Refugio Pérez Lolla

Title

Refugio Pérez Lolla

Description

Biographical Synopsis of Interviewee: Refugio Pérez Lolla was born in Gran Morelos, Chihuahua, México, in 1944; he began helping his father work the fields when he was only eight years old; due to his family’s financial difficulties, his father applied and was hired to work as a bracero; Refugio however, worked illegally in the United States.


Summary of Interview: When Refugio was only nine years old, he was put in charge of his father’s land because he was in the United States working as a bracero; his father worked in Dell City and Pecos, Texas, picking cotton and watering the fields; every six months his father would visit his family; Refugio decided to go to the United States to work because his father worked there; Refugio was unable to work for very long because he was apprehended by Immigration officials twice; he entered the United States through Palomas, Chihuahua, México, and walked for several days; he was hired in Deming, New Mexico, in 1966 when the bracero program finished.

Creator

Parra-Mantilla, Myrna
Pérez Lolla, Refugio

Date

2003-05-09

Subject

Bracero

Rights

Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso

Language

spa

title (Spanish)

Refugio Pérez Loya

creator (Spanish)

Pérez Loya, Refugio

Rights Holder

Institute of Oral History, The University of Texas at El Paso

Online Submission

No

Original Format

Digital, WAV, MP3

Duration

25:08

Bit Rate/Frequency

24K
96 bit

Transcription

Nombre del entrevistado: Refugio Pérez Lolla
Fecha de la entrevista: 9 de mayo de 2003
Nombre del entrevistador: Myrna Parra Mantilla

El día de hoy es 9 de mayo de 2003 en la ciudad de Cuauhtémoc, Chihuahua, entrevistando al señor Refugio Pérez Lolla, para la Universidad de Texas en El Paso, el Departamento de Historia Oral, Myrna Parra Mantilla.

