nomás le decíamos, sí nos prestaba dinero.
MP: Y ahí el ranchero, ¿después se los descontaba?
RO: Sí, en el… sí nos descontaba en el, en lo del trabajo que hacíamos. Sí, el…
MP: Y cuando usted venía acá a visitar a sus papás y luego que se regresaba, ¿cómo era esa situación? O sea, ¿no quería que se regresara otra vez o usted ya no se quería regresar a Estados Unidos?
RO: ¿De aquí? No, pos ya mi mamá no quería que me volviera a ir, ¿dónde iba a querer? Nomás que dije no, hasta que dijo. Pos aquí en esos tiempos, ¿usted cree? Ganaba creo uno $7.50 de el mínimo y pos iba uno allá, pos ganaba unos $7, $8 dólares, pos aquí valía el dólar en ese tiempo, como, en aquel tiempo yo creo que valía como $2.50 el dólar. Pos era poquito más lo que ganaba nomás más que aquí. Pero pos la ilusión nomás de los dólares.
MP: Y luego usted allá, ¿tuvo chanza de hacer un ahorro o algo así?
RO: Pues no, nunca hice ahorro, nunca hice ahorro porque, pos lo mandaba para acá y pos se lo mandaba a mi papá y a mi mamá. Pos no era ni tanto el dinero que ganaba pa, pues lo agarraban nomás pa co[mer], pa estar viviendo nomás.
MP: ¿Usted se dio cuenta de algunos mojados que estaban ahí que se hicieron pasar por braceros o algo?
RO: No, no había ni un mojado allí.
MP: ¿Ni uno?
RO: Ni uno. Ni conocí al mojado, ni uno, ni un amigo que fuera mojado.
MP: Así en términos generales, ¿cuál es su punto de vista acerca del Programa Bracero, fue bueno o la gente no lo supo aprovechar?
RO: Pos para mi jue bueno, por lo regular pos, pos no hice nada, no hice dinero, pero estuve trabajando bien allá muy a gusto y aquí es la misma. Estuvo bien. Pos no, no ahorré dinero pero de todos modos estuve bien a gusto allá.
MP: Y para usted la palabra bracero, ¿qué significado tiene?
RO: Pos no, no le hallo yo, qué querrá, qué significado tenga.
MP: O, ¿usted no se sentía o no se siente así como que menos cuando le dicen: “Pos es que fuiste bracero”, o algo?
RO: No, pos, no nada de eso.
MP: Está bien. Pues ya para terminar la entrevista no sé si tenga algún comentario final, alguna anécdota.
RO: No, pos no tengo nada qué decir ya, es todo. Pos sí, ya uno pensaba que era algo de así como le dije, que nos fuera a beneficiar a uno o algo, porque hasta nos, hasta nos pedían a nosotros si teníamos algún deste papel o algo así, mica que nos hubieran dado de allá. Esa mica fue la que, la que me dieron cuando ya me vine, ahí esta cuando fui yo. Y ésta es la que presenté en la presidencia.
MP: Qué bien. Pues qué bueno que no la entregó la original porque pos es, como quiera que sea los documentos originales son muy valiosos.
RO: Sí, cómo no.
MP: Bueno. Pues le agradezco mucho que haya aceptado la entrevista, que haya aceptado cooperar con nosotros y pues también por el tiempo que…
RO: Bueno, ta bien, ta bien pos eso. Qué bueno que los pueda ayudar en algo.
MP: Ah, pues muchísimas gracias señor.
RO: Ándele.
MP: Gracias.




Fin de la entrevista

Interviewer

Parra-Mantilla, Myrna

Interviewee

Orduño García, Roberto

Location

Cuauhtémoc, Chihuahua, México

File Name Identifier

Orduño_Garcia_CHIH023

Citation

Parra-Mantilla, Myrna and Orduño García, Roberto, “Roberto Orduño García,” Bracero History Archive, accessed April 16, 2024, https://braceroarchive.org/items/show/29.