MP: Buenas tardes señor Pérez.
RP: Buenas tardes.
MP: Para empezar la entrevista quisiera que me dijera, ¿dónde y cuándo nació?
RP: En Gran Morelos.
MP: ¿Qué año?
RP: Mil novecientos cuarenta y cuatro, el día 10 de mayo.
MP: Mírelo, un regalo para su mamá. Dígame algo acerca de su niñez, sus papás, sus hermanos, si fue a la escuela, ¿a qué edad empezó a trabajar?
RP: No, empecé a trabajar, pues desde los ocho años de sembrador, sembrando la labor y mi hermana, pues ayudándole a la mamá.
MP: ¿Nada más tuvo, tiene una hermana?
RP: Nada más.
MP: Estuvo trabajando en la labor en, ¿eran tierras de su papá o eran tierras de…?
RP: Del ejido, sí tenía un terreni[to] en, diez hectáreas de labor en Punta de Agua.
MP: Y, ¿su papá era agricultor?
RP: Ejido Punta de Agua, sí.
MP: Y, ¿hasta qué edad estuvo trabajando ahí en la labor?
RP: ¿Yo?
MP: Sí.
RP: No, pos hasta la edad de unos cincuenta años he trabajado.
MP: Ah, o sea toda su vida ha trabajado.
RP: Sí, toda la vida.
MP: Cuénteme, ¿por qué la idea de ir a trabajar a Estados Unidos?
RP: Pues mi papá fue el que fue a trabajar, como siempre le digo, yo no fui el que fui a trabajar. Yo no tuve contrato, él sí. No, pos él porque si estaban malos los años, iba a ver si sacaba un centavo más, por eso.
MP: Pero usted me decía que usted también estuvo trabajando allá, no mucho tiempo, pero…
RP: Sí, ah sí, pues este, nomás que yo iba de mojado. Yo fui dos veces nomás.
MP: ¿En qué año se fue su papá de bracero?
RP: Pues yo creo que aquí dice. Yo de él no me acuerdo.
MP: ¿En el [19]57? ¿Qué edad tenía usted? Estaba chiquito, ¿no?
RP: Pues tendría algunos, ¿qué tendría?, unos nueve años.
MP: Y, ¿dónde anduvo su papá?
RP: En Dey [Dell] City, Texas.
MP: ¿Nada más ahí estuvo trabajando?
RP: Y una vez en Pecos.
MP: Y, ¿qué le contaba él cuando venía acá a visitarlos?, ¿cómo era el trabajo?
RP: Pues andaba en la, anduvo en la pisca de algodón y lo más fue, regaba, era regador de ahí de los Linches.
MP: ¿Cada cuándo venía su papá así?
RP: Pues a veces cada, como cada seis meses, cada seis meses venía.
MP: Y, ¿le decía a usted? O sea bueno, usted obviamente estaba muy pequeño, ¿no?, cuando su papá anduvo por allá.
RP: Sí, estaba yo pos, como de unos nueve años. Y yendo él fue, duró yendo como unos, pues algún tiempo sí duró algunos años.
MP: Y, ¿él no se los quería llevar para allá? Para tener a toda la familia junta. O, ¿él no le gustaba estar allá?
RP: No, no, no, es que él nomás iba a trabajar. Pos si acá tenía la labor, venía a trabajar acá.
MP: O sea, que usted se encargaba de las tierras de su papá cuando él no podía venir.
RP: Ajá, así es.
MP: Y entonces, ¿dice que por eso usted se fue a Estados Unidos a trabajar?
RP: Sí.
MP: ¿Por dónde pasó?, o, ¿qué hizo?
RP: ¿Cuándo iba yo para el otro lado?
MP: Ajá.
RP: Por Palomas, ahí nos cruzábamos la sierrita.
MP: ¿Se iban a pie?
RP: Sí, a pie, a pie. Y yo estuve trabajando en Deming.
MP: ¿También en el algodón?, o, ¿dónde estuvo trabajando?
RP: Sí en, sí, escardando algodón.
MP: Y luego ya una vez que estaba usted allá, ¿cómo fue el trato que recibió de la gente? ¿En qué año fue, cuando se fue?, para empezar.
RP: Pues, tengo cincuenta y nueve años ahorita y antes tenía como veintidós años, hace…
MP: Veintidós años, en el [19]66 anduvo esos años.
RP: Por ahí.
MP: O sea que el Programa Bracero recién había terminado.
RP: Mm huh.
MP: Bueno, usted fue de, dice de veintidós años, a los dieciocho todavía pudo haber sido bracero, ¿no?, ¿usted se pudo haber contratado como bracero?
RP: Ajá.
MP: ¿Nunca le interesó?, o, ¿por qué no?
RP: No, porque trabajaba en la labor yo. Trabajaba la labor de mi papá y yo me quedaba atendiendo la labor, por eso no. Y ya después no pos, ya me fui a ver cómo me iba, pero me fue mal porque me agarraba La Migra luego, y ya recalaba acá otra vez. Nomás dos veces hice el intento y ya no, jamás.
MP: Y, ¿La Migra a dónde lo, lo pasaba hasta Juárez o a dónde los llevaban?
RP: No, en un ranchito ahí de Deming, no sé como se llamaría el ranchito pero ahí en Deming. Ahí me detuvieron en Deming, ahí duré una noche y un día ahí detenido, y luego nos echaron por Juárez.
MP: Cuénteme, ¿cómo era el trabajo?
RP: Ah, ¿el que hacía? No, pos andar en la escarda, en el azadón escardando algodón, en eso.
MP: Me dijo que usted era regador, ¿verdad?
RP: Mi papá.
MP: Ah, su papá.
RP: Mi papá era…
MP: Usted era escardador.
RP: Yo trabajaba en escarda, escardando algodón.
MP: ¿Tenían algún equipo especial?
RP: No, no, pos puro azadón, es que antes, pues hace muchos años se usaba el azadón, nomás. Todos éramos la mayoría azadoneros los que andábamos ahí.
MP: Pero entonces no andaban ustedes…
RP: Tractori[sta], ¿eh?
MP: Piscando, ¿verdad? O sea quitando las motitas.
RP: Ah, es que como primero se escarda, entonces, y a uno lo agarraban, no sabía uno qué día lo iban a agarrar. Duraba dos, tres, cuatro, yo llegué a durar tres días, cuatro días nomás en el trabajo y me agarraban y vámonos, por eso no me gustó seguir yendo ya.
MP: Ah, okay.
RP: Sí, no. Por eso es que, si el algodón ta chiquito, hace falta tiempo para ponerse uno a piscar. Y mi papá, cuando a él le tocó, a él sí le tocó toda época de escardar, regar y piscar algodón, él sí.
MP: Y, ¿qué era lo más pesado? ¿Qué le decía su papá que era lo más pesado?
RP: Hay otros, pos hay otra escarda más pesada, era la más pesada, que trabajan con un azadoncito chiquito así, betabel, el betabel, la escarda del betabel, lo corta, algo de betabel, pero que ése era el más pesado.
MP: La seija le dicen, ¿no?
RP: ¿Ah?, el algodón es el del desahije. El algodón también ese desahije también es pesado porque hay que agacharse uno a cortar la matita.
MP: Y entonces, pero entonces su papá anduvo en otros lados, ¿no?
RP: Sí, no, mi…
MP: Porque el betabel es en Colorado o…
RP: No, mi papá, mi papá sí anduvo en, él sí anduvo pues en algunas partes, él sí fue algunas veces. Pero donde duró trabajando más, fue ahí en Dey [Dell] City, Texas. Ese duró más rato, pero él sí anduvo en algunas partes.
MP: Y, ¿qué le contaba él, dónde se estaba mejor?
RP: No, pos cuando estaba, cuando estaba lejos, que estaba en Dell City, Texas, duró muy a gusto, cuando estaba él ahí y trabajó, pues tenía patrones ahí. Y el mayordomo de él, era un hermano de él que estaba trabajando, mi tío sí estaba arreglado allá, él sí tenía papeles.
MP: Y, ¿él cómo les mandaba dinero?
RP: Pos lo mandaba en giro, mandaba un giro.
MP: Y, ¿siempre les llegaba lo que él les mandaba? Nunca tuvieron problemas de que… O, ¿no les llegaba?, o, ¿les llegaba incompleto?
RP: No, siempre llegó bien. No, siempre llegaba bien, le mandaba a la abuelita a la mamá de él, a mi abuelita y ya mi abuelita nos daba. Sí, no, lo mandaba con la abuela, con la abuelita mía y siempre lo recibió, llegó bien.
MP: Y, ¿usted qué le decía a su papá, que lo llevara para allá?
RP: No, no le comenté nunca.
MP: ¿No?
RP: Que me llevara, no. Sino que yo solo cuando fui creciendo, entonces, dije: “Bueno, pues hasta pa calarme”. Pero me calé y no me gustó porque nunca la pude hacer. Es que no, no se podía.
MP: Y su papá cuando se fue, ¿se tuvo que contratar en Chihuahua?
RP: Sí, ahí se contrataba en el, en una parte que le decían El Trocadero, algo así en Chihuahua. Ahí, ahí lo llevaban y le sac[aban], le hacían análisis de sangre y todo eso, me platicaba él, que le sacaban sangre y de ahí los llevaban.
MP: Y, ¿nunca se enfermó su papá, andando allá?
RP: No, no, nunca se enfermó.
MP: Y, ¿qué le decía él?, ¿qué hacían para distraerse?, ¿iban al pueblo?
RP: No, pos cuando iban al pueblo pos se llevaban el seis de cervezas a donde estaban trabajando, a las partes onde dormían.
MP: ¿Sí les permitían tener cerveza ahí?
RP: Pues probablemente se les permitirían o se los llevarían ellos a la moda de uno, siempre que anda, el que le gusta el vicio, le busca su forma. Y no sabría decirle yo más.
MP: Y, ¿qué relación tenía él con el ranchero? ¿Qué le decía su papá, era buena gente o era medio genioso?
RP: No, buena gente. No, pos él nunca daba queja de nada de… Los señores de antes eran muy sufridos, si mal les iba, ellos no decían nada y si bien les iba, pos tampoco. Pos ellos no decían, él siempre decía que tenía buenos patrones.
MP: Y su mamá, ¿qué decía?
RP: No, pos taba tranquila, también. No había qué discutir, pos venía él y se iba otra vez.
MP: Y, ¿ustedes nunca se quedaban así con que: “Y sí no lo vuelvo a ver”, o algo?
RP: No, ya estábamos impuestos a que iba y venía. Cuando uno está chavalo nunca está pensando en que vendrá o volverá. Siempre dice uno: “Va a venir pa tal tiempo”. Esa era la, la plática de uno. Pero pensar en que él no iba a volver, nunca pensamos eso.
MP: Y usted cuando se fue de bracero, ¿ya estaba casado?
RP: Sí.
MP: De mojado, perdón.
RP: Sí.
MP: Y, ¿luego se fue y…?
RP: No, no, pues no.
MP: ¿Qué le dijeron: “No te vayas”?
RP: Pos no, no es que cuando hay una necesidad, nadie se opone, lo que quiere uno es salir adelante. Y vámonos, pero no salí adelante porque a los tres días, cuatro días de que había entrado al… Ya me agarraban y vámonos, a detenerme ahí y echarme por Juárez, no.
MP: Y, ¿nunca le dio por irse más adentro de Estados Unidos?
RP: No, ya no quise yo nada con Estados Unidos. Nada, absolutamente.
MP: Sí, pos, tuvo experiencias no tan buenas, ¿no?
RP: No, aquí en México tuve, puedo vivir mucho muy a gusto y pos ahí estoy encantado de haber nacido. Pero yo por, como yo veía que todos, que traían centavos y porque iban al otro lado y, “bueno, vamos viendo”, pero no, no fue así. Para unos sí fue bueno el Estados Unidos y para otros, pos al menos yo no tengo ni, aquí vivo a gusto. Aquí he trabajado, ahora ya no trabajo pos, porque me pegó ese infarto, estoy infartado.
MP: Pero, pues cuando menos se le quitó la cosita, ¿no?
RP: Sí.
MP: De ir allá.
RP: Me quité la espina que traía de los Estados Unidos, entonces para mí no fueron los Estados Unidos, pa otra gente sí les ha ido muy bien y económicamente están bien, pero para mí no me tocó esa suerte buena, no me tocó. En primer lugar, pos andaba uno de mojado y, malo pa saberme esconder de La Migra. (risas)
MP: Lo encontraron bien fácil.
RP: No, pos andaba trabajando yo y como yo no estaba muy quemado pos rápido me, yo trabajando reagusto y La Migra hablándome en inglés y yo nomás pos: “¿Quíhubole, qué?”. Porque me tocó tan buena suerte que duré dos días en el, en el azadón y, pero como yo sabía manejar tractor, me preguntó el gringo que si… Nos preguntó a todos, que quién sabía manejar tractor para cultivar el algodón y nadie dijo nada, yo le dije: “Pos yo sé manejar”. Pero aquéllos eran automáticos y los que yo tenía, que yo tenía pos era de cambios.
MP: ¿De velocidades?
RP: Sí, de velocidades y aquellos tractores muy grandes y el mío era muy chi[co], era chico era una… Y entonces ya me dijo el mayordomo: “¡Súbete! Pa que te cales y luego aprendes, pa que le agarres”. Y sí, luego luego, pos si sabe uno, si sabía el de cambios cuantimás de este, es nomás aquí y acá la cuestión de la herramienta, pos sí, sí le supe. Y cuando se llevaron a los otros compañeros donde andaba yo, entonces me hablaron en inglés La Migra, porque se los llevaron a todos y yo me quedé reagusto igual. “¿Pos quién sabe a qué cuadro se los llevarían a aquellos?”, dije yo, a otras partes. No, en la tarde recalaron por mí, porque me hablaron en inglés y yo ya dije: “Pos, quién sabe qué me dirían”, le dije: “no, pos yo no entiendo”, le dije. “Oh, ¿que si tu traes papeles?, ahí andas”. “No”, le dije, “no, yo soy mojado”. “Ah, pues vente”. Y nomás le dije yo que iba llevar el, que me dieran permiso de llevar el tractor con el patrón y fui y lo llevé y ya de ahí voy con él a la perrera junto con los demás, porque uno de los que iba me descubrió que yo también era mojado. Y así venían, y en la tarde recalaron por mí.
MP: O sea que si no le hubiera dicho su compañero al de La Migra pos ni cuenta y ahí usted…
RP: Ni cuenta se da y yo me, y yo me quedo trabajando. Por eso supe que, no, no me gustó, es una bola de gente que, no se le da uno lo que uno quiere. No le, por ejemplo si no han dicho nada, todavía estaría yo a gusto ya trabajado, me había ido bien.
MP: Claro.
RP: Pero como no, pos no, me vine.
MP: Y, ¿cómo le? O sea, ¿para pasar contrataban algún coyote o algo?, o, ¿así se fueron nomás a la aventura?
RP: No, no, yo me fui con un señor que se llamaba don Lalo Zepeda y él conocía muy bien el camino y me invitó y me fui. Un señor ya de mucha experiencia, como de unos sesenta años tenía el señor ya. Y con ése nos íbamos, yo y un hijo de él, don Lalo Zepeda. Pero nos, no aguantamos nada. O no nos aguantaron algo, nos echaron. (risas)
MP: No se escondió bien.
RP: ¿Mande? No, no, pos yo, en primer lugar no estaba…
MP: Escondido.
RP: Pos yo iba a trabajar y no estaba yo muy quemado a decir: “Oye, hay que esconderte, agáchate aquí no”. Si llegan y lo ven a uno ahí, digo, yo andaba en el tractor, ¿no le digo? Y se llevaron a todos, pero alguien descubrió y vinieron y me pepenaron y ya.
MP: Y dice que su papá no tuvo ningún problema de esos, ¿verdad?, en cuanto a…
RP: No, él iba contratado.
MP: Sin arreglar.
RP: No, no, a él La Migra no le decían nada, ahí tan los contratos.
MP: Sí, pero ya ve que muchas veces de todas maneras aunque tenga uno papeles.
RP: Ah, sí.
MP: Le preguntan o algo o…
RP: Sí, eso sí decía él que le preguntaban cosas. Porque iban buscando mojados, porque de todas maneras siempre había mojados, siempre hubo gente mojada.
MP: Y las Navidades y todo eso cuando su papá no estaba, ¿cómo se la pasaban ustedes?
RP: Pues bien, porque siempre mandaba pocos centavos. Entonces, tábamos bien, nos compraban el juguetito que, pos como puede, como le alcanza a cada quien, económicamente, pero sí.
MP: Y su papá dice que nunca se enfermó, ¿verdad? Ni nada.
RP: No.
MP: ¿No tuvo problemas en cuanto a que se enfermó y que no le dieron atención médica o algo?
RP: No, él no se enfermó, no, no nos comentó nada.
MP: ¿Su papá? No, bueno, yo creo le va a ser un poco difícil, ¿no?, pero, ¿su papá se daba cuenta de qué era lo que, en el contrato, de qué era lo que estaba firmando él? O sea, ¿a lo que iba a trabajar?
RP: Pues se daban, él no sabía leer ni escribir, pero pos los demás le decían, unos a otros.
MP: Y cuando él estuvo allá, ¿qué le decía él que?, ¿sí era bonito, era como él se lo había imaginado?
RP: No, no, pos es que…
MP: ¿O no quedó conforme?
RP: No, no, pos él nomás decía que iban a trabajar. Van a trabajar y el trabajo, pos uno sabe muy bien, pos el trabajo es el trabajo. Y ya, si iban a divertirse, pos los que van a divertirse van a divertirse. Él no, pos él fue a trabajar.
MP: Y entonces para su papá desde el punto de vista de él, ¿el programa sí fue un beneficio para él?
RP: Sí, pos él, pos porque no tuvo problemas para nada. Él entraba nomás de primero batallaba onde el, que tenían que llegar al [El] Trocadero pa que le quitaran sangre y algo así. Pues detalles que tenían que pasar ahí, pero nomás. No, él siempre él anduvo contratado.
MP: Y ahí en El Trocadero, ¿pasaba mucho tiempo para que lo contrataran?
RP: Pues les daban números, iban por números y a veces había numeración muy alta y había que esperar dos, tres días hasta que pasaba, pos era mucha gente la que iba. Y conforme les iban tocando la numeración a cada quién por número, les hablaban ahí y tenía que esperarse hasta que llegue el número.
MP: Y él ahí en ese tiempo, ¿pos buscando su comida él, dónde dormir o ahí había algo como…?
RP: No, no, pos se quedaban ahí, pos como sabe que era una bola de braceros. Y ahí se quedaban al intemperie, pos no había dinero pa pagar hotel ni nada. Pero, cuando se hace una bola, ahí la gente se hace bola y se cuidan unos a otros.
MP: Y para usted, desde el punto de vista suyo, la bracereada sí, ¿sí convino o no estuvo muy bien?
RP: Pues sí convino porque sí, sí se ayudaba la gente, como quiera que sea, pos se ayudaban y hasta la fecha pos yo creo, yo veo que los que andan allá bien y tienen muy buenas troquitas y todo. Los papás de los hijos que andan allá les mandan y como quiera sí se han ayudado, si no estuviera bueno… Los que cuidan por cierto. Porque hay unos que nomás van a buscar la forma de divertirse, pos vienen nomás muy divertidos, nomás con la bolsa limpia y la gente pos no se le ve el progreso.
MP: Bueno, pos no sé si tenga alguna otra cosa qué añadir a la entrevista, algo, algun anécdota que le platicó su papá o algo.
RP: No.
MP: ¿De usted?
RP: No, no tengo más qué decir. Nomás pos eso que, que ellos sí iban contratados, ellos podían trabajar, uno no.
MP: Y a usted, ¿le hubiera gustado que se hubiera extendido más el programa, para entrar como bracero?
RP: Ah, sí, cómo no, así es. Entraba uno ya sin peligro, sin su cirio. Y de lo contrario, no. Por ejemplo, si a mí me tocó ir así porque ya no había manera de ir contratado, de arreglar. No, pero ya después yo no, no ni, ni me daba por ir, pos como me había ido mal, cuando a uno le va mal ya no tiene ganas de volver allá.
MP: Claro.
RP: Así es de que y aquí, no, pos a gusto he vivido. Pero antes, sí tuve yo que, para desengañarme, cómo estaba el mundo para allá y supe que para mí no eran los Estados Unidos. Así es de que yo, mis respetos.
MP: Bueno, pues muchísimas gracias por esta pequeña entrevista.
RP: Ándele, gracias a usted.
MP: Gracias por su tiempo.




Fin de la entrevista

Interviewer

Parra-Mantilla, Myrna

Interviewee

Pérez Lolla, Refugio

Location

Cuauhtémoc, Chihuahua, México

File Name Identifier

Perez_Lolla_CHIH025

Citation

Parra-Mantilla, Myrna and Pérez Lolla, Refugio, “Refugio Pérez Lolla,” Bracero History Archive, accessed April 20, 2024, https://braceroarchive.org/items/show/28.